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Historia Social
Contemporánea
Resumen para el Segundo Parcial |
Historia Social Contemporánea (Cátedra: Angélico - 2017) | Cs.
Sociales | UBA
EVANS: “El tercer reich en el poder”
La construcción de la comunidad del pueblo: había un número pequeño de personas
que sí se daba cuenta de lo que estaba pasando como por ejemplo Reck. Dice que
muchos se sentían atraídos por la hostilidad de los nazis hacia el socialismo y
comunismo, por su énfasis en el liderazgo y por sus ataques contra la cultura
burguesa. Para la generación joven la rápida expansión de las fuerzas armadas
constituía una nueva oportunidad de servir en el cuerpo de oficiales. Cuando
Hitler asumió la jefatura tras la muerte de Hindenburg se desvanecieron todas
las esperanzas de la vieja generación de nobles alemanes en una restauración de
la monarquía.
Tradicionalmente la nobleza alemana sacaba su riqueza de la tierra. El
fundamento de la sociedad alemana en el campo no lo formaban los grandes
propietarios sino los pequeños campesinos. Pedían una reforma de la tierra que
encaje con nuestras necesidades nacionales y la creación de una ley que
confiscase la tierra sin compensaciones y en beneficio de la comunidad. El
partido nazi se comprometía en principio a la inviolabilidad de la propiedad
privada. La aristocracia se mantuvo al margen y prefirió seguir apoyando a los
nacionalistas.
Los campesinos recordaban las grandes promesas hechas por Darré en 1933 y
protestaron de forma más abierta que los demás sectores porque el régimen se
veía impotente para castigarlos ya que resultaban indispensables.
A pesar de las presiones que recibieron las comunidades aldeanas no cambiaron
fundamentalmente entre 1933 y 1939.
El destino de las clases medias: el discurso político alemán incluía
generalmente al campesinado en un grupo de aspiración de los propagandistas de
derechas de dar lugar reconocible dentro de la sociedad a aquellos grupos que no
eran ni burgueses ni proletarios. La clase media a comienzos de los años treinta
representaba mucho más que un grupo social: en la política alemana representaba
todo un conjunto de valores. Situada entre las dos clases antagónicas
representaba a las gentes que se valían por sí mismas, independientes y
trabajadoras. El programa nazi de 1920 era un producto típico de la política de
extrema derecha, el apoyo de esta parte de la población fue un factor que
contribuyó al despliegue nazi. Todos eran susceptibles de sentirse atraídos por
la política de culpar a los judíos de todos los problemas. Los representantes de
estos grupos vieron la llegada del tercer reich como la oportunidad de llevar a
cabo sus aspiraciones. Al principio tuvieron algunos efectos como la ley de
protección del comercio individual que prohibió que las cadenas de tiendas se
expandieran, que incorporaran nuevos productos o que ofrecieran descuentos
mayores a lo común. Estas políticas de ayuda a las medianas y pequeñas empresas
se apagó a medida que la economía empezó a quedar supeditada a los abrumadores
imperativos del rearme. Por lo que terminaron beneficiándose las grandes
empresas.
En 1935 algunos tenderos y artesanos que habían sido celosos nacionalsocialistas
en tiempos anteriores estaban manifestando su enfado porque su situación no
había mejorado. Otro grupo que pensaba que con el tercer reich su situación iba
a mejorar fueron los oficinistas y los asalariados de la empresa privada que
miraban con envidia los salarios altos. Muchos esperaban qe este régimen
restauraría las barreras de estatus entre oficinistas y trabajadores manuales.
El miedo a la proletarización era una impresionante fuerza motriz de los
sindicatos de oficinistas, peor tuvieron un gran desengano cuando Hitler alcanzó
el poder. Los líderes fueron detenidos y enviado s a campos de concentración y
los sindicatos fueron absorbidos por el Frente del Trabajo junto con las otras
organizaciones profesionales. El hecho de que los trabajadores y sus
organizaciones fueran integrados formalmente a la comunidad nacional
desmantelaba una barrera más.
