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Breve introducción al estudio del comportamiento. (Práctico)
La biología del comportamiento estudia las bases fisiológicas del
comportamiento. Esta se inició en 1859 con la publicación del libro de Darwin
“el origen de las especies” el cual fue basado en la observación de diferentes
animales y llevo a la formulación de la teoría de la evolución. Darwin observó
como cada miembro de una especie es ligeramente diferente a otros miembros, las
variaciones ocurrían de forma aleatoria por medio de procesos inespecíficos. De
esta forma concluyo que esos individuos, gracias a las características
planteadas, tendrían más probabilidades de sobrevivir que los que no las
poseían. En tal caso, dichas características serían luego trasmitidas a sus
descendientes repitiendo el proceso durante las siguientes generaciones
expandiendo los particulares rasgos a más miembros del grupo animal facilitando
la supervivencia en su ambiente. Este proceso es actualmente conocido como
evolución mediante selección natural.
Darwin propone 3 condiciones que operan en la SN:
1. Debe haber variación en el rasgo (el rasgo debe presentar distintas variantes
en la población)
2. Debe haber reproducción diferencial en los organismos (la posesión de una u
otra variante del rasgo debe repercutir sobre la capacidad de sobrevivir
reproducirse de los organismos en ese ambiente, reproduciéndose unos más que
otros)
3. El rasgo debe ser heredable (las variantes deben transmitirse a la siguiente
generación con cierto grado de probabilidad).
Bridgeman comenta que, el cerebro, es considerado como un órgano que incrementa
la adaptación al medio de su portador, el éxito reproductivo con respecto al
resto de la población también se ve influenciado en su éxito por este.
La dicotomía mente-cerebro se ve abordado por las neurociencias por un enfoque
denominado monismo psiconeural emergentista. El monismo se debe a que se
considera que el objeto de estudio se desenvuelve en un único plano, en
oposición a las posturas dualistas que toman dos planos diferentes (tal como el
dualismo cartesiano que toma a la mente y el cuerpo como entidades diferentes).
Se considera psiconeural en tanto de monismo materialista, donde se piensa que
las funciones mentales no son más que funciones cerebrales. Y, emergentista,
porque encara las funciones psicológicas como propiedades resultantes de la
actividad de subsistemas psiconeurales, es decir, propiedades no contenidas en
las partes individuales que forman dicho subsistema. En base a estas
consideraciones, el sistema nervioso sería un supersistema compuesto de
subsistemas especializados de los cuales “emergen” propiedades que los
caracterizan. La relación es causal y no correlacional.
Dicha postura cuenta con el sostén de Kandel, el cual menciona varias
investigaciones empíricas que apoyan este principio considerando que el cerebro
lleva a cabo las funciones psicológicas.
1. Las alteraciones específicas de la conducta se reflejan en cambios
característicos de la estructura y/o funcionamiento del cerebro. Por ej.:
pacientes con TOC los cuales presentan una aumentada actividad del área cerebral
del núcleo caudado.
2. Las alteraciones reversibles o lesiones en áreas específicas del cerbero
producen distorsiones específicas en el comportamiento. Por ej.: la afasia de
Broca es un trastorno producido por una lesión de una región cerebral llamada
área de Broca, ubicada en el lóbulo frontal del hemisferio izquierdo.
3. Es posible observar in vivo y de manera no invasiva cómo se activan
diferencialmente áreas específicas del cerebro de una persona que está
realizando una determinada tarea (por ejemplo mediante tomografías por emisión
de positrones o resonancias magnéticas funcionales).
Niveles de funcionamiento del SNC: hay que estudiar el comportamiento desde cada
nivel de análisis porque aparecen propiedades nuevas, y entre ellos hay
relaciones causales tanto top-down (de arriba hacia abajo) como bottom-up (de
abajo hacia arriba).
Nivel bioquímico: funcionamiento de receptores celulares, canales de membrana,
enzimas y proteínas estructurales, moduladores, hormonas y neurotransmisores.
Ej. Aplico un tratamiento con antidepresivos.
Nivel neurofisiológico: funcionamiento de circuitos neurales y sus distintos
niveles de integración.
Nivel comportamental: conductas del organismo. Ej. Aplico terapia de exposición
y prevención de la respuesta.
Nivel sociológico: comportamiento de interacción con otros organismos de la
especie.
Los componentes del SNC son tanto un sistema como un componente de un sistema.
Los seres humanos son componentes de varios sistemas sociales, asimismo, se
encuentra integrado por un número de macrosistemas compuestos y de subsistemas
más pequeños. Los sistemas de cualquier nivel dado tienen propiedades en común
con sus componentes y otras que no poseen estos últimos, los cuales son
propiedades emergentes.
Teniendo en consideración la diferenciación de niveles se puede decir que el
tratamiento de una enfermedad mental a través de psicofármacos actúa en un nivel
molecular bioquímico y neurofisiológico, expandiendo sus consecuencias a los
niveles psicológico comportamental y sociológico. Por otro lado, una terapia
psicológica ejercería efectos en un sentido inverso, actuando a nivel
psicológico y produciendo cambios en niveles neurofisiológicos y moleculares.
Baxter realizó aportes con respecto a estos efectos en los distintos niveles
mostrando una disminución en la actividad de una región del núcleo caudado en
sujetos diagnosticados con TOC que fueron tratados exitosamente con un
tratamiento conductual denominado prevención de la respuesta o con un
psicofármaco, el cual era fluoxetina. Asimismo, los sujetos que no mejoraron con
ninguno de los tratamientos mantuvieron una alta actividad de dicho núcleo
cerebral. Este trabajo demuestra como los tratamientos cognitivos-conductuales
pueden modificar las conexiones neuronales de forma similar a los psicofármacos.
Nikolaas Tinbergen destacó cuatro niveles en torno al comportamiento.
1. Mecanismos de control (cómo trabaja): se pregunta cómo los factores internos
y externos se desencadenan y controlan un comportamiento en el corto plazo.
2. Desarrollo u Ontogenia: se pregunta cómo surge un determinado comportamiento
a lo largo de la vida del individuo; cuales son los factores que influyen sobre
la forma en que el comportamiento se desarrolla durante la vida del sujeto y
cómo trabaja ese proceso de desarrollo; cómo interaccionan los genes y la
experiencia de un individuo durante la constitución de un comportamiento.
3. Valor adaptativo (para qué sirve): cuál es el valor de la supervivencia de un
comportamiento.
4. Evolución o Filogenia: por qué evolucionó un comportamiento durante la
historia de la especie; qué factores pueden haber estado involucrados en el
modelado del comportamiento a lo largo de su historia evolutiva (filogenia).
Biología del comportamiento y su método.
El conocimiento científico se caracteriza por su contrastabilidad, es decir, la
posibilidad de ser confirmado o desconfirmado, asimismo es falible, por lo que
resulta susceptible de ser parcial o totalmente refutado. La falibilidad del
conocimiento científico y la imposibilidad de establecer un método de otro que
conduzca a la “verdad” es un complemento de la contrastabilidad, núcleo de la
ciencia. En biología del comportamiento, en tanto ciencia fáctica, se contrastan
las hipótesis formuladas con enunciados acerca de la experiencia obtenida por
observación experimentación.
Para que una base empírica permita la obtención de conocimiento válido Klimovsky
se plantea la efectividad, repetibilidad e intersubjetividad. La efectividad
exige la verdad o falsedad de un suceso o aspecto de la base empírica pueda ser
dirimida en un número finito de paso. La repetibilidad refiere a que los datos
puedan ser repetidos brindando una regularidad, una ley. La intersubjetividad
plantea que los datos sean observados por más de un observador brindando una
objetividad.
El método científico aplicado a la comprobación de afirmaciones informativas
acerca del mundo recae en el método experimental. Esto último incluye
experimentos, cuasi experimentos y observaciones naturales. La experimentación
involucra la modificación deliberada de uno o más factores en una situación en
la que las restantes variables pertinentes permanecen controladas. Asimismo, se
debe constatar la experimentación mediante la implementación de un grupo
experimental a la cual se le aplica la variable independiente y un grupo control
el cual se encuentre exactamente en las mismas condiciones que el grupo
experimental excepto por no haber sido sujeto a la variable independiente.
Pasos en una investigación científica:
1. Formulación de una pregunta: se debe tener una idea clara de los hechos
generales investigados y haber reconocido una incoherencia en el marco teórico.
2. Observaciones preliminares y formulación de hipótesis: las hipótesis
esencialmente son potenciales respuestas a las preguntas planteadas, formuladas
de manera que dos o más variables establezcan una relación funcional entre
ellas.
3. Predicciones: la hipótesis, mediante un proceso de razonamiento lógico, dan
lugar a una o más predicciones específicas que puedan ser puestas empíricamente.
4. Identificación de las variables a medir: el diseño de la investigación para
poner a prueba las predicciones y variables a medir deben ser elegidas de forma
que provean la mejor comprobación de las predicciones, y permitan poner a prueba
las hipótesis para su aceptación o rechazo.
5. Elección de los métodos de registro apropiados para medir las variables: es
central la definición operaciones que se hace de las variables involucradas en
la investigación. Se refiere como definición operacional como una descripción
precisa de los distintos factores a medir y el método de registro utilizado en
cada caso. Es inevitable que los observadores seleccionen algunas
características del total de eventos e ignore otras, esta selección se refleja
en los intereses personales, preconceptos e hipótesis de cada observador por lo
que es necesario que sea explicitado.
6. Recolección de datos: depende del análisis estadístico utilizado.
7. Análisis estadístico en la exploración de los datos y en la contrastación de
las hipótesis: se debe considerar que los análisis estadísticos de los datos
permiten llegar a una conclusión sin sesgos ni efectos subjetivos de
interpretación. Se debe llevar a cabo un análisis de datos exploratorio a fin de
obtener la máxima cantidad de información de los datos y descubrir resultados
inesperados que generen nuevas preguntas. Es necesario utilizar análisis
confirmatorios para poner a prueba las predicciones y, con ello, las hipótesis
de las cuales fueron deducidas.
La mayor meta de una investigación es que se pueda distinguir entre hipótesis
alternativas y, consecuentemente, reducir el número de caminos diferentes por
los que se explican los hechos.
Técnicas y procedimientos.
Técnicas de diagnóstico por imágenes: utilizadas para visualizar la morfología
y/o la actividad del SNC. Para obtener imágenes de la anatomía del SNC se
utilizan la tomografía axial computada (TAC, brinda un nivel de definición
espacial grosero) y la resonancia magnética (RM, tiene un nivel de definición
espacial más preciso que el obtenido en una TAC). Para obtener imágenes del
nivel de actividad de distintas regiones del SNC se utilizan la tomografía por
emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética funcional (RMf).
Lesiones cerebrales: pueden ser provocadas en animales con el propósito de
comparar el comportamiento de forma controlada o puede ser basado en humanos
quienes luego de un accidente sufren una lesión cerebral.
Estimulación eléctrica de regiones cerebrales: mediante la estimulación
eléctrica de un área determinada, se estudian los cambios del comportamiento
vinculados a esa región.
Estudios post-mortem: se correlacionan los síntomas con las lesiones halladas en
la autopsia.
Drogas: mediante la administración de drogas se intenta elucidar los mecanismos
de acción de las mismas, qué receptores están implicados y cuáles son sus
consecuencias comportamentales.
Introducción al Estudio del Comportamiento (Teórico)
Psicología comparada es un área casi interdisciplinaria. Esta surgió de la
intersección de la psicología experimental con la biología evolucionista en la
última parte del S XIX, y en la actualidad se ocupa del estudio de la evolución
y el desarrollo de la conducta, utilizando tanto métodos experimentales como de
observación de campo y cubriendo una gran gama de especies. Su objetivo
principal es descubrir procesos conductuales comunes y divergentes entre
especies. El aspecto “comparado” incluye la suposición de que esta disciplina
proporcionará un conocimiento mejor de los orígenes evolutivos de la conducta
humana y una visión más clara de las propiedades peculiares y comunes de nuestra
especie, en relación con el resto del reino animal.
Los fenómenos conductuales se caracterizan por su complejidad. La conducta está
causada por una multicausalidad, es decir, por una multitud de factores
independientes que interactúan entre sí. Debido a esto se requiere una
interacción interdisciplinaria para su estudio.
En el siglo XIX se comenzó a trabajar en profundidad la evolución de las
especies en base al cambio generacional que conduce al origen de nuevas
especies. En paralelo se descubrieron los mecanismos del funcionamiento neural y
los neurobiológicos posibilitando la examinación de los componentes esenciales
del sistema nervioso, las células neuronales.
Darwin en el origen de las especies plantea el término de selección natural en
cuanto proceso, se asumía que era gradual y que funcionaba de forma acumulativa
a lo largo de muchas generaciones. También necesitaba una teoría de la herencia
ya que solo aquellas variaciones merecedoras de ser heredaras tendrían un
impacto en el proceso de especiación. Sin embargo, en el S XIX no era posible
sustentar estas observaciones, por lo tanto, se tomó a la selección natural como
otro posible factor en la evolución.
En el S XX se logró comprobar que la tierra se originó antes de lo que se
pensaba proporcionando suficiente tiempo para que se desarrollara la selección
natural diversificando las especies. Asimismo, se comenzó a entender la
herencia.
Uno de los factores que impulsó a la psicología comparada fue la influencia del
conductismo. Watson investigó sobre las capacidades perceptivas, motoras y de
aprendizaje de los niños convenciéndolo de que los instintos jugaban un papel
menor en el desarrollo de la conducta, en comparación con las influencias
ambientales.
El debate naturaleza-crianza llevó a una visión del desarrollo conductual
conocida como epigénesis, la cual considera que las estructuras y funciones del
organismo surgen durante el desarrollo, en oposición a la prefiguración. Dicho
debate llevo a pensar que la conducta se desarrolla como resultado de
interacciones complejas entre un conjunto anidado de contextos, desde la
información genética codificada en el ADN del interior de las células hasta los
procesos fisiológicos y, por lo tanto, hasta las interacciones
organismo-ambiente.
Niveles de Análisis
En la teoría evolucionista se asocia el concepto de niveles de organización al
grado evolutivo, es decir, la distribución de rasgos derivados en grupos
taxonómicos que han evolucionado de forma independiente. El concepto de niveles
para la teoría conductual se utilizó para organizadas capacidades conductuales
en orden de complejidad.
CAMPUS
Pensando en los resultados de un estudio, ¿cuál es la diferencia entre una
relación causal entre variables y una relación correlacional?
La relación causal entre las variables implica una relación de causa en efecto
de las mismas donde una sería el origen que condiciona a la otra generando algún
tipo de suceso. Una relación correlacional no implica causalidad, sería una
simple correspondencia o similitud entre las variables pero no de origen, las
variables parecen moverse en conjunto pero no necesariamente sea porque se
afectan una a la otra. Podría ocurrir que la relación sea por azar o por la
presencia de otra variable que no había sido tomada en cuenta.
Por ejemplo, en el estudio sería una relación causal que las horas de luz del
día modifique el canto de los estorninos, ya que la variable independiente
(horas de luz) modifica la variable dependiente (frecuencia del canto). Sin
embargo, una relación correlacional podría ser que la frecuencia del canto es en
realidad modificada porque los estorninos tienen un tipo de alimento diferente o
por la presencia de hembras o cualquier otra razón que tal vez no fue
considerada en el estudio, dejando a las variables nombradas anteriormente en
una simple relación correlacional.
SEMANA 2
Estrés y ansiedad. (Teórico)
Emociones, respuestas autonómicas y salud.
Las experiencias estresantes y los pensamientos de desesperación pueden
incrementar el riesgo de enfermarse. Estos casos se denominan factores
psicológicos o eventos mentales, el cual es otro término que los psicobiólogos
utilizan para describir actividad cerebral, la cual influencia las funciones
cerebrales.
Sistema nervioso autónomo y enfermedades psicosomáticas.
El funcionamiento del sistema nervioso simpático está relacionado a la
personalidad, ya que este determina el tipo de respuesta y la rapidez de
reacción. Las personas con una alta respuesta del sistema nervioso simpático
también tienden a ser más vulnerables a las enfermedades cardíacas y a otros
desordenes orgánicos. Estas enfermedades surgen según la impulsividad y
emotividad de los individuos, se las llama “psicosomáticas”.
Sistema nervioso autónomo y las úlceras.
Las úlceras son heridas abiertas en las paredes del estómago y los intestinos,
estas están relacionadas con el sistema nervioso autónomo. Se pueden formar por
múltiples causas, pero las personas que experimentan severo estrés laboral
tienden a ser más vulnerables.
Estrés crónico, sistema inmune y salud.
El término de estrés refiere a la reacción fisiológica causada por la percepción
de situaciones aversivas o amenazantes. Mientras que los estímulos o situaciones
estresantes se definen como estresores.
Podemos dividir en estrés agudo los cuales son períodos relativamente breves,
duran segundos o horas y requieren una acción vigorosa. También están el estrés
crónico los cuales duran mucho tiempo.
Los estresores excitan al sistema nervioso simpático y al eje HPA, compuesto por
el hipotálamo, la glándula hipófisis (pituitaria) y la corteza adrenal. Los
efectos del eje HPA se vuelven más notables con un estrés prolongado. El
hipotálamo induce que la glándula hipófisis anterior secrete la hormona
adrenocorticotrogina (ACTH), la cual estimula la corteza adrenal para secretar
cortisol y otras hormonas. El cortisol aumenta el azúcar en sangre y aumenta el
metabolismo. El incremento en el suministro de energía a las células les permite
llevar un gran nivel de actividad para afrontar la situación de estrés. En casos
de estrés prolongado hay una actividad sostenida del sistema endócrino. Un
individuo con una secreción de cortisol elevada puede actuar de forma pasiva e
inactiva la mayor parte del tiempo. El cortisol y otras hormonas transforman la
energía hacia un incremento de azúcar en sangre y un aumento del metabolismo,
pero al mismo tiempo la alejan de la síntesis de proteínas incluyendo los
anticuerpos. Por lo tanto, el estrés crónico puede debilitar el sistema
inmunológico.
El sistema inmune.
El sistema inmune es un conjunto de estructuras que protege al individuo contra
agentes intrusos como virus y bacterias. Si el sistema inmune ataca las células
normales se produce una enfermedad autoinmune.
Los leucocitos, conocidos como glóbulos blancos, se producen en la médula ósea y
luego emigran a distintos órganos donde maduran hasta que sean necesarios. Cada
célula tiene en su superficie antígenos las cuales son moléculas que hacen que
el sistema inmune genere anticuerpos. Cuando un leucocito encuentra una célula
con antígenos diferentes al resto del cuerpo (agente patógeno) responde como
señal de ataque.
Un tipo de leucocito, llamado linfocito B, produce anticuerpos específicos para
atacar un antígeno determinado. Los anticuerpos son proteínas con forma de Y que
circulan por la sangre y se unen a una clase de antígeno específica. El
organismo sintetiza anticuerpos contra los antígenos particulares que encontró.
Otra clase de leucocitos son los linfocitos T (maduran en el timo), estos atacan
directamente a las células intrusan o estimulan una respuesta de otras células
del sistema inmune.
Las células “killers” son células sanguíneas que atacan a cierta clase de
células tumorales y a células infectadas con virus. No son específicas en sus
ataques, puede atacar diversos intrusos.
Efectos del Estrés sobre el Sistema Inmune.
El sistema nervioso tiene un control considerable sobre el sistema inmune. La
adrenalina suprime los niveles sanguíneos de células killers, esto predispone a
la generación de tumores cancerígenos.
Ciertas experiencias estresantes provocan liberación de endorfinas que suprimen
las respuestas inmunes. Asimismo, la relación entre estrés, respuesta inmune y
salud humana sigue siendo incierta.
Miedo y ansiedad.
Se distingue el miedo y ansiedad en base a la aparición de ciertos fenómenos. El
miedo ocurre en una situación de tiempo limitado y la cual hay potencial escape.
La ansiedad dura más tiempo y es un estado donde hay menos posibilidades de
escape.
La amígdala.
Los miedos suelen ser aprendidos, modificados por la experiencia. Personas con
estrés postraumático muestra una respuesta de alarma mayor a otras personas.
La amígdala es clave en el miedo, las células en los núcleos lateral y
basolateral de la amígdala reciben la información visual y auditiva para luego
enviar señales a la amígdala central, la cual manda señales al cerebro
posterior. Dichas señales pueden aumentar las respuestas del miedo. Una lesión
en la misma no reprime la señal de alarma simplemente se mantiene constante no
aumenta ni disminuye.
La amígdala envía sus señales a varias partes del cerebro; sus conexiones con el
hipotálamo controlan las respuestas de miedo autonómicas, mientras que sus
conexiones con el cerebro posterior controlan las vacilaciones, inmovilidad y
respuestas esqueléticas.
Mucha información que llega a la amígdala proviene del tálamo, esto implica que
ésta no se apoya en información muy precisa, sino que es información rápida.
Fármacos que reducen la ansiedad.
