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1) Película: Waste Land (Lucy Walker, 2010)
Waste Land es un documental que narra la experiencia del artista visual de origen brasileño Vik Muniz durante la realización de su serie Imágenes de Basura (2008), en la cual se adentra en el Gramacho, un gran basural en las afueras de Rio de Janeiro, donde conocerá a los protagonistas de su serie y de donde sacara los materiales para concretar su obra de arte.
En su texto, Dubois realiza un análisis acerca de la historia de la fotografía destacando de ella 3 discursos. Estos discursos acerca de la fotografía muestran las distintas relaciones entres los referentes externos y el mensaje producido por la fotografía, dando cuenta así de las distintas concepciones de la representación de la realidad y su vinculo con la fotografía.
Existe un consenso que pretende entender a la fotografía como documento que da cuenta fielmente del mundo, posee una credibilidad y un poder de testimonio mayor al de otros medios debido al “automatismo de su génesis técnica” (Dubois). Somos guiados por el “ver para creer”.
Dentro del documental podemos encontrar a la imagen en sus tres tipos comenzando por el documental en si. En el documental, como genero audiovisual en si, se presenta así mismo como una representación objetiva de la realidad y por ende las imágenes que la conforman como espejo de lo real (Dubois). El documental nos muestra la vida “como es” y la imagen (cinematográfica en este caso) sirve como testimonio de esa realidad que se vive en el Gramacho. Vemos como es por dentro, a la gente que trabaja en el, y como viven estas personas. El documental se vale de recursos como las entrevistas con sus “actores sociales” o el material de archivo (por ejemplo el comienzo del Waste Land) para generarnos esa sensación de que lo que vemos pertenece efectivamente a la realidad. Al ver el documental no nos cuestionamos si fue realmente hecho en Brasil o si nada de lo que vimos fue actuado. Este primer discurso considera a la fotografía como la imitación mas perfecta y objetiva de la realidad, el “discurso de la mimesis”(Dubois). El autor cita a Baudelaire quien en sus escritos plantea una dicotomía entre arte (pintura) e industria (fotografía) que entiende a la fotografía “…como simple instrumento de una memoria documental de lo real y el arte como pura creación imaginaria” (Dubois explicando a Baudelaire). El problema de este discurso dentro del film es que ya el film en si mismo como narrativa audiovisual pone en cuestionamiento la idea de la fotografía como espejo de lo real ¿Que seria “lo real”? Vinculando a Dubois con Vilem Flusser (teórico visto en otra materia), en lo que Flusser llama “Imágenes técnicas” lo que se interpone entre la imagen y su significado es tanto un aparato como un operador. Y es así como las imágenes que nos llegan al ver la película es la escena vista a través de la cámara, editada y proyectada en un cine. Ya el mismo “montaje es una funcionalización del material” (Weinrichter). La cámara hace un recorte de la escena, hay todo un mundo detrás de la cámara que no estamos viendo, ver el documental no nos muestra la compleja realidad del Gramacho y la de sus trabajadores, sino que solo una parte.
El segundo discurso de la fotografía es el que entiende a la misma como transformación de lo real (Dubois). Este discurso nace aproximadamente a mediados del siglo XX y se opone al discurso de la mimesis y la transparencia de la fotografía planteada en el primero, cuestiona su “valor de espejo” y plantea una “desconfianza respecto de la objetividad, la neutralidad y la naturalidad del medio fotográfico” (Dubois) para reproducir la realidad empírica. Entiende que toda imagen es una construcción y que ese realismo de la fotografía es solo un efecto. En esta instancia se reconoce al dispositivo fotográfico como un dispositivo culturalmente codificado y es a través de esta codificación cultural que dejamos de lado el anclaje de la fotografía con la realidad y comenzamos a hablar de un “anclaje en el propio mensaje” de la fotografía (Dubois). Creo que esto es claramente visible en el documental y Muniz muestra estos rasgos de la imagen nada mas y nada menos que en su obra que consta de fotografías. Tanto la obra que muestra al principio, Niños de Azúcar como Imágenes de Basura son transformaciones de lo real, son fotografías que desnaturalizan lo que parece natural. La magia de estas obras radica en que están compuestas por los materiales con los que conviven día a día esas personas retratadas dándole una re significación tanto a la imagen como al material. Ahí entra en juego este anclaje al mensaje de la imagen, son retratos personas que trabajan en un enorme basural hechos con la misma basura (o material reciclable) con la cual trabajan. Y estas fotografías no nos revelan la verdad empírica sino la verdad interior, inherente en la fotografía a través de la codificación dada.
