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Introducción a los Estudios de Género

Monografía - 2do parcial

Cátedra única

2do Cuat. de 2006

Altillo.com

Las mujeres son un sexo decorativo. Nunca tienen

nada que decir, pero lo dicen deliciosamente”

Oscar Wilde.

 

INTRODUCCIÓN

Se abordará el tema del papel de la mujer en la publicidad, me propongo poner en evidencia la imagen que se proyecta de ella en la sociedad posmoderna, como influye (sus efectos) en el ámbito personal, social, político y económico.

El objeto de estudio específicamente es la utilización de la mujer en la publicidad, en sus dos principales vertientes, a saber; reduciéndola a su rol de esposa, madre y ama de casa y por otro lado, como objeto sexual.

Me prepongo indagar estas cuestiones en el marco de la cultura occidental apoyándome en la hipótesis de que “la mujer en la publicidad es maltratada, usada, cosificada”. Y el desarrollo del presente intentara de alguna manera, poner de manifiesto una problemática que es tan evidente para todos, aunque en Argentina no hay aún, un sistema que sancione estos anuncios, como si lo hay en otros países como España, motivo por el cual expondré brevemente como este país intenta tomar cartas en el asunto.

 

DESARROLLO

Buscando causas en la historia

Durante siglos el hombre vio en la mujer la representación de la alteridad, un Otro a quien identificó con el objeto (en oposición al sujeto que era él) “Él es sujeto, él es lo Absoluto. Ella es el otro.” Beauvoir afirma que la mujer no se reivindica como sujeto porque carece de los medios concretos y porque a menudo se complace en su papel de OTRO. La exhaustiva indagación antropológica de Levi Strauss sitúa el momento en el cual se manifestó por primera vez la objetivación de la mujer, en el pasaje de la naturaleza a la cultura por medio del intercambio de hembras entre familias. Pierre Bordieu en su obra “La dominación masculina”, en el apartado “La Mujer Objeto” alega que la cuestión de los fundamentos de la división entre los sexos y del dominio masculino encuentra su solución en la lógica de la economía de los intercambios simbólicos y, más precisamente, en la construcción social de las relaciones de parentesco y del matrimonio que asigna a las mujeres, universalmente, su estatuto social de objetos de intercambio definidos conforme a los intereses masculinos (es decir, primordialmente como hijas o hermanas) y destinadas a contribuir así a la reproducción del capital simbólico de los hombres. El tabú del incesto en el cual Lévi-Strauss ve el acto fundador de la sociedad, en tanto que imperativo del intercambio pensado en la lógica de la comunicación equitativa entre los hombres -lo que también es-, constituye de hecho el reverso del acto inaugural de violencia simbólica por el cual a las mujeres se les niega como sujetos del intercambio y de la alianza que instauran a través de ellas, pero reduciéndolas al estado de objeto: las mujeres son tratadas como instrumentos simbólicos que, al circular y hacer circular las señales fiduciarias de importancia social, producen o reproducen el capital simbólico, y que al unir e instituir relaciones, producen o reproducen capital social, afirma el autor. De lo anteriormente expuesto, se articula con la problemática del papel de la mujer en la publicidad, lo que A. Maria Fernández afirma en el cap. 5 “La diferencia en psicoanálisis...” en Las Mujeres en la imaginación colectiva, cuando refiere que las practicas culturales se organizan desde la episteme en que se inscriben; y éstos son los cimientos de la sociedad de hoy.

Pero a lo largo de la historia ella desempeñó a su vez otros roles: fue temida por ser la encarnación de la Naturaleza, adorada por divina creadora de almas y vida, idealizada, perseguida y rechazada por llevar la marca de la especie: la sangre, la carne indecente. Fue devoradora de hombres, bruja y santa.

Por supuesto, estas definiciones se establecieron sin su consentimiento y al margen de su opinión. "El problema de la mujer, siempre ha sido un problema de los hombres", dice con lucidez Simone de Beauvoir en su ensayo "El segundo sexo" . Históricamente, la mujer ocupó (y convino en ocupar) el lugar pasivo, el de objeto e inmanencia. Pero este no es sólo un dato, el hecho de que haya sido definida como tal, explica la opresión a la que fue sometida. El problema esencial que tiene que enfrentar toda mujer en la actualidad, nace de una contradicción ancestral.