Solía utilizarse barbitúricos para combatir la ansiedad, sin embargo, estos
tienen una tendencia muy marcada a formar hábitos adictivos llegando a riesgo de
sobredosis.
Los benzodiacepinas tienen menos propiedades adictivas y la sobredosis de esta
no suele ser fatal. Estas relajan los músculos e inducen al sueño, además de
disminuir la posibilidad de convulsiones. Las más comunes son el diazepam
(Valium), clordiacepóxido (Librium) y alprazolam (Xanax). Esta droga funciona
debido a que sus receptores son parte del complejo receptor GABAa. El cerebro
tiene al menos dos categorías principales de receptores GABA: GABAa y GABAb. Los
sitios de GABAa disminuyen la ansiedad, entre otros efectos. Las benzodiacepinas
facilitan la adhesión de GABA a los receptores GABAa. El centro de un complejo
receptor GABAa es un canal de cloro. Cuando se abre permite que los iones cloro
(CL-) atraviesen la membrana hacia el interior de la neurona hiperpolarizando la
célula, es decir, la sinapsis es inhibitoria. Alrededor de los canales de cloro
hay cuatro unidades, cada una contiene uno o más sitios sensibles al GABA. Tres
de estas cuatro unidades contienen un receptor de benzodicepina. Aunque no
tienen efecto por sí mismo en el canal de cloro esta facilita al receptor GABA.
Altera la forma del receptor de manera que el GABA se une más fácilmente o se
adhiere más estrechamente. Trae como resultado neto un aumento del flujo de
iones cloro a través de la membrana.
El complejo receptor GABAa tiene al menos otros dos sitios de adhesión. Uno de
estos lugares está realmente dentro del canal de cloro.
Otros receptores sensibles a sustancias químicas se conocen como β-carbolinas y
endocepinas. Aunque las endocepinas son anti-benzodiacepinas endógenas, ya que
producen efectos contrarios a las benzodiacepinas.
La molécula endocepina más grande y estudiada es la proteína Inhibidor de la
adhesión de diazepam (DBI), la cual bloquea los efectos conductuales del
diazepam y de otras benzodiacepinas. Otras dos endocepinas se forman por la
división de la molécula DBI. Las β-carbolinas y endocepinas se adhieren a los
mismo receptores de benzodiacepinas, pero producen el efecto contrario. En lugar
de facilitar la adhesión de GABA, la inhiben y de esta forma se incrementa la
ansiedad, la agitación motora y las respuestas al castigo.
Desórdenes de Pánico.
Un exceso de ansiedad puede llevar al desorden obsesivo-compulsivo, otro es el
desorden de pánico. Personas con este último desorden suelen sufrir ataques
ocasionales de miedo extremo, ahogo, palpitaciones cardíacas, fatiga y mareos.
Generalmente tienen un sistema nervioso simpático hiperactivado, que cambia
frecuente y rápidamente entre una alta y una baja estimulación cardíaca y de
otros órganos.
Muchos desórdenes de pánico surgen cuando las personas malinterpretan señales
respiratorias del cerebro y reaccionan como si fueran sofocantes. Una de las
maneras más fáciles de provocar ataques de pánico es incrementar los niveles
sanguíneos de lactato y dióxido de carbono. Los niveles sanguíneos se
incrementen durante una sofocación. También se incrementan luego del ejercicio,
o del estrés.
Los ataques de pánico se agravan por una hiperventilación, la cual ocurre cuando
se respira más frecuente y profundamente de lo necesario. La hiperventilación
prolongada baja los niveles de dióxido de carbono y fosfatos en la sangre lo
cual a su vez disminuye la actividad del sistema nervioso parasimpático.
Psicobiología del Estrés. Prácticos.
Estrés.
Según McEwen, el estrés se puede definir como una amenaza real o supuesta a la
integridad fisiológica o psicológica que da como resultado una repuesta
fisiológica y/o conductual. En medicina se define como situaciones donde los
niveles glucocorticoides y catecolaminas en circulación se elevan.
Según Chrousos y Gold, el estrés, es un estado de falta de armonía o una amenaza
a la homeostasis. La respuesta adaptativa puede ser específica o generalizada.
Así una perturbación resulta en diversas respuestas fisiológicas y
comportamentales a fin de restaurar el balance homeostático.
Homeostasis refiere a la idea de que el cuerpo posee un nivel ideal de oxígeno
en sangre, al igual que acidez y temperatura, entre otras variables. Estas
mantienen esos valores a través de un balance donde se mantienen en rangos
óptimos. Sapolsky dice que un estreso es cualquier cosa del mundo externo que
nos aleja del balance, el estrés es lo que hace el cuerpo en busca de la
homeostasis.
Cannon describía a la homeostasis como reacciones fisiológicas coordinadas que
mantienen en equilibrio el cuerpo. El sistema nervioso cumple un papel muy
importante en la homeostasis. La actividad simpática, junto con las secreciones
de la médula de la glándula adrenal, serían los encargados de mantener
constantes las condiciones del medio interno.
Según Steptoe, la respuesta de estrés se manifiesta en 4 dominios: la
fisiología, el comportamiento, la experiencia subjetiva y la función cognitiva.
El estrés ocurre cuando los cambio en el medio externo o interno son
interpretados por el organismo como una amenaza a su homeostasis. La habilidad
del organismo a ejecutar respuestas apropiadas se basa en el correcto
reconocimiento del cambio ambiental y a la activación de la respuesta de estrés.
La habilidad de eliminar el estresor activamente mediante la relocalización o la
evitación requiere la evolución de una habilidad para detectar o anticipar los
cambios estresantes y el conocimiento o memoria de las estrategias o ajustes
exitosos para evitarlos. Dicha evolución ocurre cuando los eventos son
predecibles, prolongados o frecuentes en relación con los tiempos generacionales
de los individuos.
El aumento de la varianza genotípica y fenotípica inducida por estrés en una
población tiene 3 fuentes:
1. La selección direccional impuesta por el estresor puede resultar en mayores
tasas de mutación y recombinación.
2. La presión del estrés en los mecanismos de regulación puede liberar y
amplificar variaciones genotípicas y fenotípicas acumuladas previamente, que no
estaban expresadas.
3. El entorno estresante facilita la expresión de la varianza genética
acumulada, fenotípicamente neutra en entornos normales. Las fuentes de variación
pueden adaptarse a las condiciones estresantes cuando se facilita la
persistencia poblacional con nuevas adaptaciones al entorno novedoso.
Trabajos sobre el estrés.
Selye comenzó sus estudios en endocrinología. Formulo el concepto de estrés con
dos ideas 2:
- El cuerpo tiene un grupo de respuestas, denominado como síndrome general de
adaptación, lo que ahora se conoce como estrés, para afrontar al estresor.
- El estresor se prolonga por mucho tiempo llega a causar enfermedad.
3 etapas de respuesta al estrés:
1. Fase inicial o alarma: cuando se detecta la presencia del estresor.
2. Segunda fase o adaptación/resistencia: cuando se moviliza el sistema de
respuesta volviendo al equilibrio. El proceso activo que utiliza el cuerpo para
responder a eventos cotidianos manteniendo la homeostasis se denomina alostasis.
3. Tercera fase o agotamiento: si el estresor se prolonga en el tiempo surgen
alteraciones relacionadas con el estrés crónico. Según Selye en esta etapa se
desencadenan las enfermedades porque se agotaban las reservas de hormonas
secretadas, esto luego resulto ser incorrecto.
En resumen, los estresores alteran la homeostasis del cuerpo dando como
resultado el estrés ante un intento de reestablecer el balance mediante la
secreción de hormonas, la inhibición de otras y la activación de ciertas
estructuras del sistema nervioso.
Una de las respuestas más importantes ante el estrés es el aumento de la
disponibilidad de energía y la inhibición del proceso de almacenamiento. La
glucosa y las formas simples de proteínas y grasas se liberan de los adipocitos
(células grasas) y el hígado y son llevados a los músculos por la sangre con el
aumento de la frecuencia cardíaca, el aumento en la presión arterial y en la
frecuencia respiratoria aumentando el oxígeno disponible.
Otro componente son los proyectos a largo plazo donde toda la energía se
concentra en lo que ocurre en el momento. Se inhibe la digestión, el
crecimiento, la reproducción. Se disminuye la síntesis de proteínas afectando la
reparación de tejidos, la síntesis de anticuerpos del sistema inmune y la
formación del esqueleto neural. Las funciones sexuales se ven afectadas, las
mujeres bajan la posibilidad de ovulación y de llevar embarazos a término
mientras que los hombres tienen problemas de erección y en la fabricación de
espermatozoides.
Estrés y Sistema Nervioso Autónomo.
La respuesta del estrés está muy relacionada con el sistema nervioso autónomo
donde parte de este se activa o inhibe.
La parte activa es el sistema nervioso simpático. Se originan las proyecciones
en el cerebro y se irradian desde la médula espinal contactando casi todos los
órganos, vasos sanguíneos y glándulas sudoríparas. Se activa en emergencias
aumentando la vigilancia, motivación y activación general. El hipotálamo
desencadena la activación de las glándulas adrenales o suprarrenales,
particularmente la de la médula que libera catecolaminas: adrenalina y
noradrenalina. Esta es una activación rápida del llamado eje SAM
(simpato-adreno-medular).
La inhibición ocurre con el sistema nervioso parasimpático el cual media las
funciones vegetativas que promueven el crecimiento y almacenamiento de energía.
Hormonas en la respuesta al estrés.
La respuesta ante el estrés tiene como componente principal el sistema
neuroendócrino, específicamente en el eje HPA (hipotálamo-hipófisis o
pituitaria-adrenal). Este eje también se lo llama LHPA (+limbico) para señalar
que su causa involucra las estructuras extra hipotalámicas.
Esto se desencadena cuando un evento estresor, ya sea físico, psicológico o
ambos, genera una liberación por parte del hipotálamo de factor liberación de
corticotrofina (CRF) y arginina vasopresina (AVP) en el sistema portal
hipotálamo-hipofisiario de circulación (sistema de capilares que comunica las
células neurosecretoras hipotalámicas con la hipófisis o pituitaria). La
presencia de CRF y AVP estimula la hipófisis liberando ACTH (corticotrofina) a
la circulación. La ACTH actúa sobre la corteza de las glándulas adrenales o
suprarrenales induciendo a la síntesis y a la liberación de glucocorticoides
(cortisol).
El sistema es regulado por retroalimentación negativa, lo que significa que el
cortisol circulante se une a receptores en hipotálamo e hipófisis frenando la
liberación de CRF, AVP y ACTH, retornando al estado basal.
El páncreas se estimula liberando glucagón. Los glucocorticoides, el glucagón y
el sistema nervioso simpático elevan los niveles circulantes de glucosa
aumentando la energía. También se activan hormonas como la prolactina liberada
por la hipófisis (inhibe la reproducción) y la vasopresina (hormona
antidiurética, respuesta cardiovascular).
Estrés, metabolismo y sistema digestivo.
En la digestión se descompone el alimento en moléculas simples tales como los
aminoácidos (construye proteínas), azúcares simples como glucosa (carbohidratos)
y ácidos grasos y glicerol (grasas). Esto ocurre por el accionar de enzimas en
el sistema digestivo junto a otras sustancias químicas. Dichos componentes pasan
al torrente sanguíneo y son utilizados por las células. Lo que no se utiliza se
almacena como las células grasas(adipocitos), se combinan ácidos grasos y
glicerol formando triglicéridos (lípidos o grasas), se forman cadenas de
glucógeno en el hígado y en los músculos, y proteínas con los aminoácidos. La
insulina es la hormona encargada de estimular dichos procesos.
Ante un estresor estos procesos se revierten liberando hormonas. Los
glucocorticoides, glucagón, adrenalina y noradrenalina. En consecuencia, los
triglicéridos en los adipocitos se degradan y los ácidos grasos y el glicerol se
libera al torrente sanguíneo. También se dispara la degradación de glucógeno
liberando glucosa. Las hormonas también generan que las proteínas de músculos
inactivos se degraden en aminoácidos así el hígado los transforma en glucosa.
Altos niveles de glucosa son peligrosos ya que se pueden acumular en los vasos
sanguíneo generando arterioesclerosis. También los altos niveles de colesterol
son peligrosos, especialmente el tipo LDL asociado a las placas
arterioesclerósicas. Se pueden sufrir enfermedades cardiovasculares ante
demasiado estrés frecuente.
El aumento de los niveles de CRH durante la respuesta al estrés inhibe el
apetito, mientras que los glucocorticoides estimulan el apetito. Apetito
dirigido particularmente a alimentos dulces y llenos de grasa.
Los cambios en el apetito tienen que ver con la duración del estresor y el
período de recuperación posterior.
Úlceras.
Estas son agujeros en la pared de un órgano. Las úlceras en el estómago se
llaman úlceras pépticas.
En períodos de estrés hay una disminución de la ingesta y como consecuencia
bajan la secreciones de ácidos estomacales ya que la secreción se interrumpe
cuando acciona el sistema nervioso simpático. Esta disminución de ácidos
estomacales también disminuye la protección hacia los mismos ácidos provocando
que las paredes engrosadas se afinen y reduzcan la secreción de bicarbonato y
mucus. Al terminar el periodo de estrés la ingesta vuelve a la normalidad, igual
que la secreción. El ácido llega al estómago con las defensas bajas y las
paredes afinadas con poco mucus generando pequeñas lesiones en las paredes del
estómago. Esos daños pueden ser reparados por secreción de prostaglandinas que
aceleran el proceso de cicatrización aumentando el flujo sanguíneo a las paredes
del estómago y aumentando la secreción de mucus. Sin embargo, durante el estrés,
estas prostaglandinas se inhiben por la glucocorticoides. De esta forma se
genera una úlcera.
El estrés y el sexo.
Hombres.
El hipotálamo libera la hormona LHRH (libera la hormona luteinizante o LH) que
estimula la hipófisis a liberar la LH y FSH (hormona folículo estimulantes). LH
estimula los testículos a lliberar testosterona y FSH estimula la producción de
esperma. Con la llegada de un estresor todo el sistema se inhibe, se liberan
endorfinas y encefalinas (neurotransmisores opioides producidos por el SNC), que
actúan bloqueando la liberación de LHRH por el hipotálamo. Asimismo, la
presencia de los glucocorticoides bloquea la respuesta de los testículos a LH.
Consecuentemente se observa la disminución de testosterona dificultando incluso
la erección (impotencia) o que esta tenga poca duración (eyaculación precoz). La
erección es manejada por el sistema nervioso parasimpático y cuando este se
inactiva toma el control el sistema parasimpático provocando la eyaculación.
Mujeres.
El hipotálamo libera LHRH estimulando la hipófisis a liberar LH y FSH. El FSH
estimula la ovulación mientras que el LH estimula la síntesis de estrógeno por
parte de los ovarios. Las endorfinas y las encefalinas inhiben la liberación de
LHRH, la prolactina y los glucocorticoides bloquean la sensibilidad de la
hipófisis al LHRH y los glucocorticoides afectan a los ovarios, haciendo que
respondan menos a LH. Como consecuencia se reducen los niveles de LH y FSH y
estrógeno, disminuyendo la ovulación. Así se alarga la fase folicular del ciclo
menstrual (pre-ovulación), haciendo que el ciclo se alargue y sea irregular. En
condiciones extremas la ovulación inhibida genera amenorrea (falta de
menstruación) anovulatoria (sin ovulación).
Los niveles de progesterona también pueden disminuir interrumpiendo la
maduración de las paredes uterinas. La liberación de prolactina durante el
estrés interfiere con la progesterona dificultando la implantación del óvulo
fecundado en el útero.
Inmunidad, estrés y enfermedades.
La principal vía de acción del estrés sobre la inmunidad es causar
inmunosupresión a través de los glucocorticoides. Los glucocorticoides causan
atrofia del timo, impidiendo la formación de nuevos linfocitos T los cuales son
responsables de coordinar la respuesta inmune celular. Los glucocorticoides
también inhiben la liberación de mensajeros como interleuquinas (proteínas que
regulan el funcionamiento de las células del sistema inmune) e interferones
(proteínas producidas por el sistema inmune como respuesta a agentes externos,
tales como virus y células cancerígenas) haciendo que los linfocitos en
circulación respondan menos a las señales de alarma infecciosa.
Asimismo, en los primeros minutos de exposición al estresor nuestra inmunidad se
ve aumentada, hay un mayor nivel de células inmunes en circulación y, si hay una
lesión se ven más células de respuesta inflamatoria en los tejidos afectados.
Hay un mayor nivel de anticuerpos. También ocurre ante un estresor psicológico,
no sólo infeccioso.
Una hora más tarde accionan los glucocorticoides y se activa el sistema
simpático, generando el efecto contrario. Si el estresor se retiró la segunda
fase busca volver al sistema inmune a su estado basal. Si los estresores son de
larga duración, la exposición a glucocorticoides hace que el sistema entre en
inmunosupresión. Así, el individuo se vulnerabiliza y aumenta la probabilidad de
contraer enfermedades infecciosas.
Estrés y dolor.
El dolor se origina en los receptores que tenemos en el cuerpo. El daño de
tejido genera una concentración de células del sistema inmune y de inflamación
en el área. Las células responsables de la respuesta inflamatoria son capaces de
liberar sustancias que aumentan la sensibilidad de los receptores de dolor
(sustancias algógenas), haciendo que el área duela mucho.
El fenómeno de analgesia es la falta de dolor inducido por el estrés. Esta
inhibición se debe a la presencia de sustancias químicas de estructura similar a
las drogas opiáceas estas son las endorfinas. Ocurre ante la liberación de
betaendorfinas por la hipófisis.
En el ejercicio físico se liberan betaendorfinas desde la hipófisis, generando
analgesia. Algo similar ocurre en el parto natural.
Estrés y memoria.
La memoria se ve afectada por la duración del estresor. En corto término o de
intensidad moderada aumenta la cognición, mientras que si es muy intensa o
prolongada son disruptivos.
En un pico de estrés el sistema nervioso simpático activa el hipotálamo,
facilitando la consolidación de la memoria. También se ve involucrada la
amígdala, componente del sistema límbico relacionado a la percepción de las
emociones. El aumento de los niveles de glucosa en el cerebro mediante cambios
en el sistema circulatorio o un leve aumento en los glucocorticoides circulantes
también favorecen la memoria. Los glucocorticoides actúan en el hipocampo (sist.
Límbico) facilitando la potenciación a largo plazo.
El estresor prolongado interrumpe la consolidación de la memoria debido a que:
1. Se interrumpen los mecanismos que facilitan las sinapsis en células del
hipocampo, aún en ausencia de glucocorticoides. Es debido a la activación del
sistema nervioso simpático.
La acción de los glucocorticoides se da en dos tipos de receptores en neuronas
hipocampales: (i) los de alta afinidad, que se activan con niveles moderados de
glucocorticoides, y (ii) los de baja afinidad, que sólo se activan con niveles
masivos de glucocorticoides en circulación. La activación de los primeros se da
con el pico de estrés favoreciendo el fortalecimiento de la sinapsis, los
segundos se activan con un estresor prolongado en el tiempo y lo inhiben.
2. La exposición prolongada a un nivel excesivo de glucocorticoides genera una
retracción de las prolongaciones neuronales con la pérdida de sinapsis. Esta
atrofia es transitoria, al fin del período de estrés las conexiones se
reestablecen. Se debe en parte a la inhibición de la síntesis de proteínas que
conforman el esqueleto de las neuronas y sus prolongaciones, las dendritas y sus
espinas dendríticas.
3. Los niveles de glucosa circulante descienden durante períodos prolongados de
estrés, especialmente en el hipocampo. Se registraron hasta un 25% menos de
glucosa disponible en neuronas hipocampales durante períodos de estrés
prolongados, generando hasta muerte neuronal.
Estrés y sueño.
Hay una relación estrecha entre la memoria y el sueño, la exposición de mucha
información novedosa se correlaciona con más tiempo de sueño REM en la noche.
Mayor consolidación de información ocurre con mayor cantidad de sueño REM. Se
debe a la activación de las neuronas hipocampales y otros genes que generan
nuevas sinapsis. En los periodos de sueño, el metabolismo celular en el
hipocampo es alto.
Para entrar en este tipo de sueño el SNS se inactiva, dando lugar a funciones
más vegetativas y calmar a cargo del sistema parasimpático. Los niveles de
glucocorticoides en circulación disminuyen.
Una hora antes de despertarnos los niveles de CRH, ACTH y glucocorticoides
comienzan a aumentar con el fin movilizar energía para levantarse.
En la exposición a un estresor la activación del sistema simpático dificulta la
consolación y calidad del sueño.
Ante la deprivación del sueño los niveles de hormonas de estrés se mantienen
elevados aumentando los glucocorticoides en circulación.
Estrés y factores psicológicos.
La respuesta fisiológica al estrés puede ser desencadenada por factores
psicológicos. Dos estresores idénticos pueden ser percibidos de forma diferente
por distintos individuos. Por lo tanto, las variables psicológicas modulan la
respuesta al estrés.
Pilares de los estresores psicológicos:
Descarga de frustración: mejor afrontamiento si hay posibilidad de distracción
ya que la respuesta al estrés prepara al cuerpo para un gasto explosivo de
energía.
