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Comunicación I | Resumen del Texto de Martín Barbero: Modernidad y Massmediación en América Latina | Cátedra: Entel | 2° Cuat. de 2009 | Altillo.com |
Martín - Barbero
Modernidad y Massmediación en America Latina.
I - Los procesos: de los nacionalismos a las trasnacionales.
Una diferencia que no se agota en el atraso:
Las diferentes formaciones nacionales toman rumbos y ritmos diferentes. Esa diversidad va a sufrir desde los años 30 una readecuación fundamental y de conjunto. La posibilidad de hacerse naciones en el sentido moderno pasará por el establecimiento de mercados nacionales, y ellos a su vez serán posibles en función de su ajuste a las necesidades y exigencias del mercado internacional.
El modo de acceso a la modernidad hace visible la discontinuidad simultánea desde la que América Latina lleva a cabo su modernización.
DISCONTINUIDAD sobre tres planos:
1)En el destiempo entre Estado y Nación
2) En el modo desviado como las clases populares se incorporan al sistema político
3) En el papel político y no sólo ideológico que los medios desempeñan en la nacionalización de las masas
La no-contemporaneidad debe ser deslindada de la idea de atraso constitutivo. La discontinuidad que busca plantear Barbero permite romper tanto con un modelo histórico y culturalista como con el paradigma de la racionalidad acumulativa. Es un atraso históricamente producido, como lo que a pesar del atraso hay diferencia en la multiplicidad.
El destiempo entre Estado y Nación.
Aún cuando el despegue de los procesos de ind. Responder a condiciones de funcionamiento del mercado internacional, hay diferencias del alcance y de ritmo que responden al grado de desarrollo del “proyecto nacional” que desde la segunda mitad del siglo XIX forjan las burguesías en cada país.
Solo una transformación podía sacar a estos países definitivamente del estancamiento y el atraso: “caminar urbano europeizado”. Nace un nuevo proyecto de Nación moderna.
Surge así un nacionalismo nuevo basado en la idea de una cultura nacional. La Nación incorpora al pueblo.
Compartiendo esa concepción de base, existieron sin embargo dos corriente:
-Una que identifica el progreso nacional con el de la clase que lo orienta y con el esfuerzo de industrialización.
-Otra que busca compaginar la nueva nacionalidad con aquella otra Nación que existía antes y que “viene de abajo”.
En América Latina la idea de modernización que oriento los cambios fue más un movimiento de adaptación económica y cultural, que de profundización de la independencia.
Se quería ser Nación para lograr una identidad. Pero la consecución de esa identidad implicaba su traducción al discurso modernizador de los países hegemónicos, pues solo en términos de ese discurso el esfuerzo y los logros eran evaluables y validados como tales.
El otro pivote del nacionalismo en los treinta es el rol protagónico del Estado.
Éste ocupo el lugar de una clase social cuya aparición la historia reclamaba sin mucho éxito: encarnó la Nación e impuso el acceso político y económico de las masas populares a los beneficios de la industrialización.
Masificación, movimientos sociales y populismo.
En los años treinta muchos Estados buscan en las masas populares su legitimación nacional.
El Estado dice fundar su legitimidad en la asunción de las aspiraciones populares
La inserción de las clases populares en las condiciones de existencia de una sociedad de masas llevara al movimiento popular a una nueva estrategia de alianzas.
En la ciudad la presencia de las masas fue adquiriendo poco a poco rasgos más marcados. La ciudad comenzaba a perder su centro. Las masas querían trabajo, salud, educación y diversión. La masificación ponía al descubierto su paradoja: era en la integración donde anidaba la subversión.
Para las clases populares la gasificación entraño mas ganancias que pérdidas. La cultura de masa empezó siendo una cultura no solo dirigida a las masas sino en la que as masas encontraron reasumidas, de la música a los relatos en la radio y el cine, algunas de sus formas básicas de ver el mundo, de sentirlo y de expresarlo.
