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Economía a contramano - La inflación
Un cambio en los precios y las remuneraciones, medidos en dinero, afecta generalmente a las diversas clases en forma distinta, transfiere riqueza de unas a otras, redistribuye los favores de la fortuna en forma tal que frustra designios y desanima expectativas.
En el impacto diferente de la inflación en las clases sociales, algunos ganan y otros pierden. Se benefician los deudores y el empresario. La inflación es una fuente de ganancias, y si es más alta que la tasa de interés, ésta última se hace negativa en términos reales convirtiendo al crédito en una transferencia neta de riqueza. En el lapso que median las compras y las ventas, los precios se incrementan y el empresario recibe una ganancia adicional.
Los que pierden con la inflación son los que reciben ingresos fijos. Los acreedores, los que viven de rentas y los trabajadores. El problema de la inflación es una cuestión técnica y política.
Durante el ciclo político del kirchnerismo, el alza de los precios estuvo vinculado al régimen cambiario y a la estructura productiva de la economía. Hubo más fracasos que triunfos en el objetivo de estabilizar los precios.
La inflación ha sido la forma con que la Argentina históricamente procesó los conflictos distributivos.
Con la megadevaluación del fin de la convertibilidad, el debate sobre los precios se intensificó no bien el gobierno comenzó a aplicar diversas políticas de control de precios.
La inflación es el crecimiento continuo y generalizado de todos los bienes y servicios de la economía. Aumentos de precios significa variaciones puntuales del valor de ciertos productos.
Una tasa de inflación positiva es siempre el reflejo estadístico de ciertos aumentos de precios. No hay razón para que se repita en el futuro, en un régimen inflacionario la tasa de un período tiende a perpetuarse en tasas de inflación de similar orden de magnitud en los períodos siguientes. En los primeros años del kirchnerismo, se debatía si se desplegaba un proceso de aumentos de precios o si se estaba consolidando un régimen inflacionario. Concluye en la existencia de un régimen inflacionario estabilizado en una tasa alta.
No se registro un proceso de inflación descontrolado. No hubo un encadenamiento de aumentos que se propagaban de un mercado a otro. Este proceso se precipita ante desequilibrios fiscales o monetarios. La recomposición salarial tampoco motorizó inicialmente la tasa de inflación.
Los impulsos inflacionarios provinieron principalmente del mercado cambiario. La cuestión cambiaria fue el primer y gran impulsor de la inflación, provocada por una flexibilización del tipo de cambio que hizo despreciar la monedaa3veces el valor que mantuvo durante los 10 años de la convertibilidad.
¿Por qué en Arg el efecto inflacionario de una megadevaluación resultó más moderado y prolongado en comparación a otros países? Porque la devaluación fue la expresión de una profunda crisis económica de larga gestación, y porque la actividad económica sufrió una muy fuerte caída, el ingreso de la población se derrumbo y los precios de muchos productos no pudieron aumentar porque no había un mercado que los convalidara.
En esa primera etapa, no puede hablarse de un reacomodamiento de precios relativos debido al stock cambiario. La política cambiaria mantuvo una tensión estructural de la base inflacionaria en la economía.
Argentina tiene como principales bienes de exportación los mismos bienes de consumo interno (alimentos) y tiene mercados de oligopolios. Los precios registraron un alza sólo amortiguando en parte por la intervención del Estado, vía retenciones a las exportaciones, subsidios al transporte público y por acuerdos de precios con las compañías de sectores sensibles.
La política económica de corto plazo se orientó a estabilizar los precios de la economía, al control de la inflación.
La minimización de la inflación se convirtió en el objetivo prioritario y excluyente de la política económica, postergando objetivos como crecimiento y generación de empleo.
Stiglitz apuntó a los bancos y a los sectores financieros especulativos, acusó de ser responsables de crear una paranoia de la inflación. Advirtió que todos los gobiernos necesitan tener una agencia de estadísticas independiente, en referencia al INDEC. Su opinión sobre el nivel de inflación de la Argentina:
1. La inflación no es un asunto en sí mismo. Nos preocupamos de la consecuencia, el empleo, el crecimiento, la distribución del ingreso.
