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Argentina y Latinoamericana
Resumen para el Segundo Parcial | Historia Argentina y
Latinoamericana (Cátedra: López - 2022) | Cs. de la Comunicación | UBA
JAMES - 17 Y 18 DE OCTUBRE DE 1945 (PRÁ)
El 9 de octubre de 1945, Domingo Perón fue destituido de los cargos de
vicepresidente y de secretario de Trabajo y Previsión que ocupaba en el gobierno
militar instalado en 1943. El 10 de Octubre fue arrestado en su domicilio y
luego trasladado a la prisión de la Isla Martín García. La destitución de Perón
reflejó la creciente ola de oposición civil y política que el régimen militar
venía enfrentando desde comienzos de este año. Está oposición, que abarcaba todo
el espectro de los partidos políticos, desde las extremas izquierdas hasta la
derecha había centrado cada vez más sus ataques en la figura de Perón. Pese a
que en ese momento su derrota parecía definitiva, la política pro obrera habría
de rendir sus frutos. El 17 de Octubre columnas de manifestantes llegaron al
centro de Buenos Aires para reclamar que se liberase a perón y se lo restituyera
en el gobierno. La movilización había obligado a las autoridades a liberar a
Perón y permitir que se dirigiera a las masas de trabajadores allí reunidos
desde los balcones de la casa rosada. Estos acontecimientos llevaron a la
victoria en las elecciones de febrero de 1946 y consolidaron un movimiento
social.
1) Germani analiza →Perón en el período de gestación fue un reflejo de la
heteronomía de la clase obrera. En particular, los nuevos trabajadores
provenientes de las provincias más tradicionales del interior del país habrían
constituido el núcleo de dicho apoyo. Atraídos por la figura del Caudillo y los
beneficios del Estado y seducidos por apelaciones nacionalistas. Los nuevos
trabajadores predominaron sobre los sectores tradicionales de la clase obrera en
su gran mayoría descendientes de la masa de inmigrantes europeos que llegaron al
país 1393, quienes permanecieron fieles a sus instituciones e ideologías de
clase. Estas instituciones fueron incapaces de incorporar a los nuevos migrantes,
que por ello buscaron en Perón y en el estado la satisfacción de sus
necesidades. Dentro de esta interpretación la movilización de octubre fue
considerada el emblema de las masas: un momento de ruptura definitiva entre la
vieja y la nueva clase obrera.
2) Como respuesta a esta primera interpretación surge una ortodoxia
revisionista.Surge la idea de que en los años de gestación del movimiento
peronista habría una clara dicotomía en la clase obrera. Murmis y Pontantiero
analizan → La experiencia de la represión de los gobiernos conservadores, así
como la ineficacia de la organización sindical hicieron que los trabajadores y
sus dirigentes vieran en Perón un aliado potencial aunque ambiguo. Torre sostuvo
que lejos de ser una manifestación espontánea y elemental de nuevos trabajadores
que hicieron a un lado el movimiento sindical apático y hostil; estos sucesos
debieron en gran medida su éxito y sus alcances a la movilización y la
estructuración del sindicalismo organizado.
Así la imagen que en los años de formación del peronismo la clase obrera habría
sido una masa pasiva y manipulada dejó sitio a la imagen de actores políticos
con conciencia de clase que procuraban encontrar un camino realista para la
satisfacción de sus necesidades materiales. La dicotomía anterior entre la vieja
y la nueva clase obrera quedó sucumbida a esta imagen de una clase obrera cada
vez más homogénea.
3) Algunos autores se resistieron a aceptar esta tendencia homogeneizante.
Germani dirigió ahora su atención a la singularidad de la cultura política
criolla asociada con los nuevos migrantes. Según él, esta cultura era
caracterizada por una espontaneidad que se expresaba en una especie de
democracia inorgánica formulada en la participación política directa con
independencia de la mediación de las instituciones ideológicas formales.
James responde que en los estudios de esta fecha se pasó por alto las formas
concretas de movilización y protesta social que adoptaron los acontecimientos de
octubre. Entonces se va a centrar principalmente los acontecimientos que se
produjeron en la Plata. El día posterior al arresto de Perón parecía que tanto
en las calles como en los círculos de gobierno la suerte se había volcado
decididamente en contra del ex vicepresidente y sus partidarios. Había rumores
de una huelga general que estaba dividida entre la CGT y que denunciaba que la
huelga no era conveniente. La caída de Perón tuvo repercusiones en Berisso, una
de las mayores concentraciones de obreros industriales. En los dos años
anteriores a octubre de 1945, Perón mantuvo relaciones particularmente estrechas
con los obreros de los frigoríficos y su incipiente Sindicato Autónomo de la
Industria de la Carne de Berisso.
Las entrevistas que realice con trabajadores de Berisso que habían intervenido
en dichos sucesos me resultaron desconcertantes. sus recuerdos de los días de
octubre estaban a menudo rodeados del aire inconfundible del discurso oficial.
Me contaron que se movilizaron para defender sus legítimos reclamos de Justicia
social y para resguardar el patrimonio nacional en un movimiento básicamente
armónico y patriótico. Pasaban de un lenguaje de clase obrera a las frases de
una retórica formal extraída de libros históricos. El 17 de octubre se convirtió
en el emblema del surgimiento de la clase obrera como fuerza auténtica y
legítima dentro de la sociedad y la política Argentina. A esta significación se
le añadió el hecho de que el estado peronista adoptó este día como fecha
decisiva del ritual público y de las conmemoraciones nacionales. El régimen
atribuyó a estos sucesos sus orígenes y su legitimidad. El nacimiento de Perón
como figura nacional estaba ligado a la intervención de los trabajadores y en
cierto sentido él carecía de historia antes de esa fecha. Los obreros fueron
también quienes reafirmaron su concepción de la justicia social. La
Institucionalización e integración del movimiento obrero en el estado peronista
llevó a muchos de los partícipes en los sucesos de octubre a posiciones de
jerarquía y respetabilidad. En los años posteriores la clase obrera debió librar
una permanente batalla defensiva para reafirmar la validez de sus reclamos en
materia de derechos ciudadanos y se vio impulsada a proteger la imagen
inmaculada que guardaba esa fecha gremial.
Elemento determinante de la movilización: el goce de carecer de una rutina
rigurosa. En la cultura popular de la era peronista y en la propaganda del
gobierno, los hechos de ese día encarnaron la armonía social e individual y la
felicidad de la familia en un agudo contraste con la idea que se tiene de otras
fechas decisivas. La atmósfera carnavalesca como forma de expresión de la clase
obrera y demostramiento de la transgresión de las normas tradicionales el
quebrantamiento de los repertorios de conducta aceptados. → Frente a las
preguntas del periódico acerca sobre qué obrero actuaba como un carnaval en una
demanda de sus derechos, la respuesta de las organizaciones obreras
tradicionales era que no se trataba de genuinos trabajadores sino más bien de
elementos marginales “lumpen”.
El comportamiento festivo y carnavalesco tenía que ver con lo que podría
denominarse una forma de “iconoclasia laica”. El término iconoclasia designa la
destrucción pública y deliberada de los símbolos sagrados con el propósito
implícito de suprimir toda lealtad a la institución que utiliza tales símbolos y
además de anular todo el respeto que se guardaba hacia la ideología difundida
por dicha institución. Veremos que extrañaban la frecuente violación de
instituciones símbolos y normas que cumplen la función de transmitir y legitimar
la riqueza y el prestigio social. Es posible suponer que al transgredir estas
instituciones y blasfemar contra esos símbolos y escarnecer las normas del
decoro y la buena conducta, las multitudes de octubre estaban poniendo en
evidencia la impotencia de dichas instituciones y negándoles autoridad y poder
simbólico. No obstante no todo fue pura celebración carnavalesca: también hubo
resentimiento de clase y de amargura. Esta iconoclasia laica pudo expresarse
también en los ataques perpetrados contra los centros sociales y lugares de
diversión de la élite.
Muchos de estos episodios parecen haber tenido un fuerte carácter ritualista. en
lugar de inflingirla en forma individual sobre las personas, Su objetivo era la
destrucción pública del prestigio y la inviolabilidad, una expresión pública
humillante que permitiría violar la santidad y el privilegio inherentes a tales
instituciones. Ligada a la burla y al ridículo. Esto parece guardar cierta
correspondencia con la idea de “contra-teatro” de Thompson, que consiste en la
burla o afrenta de los símbolos de la autoridad. Desprecio de los códigos de
vestimenta o signos de ostentación. La muchedumbre descargó su ira contra los
hijos de la “gente bien” a quienes identificaban por su manera de vestir y de
peinarse. Volvemos a remitir al análisis de Thompson acerca del cuestionamiento
de la autoridad simbólica, que en ocasiones no tiene otro objetivo que desafiar
la seguridad hegemónica, despojar al poder de su mistificación simbólica o
incluso meramente vilipendiarlo.
Los blancos elegidos para el ataque directo no fueron casuales, no hubo casi
ninguna atentado contra la fábricas. Tampoco se atentó contra los edificios de
los organismos de gobierno ni la policía. Las pensiones estudiantiles fueron
asaltadas, ocasionando daños en su interior y golpeando a sus moradores al grito
de “menos cultura y más trabajo”. También los órganos de prensa de la plata
fueron quemados de una manera casi ceremonial en una pública demostración de
rechazo a su estatus y a su poder. → James responde Si la multitud Properonista
dirigía su ira a la prensa y a la universidad era en parte porque reconocía su
importancia como enemigos políticos. La Prensa se mostró hostil a Perón y a las
medidas adoptadas por él. Y como los partidos políticos no estaban en
funcionamiento desde 1943, las universidades eran el eje de la oposición al
gobierno militar y a Perón.
La clase obrera excluida por mucho tiempo de la esfera pública en la que se
generaban dichas formas de poder y de denominación dirigió sus ataques
precisamente a dos de las entidades que con mayor nitidez determinaban las ideas
vigentes sobre la legitimidad social y la cultural. Al obrar así, procuraba
reafirmar su propio poder simbólico y la legitimidad de sus reclamos de
representatividad, así como el reconocimiento de la importancia social de la
experiencia, los valores y la organización de la clase obrera dentro de la
esfera pública. Más que reflejar un filisteísmo plebeyo, era la reafirmación por
la clase obrera de su experiencia tenía un valor y un mérito cultural propio.
Estos elementos de instituciones concentrados en La Plata le recordaba a los
obreros la desigual distribución del poder cultural.
→ Parece claro que no les cuadra estos acontecimientos una división simplista
entre una nueva clase obrera migrante y la clase obrera europeísta tradicional.
Si hubiera existido tal división, previsiblemente en Berisso se habría puesto en
evidencia mejor que ninguna otra comunidad. Su fuerza de trabajo original estuvo
compuesta por inmigrantes europeos establecidos en la década de 1910 y 1920 en
las dos décadas siguientes se les incorporaron nuevos migrantes que provenían
del interior del país. nada prueba que estos últimos apoyen a perón y
constituyan la fuerza impulsora de la movilización de octubre, ni tampoco que
los primeros adoptaran una actitud opositora apoyando a los partidos
tradicionales de la clase obrera. Esta distinción parece haber sido
generacional. La juventud fue una característica destacada del movimiento todos
promedio 19 años.
Había otra contienda implícita en torno de lo que podríamos denominar jerarquía
espacial y propiedades territoriales. La metáfora que recoge la prensa burguesa
sobre los días de octubre es la de la ciudad y la periferia. La ciudad definida
como el conjunto de antiguos y arraigado centros residenciales y administrativos
donde residía el poder político. Era el territorio respetado. Mas allá se
extendía la periferia, los suburbios, la no ciudad, lo desconocido. Todos
destacaban que las muchedumbres que marcharon sobre la ciudad procedían de la
periferia. La ciudad era exclusivamente un centro administrativo, educativo y
cultural. Berisso, aunque técnicamente formaba parte de la ciudad de La Plata,
desde el punto de vista social y cultural integraba un mundo distinto. Berisso
estaba separada de la plata por unos 9 km de campo abierto. La diferencia no era
meramente geográfica: los habitantes de La Plata y de Berisso vivían en
universos sociales distintos y esa diferencia se reflejaba en su separación
espacial y era a la vez reforzada por esta. También en este aspecto los
acontecimientos de octubre violaron las convenciones vigentes: los suburbios
invadieron el centro.
Había normas muy rígidas de jerarquía espacial y propiedad territorial que se
volvieron difícil de sostener. Los que podían habitar el espacio de la ciudad se
limitaba a la clase media que leía Crítica. La división entre el nosotros y el
ellos implícita en la afirmación de la legitimidad de la jerarquía territorial,
era reforzada al identificar como “el pueblo” a los que tenían el derecho
legítimo de habitar el espacio de la ciudad. Esta presunción de intrusos,
aquellos que afean con su presencia las calles de la ciudad, son el “no pueblo”,
los que no merecen gozar de la condición de ciudadanos.
Esta experiencia de organización sindical y la confianza que le siguió en sí
mismos formó parte esencial de lo que los lanzó a la calle en octubre. Además,
en un sentido global, desde el punto de vista de los trabajadores, el peronismo
era básicamente una respuesta a la penuria económica y a la explotación de
clase. El apoyo obrero a Perón fue una lógica participación de los trabajadores
en un proyecto reformista conducido por el estado que le prometió beneficios
materiales concretos. Expresaron además de defender sus intereses también un
cuestionamiento social más difuso a las formas aceptadas de jerarquía social y a
los símbolos de autoridad .
GIULIANI - CONFORMAC Y LÍMITES DE ALIANZA PERONISTA (PRÁ)
En 1943 un golpe de Estado derrocó al presidente Castillo y clausuró el poder
legislativo, dando fin al gobierno de la Concordancia, coalición que gobernaba
al país desde 1932. Las FFAA instauraron una dictadura que se prolongó hasta
1946. Por un lado, la UD, coalición heterogénea de los partidos políticos
tradicionales que contaba con el apoyo de la mayoría del empresariado, de las
conducciones de la Unión Indistrial Argentina, de la Sociedad Rural Argentina y
del Depto. de Estado norteamericano. Por el otro, el Partido Laborista y la UCR
Junta Renovadora y el movimiento obrero, las FFAA, la Iglesia y un grupo de
empresarios Industriales.
2. 1943: La sociedad en la que se formó el peronismo
Aquí tendremos en cuenta las interpretaciones que afirman que a principios de la
década del 40 la clase dominante continuaba su tradicional proceso de
diversificación y se mantenía relativamente homogénea. A principios de la década
del 40 la burguesía Argentina no se encontraba fracturada en sectores
antagónicos (agrarios-industriales), situación más acorde a los casos de países
de industrialización “Con revolución industrial”. Es decir que el peronismo no
se originó sobre la base de una burguesía industrial enfrentada a los intereses
de la burguesía agraria, sino que se formó a partir de la existencia de
conflictos y acuerdos entre sectores internos de la clase dominante.
Sí, la Segunda Guerra Mundial profundizó aquella conflictividad al crecer un
grupo de empresarios industriales desvinculados de los tradicionales intereses
que ligaban a la burguesía agraria con las actividades industriales y con las
empresas extranjeras.
En la década del 30 se habían iniciado transformaciones en los roles del Estado.
Los cambios en el capitalismo mundial acentuaron la vulnerabilidad de la
economía Argentina y llevó a que la Concordancia implementase un
intervencionismo defensivo en protección de los intereses agroexportadores. El
estado reorientó sus mecanismos de intervención para sostener la acumulación
ligada a la agroexportación a la vez que fomentar el crecimiento Industrial.
Ello redundó en una progresiva autonomización del aparato Estatal que adquirió
capacidades para exceder su dimensión instrumental y desarrollar sus dimensiones
estructural y política.De este modo se articulaban intereses cada vez más
complejos dentro de la clase dominante. A partir de 1943 el estado había
adquirido ya una progresiva autonomía con mecanismos de intervención variados
como las juntas reguladoras, el Banco Central mixto y algunas empresas ligadas
al poder militar.
La sustitución de importaciones industriales había provocado cambios en la
composición de la clase obrera.Además del aumento de la cantidad de obreros se
había acelerado el proceso de urbanización con las migraciones internas. La
creciente incorporación de mano de obra Industrial no había sido acompañada por
un proceso de redistribución de ingresos hacia los trabajadores. Así, los
obreros habían permanecido excluidos de los beneficios de la industrialización y
no habían logrado aumentar su baja capacidad de consumo. La concordancia limitó
la instrumentalización de mecanismos de intervención estatal a la articulación
de intereses entre sectores de la clase dominante. Si bien se implementó cierta
legislación laboral, no se solía imponer su cumplimiento y la norma en la
política hacia el movimiento obrero era la represión concertada entre
empresarios y Estado.Este estado que no reconocía los derechos sociales tampoco
garantizaba los derechos políticos puestos en juego desde 1916. el régimen
político que sostenía en el poder a la clase dominante Se regia por el fraude y
excluye la participación y de la representación política a la mayoría de la
sociedad. A lo largo de la década se fue profundizando la pérdida de legitimidad
del sistema político y la crisis de representación política, pero se qué se
acentuaron desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial debido principalmente a
tres factores:
1) Ver a la guerra como un avance Comunista;Una clase obrera excluida del
sistema político y del modelo económico se les presentaba como una potencial
amenaza.
2) Los sectores civiles de poder jerarquizaron las ideas militares e
incorporaron a cargos estatales a algunos de sus integrantes. Para ciertos
grupos militares las condiciones de éxito militar ante una guerra eventual
dependían de que la sociedad adquiriera Independencia económica sostenida por un
estado fuerte y de que se limitarán al máximo y los conflictos sociales y el
descontento de la población.
3) La pérdida de legitimidad del sistema político se profundizó frente a las
posiciones del gobierno ante los bandos que libraban la guerra mundial.Castillo
había sugerido una política de neutralidad y persistió en esa posición aún
cuando Estados Unidos entró en el conflicto. en este nuevo contexto la
neutralidad oficial fue interpretada por la mayoría de los partidos políticos
tradicionales como un apoyo al eje nazi fascista. creo clima de descontento
social. Mientras Los Altos oficiales del ejército se inclinaban por una
declaración de guerra al eje, entre la oficialidad intermedia prima va la
opinión de mantener la neutralidad. Costas (candidato oficial sugerido por
castillo a las elecciones), mantenía la posición de los Estados Unidos en la
guerra, de modo que Castillo terminó por unir a distintos sectores militares y
precipitó el golpe que estos venían gestando.
3. 1943-1946: Los orígenes del peronismo
En Octubre se produjo un golpe dentro del golpe y adquirieron preponderancia los
militares del grupo de oficiales Unidos (GOU). Desde ese momento pero fue
abriéndose espacios de decisión dentro del estado. hacia junio de 1944 era ya
hombre fuerte del gobierno: acumulaba cargos de secretario de trabajo, ministro
de guerra y vicepresidente.
Explicación del ascenso político rápido de Perón: Giuliani coincide con Torre
acerca de que él supo ofrecer dos cosas que carecía la rev. de Junio: Un
programa social y económico y una apertura hacia grupos estratégicos de la
sociedad. En efecto, Perón comenzó a desplegar un proyecto económico y en el
mismo periodo se articularon nuevas relaciones entre el estado y los diferentes
sectores de la sociedad; también una apertura del Estado hacia empresarios
industriales desplazados de la alianza de poder en los años previos. Pero además
añade Giuliani la construcción de una fuerza política. Desde el control de los
espacios estatales Perón fue organizando alianzas políticas para arribar al
gobierno mediante mecanismos constitucionales. desplegó estrategias que le
permitieron construir una base amplia de consenso social.
El programa económico de Perón consistía en el aumento de la industria teniendo
en cuenta el mercado interno de consumo. Buscaba orden y paz social. Los
mecanismos estatales privilegiados para llevar adelante el proceso debían ser
organizados sea que hasta el momento el estado sólo había desplegado un
intervencionismo defensivo. → utilización de organismos. A fines de 1943 Perón
es designado secretario de la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP). La STP
habría nuevas áreas de acción estatal e implicaba una ruptura en las relaciones
de trabajo y, a la vez, significativos cambios tanto en la intervención del
estado en las relaciones entre empresarios y trabajadores como con las clases
sociales.
● aumento salarial
● vacaciones pagas
● indemnización, aguinaldo, jubilac. etc. (Ley de Despidos)
● Garantizó el cumplimiento de legislación previa que, en general, el
empresariado evadía como p.ej,. la jornada de Trabajo de 8 horas.
● Creó Estatuto del Peón Rural: fijó salarios mínimos para trabajadores rurales
y mejoras en las condiciones de trabajo.
● Profundizó el intervencionismo estatal en las relaciones laborales a través de
un firme fomento de la sindicalización y mediante los primeros convenios
colectivos de trabajo.
La legislación implicó el reconocimiento Estatal de derechos por los que luchaba
el movimiento obrero desde principios del siglo XX. Era una señal concreta de un
espacio Estatal que buscaba colocarse como protector de los trabajadores frente
al empresariado. Con ella comenzó a aumentar la capacidad de consumo de los
asalariados al tiempo que alarmaba a las cámaras empresariales con su
intervención antinatural y ajena a las relaciones del trabajo. La sociedad rural
Argentina rechazó la intervención del estado sosteniendo que el estatuto
afectaba las ganancias. De este modo Perón fue delimitando a los sectores que
formarían parte de su fuerza política y los que la excluirían. Eso no implica
que no haya buscado el apoyo empresarial en estos años.
