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Resumen para el Primer Parcial  |  Sociedad y Estado (Cátedra: Cozzi - 2018)  |  CBC  |  UBA

Resumen primer parcial ICSE

Estado- Andrés Malamud

Concepto de Estado

En la senda de Norberto Bobbio, Gianfranco Poggi concibe al Estado como la manifestación suprema de institucionalización del poder político*. Institucionalización implica rutinización de reglas y comportamientos y abarca procesos como despersonalización y formalización de las relaciones sociales (particularidad del Estado moderno), lo que puede generar estabilidad y aumentar condiciones de previsibilidad, pero también fomentar la rigidez y obstaculizar la adaptación a nuevos desafíos.

Posesión de bienes escasos o considerados escasos que llevan a quiénes no los poseen a adoptar cierto tipo de conducta.

 

 

 

El Estado no constituye un objeto material sino una abstracción conceptual (Dunleavy y O’Leary), característica común a otros fenómenos políticos. Sin embargo, en el caso del Estado los efectos de su existencia se materializan de forma evidente, como la presencia de la burocracia pública, un puesto fronterizo o de una guerra interestatal. Sus manifestaciones visibles son sus instituciones y su territorio y aquellas menos evidentes son las relaciones sociales, que implica la existencia de desigualdades en la que las clases sociales compiten por el poder.

 

Las primeras organizaciones preestatales surgieron, junto con la escritura y las ciudades, en Asia Menor, especialmente en la región delimitada por los ríos Tigris y Éufrates.

Las prácticas sedentarias derivadas de la agricultura organizada generaron las condiciones para el surgimiento del Estado

A diferencia de sus etapas iniciales, dónde el ejercicio del poder era despótico, a medida que las sociedades se volvieron más numerosas y complejas, debió buscarse un nuevo principio de legitimidad. Este recurso fue el de autoridad divina, que permitió la consolidación Estatal.

Se produjo un crecimiento sostenido de la organización militar de manera que los Estados más fuertes iban ganando territorio a aquellos Estados menos exitosos.

La difusión del Estado como forma de organización política se exportó desde Europa hacia el resto del mundo por medio de conquista y dominación colonial.

 

Consolidación Estatal en América Latina

Miguel Centeno compara los procesos de formación del Estado en Europa y América Latina y define a las guerras latinoamericanas como “de tipo incorrecto”

En Europa

En América Latina

Centralización del poder en el Monarca

Fragmentación

Guerras de conquista: definir bordes territoriales

Guerras de seguridad interna: obj asegurar control del poder estatal

Guerras movilizadoras que contribuían a crear sentimientos de ciudadanía

Las clases dominantes preferían enviar a miembros de las clases subalternas a la batalla antes que a sus propios hijos

Diferencias culturales, lingüísticas o religiosas

No había tales diferencias como las que avivaron los conflictos europeos

 

 

 

 

 

Además, las define como “de contexto inapropiado” por tres razones:

Fragmentación regional: Gran superficie territorial, continente poco poblado y más geográficamente accidentado (que Europa) limita posibilidad de interacción entre países.

Composición social: Las diferencias étnicas entre clases dominantes y clases subalternas hacían que las primeras recelaran más una revuelta social que una invasión extranjera.

División entre las elites: Dado el perfil de mercaderes antes que de guerreros que tenían los gobernantes, la economía se sobrepuso a la política y las rivalidades a la cooperación.

En Argentina

El Estado argentino se consolida en 1880 cuando se producen una serie de acontecimientos que garantizarían el control, por parte del gobierno de cuatro factores fundamentales del poder estatal:

Los recursos: La federalización de la Ciudad de Buenos Aires implicó la nacionalización del puerto y la aduana, fuentes cruciales de recaudación fiscal.

La violencia: La exitosa represión de Carlos Tejedor, legitimó el control de la violencia

El territorio: La elección como presidente del militar que había comandado las expediciones al desierto simbolizó la expansión del control estatal por todo el país.

Legislación civil: La victoriosa disputa con la Iglesia Católica por el control público de los registros civiles y la secularización de la educación permitió que el estado se separara de la tutela ideológica de esta institución.