2. Cuando nos dicen que la inflación es el impulso más cruel, sospechemos, ya que sólo cuando es muy alta puede afectar el crecimiento de un país. La preocupación de los mercados financieros nunca fueron los pobres.
3. Algunos países tienen inflación alta por altos precios de la energía o materias primas, eso es inflación importada; otros tienen que lidiar con la inflación por sus propias políticas.
La ortodoxia publicita la teoría cuantitativa del dinero. Es el modo que intenta revelar el origen delos cambios en la variación general de precios. El nivel de precios se debe exclusivamente a los aumentos autónomos de la cantidad de dinero. La emisión monetaria es la causa principal de la inflación.
Para ellos todo proceso inflacionario tiene de origen la cantidad de dinero en circulación. Para atacar el aumento de precios, hay que controlar la emisión monetaria, recortar el gasto público y enfriar la demanda, que implica afectar los ingresos de los trabajadores. Esas medidas conducen a un enfriamiento en la actividad, a brindar el escenario para ganancias elevadas del sector financiero, a impulsar un aumento de la pobreza y a convocar a una recesión.
Otros ortodoxos proponen que el disparador es la ley de la oferta y la demanda. Si esta última aumenta mucho, con una oferta que no puede acompañarla, la presión en el mercado se traducirá en crecimiento de precios. Los componentes de la demanda son el consumo, la inversión, las exportaciones y el gasto público y privado.
¿Por qué suben los precios? – Por el gasto excesivo, privado y/o público.
La responsabilidad de la inflación es del Estado por gastar demasiado o del Banco Central por mantener la tasa de interés demasiado baja permitiendo a los bancos expandir demasiado el crédito. La solución es enfriar la demanda, restringir el gasto público, elevar la tasa de interés y limitar el crecimiento de la masa monetaria.
Otra versión apunta a los costos como motor inflacionario, al salario nominal de los trabajadores.
¿Por qué suben los precios? –Por las exigencias de los sindicatos de aumentar los salarios.
Los culpables de la inflación son los trabajadores por la pretensión de incrementar sus ingresos, y los gobiernos que no persuaden a los sindicatos de moderar los reclamos ante la debilidad de los empresarios. La propuesta de ajuste es reducir derechos laborales, congelar, disminuir o subir salarios por debajo de la evolución de la tasa de inflación y flexibilizar las relaciones laborales; todo esto para bajar el costo laboral y controlar los precios.
Una visión alternativa en Arg es la del economista importante Olivera. Dice que el tipo de inflación de países como el nuestro no es de origen monetario, sino estructural y obedece a rigideces y asimetrías de la economía, como el estrangulamiento de la balanza de pagos. Es injustificada la fe en las restricciones monetarias para detener el alza de los precios.
Todo intento de eliminar la inflación sin resolver los estrangulamientos estructurales tiene resultados efímeros o conduce a una recesión. La inflación estructural es una característica particular de los países subdesarrollados con problemas en el sector externo.
El ataque a la inflación va dirigido al incremento de los costos, al aumento de salarios. Jamás se ha combatido la inflación diciendo que se debe al crecimiento de las ganancias.
Es una opción política minimizar el estudio de los niveles de precios, que involucra a las empresas y a cada eslabón de la cadena de producción. Lo mismo que concentrar la atención en la variación de precios que orienta el análisis de la macroeconomía, a las políticas del gobierno. Ambos análisis son necesarios y complementarios.
Molinos Río de La Plata tiene una amplia oferta de alimentos en el mercado domestico, con diferentes marcar comerciales, constituyéndose en líder del sector. Participa en la conformación de los bienes de la canasta básica del hogar. La ganancia bruta de la empresa es un indicador del margen que brinca el precio de venta de producción. Es la utilidad, antes del pago de impuestos y otros gastos, que obtiene la compañía sobre la venta de sus productos. Cómo los precios más altos que pagan los consumidores se traducen en mayores ganancias de las empresas.
