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Economía |
Resumen para el Segundo Parcial |
Cátedra: Marchini |
Sede Drago |
2° Cuat. de 2006 |
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La elasticidad de la demanda
Hay algunos bienes cuya demanda es muy sensible al precio, pequeñas variaciones
en su precio provocan grandes variaciones en la cantidad demandada. Se dice de
ellos que tienen demanda elástica. Los bienes que, por el contrario, son poco
sensibles al precio son los de demanda inelástica o rígida. En éstos pueden
producirse grandes variaciones en los precios sin que los consumidores varíen
las cantidades que demandan. El caso intermedio se llama de elasticidad
unitaria.
La elasticidad de la demanda se mide calculando el porcentaje en que varía la
cantidad demandada de un bien cuando su precio varía en un uno por ciento. Si el
resultado de la operación es mayor que uno, la demanda de ese bien es elástica;
si el resultado está entre cero y uno, su demanda es inelástica.
Los factores que influyen en que la demanda de un bien sea más o menos elástica
son:
1) Tipo de necesidades que satisface el bien. Si el bien es de primera necesidad
la demanda es inelástica, se adquiere sea cual sea el precio; en cambio si el
bien es de lujo la demanda será elástica ya que si el precio aumenta un poco
muchos consumidores podrán prescindir de él.
2) Existencia de bienes sustitutivos. Si existen buenos sustitutos la demanda
del bien será muy elástica. Por ejemplo, un pequeño aumento en el precio del
aceite de oliva puede provocar que un gran número de amas de casa se decida por
usar el de girasol.
3) Importancia del bien en términos de coste. Si el gasto en ese bien supone un
porcentaje muy pequeño de la renta de los individuos, su demanda será
inelástica. Por ejemplo, el lápiz. Las variaciones en su precio influyen muy
poco en las decisiones de los consumidores que desean adquirirlos.
4) El paso del tiempo. Para casi todos los bienes, cuanto mayor sea el período
de tiempo considerado mayor será la elasticidad de la demanda. Puede ser que al
aumentar el precio de la gasolina, su consumo no varíe mucho, pero al pasar el
tiempo podrá ser substituida en algunos de sus usos por el carbón, en otros usos
por el alcohol, de forma que la disminución en la demanda sólo se nota cuando
pasa el tiempo.
5) El precio. finalmente hay que tener en cuenta que la elasticidad de la
demanda no es la misma a lo largo de toda la curva. Es posible que para precios
altos la demanda sea menos elástica que cuando los precios son más bajos o al
revés, dependiendo del producto de que se trate.
Hay diferentes clases de elasticidad. El fenómeno que hemos estado analizando
bajo el nombre de "elasticidad" a secas, podríamos haberlo llamado con mayor
propiedad elasticidad-precio ya que se trataba de medir la sensibilidad de la
demanda a las variaciones en los precios. Pero la demanda puede ser también más
o menos sensible a otros factores. Llamaremos elasticidad-renta a la medida de
la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en la renta del
consumidor. Llamaremos elasticidad cruzada a la medida de la sensibilidad de la
demanda de un bien a las variaciones en el precio de otros bienes.
Según vimos antes, cuando la renta de un individuo aumenta, su consumo de todos
los bienes aumentará también. Sin embargo eso no es siempre cierto. Hay algunos
bienes, los llamados bienes inferiores, que se caracterizan por el hecho de que
al aumentar la renta de los individuos disminuye el consumo de ellos. El ejemplo
clásico es el de las patatas o, en general, el de los alimentos ricos en
féculas. Conforme aumenta la renta de los individuos y de las sociedades, estos
alimentos son substituidos por otros más ricos en proteínas, la carne, por
ejemplo. Hay otros bienes, por el contrario, cuyo consumo aumenta más que
proporcionalmente al aumentar las rentas. Son los bienes de lujo.
Para medir la sensibilidad de los bienes a las variaciones en la renta de los
individuos se utiliza el concepto de elasticidad-renta: porcentaje en que varía
la cantidad demandada de un bien cuando la renta del consumidor varía en un uno
por ciento. En el caso de los bienes inferiores, la elasticidad-renta es
negativa ya que el aumento de ésta provoca la contracción de la demanda de
aquellos. La elasticidad-renta de los bienes de lujo es muy alta ya que las
variaciones en la renta provocan grandes variaciones en la cantidad demandada.
Los bienes de primera necesidad, a diferencia de los bienes inferiores, tienen
la elasticidad-renta de la demanda positiva pero muy pequeña, en otras palabras,
su demanda es inelástica con respecto a la renta. Finalmente, los bienes
normales mostrarán una elasticidad-renta unitaria, es decir, su demanda
aumentará aproximadamente en la misma proporción en que lo haga la renta de los
individuos.
Las relaciones que existan entre bienes permiten otra forma de clasificación. Se
llaman bienes complementarios a los que son consumidos conjuntamente: los coches
y la gasolina, los canarios y las jaulas. La peculiaridad de estos bienes es que
cuando aumenta el precio de uno disminuye la cantidad demandada del otro. El
fenómeno opuesto puede observarse en el caso de los bienes sustitutivos o
sustituibles, los que pueden utilizarse de forma alternativa: el aceite de oliva
y el de girasol. En este caso el aumento del precio de uno provoca el aumento de
la cantidad demandada del otro.
Para medir la sensibilidad de la demanda de un bien a las variaciones en el
precio de otro se utiliza la elasticidad cruzada: porcentaje en que varía la
cantidad demandada de un bien cuando el precio de otro varía en un uno por
ciento. La elasticidad cruzada será positiva si las variaciones en el precio y
en la cantidad demandada van en el mismo sentido, es decir, en el caso de los
bienes sustitutivos. Como el sentido del cambio es diferente entre el precio y
la demanda de los bienes complementarios, su elasticidad cruzada será negativa.
La elasticidad de la oferta
La curva de oferta de la empresa es por tanto un tramo de su curva de costes
marginales, el tramo en el que los precios son superiores al del punto de
cierre. Al igual que hicimos con la demanda debemos también considerar la
elasticidad de la oferta, su sensibilidad ante las variaciones en el precio.
La oferta será elástica o inelástica según que las variaciones en la cantidad
ofrecida sean mayores o menores proporcionalmente a las variaciones en los
precios. Definida con más precisión, la elasticidad de la oferta es el
porcentaje en que varía la cantidad ofrecida cuando el precio varía en un uno
por ciento. Lo que se trata de medir de hecho es la capacidad de reacción de las
empresas a las variaciones en los precios. La elasticidad de la oferta depende
por tanto de las peculiaridades tecnológicas del proceso productivo, de la
disponibilidad de factores necesarios para la producción, pero, sobre todo, del
tiempo. Como a corto plazo las instalaciones no pueden variar, la oferta es muy
rígida, y grandes variaciones en los precios no modificarán sensiblemente la
cantidad ofrecida. Sin embargo a largo plazo la oferta resulta muy elástica, no
sólo porque las empresas existentes pueden adaptarse a los nuevos precios sino
porque puede que entren nuevas empresas, si el precio ha subido, o que cierren
algunas, si el precio ha bajado.