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Resumen de "El Uso de la Imagen como Documento Histórico"  |  Sociología y Antropología del Arte (Cátedra: Lobeto - 2022)  |  Filo. y Letras  |  UBA
Sociología y Antropología del Arte
(Prof. Claudio Lobeto)
Carrera de Artes
Facultad de Filosofía y Letras – UBA

Burke, Peter. (2005). Visto y no Visto. El Uso de la Imagen como Documento Histórico, Barcelona, Crítica. (Introducción y Caps. II, III, IV, VII, XI)

Guía de lectura:
1) ¿Cuál es la propuesta del autor sobre la utilización de la imagen como documento histórico?
RPTA: El interés fundamental es el uso de la imagen como documento histórico. Ha sido escrito con el fin de fomentar la utilización de este tipo de documentos y de advertir a los posibles usuarios de algunas de las trampas que comportan. Más o menos durante la última generación; los historiadores han ampliado considerablemente sus intereses. No habrían podido llevar a cabo sus investigaciones sobre estos campos relativamente nuevos, si se hubieran limitado a las fuentes tradicionales. Por ese motivo, cada vez más a menudo se están utilizando distintos tipos de documentación, entre los cuales, junto a los textos literarios y los testimonios orales, también las imágenes ocupan un lugar.

2) ¿Qué potencialidad y que tipo de información presentan en comparación con la fuente escrita y que otros campos pueden estudiarse a partir de ellas?
RPTA: Las imágenes proporcionan prácticamente el único testimonio existente de practicas sociales como la caza. Son pocos los historiadores que consultan los archivos fotográficos, comparados con los que trabajan en los depósitos de documentos manuscritos o impresos.
En los casos en los que las imágenes se analizan en el texto, su testimonio suele utilizarse para ilustrar las conclusiones a las que el autor ya ha llegado por otros medios, y no para dar nuevas respuestas o plantear nuevas cuestiones. Una minoría significativa de historiadores utilizaba el testimonio de las imágenes, como los especialistas en las épocas en las que los documentos escritos son raros o inexistentes.
Las imágenes nos permiten «imaginar» el pasado de un modo más vivo. Al situarnos frente a una imagen nos situamos «frente a la historia. El hecho de que las imágenes fueran utilizadas en las diversas épocas como objetos de devoción o medios de persuasión, y para proporcionar al espectador información o placer, hace que puedan dar testimonio de las formas de religión, de los conocimientos, las creencias, los placeres, etc del pasado.

3) ¿Qué critica Burke realiza a los historiadores sobre el modo que utilizan a la imagen?
RPTA: El uso del testimonio de las imágenes plantea problemas. Las imágenes son testigos mudos y resulta difícil traducir a palabras el testimonio que nos ofrecen. Pueden haber tenido por objeto comunicar su propio mensaje, pero no es raro que los historiadores hagan caso omiso de él para «leer entre líneas» las imágenes e interpretar cosas que el artista no sabía que estaba diciendo. Lo que conlleva a peligros. Es preciso utilizar las imágenes con cuidado. La «crítica de las fuentes» de la documentación escrita constituye hace bastante tiempo una parte de la formación de los historiadores. En comparación con ella, la crítica de los testimonios visuales sigue estando poco desarrollada, aunque el testimonio de las imágenes, como el de los textos, plantea problemas de contexto, de función, de retórica, de calidad del recuerdo, si se trata de un testimonio secundario, etc. Por eso algunas imágenes ofrecen un testimonio más fiable que otras.

4) ¿Qué diferencias plantea entre fuente y vestigio?
RPTA: Los historiadores han llamado a sus documentos «fuentes». La metáfora es vívida, pero también equívoca, por cuanto implica la posibilidad de realizar una exposición del pasado libre de la contaminación de intermediarios. Naturalmente resulta imposible estudiar el pasado sin la ayuda de toda una cadena de intermediarios. Convendría sustituir la idea de fuentes por la de «vestigios» del pasado en el presente. El término «vestigios» designaría los manuscritos, libros impresos, edificios, mobiliario, paisaje (según las modificaciones introducidas por la explotación del hombre), y diversos tipos de imágenes: pinturas, estatuas, grabados, o fotografías.