De 1930 a 1960 el populismo es la estrategia política que marca, con mayor o menor intensidad, la lucha en casi todas las sociedades latinoamericanas(en Argentina , las masas sacan de la prisión a Perón en 1945).
Los procesos políticos de los años 30-60 se vieron enormemente reducidos por una teoría de la dependencia que al pensar al Estado como mera correa transmisora de los intereses de los países hegemónicos impedía pensar el problema nacional en el cuadro de las relaciones de clase.
Los medios masivos como el cine y la radio, construyeron su discurso en base a la continuidad del imaginario de masas con la memoria narrativa, escénica e iconográfica popular en la propuesta de una imaginería y una sensibilidad nacional.
Los medios masivos en la formación de las culturas nacionales.
Fue en un discurso de masas donde lo nacional-popular se hizo reconocible por las mayorías.
La atención a las mediaciones y a los movimientos sociales ha mostrado la necesidad de distinguir dos etapas bien diferentes en el proceso de implantación de los medios y constitución de lo masivo en Américo Latina. Una primera, que va de los años treinta a finales de los cincuenta, en la que tanto la eficacia como el sentido social de los medios hay que buscarlos en el modo de apropiación y reconocimiento que de ellos y de sí mismas a traes de ellos hicieron las masas populares.
A partir de los sesenta se inicia otra etapa en la constitución de lo masivo en Latinoamérica. Es entones cuando, al ser desplazados los medios de su función política, el dispositivo económico se apodera de ellos -pues los Estados mantienen la retórica del “servicio social” de las ondas, tan retórica como la “función social” de la propiedad, pero ceden a los intereses privados el encargo de manejar la educación y la cultura. - y la ideología se torna ahora vertebradora de un discurso de masa que tiene por función hacer soñar a los pobres el mismo sueño que los ricos.
Lo masivo se vera atravesado por nuevas tensiones que remiten su alcance y su sentido a las diversas representaciones nacionales de lo popular y a los conflictos que la transnacionalización moviliza.
Un cine a la imagen de un pueblo
No se accedió al cine a soñar: se fue a aprender. El público se fue reconociendo y transformando, se apaciguó, se resignó y se encumbró secretamente. El cine media vital y socialmente en la constitución de esa nueva experiencia cultural, que es la popular urbana: él va a ser su primer “lenguaje”. El cine pone imagen y voz a la “identidad nacional”, pues al cine la gente va a verse. Las claves de la seducción estarán sin embargo en el melodrama y en las estrellas. Las estrellas de cine que de verdad lo son obtienen su fuerza de un secreto pacto que religa aquellos rostros y voces con su público, con sus deseos y obsesiones. La gente proyecta y recrea mirándose desde un cine que lo rebaja y encumbra, que cataliza sus carencias y su búsqueda de nuevas señas de identidad.
Del circo criollo al radioteatro
El radioteatro argentino fue un espacio de continuidad entre tradiciones culturales de ese pueblo y la cultura de masa. Las estrategias de recepción fueron entre otras la presencia del público en las salas de las emisoras desde las que se transmitía.
En Argentina encontraremos que es en el circo donde se forja un teatro popular que recoge la memoria de los payadores y la mitología gaucha.
La novela-folletín que se hace teatro en el circo criollo continua en la radio su fuerte relación con el teatro.
El populismo en Argentina fue una peculiar forma de enchufar lo masivo en una ancha familia de expresiones populares
La legitimación urbana de la música negra
Lo sucedido en Brasil con la música negra, el modo desviado como logra su legitimación social y cultural, va a poner en evidencia los límites tanto de la corriente intelectualista como del populismo a la hora de comprender la trama de contradicciones y seducciones de que está hecha la relación entre lo popular y lo masivo, la emergencia urbana de lo popular. Se llego a la conclusión de que si el negro produce tanto como el inmigrante, se le debía dar al negro su valor.
El proyecto de nacionalismo musical opera sobre un eje interior y otro exterior. Se establece una diferenciación entre la mala y la buena música y se ofrece al mundo civilizado una música que, reflejando la nacionalidad, pueda ser escuchada sin extrañeza, música que solo podra resultar de la síntesis entre lo mejor del folklore propio y lo mejor de la tradición europea.