El efecto publicitario

Una de las practica más habituales de la publicidad desde sus comienzos ha sido la de reducir a la mujer ha “objeto”, dentro de todo el contenido publicitario la mujer está despersonalizada, sin identidad propia, sólo pone su cuerpo y belleza al servicio de la satisfacción de los varones. La imagen de la mujer aparece en la publicidad en una mayor proporción que la del varón, sobre todo si el anuncio tiene un contenido sexual.

Así pues podemos hablar de un primer modelo en lo que se refiere a la utilización de la mujer con un significado sexual, sirve como llamada de atención al sexo masculino. Su imagen aparece simplemente como adorno o vehículo de promoción del producto, pero eso sí, siempre es una imagen que sirve como reclamo erótico. Así pues, primero atrae la mirada del espectador varón para traspasar posteriormente su atención al verdadero objeto, objeto del anuncio, la marca o producto publicitado. Generalmente suele ser una mujer joven y bella, de proporciones exuberantes que bien aparece desnuda o escasamente desnuda. La mujer es sólo un cuerpo, una pieza objeto del deseo del hombre, como ilustrábamos con la cita de Oscar Wilde antes de comenzar el trabajo.

La publicidad tiene reservado para la mujer determinados lugares muy estereotipados. “A través de la falacia biologista se distribuyen los lugares (...)

subjetivos de hombre y mujer” y la falacia naturalista sostiene la legitimación de la división de deberes en función del sexo .Articulamos con lo expresado por Fernández ,que el efecto recurrente de la combinatoria de este conjunto de operaciones es la naturalización de las desigualdades sociales y subjetivas de los géneros, porque estos “lugares” de la mujer en la publicidad parecen tan socialmente aceptados, particularmente en nuestro pais; es que nadie le molesta? Los estereotipos mas repetidos en la publicidad actual son:

·Reducción de la mujer al rol de esposa madre y ama de casa.

·Presentación de las mujeres como objeto sexual (mas del 50%) refierendome al uso del cuerpo femenino para la venta de productos sin relación con el, a modo de reclamo publicitario.

Mujer Hogar

Este tipo de publicidad no muestra el cuerpo como objeto sexual, sino que muestra a la mujer como la persona idónea para realizar los trabajos del hogar, y del cuidado de los suyos (marido, hijos) “La mujer pasó a cohesionar al grupo, rol que le había correspondido al patriarca en el parentesco anterior a la industrialización” El autor afirma que la mistificación del patriarcado durante el capitalismo define el trabajo de la mujer como acción de amor (no trabajo), así es como se crea una alianza afectiva en donde el esposo le da alimento y ropa a la esposa (porque el sí trabaja) y ella se ocupa de la casa. En estos comerciales vemos que la solución para que ellas puedan disfrutar de mayor tiempo libre y tengan que realizar menos esfuerzos, le dará los avances que realiza el hombre con los electrodomésticos. Se muestra a la mujer como la persona que debe realizar todos los trabajos que el hombre no desea ejecutar, y a éste siempre lo muestra como la persona inteligente que hace lo posible por avanzar, mostrando a la mujer como alguien que es menos inteligente, que prefiere limpiar antes que ayudar al hombre en el avance de la tecnología.

Las agencias de publicidad que preparan avisos para productos de limpieza, siguen pensando a la mujer como único target posible. Ahora, no nos olvidemos de que sigue siendo ella quien se encarga de ese tipo de tareas domésticas, seria el espacio domestico al que se refiere Mabel Burin. A la vez, tenemos que recordar que la publicidad no pretende ni revolucionar ni educar a las masas, sino más bien reproducir sus conductas e inducirlas hacia una marca determinada. No por eso olvidemos que cualquier mensaje publicitario a la vez que muestra una situación real, la reafirma y es responsable de la misma, dado que la promueve.