5) ¿Qué problemas se presentan al usar a la imagen como testimonios?
RPTA: Cualquier imagen puede servir como testimonio histórico, es preciso tener en cuenta los cambios que se producen en el tipo de imagen disponible en determinados lugares y momentos, y en particular dos revoluciones que han tenido lugar en el terreno de la producción de imágenes. Con la aparición de la imagen impresa durante los S. XV y XVI, Y la aparición de la imagen fotográfica durante los S. XIX Y XX.
Durante las primeras fases de la xilografía y de la fotografía, las imágenes en blanco y negro sustituyeron a las pinturas en color. Las imágenes impresas, podían fabricarse y transportarse con mayor rapidez que las pinturas. Ambas revoluciones permitieron que se produjera un salto cuantitativo en el número de imágenes al alcance de la gente sencilla. Las consecuencias de la imprenta han sido analizadas en términos de estandarización y fijación de los textos en una forma permanente, y lo mismo cabría decir de las imágenes grabadas.

6) ¿Hasta qué punto y de qué forma ofrecen las imágenes un testimonio fiable del pasado?
RPTA: En la época de la fotografía, según el Walter Benjamín la obra de arte cambió de carácter. La máquina «sustituye la singularidad de la existencia por la pluralidad de la copia» y hace que el «valor de culto» de la imagen se convierta en «valor de exhibición». «Lo que se pierde en la edad de la reproducción mecánica es el aura de la obra de arte". Ha defendido Michael Camille, que la reproducción de la imagen puede llegar a incrementar su aura. Si hoy nos tomamos la imagen singular menos en serio que nuestros antepasados, tal vez no se deba a la reproducción propiamente dicha, sino a la incesante saturación de imágenes que padece nuestro universo de experiencia.
A todo el que intente utilizar el testimonio de una imagen, que empiece por estudiar el objetivo que con ella persiguiera su autor. No obstante, no sería prudente atribuir a estos artistas-reporteros una «mirada inocente», en el sentido de una actitud objetiva, libre de expectativas y prejuicios de todo tipo. Esos estudios y pinturas reflejan un punto de vista. Los historiadores que utilizan este tipo de documentos no pueden ignorar la posibilidad de la propaganda, o de las visiones estereotipadas del «otro» ni olvidar la importancia de las convenciones plásticas admitidas como algo natural en determinadas culturas o en determinados géneros.

7) Atender a los siguientes conceptos relativos a la imagen: reflejo, polisemia y veracidad.
RPTA:

8) Explicar la distinción entre imagen y arte.
RPTA: Cualquier imagen puede servir como testimonio histórico, y los cambios que se producen en el tipo de imagen disponible en determinados lugares y momentos. las imágenes nos «dicen» algo, tienen por objeto comunicar. A su vez en otro sentido, en cambio, no nos dicen nada. Las imágenes son irremediablemente mudas. Como otras formas de testimonio, las imágenes no son creadas. Sus creadores tienen sus propias preocupaciones, sus propios mensajes. La interpretación de esos mensajes se denomina «iconografía» o «iconología».
En muchas religiones las imágenes desempeñan un papel primordial a la hora de producir la experiencia de lo sagrado. Expresan y forman las distintas ideas de lo sobrenatural propias de las diferentes épocas y culturas. Una serie cronología de imágenes que representan un mismo tema constituye una fuente valiosa para el historiador de la religión. Las imágenes han sido utilizadas a menudo como medio de adoctrinamiento, como objeto de culto, como estímulo para la meditación y como arma en los debates.
Otra aproximación reciente a la historia social del arte se centra en la historia de las respuestas dadas a las imágenes o en la recepción de las obras de arte. Algunos historiadores y críticos de este grupo o escuela se han interesado por la imagen que tiene el artista de su espectador, en una analogía visual de lo que los críticos literarios denominan el «lector implícito».

