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Sociología y Antropología
del Arte
Resumen de "Orientalismo" |
Sociología y Antropología del Arte (Cátedra: Lobeto - 2022) |
Filo. y Letras | UBA
Sociología y Antropología del Arte
(Prof. Claudio Lobeto)
Carrera de Artes
Facultad de Filosofía y Letras – UBA
Said, Edward. (2003). Orientalismo. Anagrama, Buenos Aires. (“Introducción”).
Guía de lectura:
1. Explique a que se refiere Said con “Orientalismo”.
El orientalismo expresa y representa, desde un punto de vista cultural e incluso
ideológico, esa parte como un modo de discurso que se apoya en unas
instituciones, un vocabulario, unas
enseñanzas, unas imágenes, unas doctrinas e incluso unas burocracias y estilos
coloniales. En contraposición, el conocimiento que América tiene de Oriente
parece considerablemente menos denso; sin embargo, nuestras aventuras japonesa,
coreana e indochina probablemente estén creando ahora una concienciación de lo
“oriental” más seria y realista. Por otra parte, la creciente expansión política
y económica de Estados Unidos en Oriente Próximo (Oriente Medio) ha influido
decisivamente en nuestro conocimiento de esta región. Cuando hablo de
orientalismo me refiero a bastantes cosas, todas ellas, en mi opinión,
dependientes entre sí. En general, la acepción de orientalismo más admitida es
la académica, y esta etiqueta sirve para designar un gran número de
instituciones de este tipo.
2. ¿Cuáles son los presupuestos geopolíticos que subyacen?
La diferencia entre los “humanistas” y las personas cuyo trabajo tiene una
trascendencia política se puede ampliar diciendo que las tendencias ideológicas
del primero tienen una importancia incidental en la política mientras que la
ideología del segundo es parte consustancial de su material de hecho, la
economía, la política y la sociología, en el mundo académico moderno, se
consideran ciencias ideológicas y se da por supuesto que es “política”.
la gran parte de los conocimientos que se producen actualmente en Occidente está
sometida a la idea de que todo conocimiento está constituido por creencias no
políticas; esto es, creencias eruditas, académicas, imparciales y
suprapartidistas, el conocimiento es menos parcial que el individuo que lo
produce por tanto, este conocimiento no puede ser no político. se utiliza el
adjetivo “político” para desacreditar cualquier trabajo que se atreva a violar
el protocolo de una pretendida objetividad suprapolítica. Podemos decir que la
sociedad civil admite una gradación en la importancia política de los diversos
campos del conocimiento. esta importancia política proviene de que pueda
traducirse a términos económicos, y la importancia política será aún mayor.
Pienso que el interés que Europa y América han mostrado hacia Oriente ha sido,
de orden político, también considero que la cultura creó ese interés, que
contribuyó con razones políticas, económicas y militares, a convertir Oriente en
un lugar variado y complicado dentro del campo que yo denomino orientalismo que
es una realidad cultural y política, lo que significa que no existe en un
espacio vacío carente de archivos, pienso que es posible demostrar que lo que se
piensa, se dice o incluso se hace en relación a creer que la política, en forma
de imperialismo, tiene un efecto en la producción literaria, en la erudición, en
las teorías sociales y en la escritura de la historia no equivale, en modo
alguno, a afirmar que, por tanto, la cultura es algo degradado o denigrado.
3. ¿Se puede relacionar el orientalismo con el racismo? Desarrolle, justifique y
ejemplifique.
La red de racismo, de estereotipos culturales, de imperialismo político y de
ideología deshumanizada que se cierne sobre el árabe o el musulmán es realmente
sólida, y todo palestino ha llegado a sentirla como un castigo que le ha
reservado el destino; pero todavía le resulta más duro constatar que en Estados
Unidos ninguna persona académicamente comprometida con Oriente Próximo –es
decir, ningún orientalista- se ha identificado jamás, desde un punto de vista
cultural y político, sinceramente con los árabes; es verdad que ha habido
identificaciones en determinadas áreas, pero nunca han adoptado la forma
“aceptable” de la identificación americana liberal con el sionismo, y todas,
también con demasiada frecuencia, han tenido el defecto de estar asociadas a
intereses políticos y económicos desacreditados (por ejemplo, los arabistas de
las compañías de petróleo y del Departamento de Estado) o a la religión
4. ¿Cómo relaciona Said el Orientalismo con el concepto de hegemonía?