La posición de los profesionales universitarios era más complicada. El tercer
reich ejerció un impacto directo sobre el estatus de estos grupos> por un lado
degradó a los abogados, los maestros y profesores, y por el otro elevó a los
médicos. El anti intelectualismo y el populismo nazi tuvieron un efecto negativo
sobre el prestigio social de estos grupos. El desprecio de los nazis hacia el
derecho hizo que esta carrera sea poco atractiva mientras que las fuerzas
armadas tuvieron toda la atención de los jóvenes de clases medias y altas. El
rearme y el imperativo de encontrar expertos técnicos para el diseño bélico
condujo al ministerio de trabajo a eximir a los ingenieros de las restricciones
impuestas sobre la movilidad laboral. Todos los grupos profesionales habían
perdido un grado de autonomía mediante el proceso de coordinación llevado a cabo
en los primeros meses cuando diversas asociaciones profesionales fueron
clausuradas y sometidas al liderazgo nazi. También los médicos perdieron algunos
de sus viejos privilegios ya que se vieron atados a un conjunto de normas
impuestas desde arriba que si no las cumplían eran sancionados. Un golpe a su
reputación fue que el régimen no accedió a una demanda de los médicos sobre la
supresión de los curanderos sin formación universitaria. Los médicos tuvieron
que soportar la pérdida de status profesional, una creciente injerencia
gubernamental y la erosión de sus posicionamientos étnicos tradicionales. Aunque
sí hubo un enorme crecimiento de los médicos del poder que podían ejercer sobre
los individuos. La salud era para este régimen fundamental ya que se basaba en
la aptitud racial. Por otro lado, la expulsión de tantos médicos judíos llevó a
un aumento de la actividad de los que permanecieron en ella. Los más jóvenes
encontraron una esfera de acción para sus ambiciones en el área de higiene
racial, mientras que los viejos podían seguir llevando a cabo su trabajo del
modo tradicional y obtener mejores honorarios que antes.
Los funcionarios estaban menos satisfechos ya que había tensiones entre los
bazos normativos de este estado dual. El partido empezó a ser más importante que
lo que decía el estado por lo que la carrera funcionrial dejó de ser llamativa
para los jóvenes.
La domesticación del proletariado: la clase social más amplia era el
proletariado. A comienzos de los treinta el desempleo masivo había socavado la
moral y la cohesión de la clase trabajadora. Había desestabilizado el movimiento
sindical y los partidos habían perdido la capacidad de acción. En 1933 los nazis
destruyeron al movimiento obrero alemán, clausuraron los sindicatos y
prohibieron los dos partidos más importantes de la clase trabajadora. Los nazis
se movilizaron para crear una nueva organización obrera que coordinara a los
trabajadores bajo el control estatal. El sindicato nazi, la Organización
Nacionalsocialista de Células de Fábrica era visto con recelo por los empleados
que veían su potencial como una amenaza. Las empresas no querían librarse de los
sindicatos para que aparezca uno más fuerte.
Pero los nazis no querían que el conflicto de clases de la república de Weimar
se trasladara al reich. Por lo que se le ordenó a la ONCF que no interfiriera en
la marcha de las empresas ni perturbara el trabajo de los sindicatos. Los
sindicatos fueron sustituidos por el Frente Alemán de Trabajo. El régimen era
muy consciente de que el cierre de los sindicatos y la regimentación de los
trabajadores en un Frente de Trabajo corrupto y autoritario podían causar
descontento en esta clase que había dado un apoyo enorme al comunismo, enemigo
principal del nazismo. El régimen por lo tanto trató de disponer medios
alternativos para reconciliar la clase trabajadora con el tercer reich. El más
importante fue la organización conocida como Comunidad Nacionalsocialista A la
Fuerza a través de la Alegría fundada como entidad subsidiaria del Frente Alemán
del Trabajo en 1933. El objetivo de esta era organizar actividades de ocio para
los trabajadores, impedir que las organizaran ellos mismos y asegurarse de que
el tiempo de ocio serviría a los intereses de la comunidad racial y reconciliaba
los mundos del trabajo y del tiempo libre. Los trabajadores obtendrían fuerza
para trabajar mediante la energía que les daría su tiempo libre. Es un espejismo
inteligente construido sobre la actitud de la pequeña burguesía hacia el obrero
apolítico.