 

 

 

 

 

 

 

Tipos de Estado

 

 

Crisis del 1970 y el Estado de Bienestar

Durante las primeras tres décadas que siguieron a la SGM, el crecimiento económico de los Estados permitió que estos pudieran costear los altos costos fiscales que producía el Estado de Bienestar. Sin embargo, a partir de 1970, se produjo una crisis derivada de los shocks petroleros, que provocó una alta aceleración en la inflación, lo cual redujo la capacidad financiera de los Estados consumidores. La crisis fiscal que se produjo por estos shocks y por el aumento de la demanda, junto con el envejecimiento de la población (disminución de contribuyentes, aumento de receptores) trajo consigo una visión del Estado como obstáculo para el desarrollo. De esta forma, en esta década, los análisis neoutilitaristas y las políticas neoliberales alcanzaron su apogeo proponiendo la retirada del Estado y su sustitución por el mercado.

Integración regional

Se llama integración regional al proceso mediante el cual los Estados nacionales se “mezclan, confunden y fusionan con sus vecinos de modo tal que pierden atributos fácticos de la soberanía, a la vez que adquieren nuevas técnicas para resolver sus conflictos mutuos” (Ernest Haas). A esta definición el autor le añade que lo hacen creando instituciones comunes permanentes, capaces de tomar decisiones vinculantes para todos los miembros. Esta integración admite cuatro etapas. (ver cuadro)

 

 

Estado Nación y Globalización- Daniel García Delgado

Globalización y crisis del Estado Nación

A partir de 1970, el Estado deja atrás su matriz estado céntrica, que se había relacionado con la población mediante el modelo de acumulación (sustitución por importaciones), de legitimización, de articulación de intereses, de acción colectiva y cultural. Esto se debe a factores como la alta inflación la pugna distributiva y la crisis del petróleo. Junto con esta crisis del Estado de Bienestar, asistimos a la crisis del Estado Nación en sí que se da por el simultáneo de tres fenómenos: erosión de su autonomía e independencia decisional, paulatina pérdida de la capacidad de integración social y debilitamiento en la configuración de identidades y solidaridades amplias.

 

 

Los Límites del Estado

 

Concepto de Globalización

La globalización significa un aumento de la vincularidad, la expansión y profundización de las distintas relaciones sociales, económicas y políticas, la creciente interdependencia de todas las sociedades entre sí, promovida por el aumento de los flujos económicos, financieros y comunicacionales, y catapultada por la tercera revolución industrial (o tercera ola), que facilita que estos flujos puedan ser realizados en tiempo real. Todo esto supone una novedosa comprensión tiempo-espacio y una mayor complejidad del escenario de fin de siglo. Podríamos hablar de una simultaneidad de tres tendencias entre todos los países:

Creciente interdependencia entre países: Se da a partir de la caída del muro de Berlín que pone fin a la amenaza del comunismo. La consecuencia de esto es un capitalismo triádico y la conversión de la democracia liberal como único sistema de legitimación del Estado a nivel mundial y la economía de mercado en su correlato económico. Dicha interdependencia deriva de la misma complejidad de la escena internacional, por el aumento exponencial de los grupos de interés y de los organismos que se mueven a escala internacional por temas diversos. Finalmente, otro foco de globalización lo constituye la Organización Mundial del Comercio (desregulación de comercio, telecomunicaciones, banca, seguros, y barreras tarifarias para informática). El proceso de globalización modifica el paradigma en el cual los Estados eran el principal actor en las relaciones internacionales.

Pasaje de forma de producción taylorista-fordista a la posfordista: Se produce como consecuencia de la revolución electrónica y de las formas de gestión, y por el hecho de que las empresas se vuelven globales con orientación hacia un sistema de competitividad que homogeneiza las condiciones de calidad y precios a nivel mundial. La producción se deslocaliza y puede realizarse desde diversos países al mismo tiempo, deja de pensarse en grandes unidades y las empresas se orientan hacia unidades más pequeñas y flexibles. Se pone el acento en la incorporación tecnológica, en la polifuncionalidad de los recursos humanos, en gerencias más dinámicas e innovadoras y en la localización en espacios con recursos, infraestructuras y calidad de vida.

La doble emancipación del capital financiero: Este se independiza tanto de la economía “real” o productora de bienes, como del territorio nacional. Brinda la oportunidad de invertir en cualquier lugar del mundo y en tiempo real. La economía simbólica crece más que la real, opera a través de la especulación y predomina cada vez más sobre los actores y fuerzas de las economías, las sociedades, y las políticas nacionales. Esto provoca una ampliación de la brecha económica entre los distintos sectores, de pérdida de anclaje territorial y de responsabilidad por parte del empresariado.