La organización gremial era mayor en los sectores de servicios y más incipiente
en las actividades industriales. En los primeros, la mayoría constituía un
gremialismo reformista y negociador liderado por socialistas y por
sindicalistas. En cambio, en la organización gremial de las Industrias primaba
la dirigencia comunista. Durante los primeros meses de la revolución de junio se
desplegó una política represiva que continuaba con las implementadas durante la
década infame. El corte anticomunista del nuevo régimen se manifestó con
rapidez. La política de control sobre el movimiento obrero abarcó un decreto en
el cual el gobierno aprobó el derecho de determinar qué organizaciones podrían
representar a los trabajadores. Con Perón, se elaboraron decretos para promover
las negociaciones colectivas bajo la tutela estatal y la STP facilitó la
sindicalización. Se busca la influencia de las fuerzas comunistas a la vez que
se transformaba el estado en la instancia política a la que podrían recurrir
muchos trabajadores para nivelar las relaciones de fuerza de las empresas. Perón
justificaba las políticas con elementos ideológicos: Argumentaba que si el
estado no tú te lavas las relaciones entre el capital y el trabajo, continuaría
una situación injusta y aún saliendo de los obreros la difusión de ideas
comunistas poniéndose en peligro el orden social y la misma nación. Una clase
obrera organizada y un estado atento a la cuestión social constituye la garantía
de cohesión social, la finalización de la lucha de clases y en consecuencia el
clima adecuado para la inversión y la ganancia empresarial. Rol del estado como
3ro indispensable entre K y L también buscando la autonomía del aparato estatal
c/los intereses de los sectores dominantes.
Más bien la idea de armonía de clases había actuado como un elemento
constructivo de la identidad peronista, como “atractivo ideológico”. colaboró
con la estructuración de un sentimiento de pertenencia a un proyecto de país y
la unión de empresarios. Perón también ponía en juego así parte de su estrategia
en la búsqueda de un consenso con amplias bases sociales para construir su
fuerza política.
Planif econ: creó el 1944 el Consejo Nacional de Posguerra que reunió a
militares, empresarios y sindicalistas. Objetivos: el estudio de posibles
desequilibrios que ocasionaría el fin de la Guerra Mundial y la preparación de
un programa económico a adoptar en función de sus diagnósticos. Propuso un
programa industrialista sostenido por el estado y por el aumento de la demanda
interna.
4. 1945: Polarización Social y Política
La profundización de la política social y el avance del Estado enfrentaron a las
organizaciones patronales con los sindicatos y con el sector del gobierno
liderado por Perón. La oposición de la SRA se centraba en el estatuto del Peón,
pero la posición de la UIA era más heterogénea y conflictiva. Si viene
oficialmente asumió un papel opositor, Sólo una minoría adhirió al proyecto del
Coronel → Solo industriales que habían crecido con las oportunidades abiertas
por la guerra y que se orientaban al mercado interno se apoyaron en Perón. Lo
que atemorizaba la mayoría de los empresarios no era una Revolución comunista
sino la organización del movimiento obrero promovida desde la STP. Perón en
función de construir una fuerza política capaz de llegar al control del estado,
empleó estrategias basadas en incorporar fuerzas de casi todo espectro político
y luego en promover una polarización política. → hacia 1945 se agudizaron las
tensiones entre K y L, se frustró su idea de alianza con sectores tradicionales
y ahí comenzó la polarización. Era antiperonista la participación política
tradicional de obreros + clase media + burguesía + corporaciones empresariales +
estudiantes universitarios + algunos sectores FFAA.
Los sindicatos abandonaron su distancia con el régimen y se alinearon con la
STP. Ahí perón asumió un discurso marcadamente obrerista y se alejaba del papel
conciliador que antes le había dado al Estado.
En octubre el conflicto se extiende a las fuerzas militares que ligados a la
oposición, desplazaron de sus cargos a Perón y lo detuvieron.--> movilización
popular del 17 de octubre. Este hecho inició oficialmente su carrera a la
presidencia. Concentra una alta significación: Para el movimiento peronista
simbolizó la lealtad al líder, para la sociedad tradicional fue el temor y la
evidencia que los trabajadores demostraron la capacidad de generar un hecho
político. Dirigentes sindicales de diferentes vertientes ideológicas socialistas
y sindicalistas, radicales e independientes, crearon el partido laborista.
demostraba un importante grado de organización alcanzado por la clase obrera.
Contaba con el apoyo de la iglesia: mientras la unión democrática regía una
enseñanza laica, Perón buscaba la enseñanza religiosa. En la iglesia prevaleció
la decisión de la jerarquía eclesiástica por sobre su rechazo al discurso y a la
política obrerista de Perón.
La campaña ofreció a perón la oportunidad para desplegar un discurso
nacionalista antiimperialista el ex embajador norteamericano Braden hizo público
su apoyo a la unión democrática y dio a conocer un informe donde denunciaba
conexiones de militares argentinos con el régimen nazi. La información de Braden
fue aprovechada por Perón: su discurso agregó la apelación a la unión Nacional
contra el imperialismo norteamericano denunciando que controlaba a la UD. →
entonces aclamó que era “Braden o Perón”. Ganó.
5. Los Obreros y los orígenes del Peronismo.
Hay 3 visiones acerca de cómo los trabajadores se hicieron peronistas: La visión
clásica, la visión revisionista y la interpretación de Daniel James.
La visión clásica configurada por Gino Germani busca responder la pregunta de
por qué los obreros fueron engañados y siguieron a Perón. Su abordaje se centró
en la relación líder-masa: La revolución industrial y las migraciones internas
habían generado un problema diado Industrial que no tenía experiencia sindical y
política punto estos trabajadores nuevos estaban disponibles para ser
manipulados por un líder paternalista y autoritario. Esta relación estaba
asignada por la heteronomía, es decir, los obreros perdieron su autonomía al no
formar un partido político clasista y estaban denominados por un poder
carismático y demagógico. Según está visión, Perón manipulaba a los obreros al
darles beneficios económicos a cambio de adhesión política. De este modo Germani
afirmaba demostrar el carácter antidemocrático del régimen peronista.
La visión revisionista se formuló en la lucha contra la dictadura del 60’ por
Murmis y Portantiero. Constataron que la conformación del peronismo jugaron un
papel protagónico no solo los obreros nuevos sino principalmente la vieja
dirigencia y militancia sindical. su participación activa y autónoma en la
alianza implicó formar parte de un proyecto social que reconocieran los reclamos
y las luchas tradicionales del movimiento obrero. Para Murmis y Portantiero es
erróneo caracterizar de pasiva, heteronorma, e irracional a la participación
Obrera.
El aporte de Daniel James estudió la conformación de la identidad peronista. Los
elementos que conformaron los sentimientos de pertenencia al peronismo fueron
valores, pensamientos, prácticas y símbolos compartidos por los obreros. James
abordó la relación entre Perón y los peronistas desde un plano simbólico
discursivo. Afiches considera que el éxito del discurso de Perón se debió en
buena parte a su capacidad para redefinir la Idea de ciudadanía como una
ciudadanía política frente a la exclusión política. La novedad del discurso
peronista consistió en otorgarle una dimensión económico-social a la noción de
ciudadanía: Los trabajadores tenían derecho a una inclusión en el proyecto
económico, a una participación en los beneficios y organizarse y luchar para que
se le reconociese en esos derechos. Concepción de justicia social. Entonces el
logro de Perón fue articular y resignificar elementos ideológicos del
pensamiento de los trabajadores, conformando así la ideología peronista.
6. 1946-1955: El régimen de acumulación y el Estado.
Revirtió el carácter no distributivo que la industrialización había tenido hasta
1943 mediante una política de redistribución de ingresos. Se trataba de expandir
el proceso de acumulación Industrial con la ampliación del mercado interno: de
estimular la producción industrial local Expandiendo la demanda interna de
bienes masivos industrializados e incluyendo como consumidores a la mayoría de
los trabajadores. Miedo de que el fin de la guerra revirtiera el carácter
expansivo de las ventas de los empresarios industriales y generara una crisis de
subconsumo y disminuyera el proceso de capitalización.+idea de paz social. El
modelo económico del primer gobierno de Perón era entonces expresión de una
coincidencia coyuntural de intereses de la clase obrera y de fracciones de la
burguesía industrial ligados en el peronismo. Dado su carácter distribucionista,
el modelo requería una nueva articulación del estado con sectores sociales y con
garantía de consolidar nuevas formas de intervencionismo. → estado peronista
adquirió forma de estado intervencionista redistributivo.
Quedó plasmado su rol en el 1er Plan Quinquenal de 1947 donde se encunciaban los
ejes centrales de la política económica:
● fomento de la industria y del mercado interno → aumento de salarios. Fomento
de fabricaciones militares e industrias químicas. El gobierno trató de
garantizar el pleno empleo ampliando significativamente el empleo público y
explica una serie de regulaciones para elevar los salarios reales.
● plan de nacionalizaciones de servicios públicos → estado empresario que asume
el control directo de los servicios públicos y de algunas empresas productivas y
obtenga el rol regulador de la economía. En 1948 se recuperan libras estancadas
durante la guerra y se compra y se crea el ferrocarril argentino.
● obras en áreas de salud, vivienda y educación (políticas de gasto social +
fundación eva perón)--> El estado se transformaba en un importante comprador de
insumos de la industria para sostener el abastecimiento de la red educativa y
sanitaria, a la vez que generaba inversiones con la contratación de empresas
privadas para la construcción de Obras Públicas.
● rescate de deuda pública externa + reforma financiera
● mecanismos de financiación → IAPI. Instituto arg para la promoción del
intercambio y el Banco Central. Este mecanismo se basaba en la redistribución de
ingresos desde el sector agrícola hacia el industrial. El estado controlaba el
comercio exterior obteniendo de él beneficios que desviaba hacia créditos
industriales otorgados por bancos estatales.Se trataba de aprovechar la
favorable situación del intercambio exterior o provocada por la recomposición de
la demanda mundial de productos alimenticios en los primeros años de la
posguerra. A través del iapi el estado ejerce un monopolio de las exportaciones
agrícolas: compraba a los productores a precios fijados por el estado y revendía
precios internacionales obteniendo un margen de ganancia. Por ende el sector
agro seguía siendo la principal fuente de divisas. agravó tensiones con la
burguesía agraria y SRA aunque sus ingresos mejoraron. Además el Banco Central
toma a su cargo la política crediticia abundante y barato a sectores
industriales alimenticios, textil y de manufacturas de madera; y a las nuevas
inversiones privadas y estatales energía transporte, construcción y
Comunicaciones.
7. Los límites del modelo económico y las contradicciones de la alianza
peronista.
La industrialización tenía un carácter No integrado: seguía dependiendo de las
importaciones esenciales. A medida que aumentaba la producción, crecía la
importación de bienes de capital, tecnología y petróleo.Para seguir importando
se necesitaban de una gran cantidad de divisas que provenían de las
exportaciones agropecuarias tradicionales. Entonces la política económica
peronista permanecía atada a la disponibilidad de productos primarios para
exportar y a los precios internacionales de dichos productos, dos variables que
el gobierno no controlaba. Los límites del modelo comienzan a surgir en 1949
cuando caen los precios internacionales de los bienes primarios y a la vez
descendieron la producción y el saldo exportable de bienes agro. Entonces hubo
reducción de divisas y déficit en la balanza de pagos que se tradujo en presión
inflacionaria. Crisis financiera que se prolongaría hasta 1951. Causas para esta
crisis:
1) Plan Marshall Los países europeos aliados con Estados Unidos dirigieron la
mayor parte de sus adquisiciones alimenticias al mercado estadounidense.
Entonces los términos de intercambio se tornaron desfavorables para Argentina.
2) Se fue reduciendo el volumen de los productos exportables dentro del país
porque la mejora en la capacidad de consumo de los sectores populares redundado
en un aumento de la demanda interna de productos.
3) A eso se le sumaron cuatro años de sequías fuertes que comenzó en 1949.
El desarrollo industrial requería cada vez más Divisas mientras que la produccin
agropecuaria generaba cada vez menos. la falta de Divisas también hacia
tambalear las políticas de gasto social del estado. En esta crisis el gobierno
peronista se inclinó por ir hacia adelante con la industrialización: Su proyecto
consistió en profundizar la integración de la industrialización con el segundo
plan quinquenal de 1952 + plan de emergencia que redujo gasto público y congeló
precios y salarios. Desplegó una campaña para que los sectores populares bajas
en el consumo de bienes exportables y el IAPI comenzó a redistribuir ingresos
hacia los productores rurales y se abrieron líneas de crédito favorables para
ese sector.
Para los sectores empresarios la falta de divisas debía resolverse de otra
manera: el gobierno debía apostar a las inversiones extranjeras al costo de
renunciar a su discurso nacionalista y de transición a la independencia
económica base de su doctrina justicialista. Perón presentó en 1953 la ley de
inversiones extranjeras que trataba de alentar la inversión de capitales
internacionales en la industria. La ley evidenciaba una creciente conciencia de
intereses entre la burguesía Industrial local y el capital internacional.
ejemplo: standard oil de California ponía en cuestión la cláusula nacionalista
de la Constitución de 1949.
También se busca una mayor racionalización de las empresas estatales y privadas
con el aumento de la productividad del trabajo bajo el lema de consumir menos y
producir más. los trabajadores debían comprometerse emprender una tregua social:
Frenar sus luchas por el aumento de salarios y esperar un incremento en a ver
solo si se incrementa la productividad. Expresaba creciente presión empresarial.
La productividad podría ser alcanzada con maquinaria más moderna pero se pidió
disminuir las importaciones e inversiones. El problema y la productividad pronto
mostró las contradicciones y los límites de la alianza peronista. Congreso para
la productividad ver p.13. donde no llegan a un acuerdo los empresarios con la
CGT.
8. 1846-1955: La democracia ampliada
Entre 1946 y 1955 sucedieron los dos primeros peronistas bajo la presidencia de
Perón (1946 a 1905 y 1952 a 1955) Se caracterizó por nuevas formas de
participación popular. La participación electoral plena fue una de las formas de
integración de los sectores populares y actúa como elemento de legitimación. la
ley del voto femenino en 1947 los cuales las mujeres lograron reconocimiento de
los Derechos políticos al igual que los varones. Desde ese momento comenzó un
proceso de movilización política de las mujeres en el empadronamiento y como
preparación de candidaturas de mujeres al poder Legislativo.
8.1 El estado Peronista y el movimiento obrero
● ciudadanía política
● justicia social
● sindicalización
“Visión clásica” antiperonista sostenía que el movimiento sindical carecía de
autonomía y se hallaba sometido al control estatal. Los obreros no tenían una
clara conciencia de clase por lo que habrían establecido relaciones políticas
paternalistas. Aceptaron los beneficios sociales ofrecidos y esperaron mejoras.
2da visión de Louise Doyon que Perón sofocó la posibilidad de que los sindicatos
tuvieran una voz políticamente independiente pero no pudo o no quiso imitar su
función como agentes de lucha económica. Los sindicatos consiguieron tener la
capacidad de promover los intereses sectoriales de los trabajadores.
Por último Daniel James Considero que el estado peronista presionó
constantemente para limitar la autonomía sindical y qué tal política quedó
reflejada en la estructura legal de la organización gremial. El estado reconocía
legalmente a un único sindicato por actividad económica y lo facultada para
negociar con los empleadores bajo supervisión del Ministerio de trabajo .cl
aseguraba muchas ventajas a los sindicatos pero al mismo tiempo se otorgó al
Estado las funciones de garante y supervisor final de este proceso y de los
beneficios derivados de él.
Giuliani va a contestar que el gobierno ejerció variadas y evidentes estrategias
para ejercer un control tutelar sobre el movimiento obrero mientras que los
trabajadores emprendieron al mismo tiempo Luchas en defensa de los intereses de
los cuales sobrepasaron las pretensiones de armonía del gobierno. Las relaciones
entre el estado peronista y el movimiento obrero se caracterizaron por
permanentes tensiones entre el logro de la autonomía de las organizaciones de
los trabajadores y su subordinación a decisiones de gobierno.
Se limitó el poder de decisión de los empresarios en cuanto a despidos y cumple
un relé sacado las organizaciones de los obreros en el control de las relaciones
laborales. Durante el primer periodo de gobierno se produjo una redistribución
del poder al interior de las empresas.Pero a partir de la política económica del
1949 el gobierno procuró intensificar el control del movimiento obrero. Había
llegado al punto final de las huelgas puesto que los trabajadores ya habían
logrado mejoras económicas y su reconocimiento de sindicatos. Actuó cada vez más
como un agente Estatal para disciplinar y controlar sindicatos afiliados
llegando con algunos conflictos a represión estatal y despidos de trabajadores.
Con el plan económico de 1952 el gobierno dispuso la suspensión de las
negociaciones colectivas por 2 años y el congelamiento de precios y salarios.
inicio de la llamada tregua social. 1954 se intensificaron los conflictos
obreros por el logro de acuerdos colectivos favorables: Las luchas no se
caracterizaron por recurrir a la huelga sino por el trabajo al reglamento y el
trabajo desgano modalidades de lucha que limitaban el riesgo a la suspensión de
sueldos y a la represión oficial.Estás luchas no deben interpretarse como
señales de ruptura de los trabajadores con el gobierno peronista. Por el
contrario, los trabajadores conformaron el único sector de la alianza periodista
que mantuvo su adhesión a Perón hasta su caída.
9. Los controles estatales sobre la sociedad y la caída del peronismo.
La burguesía Industrial Nacional de una oposición más conflictiva y término
prácticamente saliéndose de la coalición por varios factores:
1. El empresariado Industrial consideró poco exitoso el viraje económico de 1952
y dudó en ocupar un espacio diferenciado del resto de los capitalistas.
2. Fue enfrentándose a un movimiento obrero que había logrado un poder evidente
3. el peronismo terminó siendo un límite para la acumulación de capital
industrial y la integración de la burguesía nacional al bloque fue débil
4. El peronismo preso de sus contradicciones internas no logró consolidar un
poder hegemónico, optando por ejercer funciones coercitivas que aceptaron las
libertades públicas de la sociedad civil.
hipótesis de la visión clásica: Se basó en asignar una esencia autoritaria que
en tífico al peronismo con el fascismo y lo considero una desviación de la vía
democrática que habría comenzado en Argentina con la conformación del Estado
nacional. Perón fue un líder Tiránico que avasalló los derechos civiles y
políticos. Este argumento fue utilizado por el golpe de estado de 1955 y de la
Revolución libertadora. Torre, además, considera que se trató de peronizar las
instituciones y que los mecanismos de control político e ideológico que ejerció
el estado peronista tendían a reforzar al poder ejecutivo para que se difundiera
la doctrina peronista. La más importante fue la reforma de la Constitución de
1949 A dónde se incorporaron los derechos sociales, las formas de
intervencionismo estatal y la propiedad del estado por sobre los recursos
energéticos.Suprimió la cláusula que prohibía la reelección presidencial
inmediata lo que llevó a su segundo gobierno.
En su segunda presidencia se reafirmó el viraje hacia la política económica y se
manifestó el carácter contradictorio de la alianza peronista. El estado extendió
sus controles sobre la sociedad y sus intentos de peronización producirán nuevos
puntos de conflicto con las FFAA y la iglesia.
● FFAA: Atravesaron un proceso de expansión y modernización durante el gobierno
coronavirus de presupuesto militar. Las ideas de la industrialización y
anticomunistas los atrajeron además de su participación en cargos del gobierno
lo que mantuvo la influencia suficiente como para vetar la candidatura de Eva
Perón como vicepresidenta en las elecciones de 1951. En 1950 el gobierno
extendió sus intentos de peronización dentro de las fuerzas armadas. En los
Colegios militares se impuso la obligatoriedad de la materia “doctrina
peronista” y género y un fuerte rechazo por parte de la oficialidad.
● El gobierno extendía la peronización a la educación pública, a los medios de
comunicación, y a la producción cultural; lo que provocó el rechazo de los
sectores medios y de otros sectores tradicionales de poder simbólico como la
iglesia con los cuales los integrantes de las fuerzas armadas tenían vínculos
estrechos.
● La primera candidatura de Perón expresó los anhelos de la iglesia en cuanto a
la inclusión de contenidos religiosos en la educación pública. Los lazos
cordiales se asentaban en una significativa transferencias de gastos de la
iglesia al estado, se duplicó la cantidad de puestos eclesiásticos, y se hizo
cargo de compra y reparación de parroquias. A la vez el gobierno fue desplegando
políticas que crearon tensiones la fundación Eva perón desarrolló actividad de
acción social que fueron interpretadas como una competencia y un desplazamiento
de sus tradicionales tareas de caridad.Además en 1950 acompaña la doctrina
peronista con nuevo discurso religioso. el “cristianismo peronista” se basaba en
la vuelta a los valores espirituales interpretando que la jerarquía eclesiástica
estaba cada vez más dominada por intereses materiales. El estado pretendía
erigirse en unificador espiritual de la nación y en difusión de un cristianismo
de la vida cotidiana. Además se exaltaba la simbología peronista y las figuras
de perón y Eva perón.Fue en torno a la iglesia que comenzó a hablarse la
oposición y se reeditó entonces la creciente polarización política. La iglesia
fue el eje articulador del antiperonismo. El conflicto se fue encadenado por
iniciativas provocadoras como la sanción de leyes de divorcio y la supresión de
la enseñanza religiosa además de la igualdad entre hijos legítimos e ilegítimos.
Esas iniciativas evidentemente buscan confrontar con la jerarquía eclesiástica
pero provocaron además el rechazo de católicos de sectores medios.
Previo al golpe de estado de 1955 estuvieron impregnados violentos
enfrentamientos entre el gobierno y la iglesia. El 16 de junio sectores
antiperonistas del ejército asaltaron a la población civil con aviones que
bombardearon la casa del gobierno y sus alrededores. Eso llevó al golpe de
estado que se autodenominó revolución libertadora.