El nacimiento de una prensa popular de masas
Los medios que nombrados hasta ahora -cine, radio y aún más en el caso de la música - son populares porque eran accesibles a los públicos no letrados. Pero la prensa también ha participado en el otorgamiento de ciudadanía a las masas urbanas.
Prensa popular chilena: llega al sensacionalismo. Es uno de los productos más repudiados pero Barbero lo toma en el mismo sentido que a los otros ejemplos. En Chile la izquierda tenía un peso político importante y su prensa también. Se mantuvo dentro de una matriz racional iluminista: cultura letrada ,que tiende a considerar cómo influir lo que tiende las culturas populares.
Desarrollismo y trasnacionalización.
Si la primera versión latinoamericana de la modernidad tuvo como eje la idea de Nación, la segunda, al iniciarse los 60 estará asociada a la idea de desarrollo. Éste es concebido como un avance objetivo, esto es, un crecimiento que tendría su exponente en el crecimiento económico y su consecuencia en la democracia política.
Paulatinamente el desarrollismo dio cuenta del fracaso del principio político de la modernización generalizada de lo que darán testimonio tanto los golpes de los 70 como el nuevo sentido que adquieren los procesos de trasnacionalización, esto es el salto de la imposición de un modelo económico a la internacionalización de un modelo político con el que hacer frente a la crisis de hegemonía.
El nuevo sentido de la masificación.
En los años de desarrollo lo masivo pasa a designar únicamente los medios de homogeneización y control de las masas. Los medios toman otro sentido: “sin comunicación no hay desarrollo” .
A la difusión generalizada de innovaciones como “motor del desarrollo” corresponderán en el campo de la comunicación dos hechos claves: hegemonía de la televisión y pluralización funcionalizada de la radio.
Lo que nos afectará más decisivamente será la importación del modelo norteamericano de televisión: ése que no consiste solo en la privatización de las cadenas, sino en la tendencia a la constitución de un solo público, en el que sea posible confundir el mayor grado de comunicabilidad con el de mayor rentabilidad económica.
En el campo de la radio se produce a partir de los años 60 un proceso de transformación que responde a la tendencia general que impone el desarrollismo. A la competencia televisiva la radio responde explotando su popularidad.
La no-contemporaneidad entre tecnologías y usos.
En América Latina la irrupción de las nuevas tecnologías plantea interrogantes: el sí o el no a las tecnologías es el sí o el no al desarrollo: se informatizan o mueren. Es la consigna de un capital en crisis, necesitado con urgencia vital de expandir el consumo informático.
Esas tecnologías producen sobre la “ficción de la identidad” en que se apoya en los países la cultura nacional.
En América Latina es de la tecnología y de su logo- técnica de donde proviene uno de los más poderosos y profundos impulsos hacia la homogeneización de la vida.
Una de las “novedades” que presentarían las modernas tecnologías de comunicación sería la contemporaneidad entre el tiempo de su producción en los países ricos y el tiempo de su consumo en los países pobres. Pero a la vez esta contemporaneidad tapa la no- contemporaneidad entre objetos y prácticas, entre tecnologías y usos, impidiéndonos asi poder comprender los sentidos que históricamente tiene su apropiación.
Pensar las tecnologías desde la diferencia cultural no tiene nada que ver con la añoranza o el desasosiego frente a la complejidad tecnológica o la abstracción massmediática.
II -Los métodos: de los medios a las mediaciones.
Mediaciones
Investigar los procesos de constitución de lo masivo desde las transformaciones culturales subalternas.
El eje del debate se desplaza de los medios a las mediaciones, esto es a las articulaciones entre prácticas de comunicación y movimientos sociales, a las diferentes temporalidades y la pluralidad de matrices culturales.
B=Lo masivo no es una creación de la industria cultural, sino que es en relación con las culturas subalternas: trasnacionalización y entidades emergentes.