Promesas sociales y realidad: en general se opinaba que A la Fuerza a través de
la Alegría y sus programas sociales serán un sustituto de las mejoras económicas
auténticas, aunque investigaciones revelan que la situación económica real de
los asalariados trabajadores no mejoró sustancialmente. Esto implica que muchos
trabajadores de las industrias de bienes de consumo seguían ganando menos de lo
que ganaban antes de la Depresión, sólo los que trabajaban en industrias bélicas
cobraran algo más. Los incrementos salariales sólo se conseguían aumentando la
jornada laboral. El resultado fue una rápida atomización de la fuerza de trabajo
ya que los trabajadores se tenían que enfrentar a sus compañeros en la lucha
para incrementar el salario y mejorar la productividad. El incremento de la
misma no se debió a la racionalización sino al incremento de las horas de
trabajo.
La supresión y la fragmentación de la vida política y asociativa hizo que la
gente se concentrara en los placeres y proyectos individuales. Pero a pesar de
todo, a finales de los a;os treinta la gran masa de trabajadores se había
reconciliado con el reich. Como mínimo el régimen les había proporcionado trabjo
estable y había vencido no importaba por qué medios, las dificultades económicas
y las catástrofes de la república de Weimar y sólo por este motivo la gran
mayoría creía que valía la pena tolerarlo dado que la posibilidad de una
resistencia organizada era mínima y el precio de la expresión muy alto.
Las organizaciones Asistencia Popular Nacionalsocialista, Ayuda Invernal y A la
Fuerza a través de la Alegría fueron las más populares y tenía el objetivo de
borrar las distinciones de clase y status, a implicar a los más acomodados en la
ayuda a los compatriotas sufridos de la gran depresión y en la mejora de la vida
del grueso de la población de distintas maneras.
Las promesas sociales nazis eran de largo alcance. El apoyo electoral obtenido a
principio de los treinta se debió en buena parte a la promesa de superar las
divisiones de la República de Weimar y unir al pueblo alemán en una nueva
comunidad nacional y racial basada en la cooperación y no en el conflicto. Los
pequeños empresarios y oficinistas vieron efectivamente erosionadas las
diferencias sociales entre ellos y la clase trabajadora. Los profesionales se
vieron sacados de su lugar de poderío. Figuras que antes gozaban de poder se
encontraron siendo objeto de ataque. En general los jóvenes aprovecharon esta
oportunidad y se hicieron valer por sobre los mayores por lo que una nueva elite
política había asumido el control. También se devaluó una serie de valores
sociales tradicionales: la prioridad a la enseñanza, el juramento hipocrático de
los médicos, fueron desechados por la prioridad que se le daba a la guerra, la
raza y la comunidad nacional. Pero la igualdad de status proclamada por los
nazis no implicaba igualdad de posición social, ingresos y riqueza. Seguía
habiendo ricos y pobres. Muy pocos estaban convencidos de que la utopía social
prometida por los nazis en los primeros años se hiciera nunca realidad. No se
puede transformar a toda una sociedad en tan solo seis años. El problema fue que
cualquier programa de cambio social deseado por los nazis fue finalmente
determinado por los preparativos de guerra. La sociedad no fue realmente la
prioridad de la política nazi sino la guerra. Lo que se deseaba realmente era un
cambio en el espíritu de la gente, en su manera de pensar, de comportarse.
Deseaban que emergiera un hombre nuevo. Su revolución fue más cultural que
social.