Dubois plantea un tercer discurso al cual llama “La fotografía como traza de un real”. Si en las dos instancias anteriores hallábamos en la fotografía (según Peirce) un “orden del icono” que representa por semejanza y posteriormente un “orden de símbolo” que representa por convención general, esta ultima teoría “encara a la foto como perteneciente al orden del índex” o sea que representa por la conexión física con su referente externo. Hablamos ya de la fotografía como “huella de una realidad”, la fotografía se conecta con la realidad de su referente-. Sin embargo este ultimo discurso no descarta a los dos anteriores, sino que los incluye. Considero que la fotografía es tanto un espejo de la realidad que representa como una construcción ya que la fotografía no tiene significación en si misma, su sentido es exterior y esta determinado por su relación afectiva con su objeto y con su situación de enunciación (Dubois). La fotografía afirma la existencia de aquello que es fotografiado pero no nos dice nada sobre su sentido, es así que no es lo mismo decir “esto ha sido” que “esto quiere decir” (Barthes). Todo lo que hemos visto en el documental; las locaciones, los actores sociales, y demás, forman parte de la realidad, estuvieron en algún momento frente a la cámara y estas imágenes poseen una conexión con su referente externo, pero a su vez es parte del pasado de esa realidad. Podemos ver un ejemplo de este discurso en el documental cuando vemos a Isis lamentarse al decir: “perdí la ultima foto suya (de su hijo muerto), que estaba en mi cartera cuando fui asaltada”. Esa foto de su hijo de la cual habla Isis posee esa doble posición que plantea este ultimo discurso, la realidad, en cuanto la foto es testimonio de que tenía ese hijo y el pasado ya que ese hijo no está mas, remitiendo al “esto ha sido” de Dubois. Lo mismo sucede con todo el documental que fue filmado en 2008 y hasta posee material de archivo de hasta 10 años antes, todas estas imágenes son reales pero son ya una huella esa realidad que ahora pertenece al pasado.
Tomando como referencia el texto de Bauman “De la ética del trabajo a la estética del consumo” puedo afirmar que el documental posee mucho en común con lo enunciado en dicho texto. Como bien lo indica su titulo, Bauman dice que hemos pasado de una ética del trabajo a la estética del consumo. Otra transformación señalada por Bauman es el pase de una “sociedad de productores a una “sociedad de consumidores”. En esta sociedad de productores en la que primaba esta ética del trabajo, sus miembros se dedicaban principalmente a la producción, siendo tanto un trabajador o un soldado. Era un estilo de vida orientado al trabajo y estas eran las condiciones para formar parte de esta sociedad. La capacidad de un individuo para pertenecer a la sociedad de productores estaba relacionada con su capacidad y voluntad para producir, así también con sus capacidades físicas. “La sociedad de productores y soldados se dedicaba al manejo del cuerpo de sus integrantes para adaptarlos a las condiciones imperantes en el entorno en que tendrían que vivir y actuar: la fabrica y el campo de batalla” (Bauman, “Vida de consumo”, pág. 80). En este paso a la sociedad de consumidores, el trabajo, eje alrededor del cual se construía el esfuerzo e identidad, pierde su lugar de privilegio y es remplazado por el consumo. En esta sociedad tenemos la obligación de ser consumidores y el consumo es un requisito de pertenencia, los “inválidos” dentro de esta sociedad, los excluidos son los “consumidores fallidos” (Bauman). No hay excusas para no pertenecer a la sociedad de consumo mas que las falencias personales y todo aquel que no puede consumir, es excluido de ella. De todas formas las sociedades incluyen a los individuos marginales con el fin de adherirlos al mercado.