5. ¿Qué tipo de relación se estable entre Occidente y Oriente según el autor?
Desarrolle.
4 y 5: La relación entre Occidente y Oriente es una relación de poder, y de
complicada dominación. Occidente ha ejercido diferentes grados de hegemonía
sobre Oriente. Oriente fue orientalizado, no sólo porque se descubrió que era
“oriental’’ porque se podía conseguir que lo fuera en cualquier sociedad no
totalitaria ciertas formas culturales predominan sobre otras y determinadas
ideas son más influyentes que otras; la forma que adopta esta supremacía
cultural es lo que Gramsci llama hegemonía, un concepto indispensable para
comprender, de un modo u otro, la vida cultural en el Occidente industrial. Es
la hegemonía –o, mejor, los efectos de la hegemonía cultural- lo que da al
orientalismo la durabilidad y la fuerza de la que he estado hablando hasta
ahora. una noción colectiva que nos define a “nosotros” europeos, contra todos
“aquellos” no europeos, y se puede decir que el componente principal de la
cultura europea es precisamente aquél que contribuye a que esta
cultura sea hegemónica tanto dentro como fuera de Europa: la idea de una
identidad
europea superior a todos los pueblos y culturas no europeos. Existe, además, la
hegemonía de las ideas europeas sobre Oriente que reiteran la superioridad
europea sobre un Oriente retrasado y normalmente anulan la posibilidad de que un
pensador más independiente o más o menos escéptico pueda tener diferentes puntos
de vista en la materia. La última sección del capítulo tercero muestra cómo la
hegemonía pasó de manos británicas y francesas a manos americanas; en él
intento, finalmente, resumir las realidades sociales e intelectuales del
orientalismo americano de nuestros días.
6. ¿Cuáles son las críticas que realiza el autor en relación al/los tipos de
conocimiento y lo político?
El orientalismo es, después de todo, un sistema constituido por citas de obras y
autores.
El discurso orientalista ha podido sobrevivir y funcionar en la sociedad
occidental gracias a la riqueza de la red que lo forma: todo lo que yo he hecho
es describir algunas partes de esta red en determinados momentos y sugerir la
existencia de un todo mucho mayor, detallado, interesante y dotado de
personajes, textos y sucesos fascinantes.
Aún queda por realizar un ensayo general que trate el tema del imperialismo y la
cultura; habría que profundizar en el asunto de las conexiones entre el
orientalismo.
Quizá el objetivo más importante de todos sería estudiar alguna posible
alternativa contemporánea al orientalismo, preguntarse cómo se pueden estudiar
otras culturas y pueblos desde una perspectiva libertaria, y no represiva o
manipulativa.
He escrito este libro con dos objetivos: en primer lugar, presentarles su
genealogía intelectual de una manera que nunca se había hecho antes; y en
segundo, criticar –esperando suscitar nuevas discusiones- las asunciones
normalmente incuestionables en las que la mayoría de sus trabajos se fundamenta.
Finalmente, para los lectores del llamado Tercer Mundo, este estudio pretende
ser un paso hacia la comprensión, no tanto de la política occidental hacia el
mundo no occidental, como de la fuerza del discurso cultural occidental, un
discurso que, con demasiada frecuencia, ha sido erróneo, meramente decorativo o
“superestructural”.
El capítulo segundo “Estructuras y reestructuras del orientalismo”, intenta
describir el desarrollo del orientalismo moderno de manera cronológica y también
a través de la descripción de un conjunto de recursos comunes a las obras de
poetas, artistas y eruditos importantes.