Molinos ha mantenido una tendencia al alza desde 2006, año que la tasa de inflación empezó a acelerar su marcha. La ganancia bruta sobre ventas se mantuvo estable. No puede fijar el precio de venta de sus productos porque está determinado por el mercado internacional, y es ajustado por la aplicación de retenciones a las exportaciones. Una mayor rentabilidad se puede obtener por mayor eficiencia, reducción de costos y aumento de productividad. El ajuste de cantidades se realiza ante un incremento de la demanda. Esa mayor ganancia se puede obtener subiendo los precios.
Se produjeron más ventas, más precios y más ganancias. Molinos ha subido los precios en forma constante por encima del alza de sus costos.
Arcor es líder en varios segmentos de mercados e integra bienes dela canasta básica del hogar. La estrategia fue más ventas, más precios y más ganancias también.
Ledesma es una empresa agroindustrial y compran sus productos las más grandes e importantes empresas del rubro alimenticio y por las grandes cadenas de hipermercados y supermercados. Es una empresa proveedora de insumos a firmar fabricantes de alimentos y como productora de bienes finales. Contabiliza ganancias crecientes a partir de 2006. En 2010, explicó que los muy buenos resultados del ejercicio económico se debieron a las mayores utilidades por las inversiones en sociedades controladas, al aumento del volumen de ventas de azúcar, al excelente desempeño operativo de todos sus negocios y al aumento de los precios de venta de todos los productos del mercado interno.
El wikileaks de los precios se descubre en los balances que presentan las empresas en la Bolsa.
El tema precio exige el análisis de la estructura productiva dela economía. Los aumentos tienen origen en la posición dominante que ejercen grandes empresas, que las lleva a defender y ampliar ganancias extraordinarias vía alzas de precios.
Es necesario analizar las características de la estructura económica con empresas de posición dominante de mercados sensibles. La intervención del Estado en el control y administración de precios es una de las herramientas para evitar el abuso de empresas monopólicas en cadenas de producción que perjudican a los eslabones más débiles, siendo el último el consumidor.
La conclusión es que resulta una ilusión suponer que el control o congelamiento de precios puede extenderse indefinidamente en el tiempo.
Factores internos y externos impactan permanentemente en la economía. Esto demanda flexibilidad en la utilización de las herramientas que brinda la política económica. El control de precios es necesario en la primera etapa de un proceso convulsionado, para pasar a una política de administración de precios.
El control de precios emerge como una herramienta de política de ingresos para ser aplicada en determinado momento y lugar, esencial para combinar la creación de empleos con estabilidad. Para ello los problemas de la economía deben ser abordados incluyendo el contenido político, el poder económico.
La economía no se convierte en una parte de la ciencia política, pero sí viceversa.
La expectativa inflacionaria se convirtió en una parte de los cálculos de las empresas y los sindicatos. La crisis y la expectativa subsisten. Los controles son necesarios hasta que desaparezcan estos factores.
La ortodoxia económica rechaza esa política y la inflación le sirve para avanzar con 2 falacias: los aumentos de los salarios significan más inflación y la emisión monetaria se traduce en más inflación. Dice que emisión monetaria es igual a inflación, y no se cumple en forma lineal. Si existen alzas desproporcionadas de salarios o emisión es obvio que se generaran fuertes presiones inflacionarias, pero no cualquier suba de salarios o emisión implican inflación.
Si se emite dinero, si aumenta el gasto público, si se financia al Tesoro o si se utilizan reservas para pagar la deuda, para la ortodoxia es inflacionario, y la intervención del Estado en última instancia también es inflacionaria, aunque existen excepciones.
El rezago temporal entre la emisión y el impacto de precios, queda neutralizado porque ya desde hace años la banca central estadounidense no ha detenido su frenética de emisión de dólares. Si la expansión monetaria se transfiere a los índices de inflación, no se ha cumplido uno de los principios de la ortodoxia. Es falso que la emisión genere inflación porque según eso, los aumentos de precio son por exceso de demanda, algo que no vemos en Argentina, porque los medios de pago se adecuan al crecimiento de la demanda y las tensiones de los precios están por el lado de la oferta y el sector externo. La cantidad de dinero de una economía no tiene relación directa con la inflación, sino que ésta responde a otras cuestiones que incluyen lo monetario, aunque lo exceden. La autoridad monetaria puede manejar la tasa de interés o el tipo de cambio, no la cantidad de dinero en circulación. Uno de los principales instrumentos de política monetaria de las bancas centrales pasó a ser la tasa de interés. El origen de las tensiones inflacionarias es por factores estructurales, uno es la puja distributiva.