Según Bauman, el consumo implica destrucción ya que a medida que consumimos, las cosas dejan de existir. Precisamente de esto trata la obra de Vik Muniz. Este consumo masivo (mas aun en una ciudad tan importante como Rio de Janeiro) genera enormes cantidades de desechos y todos estos desechos van a parar al Gramacho donde otras personas, excluidas de esa sociedad de consumo toman esos desechos para poder ganar algo de dinero y poder subsistir. Al comienzo del documental, cuando Vik charla con su esposa mientras miran las imágenes satelitales del Gramacho, Vik, prejuiciosamente, le hace un comentario muy interesante: “Es el fin de la línea, aquí es donde va todo lo que no es bueno incluyendo la gente […] individuos que están en la sociedad brasilera, no tan distintos de la misma basura”. Antes de conocer el Gramacho Vik y su esposa pensaban que se encontrarían con drogadictos y toda clase de gente peligrosa aunque en cambio se encontraron con gente trabajadora, muy digna aunque consciente de su situación. Es evidente que los trabajadores del Gramacho viven en una situación critica, estos son los “excluidos de la sociedad de consumo” de la que habla Bauman, individuos que al no poder consumir, no pueden pertenecer. Para Bauman “consumir es invertir en todo aquello que hace al valor social y a la autoestima individual”.
En el documental se muestra la otra cara de la sociedad de consumo, aquellos que están inmersos en ella y llegan a pagar hasta 28 mil libras por la obra de Vik Muniz. En la sociedad de consumo el dinero funciona como mediador entre el deseo y la satisfacción (Bauman). Esta satisfacción que el consumo le brinda a los individuos pertenecientes a la sociedad de consumo debe ser instantánea pero lo suficientemente corta para fomentar mas consumo. Esto se debe a que para aumentar su capacidad de consumo, no se debe dar descanso a los consumidores que deben permanecer en un estado de ebullición continuo.
Una imagen de la película que me parece interesante traer a colación es la escena en la cual Suellen les muestra su casa e irónicamente hay un televisor en el cual están emitiendo un capitulo de la serie Ricky Ricón. Luego la cámara logra tomar al televisor, esto pone en contraste los dos tipos de vida completamente antagónicos, uno es un tipo de vida de excesivo consumo y bienestar económico y el otro un tipo de vida marginal, excluido del resto de la sociedad.
Podemos vincular estos puntos en común entre la teoría de Bauman y el documental con la teoría planteada por Mouffe en su texto “Política agonista y practicas artísticas” ya que en el habla acerca de cómo la política y las actividades artísticas criticas se relacionan entre si. Creo que la obra de Muniz se trata de una practica artística critica ya que cuestiona el orden político imperante. Mouffe sostiene quela dimensión critica de las obras “consiste en hacer visible aquello que el consenso dominante tiende a ocultar y borrar y en dar voz a todos aquellos que son silenciados dentro del marco hegemónico existente”. Perfecto. Podemos estar de acuerdo en que ese “marco hegemónico existente” del cual estamos hablando es el capitalismo y que aquellos silenciados, aquellos que quieren ser ocultados por el consenso dominante son aquellos que son marginados por la sociedad de consumidores ya que no tienen capacidad de consumir, en este caso: los trabajadores del Gramacho. De eso trata la obra de Muniz de darle voz a esos individuos excluidos ¿Pero que hace tan efectivo el mensaje de la obra? También podemos estar de acuerdo en que un mero retrato fotográfico de los trabajadores del Gramacho no hubiese tenido el mismo poder comunicacional que posee la obra. Mouffe dice que la obra de arte critica consiste en la “desarticulación del sentido común” y ahí es donde entra en juego el material de la obra. Los retratos están compuestos por los mismos desechos que recolectan estos trabajadores, Muniz desarticula el sentido común, reutiliza aquello que la sociedad de consumo cataloga como “no utilizable”.