BUCHRUKER - PERONISMO Y FASCISMO (TEO)
Toma análisis de Waldmann. El peronismo y el fascismo tuvieron situaciones
históricas diversas como puntos de partida. Situación diferente en Argentina que
en el resto del mundo. No hubo una guerra ni un momento de recesión ni
desempleo, sino un momento de crecimiento económico. En 1943 no cae la
democracia sino un sistema que se sostenía sin legitimidad democrática.
La única similitud que encuentra Waldmann en el origen y motivación del
peronismo y el fascismo es la amenaza bolchevique. → Buchruker responde que sí
existía el motivo anticomunista pero apenas hay indicios para considerarlo como
especialmente característico del comunismo y que era compartido por otras
fuerzas ej. radicales o nacionalismo restaurador. No había en Argentina un
partido marxista-leninista poderoso. Perón utilizaba el tema cuando se dirigía a
un público conservador porque solo ese argumento -que sus reformas eran un modo
de cerrarle el camino al comunismo- podía impresionar a dicha clase de
oyentes.Perón esperaba reducir las resistencias psicológicas de los sectores
tradicionalistas contra su política social.
En los aspectos psicológicos y sociales se advierten también diferencias. El
peronismo se apoyaba en los estratos bajos de la sociedad: reunía obreros
industriales y peones rurales, arrendatarios, campesinos y empleados. En cambio,
en Alemania e Italia lograron captar la mayoría de los trabajadores. Falta
nombrar en Argentina el núcleo de los militares y veteranos resentidos
caracterizados por el miedo al desorden y su odio contra supuestos culpables.
En lo ideológico el Peronismo no se basó en el vitalismo irracionalista ni el
darwinismo social. Solo se pueden advertir similitudes en lo relativo al
contacto con la tradición sindicalista, que en los comienzos del fascismo
italiano no carecieron de importancia. Si se pasa a analizar la toma del poder
apenas se descubren paralelos. La única circunstancia similar entre Argentina e
Italia/Alemania estuvo en la marcada polarización política. Pero la estructura
Argentina fue muy diversa del caso de europeo. Los movimientos fascistas
lograron alcanzar el poder en coalición con las fuerzas conservadoras
tradicionales, mientras que en nuestro país izquierdistas y derechistas se
alinearon tanto en uno como en otro de los bandos enfrentados. El antiperonismo
contó con apoyo conservador, no el antifascismo.
En la dimensión fenomenológica del movimiento es posible separar paralelismos.
También el fascismo tenía un líder carismático, un amplio aparato de propaganda
y una pretensión de totalidad; aunque esta pretensión no fue formulada en
términos tan estrictos ni realizada de un modo tan sistemático como en los casos
europeos. Tampoco produjo el peronismo la militarización integral de la
sociedad, rasgo distintivo de los regímenes fascistas.
La política económica fue efectivamente dirigista, pero si esa circunstancia
fuese razón suficiente para calificar de fascista un régimen habría que concluir
que México y Gran Bretaña (en det. épocas) también fueron estados fascistas.
Mucho más definitorio para el fascismo fue su creciente armamentismo, cosa que
de ninguna manera caracterizó a la economía peronista. Tampoco constituían
delito las huelgas en el caso argentino, como ocurrió en Europa.
Por último hay que mencionar una notable diferencia entre el régimen peronista y
los fascismos. En estos alcanzó una gran coherencia la conjunción política,
militar y económica de las élites o minoría dirigentes; en cambio el peronismo
fracasó en el intento de ganar a los elementos decisivos del sector empresario y
agropecuario para su causa.
En lo ideológico, en las concepciones peronistas no aparece la imagen
darwinista, elitista y antimodernista. Como dice Waldmann, no se trató de un
nacionalismo agresivo de intenciones expansivas. El único paralelo que realmente
se puede verificar está en la especial relevancia que la doctrina otorgaba al
papel del líder o conductor. En lo referente a los grandes objetivos, son aún
más llamativas las diferencias entre fascismo y peronismo. El objetivo básico
del peronismo fue la creación de una Argentina más justa a través de la
redistribución. Lo que no puede sostenerse es que existían planes irredentistas,
revanchistas o imperialistas. En cuanto al anticomunismo, ocupa un lugar en el
programa justicialista, cosa que no puede sorprender porque el propio comunismo
lanzó desde sus orígenes un desafío militante da todo lo que no se identificase
con él; pero las políticas peronistas jamás tuvieron la desmesura teórica y
práctica que los fascismos mostraron en su versión del anticomunismo.
Sobre la base de estos resultados, considero que es incorrecto interpretar al
peronismo como una forma de fascismo. Los que creen esta concepción estudian un
concepto de fascismo amplio, generalista y esquemático. La comparación con
España de Franco es interesante porque hay similitudes socioeconómicas y
afinidades histórico-culturales entre ese país y el nuestro pero con una
dificultad básica: se trata de confrontar prácticamente un régimen de 9 años
(1942-1955) con otro que abarcó dos generaciones (36 años). Termina por haber
diferencias.
Poco satisfactoria desde muchos puntos de vista, la categoría de “populismo
autoritario” parece ser, a pesar de todo, la más recomendable para la ubicación
del peronismo.El adj de la práctica gubernamental que fue también uno de los
polos de la tensión interna más profunda del peronismo: mientras más autoritario
se hace un régimen, menos convincente resulta su pretensión de representar la
plena autorrealización de un pueblo. El sustantivo trae el potencial democrático
del movimiento. La exigencia populista de mayores oportunidades de participación
no está alejada de los objetivos básicos de la democracia.
DIPOLA - IDEOLOGÍA Y DISCURSO POPULISTA (TEO)
Entenderemos por "ideologías" a aquellos conjuntos discursivos, en el sentido
más amplio posible, a través de los cuales se expresan sistemas de creencias,
representaciones, concepciones del mundo, propias de una sociedad o de un grupo
social determinado.Se trata de una noción imprecisa y descriptiva. Imprecisa
porque es susceptible de los empleos mas heterogéneos. Descriptiva (es decir no
teórica), por el hecho de que su papel principal es organizar la percepción de
los agentes sociales con respecto a los hechos de significación que juzgan
social o políticamente relevantes.
Por el contrario, el término "lo ideológico" se plantea como un concepto teórico
en sentido estricto. En el primer caso, lo ideológico designa la relación
existente entre el discurso y sus condiciones sociales de producción, en tanto
esas condiciones se traducen bajo la forma de reglas de engendramiento del
sentido; en el segundo caso, y de manera complementaria, lo ideológico designa
la relación existente entre el conjunto discursivo de referencia y sus
condiciones sociales de recepción. Hablamos de efectos, de su "eficacia", en una
situación social determinada.
I.Lo ideológico en el discurso político de Perón
Toma como punto de referencia de análisis el discurso del 12-11-46. Contexto del
discurso pronunciado: Campaña electoral donde participan activa y masivamente
todos los sectores sociales y políticos, hasta la burguesía se lanza a la calle.
El espacio político está polarizado y sus protagonistas son heterogéneos: por un
lado la Unión Democrática con la neta hegemonía de la Unión Cívica Radical; por
otro, un líder "carismático", el coronel Juan Domingo Perón cuya candidatura es
apoyada por un partido fundado hace apenas cuatro meses (el Partido Laborista) y
por otras fuerzas de menor importancia (en particular por la llamada Junta
Renovadora, reducido sector separado del radicalismo, de cuyas filas saldrá el
candidato a la vicepresidencia). Hay una difundida convergencia entre comunistas
y conservadores aunque éstos últimos no integren oficialmente la UD. Se opone el
orden concreto del discurso electoral a razones que sistemáticamente esgrime
Perón, ese orden "abstracto" tan característico del discurso político
tradicional.Ganaría aquel que, consciente de este hecho, fuera capaz de afrontar
con mayor habilidad y mejores recursos ese combate de corto plazo. Se
enfrentaban dos proyectos políticos con intereses y también con tradiciones e
ideas nítidamente opuestas.
Lo que caracteriza a una campaña electoral: La modalidad particular que
adquiere, en esos casos, la discursividad política y su forma de funcionamiento.
Un discurso político con objetivos electorales o, simplemente, que se produce y
difunde en ocasión de elecciones, posee o adquiere propiedades que lo distinguen
nítidamente de otros subtipos de discurso político.Es un error afirmar que todo
discurso político tiene como mira sus efectos ideológicos "inmediatos”.
Discurso donde la UD proclama a sus candidatos:
● Nombra conocidos personajes como la patria, la libertad y los héroes
nacionales.
● Todo en su discurso es previsible. No juzgan oportuno apartarse de ese molde
discursivo clásico; para ellos no hay otro discurso político posible que aquel
que se atiene a esas normas.
Perón:
● un político muy consciente de los riesgos y del poder de la palabra
● Se abstiene a leer en su discurso→comprende que hay que sacrificar virtudes de
la improvisación con un modus operandi discursivo que tenía la doble ventaja
complementaria de permitir pesar previamente cada palabra y a la vez de dar todo
su peso a los enunciados clave.
Acababa de concluir su 3ra gira por el interior del país → entendía que el voto
provinciano le sería en general favorable pero mucho menos asegurado le parecía
su triunfo en la Capital Federal. Lo que preocupaba a Perón era el no seguro
voto favorable de los sectores medios, predominantemente urbanos pero no sólo
capitalinos, del país. Perón se retiró al interior del edificio cuyo balcón
hacía las veces de tribuna y prosiguió desde allí su lectura, para evitar que el
bullicio popular entorpeciera la recepción radiofónica del discurso. Perón se
dirigía primordialmente a quienes no estaban en el acto.Esa inmensa minoría
invisible no estaba compuesta por la oligarquía ni por la gran burguesía: la
constituían en primer lugar las capas medias,esto es, el empleado, el maestro de
escuela, el profesional, el pequeño propietario, el técnico, el burócrata
subalterno, así como también algunos sectores obreros. Había que ganar
adherentes en esos grupos, seguramente capaces de decidir una elección
polarizada. → de allí el sacrificio —parcial— de las formas populares de
expresión, típicas del discurso de Perón.
sería simplista y falso afirmar que Perón destinó exclusivamente ese discurso a
las clases medias y a los sectores opositores o vacilantes. fue destinado a un
auditor múltiple y diversificado. Perón ganó las elecciones en el país. . . y en
la Capital Federal.
II. Acerca de la política del discurso de Perón
El discurso sufre variantes más o menos nítidamente relacionadas con las
transformaciones de la situación política argentina.Se distinguen al menos las
siguientes etapas de transformaciones de la discursividad peronista:
i) La etapa de "constitución" del discurso peronista,que comprende el período
que va desde fines de 1943 a mediados de 1945. Tiene una estrategia discursiva
diversificada donde Perón afirma posiciones divergentes y hasta opuestas.
ii) La etapa que llamaremos "populista" del discurso de Perón, y que se extiende
desde el comienzo de la campaña electoral (fines de 1945) hasta el fin de su
primera presidencia (1951). El discurso, primero militante, luego triunfante, de
Perón manifiesta durante esta etapa una unidad y sobre todo una tipicidad
claramente definidas.
A estas etapas suceden otras: iii) la correspondiente a los años de su segunda
presidencia, en la cual los elementos propiamente populistas de dicho discurso
van paulatinamente desapareciendo; iv) la larga —y, desde el punto de vista
discursivo, compleja— etapa del exilio; en fin, v) la etapa del retorno,
correspondiente a los discursos de su tercera presidencia. Por cuestiones de
análisis, Dipola se centra en las primeras dos, dejando el resto de lado.
Discurso de proclama inaugural de la recientemente creada Secretaría de Trabajo
1943.
● Referencias y metáforas organicistas: organicismo y el darwinismo, consagró lo
esencial de sus reflexiones a la cuestión del orden social .El modelo
biológico-evolucionista excluía todo "extremismo" revolucionario al mismo tiempo
que dejaba abiertas las puertas para una concepción flexible y pragmática del
accionar social, en el interior de la cual el conservadurismo y el reformismo
podían coexistir armoniosamente.
● Que los enemigos de Perón no se convencieron en absoluto de la sinceridad de
su "actitud conservadora".
● Las fuerzas armadas son definidas como una instancia exterior al juego
político y a las luchas sociales y, al mismo tiempo, como siendo "el pueblo
mismo". La ecuación, que dichos discursos sugieren, entre Estado, Ejército y
Pueblo coexiste con la afirmación de esta posición externa del militar respecto
a la política y a la sociedad civil. En tal sentido,el discurso peronista puede
ser adecuadamente caracterizado como la puesta en funcionamiento de la oposición
entre la exterioridad, nunca desmentida, y la interioridad a menudo afirmada,
entre el Líder y sus dirigidos.
● La situación dual de quien se autodefine como quien está al mismo tiempo
afuera y adentro.
● apunta a destacar la figura personal del caudillo, otorgándole a dicha figura
el papel de mediador privilegiado. Perón no viene a traer el escándalo al mundo:
viene por el contrario, munido de su autoridad de Jefe, a mediar un conflicto en
tren de agravarse, con el objeto de reestablecer el equilibrio de la balanza; su
misión fue siempre, y no sólo en 1973, una misión de paz.
Perón llega para hacerse cargo de otra llegada, imagen simétrica de la suya
propia la de los nuevos obreros que se trasladan a los grandes centros urbanos,
y a la Capital Federal en particular. → Esa irrupción social y política debe ser
asumida y canalizada por el sistema político: tal es la función de Perón.) (toda
conflictualidad es espuria: quien la promueve "no merece el título ni la
dignidad de ser argentino") y la misión de Perón, en la medida misma en que
propugna la "unión de los argentinos", debe situarse en un lugar trascendente
respecto de la política y descalificar a esta última. [P. 6 DE 13]
1RA ETAPA (fines de 1943 a mediados de 1945):
a) Aunque la mayoría de sus discursos están explícitamente dirigidos a sectores
o al conjunto del movimiento obrero, Perón no ha logrado todavía disipar la
desconfianza del sindicalismo tradicional con respecto a su gestión y a su
propia persona. Acusado de simpatías por el nazismo, Perón aparece al movimiento
obrero como un personaje ambiguo, sospechoso. Tampoco Perón habrá de
identificarse con la política del movimiento obrero. Sus discursos exaltan y
asumen la defensa de la clase trabajadora, pero también, no pocas veces, la
reconvienen y la amonestan, rozando a veces la amenaza pura y simple.
b) En un momento político donde el golpe de junio de 1943 está lejos de haberse
afirmado, trata como interlocutores en particular a las propias fuerzas armadas,
pero también a la iglesia, a la clase media y, en fin, incluso a los sectores de
la alta burguesía.
c) Perón, al tiempo que busca afirmar su presencia política personal, debe
hacerse cargo del hecho de que sigue siendo ante todo un miembro del gobierno en
plaza y hablar también "en nombre" y como representante de ese gobierno.Esto lo
lleva a su carácter contradictorio que se presenta en algunos rasgos:
i) En primer lugar, un "vaivén" permanente en lo relativo a la posición del
enunciador en casi todos sus discursos. Predominio de un nosotros institucional
para apelar a la unión de todos los argentinos y refiriéndose tácitamente al
gobierno. Desp un nosotros inclusivo que engloba tanto al emisor como a sus
interlocutores. Por último el uso de yo personal. Perón habla, en tales casos,
en su propio nombre, llegando en ocasiones a marcar una tenue separación entre
su persona y el gobierno del que forma parte. Este vaivén es constante en todos
sus discursos del período; el sujeto-enunciador se desplaza y se transforma sin
cesar, de una frase a otra y, a veces, en el interior de una misma frase.
ii) Hallamos la afirmación de posiciones divergentes. A veces, la Secretaría de
Trabajo y Previsión es definida como un organismo del estado, encargado de
mediar en los conflictos entre patrones y obreros; otras veces, es presentada
por Perón, simplemente, como la "casa de los trabajadores" (y denegado su
carácter de institución estatal). Incluso afirma que “esta casa no es sólo de
los trabajadores” sino de todos los argentinos que buscan justicia”. Oscila
entre diferentes definiciones.
Un ejemplo de oscilación del nosotros inclusivo: discurso pronunciado en la
Bolsa de Comercio de 1944. Fue uno de los discursos menos eficaces de Perón. Por
un lado el "inclusivo", mediante el cual, como diría Althusser, Perón
interpelaba a la gran burguesía, no fue reconocido por esta última. Las
afirmaciones que figuraban en dicho discurso no tardaron en llegar a
conocimiento de los sindicatos, que mostraron su inconformidad.
Esta primera etapa se caracteriza por tener un discurso basado en una suerte de
pragmatismo inmediato que afecta su coherencia, le resta fuerza y pone, al
contrario, de relieve, afirmaciones y tomas de posición dispares. De un discurso
por lo demás carente todavía de un sujeto, de un interlocutor y de un adversario
claramente definidos.
2DA ETAPA (fines de 1945 hasta 1952):
A partir del comienzo de la campaña que culminará con el triunfo electoral del
24 de febrero de 1946, el discurso de Perón adquiere una tipicidad y figuras
definidas. Perón ha dejado de pertenecer, de hecho, al gobierno de entonces.
Perón se sabe libre de manos (a nivel institucional) y puede, sin reticencias ni
artificios de ninguna especie, hablar en su propio nombre. A partir de su
triunfo electoral, actúa —y habla— como si ya estuviera en posesión de su cargo.
Habría que distinguir dos subetapas:
● la primera a la campaña electoral y la segunda al ejercicio efectivo del
gobierno nacional.
Sin embargo Dipola hace hincapié en la unidad y continuidad de los rasgos que
caracterizan a sus discursos durante toda esta etapa:
a) En los discursos de esta fase hay un predominio masivo y desprovisto de
ambigüedades, del "nosotros" y sobre todo del "yo" personales; disminuye en la
misma medida la utilización del "yo" y el "nosotros" institucionales. Cuando el
"nosotros" es empleado asume sistemáticamente la forma de un "nosotros"
inclusivo que engloba al enunciador (Perón) y a las "masas trabajadoras" (el
pueblo). No tienen ya cabida, en esta etapa, los sospechosos desplazamientos que
afectaban a ese "nosotros" inclusivo en el período anterior. Perón ha definido
ya sin equívocos a un destinatario (y a un aliado) privilegiado.
b) Cambiarán asimismo las modalidades de interpelación del alocutario: las
variadas expresiones utilizadas en los discursos de la etapa precedente (por
ejemplo, "compatriotas", "pueblo de la patria", "conciudadanos", "señores",
etcétera) se sustituirán, asumiendo un carácter casi proverbial, por la fórmula
"compañeros".
c) adoptan de más en más las formas de hablar populares. vocablos propios del
lenguaje familiar y Perón recurre abundantemente a metáforas deportivas (por
ejemplo, partido de campeonato"), a refranes, a anécdotas, generalmente
humorísticas y , en fin, a variadas formas de expresión coloquiales.
d) Hay dimensión específicamente polémica de los discursos con estos rasgos:
i) 1a descalificación de las formas de de discursividad del adversario. (lo que
dijo antes de uso coloquial para referirse vulgarmente a la oposición)
ii) Reapropiación de ciertos símbolos levantados por el discurso opositor.P. ej.
símbolo democracia. apropiación- rearticulación de determinadas significaciones
“positivas” pertenecientes a este último.
iii) Planteo y reafirmación constantes de la oposición entre "oligarcas" y
"descamisados''. Este elemento que condensa elementos populares y el anti status
quo, es el eje del discurso polémico de Perón, y también de Eva Perón. La
oposición en cuestión se va tornando, desde los inicios de la década del 50,
cada vez menos frecuente en el discurso peronista, hasta desaparecer por
completo.
Su discurso se presentaba de hecho como un discurso de oposición, como el
discurso de alguien que se propone romper con el continuismo de la política
tradicional. Aquello que Perón lograba con notoria eficacia —descolocar
permanentemente al discurso opositor-—¦ era intentado, aunque sin éxito, también
por este último con respecto al discurso peronista. En primer lugar, poner de
relieve la eficacia de la fórmula peronista. En segundo lugar, hacer efectiva
una operación que el propio Perón debía, casi, agradecer a sus adversarios:
desplazar la contienda al plano de las figuras personales de los
candidatos.Perón, sólo podía tener como resultado hacer resaltar, por contraste,
las cualidades individuales de este último: todas aquellas que el propio Perón
se empeñaba en valorizar a través de su estrategia discursiva. Colocándose en el
terreno mismo en que Perón planteaba el combate, la Unión Democrática se
descolocaba a sí misma. Los electores votarían, o bien por la UD, o bien por
Perón; nunca votarían especialmente a Tamborini.
En esta segunda etapa el discurso de Perón reúne coherentemente los rasgos
populistas qué fueron siempre, o casi siempre, los suyos, articulándose a un
proyecto ideológico político que apunta a lo que cabría llamar un "transformismo
progresivo" de la sociedad argentina. Las constantes de dicho discurso, y en
especial su preocupación por el orden social, permanezcan intactas. En este
contexto se sitúa el discurso del 12 de febrero de 1946.
III. Braden o Perón: el discurso de la ideología argentina
Al comienzo la construcción discursiva de un destinatario múltiple,
diversificado. Dipola va a abordar los puntos siguientes:
a) Analizar en primer lugar de qué modo, en función de qué dispositivos y
mecanismos, el discurso en cuestión constituye e "interpela" a esos
destinatarios o lectores implícitos;
b) qué conclusiones teórico-metodológicas podemos extraer de lo anterior, en lo
relativo al análisis ideológico de los discursos políticos y
c) En 3er lugar qué podemos inferir acerca del sentido ideológico del discurso
del 12 de febrero de 1946 y más generalmente del discurso populista peronista.
