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Historia Social General I | Smith, "Un estudio comparativo de las descolonizaciones francesa y británica" |
Cátedra: Lettieri |
2° Cuat. de 2011 |
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Después de que finalizó la Segunda Guerra Mundial faltó un debate sobre el
carácter de la descolonización como movimiento histórico y de esta manera
generalizó las diferencias entre las experiencias de Gran Bretaña y Francia.
Las decisiones políticas realmente importantes que debían tomar ambos países
tenían que ver con cuáles de las facciones nacionalistas locales contarían con
su apoyo y sobre cuáles porciones del territorio se permitiría gobernar a esas
elites.
El carácter de las elites nacionalistas era diferente en ambos países. Las
interminables guerras en Indochina y Argelia planteaban grandes problemas a
Francia, a los que Gran Bretaña tenía suerte de escapar por lo menos hasta la
invasión del Canal de Suez en 1956. Por lo tanto, el estudio comparativo de la
descolonización europea depende en gran medida del estudio comparativo del
nacionalismo colonial.
La experiencia británica preparó muy a Londres para liquidar su imperio después
de 1945. Pero entre las dos guerras se hizo evidente que nunca fructificaría el
sueño de la “Federación Imperial”. En contraste, la experiencia francesa en el
manejo del cambio político dentro de su imperio era limitada. Las propuestas
redactadas que reorganizarían el imperio luego de la guerra fracasaron en la
posibilidad de una revolución colonial hacia la independencia. No había la menor
intención de conceder a los nacionalistas coloniales ventajas políticas que
hubieran podido conducir la independencia.
Existen varias razones para explicar el fracaso francés:
1. Diferencia entre las tradiciones imperiales de Inglaterra y Francia: En
cuanto a Londres gobiernos mas representativos que tendían hacia la eventual
independencia. Sin embargo, las prácticas inconstitucionales explican mejor las
ventajas que tenía Gran Bretaña sobre Francia.
2. Diferencia en las relaciones de Washington con Paris y Londres, es decir las
diferencias de los vínculos que ligan a Franklin Roosvelt con Washington
Churchill y con Charles de Gaulle: Mientras Roosvelt tenía gran estimación por
Churchill, odiaba a de Gaulle. Esto tenía que ver con su decisión de no dejar
que Francia fuera absorbida por sus aliados durante la guerra.
La tercera de las principales diferencias entre las descolonizaciones británica
y francesa nos lleva a un análisis de las instituciones políticas de cada una.
En el Reino Unido la elasticidad de las instituciones británicas favoreció el
funcionamiento eficaz durantes la crisis. La política imperial británica se
caracterizó por su coherencia, consistencia y fortaleza. En Gran Bretaña se
conjugaron una oposición leal, el estable sistema bipartidista y un ejecutivo
fuerte, bajo el mando de Churchill desde 1951.
En Francia, por el contrario, el sistema multipartidista les jugó en contra, la
oposición tanto de derecha como de izquierda era desleal con el régimen
gobernante (4º República), provocando la debilidad del Ejecutivo. La insolvencia
de la autoridad gubernamental era tal que ante la amenaza de la insubordinación
militar el régimen se derrumbaba. El fracaso de la descolonización francesa se
debió al obstinado consenso colonial que sostenían desde los socialistas hasta
la derecha. La imagen de un país estable, propalada por de Gaulle, requería de
grandeza internacional, y para eso necesitaba su imperio. Francia sentía la
pérdida de las colonias no como el fracaso de una política colonial absurda,
sino como el fracaso de un régimen, el fracaso interior de un pueblo.
A las características del régimen político de cada país se sumó las diferencias
en las opiniones de las elites políticas respectivas. Ni la fuerza gobernante,
ni el control civil sobre los militares ni los intereses económicos explican
estas divergencias, sino que el factor de relevancia general más decisivo es el
conjunto de características nacionales. Pero un determinante importante no tiene
que ver tanto con las estructuras políticas de Gran Bretaña y Francia, sino con
el carácter el nacionalismo en las colonias de ultramar.
El autor Tony Smith en este apartado trata de analizar el proceso de
descolonización centrándose en los desarrollos asiáticos y africanos. Enfatiza
su análisis en las distintas corrientes nacionalistas en los procesos de
liberación nacional de los distintos países.
Precisamente en esta parte compara las reacciones de África negra y Madagascar
ante la política colonial francesa de posguerra con las de los nacionalistas de
Argelia e Indochina sirviéndose para ilustrar la importancia de las condiciones
locales para determinar ese movimiento histórico.