Para la autora “las practicas artísticas y culturales pueden ofrecer espacios de resistencia que socaven el imaginario social necesario para la reproducción capitalista” y es por esto que dichas practicas artísticas criticas como las de Muniz pueden terminar en museos de renombre haciendo llegar el mensaje de aquellos que no tienen voz a los sectores de la población que consumen arte. Ahí es donde entra en juego la otra cara de los museos. Mouffe retoma la problemática de las industrias culturales planteada por Adorno y Horkheimer y añade que la esperanzadora idea de Adorno de que el arte ofreciera un espacio de autonomía es imposible ya que “el arte ha sido subsumido por la estética del capitalismo biopolitico”. Yo estoy de acuerdo con esta visión y es entonces que me pregunto ¿Hasta que punto la obra critica de Muniz “ofrece una oportunidad para que la sociedad reflexione colectivamente sobre las figuras imaginarias de las que depende para su propia coherencia”? (Brian Holmes). En esta estética del consumo, en la que el mismo consumo brinda status social y un individuo esta dispuesto a pagar 28 mil libras por una foto (sea o no considerada obra de arte) ¿Hasta que punto la obra de arte conserva su cualidad critica?¿No se convierte en una mera mercancía o bien de consumo que mantiene la hegemonía del sistema capitalista? En este caso esas ganancias recaudadas por las obras vendidas fueron donadas a la organización de Tião y cada uno de los trabajadores retratados. Al final del documental, Magna comenta: “Luego de trabajar con Vik Muniz le conté a todo el mundo que trabajaba en el vertedero. Es una consecuencia de la vida y no me sentí mas avergonzada”. Haber trabajado con Muniz en esa obra de arte le cambio la vida a todos ellos, mas allá del dinero recibido, esta experiencia genero en ellos una conciencia política para que puedan hacer algo por ellos mismos y salir de ese lugar tan “humillante” en el cual trabajaban para aspirar a más.
Bibliografía:
-Dubois, Philippe, (1986), El acto fotográfico, Barcelona: Paidós. Cap. 1.
-Weinrichter, Antonio, (2004), Desvíos de lo real. El cine de no ficción
-Bauman, Zygmunt, (2000), Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Barcelona: Gedisa. Cap. "De la ética del trabajo a la estética del consumo"
- Bauman, Zygmunt, (2007), Vida de Consumo, Cap. “Una sociedad de Consumidores”
-Mouffe, Chantal, (2014), Agonística, Buenos Aires: FCE. Cap. "Política agonista y prácticas artísticas"
2) Muestra: Operación fracaso y el sonido recobrado, Albertina Carri
En esta muestra Albertina Carri retoma la tematica que aborda en su pelicula documental, Los Rubios (2003), en la cual busca su propia identidad al indagar acerca de sus padres desaparecidos. Carri propone hacer memoria princinpalmente a traves de los sonidos y la muestra consta de varias piezas es instalaciones audiovisuales.
Me gustaria realizar un primer abordaje teorico a la muestra a traves del analisis de los textos de Gombrich “La imagen visual: su lugar en la comunicación” y de Silva “Álbum de familia. La imagen de nosotros mismos” ya que creo conveniente articular las nociones y conceptos de estos autores y contraponerlas con la obra de Carri ya que el primero (Gombrich) habla acerca del valor de la imagen y el segundo (Silva) habla del valor de la fotografia y album familiar, siendo estos dos puntos claves expuestos en la muestra. Retomando algunas ideas de la primera parte de la cursada, vivimos inmersos en una cultura visual en la cual la imagen, la visualidad parece tener mucho mas importancia que el resto de los sentidos (Mirzoeff). Según Gombrich “la imagen visual tiene supremacía en cuanto a la capacidad de activacion” de la sensibilidad y la memoria, sin embargo, esto es precisamente lo que la muestra de Albertina pone en crisis, comenzando por su titulo “Operación fracaso y el sonido recobrado”. Dice Carri “¿Pero se puede apagar el recuerdo?¿Se puede vivir sin recordar? Quizas a veces se puedan extinguir las imágenes, pero los sonidos que quedaron en lo profundo, detrás de los parpados, son imposibles de acallar”. La muestra de Carri pone en juego la capacidad del sonido (atribuida como suprema a la imagen por Gombrich) de despertar la memoria y los sentidos a traves de las instalaciones, en las cuales el sonido tiene mas peso en su calidad de pieza audio-visual. Gombrich señala que la imagen posee 3 valores:
Este ultimo valor de la imagen es visible en una de las obras dentro de la muestra, Punto impropio, una video instalacion en la cual hay un cuarto completamente oscuro y una proyeccion en el piso en la cual se lee “Ana Maria”, el nombre de la madre mientras Albertina lee las cartas escritas durante su secuestro. Gombrich continua acerca de la imagen: “…su uso con fines expresivos es problemático y sin otras ayudas carece en general de la posibilidad de ponerse a la altura de la función enunciativa del lenguaje”. Tenemos claro ya que la imagen por si sola no posee significado. Lo que ayuda a esta imagen en la cual leemos “Ana Maria” cobre un significado es el apoyo del lenguaje, en este caso hablado, Albertina Carri recitando la carta, logrando que la instalacion transmita su mensaje.