EN EL PTO 1: se presenta como dirigido privilegiadamente a* la clase obrera, se
empeña en poner de relieve aspectos complementarios: a)la no ecuación entre
"clase obrera" y "argentino", lo cual conlleva la valorización positiva del
argentino no obrero; b) el hecho de que el discurso está dirigido a los
"argentinos de buena fe", y no sólo a los obreros. Presenta diferentes
modalidades:
a) Al nivel de los dispositivos interpelativos: a colectivos designados
alternativamente como "trabajadores pero al mismo tiempo, se pone cuidado en
aclarar que esos sectores no son todo el país, ni sólo ellos serían permeables
por principio "a la verdad de nuestra causa". Para ello, basta "con ser
argentinos y nada más "argentinos", con ser "hombres de buena voluntad", pero
también sectores medios e incluso capitalistas que actúen como "elemento activo
de la producción y [contribuyan] al bienestar general".El llamado de Perón es
plural: nadie tiene nada que temer si responde positivamente a él, salvo, claro
está, la oligarquía y sus partidarios de la UD.
b) Al nivel de recurrencias temáticas: sobresale la exaltación de ciertos
símbolos y valores nacionales tradicionales, a los cuales serían positivamente
sensibles no sólo los obreros sino el conjunto de los sectores de la sociedad
argentina. Valores de democracia y nacionalismo. → la exaltación reiterada de lo
(auténticamente) "criollo".
c) Componente "polémico" del discurso: con esta última expresión queremos
referirnos a la puesta en escena discursiva de las oposiciones, antagonismos,
contradicciones. El discurso de febrero de 1946 está polémicamente construido
alrededor de dos ejes de oposición relativamente diferenciado:
i) Oposic oligarquía vs. Pueblo: Procurando en una primera instancia anular la
no equivalencia entre ambas contradicciones, el discurso de Perón hace lo
necesario para dar primado a la segunda. El antagonismo oligarquía vs. pueblo
afirma y reitera la defensa de la clase trabajadora contra la "opresión
patronal", contra la "oligarquía".Se trata en suma de la escenificación de un
antagonismo entre fuerzas que, aunque marcadas por lo político, son
eminentemente sociales e incluye la lucha entre la justicia social y la
injusticia social. Se trata de una oposición "interna", en la cual las
referencias principales remiten a problemas de carácter nacional: de una
oposición "doméstica".
ii) Oposic Braden vs. Perón: ¿Quién es, en el discurso de Perón, el señor
Braden? Sin duda, un individuo repudiable, una suerte de síntesis de todos los
vicios y maldades: Se trata de un individuo dotado de poder y hasta de un cierto
talento maquiavélico y jefe verdadero de la Unión Democrática"; es quien
"subordina a la prensa y a todos los medios de expresión del pensamiento”. Perón
habla siempre en su propio nombre, "sin ostentación ni gritos" y sólo puede
defender su candidatura mostrando su trayectoria personal y sus ideas; Braden se
mueve esencial si no exclusivamente en virtud de su naturaleza perversa y con
vistas a sus intereses y ambiciones personales. Cuenta, en cambio con el apoyo
de la oligarquía y sus representantes políticos (la UD) ... así como Perón
cuenta con el apoyo del pueblo. Ahí la doble ecuación que plantea el discurso:
1) Unión Democrática = oligarquía. = BRADEN
2) Clase trabajadora y argentinos "honestos" = pueblo == PERÓN
O, dicho de otro modo, que lo ideológico, en tanto huella de las condiciones
sociales de producción y/o de recepción de un discurso, debe ser buscado en
todas partes, es decir, en cualquiera de los niveles.
Se articulan en el discurso sus huellas ideológicas.Ya hizo referencia a los
tres registros (estructura interpelativa, recurrencias "temáticas" y
planteamiento de los antagonismos básicos), en los cuales esas huellas —o al
menos las principales— se manifiestan.
a) huellas" que remiten a interpelaciones converge hacia la definición-
constitución de un sujeto político que, pese a estar privilegiadamente marcado
por el componente "clase obrera", excede y por lo mismo engloba a esta última.
última. Con otras palabras, dicho sujeto político no es sólo la clase
proletaria: es (obviamente) el "pueblo". El planteo del antagonismo principal:
la constitución del sujeto pueblo es indisociable de la definición de su enemigo
histórico. En particular, la primera parte del discurso está dedicada a
caracterizar a ese enemigo y a precisar la naturaleza del antagonismo en
cuestión. En cuanto a la naturaleza del antagonismo es, por así decir, doble: se
trata, por un lado, de una contradicción social que enfrenta a los desheredados,
los humildes, los productores contra quienes los oprimen y explotan; pero se
trata también de una contradicción entre lo nacional y lo antinacional.
b) El discurso que comentamos, en los tres registros antes distinguidos, toma
cuidado de recapturar la virulencia potencial del dispositivo descrito en 1.
insertándose en el interior de ciertos límites perfectamente definidos. Así, en
primer lugar, la reivindicación del pueblo va apareada con la reiterada
afirmación del necesario papel regulador del estado; en segundo lugar, el
planteamiento del antagonismo principal conlleva la reducción de dicho
antagonismo a la oposición entre dos jefes: Perón, jefe máximo del movimiento
popular, y Braden. El segundo mecanismo refuerza al primero: Promoción, pues, de
lo popular, enfrentamiento a la oligarquía, socialmente injusta y políticamente
no soberana encuadrado en una lógica según la cual el poder estatal, con su
legítimo e indispensable papel regulador, con su derecho jurídicamente
establecido y políticamente indiscutible de asumir y representar la soberanía
nacional y con su papel, no menos indiscutible, de garante de la paz y del
orden, constituye el horizonte absoluto en el cual deben encuadrarse las
demandas populares y las reivindicaciones y valores nacionales.
si el punto a) refiere a la dimensión "nacional-popular" inscrita, sin lugar a
dudas, en el discurso del 12 de febrero, el punto b) manifiesta por su parte la
dimensión "nacional-estatal" de dicho discurso, planteando a esta última como el
insuperable límite de la primera.
PORTANTIERO - ECONOMÍA Y POLÍTICA EN LA CRISIS ARGENTINA 1958-1973
I. El “empate” argentino
La única carencia del orden político en Arg: La certeza sobre la incapacidad que
muestran las clases dominantes para construir alguna forma de dominación
legítima sobre una sociedad progresiva y dramáticamente desintegrada en
círculos. → Durante las dos últimas décadas en el país, como motivados por la
lógica de un empate entre fuerzas alternativamente capaces de vetar los
proyectos de las otras, pero sin recursos suficientes como para imponer de
manera perdurable los propios. Esta situación de “empate hegemónico” dio lugar a
la presencia de un Estado progresivamente aislado de la sociedad. Va más allá de
lo cultural→La inestabilidad Crónica de Argentina, su condición de sociedad
ingobernable, sólo podrá ser entendida con complejas relaciones económicas,
sociales y políticas estructuradas a fines de los 50’s.
El derrocamiento de Perón en 1955 es el cierre de un ciclo histórico. En lo
político se rompe la alianza de intereses de las FFAA, el Sindicalismo y las
corporaciones que representaban al capitalismo nacional. Esta alianza manifiesta
contradicciones entre sí y por ende el bloque populista entra en descomposición.
A partir de su caída ninguna experiencia gubernamental logró satisfacer los
requisitos mínimos necesarios para sostener un orden estable. Faltó una ecuación
política capaz de articular la sociedad con el Estado.
Frondizi (electo 1958, derrocado en 1962) complejiza las contradicciones entre
clases y sus fracciones. Los rasgos de “empate” se agudizan. El periodo anterior
(de 1955 a 1958) fue de transición: un intento provisional y defensivo de las
clases dominantes de poner orden. Recuperarse, en especial la clase agraria, del
nacionalismo y de desarmar el sindicalismo. Sueño de volver al pre-peronismo.
Desintegró los mecanismos político-sociales que el nacionalismo popular
estableció y desarticuló la participación política de los sindicatos como
interlocutores de elaboración de proyectos sociales. Entre 1955 y 1958 se ponen
las bases para el proyecto que Frondizi impulsará: La sustitución de trabajo por
capital en el desarrollo industrial. Un desarrollismo que consumará en lo
económico. Estimula ingreso masivo extrajero en la industria y por ende, los
problemas se expresarán en lo político en lo que Portantiero denominará una
crisis de hegemonía: Incapacidad de un sector que deviene predominante en la
economía para proyectar sobre la sociedad un orden político que lo exprese
legítimamente y lo reproduzca. La irrupción de una fracción que pasa a controlar
núcleos de la economía altera el interior de la burguesía y redefine las
relaciones globales de las bases dominantes y dominadas. Este desplazamiento
también planteaba nuevas características de la evolución del ciclo económico, lo
que complicó más el alineamiento.El “empate” político entre los distintos grupos
se articularía en una situación de poder económico compartido que se desplaza a
la burguesía agraria pampeana (proveedora de divisas y por lo tanto dueña de la
situación en los momentos de crisis externa) y a la burguesía industrial,
volcada al mercado int+erior. Según cual sea el momento del ciclo dependerá de
las alianzas que tiendan a establecerse.
ciclo: devaluación → aumento de precios industriales y del salario real → hasta
que la burguesía agraria precipita la crisis de balanza de pagos → devaluación.
recomienza el ciclo.
La presencia de características erráticas proviene de cuando post 1930 Argentina
pierde su condición de "partner'; privilegiado de Gran Bretaña. Parece quebrarse
este ciclo únicamente en 2 WW, primera postguerra y en los años 1964-1970 con la
Revolución Argentina. Esta forma de acumulación explica la imposibilidad
hegemónica, dadas las recurrentes dificultades que enfrentan para elaborar una
coalición estable las capas más concentradas de las burguesías urbana y rural.
Distintas fracciones buscan dar un vuelco a la situación, tratando de montar un
modelo de acumulación alternativo: son intentos de ruptura del "empate" que
pretenden modernizar la estructura del capitalismo. Dos ejemplos: Vasena y
durante el gobierno de Perón con Gelbard. Ambos fracasaron. Esos intentos
hegemónicos de distinto signo resultaron, finalmente, quebrados. Una y otra vez
el Estado fue desbordado por la Sociedad y la posibilidad de un Orden Político,
cancelada nuevamente. En la Rev Argentina (1966-1973) se puso en marcha el
experimento más coherente y en las mejores condiciones de factibilidad
desplegado por la fracción dominante en la economía para superar el "empate" a
su favor y transformar su predominio en hegemonía. Pese a que, en líneas
generales, las condiciones económicas, nacionales e internacionales, trabajaban
a su favor, el proyecto no pudo superar los obstáculos que se le interpusieron
por las características del sistema político.
No caben dudas que el "empate" político en Argentina está articulado con el
empate social y en ese sentido resultan insustituibles los análisis de las
causas estructurales de esa capacidad de bloqueo diseminada en la sociedad que
provoca, desde hace tanto tiempo, un efecto melancólico sobre el Poder. Pero lo
que interesa especificar es el modo con que ese complejo proceso se expresa en
el nivel mismo de las fuerzas sociales que actúan en el Sistema Político: esto
es, cómo esa Restructuración entre Sociedad Civil y Estado influye sobre los
comportamientos de los distintos actores:
● FFAA: tensionadas permanentemente entre el nacionalismo y el liberalismo,
nunca despojadas del todo de los sueños populistas que en los cuarenta elevaron
al coronel Perón. A la vez ejes sociales de una coalición con la burguesía
industrial.
● Part. Políticos: inconsistentes como ordenadores potenciales de la hegemonía,
pero aptos para representar el "sentido común" de las capas medias, tanto
urbanas como rurales.
● Organizaciones corporativas empresarias y le tecnocracia: no siempre exitosos,
sin embargo, en hallar las vías para vehiculizar coaliciones estables con otros
factores de poder y, a partir de allí, reconstruir a un Estado desde hace tanto
tiempo superado por las presiones cruzadas que vienen desde la sociedad.
II. Los preludios del Cambio
Entre 1962 y 1963 recesión y crisis de balanza de pagos. Llevó al derrocamiento
de Frondizi, encendiendo los fuegos del más virulento antiperonismo. Entre 1955
y 1956 el desarrollismo propone la resurrección de la “Revolución libertadora”
que había desalojado a Perón del poder. Pero la sociedad argentina había
empezado a cambiar y había consolidado ciertos puntos de no retorno en la
estructura de la economía y de la sociedad argentinas. Durante ese periodo se
consolidaron las bases para la consolidación en la esfera de la producción de un
nuevo actor social, el capital extranjero radicado en la industria, quién
logrará reestructurar a su favor las relaciones de predominio, donde la
burguesía industrial local deberá amoldarse a sus decisiones y la
tradicionalmente poderosa burguesía pampeana será desplazada de su posición de
liderazgo, aunque sin perder su capacidad de presión, poderosa sobre todo en los
momentos de crisis.
Al impulso de una ola de inversiones extranjeras directas en industrias y
servicios, la estructura urbana productiva se internacionalizó y oligopolizó,
modificando rápidamente las relaciones de fuerza en la sociedad. 1958, fecha de
la promulgación de la ley de inversiones extranjeras presentada por Frondizi →
mejora de industrias químicas, petroquímicas y derivados del petróleo, material
de transporte, metalurgia y maquinarias eléctricas y no eléctricas con capital
extranjero norteamericano. Contribuyó a remodelar la economía nacional a través
del negocio de las exportaciones agropecuarias, de la presencia subordinada de
una industria local productora de bienes de consumo no durable y de un Estado
empresario que controlaba buena parte de los servicios, como herencia de la
administración peronista. Pero lo que más interesa a Portantiero es la
modificación generada en el perfil social y regional de las relaciones de
fuerza, junto con el estímulo que significaron para la emergencia de nuevos
grupos alrededor de las esferas de poder y para la modificación de
comportamientos en algunos estratos tradicionales.
Destaquemos algunos elementos nuevos implantados durante el "desarrollismo"como
datos estructurales.
1. Primero, la concentración de las inversiones (y por lo tanto de las nuevas
industrias) en la Capital Federal y su periferia. Córdoba sufrió más el cambio.
2. Segundo, las variaciones en la distribución del ingreso que beneficiaron
sobre todo a los sectores medio y medio-superior, en detrimento de los tramos
inferiores, pero también de los superiores.
3. Tercero, la mayor heterogeneización de la clase dominante, manifestada en lo
que ha sido calificado como proceso de "diversificación del liderazgo
empresario”, que complejizó notablemente la trama de acuerdo-oposición de
intereses en el interior de la burguesía, tanto urbana como rural.
4. Cuarto, las modificaciones operadas, en una primera etapa, en la composición
interna de la fuerza de trabajo a través de diferenciaciones salariales nítidas
a favor de los trabajadores de las ramas dinámicas.
Esta modernización no evitó la reaparición de la crisis externa en 1962.
Derrocado Frondizi en marzo de 1962, un representante de la burguesía agraria
tradicional, Federico Pinedo, ocupó el ministerio de Economía y usó al
liberalismo económico para planes antirecesivos. Pero los cambios económicos y
sociales eran muchos. Se entra en un periodo de casi dos años de crisis política
constante, que sólo se zanja por vía militar: por primera vez en la Argentina
moderna, llegan a producirse enfrentamientos armados violentos entre fracciones
del Ejército y de la Marina. Finalmente se convoca a elecciones, aunque con la
proscripción del peronismo, y a fines de 1963 asume el gobierno Arturo Illia.
Entre 1958 y 1962 hubo un gobierno provisional de José María Guido que sucedió a
Frondizi. si de la experiencia de Frondizi surge una Argentina remodelada, de la
crisis posterior a su derrocamiento, desatada por quienes se le oponían desde la
nostalgia por el pasado, madurarán protagonistas que intentarán una modificación
sustantiva de las relaciones de fuerza políticas e ideológicas vigentes hasta
entonces. En este nivel opera lo que podríamos llamar la "burguesía
internacionalizada" que se irá transformando con progresivo intento por
proyectar ese predominio económico en hegemonía política.
El impulso modernizante del desarrollismo comenzó a mover a una capa
tecnoburocrática directamente ligada con los nuevos procesos de acumulación
capitalista en todas sus esferas; intelligentsia. esta capa tecnocrática (a la
que llamaremos el nuevo "Establishment") comenzará ya en época de Guido a
proyectarse hacia la función pública, desplazando a los viejos políticos y
abogados ligados con otras formas de acumulación (y de representación) que
pasaban a ser subordinadas. Expansión cientificista. Este movimiento hacia la
modernización política, que envolvía como principal derrotado al sistema
tradicional de partidos, involucró el ascenso de otra fuerza social, arrinconada
desde el derrocamiento de Perón en 1955: la Burocracia Sindical. En 1961
Frondizi devolvió a los sindicatos el control de la Confederación General del
Trabajo, intervenida por el Estado desde hacía seis años. Este acto del
desarrollismo habría de permitir que en los ásperos conflictos desencadenados
durante el gobierno provisional de Guido, las organizaciones gremiales
reaparecieron como grupos de presión: son esos los años en que comenzará a
gestarse en el interior del sindicalismo peronista la corriente llamada
"vandorista" (por Vandor, líder del gremio metalúrgico) dispuesto a
autonomizarse de las indicaciones tácticas que Perón disponía desde su exilio y
a construir un embrión de proyecto político-gremial de estilo "laborista",
capacitado para negociar directamente (esto es, sin la mediación de Perón) con
los otros factores de poder. Esto coloca a las organizaciones corporativas
empresariales como articuladoras de proyectos de mayor alcance en búsqueda de
intereses económicos directos. Es alrededor de ellas que se nuclea la
tecnoburocracia, como asesora y redactora de programas tendientes a la
constitución de alianzas con otras fuerzas sociales.
A estos actores —"Establishment", Burocracia Sindical, Organizaciones
Empresarias— debe sumarse la modificación operada en el comportamiento de las
Fuerzas Armadas. Esta modificación no se produjo sin conflictos: hubo
enfrentamientos militares en 1962 y 63 y se derrotaron las direcciones militares
que representaban la ilusión del retorno a una situación como la de 1943. Habían
sido esos oficiales los que finalmente decidieron el derrocamiento de Frondizi y
los que impulsaron, en la primera etapa del gobierno de Guido, las políticas
favorables a la burguesía agraria. Pero esa orientación de los militares —fuerte
sobre todo en la Marina— comenzó a ser cuestionada. Tras dos choques
sangrientos, otra generación se consolidó en el liderazgo de las Fuerzas
Armadas. Puso al Gral. Onganía como su primer líder que creía que las Fuerzas
Armadas debían ajustar su comportamiento a esa flamante complejidad
post-desarrollismo.
Por las presiones, el Gobierno de Guido no pudo llegar a ser sino un híbrido,
pero, a la vez, implicó una primera puesta a prueba de las articulaciones
políticas necesarias para la realización de un nuevo equilibrio de fuerzas
acorde con los cambios que se estaban produciendo en la sociedad. Al fin de su
gobierno se demostró que la nueva fórmula de poder no estaba madura aún: de tal
modo los Partidos Políticos —que aparecían como los principales derrotados
históricos de ese proceso de modernización capitalista— retomarían, por vía del
más tradicional de todos ellos, el control del gobierno con apenas un 25% de los
votos del electorado.-->Asume Illia de la UCR. Illia y los viejos políticos
duraría menos de tres años. Es que habían sido triunfadores ocasionales, que
ocupaban un vacío temporario dice Portantiero.
Illia quiso recrear un modelo de gobierno tradicional, respetuoso hasta el fin
de las pautas de la democracia liberal, construido sobre la imagen republicana
anterior a los años 30. Fue pacífico: gobernó sin Estado de Sitio y sin presos
políticos; garantizó las libertades básicas y hasta pudo tener arrestos de
dignidad nacional en sus relaciones con los Estados Unidos. Su modelo era
Hipólito Yrigoyen, pero se confundió al creer que la Argentina que él gobernaba
y el mundo en el que ella estaba incluida, eran los de la década del veinte.
Superada la crisis económica de los años 62/63, la economía argentina entra en
un ciclo largo de recuperación. coyuntura internacional que iba a favorecer los
precios de los productos argentinos en el mercado mundial y que eliminaría, por
un largo período, el déficit en la balanza comercial.la salida de la crisis del
62 y el 63 señalaría también pautas diferenciales, que enmarcarán al modelo
político que intenta la "Revolución argentina". Desde 1964 hacia adelante
(nítidamente hasta 1971) el proceso económico de Argentina se caracteriza por:
1. Crecimiento ininterrumpido del PBI, sin ningún año de recesión;
2. Crecimiento sostenido del producto industrial;
3. Aumento de la capacidad del sector industrial para ocupar mano de obra;
4. Participación de las grandes empresas de las ramas vegetativas (nacionales o
extranjeras) y de las medianas empresas de las ramas dinámicas (nacionales o
extranjeras) junto con las grandes empresas extranjeras de las ramas dinámicas,
en los mayores crecimientos del monto de ventas;
5. Atenuación de los ciclos originados en el sector externo, lo que permitió
superar, sin graves consecuencias, las "minirecesiones" de 1966-67 y 1971-72;
6. Estabilidad en los patrones de distribución del ingreso y progresiva
atenuación de las diferenciaciones internas dentro de los asalariados, luego del
brusco ascenso de los índices de dispersión en la primer etapa de instalación
masiva del capital extranjero en la industria ;
7. Descenso del nivel de desocupación.
El gobierno de Illia no frena esas tendencias, pero tampoco las impulsa. A sus
espaldas se está produciendo la consolidación de una nueva realidad en la
economía y en la sociedad. La incapacidad de Illia para responder a las
exigencias del sistema económico provocará su prolija caída el 28 de junio de
1966. El derrocamiento del radicalismo, el más antiguo partido político de la
Argentina, arrastraba tras sí, simbólicamente, a la totalidad del sistema de
representación en el que estaba incluido.No estaba en la capacidad del viejo
sistema de partidos asumir esas tareas: es a ese cuello de botella político que
el golpe de junio intentará poner fin.