Cambio del nivel y rol del Estado

En los ’90, el Estado pasa a tener un rol “mínimo” que debilita la autoridad del Estado central vía descentralización, privatización, retiro, “desmantelamiento” vinculado a la brusca eliminación de sus funciones empresarias, productivas y sociales, así como la ampliación del espacio del mercado. Por otro lado, esto produce la revalorización del espacio subnacional, dado que las políticas de descentralización y traspaso hacia niveles subnacionales promueven mayores competencias hacia los municipios. Paralelamente, se produce la política de bloque, las regiones buscan actuar a nivel territorial para aumentar su capacidad económica y política.

El proceso de globalización promueve un sistema de dominación vinculado al control técnico, informático, y al posicionamiento dentro de un nuevo sistema de estatificación socio-ocupacional. En cuanto a las problemáticas, emerge la de la exclusión y la de los problemas ambientales, nucleares, y de coordinación.

En el ámbito político, la democracia se produce junto a una desafección creciente de los electorados, desprestigio institucional, inclusión precarizada, corrupción, así como impotencia por parte del Estado para arbitrar modificaciones a las orientaciones principales del mercado.

En el ámbito cultural, la globalización promueve una cultura abierta y pluralista, pero también alienta a un nuevo individualismo posmoderno que genera crisis de valores e identidad comunitarios.

La introducción a nuevas formas de gestión hace que el sector público deje de ser la burocracia de los grandes ministerios para exhibir mayor flexibilidad, descentralización y velocidad de tiempos en similitud a los utilizados por el management privado.

 

Globalización como proceso y como ideología

Como proceso: Porque se trata de una serie de tendencias y nuevas realidades promovidas por el cambio de las condiciones materiales de una nueva fase capitalista. Como proceso político está siendo conducido por las élites internacionales, que están abandonando a las naciones y a sus Estados. Remite a oportunidades y amenazas, pero conserva márgenes para opciones políticas y búsqueda del bien común.

Como ideología: Porque forma parte de una interpretación de la misma que busca asimilarse a modernización, e identificar sus requerimientos con las orientaciones y valores del “capitalismo salvaje”. La globalización como ideología se produce cuando los sujetos y los actores principalmente beneficiados que la impulsan la asocian con la interpretación que racionaliza sus propios intereses como universales y válidos para todos los sectores. Esta concepción de la globalización restringe el debate y hace al predominio de lo económico y del interés particular.

Crisis de Representación

Con el cambio del Estado de Bienestar al Estado neoliberal, cambia también la sociedad, cambia el régimen democrático (democracia diferente). Todo esto hace afirmar una crisis de representación que lleva a una desafección del ciudadano hacia la política.

 
   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Influencia mediática

 

                                                                                                                                      

       
   

Distribución negativa del ingreso

 
   
 

 

 

El nuevo formato representativo


 

Reforma política: oportunidades y riesgos

Para cambiar este cuadro, y generar un nuevo modelo más representativo, deben corregirse ciertas tendencias. La posibilidad de que esto ocurra se juega en cuatro niveles:

El político institucional: Avanzar en una institucionalidad de control que remite al déficit de regulación de los servicios públicos privatizados, y la dependencia del ciudadano, anteriormente del Estado y ahora del mercado. Se debe establecer un mayor control en los entes y superintendencias de regulación por parte del interés público, porque las empresas que más facturan en Argentina no respetan a los usuarios, generando “malhumor social”. En segundo lugar, se debe avanzar en particular en el control del financiamiento de la política para hacerla más transparente y disminuir el grado de discrecionalidad e influencia del poder económico y comunicacional sobre el poder democrático. Tercero, es necesario reglamentar las nuevas instituciones para selección de jueces (que ya están en la CN del 94), lo que permitiría aumentar el control y la responsabilidad horizontal de la gestión pública, es importante el diseño de estas instituciones y el criterio con el que se las va a integrar. La CSJN requiere un consenso sobre su constitución y su rol a desempeñar en el futuro. Es necesario evitar el monopolio y el control multimedial, así como ofrecer garantías de acceso a todos los partidos y candidatos a la propaganda en todos los medios, etcétera. Cuarto, debe apuntarse a una reforma política que promueva cambios en el sistema electoral junto a un mayor control de los representantes por parte de los ciudadanos que puedan incorporar mecanismos que mejoren la selección de élites. Las demandas de democratización reclaman más participación en el sentido de mayor electividad ciudadana en el detrimento de los aparatos partidarios. Quinto, se han generado más competencias a los gobiernos locales y éstos adquieren relevancia como generadores de condiciones de desarrollo local, a partir de la promoción de ventajas competitivas y comparativas para el mercado global. Y si bien la política se hace más local, es a la vez más supranacional (lobbies de empresarios de un país actuando en otros, armonización de políticas macroeconómicas)

El económico-social: La crisis no deriva solamente de la falta de control político, sino también de la falta de equidad o justicia social, de la debilidad de la política frente a los nuevos factores de poder. De allí la importancia de actuar conjuntamente sobre la reforma política y las tributarias progresivas y en políticas activas en favor del empleo, de acentuar el rol solidario y estratégico del Estado para configurar una orientación a la equidad y a la tutela de bienes colectivos.