Hay casos donde el cinismo mediático se exacerba particularmente. La publicidad del Supermercado Norte es un excelente ejemplo: en un paneo general se ve un grupo de mujeres paseando con sus changuitos y cantando muy alegres: "Quiero volver a comprar como me gusta, quiero volver a disfrutar un chango lleno". Este comercial que reduce a la mujer a una consumista descerebrada cuya problemática existencial más profunda se relacionaría al precio de las aceitunas negras, curiosamente no sólo no generó incomodidad en la audiencia femenina, sino que cumplió su objetivo a la perfección. Norte aumentó sus ventas . Hay otras publicidades que solapan al menos en parte su cinismo y hasta convencen a la mujer de la dignidad de su rol en la casa. En ellas, aparece casi todas las veces como la madre concienzuda, responsable de guiar a sus hijos en su crecimiento y garantizarles lo mejor... siempre y cuando se trate de productos de uso diario. Útiles escolares, yogures, cereales para el desayuno, blanqueadores de guardapolvo, estas son las compras que hace una madre. ¿Quién se ocupa de elegir los juguetes, computadoras y los muñecos de acción? Exacto. Los señores padres.
Además, podemos prestarle atención a las publicidades de los detergentes, desengrasantes o sacamanchas. En estos comerciales, la mujer de casa tiene un verdadero problema que solucionar y jura que ya intentó por todos los medios pero no hubo caso. Entonces es cuando aparece la figura masculina (ya sea en off o en persona, como sucede con Mr. Músculo) y resuelve milagrosamente el misterio que ella en su diminutez biológica no había podido dilucidar.

En algunos anuncios hay hombres que cocinan, que ponen la lavadora e incluso que limpian, pero si nos fijamos bien, hay una gran diferencia entre estas campañas y en las que aparecen mujeres realizando esas mismas tareas domesticas, un ejemplo en el que esto se ve claramente ridiculizado es cuando el hombre aparece cocinando con un gorro de chef como un profesional y las mujeres, e cambio, no son consideradas expertas, sino que son vistas como simples amas de casa.

Mujer cosificada: su cuerpo como adorno y objeto sexual

Es muy frecuente observar que la imagen femenina suele aparecer representada en diversos modelos que se repiten, en muchos casos, independientemente del producto que se ofrezca. El propósito es asociar al producto el deseo que inspira la presencia de la mujer. En otros términos, lo habitual en publicidad es que el deseo no esté en el objeto, sino en la mujer objeto de deseo.

A la cosificación sexual de la mujer ha contribuido sin duda, de modo particular, la publicidad televisiva. La mayoría de los espectadores está de acuerdo en que la televisión es mala cuando se escribe sobre ella, y más aún, cuando se escribe sobre su publicidad. Generalmente se teoriza sobre su inmenso poder e influencia, sobre el injusto papel que se atribuye a la mujer, así como sobre la desvergüenza de su simbología sexual.

Como hemos visto, la publicidad asocia sistemáticamente la higiene (no sólo a la belleza y a la sensualidad representadas fundamentalmente por la mujer), sino que con frecuencia la asocia también descaradamente a la sexualidad . El discurso publicitario se hizo eco desde muy temprano del erotismo femenino en todas sus formas y posibilidades. Ya a comienzos de los años 70 se critica que expresiones o formas humanas que sólo hasta hace unos años se hubieran considerado contraproducentes para el bien común de los usuarios del mensaje publicitario han adquirido hoy carta de ciudadanía.

En determinados productos, la explotación del cuerpo femenino esta mas presente: en la publicidad de bebidas alcohólicas, en las campañas tabacaleras y en las campañas de desodorantes (como puede ser la de Axe) ya que utilizan el éxito sexual para atraer al consumidor.(en España, debido a la explotación del cuerpo femenino en un anuncio debieron retirar la campaña).

Como podemos observar en varios anuncios de automóviles, hay una comparación de la belleza de la mujer con la belleza del coche, tratando a ambos como objetos cuyos atributos se pueden comparar. Esta doble imagen de la mujer y el coche viene a simbolizar que quien adquiera este coche ( por supuesto alguien del sexo masculino) tendrá el mismo glamour que si poseyera a la mujer que aparece junto a él. Por lo tanto como todo ser humano masculino desearía tener a su lado una mujer como esa, todos tendrán el mismo deseo de adquirir el coche. Al decir de Pierre Bordieu, las mujeres se hallan como espejos lisonjeros que devuelven al hombre la figura engrandecida de él mismo, a la cual debe y quiere equipararse, y que le refuerzan de este modo el cerco narcisista en una imagen idealizada de su identidad.

Lo anteriormente expuesto ilustraba “la mujer adorno”, la imagen de la “mujer como objeto sexual”. La publicidad lanza una promesa al varón de que será satisfecho sexualmente por una mujer , la del anuncio o como la del anuncio. La publicidad lanza a la mujer para que el varón se satisfaga sexualmente, para que además de acceder al producto acceda a la mujer, ya que se suele considerar a la mujer como un producto más del mercado.