Apoyo social: la interacción con otros puede disminuir el impacto estresor. Esto
depende de los individuos, ante extraños hay una respuesta más marcada, mientras
que, ante amigos es más leve.
Predicción: al predicción la aparición se modifica la respuesta.
Control: incluso cuando el control de la situación estresora no es real
igualmente se observan la reducción. Entonces, el ejercicio del control no es
crítico, sino la creencia de que lo tenemos.
Percepción de que las cosas empeoran: el cambio en la cantidad de estresor en el
tiempo afecta. La sensación de que las cosas empeoran aumenta la respuesta al
estrés, el efecto contrario también existe.
Cabe agregar que el control y la predicción están asociados, si se combinan con
la sensación de que las cosas se están empeorando aumenta el nivel de estrés.
Estrés y depresión.
Personas con un alto nivel de estrés tiene más probabilidad de sucumbir a una
depresión. El alto nivel de glucocorticoides en circulación predispone a la
depresión. Estos niveles se deben a una gran señal del hipotálamo sumado a una
falla en la retroalimentación. El cerebro libera mucho CRH y se vuelve
insensible a los glucocorticoides, por lo que sigue liberando CRH.
El estrés crónico agota los niveles de dopamina de las vías del placer y de
noradrenalina de la zona de alerta del cerebro, el locus coeruleus. También
interfiere con la síntesis, liberación y degradación de la serotonina.
Por los altos niveles de glucocorticoides los pacientes depresivos,
generalmente, tienen algún grado de inmunosupresión y pérdida de memoria. El
tipo de memoria afectada es la declarativa la cual es mediada por el hipocampo.
En las depresiones prolongadas se ha observado atrofia hipocampal.
En la década de los 70, Seligman realizó unos experimentos con Maier revelando
un nuevo concepto. El concepto es la indefensión aprendida donde hay un problema
motivacional donde no se intenta una nueva tarea que podría mejorar su
situación, se “rinden” a intentarlo.
Personalidad y estrés.
Davidson explica que hay dos componentes del circuito de la emoción que están
implicados a la reactividad emocional, estos son la corteza prefrontal y la
amígdala. Cada uno cumple una función en el procesamiento afectivo: la corteza
prefrontal en la regulación de la respuesta emocional, y la amígdala para el
aprendizaje de asociaciones entre un estímulo y una amenaza a la expresión de
miedo ante un estímulo específico. Las diferencias individuales en la activación
y la reactividad de este circuito tienen una función en el dominio de diferentes
aspectos de la ansiedad. El tiempo de respuesta emocional demuestra el control.
Altos niveles de ansiedad son claves para desencadenar una respuesta al estrés
psicológico.
Lazarus explicaba que las personas sufren estrés cuando creen que carecen de las
herramientas para afrontar una situación difícil. Este planteó dos tipos de
afrontamiento: la persona enfrenta directamente el problema que vive, es decir,
afrontamiento dirigido al problema; otro modo, la persona intenta minimizar el
estado emocional sin enfrentar el problema (afrontamiento dirigido a la
emoción). En el primer caso el sujeto evalúa a la situación como plausible de
cambio con las herramientas que posee, generando excitación. En el segundo la
evalúa como amenazante e inmodificable, generando miedo y ansiedad.
En base a esto último, se podría decir que hay bajos niveles de glucocorticoides
si se diferencian las interacciones neutras y amenazantes.
Semana 3
Psicobiología de la depresión. (P)
Trastorno depresivo mayor.
Nivel comportamental.
El TDM es uno de los 6 trastornos del estado de ánimo según el DSM IV. Se
caracteriza por la presencia de 5 o más síntomas durante un período de mínimo 2
semanas los cuales representan un cambio respecto al estadio previo. Ellos deben
ser:
1. Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días. Esto
refiere a sentimiento de tristeza, desesperanza, desanimo, abatimiento. En
ciertos casos la tristeza puede ser negada y se refieren como ansiosos o
apáticos, o presentan quejas somáticas como molestias o dolores físicos. También
puede manifestarse una alta irritabilidad incluyendo episodios de ira, insultos,
sentimientos exagerados de frustración.
2. Pérdida de interés o de la capacidad de experimentar placer. Esto es la
disminución manifiesta de interés o placer en todas o casi todas las actividad,
durante la mayor parte del día, casi todos los días. Los sujetos se ven o
afirmar estar menos interesados en sus aficiones, hay un bajo interés, deseo
sexual y retraimiento social.
3. Pérdida importante de peso sin hacer régimen, o aumento (más del 5% del peso
corporal en un mes) o perdida/aumento del apetito casi todos los días.
4. Insomnio o hipersomnio casi todos los días. El insomnio es más común, puede
ser medio (despiertan en la noche y tienen problemas para volver a conciliar el
sueño), tardío (despiertan muy temprano y no pueden volver a dormir) o inicial
(problemas para conciliar el sueño). El hipersomnio es el exceso de sueño tanto
diurno como nocturno.
5. Agitación o enlentecimiento psicomotor casi todos los días, observable por
terceros. Agitación refiere a que el sujeto está inquieto, no puede permanecer
sentado, paseos frecuentes, se frota las manos, etc. El enlentecimiento se ve en
el lenguaje, pensamiento, movimiento, aumenta la latencia de respuesta, bajo
volumen de voz, menos inflexiones y cantidad o variedad de contenido discursivo
o mutismo.
6. Fatiga o pérdida de energía casi todos los días. Se sienten agotados sin
moverse. Vestirse o lavarse puede ser un gran esfuerzo.
7. Sentimiento de culpa excesivo o inapropiados casi todos los días.
Evaluaciones negativas, no realistas, del propio valor o preocupaciones sobre
pequeños errores del pasado. Pueden malinterpretar los sucesos cotidianos
neutros o triviales, tomándolos como prueba de sus defectos personales,
sentimiento exagerado de responsabilidad por las adversidades.
8. Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o indecisión, casi
todos los días. Queja de falta memoria o fácil distracción.
9. Pensamientos recurrentes de muerte, ideación suicida frecuente. Desde la
creencia que los otros estarán mejor si uno se muriese hasta los pensamientos
transitorios pero recurrentes, sobre el hecho de suicidarse o planificación al
respecto. Puede ser un deseo de rendirse ante algo que perciben como insalvable
o intenso deseo de terminar con el estado emocional doloroso.
Para el diagnostico se debe verificar que no trate de un episodio mixto de
maniaco-depresivo o de esquizofrenia, debe provocar un malestar clínicamente
significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de las
actividades del sujeto.
Otra verificación es que no trate de síntomas por efectos fisiológicos ya sean
directos de alguna sustancia como drogas ilegales o medicamentos, o alguna
enfermedad clínica, o la presencia de un duelo donde los primeros 2 meses se
consideran normales.
Subnivel cognitivo.
Toman los conceptos de Beck y colaboradores en 1983.
La forma particular de interpretación de las personas ante diversas situaciones
tendrá una repercusión emocional. A la inversa, el estado emocional del sujeto
puede condicionar el tipo de procesamiento de la información que realice. Hay
tres conceptos específicos para explicar la psicología del depresivo. Estos son
la tríada cognitiva, los esquemas y los errores cognitivos.
Triada cognitiva.
Consiste en 3 patrones cognitivos que inducen al individuo a considerarse a sí
mismo, su futuro y experiencias de un modo negativo. El primer componente es la
visión negativa acerca de sí mismo. También se considera como insuficiente para
lograr la alegría y felicidad. El segundo componente es la tendencia a
interpretar sus experiencia de manera negativa como derrotas o frustraciones. El
tercer componente es la visión negativa del futuro (riesgo de suicidio).
Esquemas.
Se utiliza para explicar por qué se mantienen las actitudes que al paciente lo
hacen sufrir o son contraproducentes. Designa los patrones cognitivos estables
que son base para transformar los datos en cogniciones. Si los esquemas
idiosincráticos presentan distorsiones de la realidad y errores sistemáticos en
el pensamiento depresivo, el sujeto está más incapacitado para considerar que su
negatividad es errónea.
Errores cognitivos.
La incapacidad de considerar erróneos los pensamientos negativos a pesar de
incluso tener evidencia contraria se debe a la inferencia arbitraria,
abstracción selectiva, generalización excesiva, maximización y minimización,
personificación y pensamiento absolutista.
Nivel fisiológico.
Por la diversidad de síntomas de la Depresión Mayor, se puede considerar que se
encuentran desreguladas ciertas áreas límbicas como la amígdala (aumenta la
actividad del eje HPA ante situaciones de estrés) y el hipocampo (la disminuye),
la corteza cerebral (particularidad de procesamiento en estímulos y
situaciones), y centros neurales del tronco encefálico como el locus coeruleus y
el núcleo de rafe (productores de noradrenalina, NA, y serotonina, 5HT). El
hipotálamo se encarga de la regulación endócrina del organismo, ya sea ante el
estrés, el apetito, el ritmo cardiaco, la función sexual y el estado atencional
o de alerta. (Flechas son Serotonina)
Sistema neuroendócrino.
a. Subnivel Neuroendócrino:
Eje HPA.
El eje neuroendócrino HPA, está constituido por el hipotálamo (H), la hipófisis
o pituitaria (P) y las glándulas adrenales (A). Es activado por información
proveniente desde la corteza y/o centros límbicos, como la amígdala (estructura
fundamental en el procesamiento de las emociones, el miedo y la ansiedad). Al
hiperactivarse el hipotálamo se incrementa la cascada de secreciones que
comienzan con la síntesis del factor liberador de corticotrofina (CRH) y en
menor grado arginina-vasopresina (AVP) -también llamada hormona antidiurética,
ADH-, quién mediante el sistema portal hipotálamo-hipofisario estimula al lóbulo
anterior de la hipófisis (o adenohipófisis) para que sintetice
adrenocorticotrofina (ACTH). La ACTH es secretada al torrente sanguíneo y llega
a la corteza de las glándulas adrenales (también llamadas glándulas
suprarrenales, por estar localizadas encima de los riñones) Allí estimula la
síntesis de glucocorticoides (GC), principalmente cortisol. El cortisol, es una
hormona hiperglucemiante (es decir, que incrementa la concentración de glucosa
en sangre), aumentando así la disponibilidad de energía en el organismo para los
órganos efectores (por ej., músculos). De esta forma, el individuo puede hacer
frente a las demandas que se presenten en su entorno ambiental.
Cabe aclarar que la actividad de este eje es sólo nociva cuando hay una
hiperactividad crónica.
Mecanismo de regulación del eje HPA y el hipocampo. Es regulado por
retroalimentación negativa o feedback negativo. El cortisol es el que inhibe su
propia síntesis. Las distintas estructuras que forman el eje tienen receptores
para glucocorticoides, censando sus niveles en sangre para detectar si hay
niveles elevados y si es así se inhibe la actividad de los primeros componentes
del eje. Hay tres niveles de retroalimentación: rápido intermedio y lento. El
primero aumenta los glucocorticoides que se unen a receptores hipotálamicos e
hicampales, el segundo y tercero actúan a nivel de la transcripción y supresión
de la expresión de los genes para CRH.
El hipocampo es una estructura bilateral subcortical en el lóbulo temporal. Este
posee una organización laminar y se encarga, entre otras funciones, del
aprendizaje y memoria explícita de corto y largo plazo. Es fundamental en la
respuesta de estrés. Y es central en la regulación del eje HPA ya que posee una
gran cantidad y densidad de receptores para glucocorticoides, enviando señales
inhibitorias hacia el hipotálamo.
La hiperactividad crónica de este eje produce daño hipocampal, mediado por los
receptores para GC. Shelyne y colaboradores encontraron una correlación entre la
atrofia hipocampal y la cantidad de días depresivos. Lopez hallo que lesiones
hipocampales causan un aumento de regulación de ARNm para CRH y GC y una
disminución de la retroalimentación negativa. El hipocampo tiene conexiones
gabaérgicas (regulan el estrés) y glutametérgicas con el hipotálamo. El
neurotransmisor GABA inhibe la secreción del cortisol producido por estrés, baja
la acetilcolina y el CRH. Por lo tanto, el hipocampo es muy importante en el
control del eje ya que su modulación involucra los niveles basales, la magnitud
del estrés inicial y la terminación de la respuesta.
El Test de Supresión por Dexametasona (DST) permite evaluar la funcionalidad de
la regulación del eje HPA. La dexametasona es un corticoide sintético que el
hipotálamo reconoce como cortisol. Si la concentración plasmática de esta
sustancia aumenta, se inhibe el hipotálamo, disminuyendo la producción de
cortisol. Luego de su administración los pacientes depresivos tienen altos
niveles de cortisol en sangre, mientras que los no depresivos no.
El Síndrome de Cushing se caracteriza por el hipercortisolismo debido a la
excesiva producción de ACTH provocada por tumores en la hipófisis, o a la
secreción de ACTH producida por tumores no pituitarios o por tumores adrenales.
Hay un daño hipocampal.
En el Síndrome de Addison hay un hipocortisolismo donde la concentración
plasmática de cortisol está disminuida. Se utilizan corticoides sintéticos para
llevar los valores de cortisol a un rango normal, terapia de reposición. Suelen
presentar muchos efectos secundarios negativos como: estados de euforia o
intenso bienestar, que alcanzan los niveles de manía o hipomanía; delirios
paranoides, alucinaciones y catatonía; y cuadros en los que se observan
alteraciones del ánimo, sueño, apetito e impulso sexual, que cumplen los
criterios de depresión mayor.
Consecuencias biológicas del hipercortisolismo. El exceso de GC plasmáticos
puede llevar a:
• Hipertensión, amenorrea, úlceras, hiperplasia adrenal, impotencia, supresión
inmune.
• Disrupción del aprendizaje y la memoria.
• Daño en el hipocampo, neurogénesis despareja causando atrofia del proceso
dendrítico al extremo de efectos neurotóxicos, y muerte neuronal de neuronas CA3
(células piramidales del hipocampo)
Gould y Tanapat hablan de la neurogénesis como la producción de nuevas células
(neuronas) en el SNC en el período postnatal. Esta se observa a nivel del giro
dentado, específicamente en las células granulosas. El desarrollo tardío de esta
zona sensibiliza ante el ambiente y la experiencia. El estrés crónico resulta en
una constante inhibición de la producción de células granulosas y cambios en la
estructura del giro dentado, alterando la función hipocampal. El estrés y exceso
de GC producen una inhibición de la neurogénesis. El aprendizaje, los estrógenos
y el ambiente enriquecido estimulan la proliferación de estas células en la
adultez.
En síntesis, en el Trastorno Depresivo Mayor, a un subnivel neuroendócrino, nos
encontramos con la desregulación del eje HPA, lo cual genera hipercortisolemia y
también daño hipocampal. Esto último, no sólo repercute en alteraciones
cognitivas (memoria) sino también en la regulación del eje mismo.
b. Subnivel Neurofisiológico.
En la depresión mayor la amígdala muestra una activación incrementada que genera
un aumento del flujo sanguíneo y del metabolismo de la glucosa que se
correlaciona positivamente con la severidad de los síntomas depresivos.
Asimismo, hay una disminución de receptores de serotonina.
En cuanto a la corteza prefrontal (CPF) dorsomedial y dorsolateral, hay un
decrecimiento de la actividad metabólica. Esta región se vincula con la
evaluación emocional y el desencadenamiento de respuestas emocionales. Además de
modular la respuesta cardiovascular y poseer conexiones con el hipotálamo.
La CPF subgenual y orbital muestran un aumento de la actividad metabólica. Se
observa una reducción de la materia gris y de la glía. También se relaciona con
el procesamiento de la tristeza, la culpa y la autocrítica. Tiene conexiones con
el área tegmental ventral, allí hay una gran inervación dopaminérgica,
relacionado con el refuerzo, la conducta motivada y la capacidad hedónica. En el
TDM hay una depleción de la función dopaminérgica, así como su metabolito. La
CPF orbital se relaciona con la capacidad de cambiar estrategias ante distintos
problemas o circunstancias. Lesiones producen una perseveración en estrategias
inadecuadas.
La disfunción en la CPF implicaría un déficit en la modulación de la amígdala
ante el procesamiento de la respuesta emocional. Por otra parte, se destaca que
los antidepresivos regulan tanto la actividad de la amígdala como de las
diferentes regiones de la corteza prefrontal.
Nivel Bioquímico.
Circuito noradrenérgico.
El neurotransmisor NA es sintetizado a nivel central por el locus coeruleus,
centro encontrado en el tronco encefálico. El locus coeruleus tiene conexiones
con diversos centros límbicos como la amígdala, hipotálamo y la respuesta de
estrés.
Evidencias más contundentes ante la depleción noradrenérgica:
• La acción de los antidepresivos tricíclicos, IMAOs o inhibidores selectivos de
la recaptación de NA, elevan el nivel del neurotransmisor en el espacio
sináptico.
• La reserpina (un antihipertensivo) produce un descenso de monoaminas con el
consecuente surgimiento de síntomas depresivos.
• Existen concentraciones disminuidas en líquido cefalorraquídeo de marcadores
indirectos de los niveles de NA como sus metabolitos.
• Estudios postmortem revelan un aumento de la densidad de receptores de NA en
la corteza de víctimas suicidas con diagnóstico de depresión
Circuito serotoninérgico.
Con relación a la serotonina (5HT), la hipótesis habla de una depleción de este
neurotransmisor a nivel central.
Las neuronas productoras de 5HT se proyectan desde el núcleo del rafe, en el
tronco encefálico, hacia neuronas de diversas regiones del cerebro que están
involucradas en la sintomatología depresiva, como la amígdala, el hipotálamo y
diversas áreas corticales. Las evidencias a favor de esta hipótesis son:
• Mediciones en líquido cefalorraquídeo y en plasma de metabolitos de la 5HT.
• Estudios postmortem de pacientes suicidas y estudios con imágenes muestran una
disminución de su transportador y cambios en los receptores tanto en la corteza,
cerebro medio, hipocampo e hipotálamo.
• Los antidepresivos tanto tricíclicos como los inhibidores selectivos de la
recaptación de 5HT (denominados IRSS) elevan las concentraciones de dicho
neurotransmisor en el espacio sináptico.
López describe la conexión anatómica entre el eje HPA y el sistema 5HT. El
hipotálamo recibe proyecciones del núcleo del rafe. Los axones 5HT se
distribuyen en el hipotálamo haciendo sinapsis con neuronas productoras de CRH.
Por otro lado, existen conexiones con el hipocampo. La 5HT modula el
funcionamiento del eje HPA mediante receptores GABA (inhibitorios) que se
encuentran en las terminales hipocampales serotoninérgicas.
El estrés y el aumento de GC produce un decrecimiento de los receptores de
serotonina (R5HT1A) y de s ARNm, en el hipocampo.
La adrenalectomía produce un aumento en la unión de R5HT. Estudios preliminares
demuestran que la estimulación de 5HT produce nuevas células granulosas
hipocampales y la administración crónicas de antidepresivos (ATD) estimula la
neurogénesis.
Respecto de los mecanismos moleculares de acción del estrés, su vinculación con
la atrofia del hipocampo y la alteración de la respuesta neuroendocrina, se
observó que los tratamientos a largo plazo con antidepresivos inducen en algunos
tipos de neuronas del hipocampo y de la corteza cerebral un aumento en la
expresión de factores neurotróficos. Por lo tanto, la vulnerabilidad inducida
por el estrés tendría un correlato a nivel celular y molecular en las neuronas
afectadas en este proceso y la alteración funcional de los receptores de ciertos
neurotransmisores. La acción terapéutica de tratamientos con antidepresivos
ocurriría entonces vía mecanismos intracelulares que aumentan o disminuyen
(según corresponda) los factores neurotróficos necesarios para la supervivencia
y función de neuronas específicas.
Mecanismo de acción de los fármacos antidepresivos:
Los psicofármacos son sustancias químicas que modifican las sensaciones, el
humor, la conciencia y otras funciones psicológicas y conductuales. Modifican el
proceso de sinapsis de las neuronas.
Los antidepresivos (ATD) llamados de primera generación incluyen a los
heterocíclicos. Los más difundidos son los tricíclicos y los inhibidores de la
enzima monoamino-oxidasa (IMAO). Ambos actúan a nivel de las terminales
sinápticas. En condiciones normales, el neurotransmisor (NT) se elimina del
espacio sináptico por procesos de difusión, de recaptación y/o degradación
enzimática.
Por ejemplo: los IMAO actúan inhibiendo a una de las enzimas que degradan la NA,
la monoamino-oxidasa (MAO), por lo que aumentan la concentración de NA en el
espacio sináptico. Los ATD Heterocíclicos también aumentan la concentración del
neurotransmisor en el espacio sináptico, pero inhiben el proceso de recaptación
(proceso activo que incorpora el NT a la neurona presináptica en contra de su
gradiente de concentración), permitiendo así que el NT permanezca por más tiempo
en el espacio sináptico.
El efecto agudo o primer efecto de los ATD es el aumento de las aminas en el
espacio sináptico, que va a traer aparejado cambios a nivel de la unión a sitios
receptores postsinápticos.