La concepción de los economistas poskeynesianos considera primordial definir los niveles de tasas de interés por parte del Banco Central como clave porque es relevante en la distribución del ingreso por su efecto sobre el crecimiento y el empleo. Afirman que los aumentos de precios dependen del resultado del conflicto entre trabajadores y las empresas por la distribución del ingreso. Otra de las bases es que la demanda agregada (consumo e inversión) está muy relacionada con la tasa de interés. Si ésta aumenta, bajan las otras variables, y viceversa. Si aumenta en gasto, disminuye el desempleo. También la desocupación está relacionada positivamente con la tasa de interés: a mayor tasa, menor demanda, y así mayor desempleo.
Unos poskeynesianos proponen que en términos reales la tasa de interés debe ser cero, o sea la tasa nominal igual a la inflación esperada. Otros sugieren un nivel justo, en el cual la distribución del ingreso sea neutral, y debe ser igual al promedio de la productividad del trabajo. En una y en la otra, ese marco de política monetaria favorece un mayor grado de libertad de la política fiscal y la de ingresos.
El poskeynesianismo considera que la economía no tiene una tendencia natural al pleno empleo, entonces propone la intervención estatal para alcanzar ese objetivo. Otro postulado es que la producción se ajusta a la demanda, y así el incremento del consumo (público y privado) es el principal incentivo de la inversión. A corto y largo plazo la economía está dirigida por la demanda.
Desarmar las hipótesis ortodoxas sobre los aumento de precios desde 2007: No hubo déficit fiscal que tuvo que ser monetizado, con lo que desaparece la causa primaria de inflación. Tampoco se verificó una relación directamente proporcional entre el aumento de precios y el incremento en el stock de dinero en circulación. Los ortodoxos dicen que los precios subirán más adelante según la variación en la masa monetaria en el largo plazo; y acá no explican la situación actual. Las tasas de interés no provocaron un boom del crédito.
Desde 2003, no se registra déficit fiscal necesario de cubrir con emisión de dinero monetizado, con lo que desaparece el principal argumento de la ortodoxia. Las cuentas contabilizaron un leve superávit. Estos resultados muestran que las cuentas fiscales no fueron un motor de impulso inflacionario.
La ortodoxia sostiene que el aumento de la cantidad de dinero en circulación provoca un deslizamiento al alza de los precios. Le economía argentina sigue siendo una con muy baja circulación monetaria en relación a la producción de bienes y servicios.
Otro argumento ortodoxo fue que la tasa de interés baja en términos reales fomento el consumo impulsando la suba de precios. Las colocaciones a plazo fijo devengaron una tasa por debajo de la inflación pero esos fondos no se volcaron al consumo y si a la compra de dólares. La queja del sector productivo fue por las tasas elevadas y el poco crédito disponible. Los empresarios tuvieron que apelar a la utilización de capital propio para concretar inversiones, o recibir financiamiento público. Los préstamos al consumo también operaron con tasas muy elevadas. El crédito bancario al sector privado en relación al producto bruto interno siguió siendo muy reducido.
La suba de la tasa de interés prescripto por la ortodoxia en el esquema al que denominan metas de inflación actúa como imán de capitales especulativos del exterior. El flujo de esos fondos impulsaría al atraso del tipo de cambio, y amortiguaría los costos internos por la suba de los precios internacionales de los alimentos. El alza de precios no tuvo entonces origen monetario ni fiscal según la interpretación ortodoxa de la inflación.