La institucionalidad del tercer sector: Se trata de crear instituciones que permitan potenciar el poder social democrático, dotando de recursos y poder legal la participación y deliberación de la sociedad civil a través de sus diversas manifestaciones.

El liderazgo y los estilos de gestión: Hay requerimientos de un nuevo tipo de liderazgo para esta tercera fase del proceso de transición-consolidación: que sea más austero, racional, menos transgresor y decisionista que en los 90, así como menos partidista que en los 80. Es necesario una mayor regulación de los decretos de necesidad y urgencia, así como un estilo de diálogo y menos polarizante de democracia para lograr medidas con algún margen de progresividad social. Se trataría de un liderazgo que también pueda aunar ejemplaridad ética con desición política, para luchar contra una racionalidad sistémica tecnocrática y por esta visión ideológica de la globalización, comandada por élites que apuntan a que no se pueda tocar nada de los mercados y que pone la política al servicio del utilitarismo económico.

Fragmentación y exclusión social

La nueva cuestión social

La nueva cuestión social surge en el pasaje del estado de bienestar al neoliberal porque, aunque en esta última década se encaró un proceso de intensa modernización, que tuvo como fruto positivo no sólo la salida de la hiperinflación sino también un crecimiento sostenido del PBI y de la progresividad, también trajo un conjunto de nuevos problemas relacionados con un doble movimiento de segmentación y desintegración interna de los sectores de bajos recursos, así como de reintegración unificadora en espacios supranacionales de los estratos poderosos más calificados, estimulados por la computarización, la telemática y los viajes, y también con pérdida de solidaridades con el resto de los grupos sociales. La nueva cuestión social puede ser vinculada a los siguientes factores:

Desempleo y precarización: El nuevo modelo se caracteriza por admitir el desempleo estructural, por la precarización y rotación permanente de la mano de obra, lo que debilita la defensa gremial y legal del trabajo. Aparecen debido a esto nuevas modalidades de trabajo: temporal, discontinuo, a tiempo parcial, autoempleo irregular o clandestino. La renovación tecnológica genera en los asalariados fragmentación y polarización de los ingresos según los distintos niveles de calificación y competencia entre los distintos sectores. Por otra parte, del aumento de la productividad industrial, nada fue a parar al salario, lo que generó que este no llegara a cubrir la canasta básica. Como el empleo sigue siendo el gran ordenador e integrador de la sociedad el único garante del acceso a la red de protección social o del ingreso al sistema productivo, tenerlo o no tenerlo implica pensar en una cuestión de dignidad humana. Aquellas personas que quedan fuera del circuito laboral se ven condenadas a vivir en una suerte de “circuito de lo aleatorio”.

Vulnerabilidad y exclusión: En Argentina, el modelo neoliberal resulta traumático debido a la memoria institucional de un sistema laboral fuertemente contenedor. La búsqueda de un modelo más competitivo y precarizado desaparece la trama institucional que vincula al individuo no sólo al trabajo sino también al sindicato y a la política. Los individuos que pierden el empleo formal se desvinculan de los marcos institucionales que los contenían, debiendo desarrollar estrategias alternativas para sobrevivir. La variable tecnológica influye sobre los mercados de trabajo, se observa como el punto de máxima incorporación mueve el alza de forma constantemente acelerada, por lo que solo una élite reducida es capaz de seguirla. A lo largo de este proceso se tiene como consecuencia una estructura social dualizada. La exclusión de hoy no contendría un principio de recomposición a la sociedad, ya que se trata de individuos desprovistos de recursos económicos, soportes relacionales y protección social.

Profundización de la pobreza histórica, empobrecimiento de sectores medios y aparición de una nueva violencia social: La pobreza estructural es aquella conformada por los sectores que no satisfacen sus necesidades básicas en relación con la vivienda, condiciones sanitarias, educación y capacidad de subsistencia, y que tienen ingresos por debajo de la línea de la pobreza. Tienen dificultades para insertarse en el mercado laboral dado que no tienen instrumentos ni capacidades necesarias, dándose cierta circularidad en la reproducción de la pobreza.