El tiempo de la euforia: Onganía-Krieger Vasena
Desalojar a Illia no implicaba desactivar un riesgo grave de "izquierdismo" o
"populismo": el objetivo del movimiento debía ser la modernización del país, la
grandeza de la Nación, la elaboración de un "modelo argentino" destinado a
reemplazar al caduco proyecto puesto en marcha a fines del siglo XIX. Se los
llamó la Junta Revolucionaria al Pueblo Argentino". Las Fuerzas Armadas no
podían contar con el viejo sistema de partidos. Parecía en cambio posible
edificar las bases de un nuevo modelo político a través de la incorporación cuya
cadencia debía ser decidida por una conducción centralizada y autoritaria, de
otros actores, precisamente aquellos cuya presencia era el resultado del proceso
de modernización capitalista operado desde 1959. Tal como el vencido Illia,
portavoz del sistema de partidos, tampoco Ongania pudo —aunque por razones
opuestas— "sintetizar" al nuevo país, reconstruir la hegemonía. Y el fracaso no
fue ,de ningún modo, resultado de causas inmediatamente económicas.
Era pedirle al Estado que con sus propios recursos solucione los pedidos de la
sociedad: estaba más allá de sus capacidades. Expuesto a las demandas
alternativas de las distintas coaliciones de fuerzas sociales,ese Estado es
demasiado vulnerable, pese a la imagen en contrario que podrían proponer las
recurrentes caídas en el autoritarismo. el aparato estatal no posee una capa de
funcionarios autónomos, de "policy-makers", capaz de proponer metas y ejectuar
proyectos, de controlar efectivamente a la sociedad, de fundar un Orden
Político. Esta nula tradición de Estado fuerte no pudo ser revertida por Ongania
pese al celo "reglamentarista".la fórmula de poder que intentó establecer la
"Revolución argentina" se fue desvaneciendo frente al vigor que siguieron
demostrando, como articuladores de intereses sociales. En 1973, tras tres años a
la defensiva, los militares que en 1966 habían proclamado la refundación del
Estado como objetivo primordial, debieron ceder el gobierno al peronismo
triunfante en las urnas.Durante su paso por el poder no sólo no habían resuelto
sino que habían agravado la crisis hegemónica: es en 1969 que se desata el
"cordobazo". Por fin, será Perón, el proscripto por veinte años, quien retornará
triunfalmente acompañado por los sindicatos, los partidos políticos, la juventud
radicalizada, la tecnoburocracia nacionalista y las organizaciones corporativas
del capitalismo nacional, frente a un Ejército desalentado, al "Establishment"
en derrota y al capitalismo trans nacional ausente de la coalición en el poder.
Los ideólogos de la "Revolución argentina" intentaron esquematizar sus objetivos
a través de una dialéctica de "tres tiempos" sucesivos: el "tiempo económico",
el "tiempo social" y el "tiempo político". Esto se traduce en dos etapas: una
primera, de Acumulación (de riqueza y poder) que supone el sostén del
autoritarismo militar a la reestructuración económica operada en favor de los
sectores modernos del capitalismo y una segunda, de Distribución, en la cual,
diferencialmente, se abrirían las compuertas para la repartición de la Riqueza
acumulada y se regularían formas controladas de apertura en el sistema de Poder.
Buscaba consolidarse en la Argentina era una oligarquía
político-militar-empresaria, empeñada en asegurar el proceso de
industrialización a través de grandes inversiones en la infraestructura y
dispuesto a contener, por lo tanto, las prematuras presiones de los sectores
populares. La totalidad del período 1966-1973 puede ser nítidamente fragmentada
en tres etapas, aunque ellas distinguen mucho de la tripartición ideal propuesta
por los militares en su hora de gloria. Ellas serían:
1. 1966-1970: intento de estabilizar una modificación en el modelo de
acumulación, en la relación de fuerzas sociales básicas y en el modelo político;
2. 1970-1971: intento de formular un modelo con mayor participación del
capitalismo nacional, pero bajo los mismos moldes autoritarios;
3. 1971-1973: intento de "salida" para la situación, mediante la congelación de
la iniciativa estatal sobre la economía y la pretensión de controlar el futuro
modelo político.
Rev Argentina arranca con una ofensiva hegemónica con el ingreso a fines de
1966, de Adalbert Krieger Vasena, como representante del "establishment"
tecnoburocrático y de la gran burguesía urbana, en el ministerio de Economía.
Entre 1969 y 1970, el predominio del capital monopolista industrial se
transforma en hegemonía dentro del bloque dominante y el capital nacional y la
burguesía agraria debieron subordinarse a él.
DENTRO: FFAA, el Gran capital y el Establishment y POR FUERA a Part. Políticos y
organizaciones corporativas del capitalismo nacional. En una zona intermedia, la
burocracia Sindical era alternativamente golpeada y tentada a la participación
con condiciones.
Los Partidos Políticos, como categoría institucional, suponen la vigencia de un
sistema particular de toma de decisiones.Necesitan de parlamento y de consulta
electoral periódica para su funcionamiento. Ambos elementos conforman el único
espacio donde confluyen múltiples intereses particularistas: las clases y
fracciones de clase económicamente subordinadas pueden llegar a predominar
políticamente. Tb incluye al gran capital, pero la condición de su presencia es
la del compromiso permanente e intereses universalistas.En cambio un proyecto
hegemónico no pasa por ese escenario propio del capitalismo competitivo: se
desplaza hacia otros centros de decisión: la tecnoburocracia estatal, las
Fuerzas Armadas, aún la burocracia sindical, con la que está relacionada á
través de la negociación económica. La crisis de las instituciones
parlamentarias y del sistema de representación de intereses por los partidos
lleva a la nueva lógica y fase de acumulación de capital y buscó subordinar a
ese mercado político desajustado con respecto al mercado económico.
Estas características socio-culturales que apuntalan el hoy desfalleciente pero
no muerto pluralismo de la sociedad argentina —y que impidieron a las fracciones
superiores de las clases dominantes construir una derecha política
moderna—obligan a un arrasamiento de la
representación partidaria cada vez que la fracción predominante en la economía
busca estructurar un orden hegemónico, reemplazándola por la emergencia de las
Fuerzas Armadas, como eje posible de una nueva coalición. Expresivos de una zona
intermedia en las relaciones de fuerza, los partidos políticos aparecen como una
institución ejemplar del "empate": incapacitados como ordenadores de ninguna
hegemonía estable, son instrumentos eficaces para bloquear la posibilidad de
salidas alternativas.
La disolución de todos los partidos políticos crea, sin embargo, un hecho
inédito: por primera vez desde 1955 el peronismo sale de su aislamiento, al
compartir con el resto la situación de exclusión. Con una ventaja diferencial:
al no ser desarticulados los sindicatos, mantenía un canal de expresión del que
carecían los demás partidos.
En 1967 Krieger Vasena anunciaba la nueva política. Lo que buscan las
autoridades del país es evitar la transferencia de ingresos en gran escala de
unos sectores a otros. Dentro de cada sector se desea premiar a los más
eficientes y que este premio sea el resultado de su propio esfuerzo. Supone la
la eliminación de lo periférico, de lo "artificial".En tanto el ciclo
industrializante posterior a la crisis de 1930 permitió la coexistencia de
distintas fracciones de la clase dominante, el nuevo modelo supone, en cambio,
tensiones y rupturas graves en el interior de los sectores propietarios. Al
interior de la burguesía la "racionalización" de Krieger Vasena implicó una
transferencia en la distribución de la plusvalía en perjuicio de los sectores
medianos y pequeños del capitalismo urbano así como de los propietarios de
tierras de la zona pampeana, proceso al que se superpuso un corte regional
caracterizado por un flujo permanente de ingresos en favor del Litoral y en
detrimento del Interior.El plan organiza, por lo tanto, una carrera contra el
tiempo y su éxito su fracaso dependen de la fortaleza del Estado para controlar
la velocidad del movimiento de dos factores: el rechazo al proyecto por los
perjudicados y la recolección de los frutos implícitos en sus metas
desarrollistas, para permitir los necesarios reajustes consensuales. En la
Argentina, el primer factor desbordó la capacidad de contención del Estado,
obligando, desdé mediados de 1969, a un repliegue del proyecto hegemónico. la
"Revolución argentina", de ningún modo puede decirse que el detonante haya sido
la irrupción del "elemento económico inmediato". Muestra éxito en el
cumplimiento de las metas del plano hasta 1971 (aumento del PBI, del PBN, etc)
Lo que los años 69 y 70 marcan es algo más profundo: la emergencia de la
emergencia de una crisis social, cultural y política, una verdadera crisis
orgánica, por medio de la cual la sociedad avanzaba sobre un Estado que, pese a
su autoritarismo (o porque sólo se sostenía sobre el autoritarismo) iba a ser
nuevamente desbordado.
El principal fracaso del plan Krieger Vasena consistió en que la élite militar y
política encabezada por Onganía no pudo superar la crónica crisis estatal
argentina.En tres años había logrado poner cierta distancia con la sociedad,
librarse del metralleo de las presiones cruzadas colocándose al servicio del
proyecto hegemónico de una fracción, la más moderna, del capitalismo, pero ese
aislamiento no sirvió para incrementar su poder relativo: no distinguió al
Estado como un interlocutor dotado de peso propio para intervenir en la
ordenación de la fragmentada sociedad civil. La inexistencia de tradición
estatal no pudo ser revertida. la única alternativa al desorden económico es la
continuidad del plan.Esta decisión es la que el Estado no pudo implementar en la
Argentina: la crisis social y política arrastrará a su caída al autoritarismo
militar de Onganía y planteará la recreación de las condiciones del "empate". Su
objetivo declarado era poner en marcha un programa antiinflacionario—requisito
básico para el cálculo económico racional de las grandes empresas—, pero que a
diferencia de ensayos anteriores fuera expansivo y no recesivo, a partir de una
firme política de ingresos manejada por el Estado. Mecanismos:
1. En primer lugar, no se trasladan a la gran burguesía agraria exportadora los
beneficios de la devaluación del peso dispuesta sino al Estado, mediante una
retención a las exportaciones del mismo monto que la devaluación.
2. El Estado implementa políticas públicas tendientes a la realización de obras
de infraestructura y aplica una política crediticia expansiva. De esta política
estatal de compras y de esta orientación de los préstamos sacaban provecho
directo las empresas más eficientes, esto es, las pertenecientes a la gran
burguesía urbana, extranjera o nacional. Este impuesto agrario permitía
incrementar los índices de ocupación de la mano de obra y, además, hacía que el
descenso del salario real —pese a congelarse los salarios nominales— fuera sólo
moderado.
premiando "a los más eficientes" y castigando al resto.La situación de empate
debía generar tensiones sociales entre quienes resultaban perjudicados, absoluta
o relativamente, por su aplicación. Sólo un Estado fuerte en relación con la
sociedad podría garantizar que esas demandas, prematuras en función de los
tiempos del proyecto, no se volvieran incontrolables.
Los perjudicados:
● Burg agraria. → El "castigo" inicial, implícito en los impuestos a la
exportación que le cortaban la apropiación del incremento de sus ingresos
generado por la devaluación del peso, intentó pronto ser llevado más a fondo
mediante la instrumentación de un impuesto a la renta potencial de la tierra
tendiente a llevar los criterios de "eficiencia" también a la producción
agropecuaria. Este intento de quebrar el frente agrario con el objeto de
recomponer una alianza entre las fracciones más modernas del capitalismo urbano
y rural, terminó en un fracaso.
● Asalariados en tensión → El proceso de concentración que ese tipo de
desarrollo genera en nombre de la eficiencia, lleva al derrumbe de la pequeña y
mediana empresa y a acentuar los seculares desequilibrios regionales. La
racionalización del funcionamiento del Estado como organización burocrática, por
su parte, acarrea un proceso de deterioro de los asalariados que dependen de sus
engranajes. más perjudicados por los intentos de superexplotación al interior de
las plantas que por el deterioro de sus salarios reales)
● y el descontento generalizado de las capas medias expropiadas políticamente
por el autoritarismo estatal, crearon una acumulación de fuerzas opositoras tan
poderosa, abrieron una crisis social tan honda, que precipitó la fractura del
monolitismo militar. A partir de esta grieta apuró sus pasos la Burocracia
Sindical y, luego, el sistema de partidos.
La complejidad de la sociedad civil, medida por el grado de organización de los
intereses particulares, por su capacidad de presión en todos los niveles de las
relaciones sociales, por la permeabilidad para la recomposición permanente de
coaliciones entre los distintos actores, generó la acumulación de puntos de
ruptura de origen diverso. Los reclamos del capital pequeño y mediano y de la
burguesía agraria; las explosiones regionales que abarcaban zonas de desigual
desarrollo económico, político y social. La crisis puso a flor de piel las
antiguas contradicciones en el interior de las Fuerzas Armadas. Finalmente, fue
en el Ejército donde nació el nacional-populismo argentino y esa matriz no
desaparecerá nunca del todo.
Cuando en 1966, convencidas del fracaso de los partidos políticos para superar
la crisis de hegemonía, las Fuerzas Armadas deciden ocupar el poder para poner
en marcha un proyecto de "grandeza nacional" en sociedad con el "establishment"
que representaba al gran capital monopolista, traducen esa coalición en términos
de "doctrina militar".La consolidación nacionalista y distribucionista del
proceso de industrialización por substitución de importaciones que tiene lugar
durante la década peronista, también en la necesidad de control nacional sobre
el sistema de decisiones. Esto llevaba a reforzar los roles del Estado y a
concebir la política económica como política de protección de la economía
nacional como un todo.Para las FFAA no implica solamente crecimiento económico
sino también control estatal sobre las decisiones básicas de inversión. En los
años 60’ esa doctrina cambia. A partir de las teorías norteamericanas sobre la
contrainsurgencia, la conexión entre Seguridad y Desarrollo pasa a ser la nueva
clase estratégica. El enemigo se ha "interiorizado"; el enfrentamiento básico
tiene lugar dentro de las fronteras.La función principal de las Fuerzas Armadas
es garantizar la Seguridad. Apoyan al crecimiento industrial porque éste es un
respaldo de la seguridad— el principio del control nacional sobre las decisiones
económicas pasa a segundo plano: no importa quien dirija el desarrollo; lo
decisivo es que las estructuras de la nación se modernicen. Estos cambios
coinciden con el proceso de consolidación monopolista en las ramas más dinámicas
de la industria. Entonces FFAA coinciden con el Establishment en tanto si no se
plantea la alternativa de que sea el Estado quien tome en sus manos los centros
principales de acumulación, la empresa desarrollista deberá recaer forzosamente
en los sectores privados más concentrados, los únicos que tienen capacidad para
dinamizar un proyecto económico expansivo y eficiente.Este esquema funcionó, con
tensiones mínimas, durante los primeros
tres años de la "Revolución argentina''.
Pero la marea de presiones cristalizada en los años 69 y 70 actualizó los
dilemas tradicionales sobre la orientación política que las Fuerzas Armadas
deberían asumir, introdujo la deliberación y desorganizó la pasiva adhesión de
sus cuadros al proyecto que asociaba a las instituciones armadas con el
"establishment”. En cambio, los nuevos costos derivados de una movilización
social creciente, simultánea y de variado origen estaban más allá de las
lealtades estatales del Ejército. El tema de la Segundad pasaría a ser
prioritario, para conjugarse a partir de entonces con modelos políticos de
salidas institucionales, más que con modelos económicos de acumulación.La grieta
que la crisis abre en las Fuerzas Armadas desnudará al estado y hará crecer los
poderes de la sociedad civil, reabriendo la crisis de representación.
En 1966 al ser derrocado Illia, la Burocracia sindical no ocultó su entusiasmo.
Las fracciones del sindicalismo habían tenido participación en conversaciones
con militares, previas al golpe de Estado. La primera ofensiva descargada contra
los asalariados tendió a desmantelar drásticamente las zonas de "ineficiencia"
del sistema económico: puertos, ferrocarriles, industria azucarera tucumana. En
un principio la Burocracia Sindical trató de mantener lazos de negociación,
especulando con la posibilidad de ganar para su causa a oficiales nacionalistas
del Ejército, pero poco a poco debió endurecer su posición. En 1967 la CGT se
rinde frente al gobierno y levanta una huelga general de 48hs. Como
consecuencia, Vasena liquida por dos años las convenciones colectivas de
trabajo, estableciendo que durante ese período será el Estado quien fijará los
ingresos de los asalariados. Con ello, la Burocracia Sindical pierde así toda
influencia sobre el mercado de trabajo, viéndose compelida a ocuparse solamente
de cuestiones mutuales o asistenciales. A partir de ese momento y hasta la
crisis social y política de 1969-70 la Burocracia Sindical, doblegada por el
Poder, se repliega.
En un segundo momento, una vez que las líneas maestras del plan están
consolidadas y que la Burocracia Sindical ha sido sometida políticamente, la
orientación del Estado no consiste necesariamente en procurar su desaparición
sino su subordinación al plan del capital, como un mecanismo consensual
importante, más aún que los partidos políticos. Sólo el debilitamiento del
Estado, posterior a la crisis;la ruptura de la coalición entre "establishment" y
Fuerzas Armadas y la rehabilitación de los partidos políticos y las
organizaciones representativas de los empresarios nacionales,la alentará
nuevamente a emprender la ofensiva.
Lucha en dos frentes que asumirá dos formas:
1. La primera coagulará en la constitución por parte de un número importante de
gremios que se rebelan contra la conducción nacional de una CGT "paralela”
llamada de Los Argentinos y volcada ideológicamente a un socialcristianismo
radicalizado. Expresaba el descontento de aquellos sectores de la fuerza de
trabajo empleados en las ramas o zonas que el plan económico calificaba como
ineficiente (ferrocarriles, del estado, obreros de regiones críticas como
tucumán, etc) que el impulso modernizante buscaba redimensionar o hacer
desaparecer. Se trataba de gremios pequeños, ligados a los servicios o a formas
arcaicas de producción, pero de gran capacidad —por el mensaje ideológico que
transmitían— para movilizar a otras capas: estudiantes, intelectuales, sectores
radicalizados de la iglesia.
2. La segunda implicará más un alzamiento de bases que de direcciones sindicales
que llevará el nombre de "clasismo", en que crecerá la influencia del socialismo
marxista por pequeños grupos de izquierda. Era lo opuesto. Sus protagonistas
eran los trabajadores de las industrias "de punta” y su centro era Córdoba, la
ciudad que más bruscamente vivió el impacto de la modernización. El eje de sus
reclamos no era el salario ni la ocupación: el "clasismo" venía a incorporar al
debate sindical argentino, desde la democracia directa con que relacionaba a
dirigentes y bases, reivindicaciones "cualitativas" que la centralizada
Burocracia Sindical era incapaz de asumir. Sus reclamos tenían que ver con la
"condición obrera" en general y sobre el control que los trabajadores deben
ejercer en relación con la actividad productiva en las grandes empresas:
determinación de los ritmos de producción, de los tiempos y de los sistemas de
"job evaluation", del ambiente de trabajo, de las condiciones de salubridad. Era
una lucha contra el autoritarismo en la fábrica, que naturalmente se vinculaba
con la lucha contra el autoritarismo en la sociedad. Problemas nuevos que
acompañaban al modelo de desarrollo monopolista.
Ambas rebeliones se ligaban con la impotencia de la Burocracia Sindical —por su
sometimiento frente al Estado, pero también por su insuficiencia estratégica—
para canalizar la protesta obrera frente a las principales contradicciones que
el modelo de acumulación generaba en los asalariados. Frente a las
modificaciones de la condición obrera que, en los dos extremos, el arcaico y el
moderno, generaba el nuevo patrón de acumulación, la Burocracia Sindical no
tenía respuesta. Se quedaba en una franja intermedia del desarrollo industrial y
del sentido obrero que acompañaba. En esa franja su representatividad resultaba
incuestionable y a partir de ese consenso —y con el apoyo estatal— había logrado
forjar un gran poder económico y político, que realimentaba su poder social.
Posterior al derrocamiento del nacionalismo popular en 1955; Desde entonces la
Burocracia Sindical debió asumir dos papeles: el clásico, de negociadora de las
condiciones de venta de la fuerza de trabajo y otro, "sui generis", determinado
por la proscripción del peronismo, que transformó a los sindicatos en los
voceros institucionales de la identidad política de la clase trabajadora. Su
estrategia fue coparticipar del poder y la búsqueda de coaliciones con otras
fuerzas sociales. El objetivo político de la Burocracia Sindical es recrear las
condiciones que gestaron la coalición sobre la que se fundó el peronismo, y por
ende sus interlocutores principales no pueden ser otros que los representantes
de la burguesía nacional y los grupos nacionalistas de las Fuerzas Armadas.
El horizonte de su programa es la protección del mercado interno, la defensa de
la capacidad de consumo de las grandes masas de trabajadores generadas durante
la industrialización sustitutiva. En ese sentido, el nacionalismo popular de la
CGT —que la lleva a ser el eje del bloque social con el empresariado nacional—
es algo más que un movimiento táctico o una decisión oportunista; es la forma
específica con que la Burocracia Sindical busca asumir la representación
política de las masas peronistas;es su proyecto de Poder.
Por todo esto es que en la primera etapa de la "Revolución argentina" su
capacidad de maniobra era escasa: debía ver, con ojos perplejos, el ascenso de
la " CGT de los Argentinos" y del "clasismo" como intentos de respuesta para
nuevas preguntas.Su probabilidad de recuperación quedaba atada a una crisis
general que pusiera en primer plano sus recursos de actor político, su capacidad
para ser eje de una coalición de fuerzas nacionales. Eso es lo que sucederá
desde 1970. Ya liquidada la "CGT de los Argentinos" e incapacitado el "clasismo"
para salir de su condición pre-política-crecerá la influencia de la Burocracia
Sindical.