En la neurona presináptica se encuentran dos tipos de receptores que regulan la
liberación del NT: los receptores Beta (estimulantes de la liberación) que se
activan con bajas concentraciones del NT en el espacio sináptico, y los
receptores Alfa (inhibitorios de la liberación) que se activan con mayores
concentraciones del NT. El segundo efecto de los ATD es la “down-regulation” de
los receptores Beta pre y postsinápticos, por las altas concentraciones del NT
en el espacio sináptico. Acurre entre los 15 a 20 días posteriores al comienzo
de administración del fármaco.
Asimismo, los ATD tienen un período de latencia de 20 a 30 días hasta que se
manifiesta alguna mejoría. Este período coincide con diferentes fenómenos que
ocurren en el interior de la neurona postsináptica, acontecen cambios en los
segundos mensajeros, se activan factores de transcripción y diversos eventos
genómicos relacionados como la síntesis de neurotrofinas y sus receptores. Las
modificaciones pasan a cambios estructurales en neuronas hipocampales,
serotoninérgicas, etc., con aumento de la extensión y ramificación de los
árboles dendríticos y sus espinas. El efecto terapéutico ocurre ante los cambios
estructurales. También se traducen en una normalización de los aminas biógenas.
Los antidepresivos de segunda generación funcionan inhibiendo selectivamente la
recaptación de 5HT (IRSS), elevando las concentraciones de serotonina en el
espacio sináptico disponible para unirse a los receptores postsinápticos.
Además, presentan un grado de afinidad ante otros transportadores de monoaminas
que intervienen en la depresión (noradrenalina y dopamina). Al tener una acción
selectiva, tienen menos incidencia de efectos secundarios. Se disminuyen los
efectos anticolinérgicos como sequedad bucal, constipación, temblor fino, y los
efectos sobre el sistema cardiovascular como taquicardia e hipotensión.
Los ATD producen un aumento en la densidad y el número de receptores de
glucocorticoides, una disminución de CRH en el hipotálamo y un aumento de la
neurogénesis hipocampal. Esto regula la retroalimentación del eje HPA y de la
sinapsis de las aminas biógenas, que se pueden verificar por la respuesta
supresora dexametasona (DST) y en la disminución de las concentraciones de ACTH
y cortisol en plasma.
Enfermedades que presentan morbilidad con el Trastorno Depresivo Mayor
• Autoinmunes (Lupus eritematoso sistémico)
• Neurológicas (aproximadamente el 25% de pacientes con ACVs, enfermedades
desmielinizantes, Parkinson, Huntington)
• Neoplasias (pulmón, pancreas, riñon; aparato digestivo, SNC)
• Diabetes
• 18 al 25% pacientes con infarto de miocardio
• Endócrinas:
o Hipo o hipertiroidismo
o Hipo o hiperparatiroidismo
o Hipo o hiperfunción cortico-suprarrenal (Addison / Cushing)
• Demencias
• Esclerosis Múltiple
• Hepatitis
• Mononucleosis
• SIDA (HIV)
• Esquizofrenia
Fármacos que reproducen síntomas del TDM:
o Abstención y/o intoxicación con anfetaminas, cocaína, alcohol, alucinógenos,
feniciclidina, opiáceos, sedantes, hipnóticos, ansiolíticos.
o L-Dopa -o Levodopa- (antiparkinsoniano)
o Glucocorticoides (para enfermedades autoinmunes, asma, edema de glotis,
transplantes)
o Propranolol (β bloqueantes periféricos - Impotencia)
o Ansiolíticos
o Reserpina (antihipertensivo)
o Neurolépticos (antipsicóticos)
o Cimetidina (bloqueante H2, histamínico, úlceras)
o Indometacina (analgésico, antiinflamatorio no esteroideo)
o Cicloserina (antituberculoso)
o Fármacos anticancerígenos
o Carencia de vitamina B12
o Anticonceptivos orales
o Esteroides anabolizantes
o Metales pesados y tóxinas
o Sustancias volátiles como pinturas, gasolinas, insecticidas organofosfarados
o Monóxido y dióxido de carbono
Análisis comparado del comportamiento. Teórico.
Hay ciertos animales que no poseen un sistema nervioso y sin embargo, tienen
conductas distintivas como la orientación a estímulos particulares. Incluso
funciones complejas como procesamiento de información, memoria y movimiento.
Ejemplos de estos serían los organismos unicelulares: las bacterias y los
protozoos.
Bacterias.
Koshland escribió un libro denominado como La quimiotaxis bacteriana como un
sistema conductual, en donde describe patrones de respuesta bacterianos y la
naturaleza de los procesos receptivos que subyacen a estas conductas. Sus
estudios indican que las células bacterianas poseen receptores especializados
que detectan diferencias entre un amplio rango de condiciones externas, tales
como concentraciones químicas y temperatura. Los receptores sensibles a estos
estímulos están localizados en el interior de la membrana que encierra a este
organismo. Junto a una serie de pasos químicos, los receptores activan un
aparato motor simple que produce prolongados periodos de natación y agitación.
Protozoos.
Estos tienen estructuras celulares diferenciadas, como núcleo, sistema digestivo
y aparato motor. Sus respuestas eléctricas son similares a las células
nerviosas.
Los paramecios son un tipo de protozoo muy estudiado. Estos se mueven gracias a
la oscilación coordinada de sus cilios los cuales son muy versátiles: los
cambios en la dirección del movimiento se pueden lograr mediante cambios en la
orientación de los cilios. En un paramecio puede observarse la forma de
locomoción y su dirección cuando responde a estímulos ambientales como
sustancias químicas específicas. Asimismo, no son todos idénticos, estudios
genéticos muestran que se pueden desarrollar linajes distintos en sus patrones
de movimiento.
Invertebrados.
Celenterados: sistemas nerviosos más simples.
Algunos poseen una organización de células nerviosas agrupadas en conjuntos que
se consideran ganglios primitivos. Los sensores y los efectores se distribuyen
en grupos distintos y regulares alrededor de la superficie corporal.
Platelmintos: Planaria.
Algunos investigadores encontraron que este animal podría adquirir respuestas
condicionadas clásicamente y algunas formas de aprendizaje discriminativo. Las
células nerviosas son multipolares y esparcidas alrededor del cerebro. Una
cadena de axones en forma de escalera conecta el cerebro con otras partes del
cuerpo a lo largo de la extensión del animal. Las pequeñas agrupaciones de
células nerviosas en la periferia controlan los reflejos locales.
Anélidos: sanguijuelas y lombrices de tierra.
Los cuerpos de las sanguijuelas se disponen en segmentos diferenciados,
controlado cada uno por grupos locales de células nerviosas dispuestas en
ganglios elaborados. Cada ganglio inerva la parte adyacente del cuerpo mediante
dos haces de axones. En cada ganglio, las células nerviosas están dispuestas
alrededor de la superficie externa, y el centro del ganglio, llamado neuropilo,
consiste en una densa entremezcla de las extensiones de estas células nerviosas
monopolares.
En algunos tipos de anélidos, una fibra nerviosa de gran diámetro se extiende
por la práctica totalidad de su longitud. La sanguijuela medicinal tiene dos
células nerviosas muy grandes, denominadas células gigantes de Retzius. Estas
forman parte de una clase de células nerviosas de los invertebrados que han
llegado a ser conocidas como células identificables (aquellas que son similares
en forma y posición en todos los miembros de una especie).
Moluscos: Aplysia.
El sistema nervioso de la Aplysia consiste en un grupo de cuatro ganglios
apareados en el extremo cefálico que constituyen un anillo alrededor del
esófago. Por debajo de estos ganglios hay un ganglio abdominal simple. Los
distintos ganglios están interconectados por tractos. Uno de los ganglios
cefálicos (el cerebral) inerva los ojos y los tentáculos; un segundo ganglio
cefálico (el bucal) inerva la musculatura de la boca. Los otros dos ganglios
apareados inervan el pie. El ganglio abdominal controla las funciones viscerales
relevantes como la circulación, la respiración y la reproducción.
Artrópodos: insectos.
El perfil global del sistema nervioso del insecto adulto consiste en un cerebro
en el extremo cefálico y ganglios en cada segmento corporal por debajo de la
cabeza. Haces de axones interconectan el cerebro y los ganglios. El número de
ganglios varía; en algunos insectos todos los ganglios del tórax y el abdomen se
funden en un grupo mayor de células. En otros insectos hay ocho ganglios en una
cadena. El cerebro mismo contiene tres compartimentos fundamentales: el
protocerebro, el deutocerebro y el tritocerebro.
La parte más compleja es el protocerebro, que consta de un lóbulo derecho y otro
izquierdo, ambos se continúan con el gran lóbulo óptico, que es una extensión
del ojo compuesto. Dentro del lóbulo óptico hay distintas masas de células que
reciben inputs desde el ojo, así como desde el cerebro.
Una característica prominente de la red nerviosa de los insectos son las fibras
gigantes, axones de gran tamaño. En estos insectos, las células receptoras de la
cola, que pueden ser excitadas por el viento, están conectadas con interneuronas
gigantes por axones muy largos que ascienden por la red nerviosa hasta la
cabeza. A lo largo de su camino excitan algunas motoneuronas. Son necesarias
para la huida rápida.
Principales características de los sistemas nerviosos de los invertebrados.
1. La gran mayoría de los invertebrados tienen una estructura básica que
consiste en un sistema nervioso central y un sistema nervioso periférico.
2. Los invertebrados más complejos tienen un “cerebro” (ganglio que concentra
mayor masa neural en la región anterior), y las comparaciones entre especies de
diferentes niveles de desarrollo evolutivo revelan que los invertebrados más
altamente evolucionados muestran un incremento del control cerebral sobre los
ganglios posteriores (con menores niveles de control).
3. En los invertebrados más simples, el tipo más común de célula nerviosa es la
neurona monopolar.
4. Cualquier ganglio perteneciente a un sistema nervioso de invertebrado posee
una estructura característica: una capa externa que consiste en cuerpos
celulares monopolares y un centro interno que consiste en las extensiones de los
cuerpos celulares que constituyen un denso neurópilo.
5. Muchos ganglios de invertebrados incluyen típicamente algunas grandes
neuronas identificables.
6. Los grandes axones de muchos sistemas nerviosos de invertebrados se hallan
comúnmente como elementos de circuitos de huida rápida.
7. Durante la metamorfosis en los invertebrados se producen frecuentemente
cambios a gran escala en las estructuras del sistema nervioso.
8. En muchos invertebrados el sistema nervioso se construye alrededor del tubo
digestivo.
Encéfalo de los vertebrados.
Las diferencias entre los encéfalos humanos y los de otros mamíferos son
principalmente cuantitativas, es decir, se refieren a los tamaños absoluto y
relativo del encéfalo completo, las regiones encefálicas y las células del
encéfalo. Las adaptaciones conductuales han sido relacionadas en algunos casos
con diferencias en los tamaños relativos de las estructuras del encéfalo.
Evolución del encéfalo de los vertebrados.
Hay dos métodos de análisis para entender la evolución de los vertebrados. Uno
supone emplear la cavidad craneal de un cráneo fósil para realizar un molde del
encéfalo que una vez ocupó ese espacio. Estos moldes (llamados endomoldes)
proporcionan una buena indicación del tamaño y la forma del encéfalo. El otro
método consiste en estudiar los animales hoy presentes, eligiendo especies que
muestren varios grados de similitud (o diferencias) con animales ancestrales.
Cambios en el encéfalo de los vertebrados a través de la evolución.
Las lampreas tienen una estructura neural básica de médula espinal, encéfalo
posterior y mesencéfalo, también poseen un diencéfalo y un telencéfalo. Su
telencéfalo tiene hemisferios cerebrales y otras subdivisiones que se hallan en
el cerebro de los mamíferos. Todas estas las regiones encefálicas existen en el
encéfalo de todos los vertebrados. La diferencia entre encéfalos radica en los
tamaños relativo y en su grado de elaboración.
El hipocampo en los mamíferos se llama paleocorteza (de la raíz griega paleo que
significa “viejo”) debido a que es antiguo en el sentido evolutivo. Los
mamíferos primitivos tienen una cantidad relativamente grande de paleocorteza y
de otras estructuras agrupadas bajo el nombre de sistema límbico. Este sistema
se denomina con un nombre griego que significa “borde” o “periferia” debido a
que el sistema límbico constituye un borde alrededor de las estructuras
encefálicas subyacentes. El sistema límbico se relaciona con varios fenómenos
cognitivos, como la emoción y la motivación, así como con el aprendizaje y la
memoria.
Todos los mamíferos tienen una neocorteza con seis capas. En los mamíferos más
avanzados constituye más de la mitad del volumen del encéfalo. Esta es la
principal responsable de muchas funciones complejas, como la percepción de
objetos.
Relación entre el tamaño del encéfalo y el tamaño del cuerpo.
En un comienzo se pensaba que el tamaño del encéfalo refería a la complejidad de
la inteligencia del animal, luego se descubrió que su tamaño se relaciona con el
tamaño del cuerpo. Los vertebrados complejos tienen típicamente un tamaño
encefálico que es diez veces mayor para un tamaño corporal dado de lo que lo es
el tamaño del encéfalo de los vertebrados más simples.
Tamaño del encéfalo y dieta.
Las especies que comen hojas o hierba tienen encéfalos que son relativamente más
pequeños que aquellos de otras especies que tienen fuentes de alimento
distribuidas, menos densas y uniformemente, tales como frutas o insectos.
El encéfalo de los homínidos.
Un cambio rápido, como el tamaño del encéfalo de los homínidos, sugiere que
proporcionaba grandes ventajas para la supervivencia.
Las prominentes diferencias entre la organización del encéfalo de Homo sapiens y
chimpancé incluyen las siguientes:
1. El encéfalo humano muestra una mayor expansión de las áreas corticales
motoras y sensoriales dedicadas a las manos.
2. El encéfalo humano y el del chimpancé se asemejan por poseer un sistema
límbico que está implicado en la vocalización. Sin embargo, el encéfalo humano
muestra, además, amplias regiones corticales dedicadas a la producción y la
percepción del habla.
3. En lo que se refiere al habla, la destreza manual y otras funciones, el
cerebro humano muestra importantes especializaciones hemisféricas de función. En
el chimpancé los dos hemisferios son más equivalentes funcionalmente.
4. Las regiones sensoriales primarias de la corteza son algo mayores en el
hombre que en el chimpancé. Pero la expansión mayor de la corteza humana reside
fuera de estas regiones sensoriales; esto es, en los humanos hay una amplia
proporción del cerebro que está dedicada a procesamientos de información más
variados y elaborados.
De este modo, la expansión de las áreas corticales y la especialización
hemisférica parecen haber hecho posible la cooperación social de los seres
humanos para la búsqueda de plantas y la caza, así como su capacidad para
fabricar herramientas y armas de mayor complejidad. Estas conductas que
incrementaron las oportunidades humanas para la supervivencia podían
desarrollarse sólo después de que el encéfalo incrementara su tamaño y su
complejidad.
Estudio de las bases neurobiológicas de algunas patologías cerebrales utilizando
técnicas de diagnóstico por imágenes. Práctico.
La forma más utilizada para estudiar las funciones cerebrales es a través del
análisis de los efectos de lesiones circunscriptas en el sistema nervioso
central. Esto sucede mediante un estudio comparado entre personas que sufrieron
lesiones en el cerebro y otras que no presentan lesiones, observando también su
comportamiento.
Otra forma de estudiar esto es mediante la provocación de lesiones en animales.
La ventaja de este último radica en la posibilidad de control por la
localización precisa de la lesión por parte del investigador, además de la
posibilidad de evaluar la conducta de grupos de animales con una misma lesión.
Otra técnica es el registro electrofisiológico la cual permite detectar
activación de ciertas áreas cerebrales. Para este registro, se inserta un
electrodo en el cerebro del animal y se registra la actividad de un cierto grupo
de neuronas, el registro se hace de a una neurona por vez, también se pueden
estimular con un pulso eléctrico. El trabajo en animales permite explorar las
consecuencias de la administración de distintos tipos de drogas, tanto
intravenosas como microinyectándolas en el cerebro.
Asimismo, hay técnicas no invasivas para el estudio en humanos que visualizan
los componentes neurales y obtienen información sobre ciertas características de
las estructuras cerebrales (ubicación, morfología, tamaño aproximado, actividad
fisiológica, etc.). Estas se clasifican como anatómicas: tomografía computada
(TC) y resonancia magnética (RM); O como fisiológicas: resonancia magnética
funcional (RMf), tomografía por emisión de positrones (positron emission
tomography PET) y tomografía por emisión de fotones (single photon emission
tomography: SPET).
A) Técnicas basadas en la propiedades estructurales de los tejidos.
1. Tomografía computada (TC):
Permite estudiar in vivo la anatomía cerebral. Esta utiliza una pequeña fuente
de rayos X móvil que rota alrededor de la cabeza del paciente, enviando un fino
haz de rayos como explorador. Esto registra la llegada atenuada de los rayos que
depende de la densidad del objeto que atraviesa, al número atómico de la
sustancia que atraviesa, al espesor del objeto o trayecto que recorre hasta
llegar al detector.
En el análisis de una TC se habla de valores de atenuación disminuidos o
aumentados, o se clasifica las imágenes como hipodensas (baja densidad),
hiperdensas (alta densidad) o mixtas. Mayor es la densidad del órgano, más
blanca será su imagen, y menor densidad más oscura.
El escaneado o barrido permite el estudio de la anatomía cerebral en sus planos
coronal (fontal o transversal) y axial (u horizontal).
Para aumentar la visibilidad se utiliza la técnica de contraste que consiste en
la inyección de una sustancia contrastante hidrosoluble por vía intravenosa.
2. Resonancia magnética (RM)
Tiene un mayor nivel de resolución que la TC. Utiliza ondas de radiofrecuencia
emitidas por un resonador. Se basa en la resonancia magnética nuclear, fenómeno
que ocurre cuando el núcleo de ciertos átomos está inmerso en un campo magnético
estático y se lo expone a un pulso de radiofrecuencia. La RM utiliza los átomos
de hidrógeno del propio paciente para obtener las imágenes. Esto sucede porque
el hidrógeno representa dos tercios de los átomos del cuerpo humano y los
distintos tejidos poseen diferentes concentraciones de hidrógeno.
Su funcionamiento está basado en que los protones tienen un movimiento de
rotación sobre su eje llamado spin. Al girar genera a su alrededor un campo
magnético. En condiciones normales, en un tejido, los vectores se orientan
aleatoriamente. Mientras que, en el campo magnético del resonador, los vectores
se alinean en dirección al mismo. Así los átomos absorben ondas de
radiofrecuencia. En la exploración con RM se emiten ondas de manera
intermitente, generando movimientos de oscilación de la orientación de los
vectores de los protones. El movimiento se mide por los detectores del resonador
y se procesan para obtener las imágenes. Las emisiones se pueden registras como
T1, T2 y densidad protónica. Cada una codifica las señales en diferentes
tonalidades de gris.
La inyección de un sustancia química como el gadolinio (Gd) da contraste y
permite aumentar la definición de las imágenes.
La limitación de este estudio es que necesita de 15 minutos para completarse.
También interactúa peligrosamente sobre objetos de hierro imantables, como
marcapasos y prótesis. Asimismo, se coloca al paciente en una cavidad pequeña
por lo que algunos sufren de claustrofobia.
B) Técnicas basadas en la dinámica del flujo sanguíneo del cerebro en
funcionamiento.
1. Tomografía por emisión de positrones (PET).
Detecta las zonas del cerebro que se activan durante diferentes tareas
cognitivas, como la memorización de palabras o imágenes, escuchar música,
realizar cálculos matemáticos, etc. Así se infiere cuáles son las áreas
cerebrales comprometidas en distintas habilidades cognitivas.
Para este estudio el paciente recibe una inyección o inhala una sustancia que
posee un isótopo inestable de oxígeno o carbono. La sustancia se distribuye por
el flujo sanguíneo llegando al cerebro donde es captada por células que están en
funcionamiento y necesitan de glucosa y oxígeno por su alto metabolismo. Son
isótopos inestables y decaen con el tiempo, emiten una partícula llamada
positrón. Este positrón emitido colisiona con un electrón dentro de la célula
emitiendo energía en forma de fotones. Los fotones se registran por detectores
que rodean la cabeza del paciente y esa información se almacena en una
computadora conformando un mapa de las zonas de mayor y menor actividad
cerebral.
2. Tomografía computada de emisión de fotones (SPECT)
Se le introduce al paciente por inyección o inhalación un compuesto marcado
emisor de fotones. Este se une a los glóbulos rojos sanguíneos viajando por el
cerebro. Las zonas más activas presentan una mayor irrigación sanguínea,
presentando una mayor emisión de fotones. Estos se detectan usando una cámara
que se mueve alrededor de la cabeza del paciente, formando una imagen en 3D.