Los economistas heterodoxos explican la inflación como el resultado de la presión que ejerce el incremento de la demanda sobre los precios. La responsabilidad de la inflación recaería en el Tesoro, por gastar demasiado, o en el banco central, por mantener la tasa de interés demasiado baja permitiendo a los bancos expandir el crédito en exceso. Entonces la propuesta es enfriar la demanda restringiendo el gasto público, elevando la tasa de interés y limitando el crecimiento de la masa monetaria.
El crecimiento económico en el periodo 2003-2011 fue elevado pero sin alcanzar la utilización plena de los factores de producción. En el 2009, la economía ingreso en una fase recesiva pero en 2012 una desaceleración del crecimiento implico un debilitamiento de la demanda pero igual los precios siguieron subiendo.
Como no encontraron explicación en la demanda, buscan por el lado de la oferta, es decir por el incremento de los costos. Entonces la inflación es por el alza de los costos. El único costo que les importa es el salario nominal de los trabajadores y los responsables de la suba de precios son los sindicatos que exigen aumentos exagerados. Y la recomendación es la moderación de los pedidos salariales.
El alza de los niveles de ocupación y del salario real estuvo acompañada por un incremento de la productividad del trabajo como resultado del aumento de las inversiones de los últimos años. El crecimiento de la productividad del trabajo supero la variación positiva del salario real.
La recomendación de enfriar la economía mediante reducción de la demanda por medio de ajustes fiscales o por suba de tasas de intereses y contracción monetaria o reducción del salario real fracasaron cuando se intentaron tras el objetivo de bajar la inflación.
Se descartan las hipótesis ortodoxas y tradicionales y se analizan impulsores de la inflación que son minimizados por la corriente económica convencional.
Luego del estallido de la convertibilidad hubo muchos aumentos que fueron consecuencia de un proceso de reacomodamiento de precios relativos. El sector transable a la exportación intento empujar los precios locales a nivel del precio internacional para consolidar ganancias extraordinarias y apropiando todos los beneficios del esquema cambiario. Aquí intervinieron las retenciones a las materias primas agropecuarias y a los combustibles para amortiguar esa pretensión Las retenciones a las exportaciones cumplen un doble objetivo. La apropiación del estado de una porción del precio de los productos del mercado mundial y que esos precios se trasladen a los domésticos e impacten de manera negativa en el poder adquisitivo del salario.
Por otro lado el sector no transable, servicios y comercio, busco retornar el esquema de precios y superar la rentabilidad en dólares vigentes durante la convertibilidad. Luego de la mega devaluación se mantuvo una política de depreciación de la moneda para administrar el tipo de cambio y fomentar la industrialización.
La estrategia del tipo de cambio real competitivo, tiene la virtud de que fomenta la producción domestica, aumenta el empleo y eleva los niveles de vida de la población. Pero a medida que se recupera la demanda, los precios internos de los productos encuentran espacio para subir.
La puja distributiva
Uno de los rasgos distintivos de este ciclo de inflación fue que el salario de los trabajadores formales y sectores con ingresos fijos pudieron mantener y hasta subir unos puntos en términos reales. La suba del salario real no fue el factor que impulso la inflación y tampoco lo fue la pretensión empresaria de preservar elevadas tasas de ganancias. Es el vínculo de dos protagonistas centrales de la economía. En esa relación antagónica se desarrolla la puja distributiva
La distribución del ingreso es la tensión entre el capital y el trabajo, y una de las manifestaciones más visibles es la evolución de los precios y el salario. El aspecto notable de la puja distributiva de estos años fue que los trabajadores no fueron los perdedores porque los salarios no retrocedieron en términos reales.
Causas de la inflación:
1. Mega devaluación en la política de administración del tipo de cambio con ajustes permanente de depreciación de la moneda
2. Aumento de los precios internacionales de alimentos
3. Concentración de la oferta en monopolios u oligopolios
4. Revitalizada puja distributiva
5. Estructura productiva desequilibrada
Los ciclos de fuerte y constante crecimiento en Argentina vinieron acompañados de tasas de inflación altas. Los economistas suelen denominar trade-off al efecto de cómo se transfiere e impacta la evolución de una variable en otra.
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