IV. Un interregno: Levingston-Ferrer
En junio de 1970 es derrocado Onganía. El Gral. Roberto Levingston es nombrado
presidente de la República por la Junta Militar. Esto marca un intento —aunque
tardío y condenado al fracaso— de combinar el modelo autoritario de Onganía con
una política económica divergente con la llevada a cabo por Krieger Vasena.
Onganía había conducido al nuevo patrón de acumulación hacia una zona crítica en
la que se dibujaban nuevamente los espectros de la crisis externa, la inflación
y la recesión, tras un período, contem poráneo con el "cordobazo" y la
desobediencia política generalizada, en el que la economía había alcanzado una
situación de virtual plena ocupación de la capacidad productiva. En el gob de
levingston el esfuerzo desbordaba sus recursos políticos: la misma debilidad que
frente a las encontradas presiones de la sociedad había caracterizado al Estado
en los tiempos finales de Onganía, hará naufragar los intentos de
reestructuración operados por Levingston- Ferrer.
Su objetivo era poner en marcha un programa reformista que, en lo
económico-social, aspiraba a asociar al capital nacional con el Estado. No se
trataba, por cierto, de un proyecto de capitalismo de Estado sino de una más
módica "argentinización" de la economía, a través de la utilización del
importante poder de compra del Estado y de una redistribución del crédito
bancario que favorece a los empresarios nacionales. La condición de posibilidad
de ese bloque era que las Fuerzas Armadas aceptaran convertirse en el eje de un
proyecto reformista. El modelo propuesto recogía las iniciativas primeras de la
"Revolución argentina", en tanto marginaba al sistema de partidos y tendía a
mantener desmovilizados a los sectores populares mediante el autoritarismo
estatal.Fuerzas Armadas habían sido el eje de un proyecto que consolidaba el
poder de las transnacionales en la economía, el solitario dúo Levingston-Ferrer
venía a convocarlas ahora para que se transformasen en el principal sostén de un
proceso tendiente a permitir que la burguesía agraria y el capital urbano
nacional ganaran posiciones» en detrimento del capital monopolista que debía dar
un paso al costado y sufrir en algunos aspectos las consecuencias de medidas
económicas que lo perjudicaban.Levingston adoptó una serie de decisiones que
contrariaban concretos intereses de las grandes compañías petroleras
extranjeras. Esas medidas, que indicaban efectivamente un desplazamiento a favor
del capital nacional, no impidieron sino en todo caso precipitaron la crisis
política. La movilización de las clases populares creció en intensidad cuando la
economía, a fines de 1970, parecía acentuar sus rasgos recesivos e
inflacionarios. El sistema de partidos, por su parte, se despertaba,
entusiastamente, de la hibernación a que había sido sometido.el acercamiento
entre Perón y el viejo partido radical, que cuaja en la organización de una
junta interpartidaria, " La Hora del Pueblo". La situación de quiebra política
notoria de la "Revolución argentina" había llevado a la cúpula militar a diseñar
otro programa: la reconciliación con los Partidos Políticos. Levingston renuncia
y viene Lanusse. "Revolución Argentina" trataba de resurgir de sus cenizas a
través de una estrategia,ofensiva en lo político y defensiva en lo económico,
preocupada por pagar los menores tributos posibles al amenazante vacío que se
abría para los militares y para las clases dominantes.
V. La "salida": Lanussse-Perón
Las Fuerzas Armadas se sinceran consigo mismas desembarazándose del veleidoso
intento autoritario y reformista de Levingston y le otorgan el poder a Lanusse.
El crecimiento del Producto Bruto Nacional y del Producto Bruto Industrial se
desaceleraba; el salario real entraba en franco deterioro, mientras crecían las
tasas de desocupación; por primera vez desde 1963 la balanza comercial marcaba
déficit; por fin, la inflación empezaba a colocarse
fuera de control. proyecto político de Lanusse, cuyo signo es la negociación a
fin de reconstruir las bases sociales del poder.
Esta tercera etapa habrá de caracterizarse por una inversión de la secuencia
inicialmente propuesta por las Fuerzas Armadas: ya no se planteará que la
solución política habrá de surgir como consecuencia natural, a largo plazo, de
un modelo económico de desarrollo. El orden de los factores se alterará: sólo la
obtención de un mínimo de legitimidad podrá garantizar una solución económica.
El objetivo es reconstruir el poder del Estado para todas las fracciones de la
clase dominante, otorgándole al sistema político el máximo posible de consenso.
Arranca en abril de 1971 el “Gran Acuerdo Nacional” que convoca Lanusse y
proyectado por las FFAA y su deseo de seguridad. El modelo económico pasa a
segundo plano frente al modelo político: interesa la Seguridad, a través de
"unir a los adversarios y combatir a los enemigos" por encima del desarrollo. Es
en contraste con la agresividad mostrada hasta entonces en ese terreno por las
dos etapas de la "Revolución argentina". Su objetivo único es minimizar
tensiones sociales, a los efectos de que no interfieran sobre la salida
política.La condición para esas metas es ahora la inflación, la eliminación de
toda política de ingresos, dejando a las fracciones de la clase dominante que
resolvieran sus problemas en el mercado. A mediados de año el ministerio de
Economía es disuelto y reemplazado por el Ministerio de Hacienda: el cambio es
casi simbólico; parece refrendar que ese campo es un terreno abierto para la
capacidad de presión de las fracciones de clase. El elemento indispensable para
construir ese marco consensual que reconstruya al Estado es la articulación de
un acuerdo entre las Fuerzas Armadas, los Partidos Políticos y la Burocracia
Sindical. Esto es, reubicarse en el Poder Político aunque fuere para restablecer
las condiciones del "empate", ya que carecen de recursos para instrumentar un
proyecto hegemónico alternativo.Esta es la "tregua" sobre la que se asienta la
posibilidad de una salida política. Con la Confederación General del Trabajo una
estrategia reformista, protectora del mercado interno, que expresa los objetivos
del viejo capitalismo.
Sin embargo sería erróneo creer que, no pasando los cortes fundamentales por la
discusión del modelo de desarrollo económico, los protagonistas guardaban entre
sí identidad absoluta. Entre 1971 y 1972, al amparo de la, gran crisis orgánica
argentina, habrá de producirse el arduo enfrentamiento entre dos estrategias
políticas rivales, encarnadas en La nusse y en Perón, puestas en tensión para
conseguir igual objetivo: liderar a un mismo conjunto de fuerzas
sociales.Lanusse para superar el modelo propuesto por la Revolución Argentina,
es una típica manifestación de un proceso "transformista" de salida de una
crisis. Esto es, una propuesta estructurada desde el punto de vista de la
totalidad de la clase dominante (y no de sus fracciones) que apunta a absorber a
las fuerzas de oposición internas al sistema y aun a los representantes de las
clases dominadas. Se busca subordinar lo económico a lo política porque se
diagnostica la crisis y sus posibilidades inmediatas de solución como una crisis
estatal. Entonces la salida “transformista” implicaba un acuerdo con la
Burocracia Sindical y los Partidos Políticos expresivos del capitalismo nacional
y del celo democrático de las capas medias, el modelo incluía también la
aceptación de ciertas reformas. Sus "límites de tolerancia" se encontraban en lo
político, en el control de la movilización popular, en el manejo de la
Seguridad. Posibilidad de negociar un "mínimo"; la coparticipación en el futuro
Poder como titulares indelegables de la represión contra "el enemigo". Este
esquema fincaba en el cumplimiento de dos condiciones:el apoyo activo de los
partidos políticos y, como mínimo, la neutralidad de la Burocracia Sindical. Si
el primero de los requisitos podía ser satisfecho (y de hecho lo fue), el
segundo iba a contar con dificultades y en la práctica efectivamente las tuvo.
Fue percibido como la salida forzada para un proyecto político en derrota.
clases populares, desde el exterior del sistema y mediante un clima de
movilización permanente,colocaban las expectativas políticas de la población en
un punto de radicalización que el proyecto lanussista no podía alcanzar,
apresado por sus propios límites.
Perón: sólo él estaba en condiciones de capturar la totalidad de los elementos
que confluían en la definición de la crisis general. la coyuntura lo proveía de
mayores recursos políticos que los que tenía su adversario y que, además, sabía
cómo usarlos. eje de una coalición heteróclita, en la que cabían desde
fracciones de los viejos partidos hasta la juventud radicalizada que se
expresaba en el movimiento guerrillero y en su periferia, pasando por la
Burocracia Sindical y por los líderes corporativos del capitalismo nacional. No
sólo impidió la neutralización del aparato gremial querida por Lanusse sino que,
en un terreno en el que tradicionalmente le había resultado difícil maniobrar
frente" a los partidos, disputó con ventajas la adhesión de la opinión
independiente de las capas medias urbanas, súbitamente seducidas por el arte
político de Perón. Es que en el interior del mismo, como costo inevitable de la
heterogénea convocatoria realizada, aparecían fuerzas de contestación
difícilmente asimilables por una experiencia como la que el nuevo régimen podía
permitirse. Las contradicciones generadas por la nueva modalidad de acumulación
que pujaba por desplegarse desde los años sesenta no habían desaparecido; sólo
se habían replegado manteniendo un estado de latencia cargado de riesgos.
El recambio político, pese a los entusiasmos despertados, no resolvía la crisis
orgánica. Implicaba la reconstitución de una salida transaccional en la que
fuerzas intermedias, rezagos políticos de una etapa anterior del desarrollo
capitalista, llegaban a ocupar el centro de la escena como alternativas
principales, pese a ser estructuralmente inexpresivas, por su carácter residual
y por su contenido heterogéneo, de las nuevas líneas que definían el conflicto
social. Perón no podrá —pese a haberlo intentado al otorgarle el ministerio de
Economía al representante más conspicuo de la burguesía urbana nacional— crear
siquiera las condiciones mínimas para romper las bases sociales y políticas del
"empate". Cuando muere, en julio de 1974, el proceso de deterioro general, sólo
frenado por lo que quedaba de su inmensa autoridad, era algo más que una
conjetura. A partir de ahí empezará un acelerado proceso de polarización
centrífuga, las fuerzas sociales lograrán vaciar finalmente al Estado de todo
contenido.
ALTAMIRANO - DESARROLLO Y DESARROLLISTAS
1.Después de Perón
1955 se instaló el Gobierno provisional encabezado por Eduardo Lonardi. Se
reanudó el gran debate por el desarrollo económico nacional. A fines de octubre
de 1955 se presenta el Plan Prebisch. Se buscaba desperonizar la economía pero
ubicaba la raíz del problema central de la precaria situación de divisas en la
postración de la producción agraria: se había desalentado en el gobierno
peronista quitándole además todo el estímulo a la modernización técnica de la
empresa rural. El plan prebisch comenzaba por mejorar los precios rurales
mediante una devaluación, además de facilitar a los productores de campo la
importación sin trabas de los bienes productivos. Retomaba la idea de que
estimular la actividad agropecuaria era esencial también para la industria, lo
que daría divisas para adquirir equipos, materias primas y combustibles que el
desarrollo requería. Prebisch evocaba para un combinado numeroso compuesto de
radicales formados en la tradición fordista y conservadores que surgieron
después del golpe y se mantuvieron en el poder hasta 1943 en la década infame.
Lo que se pretendía era retroceder, volver a la Argentina agraria, la Argentina
pre peronista. Se trataba de un cuadro fraudulento que tenía por fin el
justificar la liquidación de la Argentina industrial y la vuelta a una economía
basada en la producción y exportación de materias primas abaratada por la
desocupación y la miseria. Las principales víctimas del plan tenían los
trabajadores. Según Prebisch anticipaba, el reajuste de los tipos de cambios
provocarían un alza en los precios internos y esto afectaría artículos de
consumo popular.Sí para hacer frente a esa suba, continuaba el razonamiento del
asesor económico, y se hicieran ajustes masivos de sueldos y salarios, se
alentaría nuevamente la espiral de costos y precios y la inflación se llevaría
el estímulo a la producción rural. Para ello se trataba de reactivar y de
reorientar el funcionamiento de una economía en crisis, y a la vez, retornar al
orden constitucional signora estás masas trabajadoras que pelón había
incorporado a la arena politica.de quería emanciparlas del líder derrocado.
La preocupación no era exclusiva del gobierno. También de los partidos como la
unión cívica radical. Puso en el centro de la preocupación por los efectos
sociales y políticos de un plan económico que imponía austeridad y sacrificios a
los asalariados. Reclamará para el movimiento triunfante el carácter de una
Revolución popular.
En resumen, tanto el informe de previsión o su discusión dejaron ver
tempranamente varios temas en torno a los cuales se alinea harían las posiciones
en la escena pública: las relaciones frente al país Agrario y el país
industrial, La función del estado y de la iniciativa privada en dirección al
desarrollo económico, el papel del capital extranjero pero lo más importante fue
lo intrincadas que eran las relaciones entre la tarea de desperonizar la
economía y la de asimilar este vasto sector de la población que continúa fiel a
perón y resentida.
2. Todos éramos desarrollistas en alguna medida.
La idea de desarrollo fue como en el resto de los países latinoamericanos, el
objeto de referencia común para argumentos, análisis y prescripciones distintas
dentro del pensamiento social y económico Argentino. Después de 1955 la
problemática del desarrollo atrajo inspiró a una amplia franja intelectual.
También en el gobierno de Frondizi que se puso en funcionamiento en 1958.
El desarrollismo tuvo diversos juegos de incitación: entre ellos el CEPAL,
Brasil y la literatura cepeliana acerca del esquema centro/periferia para
describir e interpretar la configuración desigual de la economía mundial.
Se le consagra a los problemas del desarrollo un pensamiento católico. la
cuestión haya hecho en las filas del ejército argentino, anudada con el tema de
la seguridad continental y el atractivo creciente que ejerce, no sólo en los
militares, el proyecto de una modernización por vía autoritaria. Ej Onganía.
El objetivo de la industrialización como base de una economía nacional menos
vulnerable a las vicisitudes del mercado internacional, como eje a una sociedad
plenamente moderna. No solo el argumento de qué la Argentina debía abandonar el
rango de países de Asia lisado en la producción de bienes primarios que ocupaba
en la división Internacional del trabajo, sino también que el cambio no sobre
vendría por evolución económica espontánea. La edificación de la estructura
Industrial integrada debía ser deliberadamente promovida: los países de la
periferia no saldrían del atraso si confiaban en repetir la secuencia histórica
de las naciones adelantadas. El agente por excelencia de ese impulso en el
estado. La economía Argentina sólo podría embarcarse en el movimiento del
desarrollo económico mediante la participación activa del poder público. Estas
ideas no eran nuevas, pero nuevo era el discurso. El nuevo vocablo teórico, Puño
lenguaje analítico propio que lleva recepción y propagación también en la
Argentina. La teoría en términos de intercambio en el comercio entre países
periféricos y países centrales era también nuevo. Lo más novedoso era la
dramatización de estos temas definidos como claves de la vida colectiva nacional
en el marco de una dramatización general del cambio económico y social. Las
reformas que exigía el desarrollo no eran solo necesarias, eran impostergables,
su cumplimiento apenas dejaba ya tiempo.
Sería imposible disociar este discurso y la dramatización del marco político que
ofrecía el equilibrio emergente de la Segunda Guerra Mundial, el ascenso de los
Estados Unidos y la unión soviética a los primeros puestos del poder mundial; la
hegemonía del primero dentro del mundo capitalista. Había dos posibilidades: el
cambio gradual o la revolución tal Cómo fue la revolución cubana. Hasta que
llegó A mediados de los años 70 una nueva fórmula la de la modernización por vía
autoritaria el desarrollismo se identificó fundamentalmente con la alternativa
gradualista, reformista, asociado con la democracia representativa.
Después de la caída de Perón, su problemática inspiraría una reclasificación de
la Argentina en el mapa mundial la Argentina: ¿era un país subdesarrollado,
insuficientemente desarrollados, o en desarrollo?. Los argentinos conocerían ese
modo una nueva tipificación de la sociedad, una tipificación asentada en índices
como el del ingreso per cápita, la tasa de productividad, el grado de
industrialización, etc que la insertaban en un área de países a los que estaban
habituados a considerar pobres o lejanos cuando no exóticos, algunos de ellos
recientemente constituídos como estados-nacionales. Se ordenó frente al eje
desarrollo-subdesarrollo. Ni siquiera se aproximaba a los países industriales
con los que había sido en el pasado cotejada. Ahora integraba la heterogénea
clase de las sociedades periféricas. En otras palabras, fue por la vía de la
temática del desarrollo que la Argentina ingresó intelectualmente al intrincado
conjunto de Naciones que no tardaría en tomar el nombre de Tercer mundo.
3. De un Frondizi a otro
Arturo Frondizi y Rogelio Frigerio principales exponentes del desarrollismo en
Arg, alcanzando mayor prédica y acción que cualquier otro. Hacia 1956- el año
del encuentro con Frigerio y del comienzo de la colaboración- Frondizi era,
ideológicamente, el representante político de la conjunción de laborismo
izquierda, antiimperialismo latinoamericanista, y democratismo político que él
había contribuido a llamar la intransigencia radical. El petróleo estaba en el
centro del problema imperialista en Argentina para él. En su primer análisis
sobre esto utilizó el lenguaje del CEPAL y un esquema marxista. Exponía una
transformación económica y social que tenía sus ejes en la reforma agraria y la
industrialización, Su instrumento principal en el estado y sus actores políticos
entre factores de poder como los llamaba: un partido nacional y popular, las
fuerzas obreras y las FFAA. Esos tres factores constituyen toda posibilidad de
realización y transformación social. En mayo de 1956 introduce una innovación en
el pensamiento político radical al postular una sola central obrera y un solo
sindicato para cada rama de la producción como requisito de la unidad sindical.
En febrero de 1957 Frondizi ya era un verdadero manifiesto modernista.Sonido
texto acerca de la industria nacional transmitía un estado como cerebro y un
agente de desarrollo. Si el ahorro nacional era insuficiente, afirmaba, podría
recurrirse a la colaboración del capital extranjero.
Para Frigeiro, La Argentina tiene los atributos básicos de una nación pero no lo
es plenamente. La causa de esta deficiencia nacional radica en la base material
del país, en su estructura económica, producto de una historia que hizo de la
Argentina una sociedad jurídicamente libre pero económicamente dependiente. Los
argentinos se encontraban frente a un desafío equivalente al de sus antepasados
en el siglo XIX, Aunque ahora se trataba de realizar la nación constituyendo la
como comunidad económicamente independiente. Lo que se reconocerá luego en la
tesis desarrollista será el objetivo de realizar la nación organizando las
fuerzas internas interesadas en la meta y del empleo de esquemas y nociones
extraídas del marxismo.La revista Qué (ppal revista que promovía ideas
desarrollistas), editada por Frigeiro, asociaron la realización de ese frente
con la promoción de Frondizi a la presidencia. Frigeiro constituyó en torno a la
candidatura presidencial de Francia un polo de influencia genoa las estructuras
del partido, Aunque próximo su líder, que Difundió y defendió por medio de la
revista que una concepción de alcance y los cometidos del frente nacional y
popular que se apartaba del nacionalismo de izquierda que identificaba los
radicales intransigentes.
El seminario no fue únicamente el instrumento de una estrategia electoral fue el
medio inicial de propagación de las ideas que más adelante se ordenarían en las
condiciones de la Victoria: el comprendido del desarrollismo
frigerista-frondizista. En esta primera etapa del discurso frigeri está la
palabra clave y no sería desarrollo sino integración. El término integración
tenía sentido político y sentido económico, Se presentaba para hacer referencia
a una uña nacional pero también a la inserción de la nación en un mundo que
marchaba hacia la integración. Aludía a la necesidad de incorporar al peronismo
al juego político y legal así como a la de enlazar las diferentes regiones del
país a través del crecimiento económico.Buscaba desarrollarse como una nación
Industrial requisito de su independencia.
4. La empresa nacional del desarrollo
Se buscaba la convergencia del radicalismo intransigente y el peronismo que era
la convergencia de la clase media y la clase obrera que representaba el núcleo
del alianza que era necesario promover. Buscar arrancar a la Argentina y su
deficiencia nacional convirtiéndola en una sociedad industrial cuyo crecimiento
no fuera el privilegio de una región, sino una matriz que se prepara todo el
territorio del país, integrándolos física y culturalmente. Ningún antagonismo
social o político debía interferir en este cometido que respondía al único y
verdadero antagonismo: el que oponía la nación Industrial a la estructura y la
mentalidad agro-importadoras; la estructura y la mentalidad de la Argentina
tradicional. Se define al enemigo como el conjunto de intereses que extraen el
beneficio del predominio del sector agrícola y de la debilidad del desarrollo
industrial. Se trata de un enemigo fuerte e insidioso, a la vez externo e
interno con medios y apariencias múltiples-el tópico de la conspiración
antinacional asoma reiteradamente en el discurso desarrollista.
Buscaba la conformación de Nación con la convergencia activa de la clase obrera
con el empresariado, de la contribución de corrientes ideológicas de procedencia
heterogénea, aunque amalgamadas por la premisa Nacional, de la tradición
católica, que era un elemento aglutinante de la identidad colectiva. Y
finalmente del ejército, que no solo había sido un agente histórico de la
organización territorial y política del país, sino que era un actor del proceso
de industrialización. Solo la reunión de esta fuerzas permitiría encarar la
empresa urgente para echar las bases materiales de la soberanía material: la
siderurgia, la energía y la química pesada. Durante la campaña electoral de
1957-58 el frondizismo fue mezclando ideas ligeramente desde el programa
original de la UCRI. Primicia alcanzó finalmente el gobierno y asumió la
presidencia de la nación en 1958. Se celebró el poner término al gobierno de la
Revolución libertadora y reinsertar la vida política en un marco constitucional.