En su texto, Silva realiza una analisis y una suerte de puesta en valor del album familar. Entiende a la familia como un sujeto representado, a la fotografia como un medio visual de registro y al album como una tecnica de archivo con la capacidad de contar un relato (el relato familiar). Silva dice “la fotografia lucha a nuestro lado contra la muerte y el olvido […] y corresponde al deseo de la familia de sobrevivir a la muerte”. A Albertina lo unico que le queda de sus padres son estas cartas, las fotos y vagas memorias. En el espacio principal de la sala hay otras dos instalaciones, “Allegro” y “A piacere” que consta de proyectores viejos sin filmico que comienzan a funcionar “dejando el hardware expuesto en su valor de archivo filmico y tambien en su capacidad de transmicion sonoro-afectiva” (Carri). Me cuesta generar una empatia con estas ya que no pertenezco a una generacion en la cual se utilizaban estos artefactos sin embargo entiendo su significado. Albertina, nacida en el ’73 posee impregnada en su memoria estos sonidos de los proyectores lo cual posiblemente despierta en ella, con la misma capacidad que la imagen, la sensibilidad y la memoria."Nunca había registrado que la escena del secuestro es una escena muda; en la película ese momento está relatado por Ana Couceyro, que hace de mí, y eso no me provocaba ninguna sensación de pánico, y al recobrar el sonido, de algún modo, recobré el pánico que viví" (1) (Carri hablando acerca de la muestra). Todas estas obras plantean la cuestion de que el sonido, al igual que la imagen, puede funcionar como una huella, un fantasma que evoque el pasado en un eterno presente, como los albumes (Silva) de modo que al escuchar esos proyectores mientras observamos la gigantesca pared de la sala con la lectura “presente”, recobremos nuestro imaginario de eternidad.
Volviendo a Gombrich, el plantea que hay tres variables para hacer una lectura correcta de una imagen:
Estas tres variables son historicas, varian con el tiempo. Para que la comunicación no falle, el contexto debe estar apoyado en expectativas previas del espectador fundadas en la tradicion (Gombrich). Esto es claramente visible en la muestra de Albertina Carri, ubicada nada mas y nada menos que en el Parque de la Memoria, monumento a las victimas del terrorismo de estado, como Albertina, sus hermanas y sus padres. El espectador que atiende a la muestra sabe ya por experiencias o conocimiento previo que intencion o mensaje puede llegar a tener la muestra.
Silva explica que el interes por el archivo y la memoria esta relacionado con la “fragilidad y efimeridad de varios aspectos de nuestra sensibilidad” posmoderna.
Podemos tambien pensar a traves de Vattimo y Appadurai las conceptos sobre la posmodernidad y como estas estan relacionadas con la muestra y las obras de Albertina Carri. Ambos autores estan de acuerdo en que unas de las causas principales del paso de la modernidad a la posmodernidad fueron los cambios tecnologicos, sobre todo en el area de la comunicación y los avances en los medios electronicos que reconfiguran las formas orales, visuales y auditivas (Appadurai). A esto, Appadurai añade que “los medios electronicos pasan a ser recursos disponibles en todo tipo de sociedades y accesibles a todo tipo de personas para experimentar con la construccion de la identidad y la imagen personal”. Los nuevos medios electronicos tambien permiten nuevas formas de arte, nuevas formas de expresion que van mas alla de las formas artisticas de la modernidad como la pintura o el cine y que buscan una interpelacion distinta por parte del espectador. Vivimos en una época en la cual el artista es considerado genio creador y que esta cualidad ya no se debe ser el mejor imitador, cualidad de la modernidad si no que hay un “culto cada vez mas intenso en busca de lo nuevo y lo original” (Vattimo). Podemos considerar la muestra de Albertina Carri como una obra posmoderna ya que en ella se ven condensadas las ideas y conceptos de la posmodernidad tanto de Vattimo como de Appadurain. La obra de Carri experimenta justamente con la construcción de identidad e imagen personal planteada por Appadurain. Carri reconstruye su identidad a través de las memorias que tiene de sus padres a los cuales perdió a los 4 años y luego de haber pasado casi 40 años sin ellos, teniendo una edad mayor a la que ellos tenían en el momento de su desaparición “…las cosas que he escuchado sobre ellos, las que he leído, ahora significan otra cosa” dice Albertina. Las obras que conforman la muestra utilizan nuevas tecnologías como el caso de “Allegro” y “A piacere” ya mencionadas anteriormente. Los proyectores de estas instalaciones son activados por los mismos espectadores al acercarse a ellos por un sensor de movimiento permitiendole a los espectadores “operar” sobre la obra de arte.