Crítica de la razón dualista
El mestizaje en América Latina no habla de algo que ya pasó, sino de lo que somos, y que no es sólo hecho racial, sino razón de ser, trama de tiempos y de espacios.
La imposible pureza de lo indígena
La presencia de los indígenas es muy importante en América Latina. Este sujeto colectivo es una parte importante de la población en muchos países y de esto se hablo mucho en los debates de las ciencias sociales.
Las posiciones en el debate sobre la identidad continúan alimentando la razón dualista con que son pensados los procesos sociales.
-De un lado un nacionalismo populista obsesionado con el rescate de las raíces y la perdida de la identidad, una identidad a buscar en el mundo indígena rural aunque la inmensa mayoría de la población viva ya en la ciudad. Este es un planteo existencialista, de un esencialismo positivo. La identidad se defino como un proceso histórico. Las identidades se definen no por sí mismas sino en relación con otros. El indígena se define por los otros no-indígenas. Este planteo de B coincide con Williams: indígenas como un sector subordinado que no es absolutamente pasivo en relaciones hegemónicas. Va a luchar dentro de sus espacios.
- Por otro lado, un progresismo iluminista que sigue viendo en el pueblo, en su naturaleza indolente el obstáculo fundamental al desarrollo. Para la élite la cultura es distancia y distinción, demarcación y disciplina, exactamente lo contrario de un pueblo al que definían sus “necesidades inmediatas”. El indígena es un obstáculo al progreso y a la modernización. Esta posición es de un esencialismo negativo.
Ambas líneas tienen en común que son esencialistas. La solución que dan son o insertarlos a la fuerza (progresismo iluminista) ó, como el nacionalismo populista, desde una manera de identidad nostálgica (algo que no es posible de aplicar).
Pueblo y masa.
Pueblo: como término positivo, bueno. Tiene que ver con la autenticidad, lo natural, lo sano.
Masa: Lo artificial, lo falso, lo corrupto o degradado. En el siglo XIX se formó una imagen peyorativa de las masas.
Pueblo se identifica con la cultura tradicional preindustrial del campo seno y puro; y las masas devienen de la sociedad post industrial, la ciudad, ámbito del pecado, del vicio, de degradación.
Relación entre pueblo y masa: no son términos apuestos y dicotómicos en los procesos actuales. Hay que pensar que se mezclan en los procesos contemporáneos.
Lo popular: sectores subordinados de la sociedad. Siempre será una amenaza de diferente culturas populares que también se mezclan con lo masivo.
Lo masivo como aquello que proviene de los medios masivos de comunicación. Aun cuando lo masivo cumpla una función de propaganda de los estilos de vida, ideológico, hay que entenderlo también desde los sectores populares no solo de la óptica de la ideología dominante: también hay matrices populares que les dan otros usos.
Barbero aborda la comunicación desde los procesos culturales. Producción de los medios masivos. Se estudiará no sólo el texto en sí mismo sino cómo es apropiado sobre todo desde los sectores subalternos.
Cuando B aborda la comunicación desde la cultura, critica el:
Ideologismo: Mensaje de los medios masivos con contenidos y formas ideológicas que los articulan. Desenmascaran la ideología presente de manera implícita. Ese análisis es lo que Barbero llama ideológico. Es media céntrico porque se basa en el medio y en la producción. El abordaje esta centrado en el análisis textual, por ejemplo semiológico
La etapa ideologista tiene como objetivo descubrir y denunciar, articulando en ella matrices epistemológicas con una oposición de critica política, las estratagemas mediante las cuales la ideología dominante penetra el proceso de comunicación.
La ideologización impidió que lo que se indagara en los procesos fuera orta cosa que las huellas del dominador. Y para nada las del dominado y menos las del conflicto. Una concepción “tecnológica” del poder condujo a la creencia de que con sólo analizar los objetivos económicos e ideológicos de los medios masivos, podía saberse qué necesidades generaban y cómo sometían a los consumidores.