3. Resonancia magnética funcional (RMf).
Obtiene imágenes anatómicas y metabólicas del cerebro en funcionamiento. Detecta
el aumento de oxígeno que se produce en las áreas con actividad neuronal
aumentada. El oxígeno se transporta por la hemoglobina de la sangre afectando
las propiedades magnéticas de esta y estas variaciones se detectan construyendo
un mapa de la activación cerebral.
Usa señales propias del cuerpo por lo que no es necesario la inyección o
inhalación de sustancias. Es una técnica no invasiva.
Detección de patología cerebrales.
1. Traumatismos.
Los que no producen hemorragia (sin hematoma) producen edema, generando una
desviación y comprensión del sistema ventricular. Mientras que, los que si
producen hemorragia generan un hematoma. La sangre se puede visualizar en la TC
y varía su coloración según el tiempo transcurrido ya que los hematomas
recientes son hiperdensos (gris claro a blanco) y los hipodensos son oscuros.
2. Tumores.
Sus características fundamentales son: la ocupación del espacio, ejerciendo
presión sobre otras estructuras; la reacción en forma variable al contraste; la
presencia de edema (fluidos) en la zona periférica al tumor.
3. Accidentes cerebrovasculares (ACV).
Los ACV son afecciones consecutivas a una lesión de los vaso cerebrales. Estos
se clasifican en hemorrágicos o isquémicos.
Los hemorrágicos se producen por rotura de la pared vascular. Puede ser
consecuencia de una cuadro de hipertensión arterial, de un aneurisma, un tumor o
un traumatismo de cráneo.
Los isquémicos se producen por una reducción abrupta del paso de oxígeno y/o
glucosa al cerebro, provocando la interferencia del metabolismo energético. Se
puede deber al consumo de venenos, sustancias tóxicas o a interrupciones súbitas
de la irrigación sanguínea al cerebro. Si la interferencia dura más de 10
minutos, las células de la región afectada mueren. El área lesionada se denomina
infarto.
La forma más benigna de ACV es la isquemia transitoria, donde se bloquea
temporalmente un vaso. El paciente puede perder la capacidad de hablar
repentinamente y recobrarla 20 mins después. También puede presentar ceguera o
pérdida del movimiento en la mitad del cuerpo. Esto último es la hemiplejía que,
junto al trastorno en el lenguaje, lagunas en el campo visual y agnosia siendo
consecuencia de un accidente que afecta la arteria cerebral del hemisferio
izquierdo.
4. Atrofias.
Se produce como consecuencia de lesiones degenerativas en las células y fibras
nerviosas. Así se produce pérdida de conexiones sinápticas generando pérdida de
volumen de la masa encefálica que se compensa con un aumento del tamaño de
surcos y ventrículos cerebrales.
Si la atrofia es cortical hay un aumento en el tamaño de los surcos, si es
global hay dilatación en los ventrículos. Se observa esto con TC o RM.
En personas mayores se nota un cambio en los pliegues y ventrículos. Los
decrementos en la actividad cerebral se podrían asociar a signos de menor
eficacia en el procesamiento de la información. Los incrementos en la actividad
cerebral de otras regiones se pueden asociar a mecanismos compensatorios. Los
incrementos de otras áreas cerebrales se asocian a mecanismos compensatorios
donde diferentes patrones de activamiento podrían interpretarse como que ambos
realizan la misma tarea de manera distinta.
Demencias.
La demencia sería la disminución global, crónica, progresiva, definitiva e
irreparable de todas las funciones psíquicas.
a- Enfermedad de Alzheimer.
Luego de los 60 años se la considera como demencia senil, antes es demencia
pre-senil.
Se caracteriza por una disminución progresiva del funcionamiento intelectual.
Comienza con una rápida pérdida de la memoria de eventos recientes, atención
inestable, sensopercepción entorpecida, comprensión dificultosa y cambios de
carácter y conducta. El deterioro se extiende hasta el punto de que el paciente
ya no puede mantener conversaciones ya que, olvida rápidamente el contexto y la
información previa. La memoria es la función más afectada. También hay
incoherencia asociativa, disgregación del pensamiento, pérdida de la
personalidad, indiferencia afectiva con los familiares, egocentrismo, apatía,
abulia o hipoabulia, irritabilidad, desorientación en tiempo y espacio, afasia y
mutismo por falta de iniciativa. En la fase terminal de la enfermedad hay
cuadros de pérdida completa de la personalidad y vida vegetativa.
En el encéfalo del paciente hay una atrofia generalizada de la corteza, con un
aumento del tamaño de los surcos y ventrículos. Comprende los lóbulos frontal y
temporales, pero también puede afectar los lóbulos parietales y occipitales. La
sustancia gris y blanca están adelgazadas.
b- Enfermedad de Pick.
En una primera etapa aparecen alteraciones en la conducta del individuo como
desinhibición, agresividad, aparición de conductas sociales impropias. Luego se
presentan alteraciones cognitivas, caracterizadas por la pérdida progresiva de
la memoria, la concentración y la atención. La aparición de alteraciones en el
carácter y las alteraciones cognitivas pueden ser bastante
tiempo-independientes. Hay una atrofia severa, localizada, bilateral y simétrica
de los lóbulos temporales y frontal. Los ventrículos laterales aumentan su
tamaño.
Enfermedades desmielinizantes.
Afectan la mielina, sustancia aislante que rodea las fibras nerviosas (conjunto
de axones de neuronas) permitiendo la conducción de los impulsos nerviosos. Las
enfermedades afectan la sustancia blanca en el cerebro.
Otras psicopatologías.
Esquizofrenia.
Los pacientes presentan alucinaciones, delirios y trastornos afectivos, entre
otros síntomas. Se observaron anormalidades en el sistema nervioso central y
gran variedad de perturbaciones neurocognitivas, incluyendo déficit en el
procesamiento del lenguaje y atención. Tienen un agrandamiento de los
ventrículos cerebrales y un achicamiento del hipocampo y la amígdala, entre
otras anormalidades.
Dos áreas corticales se implican en esta patogénesis: corteza prefrontal y
lóbulo temporal. Los sujetos presentan una menor activación del lóbulo frontal y
una mayor en el lóbulo temporal que sujetos normales.
Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)
Los pacientes realizan ciertos actos repetidamente sin poder evitarlo. Mediante
PET se observó que tienen una tasa metabólica más alta en el giro orbital
derecho, en el núcleo caudado derecho y en la corteza orbito frontal en el
momento de presentar síntomas.
Depresión.
Los síntomas incluyen sensación de infelicidad, pérdida de interés, energía y
apetito, dificultad para concentrarse y agitación. Se revelo que presentan un
mayor flujo sanguíneo en la corteza frontal y una actividad menor en la corteza
temporal parietal y posterior, implicados en atención y lenguaje. También hay
una mayor actividad en la amígdala, relacionada al miedo. Esto se revierte con
antidepresivos.
Bases neurales de algunas patologías mentales. Teórico.
Se pueden ubicar varias áreas encargadas del estudio psicobiológico de las
emociones. Un área tradicional se centra en las respuestas corporales durante
los estados emocionales, especialmente en la expresión facial y en respuestas
viscerales como los cambios en la frecuencia cardíaca. Este campo se extiende a
los trastornos por activación inadecuada relacionados con el estrés; que
aparecen en algunas alteraciones de la salud. Los estudios de los mecanismos
encefálicos con estados emocionales se enfatizaron en la agresión.
Emociones.
¿Qué son?
Incluye un amplio rango de conductas observables, sentimientos expresados, y
cambios en estados corporales.
Tres aspectos diferentes de las emociones
En la literatura psicobiológica se evidencian al menos tres aspectos de la
palabra emoción:
1. Sentimiento subjetivo privado. Los humanos pueden referir un extraordinario
abanico de estados, que dicen «sentir» o experimentar. Estas manifestaciones de
experiencia subjetiva suelen carecer de indicadores evidentes.
2. Expresión o manifestación de respuestas somáticas y autónomas específicas
(como un estado de activación fisiológica). Define a los estados emocionales por
constelaciones características de respuestas corporales. Específicamente, estas
respuestas implican órganos viscerales inervados autónomamente, como el corazón,
el estómago y los intestinos. Son provocadas presumiblemente por estímulos
también característicos, aunque no están definidos con precisión los atributos
que hacen «emocional» a un estímulo. Así se podría examinar la emoción tanto en
animales como en seres humanos.
3. Tipo de acciones comúnmente consideradas «emocionales», como defenderse o
atacar en respuesta a una amenaza. Muy utilizado por Darwin quien sugirió que
las emociones tienen una importante función de supervivencia porque ayudan a
generar reacciones apropiadas a las «emergencias» producidas en el entorno, como
la súbita aparición de un depredador.
Categorías psicológicas de la emoción.
Wundt presentó la perspectiva de que existen tres dimensiones básicas:
agradable-desagradable tensión-liberación y excitación-relajación. Con el tiempo
esto se complejizó, Plutchik especuló que existen ocho emociones básicas
agrupadas en cuatro pares de opuestos: 1) alegría versus tristeza, 2) aprobación
versus disgusto, 3) cólera versus miedo y 4) sorpresa versus anticipación.
Propone que las demás emociones se derivan de combinaciones de este abanico
básico. Así, la diversidad emocional se debe a que tanto las emociones
esenciales como sus combinaciones pueden producirse con diferentes niveles de
intensidad.
Mecanismos encefálicos y emoción.
Para intentar localizar circuitos neurales específicos para las emociones en
regiones concretas del encéfalo se analizó lesiones localizadas o estimulación
eléctrica del cerebro. Los enfoques neurofarmacológicos han intentado determinar
el papel de transmisores específicos en emociones determinadas. Los estudios
sobre lesiones cerebrales basándose en observaciones clínicas en humanos o en
lesiones experimentales en animales se han centrado en algunos dramáticos
síndromes de cambio emocional. Esto llevó a la generación de mapas cerebrales
para varias respuestas emocionales, especialmente para la agresión.
Lesiones cerebrales y emoción.
Estudios hechos:
Rabia decorticada.
Se vio que los perros decorticados respondían al manejo rutinario con rabia
intensa y súbita (denominada a veces “falsa rabia”; en inglés, sham rage) porque
carecía de un ataque bien dirigido. El manejo cotidiano provocaba gruñidos y
ladridos, y esta conducta incluía además intensas respuestas viscerales. Por lo
tanto, las conductas emocionales de este tipo estarían organizadas a nivel
subcortical, y estas observaciones sugieren que la corteza cerebral proporciona
un control inhibitorio de la respuesta emocional.
Síndrome de Klüver-Bucy.
En torno a estudios sobre mecanismos encefálicos y emoción, Klüver y Bucy,
descubrieron un síndrome inusual en primates que habían sufrido cirugía en el
lóbulo temporal. En estudios relacionados con los mecanismos corticales en la
percepción, se extirparon grandes porciones del lóbulo temporal de monos. En el
postoperatorio se evidencio un cambio conductual. El síndrome se caracterizaba
por un extraordinario efecto de amansamiento. Animales que eran salvajes y
temían a los humanos antes de la operación se convirtieron en mansos y dóciles,
y no mostraban miedo ni agresión. Además, parecían dejar de percibir el sentido
de muchos objetos, como indicaba la ingestión de objetos no comestibles. Se
describió frecuente conducta de monta e hipersexualidad. Las lesiones
restringidas a la corteza cerebral no producen estos resultados, que implican
regiones más profundas del lóbulo temporal, como zonas del sistema límbico. Este
fue el primer paso para los posteriores intentos de comprender las estructuras
subcorticales en la emoción.
Modelos cerebrales de la emoción.
Circuito de Papez de la emoción.
En 1937, James W. Papez, propuso un circuito neural para las emociones. Este
elaboró su propuesta a partir de autopsias cerebrales de personas con
alteraciones emocionales, incluyendo pacientes psiquiátricos. También estudió
encéfalos de animales, como perros con rabia. Señaló los lugares de destrucción
cerebral en estos casos y concluyó que la destrucción necesaria y suficiente
asociada con alteración de los sentimientos emocionales implicaba un conjunto de
vías interconectadas en el sistema límbico. Este modelo considera que las
expresiones emocionales implican control hipotalámico de los órganos viscerales,
y los sentimientos surgen de conexiones a un circuito que incluye al hipotálamo,
a los cuerpos mamilares, al núcleo anterior talámico y a la corteza cingular.
Estimulación eléctrica del cerebro y emoción
Esto supone estimular eléctricamente zonas cerebrales de animales vigiles, en
libertad de movimiento, y constatar los efectos sobre su conducta. Esta
estimulación puede producir efectos reforzadores o aversivos, o también puede
generar secuencias de conducta emocional.
Estimulación cerebral y refuerzo positivo.
El fenómeno de autoestimulación cerebral fue descubierto cuando se observó que
las ratas aprendían a apretar una palanca cuando la recompensa o refuerzo era
una breve descarga de estimulación eléctrica en el área septal del sistema
límbico. Heath refiere que los pacientes que han recibido estimulación eléctrica
en esta región perciben una sensación de placer o cordialidad, y que en algunos
casos la estimulación de esta región provoca excitación sexual.
Se ha investigado la distribución de las zonas encefálicas que provocan
respuestas de autoestimulación. Estos estudios aportan una representación de los
circuitos del refuerzo positivo. Otros encontraron las semejanzas y diferencias
entre las respuestas positivas generadas por la estimulación cerebral y las
provocadas por otras situaciones reforzantes, como la presentación de comida a
un animal hambriento o de agua a un animal sediento. Más recientemente se
estudiaron los aspectos neuroquímicos, realizando muchos esfuerzos para
identificar los transmisores relevantes en las vías cerebrales que median la
conducta de autoestimulación.
La conducta reforzada por estimulación cerebral directa de regiones
autoestimuladas se extingue súbitamente (es decir, tan pronto como se interrumpe
la estimulación eléctrica, cesa la presión sobre la palanca). Por otro lado, las
respuestas ante comida, agua y estimulación eléctrica muestran características
similares en todas las condiciones empleadas para reforzar.
La autoestimulación se obtiene con estimulación eléctrica de muchas zonas
subcorticales y unas pocas regiones frontales. Sin embargo, la estimulación
cortical en la mayoría de las zonas carece de propiedades de refuerzo positivo.
La concentración de lugares positivos se produce en el hipotálamo, aunque estas
zonas se extienden también hasta el tronco del encéfalo. El haz prosencefálico
medial, largo tracto que asciende desde el mesencéfalo hasta el hipotálamo y
contiene numerosas zonas que provocan intensa conducta de autoestimulación. Este
haz de axones se caracteriza por la amplitud de sus orígenes y por el extenso
conjunto de regiones encefálicas en las que pueden hallarse terminales de estos
axones.
En estas observaciones se descubrió que la dopamina es el transmisor para los
circuitos del refuerzo. Sin embargo, Gallistel y sus colaboradores no pudieron
demostrarlo usando una técnica de marcaje metabólico con 2-desoxiglucosa.
Señalaron que el mapa de los circuitos de autoestimulación activados por
estimulación del haz prosencefálico medial no coincide con un mapa más extenso
de los sistemas dopaminérgicos activados por estimulación de la sustancia negra.
Pero esto puede significar sólo que determinadas fibras y zonas dopaminérgicas
se dedican a funciones diferentes del refuerzo.
Wise y Rompre llegan a las dos conclusiones siguientes:
1. La dopamina desempeña un papel importante en los efectos reforzantes de la
estimulación de muchas regiones cerebrales, pero no está implicada en los
efectos reforzantes de estimular la corteza frontal o el núcleo accumbens; estos
últimos efectos dependen de otro/s transmisor/es.
2. Los sistemas dopaminérgicos desempeñan una función bastante general en
motivación y movimiento, función que es esencial para el refuerzo, así como para
otros aspectos de la motivación.
Mapas de respuestas emocionales generadas eléctricamente.
Estudios de estimulación eléctrica de los encéfalos de gatos y monos despiertos
y alertas con electrodos implantados proporcionó mapas de distribución de las
respuestas emocionales. Estos enfatizaron la relevancia de zonas del sistema
límbico centrándose específicamente en la agresión.
Psicobiología de la agresión.
La agresión se define como un estado emocional que consiste en sentimientos de
odio y deseo de infligir daño. Cuando se manifiesta en respuesta varia sus
formas.
El ataque de un animal a su presa natural algunos consideran como agresión
depredadora. Aunque, Glickman, considera más adecuado designarla como conducta
de alimentación. La agresión inducida por el miedo se ve en animales acorralados
e incapaces de escapar. Algunas formas de agresión suponen un componente de la
conducta sexual. Otra forma de agresión es la agresión irritable que emerge de
la frustración o del dolor y se describe como rabia incontrolable.
Hormonas y agresión.
Las hormonas sexuales son relevantes, por ejemplo, en encuentros sociales entre
machos. Con el advenimiento de la madurez sexual, la agresión entre machos se
incrementa. La variación hormonal en un grupo de animales surge de procesos de
maduración o de cambios circadianos estacionales. Junto a la madurez sexual, la
agresión entre machos se incrementa en muchas especies. McKinney y Desjardins
demostraron cambios en la agresividad al comienzo de la pubertad en ratones.
Muchas especies presentan cambios estacionales en testosterona, y un incremento
en el tamaño de los testículos se relaciona a un aumento de la agresividad en
animales.
Otra observación se da en la castración donde las reducciones en el nivel de
andrógenos circulantes se asocian a una reducción en la conducta agresiva entre
machos. Así como, la restitución de testosterona mediante inyección en animales
castrados incrementa la conducta agresiva.
La conducta agresiva de los mamíferos hembra también puede depender de las
hormonas reproductoras. Aunque en la mayoría de las especies es el macho el que
presenta más agresividad. Algunas hembras en roedores cambian su conducta
agresiva dependiendo la fase del ciclo menstrual.
En cuanto a los seres humanos, algunos estudios mostraron una correlación
positiva entre niveles de testosterona y la magnitud de la hostilidad, medida
por escalas de valoración conductual. Asimismo, otros estudios, por ejemplo, en
prisioneros, no encontró una correlación. Sin embargo, estudios de castración
demostraron que generalmente se baja la violencia en los criminales sexuales.
Otros estudios también encontraron que los niveles altos de testosterona eran
más comunes entre varones condenados por delitos violentos que entre los
condenados por delitos menos violentos, pero las diferencias fueron pocas.
Una explicación de por qué la testosterona generalmente tiene pequeños efectos
es que ésta estaría mediando la facilitación de la agresión, mientras que al
mismo tiempo el cortisol (asociado con el miedo y la ansiedad) interviene en la
inhibición de la agresión. Por lo tanto, la agresión dependería de la proporción
de testosterona y cortisol en el individuo, y no sólo de los niveles de
testosterona.
Neurología de la violencia humana.
El libro Violencia y cerebro de Mark y Ervin sugiere que algunas formas de
intensa violencia humana derivan de trastornos epilépticos del lóbulo temporal.
Estos presentaron diversos informes clínicos detallados de personas con posibles
trastornos epilépticos del lóbulo temporal. Los pacientes tenían electrodos
implantados en la profundidad del lóbulo temporal. La estimulación eléctrica de
varios puntos en el trayecto de los electrodos provocaba crisis epilépticas
típicas del paciente. Se apreció intensa conducta de ataque directamente
relacionada con la provocación de crisis del lóbulo temporal. En algunos
pacientes una intervención de neurocirugía (extirpación de algunas zonas
temporales, especialmente de la región de la amígdala) producía una profunda
reducción tanto en la actividad epiléptica como en los informes sobre conducta
agresiva.
En torno a este libro hubo grandes controversias por la cual una de las
principales era la afirmación de que una gran proporción de la violencia humana
tiene este origen neuropatológico. También la idea de que la neurocirugía puede
aliviar formas de conducta violenta que muchos otros consideran más adecuado
atribuir a perturbaciones sociales y alteraciones del desarrollo.
La asociación entre la agresión y la epilepsia sigue sin ser confirmada, pero
hay varias observaciones clínicas que apoyan esta asociación en ciertos
individuos.
Las discusiones sobre la biología de la violencia humana también han dado
considerable importancia a ciertas anomalías en los cromosomas sexuales.
Investigadores señalan el vínculo entre agresión y hormonas masculinas visto en
estudios con animales, sugiriendo una conexión entre violencia y un cromosoma Y
suplementario.
Psicobiología de los trastornos mentales.
Esquizofrenia.
Cambios estructurales y encefálicos y esquizofrenia.
Mediante la tomografía axial computarizada (TAC) se observó cambios en el tamaño
de los ventrículos laterales en pacientes esquizofrénicos. Weinberger confirmo
que el grado de aumento ventricular predice la respuesta del paciente a los
fármacos antipsicóticos. Los pacientes con ventrículos más aumentados presentan
escasa respuesta a estos fármacos en la reducción de los síntomas psicóticos. El
aumento ventricular hallado en esquizofrénicos implica atrofia del tejido neural
adyacente. Asimismo, diversos estudios han constatado en pacientes de larga
evolución una notable reducción de la vermis cerebelosa, hecho que no está
relacionado con el uso prolongado de fármacos. En esquizofrénicos crónicos cuya
alteración apareció muy pronto se han hallado engrosamientos del cuerpo calloso,
tanto en preparaciones anatómicas como en TAC.