Recibió votos de una gran mayoría desde la unión cívica radical intransigente a
los que procedían de un amplio marco de posiciones ajenas al radicalismo, y que
iban desde el nacionalismo al partido comunista. Pero el caudal de sufragios
definitivos provino del peronismo, cuyo apoyo masivo fue producto de un acuerdo
secreto tramitado por Frigerio con Perón. Se creía que el presidente electo
preparaba el retorno del peronismo.
La experiencia no duró 4 años, fue derrocado en marzo de 1962. Reselado de
servir al juego del comunismo y del peronismo, cedio una y otra vez a la presión
anticomunista y antiperonistas; perdiendo la credibilidad política de frondizi.
Su mayor falta se esfumó por obra del desencanto que provocó la disparidad entre
el programa electoral y el programa efectivo de gobierno. El plan de la empresa
desarrollista recibió su formulación pública definitiva sólo cuando Frondizi
accedió al gobierno. Nada mortificó a las expectativas de quienes habían votado
el antiguo líder antiimperialista como el papel que ahora le asignaba el capital
extranjero y que la nueva doctrina comenzar a practicarse con la política
petrolera.
Su escrito acerca de la industria y el desarrollo nacional era considerado sólo
como un elemento subsidiario y en la respuesta aparecen dos tipos de razones que
se reforzarán en La retórica desarrollista. Unas conciernen a la realidad de la
tasa de ahorro del país, otras a la rapidez y la idea de que para llevar
adelante el desarrollo era necesario trabajar frenéticamente contra el reloj. El
gran reto era industrializar un país que sufría de una aguda falta de capitales:
ni el estado ni el sector privado tenían la posibilidad de generar el ahorro
necesario para financiar las grandes inversiones. Mediante empréstitos
internacionales y radiaciones directas del capital privado extranjero, es decir,
haciendo uso de la financiación externa para la construcción de las Industrias
esenciales y de una infraestructura económica moderna, el estado nacional no se
limitaría a crear condiciones favorables para la actividad de capitales e
internos y externos, dejando liberada la espontaneidad del mercado la
localización de las inversiones. El estado desarrollista es un estado
programador que define las prioridades con arreglo a la meta por alcanzar.
Fijaban esas metas el poder público para estimular y orientar las inversiones
hacia los sectores estratégicos. No era el origen de los capitales, sino la
utilización que se hacía de ellos. La velocidad para lograr un cambio
estructural: Existía la necesidad de esa marcha acelerada por la situación
política precaria que el gobierno de Frondizi que no ignoraba dice Altamirano.
Se echó al asumir la presidencia y buscó por el camino del ataque rápido los
problemas que consideraban de fondo (petróleo, siderurgia, energía) La creación
de una realidad socioeconómica en que los problemas políticos entre dados se
volverían datos del pasado. También por la aceleración del tiempo histórico. Las
innovaciones tecnológicas que reducían el tiempo de trabajo mediante la
automatización y lleva una velocidad. La gradualidad no pertenecía a esa
temporalidad. La doctrina de frigerio y enfermiza y reclamo para su raciocinio
los títulos de la ciencia como los de la observación y la cuantificación de
hechos.
Estados Unidos y la unión soviética se trasladarían a la emulación del terreno
económico donde competían también en la ayuda a los países subdesarrollados. Al
igual que Argentina el escenario internacional los intereses también llevarían a
la moderación de las pasiones ideológicas y políticas esa evolución obedecía a
las leyes que el método científico permite acatar y formular. Lo positivo era el
movimiento del desarrollo contra el estancamiento del subdesarrollo que era lo
incierto y lo aleatorio. Es el desarrollo por vía democrática o el desarrollo
por vía violenta Esa era la lección que arrojaba la revolución cubana. Enseñaba
los dos días las dos formas que podía adoptar la respuesta al estancamiento y la
miseria. Mientras la segunda la reacción contra el subdesarrollo Había generado
la violencia y la revolución, En la primera El crecimiento de las fuerzas
productivas se cumplía bajo formas democráticas. Ahora bien desde la segunda
mitad de los años 60 el fondo se hizo se haría de las formas y para frondizi y
frigerio la democracia ya no sería la condición política del desarrollo.
5. Progreso y desarrollo o liberales y desarrollistas
La idea del Progreso contiene una interpretación del proceso histórico en
términos de etapas sucesivas de mejoramiento creciente y la vida individual y
colectiva no son inmediatamente permuta vales. Roca y Frondizi: comparó las
ideas de Progreso y desarrollo así como la mentalidad de aquella generación, la
del 80 y la suya, y las diferenciaba la vocación industrialista y el
liberalismo. El pensamiento desarrollista no era liberal, al menos en el campo
de la economía. Desde los años 30 y desde entonces no regía ya ninguna economía
nacional localmente, sólo expresaba la defensa de intereses particulares ligados
a formas tradicionales de propiedad y de producción y más en general a una
mentalidad conservadora resistente a los cambios que requería la modernización
económica. Muchas de las fallas y los desequilibrios que el desarrollo debía
recuperar, tenían sus raíces en la era de la Argentina liberal. Los liberales,
por su parte, vieron en las teorías desarrollistas sólo una nueva manifestación
del dirigismo económico o estatismo. El mal argentino procedía fundamentalmente
de la intervención del estado en la economía. Si se quería salir del
estancamiento y volver a la ruta del Progreso habría que volver a los principios
de la iniciativa individual y la libre competencia. Liberalismo estaba en
minoría y la opinión pública Argentina; y los esfuerzos por devolver influjo
electoral al partido demócrata nacional y conservador fallaron. Porque si bien
se trataba de una minoría, no era una minoría cualquiera sino la más poderosa
tenía ascendiente y guardianes celosos en las fuerzas armadas y contaba con los
medios de prensa más reputados y que predominaba en las asociaciones patronales
más fuertes.
Lo que los frondizistas consideraban propio del viejo orden de la estructura
agroimportadora terminó acarreando una ambición política que acarreó
consecuencias nefastas: llevó a la ruptura deliberada del partido radical y al
acuerdo con perón. Era un gobierno expuesto a todas las presiones por carecer de
una base popular propia.
CANELO - NAC Y LIBERALISTAS DURANTE LA DICTADURA
los estudios existentes sobre ideologías en la Argentina han diferenciado entre
“liberales”
y“nacionalistas”,los “nacionalistas” presentarían un perfil corporativista y
militarista, y Defenderían la herencia hispánica y el establecimiento de una
alianza entre Iglesia y Ejército, mientras que los “liberales” serían
partidarios de una visión restringida de democracia, se identificarían con el
cosmopolitismo y promoverían la integración económica con el mundo
occidental.interés nacional. Los liberales cuestionarían a los nacionalistas por
ser ideológicamente “medievales”, por perpetuar el carácter subdesarrollado de
la economía, y por conformar instituciones y grupos autoritarios de retórica y
práctica violenta. Liberales de desempeñan como economistas, ingenieros o
administradores, en contraste con la orientación literaria generalizada entre
los nacionalistas. liberales o conservadores: justo o corporativistas - leales
al general uriburu.
Dos hipótesis: 1) sobre los trabajos de Paul Lewis y Alain Rouquié definen que
los liberales ocupan los cargos de orden “técnico”, y los nacionalistas se
instalan en los puestos de carácter “político”. La 2) hipótesis es la revancha
de los “derrotados del sufragio universal” donde es posible afirmar que ambos
grupos suele establecerse una particular relación de
fuerzas, por la cual los liberales apelan al apoyo de los nacionalistas en los
momentos “reactivos” de los regímenes militares, para desplazarlos en las etapas
“fundacionales.
Canelo analizará entonces las relaciones establecidas entre tres grupos de
intelectuales: los
nacionalistas, los “liberales tradicionales” y los “liberales tecnocráticos” o
tecnócratas.
La denominada “lucha antisubversiva” y de la “normalización” económica
perseguidas permitió, al menos inicialmente, atenuar las contradicciones
existentes en el interior de los elencos de gobierno. Reparto tripartito del
poder: Ministerios de trabajo y del interior a cargo del ejército con la armada
de rree y bienestar con la fuerza aérea de defensa y justicia. Finalmente, la
educación y economía a cargo de civiles. Manteniendo una estricta relación de
equilibrio entre nacionalistas y liberales. Pocos años antes del golpe habían
fallecido varios de sus principales exponentes. Otros nacionalistas fueron
designados en funciones públicas relevantes. En Conicet y ciencias sociales
predominaban personajes del catolicismo integrista y del nacionalismo de
derecha. Finalmente, la Iglesia católica les otorgaba otro canal privilegiado de
expresión. Corporativistas tenían influencia entre las ffaa, particularmente
entre los señores de guerra. A estos militares se les agregaba un renovado
entusiasmo por el industrialismo y la modernización.
El liberalismo estaba al frente del poderoso Ministerio de Economía manejado por
Martínez de Hoz. Los “liberales tradicionales” eran representantes de las viejas
clases dominantes agrarias diversificadas en actividades industriales,
comerciales y financieras, que conservaban un importante peso ideológico y un
gran prestigio social, además de la propiedad de poderosos medios de
comunicación. Funcionarios vinculados con el sector agrario. En el marco de las
transformaciones económicas internacionales de la década del setenta los
tecnócratas, su influencia se expandía en círculos privados, tales como
institutos de investigación.
El equilibrio inicial entre nacionalistas y liberales pronto comenzaría a
debilitarse por la aparición de conflictos, particularmente en el campo de la
política económica, que durante todo el período fue empleada como el principal
tema de oposición.
1976 Martínez de Hoz realiza un diagnóstico liberal: la necesidad de eliminar el
déficit fiscal y la inflación, la condena al Estado interventor y la defensa del
“mecanismo de mercado” como “principio básico, orientador de la actividad
económica”. Busca implementar un ajuste ortodoxo y la obtención de un préstamo
externo, le permitieron, en pocos meses, lograr superávit comercial y reducir
tanto la inflación como el déficit fiscal. puesta en marcha de la Reforma
Financiera, que permitiría terminar con las tasas reales negativas con que el
Estado había subsidiado al sector industrial e incorporar al capital extranjero
al mercado de créditos. rápida liberación de las tasas de interés y en una
paulatina eliminación de los controles sobre el flujo de capitales, acompañadas
por una política monetaria contractiva. Como consecuencia el sector financiero
experimentó una expansión espectacular. Multiplicación de entidades financieras
y del ingreso de los grandes bancos internacionales, pero la inflación continuó
creciendo, y dentro de un marco recesivo, producto de la política contractiva
que incidió también en una explosión de las tasas de interés.
La incompatibilidad con valores e intereses arraigados en el imaginario
nacionalista al que adhería gran parte de los elencos militares. Por un lado, el
crecimiento del mercado financiero y el aumento de los comportamientos
“especulativos” amenazaban el “productivismo” castrense. el objetivo de lograr
una economía abierta al mercado mundial conspiraba contra el crecimiento
industrial necesario para el “desarrollo nacional”; el “antiestatismo” del
equipo económico originaba fuertes malestares entre quienes eran parte del
aparato estatal y entendían que el Estado debía ser un activo promotor
económico. Las fracciones militares recurrieron a un conjunto de recursos con el
objetivo de resistir, bloquear o controlar los avances del Ministro de Economía.
El más contundente avance de los nacionalistas se dio entre 1976 y 1977. la de
avanzar en la definición de la propuesta política del gobierno autoritario,
llevaron al régimen a involucrarse en la creación de un Ministerio de
Planeamiento. conspiraba contra la anunciada racionalización administrativa,
entraba en contradicción con la “filosofía económica” del Proceso, y pretendía
disputarle a Economía el status de “superministerio”. Entre las funciones:
asesorar al Presidente y la de
reemplazarlo en caso de ausentarse éste del país, lo que le entregaba a los
nacionalistas acceso directo al primer mandatario. Abocó a la redacción del
primer plan político del régimen, el Proyecto Nacional. convivían tanto
componentes del más rancio liberalismo conservador como del nacionalismo más
corporativista-. A nivel económico debía lograrse
● preservar el poder de decisión nacional frente a la acción de los países
desarrollados y las empresas transnacionales (...); Delinear y ejecutar un plan
de inversiones públicas acorde con los criterios de orientación y eficiencia,
fijados conforme a los principios establecidos; h) Adecuar el accionar del
capital extranjero y de las empresas transnacionales a los reales intereses y
prioridades de la economía argentina.” “Ejercer a través del Estado (…) una
actividad de supervisión, promoción y ordenamiento; de coordinación y arbitraje
de los grupos intermedios y de sectores, mediante: 1) La orientación de la
actividad económica: (...) -Desarrollando la infraestructura necesaria (...)
el Proyecto Nacional encontraba su antecedente más cercano en el corporativismo
del onganiato: recuperando la sucesión entre el planeamiento, la consulta y la
decisión, revelaba un claro desprecio por la representación partidaria y le
concedía una extrema importancia a los “cuerpos intermedios” o “asociaciones
intermedias”. El proyecto nacional era coherente y los señores de guerra
apoyaron las propuestas de Planeamiento mediante el documento Plan Nueva
República. Mayo 1977 buscan también un incremento de la infraestructura
requerida para el desarrollo” y el “desarrollo de industrias básicas”. 1977
parecía ser el año de los nacionalistas. En el área educativa se profundizaba la
impronta del nacionalismo católico: intervención de las diferentes instancias
orgánicas del Sistema Educativo y de las Universidades, que habían quedado bajo
las órdenes directas del Ministerio. Se impulsaba la incorporación, en el plano
pedagógico, de los conceptos de“enemigo”, “subversión”, “infiltración” y
“guerra”. Idea de apoyar al máximo a todos los que sean ‘amigos’ y ‘desenchufar
el pulmotor’ a todos los que sean ‘enemigos’.
Este avance de los nacionalistas se vio interrumpido, sin embargo, hacia fines
de 1977, por la abrupta modificación de los imperativos políticos del gobierno
militar. En el plano externo, el viraje en la política de derechos humanos de
los Estados Unidos auspiciada por la administración Carter profundizó los
temores del gobierno militar argentino hacia posibles sanciones internacionales.
Proyecto Nacional tendría una pobre capacidad de convocatoria entre los
militares.El Planeamiento fue transformado en una Secretaría dependiente de la
Presidencia.
1978 fue el de los liberales. Plan econ con martínez de hoz fue el centro del
mismo. principal “tema de oposición” de los más variados sectores: entre otros,
empresarios industriales y agrarios, productores de economías regionales, y
distintas organizaciones sindicales y políticas que comenzaron a presionar al
gobierno en pos de precisiones sobre la “salida política. designación de Videla
para un nuevo período presidencial, acordada en abril de 1978, fortalecía la
posición de Martínez de Hoz.mientras que el ajuste ortodoxo que le reclamaban
los “liberales tradicionales” era bloqueado por las Fuerzas Armadas –que no
aceptaban recesiones ni ajustes del gasto público-, la aplicación de medidas
heterodoxas llevaba a los primeros a acusarlo de traicionar la “filosofía del
Proceso”. Afirmaban que las políticas del Ministro no habían logrado romper con
el “intervencionismo”, dado que “en determinados sectores del mercado (…)
subsiste una pronunciada o indebida intervención del Estado”. Ministro encontró
una opción viable que le fue acercado por los tecnócratas. se aceleraba el
avance de los “tecnócratas” por sobre los “liberales tradicionales.
Reforma del gabinete: La misma perseguía dos objetivos: “dar tiempo y el mayor
espacio posible de maniobra a la conducción económica.”y demostrarle a la
dirigencia política que el régimen no tenía ninguna intención de abandonar el
bloqueo político mantenido desde 1976. Permanecían en sus cargos sólo los
Ministros de Interior, Trabajo y Economía, y el gabinete se recomponía alrededor
de militares retirados y civiles: El Ejército y la Armada conservaban su cuota
de dos ministerios cada uno, y los civiles ampliaban su influencia a tres
ministerios, mientras la Fuerza Aérea retrocedía. Los dos nuevos Ministros
civiles eran nacionalistas y representantes del más conspicuo catolicismo de
derecha.
El 20 de diciembre de 1978 Martínez de Hoz anunció una etapa de “profundización
y ajuste” del plan económico, basada en la apertura del mercado de capitales y
la puesta en marcha de la “tablita”cambiaria. Durante 1979 se vería que la
“fórmula mágica” del “enfoque monetario” no otorgaba los resultados esperados:
la brecha no se reducía, el tipo de cambio se atrasaba peligrosamente y el
efecto de las importaciones sobre los precios no se producía. dada la
combinación del retraso cambiario, que afectaba a los productores y profundizaba
la recesión, con altas tasas positivas de interés en pesos en un contexto de
endeudamiento generalizado, cóctel que alimentaba las especulaciones sobre una
maxidevaluación. 1980 se desataron todas las tensiones generadas por el plan
económico, detonadas por la quiebra de la financiera Promosur y el Banco de
Intercambio Regional en marzo. 1981 la conducción económica dispuso una
devaluación del 10%, generando una desesperada corrida hacia el dólar y la caída
vertiginosa de las reservas del Banco Central, arrastrando a la economía a una
de las más profundas crisis de su historia.
Subsiste también la noción de que la dictadura fue la expresión más completa del
liberalismo más recalcitrante o, indistintamente, del pensamiento
neoliberal.demostrando que, muy lejos de encarnar un poder monolítico, la
alianza cívico-militar que encabezó el Proceso fue un conjunto heterogéneo y
conflictivo. encontrar desde partidarios de las versiones más rancias del
liberalismo vernáculo hasta las más modernas y extranjerizadas, como así también
a representantes del nacionalismo más recalcitrante. entre ambas fracciones se
entabló una fuerte disputa por la conquista y conservación de espacios de poder.
cuatro momentos:
1. El primero, que se extendió desde el momento del golpe hasta fines de 1976,
estuvo caracterizado por el mantenimiento de cierto equilibrio entre ambas
fracciones, el mismo que procuraba conservarse en tantos otros planos a través
de la elección de un modelo institucional basado, entre otras cosas, en el
reparto tripartito del poder.
2. El segundo, que se prolongó desde fines de 1976 hasta fines de 1977, reveló
un importante avance de los nacionalistas. la propuesta más ambiciosa: el
Ministerio de Planeamiento. Esta les otorgó una renovada presencia pública y el
disfrute de posiciones de poder que excedían lo meramente represivo, recursos
que los nacionalistas perdieron sin embargo, y muy rápidamente, en manos del
avance de los liberales.
3. El tercer momento, que se extiende durante todo 1978, nos habla por un lado
del ocaso de los nacionalistas y por otro del apogeo de los liberales, en
paralelo a la exacerbación, dentro de este último campo, de los conflictos entre
los “tecnócratas” y los “liberales tradicionales”. la pretendida “apoliticidad”
de la controversia meramente técnica alrededor de la mejor forma de paliar la
inflación, ocultaba una encarnizada lucha política por la apropiación del diseño
de la política económica de la dictadura.
4. El cuarto y último momento está marcado por la primacía de los “tecnócratas”
por sobre todos los otros grupos. lograron imponerse a sus adversarios sin
requerir de una “prueba exitosa” en cuanto a su capacidad para controlar la
inflación-, sino, sobre todo, a que fue la fracción que mejor respondió a las
necesidades políticas coyunturales de Martínez de Hoz.
BASUALDO - RESPONSABILIDAD EMPRESARIAL
fuerte presencia de obreros dentro del colectivo de víctimas de desaparición
forzada además de una proporción muy alta de asalariados entre los
desaparecidos. El golpe de Estado había constituido un momento de inflexión y un
punto de cambio cualitativo en las relaciones laborales y en los vínculos entre
directivos y gerentes con su personal. ya ese temprano análisis de la represión
en las fábricas y de las desapariciones en el medio laboral agrario requería una
periodización que excede a los límites estrictos de la dictadura. empresas
habían actualizado los legajos del personal y brindaron a las fuerzas represivas
datos personales. → nexo entre el poder económico y el poder militar en la
práctica de las desapariciones y la violencia desplegada desde el Estado.
La Ley Nº 23.492 de Punto Final fue promulgada en diciembre de 1986 por el
presidente Raúl Alfonsín, y estableció la caducidad de la acción penal contra
los imputados como autores penalmente responsables de haber cometido el delito
complejo de desaparición forzada de personas.
la Ley de Obediencia Debida Nº 23.521, sancionada en junio de 1987, dispuso
unapresunción de que los delitos cometidos por los miembros de las Fuerzas
Armadas cuyo grado estuviera por debajo de coronel (en tanto y en cuanto no se
hubiesen apropiado de menores y/o de inmuebles de desaparecidos) du rante el
terrorismo de Estado y la dictadura militar no eran punibles, por haber actuado
en virtud de la denominada “obediencia debida”, concepto militar según el cual
los subordinados se limitan a obedecer las órdenes emitidas por sus superiores.
Menem presidente indultó a los civiles y militares que habían sido condenados
por cometer crímenes durante la dictadura autodenominada Proceso de
Reorganización Nacional incluyendo a los miembros de las juntas condenados en el
Juicio a las Juntas de 1985.
Otra respuesta del movimiento de derechos humanos fue la promoción de los
Juicios por la Verdad, declarando el derecho de los familiares de las víctimas
de abusos del Estado ocurridos en la dictadura (1976-1983) de conocer cuáles
fueron las circunstancias de desaparición y, en su caso, el destino final de sus
restos. “derecho a la verdad”. Las Organizaciones cumplieron un importante rol
de institucionalizar socialmente la verdad, manteniendo vigente la revisión de
esta historia, al tiempo que generaron datos y conexiones nuevas. Ofrecieron
nuevas pruebas de la centralidad de la represión a trabajadores y sindicalistas,
y de distintas formas de participación de sectores empresarios en esta
persecución.
