Decidimos intervenir en el gobierno de nuestro país para comenzar un Proceso de Reorganización Nacional. Consideramos que las políticas que hasta ahora se llevaron a cabo generaron la desobediencia social de la población. Este gobierno democrático no pudo advertir que, entre las sombras, surgían pequeños grupos cuyo objetivo común era debilitarlo, para lo cual sembraron en la población una actitud combativa que iba en contra de los objetivos comunes.
Observamos que nuestro país se ha desvirtuado, se han perdido los valores que representaban a nuestra comunidad. Debemos volver a aquello que nos identificaba, pero para ésto es fundamental que todos colaboremos, llamamos a cada ciudadano a identificar a aquellos que no cumplan con los valores de nuestro país. La población debe saber que cualquier acto de carácter subversivo y conspirativo tendrá consecuencias y que el silencio cómplice no ayudará a que los males de nuestro país desaparezcan. No podemos hablar de lo que no existe, pero sí de un orden social que lograremos en conjunto.
Nosotros, los argentinos, ganaremos la lucha contra el comunismo que se está librando en todo el mundo, demostrando que logramos hacer algo que Estados Unidos no pudo.
Un logro muy importante de esta etapa de Reorganización es la Primavera de los Gremios que estamos viviendo, los trabajadores no se han movilizado con reclamo alguno, demostrando que las condiciones de trabajo de nuestro país han mejorado significativamente.
En este camino, tenemos que enfrentar falsas acusaciones, no se puede reclamar “algo que no existe”. Claramente se busca desvirtuar el sentido de las detenciones de aquellos ciudadanos que atentan contra el orden social. Algo habrán hecho, y deberán pagar las consecuencias de sus actos. La sociedad está viviendo una nueva etapa, que queda plasmada en medios gráficos independientes, que muestran al mundo postales de Argentina.
En materia económica, debemos reconfigurar nuestro aparato productivo. Para ésto, lo primero que haremos es promover las importaciones, bajando aranceles, de manera que las empresas nacionales puedan aumentar su producción. Favoreceremos la inversión de empresas extranjeras en Argentina, mientras que las industrias que hasta ahora se dedicaban a sustituir estos productos, deberán aumentar su producción para acceder a cualquier apoyo económico por parte de nosotros. Será fundamental que a partir de este momento los trabajadores se esfuercen, aprovechen al máximo su tiempo en las fábricas, para ayudar al progreso del país. Con este objetivo, llamamos a los dueños de las fábricas a disciplinar a sus trabajadores, a quienes podrá despedir para dar lugar a aquellos ciudadanos que sí buscan un bien común.
Otra medida económica que regirá a partir de ahora es el uso de una “tablita”, que informará sobre las devaluaciones que tendremos en nuestro país y ayudará a estabilizar los precios, tanto de productos como de las tarifas públicas, ayudando a la economía de las familias argentinas.
Anunciamos también la garantía estatal que otorgamos a los depósitos bancarios de grandes empresarios, para ayudar al progreso de la economía, el Banco Central se hará cargo de las deudas que tengan las empresas que quiebren.
Por último, consideramos un error que el Estado intervenga en la economía. La economía debe regirse por sus propias leyes, por lo cual dejaremos de regularizarla. Al no intervenir, dejamos que siga su propio camino, el necesario para que nuestro país progrese.
En Argentina tenemos al mejor soldado, el soldado criollo, que nunca ha perdido una guerra. Es por ésto que decidimos luchar por algo que nos pertenecen, las Islas Malvinas, enfrentándonos en una guerra contra Gran Bretaña. Los préstamos de organizaciones mundiales serán utilizados para equipar a nuestras fuerzas, que irán preparadas con los mejores armamentos que existen. También nos ayudarán a darle a los soldados los suministros suficientes para combatir.
Parte de los préstamos tomados serán invertidos en obras públicas que ayudarán al progreso del país, empezando con la construcción de nuevas autopistas, sabiendo que la distribución geográfica de la población será modificada.
Avalamos aquellos proyectos políticos y sociales que están respaldados por códigos morales que rigen en nuestra sociedad.
En conjunto con la Iglesia católica y el empresariado presente en nuestro país, lograremos llevar adelante este Proceso para tener una mejor Argentina.