Los exámenes de los encéfalos de esquizofrénicos revelaron ventrículos laterales
aumentados y adelgazamiento de regiones corticales parahipocámpicas. Por lo
tanto, el aumento ventricular advertido en los estudios con TAC puede deberse a
cambios degenerativos en el lóbulo temporal.
Observaciones preliminares de tomografía por emisión de positrones (TEP), revelo
que los pacientes esquizofrénicos presentan una actividad metabólica en los
lóbulos frontales, comparados con los lóbulos posteriores, relativamente menor
que los sujetos normales. Esto se lo conoce como hipótesis de la
hipofrontalidad.
Perspectivas neuroquímicas de la esquizofrenia
Los factores corporales considerados en relación con la esquizofrenia han
incluido lesión, infección, dieta y patología cerebral. Asimismo, gracias al
aumento en el conocimiento sobre la neuroquímica del encéfalo, se desarrollaron
hipótesis nuevas y más precisas. Un enfoque mantiene que la esquizofrenia surge
de errores en procesos metabólicos encefálicos que llevan a excesos o
insuficiencias de sustancias neuroquímicas encefálicas. En la mayoría de los
casos estas sustancias son neurotransmisores o neuromoduladores.
Sin embargo, hay dificultades que limitan las investigaciones. En primer lugar,
es difícil separar eventos biológicos que constituyen la causa primaria de
trastornos psiquiátricos, de los efectos secundarios. Los efectos secundarios
surgen de las profundas alteraciones de la conducta social y pueden abarcar
desde limitaciones dietéticas a estrés prolongado. Las variables del
tratamiento, como el uso a largo plazo de antipsicóticos, pueden enmascarar o
distorsionar la búsqueda de causas primarias, ya que frecuentemente producen
intensos cambios en la fisiología y bioquímica encefálicas y corporales.
Otra complicación es el acuerdo en la definición del término esquizofrenia.
Muchos sugirieron que la esquizofrenia no es un concepto uniforme, ya que pueden
distinguirse dos tipos principales de trastornos esquizofrénicos. Un tipo,
denominado proceso esquizofrénico, presenta una historia precoz de reclusión
social, y estos pacientes se vuelven psicóticos al final de la adolescencia; a
menudo durante toda la vida se produce un curso crónico de episodios psicóticos
intermitentes o continuos. No hay aparentes factores que provoquen la ruptura
psicótica. El segundo tipo se denomina esquizofrenia reactiva y presenta una
conexión más visible con factores de estrés situacional. Manifiestan un periodo
psicótico más agudo y tienen más posibilidades de realizar un ajuste
satisfactorio. Actualmente se realizan distinciones entre pacientes con síntomas
«positivos», como alucinaciones e ilusiones, y aquellos con síntomas
«negativos», como falta de respuesta emocional y lentitud de movimientos.
Hipótesis dopaminérgica.
La dopamina es un neurotransmisor cuyo papel en los circuitos del refuerzo se
encarga del miedo y ansiedad.
Los efectos neuroquímicos de la anfetamina consisten en promover la liberación
de catecolaminas, especialmente dopamina, y prolongar la acción del transmisor
liberado bloqueando su recaptación. Aunque su uso excesivo puede producir un
estado que imita a la esquizofrenia paranoide. Aunque las opiniones actuales
enfatizan que este efecto probablemente está más relacionado con los efectos de
la anfetamina sobre la noradrenalina que sobre la dopamina.
Laborit descubrió un compuesto que disminuía la inquietud y la tensión
preoperatorias. Este era la clorpromacina, el cual junto otras muchas sustancias
relacionadas (llamadas fenotiacinas) tienen un efecto antipsicótico específico.
Los estudios neuroquímicos muestran que esta sustancia actúa en el encéfalo
bloqueando los lugares receptores postsinápticos para la dopamina,
específicamente los receptores dopaminérgicos tipo D2. Se cree que la acción
fundamental de los fármacos antipsicóticos (también llamados neurolépticos) es
sobre las terminales dopaminérgicas del sistema límbico. El origen de estas
células está en el tronco encefálico, cerca de la sustancia negra. La
efectividad clínica de los agentes antipsicóticos (también llamados
tranquilizantes) está directamente relacionada con la magnitud del bloqueo
postsináptico de los receptores dopaminérgicos. Este resultado sugiere que la
esquizofrenia puede ser producida, tanto por niveles anormales de dopamina
disponible y liberada, como por excesiva sensibilidad postsináptica a la
dopamina liberada, debido a una población excesivamente amplia de lugares
receptores para la dopamina.
Otro rasgo que conduce a la hipótesis dopaminérgica en la esquizofrenia refiere
a la enfermedad de Parkinson. Este trastorno es causado por degeneración de
células nerviosas localizadas en el tronco del encéfalo (en la zona denominada
sustancia negra). Estas células contienen dopamina, y se produce cierta
liberación con la administración de la sustancia L-dopa, que es precursora de la
síntesis de dopamina. La L-dopa incrementa la cantidad de dopamina liberada.
Algunos pacientes tratados con L-dopa para aliviar la sintomatología
parkinsoniana se vuelven psicóticos. Asimismo, algunos pacientes psicóticos que
reciben clorpromacina desarrollan síntomas parkinsonianos. Los trastornos del
movimiento como consecuencia de un tratamiento tranquilizante pueden ser
permanentes. En varios estudios ha surgido un vínculo entre atrofia encefálica
en la esquizofrenia y alteración en el metabolismo de la dopamina. Un grupo de
investigadores señaló que los pacientes esquizofrénicos con ventrículos
aumentados presentan en el líquido cefalorraquídeo una notable reducción en los
niveles de dopamina beta hidroxilasa, que es un enzima implicado en la
conversión de dopamina en noradrenalina.
Se presentaron críticas recientes al modelo dopaminérgico de la esquizofrenia
debido a que carece de evidencia directa del nivel de funcionamiento de los
receptores dopaminérgicos en los pacientes, o que ésta es confusa. Aunque los
encéfalos de esquizofrénicos presentan un incremento en los receptores, este
resultado puede provenir de una reducida circulación de dopamina. Los críticos
señalan que un incremento en los receptores dopaminérgicos es significativo sólo
en presencia de niveles normales de dopamina. Otra dificultad para esta
hipótesis es la falta de correspondencia entre el momento en que los fármacos
producen bloqueo dopaminérgico (bastante rápido) y los cambios conductuales que
señalan la efectividad clínica del fármaco (generalmente del orden de semanas).
Asimismo, los fármacos antipsicóticos utilizados suelen presentar efectos
secundarios como síntomas motores inadaptativos (discinesia). Este trastorno
motor se caracteriza por movimientos involuntarios, afectando especialmente a la
cara, boca, labios y lengua. Son especialmente prominentes los movimientos
elaborados de la lengua, con un enrollamiento constante y movimientos labiales
de succión y lamido. En algunos pacientes se producen ocasionalmente movimientos
de torsión o súbitas sacudidas de brazos o piernas. Figiber y Lloyd consideran
que la discinesia tardía es el resultado de una destrucción de neuronas
gabaérgicas estriatales producida por los fármacos.
Teorías de las esquizotoxinas
Se vio una semejanza entre la estructura química de los alucinógenos sintéticos
y algunas sustancias que se encuentran normalmente en el encéfalo. Esto plantea
la posibilidad de que el encéfalo pueda producir accidentalmente un psicotógeno,
es decir, una sustancia química que produce conducta psicótica. Alteraciones
metabólicas en determinadas vías pueden posibilitar que en el encéfalo se
produzcan reacciones peculiares convirtiendo a una molécula inocua en una
sustancia tóxica, capaz de producir síntomas esquizofrénicos. La hipótesis
principal, denominada hipótesis de la transmetilación, sugiere que la adición de
un grupo metilo (CH3) a algunos compuestos habituales del encéfalo puede
convertir a determinadas sustancias en conocidos agentes alucinógenos. El
adrenocroma fue considerada como una sustancia como un posible producto
metabólico de la noradrenalina, actualmente se sabe que actúa como
neurotransmisor en el encéfalo, además de en el sistema nervioso autónomo.
Muchos estudios demostraron que la transmetilación puede producir un compuesto
que provoca esquizofrenia (una esquizotoxina). Una reciente modificación de la
hipótesis de la transmetilación presentada por Smythie hipotetiza que la
alteración en la esquizofrenia es un trastorno en el mecanismo de
transmetilación mismo, más que la generación de una sustancia inusual productora
de esquizofrenia.
Recientes desarrollos en exploraciones con TEP usando fármacos radiactivos
pueden aportar una visión más directa de los eventos neuroquímicos en el
encéfalo esquizofrénico. Uno de los problemas para examinar la neuroquímica de
la esquizofrenia es que las concepciones sobre el mecanismo químico encefálico
cambian rápidamente, de modo que la idea de un sólo transmisor, como en la
hipótesis de la dopamina, es difícil de reconciliar con la sofisticación de las
influencias interactivas que aporta la investigación moderna.
Mirsky y Duncan presentaron un modelo que contempla la esquizofrenia como
resultado de la interacción de factores genéticos, evolutivos y estresantes.
Según este modelo, en cada estadio de la vida hay características específicas
que contribuyen a aumentar la vulnerabilidad a la esquizofrenia. Las influencias
genéticas se contemplan como «anormalidades cerebrales» que aportan el sustrato
neurológico básico para la esquizofrenia. Complicaciones intrauterinas y de
nacimiento pueden también contribuir a las anormalidades cerebrales generadoras
de esquizofrenia. Sugieren que durante la infancia y la adolescencia existen
diversos déficit neurológicos que se manifiestan en conductas como alteración de
las habilidades cognitivas, dificultades atencionales, irritabilidad y retraso
en el desarrollo motor global. Por lo tanto, la emergencia de esquizofrenia y
trastornos relacionados depende de la interacción entre un sustrato biológico
alterado con estresores ambientales. Según este modelo, la esquizofrenia surge
cuando la combinación entre estrés y anormalidades encefálicas excede de cierto
valor umbral. Las fuentes de estrés para los individuos vulnerables incluyen
características como determinados tipos de interacciones familiares, las
consecuencias de alteración en las habilidades atencionales o cognitivas y el
estrés de «ser diferente» durante el desarrollo, especialmente durante la
adolescencia.
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
Una causa de pérdida de memoria es la enfermedad de Alzheimer, asociado
mayormente a la demencia senil. Suelen tener mejor memoria de procedimiento que
memoria declarativa. Su memoria y estado de alerta varían sustancialmente de un
día a otro y de un momento a otro dentro de un día, lo que sugiere que muchos de
sus problemas resultan del mal funcionamiento de las neuronas, y no sólo de la
muerte de neuronas.
Progresa gradualmente a una pérdida de memoria más grave, confusión, depresión,
inquietud, alucinaciones, delirios, insomnio y pérdida de apetito.
Dado que muchas personas con Síndrome de Down, los cuales tienen 3 copias del
cromosoma 21 en lugar de 2, presentan dicha enfermedad. Esto llevó a investigar
el cromosoma 21 encontraron una relación con muchos casos de enfermedad de
Alzheimer de inicio temprano. Investigadores posteriores encontraron genes en
otros cromosomas que también conducen a la enfermedad de Alzheimer de inicio
temprano.
Los genes que controlan la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano hacen que
una proteína llamada beta-amiloide se acumule tanto dentro y fuera de las
neuronas. El efecto es un daño progresivo de las espinas dendríticas, una
disminución de la entrada sináptica y una reducción de la plasticidad. A medida
que la proteína beta-amiloide deteriora los axones y las dendritas, las
estructuras dañadas se agrupan en estructuras llamadas placas seniles. A medida
que se acumulan las placas, la corteza cerebral, el hipocampo y otras áreas se
van atrofiando.
Otro problema se relaciona con la proteína tau en la estructura de soporte
intracelular de los axones. Los altos niveles de proteína beta-amiloide hacen
que se unan más grupos fosfato a estas proteínas tau. De esta forma, la proteína
tau alterada no puede unirse a sus puntos habituales dentro de los axones, por
lo que comienza a expandirse dentro del cuerpo celular y las dendritas. Esta
acumulación interfiere con los mecanismos metabólicos neuronales. Así, la
acumulación de proteína tau dentro de las dendritas se suma a la acumulación de
beta-amiloide, magnificando el daño. Los investigadores plantean la hipótesis de
que la proteína tau alterada también aumenta la producción de beta-amiloide,
generando un círculo vicioso. Esta proteína es la principal responsable de los
ovillos neurofibrilares, estructuras formadas por la degeneración dentro de las
neuronas.
En casos con aparición de síntomas después de los 60/65 años, muchos genes
aumentan o disminuye el riesgo en diversos grados. El más influyentes controla
la poliproteína E, que elimina la proteína beta-amiloide del cerebro. Sin
embargo, la mayoría de los pacientes no tienen historia familiar con la
enfermedad.
Ningún medicamento es altamente efectivo para la enfermedad de Alzheimer. El
tratamiento actual más común es administrar medicamentos que estimulan los
receptores de acetilcolina o prolongan la liberación de acetilcolina, lo que
aumenta la excitación.
Varios estudios indican que el ejercicio y la estimulación cognitiva parecen
retrasar la aparición de la enfermedad de Alzheimer, mientras que la obesidad,
los niveles altos de colesterol y la diabetes son factores de riesgo
significativos.
Bases biológicas de la anorexia y la bulimia nerviosa. Práctico.
La anorexia nerviosa (AN) y la bulimia nerviosa (BN) son trastornos
psiquiátricos multi-determinados, en los que interactúan factores biológicos,
psicológicos, familiares y culturales para producir la enfermedad.
CLASIFICACIÓN y CRITERIOS DIAGNÓSTICOS
ANOREXIA NERVIOSA
Definición
La Anorexia Nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria, caracterizado
por un rechazo a mantener el peso corporal por encima del valor normal
correspondiente a la edad y talla del sujeto, y por un miedo intenso a engordar
o transformarse en una persona obesa, aunque se encuentre debajo del peso
considerado normal. Lo esencial del trastorno es una alteración en la manera en
la que el peso, la forma, y la imagen corporal son percibidos (Dismorfía
corporal). Suele haber una notable disminución de la ingesta alimentaria junto a
un ejercicio intenso. También suele haber resistencia al tratamiento.
Suelen presentarse otras conductas peculiares relacionadas con la comida, como
provocarse el vómito o emplear laxantes o diuréticos, seguir dietas irracionales
o con muy bajo contenido calórico, o preparar comidas muy elaboradas para sus
familiares o allegados.
Un valor arbitrario fijado por el DSM-IV, es un descenso mayor del 15% del peso
teórico esperado para la edad y talla del sujeto. Con pérdidas de peso de esa
magnitud aparecen otros signos clínicos como hipotermia, bradicardia,
hipotensión, edemas y diversas alteraciones endocrinas y metabólicas. En
personas menstruantes se presenta una amenorrea primaria (ausencia total de
ciclos menstruales) o secundaria (caracterizada convencionalmente por la
ausencia mínima de tres ciclos menstruales consecutivos).
Edad de comienzo, prevalencia y evolución
Suele suceder en la adolescencia o adultez temprana, la edad promedio es de 17
años. El inicio se encuentra, frecuentemente, asociado con un suceso vital
productor de estrés.
Hay una prevalencia es del 0.5 al 1% en mujeres adolescentes y adultas jóvenes.
Su incidencia aumento en las últimas décadas por presiones socioculturales que
exaltan la delgadez como ideal de belleza. Esta enfermedad está asociada con una
sustancial tasa de mortalidad por caquexia (extrema desnutrición, con atrofia
muscular, fatiga y debilidad), ubicada entre el 5 y el 18%, y se la considera
una de las enfermedades psiquiátricas más resistentes al tratamiento. Cuando hay
una pérdida grave de peso se requiere una internación urgente para recuperarlo,
restablecer el equilibrio hidroelectrolítico y prevenir la muerte por inanición.
El curso de la AN es variable. La enfermedad puede presentarse como un episodio
único, con recuperación posterior del peso normal, o en forma de varios
episodios con tendencia a la cronicidad.
Clasificación y criterios diagnósticos
De acuerdo con el DSM-IV se reconocen 2 subtipos clínicos:
1. Restrictivo (Restricting type): durante el episodio actual de AN, el enfermo
no ha efectuado atracones o crisis de voracidad o glotonería, ni ha tenido
conductas compensatorias para purgar la misma (inducir el vómito, hacer mal uso
de laxantes, diuréticos o enemas).
2. Con Atracones/Conductas de Purga (Binge-Eating/Purging Type): estos enfermos
no mantienen un control permanente sobre su restricción voluntaria de la ingesta
y pasan por períodos de atracones (crisis de ingesta voraz) o glotonería, a
menudo acompañados de vómitos o mal uso de laxantes, diuréticos o enemas. Los
pacientes de este subtipo se denominan como anoréxicos-bulímicos.
BULIMIA NERVIOSA
Definición
Se caracteriza por episodios de voracidad o atracones (crisis de ingesta voraz o
glotonería) y por los métodos compensatorios inadecuados, para evitar el aumento
de peso. Para el DSM-IV, estos episodios recurrentes deben ocurrir, en promedio,
como mínimo 2 veces por semana durante 3 meses. Otro rasgo esencial de la
enfermedad es que la autoevaluación y la autoestima personal del paciente se
encuentran excesivamente influidas tanto por su forma como por su peso corporal.
El bulímico nervioso habitualmente se siente avergonzado e intenta ocultar sus
síntomas, tratando de que pasen desapercibidos. El atracón puede o no ser
planificado y es típicamente desencadenado por situaciones de estrés, una
disforia o por un intenso hambre, subsecuente a restricciones dietéticas.
Autocríticas, depresión o una sensación de haber perdido el control, suelen
seguir a la crisis de glotonería.
Edad de comienzo, prevalencia y evolución
Suele comenzar en la adolescencia tardía o adultez temprana, durante o poco
después de hacer dieta. El curso tiende a ser crónico o intermitente con
períodos de remisión que alternan con recurrencia de episodios de atracones.
Clasificación y criterios diagnósticos
En el DSM-IV se reconocen 2 subtipos para especificar la presencia o ausencia
del uso regular de métodos que intentan compensar los atracones:
1. Con Conductas de Purga (Purging Type): el enfermo practica regularmente el
vómito autoinducido o hace mal uso de laxantes, diuréticos o enemas.
2. Sin Conductas de Purga (Nonpurging Type): el enfermo usa otros
comportamientos compensatorios inadecuados, como dietas irracionales o
ejercicios excesivos, pero regularmente no realiza conductas de purga.
ENFOQUE SOCIOCULTURAL
Estos síndromes pueden ligarse a la cultura. Esto significa que tratan de una
constelación de signos o síntomas, categorizada como una disfunción o
enfermedad, que está restringida a ciertas culturas principalmente en razón de
características psicosociales distintivas de esas culturas. Esto implica que es
necesario comprender al desorden dentro de su contexto cultural específico.
Asimismo, hay factores psicobiológicos y familiares harían que ciertas personas
fueran más vulnerables a dichos trastornos.
El contexto social inmediato de todo individuo es su familia, la cual modula los
efectos de la sociedad sobre el mismo, atenuándolos o intensificándolos. Por
otro lado, los sucesos vitales ("life events") de todo individuo están modulados
por las características personales que determinan su estilo de afrontamiento.
A grandes rasgos, los pacientes con AN tienden a mostrar más disfunciones
cognitivas (tienden a hipergeneralizar o abstraerse selectivamente y a cometer
más errores cognitivos) que pacientes con BN y sujetos controles.
Datos que apoyarían el enfoque sociocultural
Hay una amplia evidencia que indicaría que la AN es una enfermedad "occidental":
muestra un gradiente entre culturas, con predominancia en países desarrollados e
industrializados, y apareciendo como poco común fuera del mundo occidental o en
países occidentales de menor riqueza.
Cabe agregar que, inmigrantes son más propensos a desarrollar trastornos
alimenticios fuera de sus países natales.
Algunas ocupaciones parecen tener un mayor riesgo potencial que otras. Los
ejemplos típicos provienen del mundo de la moda, del ballet y del deporte, en
los que la combinación de expectativas de un cuerpo delgado ideal y de una alta
competitividad puede jugar un papel importante como estresor psicosocial.
Conclusión
Los datos que apoyan el enfoque sociocultural son principalmente de naturaleza
correlacional, y no proveen evidencia específica para el modelo causal. Puede
considerarse que la causa en sentido estricto no es por la cultura, sino por la
psicología del individuo y el contexto social más inmediato que sería su
familia. Las características individuales y la familia pueden proteger o
predisponer al surgimiento del trastorno.