Otro rasgo de la posmodernidad es la caida de los grandes relatos. En la modernidad la historia se ordenaba alrededor de un centro (Europa). En la posmodernidad hallamos multiples centros y a su vez, multiples historias . La modernidad acaba cuando ya no podemos hablar de la historia como algo unitario (Vattimo). Esta multiplicidad de historias sumado a las, cada vez mas, posibilidades de informacion de la realidad, vuelve cada vez menos concebible la idea de realidad, que ya no puede ser entendida como un dato objetivo sino que podemos entender que estas multiples historias configuran multiples realidades. La realidad pasa a ser un “entrecruzamiento de imágenes, interpretaciones y reconstrucciones que compiten entre si”.
Appadurai hace tres distinciones sobre la posmodernidad:
1) Explica que la imaginacion se desprendió del espacio expresivo propio del arte, el mito y del ritual y paso a formar parte del trabajo mental cotidiano.
2) Hay una separacion entre imaginacion y fantasia. Se comienza a pensar a la fantasia separado de los actos y proyectos. “La fantasia se puede disipar, pero la imaginacion, sobre todo cuando es colectiva, puede ser combustible para la accion”.
3) La separacion entre el sentido individual y el sentido colectivo de la imaginacion. Gracias a que los medios de comunicación fomentan condiciones colectivas de lectura, critica y placer, comienzan a haber experiencias colectivas de grupos que sienten e imaginan cosas en forma conjunta. Hay un traspaso de “comunidades de sentimiento a “comunidadeds imaginadas”.
Esto sumado a la posibilidad de fácil acceso a los medios electrónicos descripto por Appadurai, abre un mundo de posibilidades a que distintos realizadores puedan comenzar a contar sus propias historias. Y es el caso de la obra analizada.
Encontramos en la muestra de Albertina Carri cierta correspondencia con estas distinciones de Vattimo y Appadurai, lo cual nos hace estar mas seguros de su condicion de obra posmoderna. La muestra nos muestra (valga la redundancia) la historia de Albertina, su realidad como hija de desaparecidos, la realidad de una persona a la cual le han quitado su identidad y quien, dentro de su cotideaneidad, busca reconstruirla a traves de las imágenes, memorias e interpretaciones de las mismas. Albertina comparte con nosotros, los espectadores esta realidad que a ella le toco vivir y a traves de esto configura una realidad colectiva de aquella época. Al contar su realidad, cuenta a la vez la realidad de toda una generacion de niños que vivieron la dictadura y que al igual que ella, se les quitó los padres, su pasado, su identidad.
La obra apela a una memoria y a un imaginario colectivo comprendido, obviamente, por la comunidad Argentina y se vale de esta imaginacion colectiva para fomentar una accion principal: Recordar, no olvidar para no volver nunca a ese estadío de miedo, injusticia y muerte que fue la dictadura argentina, que se cobro tantas vidas y dejó a tanto a Albertina como a otros miles de argentinos sin sus familiares, sin su identidad, dejandoles solo recuerdos.
Bibliografia
-Silva, Armando, (1998), Álbum de familia. La imagen de nosotros mismos, Bogotá: Norma. Caps. 1 y 2 (selección).
-Gombrich, E.H., (2010, “La imagen visual: su lugar en la comunicación”, en Richard Woodfield (Ed.), Gombrich esencial. Londres: Phaidon.
-Appadurai, Arjun, (2001), La modernidad desbordada, Buenos Aires: Trilce/FCE, Cap. 1
-Vattimo, Gianni, (1990), La sociedad transparente, Barcelona: Paidós.
- (1) Fuente de internet (Entrevista a Albertina Carri): 1http://www.telam.com.ar/notas/201509/119080-pensar-la-memoria-como-organo-vital.html
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