La política francesa era la misma en todo el imperio: las reformas políticas se
concedían sólo en la medida en que se consideraba que servirían para preservar
el gobierno francés. Posteriormente los franceses demostraron cuan seria era su
decisión y en noviembre de 1946, bombardearon el puerto de Haiphong para
expulsar al Vietminh de la ciudad. Por lo que este les respondió con un intento
de golde de Hanoi. Pero en África negra la política tuvo éxito debido a la
capacidad del partido nacionalista para mantener firmemente la alianza a las
fuerzas que representaba; la fortaleza relativa de los oponentes locales y la
necesidad de ese partido de ser ayudado por el sistema internacional para
mantener su predominio local. Después de la Segunda Guerra mundial, el
nacionalismo africano de los territorios franceses encontró su más avanzada
expresión en Senegal y Costa de Marfil, está última sería la que más rápidamente
emergería como el territorio clave de la política francesa del Sur del Sahara.
Luego del régimen de Vichy permaneció en el control hasta 1943, cuando miembros
del gobierno provisional del general Charles De Gaulle asumieron el control de
toda el África Occidental Francesa. La conferencia de Brazzaville de 1944, la
primera Asamblea Constituyente de la Cuarta República en 1946, y la gratitud de
Francia por la lealtad africana durante la guerra llevó a reformas
gubernamentales de largo alcance en 1946. La ciudadanía francesa fue concedida a
todos los "sujetos" africanos, se reconoció el derecho a organizarse
políticamente y varias formas de trabajo forzado fueron abolidas. Se alcanzó un
punto decisivo en las relaciones con Francia con el Acta de Reforma de Ultramar
(Loi Cadre) de 1956, la cual transfería un número de poderes desde París a
gobiernos territoriales elegidos en África Occidental Francesa y también removía
las restantes inequidades votantes. La principal organización política de Costa
de Marfil se encontraba encabezada por Houphouët-Boigny quien vino primero a la
prominencia política en 1944 como fundador del Syndicat Agricole Africain, una
organización que ganó condiciones mejoradas para los granjeros africanos y formó
un núcleo para el PDCI. Hophouet fue uno de los fundadores de la Rassemblement
Démocratique Africain (RDA), el principal partido político interterritorial pre-independencia
para todos los territorios africanos occidentales francés excepto Mauritania.
Costa de Marfil sufría la amenaza de ser incorporada a una África Occidental
federal., es por eso que necesitaba del apoyo de Francia, pues en toda la
Federación predominaba la concepción unionista. Según la constitución de la
Quinta República, África tenía dos opciones: la “federación”, subordinada a
Francia o, a la independencia. Es decir, el país estaba buscándose a si mismo en
una creciente agitación contra la administración francesa. Pero el panorama era
agrio a consecuencia de la caída de los precios del café y el cacao y por eso a
fines de 1950 necesitaba de la cooperación de Francia.
Los gobiernos cuyo poder se basa en la legitimidad tradicional o en los ingresos
de importación-exportación estarán menos dispuestos a movilizar a sus pueblos
para guerras de liberación nacional. Entonces qué elites nacionalistas
desencadenarían conflictos con un régimen imperial:
- Donde nunca se creó una elite dependiente del poder externo, como es el caso
de Argelia, donde los colonos se apropiaron del papel de una elite nativa y
formaron una amplia base popular con oposición a Francia.
- Donde una vez creada esa elite se la destruye. Un ejemplo es Indochina. Allí
después de 1.945 se destruye la elite nacionalista que hubiera podido tener
interés en cooperar con los franceses y cobra gran fuerza el movimiento
revolucionario liderado por los comunistas.
- Donde esa elite fue desplazada por el surgimiento de una formación política
rival. Situación reflejada en India donde después de la primera guerra mundial
surge una burguesía manufacturera local nacional que desplaza la elite
previamente dominante en nombre de tarifas protectoras, una producción agrícola
más racional para alimentar al proletariado y aumentar la demanda rural de
bienes manufacturados. Gandhi en este caso fue el vínculo ideológico entre las
fuerzas campesinas y elitistas.
Conclusión: para explicar la descolonización no basta con comparar las
formulaciones políticas de los países europeos, sin embargo, la actitud de las
autoridades coloniales frente a éste proceso tuvo su importancia. Para explotar
su poder debían tener la experiencia y las instituciones adecuadas para manejar
el conjunto colonial y la sabiduría política que les permitiera reconocer los
límites para no llegar a una revolución (en éste sentido los británicos tenían
sus ventajas). Hay una tentación de simplificar éste proceso sumamente
multiforme. Hay cantidad de factores que intervinieron en su curso y
generalmente no son tomados en cuenta en su totalidad.