HERENCIA Y GENÉTICA
Estudios de familiaridad
Estos estudios consistieron en entrevistas y encuestar a parientes cercanos de
pacientes ya diagnosticados con el propósito de observar si hubiera la presencia
del trastorno alimentario. Aunque hubo limitaciones metodológicas como la falta
de criterios diagnósticos preestablecidos, falta de un método "ciego" en la
medición de los parientes, o poca confiabilidad en los reportes familiares. Los
resultados concluyeron que generalmente las mujeres con parientes anoréxicos
tienen mayor probabilidad de desarrollar AN que el resto de la población. El
riesgo de AN para parientes de pacientes con trastornos de la alimentación varió
entre el 1.7% y el 2.2%, marcadamente entre 3 y 20 veces más que para la
población general.
Estudios de gemelos.
Se realizaron estudios sobre el grado de concordancia entre gemelos monocigotas
(MC) y dicigotas (DC). En base a estos estudios se encontró que la familiaridad
de los desórdenes de la alimentación resulta de mecanismos de transmisión
heterogéneos, con factores ambientales predominando en la BN y efectos genéticos
más robustos en la forma restrictiva de la AN. Sin embargo, otros trabajos
hallaron diferencias entre MC y DC para la bulimia nerviosa.
ENFOQUE MOTIVACIONAL
De acuerdo con Blundell y Hill, la capacidad de controlar la ingesta de
nutrientes para satisfacer las necesidades corporales requiere mecanismos
especializados que armonicen la información fisiológica proveniente del medio
interno, con la información nutricional del medio externo. Dos elementos
esenciales para esto son las capacidades perceptuales para identificar las
características de la comida, y un mecanismo que permita relacionar dichas
características con las consecuencias bioquímicas de haberla ingerido.
Por otro lado, Booth propone que hay actitudes derivadas de la cultura que
influyen sobre la ingesta de alimentos. Sugiere que identidad conceptual de una
comida es el resultado de un condicionamiento hedónico nutricional, proceso por
el cual las funciones nutritivas de una comida se asocian con sus
características sensoriales. Los determinantes inmediatos de la ingesta de
comida incluirían las influencias de los inputs sensoriales y la fisiología
corporal.
Algunas particularidades de los trastornos de la alimentación, como su alta
resistencia al tratamiento, indicarían que existen disfunciones en algún (o
algunos) de los tres niveles siguientes:
a. Mecanismos integradores de la regulación del comportamiento alimentario.
b. Capacidades perceptivas.
c. Mecanismos fisiológicos subyacentes.
a. Mecanismos integradores que regulan el comportamiento alimentario
La percepción del hambre y de la saciedad son procesos que integran a los
mecanismos fisiológicos con las representaciones cognitivas (actitudes hacia la
comida e identidad conceptual de la comida).
Halmi y colaboradores realizaron experimentos donde concluyeron que no hay
diferencias significativas en la cantidad de comida consumida entre las
condiciones cubierta (sin estímulos visuales) y descubierta (con estímulos
visuales). Las evaluaciones de hambre y saciedad resultaron significativamente
menos correlacionadas (negativamente) para las pacientes con trastornos de la
alimentación que para los controles.
Capacidades perceptivas
Los pacientes bulímicos tienden a atracarse con comidas altamente calóricas,
mientras que los anoréxicos frecuentemente acumulan alimentos con altos niveles
de azúcar. Se podría inferir que la percepción y las preferencias hacia
estímulos que contienen azúcar y grasas en pacientes con trastornos de la
alimentación pueden diferir de las de sujetos control sanos.
Conclusión
Los pacientes con trastornos de la alimentación presentan diferencias en los
mecanismos integradores del hambre y la saciedad y en sus representaciones
cognitivas hacia la comida, comparados con personas sanas. Algunas de estas
diferencias son afectadas por el tratamiento, mientras otras permanecen
invariables, indicando rasgos característicos estables. Las pacientes con AN
mostraron menos hambre y más saciedad que las pacientes con BN y los controles;
a su vez, las anoréxicas mostraron preferencia por comidas con azúcares,
mientras que las bulímicas lo hicieron por alimentos altamente calóricos.
MECANISMOS BIOLÓGICOS
I. Alteraciones a nivel metabólico
El peso corporal es el resultado de la diferencia entre las calorías ingeridas y
las utilizadas. A su vez, el gasto de energía incluye tres componentes: la tasa
metabólica de reposo (TMR) o basal, la termogénesis y la actividad física. La
TMR representa el 75-80% del consumo calórico diario de un individuo, y las
otras dos actividades lo restante. La termogénesis es el gasto energético que
puede desencadenarse por varios factores físicos como la ingesta de alimento, la
exposición al frio, etc. El TMR varía según el metabolismo de la persona.
Reducir la ingesta de comida conduce a un descenso compensatorio en la tasa
metabólica y a un incremento en la eficiencia del cuerpo para usar el alimento.
Por lo que, si se sigue una dieta baja en calorías, la tasa metabólica desciende
y se queman menos calorías. Al abandonar dicha dieta se vuelve a engordar y si
esto se repite prolongadamente resulta más difícil perder peso.
A. Cambios metabólicos.
Varios estudios demuestran una importante alteración en el balance energético en
pacientes recuperados de desórdenes alimentarios. Pacientes con AN requieren más
calorías para mantener su peso corporal, mientras que pacientes con BN requieren
menos. Es decir, luego de una recuperación a corto plazo, pacientes anoréxicos
parecen ser ineficientes en su utilización de la energía, mientras que los
bulímicos parecen ser supereficientes. Por lo tanto, hay una posibilidad de que
sea más difícil mantener el peso, metabólicamente, para los pacientes
recuperados de un trastorno alimenticio, haciéndolos más propensos a recaídas. A
pesar del éxito del tratamiento, ambos desordenes tienen altas tasas de
recidivas.
c. Hiperactividad.
La hiperactividad es una alteración de la conducta característica de la AN, en
menor medida de la BN. Esto incluye lo que sería la actividad física exagerada
realizada en forma compulsiva y ritualizada.
Se pudo comprobar que, contrario al sentido común en donde se piensa que la
actividad física exagerada se debe a un intento por perder peso, esta
hiperactividad y la subalimentación son conductas que se refuerzan mutuamente.
Algunos autores sugieren que ciertas exigencias socioculturales pueden iniciar
un estado de restricción de comida como pueden ser las dietas, la que, al mismo
tiempo, causa un incremento de la actividad física si se puede acceder al
ejercicio. Por su parte, la actividad inducida por la privación suprime aún más
el apetito, con lo que empieza el círculo vicioso que lleva a la pérdida de
peso. Se observó que en atletas que se incrementó el ejercicio físico a medida
que se disminuyó la ingesta de alimentos y consecuente peso corporal. Entonces,
según los autores, la hiperactividad no sería un síntoma secundario de los
desórdenes alimentarios, sino un factor generador y perpetuador de los mismos.
II. Alteraciones a nivel de sistemas neuroendócrinos
a. Eje Hipotálamo-Hipofisario-Tiroideo
En mamíferos, el metabolismo energético está regulado principalmente por las
hormonas de la glándula tiroides el hipotiroidismo se caracteriza por un bajo
metabolismo energético basal. En experimentos de inanición hechos con sujetos
sanos, se concuerda en obtener un descenso en: a) la velocidad de la respuesta
de TSH a la inyección de TRH, b) los niveles de T3, c) los niveles de T4 (T3 y
T4 son dos formas de la hormona tiroidea) y d) los niveles de TSH. Estas mismas
alteraciones se encuentran tanto en pacientes con AN como BN. Dichas
alteraciones se suelen revertir cuando se restablece el peso corporal, por lo
que podría inferirse que son consecuencia de la reducción de la ingesta.
La reducción en los niveles de T3 probablemente da como resultado una reducción
en el gasto energético y un aumento en la conservación de las proteínas durante
la inanición. De esta manera, los cambios en el metabolismo de la hormona
tiroidea durante la inanición son de naturaleza adaptativa
b. Eje Hipotálamo-Hipofisario-Adrenal
La reducción de la ingesta trae aparejados un aumento en la actividad del eje
HPA, un aumento en los niveles plasmáticos de cortisol y una insuficiente
reducción de cortisol por el test de supresión por dexametasona (TSD). El
hipercortisolismo y la insuficiente reducción de cortisol por el TSD se
normalizan con la ganancia de peso, aún sin llegar al peso corporal ideal.
c. Eje Hipotálamo-Hipofisario-Gonadal
La reducción de la ingesta también afecta la función reproductiva y la actividad
sexual.
El mantenimiento de los ciclos ovulatorios requiere un nivel mínimo de grasa
corporal. La pérdida de peso resulta en alteraciones de la composición corporal,
con una reducción de los tejidos grasos; ésta está asociada a una perturbación
en la secreción de gonadotrofinas (LH y FSH), insuficiente estimulación ovárica,
disminución de la secreción de hormonas ováricas (estrógenos y progesterona), y
la consecuente oligomenorrea o amenorrea.
En varones hay una disminución en la liberación de gonadotrofinas, y de las
hormonas gonadales correspondientes (andrógenos y testosterona).
En cuanto a los mecanismos endocrinos involucrados en estas alteraciones, el
aumento de la actividad del eje HPA puede suprimir al eje HPG a diferentes
niveles. La hormona liberadora de corticotrofinas (CRH) puede inhibir la
secreción de hormona liberadora de gonadotrofinas de la eminencia media del
hipotálamo; los glucocorticoides (entre ellos el cortisol) pueden inhibir la
secreción de las hormonas gonadales actuando directamente a nivel gonadal. De
esta forma, el hipercortisolismo, provocado por la malnutrición, puede estar
involucrado en la perturbación de la función reproductiva y de la actividad
sexual en los desórdenes de la alimentación.
III. Alteraciones a nivel de moléculas mensajeras
a. Hormonas
Insulina y Glucagón.
El alimento entra al torrente sanguíneo principalmente en forma de glucosa, la
cual es la fuente de energía más importante de todas las células y es el
principal combustible del cerebro. La ingesta de alimento se controla
parcialmente por la disponibilidad de glucosa para las células: cuando hay poca
el individuo esta hambriento; cuando hay suficiente, se siente saciado.
La disponibilidad de glucosa para las células puede variar significativamente en
función de los cambios de las concentraciones sanguíneas de dos hormonas
pancreáticas: la insulina y el glucagón. La insulina facilita la entrada de
glucosa a las células, la cual se usa para las demandas energéticas actuales o
almacenarse como glucógeno o grasas. El glucagón tiene el efecto opuesto:
estimula al hígado a convertir el glucógeno almacenado en glucosa, aumentando
así los niveles sanguíneos de glucosa. Después de una comida, los niveles de
insulina aumentan, entra mucha glucosa a las células, y el apetito decrece. A
medida que pasa el tiempo, los niveles sanguíneos de glucosa bajan, el páncreas
comienza a liberar más glucagón y menos insulina, y el hambre vuelve a aumentar.
En la AN y BN se observan bajos valores de glucosa y de insulina, y altos de
glucagón. Estos parámetros de "hambre biológica" están indicando una
insuficiente ingesta de alimentos (en el caso de BN, por las dietas
intermitentes), confirmando las perturbaciones en los mecanismos reguladores.
b. Neuropéptidos
Los neuropéptidos son sustancias formadas por cadenas de entre varios y más de
40 aminoácidos. Se cree que se relacionan con la modulación de funciones
homeostáticas como el balance de agua y alimentos, la temperatura corporal, la
conducta sexual, la actividad neuroendócrina y funciones autonómicas, así como
el dolor, el estado de ánimo y la actividad cognitiva.
Neuropéptido Y (NPY).
Esta en el hipotálamo. Es un estimulantes endógenos de la conducta alimentaria
del sistema nervioso central. En animales experimentales, su inyección en dicho
sitio produce muchos de los cambios asociados a la AN: tiene efectos inhibidores
sobre la secreción de LH, suprime la actividad sexual, aumenta la CRF en el
hipotálamo y produce hipotensión.
Kaye y col. encontraron que pacientes de bajo peso con AN tuvieron
concentraciones en LCR significativamente más elevadas que controles sanos.
Dichos niveles continuaron elevados un cierto tiempo después de la recuperación
del peso; con el tiempo se normalizaron, salvo en las pacientes que siguieron
teniendo amenorrea u oligomenorrea.
No se explica esta elevación en pacientes con AN, sin embargo, se cree que se
relaciona con el interés obsesivo en dietas y en la preparación de comidas. Por
otra parte, la elevación crónica del NPY podría estar asociada a una
down-regulation de los receptores del NPY que modulan la alimentación, lo cual
se relaciona al rechazo de alimento en la AN. El NPY se involucra en la
liberación del factor liberador de la hormona luteinizante (LHRH) y afecta la
respuesta hipofisaria de LH a LHRH. Un aumento de NPY, en un ambiente con pocos
esteroides gonadales, puede contribuir a la inhibición de LHRH o de LH en la
anorexia nerviosa.
Pueden ocurrir meses o años hasta que se vuelva a regular el ciclo menstrual, se
sugiere que la persistente elevación de NPY después de la ganancia de peso
contribuya al mantenimiento de la patofisiología menstrual.
Péptido YY (PYY).
Es un neuropéptido relacionado con el NPY, se encuentra en el hipotálamo. Su
administración estimula la ingesta de alimentos (particularmente los dulces),
contrarrestando mecanismos de saciedad y control de peso.
Varios trabajos encontraron valores normales de PYY en LCR cuando los pacientes
bulímicos fueron estudiados cercanos en el tiempo a atracones y vómitos
crónicos, pero después de 30 días de abstinencia de estos episodios los
pacientes bulímicos de peso normal tuvieron niveles de PYY en LCR
significativamente más altos que controles sanos y pacientes con AN.
c. Neurotransmisores
En los experimentos de inanición con sujetos sanos se observó un descenso en el
metabolismo central de noradrenalina y en el de serotonina, atribuidos por los
autores a la reducción de la ingesta calórica.
Los mensajeros químicos afectados en la Anorexia y Bulimia refieren a:
1) Hormonas: alteraciones en la insulina y el glucagón; en la Anorexia y Bulimia
se observan bajos niveles de insulina y altos de glucagón, indicando una
insuficiente ingesta de alimento.
2) Neuropéptidos: los neuropéptidos Y (NPY) e YY (PYY) son estimulantes de la
ingesta, y se liberan en el hipotálamo.
I. NPY: los pacientes con Anorexia y bajo peso tuvieron concentraciones elevadas
de este neuropéptido comparado con los sanos. Esto podría contribuir al interés
obsesivo y paradójico en las dietas y en la preparación de comidas.
II. PYY: los pacientes con Bulimia mostraron niveles normales de este péptido en
el tiempo cercano a los episodios de atracones y compensación. Sin embargo, los
niveles del mismo fueron elevados luego de 30 días de abstinencia de los
episodios. Este incremento puede contribuir al impulso de la ingesta.
3) Neurotransmisores: en la Anorexia se observó un incremento de la serotonina
que se asocia con la restricción de la ingesta y la hiperactividad. En cuanto a
la Bulimia, se halló una disminución en la serotonina, la cual está asociada con
una disminución de la saciedad, el aumento de la ingesta y de un estado de ánimo
disfórico. La serotonina tiene un rol importante en la regulación de la
saciedad.
Serotonina y Bulimia Nerviosa.
Se puede observar en algunos estudios una disminución de serotonina en la BN.
Resulta interesante debido a que, junto al aumento de la ingesta de comida y
disminución de la saciedad, se asocia un estado de ánimo disfórico.
Es posible que el descontrol de la BN se asocie con un daño severo de la
neurotransmisión cerebral serotoninérgica, concebiblemente a través de una falla
en incrementar la función de los receptores de serotonina post-sinápticos en
respuesta a una disminución de la síntesis de serotonina inducida por la dieta,
en individuos particularmente vulnerables.
Serotonina y Anorexia Nerviosa
En humanos parece que las hormonas sexuales influyen en el efecto de la
serotonina sobre el apetito. Por ejemplo, el efecto de triptofano y de agentes
liberadores de serotonina sobre la ingesta de alimentos varía con el estado del
ciclo menstrual.
Una actividad desregulada de las rutas serotoninérgicas también se asocia a los
desórdenes obsesivo-compulsivos.
Se puede hipotetizar que las alteraciones en los mecanismos subyacentes de la AN
estarían relacionadas con un aumento de las respuestas mediadas por serotonina,
y que la pérdida de peso extrema puede oscurecer esta anormalidad.
ESTRUCTURAS CEREBRALES INVOLUCRADAS
Hipotálamo lateral
Varias clases de evidencias indican que el hipotálamo lateral está involucrado
en la regulación del comer. Esto se divide en niveles: 1) axones del hipotálamo
lateral se extienden hasta núcleos nerviosos del sistema gustativo, alterando
las sensaciones del gusto, o (más probablemente) incrementando la respuesta de
salivación a los estímulos gustativos. 2) axones del hipotálamo lateral llegan
hasta varias estructuras del cerebro anterior, facilitando la ingesta y la
deglución. 3) la actividad en el hipotálamo lateral estimula la liberación de
insulina por el páncreas, y la de jugos digestivos por el estómago.
Hipotálamo ventromedial
Lesiones en regiones cercanas al hipotálamo ventromedial conducen a
sobrealimentación y ganancia de peso. Los mensajes de saciedad del estómago
llegan al hipotálamo a través de los nervios vago y esplánicos. El nervio vago
lleva información sobre el estrechamiento de las paredes estomacales. Animales
con este nervio dañado rebosan su estómago.
El hipotálamo paraventricular puede influir tanto en la selección de dieta como
en la finalización de una comida. Una inyección de noradrenalina en el NPV
aumenta la ingesta de carbohidratos, como también ocurre con una inyección de la
hormona corticosterona. En cambio, una inyección de la hormona aldosterona o del
neurotransmisor galanina aumenta la ingesta de grasas.
Una serie de estudios realizados con tomografía computada (TC) muestran que una
proporción significativa de anoréxicos emaciados presentaban dilatación de los
ventrículos cerebrales y/o ensanchamiento de los surcos corticales, generalmente
acompañados de perturbaciones cognitivas. Otro estudio utilizó resonancia
magnética nuclear indicando que en la AN hay una reducción significativa en el
tamaño de la glándula hipófisis, la que no cambió con la recuperación del peso.
Aunque esto último se puede relacionar que la mayoría de las pacientes no había
recuperado la menstruación.
Tanto las anormalidades cognitivas como las radiológicas tienden a mejorar con
la recuperación del peso, apareciendo, así como secundarias a la inanición.
Asimismo, la aparición de la AN en la adolescencia, debido a que aún se
encuentra en desarrollo en el cerebro, puede traer como consecuencia cambios
irreversibles en el cerebro. Por lo tanto, a pesar de que, con la recuperación
del peso, el tamaño ventricular disminuye y el volumen cerebral total aumenta en
la mayoría de los pacientes, no se descarta que pueda haber existido alguna
lesión cerebral irreversible.
Se visualizan en pacientes con Anorexia a través de las técnicas de imágenes:
1) Tomografía computada (TC): una dilatación de los ventrículos cerebrales y un
ensanchamiento de los surcos corticales. Estos se acompañaban de perturbaciones
cognitivas
2) Resonancia magnética (RM): una reducción en la hipófisis
INTEGRACIÓN
Una vez instalado el trastorno, los mismos síntomas desencadenan una serie de
alteraciones secundarias, que se refuerzan mutuamente. Este refuerzo mutuo
contribuye al mantenimiento del trastorno, dificultando enormemente su
erradicación, y resultando en las altas tasas de recidivas observadas en estas
patologías.
En primer lugar, las concepciones socioculturales determinan y dan forma a las
presiones que actúan sobre el individuo en cuanto a la imagen corporal que debe
tener. Estas presiones llegan principalmente mediante la familia, que actúa como
modulador. La misma familia puede atenuar o amplificar esas presiones.
Por otro lado, la forma en la que el individuo percibe las presiones depende de
los factores cognitivos y de las características de su personalidad que
determinan su estilo de afrontamiento, que resulta en su respuesta específica al
estrés. Estudios recientes muestran una gran contribución de los factores
genéticos en la personalidad, además de los factores ambientales. Asimismo, un
sujeto puede haber heredado una vulnerabilidad biológica a dichos trastornos,
por ejemplo, una predisposición a tener una falla en la regulación de la
serotonina.
De esta manera, si se conjugan las condiciones sociales, familiares y
personales, en una determinada situación de estrés un individuo puede desembocar
en una reducción de la ingesta.
Lo que hace que estas patologías sean graves es su naturaleza cíclica: la
pérdida de peso inicial provoca alteraciones conductuales y fisiológicas, que a
su vez refuerzan la alteración en la ingesta, y así sucesivamente, a través de
un feedback positivo que puede desembocar en la muerte del paciente. Las
alteraciones conductuales tienen una base en las alteraciones metabólicas, las
que se sustentan en alteraciones neuroendócrinas, que a su vez pueden tener un
correlato molecular. Cabe aclarar que, en cada nivel intervienen ciertos
factores ambientales.
Los pacientes con trastornos de la alimentación evidencian fallas en sus
mecanismos integradores de la regulación de la conducta alimentaria y en sus
capacidades perceptivas. Los pacientes con AN manifiestan menos hambre y más
saciedad que los pacientes con BN, y prefieren alimentos con azúcares; en
cambio, los pacientes con BN prefieren alimentos altamente calóricos. A pesar de
manifestar cierta saciedad, los parámetros indicadores de "hambre biológica" de
estos pacientes muestran lo contrario (bajas glucosa e insulina y alto
glucagón). Esto demuestra que los mecanismos encargados de interpretar estas
señales y corregirlas no están funcionando adecuadamente.