9) ¿Cuál es el plateo del autor sobre la idea de mirada inocente y que aporte realiza desde el concepto de “mirada” de Lacan?
RPTA: Resulta difícil analizar las imágenes sin utilizar el concepto de «mirada», término tomado del psicoanalista francés Jacques Lacan (1901-1981), para designar lo que antes se habría llamado punto de vista. La mirada a menudo expresa una actitud mental de la que el espectador puede no ser consciente, tanto si sobre el otro se proyectan odios, como temores o deseos. La interpretación psicoanalítica de las imágenes tiene en las imágenes de los extraños, tanto en el propio país como fuera de él, uno de los apoyos más fuertes.
Algunos de esos estereotipos son positivos. Por desgracia, la mayoría de los estereotipos de los otros han sido y son hostiles y despectivos.
Tal vez por ese motivo los estereotipos toman a menudo la forma de inversión de la imagen de sí mismo que tiene el espectador. Los estereotipos más crueles se basan en la simple presunción de que “nosotros” somos humanos o civilizados, mientras que “ellos” apenas se diferencia de animales tales como el perro. De ese modo los otros se convierten en “el otro”. Se convierten en seres exóticos distantes de uno mismo. Incluso pueden ser convertidos en monstruos.

10) Explicar el método iconográfico de Panosfky: descripción preiconográfica, análisis iconográfico, interpretación iconológica y las críticas que Burke realiza a ese enfoque.
RPTA: Panofsky distingue tres niveles de interpretación, El primero de esos niveles sería la descripción preiconográfica, relacionada con el «significado natural» y consistente en identificar los objetos y situaciones. El segundo nivel sería el análisis iconográfico relacionado con el «significado convencional». El tercer y último nivel correspondería a la interpretación iconológica, que se distingue de la iconográfica en que a la iconología le interesa el «significado intrínseco», en otras palabras, "los principios subyacentes que revelan el carácter básico de una nación, una época, una clase social. una creencia religiosa o filosófica». En este nivel es en el que las imágenes proporcionan a los historiadores de la cultura un testimonio útil, y de hecho indispensable. Panofsky insistía en que las imágenes forman parte de una cultura total y no pueden entenderse si no se tiene un conocimiento de esa cultura. Para interpretar el mensaje es preciso estar familiarizado con los códigos culturales.

11) ¿Qué aportes y limitaciones presentan las otras perspectivas de analisis propuestas por Burke: psicoanálisis, estructuralismo y postestructuralismo?
RPTA: El método específico de interpretación de las imágenes desarrollado a comienzos del siglo xx podría tacharse de demasiado preciso y demasiado estricto en unos aspectos, de demasiado vago en otros. Analizarlo en términos generales comporta el riesgo de subestimar la variedad de las imágenes, por no hablar de la variedad de los problemas históricos que las imágenes pueden ayudar a resolver. E los historiadores necesitan la iconografía, pero también deben trascenderla. Tienen que practicar la iconología de un modo más sistemático, cosa que implicaría hacer uso del psicoanálisis, el estructuralismo y especialmente de la teoría de la percepción, métodos en los que nos basaremos de vez en cuando y que serán analizados de forma más exhaustiva y explícita en el último capítulo del libro.