Informacionalismo: Proviene de la teoría de la información que tiene una perspectiva instrumental de la misma. Implica una reducción del concepto de comunicación a información. Transmitir un mensaje a través de un medio para un receptor. Esta teoría se propone optimizar la transmisión de información: la comunicación es un proceso de lucha para definir los significados.
Desde mediados de los 70 se abro paso a otra figura precedida de este discurso, se entra a la etapa cientifista, en la cual el paradigma hegemónico se reconstruye en base al modelo informacional. Una teoría capaz de ordenar el campo y delimitar los objetos. La comunicación encontró en esa teoría un marco de conceptos precisos, capaces de ofrecer un modelo incluso a la estética. Este modelo termina en una disolución tecnocrática de lo político. La centralidad de los procesos de comunicación en nuestra sociedad significa, para la racionalidad informática, la disolución de la realidad de lo político.
Mapa nocturno : Una serie de temáticas que antes no ocupaban un lugar relevante en los estudios de comunicación. Toma investigaciones en diferentes aireas en América Latina que tenían en común tomar objetos comunicacionales (telenovelas, melodramas, etc.) cuyo enfoque en común tiene que ver con estudiar la comunicación dentro de procesos culturales más amplios.
Ej.: Melodrama y telenovela: Contrasta con el estudio de éstos en el 70. En los 70 la telenovela era una de las formas de dominación ideológica sobre las mujeres. El análisis era sobre la estructura mítica e ideológica: la mujer tenía un lugar específico del cual no podía salirse. La mujer siempre debía ser ama de casa y en una determinada posición.
En los 80 y los 90 se estudió el melodrama en relación con la forma de apropiación de esos objetos femeninos. Desde qué lugares consumen ese objeto las mujeres.
Lógica del uso:
Los habitus de clase atraviesan los usos de la televisión, los modos de ver, y se hacen manifiestos en la organiacon del tiempo y del espacio cotidianos.
En los usos no habla sólo la clase social, habla también la competencia cultural de los diversos grupos que atraviesa las clases, por la vida de la educación formal en sus distintas modalidades. Un género es ante todo una estrategia de comunicabilidad
El género en el que se reconoce la América Latina popular. En el tiempo de la historia (que es el tiempo de la Nación y del mundo, el de los grandes acontecimientos que vienen a irrumpir en la comunidad) y el tiempo de la vida (que es el que va del nacimiento a la muerte de cada individuo que jalonan los ritos que señalan el paso de una edad a otra)
El tiempo familiar es el que media y hace posible su comunicación.
Lo popular y lo masivo:
Deriva la definición anterior de pueblo y masa. Son términos que están en interacción. B enfoca desde un momento de los gobiernos populistas. A partir de los 60 lo masivo tiende a desligarse un poco más de lo popular, pero siempre hay una interacción. También en términos de apropiación que hacen los diferentes sectores sociales hacia un objeto. Producción-recepción e interacción mutua.
Tras la aparición de las masas urbanas lo popular ya no será lo mismo. Lo masivo en esta sociedad no es un mecanismo aislable o un aspecto, sino una nueva forma de socializad. De masa es el sistema educativo, las formas de representación, los modelos de consumo, etc. Pensar lo popular desde lo masivo implica nuevas condiciones de existencia y de lucha, un modo nuevo de funcionamiento de la hegemonía. ¿Cuánto de lo que constituyen o hace parte de la vida de las clases populares, y que es rechazado del discurso de la Cultura, de la educación y de la política, viene a encontrar expresión en la cultura de masa, en la industria cultural? Una expresión deformada funcionarizada pero capaz sin embargo de activar una memoria y de ponerla en complicidad con el imaginario de masa. Lo que activa esa memoria es del orden de las matrices culturales.
La lectura de lo masivo desde lo popular no se ha limitado en América Latina al estudio de prácticas populares masificadas, está también renovando el análisis de los medios masificantes Lo popular se hace presente en programas cómicos, en el criollismo, en la ambientación, etc.