A nivel de metabolismo las alteraciones se atribuyen a la reducción de la
ingesta. Tanto en la AN como en la BN disminuyen la tasa metabólica basal y la
termogénesis. En la BN este descenso en el gasto energético puede causar una
tendencia a engordar; en la AN, en cambio, se ve superado por la exagerada
actividad física, que sumada a la reducción de la ingesta hacen que se pierda
peso drásticamente.
Con relación a la actividad física, el modelo sugerido de hiperactividad
inducida por inanición plantea uno de los posibles feedbacks positivos: la dieta
inicial induce hiperactividad, la que, en personas vulnerables bajo condiciones
estresantes, lleva a una mayor reducción de la ingesta, y así se siguen
reforzando mutuamente.
El descenso en el metabolismo es coherente con el descenso de los niveles de las
hormonas tiroideas, como una respuesta adaptativa a la inanición. También se
modifica la actividad de los otros ejes hipotálamo-hipofisarios. El descenso de
la actividad sexual y reproductiva también sería una adaptación ante el descenso
de nutrientes.
Los efectos de la progresiva pérdida de peso y del agravamiento del estado
nutricional también pueden observarse en las moléculas que intervienen en los
sistemas de transmisión de información que tiene el organismo (endócrino y
nervioso). Las alteraciones que sufren estas moléculas repercuten y se
manifiestan en los niveles superiores: algunas actúan sobre los sistemas
neuroendócrinos, otras sobre el metabolismo, y algunas incluso directamente
sobre la conducta.
Nuevos Avances en el Estudio de Toma de Decisiones: del Humano al Insecto.
Teórico.
Hay ciertos mecanismos utilizados para procesar la información y tomar algunas
decisiones que fueron moldeados por la selección natural por lo que se comparte
con otros miembros de la misma especie.
Las variables que correlacionan positivamente con éxito reproductivo (ej.
plumaje brillante en aves) y son maximizadas por los individuos cuando toman
decisiones relevantes son llamadas monedas de cambio o “monedas” (currencies).
Las currencies son variables objetivas, dependen de las propiedades intrínsecas
de las opciones. Es decir, en tanto objetiva, puede ser medida, es observable.
Implica la preferencia y valor que se le otorga.
Evidencias en humanos.
Las currencies en humanos se consideran como funciones de utilidad. Estas se
estudian mediante estudios sistemáticos de toma de decisiones o preferencias.
Para aceptar la idea de maximización de una moneda las preferencias observadas
deben ser consistentes. La consistencia les otorga cierta lógica a las
decisiones, es decir, el sujeto sigue algún tipo de regla de decisión en lugar
de hacerlo de forma azarosa.
La consistencia de preferencias se estudia a través de los patrones de
preferencias los cuales deben cumplir los principios de transitividad e
independencia.
- Transitividad: Si A es preferida a B y B es preferida a C, entonces A es
preferida a C.
- Independencia: La preferencia no debería verse afectada por la forma en que la
opción es presentada.
Violaciones a los principios de consistencia en las preferencias.
Las violaciones a estos principios se reflejan en preferencias inconsistentes,
lo cual estaría indicando que los sujetos no maximizan monedas absolutas, sino
que las monedas utilizadas son relativas y dependen del contexto en el cual las
opciones se presentan.
Mecanismos de decisión contexto-dependiente
Preferencias contexto-dependientes son las que dependen de otras opciones
presentes ya sea en el momento de elegir como en la memoria de los sujetos. Hay
distintos mecanismos que generan preferencias contexto-dependientes:
- Efecto de contexto (framing): la forma que se presenta el problema.
La preferencia otorgada por los sujetos se basa en el peso que le otorgan a la
diferente información que reciben dependiendo si el planteo se realiza en
términos de supervivencia o mortandad.
- Efecto de rango: la preferencia puede depender de otras opciones violado el
principio de independencia. El efecto de rango muestra cómo la preferencia por
una opción se modifica cuando aparece una opción tanto de características
inferiores como superiores que extienden el rango de las dimensiones evaluadas.
- Efecto de dominancia asimétrica: Cuando las opciones difieren en muchas
dimensiones, y todas tienen el mismo valor para la persona, la tendencia es
comparar las dimensiones una por una y elegir aquella que tenga mayores
ventajas.
Implicancias de estos principios sobre la práctica profesional.
Estas técnicas se toman en cuenta en el marketing, así como otras áreas que
requieran la preferencia del público.
EVIDENCIAS EN ANIMALES NO HUMANOS.
Muchos estudios evidencian que las preferencias no dependen sólo de la
maximización de una moneda objetiva sino de otras opciones presentes al momento
de elegir, las preferencias contexto-dependientes. Así como, el estado
motivacional del sujeto es importante, preferencias estado-dependientes.
Preferencias contexto-dependientes.
Generalmente, los estudios hechos sobre los efectos contexto-dependientes
coinciden con los resultados en humanos. Esto sugiere que fueron los mecanismos
exitosos que se han seleccionado a lo largo de la historia evolutiva de las
distintas especies.
Por otra parte, en animales no humanos se han descubierto reglas de decisión
estado-dependientes que muestran que las monedas no dependen exclusivamente de
las propiedades objetivas de las opciones sino del estado motivacional del
sujeto cuando experimentó las opciones en el pasado. Estas reglas de decisión
todavía no han sido investigadas sistemáticamente en humanos.
Por ejemplo:
Efecto de rango en aves (estorninos) se vio junto a un estudio en donde cierta
cantidad de picoteos sobre cierta luz de color les daba comida en mayor o menor
cantidad. Apoyando la teoría del rango, los resultados hallados muestran que los
sujetos son más precisos eligiendo la mejor de las dos opciones cuando el rango
de valores establecido por las otras opciones es más pequeño.
Preferencias estado-dependientes.
Las decisiones no sólo dependen del contexto sino también del estado
motivacional de los individuos cuando experimentan las opciones en el pasado.
Los sujetos eligen en memoria de mayor ganancia en un pasado.
Preferencias esfuerzo-dependiente.
Se las puede considerar como un tipo particular de preferencia
estado-dependiente. Se modifica el estado motivacional, pero no por
manipulaciones directas de su estado energético, sino por los cambios en la
carga de esfuerzo o el trabajo requerido para acceder a una recompensa.
Conclusiones
Hay preferencias sistemáticamente inconsistentes porque las monedas no son
absolutas y los sujetos no eligen exclusivamente en función de las propiedades
intrínsecas de las opciones. Eligen en función de:
1. Las otras opciones presentes tanto al momento de elegir como en la memoria
reciente de los sujetos (preferencias contexto-dependientes).
2. El estado motivacional de los individuos cuando experimentaron las opciones
en el pasado (preferencias estado-dependientes).
Los modelos clásicos de optimización no tienen en cuenta estos mecanismos de
decisión, y es por ello por lo que existe un rango de error mayor en sus
predicciones. Sin embargo, la ventaja de estos modelos es que son sencillos y
generales. Los modelos actuales de mecanismos de toma de decisiones tienen la
ventaja de que se ajustan más a la realidad, aunque son más específicos y
complejos.
La influencia de los heurísticos en la toma de decisiones. Práctico.
Las teorías clásicas sobre la toma de decisiones
Las teorías clásicas sobre el proceso de toma de decisiones fueron desarrolladas
en el contexto de las teorías económicas. Estas teorías clásicas conciben a los
seres humanos como seres racionales que evalúan exhaustivamente las diferentes
opciones antes de realizar una elección. Predice que de un conjunto de
alternativas las personas eligen aquella que consideran más adecuada con el fin
de maximizar su utilidad. La utilidad refiere a las consecuencias beneficiosas
que se obtienen tras determinadas elecciones. Elegirían la que aporte más
beneficios. Cabe aclarar que, para que esto suceda, la persona debe disponer de
toda la información acerca de las consecuencias de cada elección y de su
probabilidad.
Bernoulli propuso los fundamentos de la Teoría de la Utilidad estableciendo a la
deliberación racional como fundamento de la toma de decisiones. Así, los
individuos eligen sopesando conjuntamente en cada elección las probabilidades de
sus costos y de sus beneficios, arribando así a la decisión más ventajosa.
El principal problema de dicha teoría es que no siempre se puede pensar un valor
objetivo para cada alternativa. Por esto, Bernoulli agregó el término de
Utilidad Esperada el cual refiere a metas, expectativas y preferencias de los
individuos. Se pasó a denomina la teoría clásica como Teoría de la Utilidad
Esperada, según la cual cada persona ante diferentes opciones evalúa la
probabilidad de ocurrencia de cada alternativa y le asigna un valor en función
de las expectativas de utilidad que tiene para una situación particular. La
alternativa que maximice la utilidad esperada será la que los individuos
racionalmente consideren como más acertada y por lo tanto esa opción será la
elegida. Los supuestos de este planteo son:
1. Las personas están informadas sobre las alternativas y sobre las
consecuencias de cada elección, y son sensibles a esta información.
2. Las personas son seres racionales y eligen aquellas alternativas que
maximizan la utilidad esperada.
3. Las consecuencias de las elecciones poseen probabilidades objetivas de
ocurrencia.
4. Existe independencia objetiva de cada opción (principio de independencia)
para provocar su preferencia en un individuo concreto según la utilidad esperada
por éste.
Una crítica a los problemas propuestos por las teorías clásicas es que en ellos
se establecen probabilidades fijas para cada opción. Asimismo, los problemas
reales no siempre conocen esas probabilidades.
La Teoría de las Perspectivas
Las elecciones de los individuos pueden variar de acuerdo a cómo se les presenta
un mismo problema. Si la utilidad esperada es igual para las opciones dadas,
según el principio de independencia, una u otra opción debería ser elegida
siempre, y no debería importar el modo de presentación. Sin embargo, se vio que
el modo de presentación de las opciones parecía afectar la toma de decisiones y
esto iba en contra de las predicciones de las teorías clásicas según las cuales
las alternativas debían ser elegidas sólo por la maximización de la utilidad.
Tversky y Kahneman iniciaron sus estudios observando los “atajos” intelectuales
con los que la mayoría de las personas tiende a manejarse para estimar la
probabilidad de un suceso. Se encontraron con que, incluso los sujetos
familiarizados con conceptos de probabilidad y estadística no utilizaron dichos
conceptos. Los errores sistemáticos que se cometían al realizar las tareas se
debían a que al resolver los problemas no se razonaba de un modo normativo, sino
que en la evaluación de estas cuestiones que implicaban la noción de
probabilidad los sujetos utilizaban “atajos mentales” o heurísticos para llegar
a una estimación.
Clases de heurísticos.
Propusieron tres tipos:
1. Heurístico de representatividad: se juzga a personas, cosas o situaciones
como parte de una misma categoría o clase. Se califica qué tan prototípico o
semejante es el caso particular respecto del conjunto de referencia, en vez de
utilizar información estadística relevante. Este atajo mental provoca un menor
esfuerzo cognitivo para arribar a un juicio, pero puede generar errores
importantes al momento de hacer una estimación real. El razonamiento que realiza
el sujeto puede verse sesgado por variables que afectan a la semejanza.
Una forma muy estudiada del heurístico de representatividad se encuentra en la
utilización de estereotipos sociales para emitir juicios. En psicología social
se denomina estereotipo a un conjunto de representaciones que se obtienen al
vincular determinadas características y emociones a un grupo social. Se evalúa
al individuo, no por sus características personales, sino por su relación con el
grupo al que pertenecen, se le atribuyen las mismas características asignadas al
grupo. Así, se trata a la persona desde la representación del grupo y no desde
su individualidad.
2. Heurístico de accesibilidad: se evalúa la frecuencia de una clase o la
probabilidad de un acontecimiento según la facilidad con la que logran evocarse.
La facilidad de acceso de la información puede generar un sesgo en la estimación
de la información recibida.
Este heurístico aparece en la psicología social en las correlaciones ilusorias.
Dos sucesos poco frecuentes llaman la atención volviéndose fácilmente accesibles
y tendiendo a dar la “impresión” de estar asociados.
3. Heurístico de ajuste y anclaje: los individuos pueden realizar un juicio a
partir de algún rasgo de un suceso para posteriormente intentar la integración
de los rasgos restantes ajustando el juicio inicial. La característica en que se
ancle el sujeto puede verse influida por cómo es presentado el problema.
El anclaje se puede dar debido a que se procesa demasiado rápido la información
y se termina anclando a los primeros datos y a partir de ahí ajustaban su juicio
para estimar cómo debería ser el resultado con toda la información restante.
Otras veces puede ser producido por azar.
Formación de juicios intuitivos y toma de decisiones
La Teoría de las Perspectivas postula dos sistemas responsables de guiar la toma
de decisiones. El sistema 1 permite la formulación de juicios intuitivos. Éstos
son automáticos, se realizan sin esfuerzo a partir de la generación rápida de
asociaciones y son difíciles de detener o controlar una vez iniciados. Tiene
características semejantes a los procesos perceptivos, los juicios de modalidad
intuitiva estarían en un nivel intermedio entre la percepción y el juicio
deliberado. El sistema 2 tiene un sistema perceptual y a semejanza, mientras que
el 1 accede a representaciones conceptuales, verbalizables, que trascienden a
los estímulos inmediatos. Genera de esta manera impresiones globales acerca de
los estímulos percibidos, que no es necesario hacer explícitas para que puedan
operar sobre la conducta.
El sistema 2 incluye a los juicios controlados conscientemente, a los
razonamientos deliberados y de tipo secuencial. Esta modalidad cognitiva se
ejecuta con cierto esfuerzo y consumiría más tiempo para su elaboración. Es más
flexible ante modificaciones en los juicios emitidos y puede controlarse por
reglas potenciales
Sistema 1 Sistema 2
Juicios intuitivos-impresiones Juicios deliberados-sistmáticos
Automáticos Llevan tiempo
Sin esfuerzo Con esfuerzo
Difíciles de controlar una vez iniciados Fáciles de controlar una vez iniciados
El sistema 2 con menor o mayor actividad monitorea las impresiones que va
generando el sistema 1 ya que los dos sistemas funcionan en simultáneo. Este
monitoreo es lo suficientemente laxo para permitir muchas “impresiones”, aunque
racionalmente sean erróneas. Así, los heurísticos del sistema 1 pueden influir
sobre los juicios que se hacen reflexivamente.
El contexto y “la forma” pueden influir más que la razón: el error de Bernoulli
Kahneman y Tversky revelaron que las personas también utilizan atajos
heurísticos para asumir riesgos o realizar elecciones conservadoras. En vez de
usar racionalmente la información total, expuesta e implícita, acerca de las
ganancias y pérdidas que se obtienen con cada opción, las personas tienden a
emitir juicios en base a la información que les sea más accesible.
Distintas reacciones afectivas permiten que los heurísticos se hagan rápidamente
accesibles, generando impresiones rápidas que condicionan al sistema 2 en el
momento de formar juicios y tomar decisiones. El poco esfuerzo y el alto grado
de confianza con que las impresiones permiten concebir un problema atenta contra
la duda o el monitoreo del juicio resultante.
La toma de decisiones puede ser influida por la formulación de los problemas,
asimismo, cómo aparecen sesgos en las elecciones realizadas que no son esperadas
desde las teorías de la utilidad. El principio de invariancia o independencia de
las opciones, sostenido por las teorías clásicas, vuelve a ser vulnerado cuando
se manipula la presentación de la información. El error de Bernoulli es la
creencia de que la preferencia no se ve afectada por características
irrelevantes de la información. Este supuesto sólo concibe al factor de la
racionalidad (sistema 2) como agente de influencia en la toma de decisiones.
Este postulado es vulnerado sistemáticamente por los “efectos de marco” (Framing
Effects).
El efecto de rango también ilustra cómo puede no cumplirse el principio de
invarianza al momento de tener que elegir un bien de consumo. Dicho efecto es un
subtipo de fenómeno que puede producir un marco de referencia. Por ejemplo,
puede cambiarse la preferencia entre dos productos sólo por introducir un
tercero.
El sistema 1, al igual que el sistema perceptual, tiene como propósito hacer
accesibles los cambios y diferencias de los estímulos y, por lo tanto, es un
sistema dependiente de las referencias estimulares. Para focalizar en un aspecto
de un objeto se necesita hacer un contraste con el resto de los estímulos a los
que se los convierte en “fondo”. De esta manera, el contexto en que se presentan
los estímulos incide en sus características. La dependencia de las referencias
de los estímulos es incompatible con el principio de invariancia de las teorías
de la utilidad.
Las teorías clásicas antes, plantean la independencia de las opciones respecto
de las referencias irrelevantes. Mientras que, la Teoría de las Perspectivas
plantea asumir diferentes puntos de referencia, lo que hace que los sujetos
elijan opciones distintas a partir de opciones equivalentes. Ya que un mismo
problema puede ser descripto de diferentes maneras poniendo de relieve
diferentes aspectos del mismo, se pueden destacar varios puntos de vista de una
misma elección dependiendo de cómo ésta sea enunciada. Esto vuelve más accesible
determinada perspectiva de la información, haciendo a la vez más inaccesible
otros aspectos de la información total al momento de formular un juicio.
Conservadores ante las ganancias y arriesgados frente a las pérdidas.
Tversky y Kahneman también hallaron que en ciertas circunstancias las personas
pueden ser más proclives a asumir riesgos y a cuándo tienden a ser más
cautelosas. Cuando los individuos son puestos en situaciones de incertidumbre en
las que se destacan las ganancias de las opciones tienden a evitar las
elecciones riesgosas. Por otro lado, las personas confrontadas con la misma
situación de incertidumbre, pero con una formulación donde se destacan las
pérdidas tienden a asumir riesgos. Este efecto para la toma de riesgos
desaparece si las ganancias o pérdidas son pequeñas y generalmente, la aversión
por las pérdidas es más potente que la atracción por las ganancias.
De acuerdo a la Teoría de las Perspectivas, cuando se le presenta a los
individuos explícitamente la perdida que podría generar no lo eligen, en cambio
si se les da la ganancia, van por esa opción. Aunque las opciones sean la misma.
Experimento de Bodenhausen (1990) donde los sujetos, fueron más propensos a
decidir que el sujeto era culpable si se llamaba Roberto García en lugar de
Robert Garner. Además, esta tendencia aumentaba si los individuos habían leído
las pruebas en una hora del día que les perjudicaba atencionalmente (alondras /
búhos). Los participantes utilizaron un heurístico de representatividad basado
en el estereotipo de la población angloamericana acerca de “los latinos” como un
grupo violento. Dicho estereotipo puede potenciarse en aquellas horas en que los
individuos son propensos a un procesamiento más superficial de la información.
Resumen de todo la ficha.
Las personas utilizan heurísticos basados en un procesamiento automático,
involuntario y muchas veces emocional de las situaciones. Estos atajos mentales
simplifican los problemas y permiten resoluciones intuitivas. Estas reglas de
decisión se propagaron a lo largo de nuestra historia evolutiva y son el
resultado de un compromiso entre rapidez y eficiencia. Sin embargo, esta forma
de procesar la información puede generar importantes sesgos durante la toma de
decisiones.
Debido a que el sistema 2 es laxo, se plantea que los heurísticos son capaces
influir sobre nuestro juicio.
Asimismo, hay momentos atencionales del día de cada persona que favorecen al
procesamiento superficial-heurístico frente al juicio deliberado. Así el sistema
2, al encontrarse hipoactivo, es más proclive a aceptar sin revisión las
impresiones del sistema 1.
La forma de presentación de un problema puede destacar algunos aspectos de la
información y dejar implícitos otros. El sistema 1 destaca aquella información
que es fácilmente accesible en la presentación. El modo en el que un problema es
formulado controla el tipo de representación que las personas se hacen del
mismo. Si el contexto de presentación de la información destaca las ganancias
que proveen las elecciones las personas son adversas a tomar riesgos. Si por el
contrario el contexto destaca las pérdidas las personas tienden a asumir riesgos
para evitarlas. Además, la aversión por las pérdidas es más potente que la
atracción por las ganancias, y dicho efecto de contexto desaparece si las
ganancias o las pérdidas son pequeñas.
Los resultados de estas investigaciones ponen de relieve que en una gran
cantidad de oportunidades la toma de decisiones se basa en intuiciones e
impresiones y no en una elaboración sistematizada de la información. Aun cuando
las temáticas tratadas puedan llegar a ser importantes las personas están
acostumbradas y confían gran parte del tiempo en el uso de atajos mentales y no
en procesos lógico-formales para tomar decisiones. Este ahorro de “esfuerzo
mental” les permite a los individuos mantener un procesamiento superficial y
automatizado del medio con el que interactúan. Al mismo tiempo, los heurísticos
generalmente logran que las personas alcancen un funcionamiento correcto. Sin
embargo, puede llevar a conclusiones erróneas.
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