El g de Estado implica la instauración de un nuevo poder de hecho que impone a su vez su propia legalidad. Este poder podrá convalidar todas las leyes y disposiciones del orden anterior, pero el orden jurídico deberá considerarse nuevo.

El gobierno surgido de un g. de estado debe pedir un nuevo reconocimiento a los demás estados.

Para definir el g. de Estado deben seguirse los siguientes indicadores;

· En la tradición histórica el g de estado es un acto llevado a cabo por órganos del estado. La mayoría de estos casos, es efectuado por un grupo militar o por las fuerzas armadas en conjunto.

· Las consecuencias más usuales del g. de estado consistes en el simple cambio del liderazgo político

· El g. de estado puede ser acompañado o seguido de movilizaciones políticas y sociales ,pero no es un elemento recurrente ni necesario

· Generalmente la potenciación del aparato burocrático y policial sigue al g. de estado

· Una de las consecuencias más típicas del fenómeno opera sobre las formas de agregación a la demanda política, es característica recurrente la eliminación o disolución de los partidos políticos.

Grupos de presión

La política es el proceso por medio del cual los valores sociales se asignan de un modo imperativo, esto se lleva a cabo por medio de decisiones que son producidas por actividades, que no son separadas de las demás sino que masas de actividades tienen tendencias comunes respecto de las decisiones, estas masas de actividades son g, en esa forma la lucha entre los grupos o intereses determina que decisiones se toman.

Esta formulación carece de los atributos propios de una teoría ya que no especifica las relaciones entre las variables, no señala relaciones de causa y efecto, no establece una correspondencia entre relaciones formales y fenómenos reales, y finalmente, no es falsificable.

El grupo es un masa de actividades , un g político es una masa de actividades que se orientan en una dirección política común , desaparece toda distinción entre los tipos de g existentes en una sociedad ,tanto primarios como secundarios, formales e informales, voluntarios e involuntarios, no es posible evaluar la incidencia de los distintos g en el proceso político y en la distribución de los valores sociales y de los grupos más complejos y organizados formalmente como el gobierno, la burocracia y el ejército, se ponen en el mismo nivel que los demás grupos.

Truman, cuando habla de g potenciales dice que son actitudes compartidas, intereses ampliamente difundidos en la sociedad que inciden en el proceso político aunque sin estar organizados formalmente. La crítica más fuerte es que por encima de su no falsibilidad, la realidad política no puede ser reducida, sin dejar residuo, y los individuos no pueden ser considerados como protagonistas efectivos de los procesos políticos solo en cuantos miembros de g más o menos organizados.

La teoría de los grupos no puede aspirar legítimamente al estatus de teoría general de la política, sin embargo se ha atraído la atención sobre en análisis de las fuerzas efectivas que están el juego en la actividad política y particularmente sobre la interacción de los g. sociopolíticos que tratan de obtener decisiones favorables de los g gubernativos organizados e institucionalizados.

Grupos de interés, de presión y lobbying

El primer y más importante problema que se presenta es el de distinguir las expresiones de g de interés, de presión y de lobbying. En segundo lugar habrá que distinguir entre grupos de presión y partidos, y analizar las relaciones entre los g y los partidos. Se trata más bien de un proceso que de una organización. Es el proceso por medio del cual los representantes de g de interés, actuando como intermediarios, ponen en conocimiento de los legisladores los deseos de sus grupos.

G de interés es las más difundida de las tres , y su definición más explícita se encuentra en Truman, según el cual el grupo de interés es cualquier g , basándose en una o varias actitudes compartidas, esta definición tiene tres inconvenientes, por un lado, los distintos autores que la usan terminan arruinándola al convertir la noción de interés en algo demasiado genérico, analíticamente inservible, del modo que prácticamente todo g existente en una sociedad se convierte en un grupo de interés, por otro lado, en mucho de ellos existe la tendencia a reducir a todo interés meramente económicamente , descuidando otros intereses como culturales, religiosos, y finalmente esta definición no nos permite decir nada de las modalidades de interacción de los distintos g existentes en la sociedad ni sobre el modo preciso en que tratan de hacer prevalecer sus intereses.

Se entiende por presión de la actividad del conjunto de individuos que unidos por motivaciones comunes tratan de influir, a través del uso o de la amenaza del uso de las sanciones, en las decisiones que toma el poder político, ya sea a fin de cambiar la distribución de bienes o de conservarla.

Los grupos de presión surgen por el esfuerzo de hacer frente a un problema inmediato, se basan en un solo interés y se transforman luego para prestar los servicios que sus afiliados van considerando necesarios, en tanto que los partidos, desde el momento de su constitución, se presentan como representantes de diversos intereses.

Son g de presión los g organizados que a pesar de que tratan de influir en la distribución de los recursos dentro de una sociedad ya sea para mantener la invariada, o para cambiarla a su favor, no participan directamente en el proceso electoral, y en cierto modo, no están interesados en administrar por cuenta propia el poder político.

El primer problema se refiere al tipo de grado de mutua penetración entre los partidos y los g de presión.

Los g de presión controlar a los partidos, es decir no solo financian la actividad de los partidos sino que pueden decidir también el reclutamiento de los dirigentes del partido, como el tipo de política a seguir y realizar. Los grupos de p obstaculizan fuertemente la capacidad de los partidos para combinar intereses específicos mediante programas que tienen por objeto alcanzar un apoyo más vasto.

Segundo caso; los grupos de presión son verdaderos emanaciones de los partidos o reciben de ellos un apoyo indispensable. En este caso, el control de los partidos les impide a los g de presión articular de manera autónoma las demandas existentes en la sociedad, representar intereses específicos y pragmáticos y terminar por imponer un contenido ideológico a toda la actividad de los g de presión.