12) Explicar las funciones de la imagen religiosa en cuanto: adoctrinamiento, objeto de culto, devoción, iconoclasia.
RPTA:
Adoctrinamiento: La iconografía era importante en el pasado porque las imágenes eran un medio de “adoctrinamiento” para popularizar las doctrinas religiosas. La iconografía como las doctrinas que esta pretendía ilustrar probablemente fueran explicada de viva voz por los clérigos y es posible que la propia imagen actuara a modo de recordatorio del mensaje oral, y no como una fuente independiente. Las discrepancias entre las historias narradas por las imágenes y los relatos contados en la biblia resultan de lo más interesante como pistas para entender el modo en el que era concebido el cristianismo desde abajo.
Objeto de Culto: Las imágenes eran mucho más que un medio de difundir los conocimientos religiosos. Eran también agentes a los que se atribuía la realización de milagros y además objetos de culto. En el cristianismo oriental, los iconos tenían un lugar especial. Los iconos demuestran con especial nitidez el poder de la imagen religiosa. Podemos ver el culto de las imágenes también en cristianismo occidental. Desde finales de la edad media, se concedían indulgencias, a quienes rezaran a determinadas imágenes. Los devotos hacían largas peregrinaciones para venerar las imágenes, se prosternaba y arrodillaban ante ellas, las besaban y les pedían favores. El encargo de una imagen constituía también un medio de expresar el agradecimiento por los favores recibidos. Estas “imágenes votivas” eran realizadas con el fin de cumplir el voto hecho al santo en cuestión. Documentan las esperanzas y los temores de la gente y dan testimonio de la estrecha relación existente entre el donante y el santo.
Devoción: Las imágenes desempeñaron un papel cada vez más importante en la vida religiosa de las personas desde finales de la edad media. Desde 1460 aprox. Circulaban una serie de estampas que ilustraban algunos episodios bíblicos, mientras que las devociones particulares contaban con reproducciones de propiedad privada. Las imágenes de devoción desempeñaban también un papel importante como consuelo de los enfermos, los moribundos y de las personas que estaban a punto de ser ejecutadas. Las imágenes positivas de los santos en el cielo tenían su contraposición negativa, las imágenes del infierno y de los demonios que merecen ser también estudiadas. Las imágenes del demonio son raras antes del siglo XII. Durante los siglos XVI y XVII, la popularidad de las imágenes de aquelarres en las que se mezclan temas festivos y escenas aparentemente infernales.

13) ¿Cómo se configuran, según el autor, los estereotipos de la otredad? ¿Qué tipo evidencia provee la imagen y cómo funciona allí el concepto de mirada?
RPTA: Hace poco que los especialistas en historia de la cultura se han interesado por la idea del «Otro». En el caso de los grupos que se enfrentan a otras culturas, se producen una y otra vez dos reacciones contrapuestas. Una es negar o ignorar la distancia cultural, asimilar a los otros a nosotros mediante la utilización de la analogía. El otro es visto como el reflejo del yo.
Utilizamos el término “imagen" en el sentido de imagen mental, y la prueba de ello nos la ofrecerían los textos. Para recuperar o reconstruir esas imágenes mentales, resulta indispensable el testimonio de las imágenes visuales, pese a los problemas de interpretación que puedan plantear. Cuando se produce un encuentro entre culturas distintas, lo más probable es que las imágenes que una hace de otra sean estereotipadas. El término estereotipo constituye un recordatorio eficaz de los vínculos existentes entre imagen visual e imagen mental. El estereotipo puede no ser falso, pero a menudo exagera determinados elementos de la realidad y omite otros. El estereotipo puede ser más o menos cruel, más o menos violento, pero carece de matices, el mismo modelo se aplica a situaciones culturales que difieren considerablemente unas de otras.

14) Explicar la postura que sintetiza Burke sobre el final del texto y desarrollar la propuesta de la historia social del arte.
RPTA:
l. Las imágenes dan acceso no ya directamente al mundo social, sino más bien a las
visiones de ese mundo propias de una época. El historiador no puede permitirse el lujo de olvidar las tendencias contrapuestas que operan en el creador de imágenes. Se enfrenta al problema de distinguir entre representaciones de lo típico e imágenes de lo excéntrico.

2. El testimonio de las imágenes debe ser situado en una serie de contextos, entre ellos el de las convenciones artísticas en un determinado lugar y una determinada época, así como el de los intereses del artista y su patrono o cliente original, y la función que pretendía darse a la imagen.
3. El testimonio de una serie de imágenes es más fiable que el de una imagen individual, tanto si el historiador centra su interés en todas las imágenes conservadas que el público pudiera ver en un determinado lugar y una determinada época como si observa los cambios sufridos a largo plazo.
4. En el caso de las imágenes, y también en el de los textos, el historiador se ve obligado a leer entre líneas, percatándose de los detalles significativos, por pequeños que sean y utilizándolos como pistas para obtener la información que los creadores de las imágenes no sabían que sabían, o los prejuicios que no eran conscientes de tener.

 

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