Los nuevos pobres son un segmento declinado de las clases medias, un sector con ingresos por debajo de la línea de la pobreza pero que no presenta carencias críticas en sus necesidades básicas. A diferencia de los pobres estructurales, los nuevos pobres poseen una vivienda digna y nivel de estudio y capacitación. Poseen en algunos casos un trabajo estable, pero en tren de deterioro o sometido a amenazas de racionalización. En la nueva pobreza la exclusión es relativa: hay quienes sufren la exclusión en algunas esferas de la vida social mientras que en otras aún están incluídos. Viven de salarios bajos con brecha creciente entre posición e ingreso y entre expectativas y bolsillo. No tienen contención simbólica ni material en el neoliberalismo. Este sector sufre de privación relativa, la disociación que se produce entre las expectativas de acceder a los bienes que el modelo consumista les ofrece por su condición de sector medio y la imposibilidad de hacerlo por la declinación de sus ingresos.

La crisis de la clase media se produce luego de la crisis del tequila, donde el cierre de los pequeños comercios se tradujo en que la privación relativa se trasladara a la clase media en transición. Gran parte de los que engrosan el índice de desempleo reciente no son gente poco capacitada, sino trabajadores con educación media completa y hasta superior. Para los profesionales se termina el empleo de por vida y aumenta el pluriempleo, empieza la alta competencia y la precarización y aumenta el sobreempleo.

La expulsión en masa de las actividades económicas y sociales redunda en la generación de una población excedente absoluta, lo que produce una violencia de tipo social, anómica, sin proyecto, y que lleva al círculo de inseguridad-represión policial. Se produjo un crecimiento del sector ilegal o criminal de la economía la delincuencia organizada y la economía informal en medida que el sistema formal y el mercado de trabajo legal no dan respuestas o sólo las dan muy lentamente.

El papel del Estado en la integración social

Las políticas universalistas fueron el modelo de la política social del Estado de bienestar, donde los derechos sociales eran concebidos como una extensión del contrato laboral, puesto que el escenario ideal en que estos derechos se desarrollaban era el de una economía funcionando a pleno empleo. La función del Estado era asegurar la redistribución y la estabilización de los ingresos y/o niveles de consumo necesarios para garantizar la reproducción del capital en tales condiciones. Para ello se otorgaba a ciertas instituciones un conjunto de recursos con el objetivo de constituirlas en medios eficientes para controlar las relaciones de poder definidas a través del mercado, creando una “moneda social” realizable en bienes y servicios, que redistribuía y ampliaba el poder de demanda originado en aquél.

Las políticas de focalización surgen como un efecto de la profesionalización y especialización de las políticas sociales, que llevó a la necesidad de desarrollar políticas de tipo minimalista sobre los sectores de pobreza estructural hacia grupos focalizados. Se concentra el gasto social en sectores más vulnerables mientras que se admite al sector privado en áreas que anteriormente monopolizaba el Estado. De esta manera, aquellos que pueden pagarlo, acceden a mejores servicios privados, mientras que la política social se focaliza en grupos considerados vulnerables y adopta un modo “residual” llegando a donde el Estado no llega.

Otras políticas sociales que caracterizaron al Estado Neoliberal fueron:

La privatización y el cobro por el uso de servicios y bienes públicos, excepto para aquellos considerados como individuos con necesidades, lo cual buscaba resolver la crisis fiscal atribuida al gasto desmedido en políticas sociales y a la falta de recaudación de las mismas. Por otro lado, se intentaba hacer más equitativo el lado distributivo de la política social, dado que el gasto se destina a los más necesitados, y aquellos que pueden hacerlo, acceden a mejores servicios.

La descentralización de los programas sociales, que busca derivar competencias a las áreas territoriales donde se generan las problemáticas mediante el traspaso de funciones sociales del Estado central a las provincias y de estas a los municipios.

La participación y la cooperación de los beneficiarios en las diversas acciones encaradas por los organismos gubernamentales y no gubernamentales se realiza bajo el supuesto de que un mayor involucramiento de la población genera mayores recursos y control, y que bajo estas condiciones mejoran la asignación de los recursos y la transparencia, y se evita el círculo clientelar y burocrático punteril. Por otro lado, esto excluye a grupos contiguos, como la clase media empobrecida para los cuales no habría política social para este grupo que no es reconocido como población “elegible” para las políticas focalizadas y a la vez no puede acceder a los servicios privados. Los servicios sociales, además, son estigmatizantes y estimulan la dependencia de la población respecto de los programas sociales. El problema central del paradigma de política social focalizada, es que parte de una escisión entre lo social y lo económico, de una opción por trabajar sobre los efectos del modelo desvinculándolos de sus causas.


 

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