El tercer caso es el más difundido en los sistemas democráticos, los programas de los partidos no se pueden reducir nunca completamente a las presiones de los grupos, se analiza la influencia de los sistemas políticos sobre las actividades de los g de presión.

Las características de los sistemas partidistas no son los únicos que condicionan el número de los g de presión y la intensidad de sus actividades sino también, las características de la organización interna de los distintos partidos y por el otro, las características del funcionamiento, de la mecánica del sistema partidista.

En un sistema multipartidista en que se produce una cierta alternación en el poder, los g de presión tienen grandes posibilidades operativas aun en el nivel de los partidos, en cambio; los sistemas con un partido predominante, no existe esta alternación, los g de presión “parientes” del partido en posición de preeminencia tendrán un acceso privilegiado y lograran decisiones favorables en tanto que los demás g trataran de influir en los distintos representantes del partido de mayoría.

Recursos de los g de presión y canales de acceso

El éxito del grupo depende en gran medida de la org. Formal e informal del sistema en que opera el g.

Identificar en donde aplican más sus recursos los g de presión, para aumentar sus probabilidades de éxito, el g de presión trata de influir y de adoptar, en esencia, algunas características importantes.

Los g de presión que actúan sobre la opinión pública por medio de amplias campañas publicitarias, en este caso se habla de grupos promotores o de propaganda.

También los g de presión pueden recurrir a la sensibilización de la opinión pública, aunque solo como una etapa intermedia y como uno de los modos posibles de desarrollar una actividad de presión.

Una de las condiciones por la que el num de los g es elevado se debe a la diferenciación estructural de la sociedad, pero esta condición todavía no es capaz de explicar por qué los representantes profesionales y las asociaciones voluntarias creadas por la modernización se transforman en g de presión y actúan como tales. La intervención cada vez mayor del estado en las esferas económico-sociales constituye solo una explicación parcial. Hay que examinar tres factores;

• El grado y tipo de consenso social

· La legitimidad asignada a los grupos de presión

• Funcionamiento del sistema partidista

Si el consenso social es muy limitado, como sucede en los países totalitarios y en los países nuevos , el num de grupo que entran en competencia en un nivel inferior al gubernativo y una elevada competencia entre los grupos son, en cierta medida, indicadores del grado de aceptación del sistema, y de la vitalidad del mismo.

En cuanto a la legitimidad, hay que discutir entre la legitimidad que la cultura política del sistema le asigna a las actividades de los organizados, y la legitimidad de la necesidad de convertirse en una organización formal como de la pertinencia de emprender ciertas acciones para proteger los propios intereses.

Las diferencias más significativas entre las distintas formas adoptadas por las actividad de los g de presión pueden basarse en las características del proceso decisional, y por el otro, en la cultura política del sistema en que actúan.

Otro factor influyente está dado por la expansión de la esfera de intervención gubernamental; el estado de bienestar o asistencial.

Las probabilidades de éxito de un grupo de presión reciben un fuerte influjo de los recursos que tienen a su disposición. Entre estos recursos los más importantes son; la dimensión, la riqueza, la calidad y la amplitud de los conocimientos y la representatividad. En igualdad de recursos, la probabilidad del éxito de un g de presión de acrecienta cuando los afiliados y los líderes de la organización provienen de estratos sociales superiores, cuando el g trata de promover fines que no están en conflicto con los valores sociales prevalecientes.

No todos los grupos poseen la misma cantidad de recursos, y una evaluación realista de la incidencia de los recursos a su disposición.

La representatividad puede entenderse de dos modos: o el liderazgo del grupo es realmente expresión de la base, o el grupo acoge una inmensa mayoría de las unidades que operan en el sector.

Por lo que respecta a las relaciones entre grupos de presión, partidos y administración pública, se pueden identificar tres categorías importantes;

-la relación de parentesco por la que el partido solo se muestra receptivo a las presiones y a las sugerencias de los g de su mismo origen ideologico-politico

- la relación clientelar por la que diversos ministerios recurren para su funcionamiento adecuado a la aportación de algunos g de presión que se convierten al mismo tiempo en interlocutores privilegiados y en los máximos beneficiarios de las decisiones políticas, y las relaciones de colonización, por medio de la cual algunos grupos de presión, por costumbre o por un poder real de chantaje, son capaces de vetar el nombramiento de importantes funcionarios administrativos o de imponerlo.

La representatividad es el recurso que permite un acceso a los decisión-makers, no solo informal sino también formal, institucionalizado.

Cuanto más representativo tanto más legitimo o, por lo menos, tanto menos ilegítimos.

Democracia y grupos de presión

La discusión de las relaciones entre los g de presión y la democracia puede abordarse de dos maneras; analizando si la actividad de los g de presión solo es posible en los sistemas democráticos y en segundo lugar tratando de evaluar su función dentro de los sistemas democráticos, si representan una degeneración de estos sistemas o si desempeñan funciones útiles para el mantenimiento y la adaptación de los mismos y en qué condiciones y con qué riesgos.

Lo que nos interesa es evaluar la existencia de dos condiciones esenciales para la actividad de los g de presión, la posibilidad de organizarse, posibilidad no solo sancionada por las leyes, sino efectiva, y en segundo lugar la posibilidad de presionar, de incidir en las decisiones tomadas al sistema.

Los g de presión en sentido estricto son organizaciones típicas de los sistemas democráticos, pero esto no significa que se las considere inmediatamente como parte integrante del proceso político. El surgimiento de los grupos de presión como factor dominante en un sist- político señala la grave crisis tanto en el nivel de la administración pública como en el nivel de los organismos representativos y tal vez también que las medidas sugeridas pueden llegar demasiado tarde.