El Centro de Estudios Legales y Sociales, declaró “la invalidez, la
inconstitucionalidad y la nulidad insanable” de las leyes de Obediencia Debida y
Punto Final. El 21 de agosto de 2003, el Senado convertía en ley la anulación de
las leyes de Obediencia Debida y Punto Final que impedían que los responsables
de delitos de lesa humanidad fueran juzgados.El
14 de junio de 2005, la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de estas
normas.
En esta etapa, y a partir del desarrollo de los juicios en distintas localidades
del país, se sumaron una gran cantidad de testimonios, documentos e incluso
recomendaciones de investigación de la participación de empresas y empresarios
en la represión a trabajadores y sindicalistas. En este período se renovó el
compromiso de algunos sectores políticos, sindicales y de derechos humanos,
tomando el eje de complicidad patronal militar como punto convocante en la
conmemoración de los treinta años del golpe de Estado. recién en septiembre de
2015 comenzó el primer juicio oral y público de la historia del país contra un
empresario acusado por su participación directa en crímenes de lesa humanidad y
culminó en marzo de 2016 con la primera condena a un empresario por delitos de
lesa humanidad contra el trabajador.las demoras y los obstáculos que se imponen
en el ámbito judicial en todo el país a la hora de investigar las
responsabilidades empresariales. Generalmente los casos son frenados por
decisiones judiciales, en el primer caso por una falta de mérito.
La investigación de las organizaciones posibilitó hacer foco en el proceso
represivo desatado sobre los trabajadores y analizar las distintas formas de
participación de funcionarios jerárquicos o de propietarios de las empresas. la
intención de abordar casos de diversas actividades económicas y localizadas en
distintas regiones del país, la importancia que el Ejército atribuía a compañías
que o bien eran líderes en sus respectivas ramas de actividad o bien eran
proveedoras de bienes y servicios de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, la
prioridad dada a los casos que presentaban algún tipo de avance y acumulación de
evidencia y prueba en materia judicial, y, finalmente, las restricciones de
tiempo, investigadores y recursos. Un patrón común de lo que se denominan
prácticas empresariales represivas y una estrategia común de disciplinamiento
laboral vinculada al terrorismo estatal. Se detallan diver sas formas de
militarización de las fábricas, cuyo tipo extremo lo constituyó la existencia de
lugares de detención clandestina y tortura de trabajadores dentro del predio de
los establecimientos. También, facilitar o habilitar la represión dentro y fuera
de los lugares de trabajo: el aporte de información clave, así como la
prestación de medios de movilidad, materiales y financieros.
Estos cinco casos analizados en los respectivos informes permiten registrar que
esta práctica no se restringió a una determinada empresa, actividad económica,
ni región, sino que se plasmó en una variedad de ellas. En todos estos casos, se
pone claramente de manifiesto la decisión empresarial de habilitar espacios a
las Fuerzas Armadas en los propios establecimientos que eran propiedad privada y
estaban bajo su dominio, en los que se produjeron violaciones a los derechos
humanos de extrema gravedad. la presencia visible de personal militar en las
fábricas y el desarrollo de tareas de vigilancia, control y disciplinamiento; el
despliegue de operativos militares.
Antes se usaba el concepto de complicidad, pero después de estas investigaciones
no resultaba adecuado para reflejar el grado de involucramiento empresarial en
las políticas dictatoriales represivas que se registraron en los casos
analizados. La “complicidad” aparece comúnmente asociada al acompañamiento de
una acción desarrollada por otro actor. Justamente no se desprende de la
evidencia de que estas empresas hayan desempeñado un papel complementario o
subsidiario del accionar militar. La articulación entre prácticas e intereses de
las fuerzas militares y de la dirigencia empresarial aparecía en cambio, en los
casos analizados, como un dato central y para dar cuenta de esta alianza se
propuso entonces el concepto de “responsabilidad”, el cual permitía reflejar, en
una forma más clara y contundente, el papel activo que tuvieron las empresas en
la represión a los trabajadores y el peso específico de su accionar que no podía
calificarse como complementario.
Conclusiones:
1. La clase trabajadora y el movimiento sindical constituyeron el objetivo
primordial de la dictadura de 1964.
2. el régimen político que se buscaba imponer en el país a partir de 1964 exigía
una clase trabajadora despolitizada, subordinada a los patrones y a las
autoridades políticas y sometida.medidas represivas y laborales aplicadas por la
dictadura con el objetivo de volver a la clase trabajadora más sumisa y
productiva, generando una mayor acumulación de capital.
3. Durante la dictadura militar, se logró imponer sobre la clase trabajadora un
despotismo fabril que correspondió a un nuevo régimen laboral dentro de las
fábricas y empresas, basado en la exacerbación de la vigilancia y en una
disciplina militarizada, todo esto se vio reforzado por la dictadura más cruel.
4. Los trabajadores y el movimiento sindical fueron los destinatarios
principales de la violencia practicada mediante la articulación de las empresas
y el estado dictatorial: fueron delatados por los patrones, fueron incluidos en
“listas negras” cuya intervención era solicitada por los patrones.
5. la clase trabajadora sufrió una rebaja muy significativa de salarios, la
pérdida de la estabilidad en el empleo, el final de un amplio arco de derechos
laborales y una brutal regresión de sus condiciones de vida. La dictadura dejó,
entre otras, dos herencias malditas que siguieron vigentes con posterioridad: la
depresión en los salarios y la alta rotatividad en el empleo.
6. la clase trabajadora fue víctima sistemática de prisiones arbitrarias e
ilegales, acompañadas de diferentes formas de tortura, que implicaron muchas
secuelas físicas de alto impacto.
ADAMOVSKY - CAP 6. LA DEMOCRACIA DEVALUADA - ALFONSÍN Y MENEM
Alfonsín revistió de una nueva legitimidad a una aspiración más Modesta la
democracia. Democracia de cierto contenido social y progresista. El imperativo
era ahora apegarse a la democracia y fortalecer las instituciones y la cultura
republicana como horizonte necesaria y suficiente para el país. La sociedad
Argentina empezó a otorgarle a la democracia un valor superlativo. Encontrar un
punto de apoyo requería construir un nuevo sujeto democrático. Por un lado
abreviaron en la larga tradición cívica de la UCR y en algunos motivos clásicos
del republicanismo liberal.Se basaron en el respeto de los derechos humanos y en
la negociación corporativa de interés: La importancia del sufragio, el debate
pluralista de ideas, y las garantías que establecía la Constitución.
La eficiencia de estas nociones descanso en la narrativa de los dos demonios. la
teoría proponía que la culpa por la violencia de los años previos recaída en los
mandos militares y en las organizaciones guerrilleras. Su responsabilidad era
equivalente. El resto de la población y la víctima pasiva de sus violencias. Se
indujo entonces a olvidar dos cuestiones cruciales: que la dictadura había
tenido un gran nivel de apoyo civil, y que otra parte de la población Igualmente
importante había luchado por un mundo nuevo sin preocuparse por respetar las
formalidades democráticas. Está visión resultó enormemente persuasiva. El modelo
de civismo democrático progresista proponía una condena explícita a las
atrocidades de los militares tanto como el fanatismo de los líderes
guerrilleros. Era el tiempo del diálogo y del consenso no para la fuerza ni el
conflicto.la Nueva Argentina democrática no tenía nada que ver con el pasado
militar o guerrillero pero tampoco con el marxista o el peronista. Este nuevo
relato se reflejó en las identidades sociales. La confianza en el trabajador
como figura central del cambio anhelado perdió su lugar. El Nuevo Ideal del
civismo se encarnó implícitamente en la clase media. La victoria de Alfonsín fue
interpretada como la victoria de esa clase, que supuestamente ponía fin a la
indebida gravitación del elemento plebeyo y la historia nacional. Se volvió a un
país normal. Incluso en el vocabulario político se tendió a reemplazar las
referencias del pueblo o los trabajadores por otras como la gente, una categoría
que no daba lugar a imaginar diferencias sociales.El desdibujamiento de las
clases populares como actor político.
Momento Alfonsín (1983-1989)
1983 alfonsín asume la presidencia. Apenas haber asumido Alfonsín derogó la
autoamnistía que habían decretado los militares y constituyó una Comisión
Nacional sobre la desaparición de personas(conadep) que después hizo el informe
Nunca más. Por decisión presidencial en 1985 los 9 miembros de las juntas
militares y algunos otros altos jefes fueron sometidos a juicio en un tribunal
civil. 5 altos jefes recibieron condenas Y qué harán en prisión. Se fijó un
estándar para otros casos de violaciones Derechos Humanos: era la primera vez
que un pueblo conseguía condenar a sus propios dictadores en los propios
tribunales. para equilibrar con la teoría de los dos demonios alfonsín emitió
otro decreto por el cual se sometería a proceso a las conducciones de montoneros
y del ERP. Alfonsín pretendía concluir el proceso de revisión del pasado, pero
dio un giro inesperado: El movimiento de Derechos Humanos se fue de enemistar lo
con el gobierno y presionó para que se juzgará a los responsables. En 1980
consiguió que el congreso votará la ley de Punto Final que puso una fecha límite
para el inicio de nuevas acusaciones. Mientras preparaba otra que limitaba la
responsabilidad de los mandos medios se produjo un alzamiento militar. En 1987
Aldo Rico coronel con los carapintadas. Esta vez no se proponía dar un golpe de
estado sino reclamar el fin de los juicios y la reivindicación del accionar
represivo de las fuerzas armadas. Hubo una inmensa reacción Popular en defensa
de la Democracia: entidades de todo tipo respaldaron enérgicamente al
presidente. Alfonsín prometió medidas para limitar el alcance de los juicios y
días después presentó la ley de obediencia debida. Esta ley fue aprobada con el
voto de parte del peronismo. La actitud de Alfonsín y las leyes de impunidad
generaron un profundo desánimo. Se alzaron una vez más y alfonsín cedió
nuevamente a los militares.
Con la iglesia las relaciones fueron muy malas, la jerarquía eclesiástica tuvo
recelo desde el principio de las investigaciones por violaciones a derechos
humanos que mostrarían su involucramiento en el plantel. Rechazaron los juicios
a los militares y pidieron una reconciliación. También se habituaron a fusilar a
la naciente democracia en cuyo espíritu progresista veían signos del avance de
la inmoralidad.La vida Universitaria y en general la cultura florecieron por el
regreso de artistas e intelectuales que se habían marchado al exilio. También
intentó modificar las leyes que regulaban la vida gremial de un modo que
limitaba el poder de la burocracia pero que debilitaba a los sindicatos. La
máxima diligencia de la cgt cerró filas para resistirlo. La oposición de parte
del peronismo que controlaba el senado volvió imposible la reforma. Después de
eso el gobierno viró radicalmente en su política y trató de ganarse el apoyo de
los gremialistas. La CGT tuvo una actitud confrontativa.
Con los empresarios las relaciones fueron tensas. Alfonsín fustigó la patria
financiera y decidió estatizar la deuda externa de los privado, además de
revisar quiebras, etc. Todo ello, por el entrometimiento del estado, generó
antipatía en el sector empresario. En política exterior fue activo. El acuerdo
de libre comercio con Mercosur + Alfonsín dejó pasar la oportunidad de
desconocer la deuda externa tomada por la dictadura. El gobierno estadounidense
le brindó un amplio apoyo durante su gestión.
Economía→ estaba estancada. Realizo políticas de fomento al consumo y al mercado
interno y reactivación y los salarios mejoraron pero el riesgo de una
hiperinflación y la presión del FMI y en punto comenzó el plan austral con una
terapia de shock: precios, salarios y tarifas fueron congelados y el peso fue
reemplazado por la nueva moneda, el austral. La inflación volvió a hacerse
sentir y profundizó las reformas en un mayor ajuste fiscal: más desregulación de
la economía, la privatización de algunas empresas públicas, la disminución de
las retenciones del agro y el ingreso de capitales extranjeros. No dejaba de ser
índice de la debilidad del Estado.
En 1987 la UCR perdió la cámara de diputados y la mayoría de las provincias lo
que aceleró la pérdida de autoridad del gobierno. En agosto de 1988 tras el
fracaso del plan austral, se anuncia un nuevo paquete de medidas: el plan
Primavera, que profundizaba las ideas ortodoxas con nuevos congelamientos de
precios y salarios y anuncios de un drástico ajuste. Nada de esto alcanzó para
estabilizar la economía. Los cortes programados de energía empeoraron el humor
social. A comienzos de 1989 tras el anuncio del FMI y el Banco Mundial de qué
limitarían sus créditos a la Argentina, la economía se desmoronó, el gobierno
validó una devaluación y la inflación se desató descontrolada. En medio del caos
inflacionario llegaron las elecciones de 1989 que fueron adelantadas. Alfonsín
perdió adhesiones de manera progresiva y la tendencia se revirtió por los Medios
de comunicaciones que buscaban desmantelar el estatismo para liberalizar la
economía y acabar con los derechos laborales abusivos. El mercado, liberado de
sus propias dinámicas, resolvería todos los problemas. En 1987 una facción
renovadora había desplazado de la conducción del PJ a los sindicalistas y a los
peronistas más rancios. Tenía la idea de desplebeyizarlo y dotarlo de un aparato
partidario con reglas formales y una diligencia más moderna y aceptable para los
sectores medios, y para el espíritu del civismo democrático que se había
instalado. Entre ellos Carlos Menem, que cultivaba buenas relaciones con grandes
empresarios. Menem consiguió el candidato presidencial. Competía permitiendo
fuertes aumentos salariales, una unidad latinoamericana y el fomento de la
industria acompañado con discursos nacionalistas.
Con la hiperinflación estalló una intensa ola de saqueos de comercios por lo que
se declaró el estado de sitio y se arrestó a la dirigencia del partido obrero.
El traspaso de mando tuvo que adelantarse 6 meses. El gobierno sin poder alguno
no podía conseguir controlar la situación.
De menem a la alianza: triunfo del neoliberalismo
Margaret thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en Estados Unidos aumentaron
las presiones en favor del Libre Mercado. El capitalismo reinaba ahora sin
contrincante al mismo tiempo que los países desarrollados encarnaban el
desmantelamiento de las funciones de bienestar. Consenso de Washington. Aunque
debilitado, el sindicalismo todavía tenía una buena cuota de poder. El estado
conservaba aún la capacidad de regulación de diversos aspectos del
funcionamiento del mercado. había que desmantelarlo.
La doctrina del shock es cuando una situación caótica sumerge a la población en
el miedo y el desconcierto Entonces se vuelve posible avanzar con medias
salvadoras que en tiempos normales jamás serían aceptadas. El caos puede
transformarse en un gran Aliado.
Hubo un golpe de mercado donde previa a las elecciones los productores Rurales
retrasaron las operaciones de exportación y retas yaron en el pago de impuestos
lo que generó problemas Fiscales. A eso se sumó la conducta de grandes empresas
que no liquidaron Divisas y produjeron corridas cambiarás al abandonar
masivamente el austral para refugiarse en el dólar. Comenzó un programa drástico
de neoliberalismo. Cavallo como ministro de economía. La economía fue lentamente
recuperando estabilidad se eliminaron o redujeron en tiempo récord la mayoría de
las protecciones arancelarias de la industria y buena parte de los subsidios.
También se privatizaron prácticamente todas las empresas públicas, gracias al
programa de shock de Cavallo que incluía la convertibilidad de la moneda
nacional (se volvió a cambiar al peso). No habrá devaluaciones y un peso
equivaldría a 1 usd. El impuesto al valor agregado IVA aumentó. El
desmantelamiento de la capacidad reguladora del estado fue casi total. Los
financistas e inversores se beneficiaron de hechos y garantías inéditos para
desarrollar actividades a su antojó sin controles y restricciones.
Consecuencias:
● Miles de empleados fueron despedidos, ferrocarriles se cerraron por parte de
privatización, proceso de desindustrialización, quiebras de pequeñas y medianas
empresas que dejaban en la calle a miles de obreros. Los que ganaron fueron los
grandes empresarios locales y transnacionales, los contratistas del estado y los
sectores financieros grupos que dieron a Menem su apoyo. Desde 1991 se
impulsaron leyes sobre los derechos laborales bajo la excusa de la necesidad de
flexibilizar el empleo. Dio lugar a la subcontratación, la tercerización, el
empleo autónomo y los trabajos temporarios. Esto significó la extensión de los
vínculos laborales en cubiertos y el trabajo precario. La reprimarización de la
economía: el agro tuvo un crecimiento pero de características que acentuaron la
contracción a los beneficios de unos pocos y la tendencia al monocultivo. La
nueva tecnología disminuyó las oportunidades de empleo para los peones.
deterioro ambiental por tala masiva, degradación de las tierras por herbicidas.
Cuándo se habilitó el regreso de las compras en cuotas hubo una fiebre de
consumo y una sensación de bonanza. Consiguió colocar el gobierno bonos entre
los inversionistas lo que garantizo mayor liquidez, aunque a costa de un abrupto
engrosamiento de la deuda externa. Lo llamaron el milagro argentino y lo
ofrecieron como prueba de que el consenso de Washington funcionaba. Los éxitos
estaban sobredimensionados por la entrada de capitales, y el FMI tapó el
creciente desequilibrio de la balanza comercial y el alza de desempleo; y
permitió a Menem conseguir su reelección en 1995 habilitada por una reforma
constitucional acordada con Alfonsín en el pacto de Olivos que le brindó en el
congreso los votos que le faltaban. Fue la primera vez que el candidato favorito
de las clases altas llegaba al poder mediante elecciones limpias. Fue una ironía
que quién alcanzara tal logró fuera un hombre del peronismo. El propio Menem
reforzó la idea de unir a las 2 argentinas.
Los militares condenados por delitos de lesa humanidad y los líderes
carapintadas fueron liberados. Las políticas neoliberales vinieron de la mano de
un acercamiento a los Estados Unidos. Las obligaciones de la deuda externa
pudieron ser renegociadas en términos más favorables. Menem envió fuerzas
militares para que colaboran con la guerra de 1990 entre Estados Unidos e Irak
lo que causó dos atentados terroristas en Argentina. (embajada de israel y
amia).Yo comienzo una cadena de oscuras maniobras de encubrimiento en las que
participaron altos funcionarios de menem. A pesar de la degradación
institucional, la reforma de 1994 dio ocasión para introducir algunas
modificaciones en la Constitución que significaron una ampliación de derechos y
garantías. Los representantes de todos los estamentos pasaron a ser elegidos
directamente por la ciudadanía, nuevos Organismos para asegurar la división de
poder y mejorar los controles sobre los funcionarios. Se reconoció la existencia
de los pueblos originarios y los derechos ambientales. En 1994 se eliminó el
servicio militar obligatorio y aumentó la presencia femenina en el congreso.
Por derrumbes financieros en países periféricos, entró un nuevo apoyo del FMI
tomado de apuro, que siguió apuntando la deuda externa. En 1995, vuelve a
disminuir el PBI y el deterioro se hizo evidente. A partir de 1998 la Argentina
entró en caída libre, lo que llevo a que en 1999 triunfara la Alianza: una
coalición formada por la UCR y el Frepaso, integrado por peronistas descontentos
con la nueva orientación del PJ y otros grupos menores encarnizado por Fernando
de la Rúa. En 2001 volvió a convocar a Cavallo como ministro de economía.
La brecha había crecido y en 2002, durante el pico de la crisis, las clases
altas habían conseguido apropiarse de una porción mucho mayor de la riqueza
producida socialmente. Empeoró la condición social: surgimiento de nuevos
pobres. Parte de los pobres eran personas que hace poco habían gozado de un
pasar económico más holgado y que pertenecían a la clase media. Alta
desocupación y nuevos empleos precarios y de corta duración. Como consecuencia
el orgullo e identidad de obreros fue desapareciendo cada vez más como una
memoria del pasado. Las mujeres debieron salir al mercado de trabajo masivamente
o arreglárselas. Feminización de la pobreza punto se trató de un proyecto de
reformulación profunda de todos los aspectos de la vida social. Cada individuo
debía proveerse el acceso al bienestar por sus propios medios. desfinanciación
dramática de los sistemas de salud, de previsión y Educación Pública.
Abandonaron la educación pública.
En paralelo para mantener bajo control el fenómeno de la pobreza el estado
nacional desarrolló políticas de asistencia focalizadas. Desde el programa
alimentario nacional que Alfonsín lanzó en 1985 hasta los subsidios para
desempleados que implementó Menem en su segundo mandato, las políticas
asistencialistas se multiplicaron. Ya no era la fábrica o el lugar de trabajo el
sitio privilegiado por el que pasaba la política social, sino el barrio. La
identificación de los focos posibles de conflicto para otorgar alguna ayuda
específica que los mantuviera encapsulados y controlados. mas que acabar con la
pobreza, al estado le interesaba gestionarla. Este apoyo vino de la ong e
Iglesias. con el tiempo los líderes naturales de los barrios terminaron
convirtiéndose en mediadores o punteros. La rápida expansión del clientelismo es
decir el intercambio de favores personales aunque financiados por el estado por
apoyo electoral. Los límites entre los Estatal lo privado y lo partidario
quedaron desdibujados. El uso de la violencia se incrementó y el sentimiento de
inseguridad se apoderó de la sociedad Argentina. Por esto los años neoliberales
derivaron en la emergencia de movimientos de extrema derecha que por primera vez
ganaban favor popular. Los sindicatos ya no ofrecían un canal para incidir
colectivamente en la alta política. Los partidos, mucho menos.