La mujer que aparece en el televisor que es promocionado con el eslogan: “la imagen que quieres" viene a decir que con ese televisor podrás adquirir a esa mujer, tratando a la mujer como puro objeto cuya única función es satisfacer al hombre sexualmente. Considera pues a la mujer como un objeto más del mercado: con la compra de un televisor podrás adquirir también una preciosa mujer que te satisfará de placer.

Muchas veces se suele utilizar un texto de doble sentido para crear un clima de ofrecimiento sexual. Así pues, podemos clasificar a los anuncios según la sutileza en alcanzar la promesa de satisfacción sexual:

-Directos: de forma explícita, sin ambages, los que sin rodeos muestran a la mujer desnuda y con lemas denigrantes para la dignidad de la mujer. La chica cae rendida a los pies de su varonil protector. Son una forma directa de considerar a la mujer como objeto sexual. Ella aparece semi-desnuda mostrando sus encantos como por ejemplo indicando: " Ven a California y caeré en tus brazos"

-Indirectos: disfrazada bajo un telón de romanticismo, con gestos sutiles, insinuaciones y ofertas de veladas encontramos a una mujer supuestamente amada, que es ella siempre la que espera, la que se entrega.

La típica escena romántica: la playa, la luna, una pareja abrazada..... "Si vas de viaje llévate lo imprescindible" a la mujer o a la cámara... pone a los dos al mismo nivel de forma indirecta la mujer es un objeto más que te puedes llevar.

Por lo tanto la publicidad transmite un modelo de mujer en el que la mujer es igual al sexo así que el valor de la mujer está en su atractivo y potencia sexual. Sólo sirve para que el hombre descargue su potencia sexual considerándola como "mujer objeto". la mujer está "tan contenta por asumir ese papel"

Todo esto es negativo porque las mujeres intentan estar siempre atractivas para el varón sin pensar en estarlo para ellas mismas. Por esto desean parecerse a las "mujeres anuncio" no aceptando sus cuerpos como tales y provocando por esta razón muchos más complejos.

Sigue siendo el cuerpo de la mujer el que se sigue usando para erotizar el producto. Asimismo la sexualidad cae dentro de la genitalidad y no del deseo, ternura, cariño, sensibilidad. Ella es seductora, sexy y además está dispuesta.

Lo que gatilla el problema es que el sexo llama la atención, y es por eso que la publicidad lo utiliza relacionándolo con todo tipo de objetos; como el sexo vende y en la sociedad occidental el sexo está atribuido hacia los hombres, las mujeres son las víctimas de la situación y los anunciantes no dudan en utilizarlo pese a esto. Pese a todos los logros conseguidos por la mujer, los medios de comunicación quieren llegar a la población dando la imagen de la mujer liberada y moderna que pone de manifiesta sólo su vertiente erótico-sexual, que hace de la mujer un objeto de uso para el hombre. Con estos mensajes ella misma se convierte, al aceptarlos, en objeto de deseo de un machismo retrogrado. Esto hace que aparezcan patronos de la mujer como la "mujer diez", " la mujer kleenex, de usar y tirar".

La cosificación del cuerpo femenino puede llevarse a cabo por muchos medios, pero en lo que respecta a la publicidad grafica (ver laminas en anexo), se ve como el erotismo aísla un detalle del cuerpo humano, una boca, mano pie, un largo pelo. La originalidad más actual de parcelar el cuerpo de la mujer en zonas concretas en las que la cámara o la foto se detiene especialmente, en detrimento de otras, menos útiles al servicio de la persuasión publicitaria.

 

El prototipo de belleza que promueven los medios ha desplazado la belleza natural a una inminente cultural y detrás de ello hay una puesta en escena de la actividad económica que hoy dice el estereotipo es de “este estilo”. Los medios y la industria de la belleza son los mayores beneficiarios de este culto al cuerpo que utilizan al cuerpo, en especial al femenino como objeto para enriquecer sus ganancias.

En cuanto a las legislaciones

Numerosas declaraciones de instancias internacionales (Declaración de Atenas, de 1992; Conferencia de Pekín, de 1995 y Conferencia de la Unión Interparlamentaria de Nueva Delhi de 1997, entre otras) dejan claro que el desarrollo de la igualdad de género requiere de una regulación jurídica adecuada de los medios de comunicación. Esta medida se ve con recelo en la mayoría de los países occidentales y nos explayamos en el caso de España por el auge que ha tenido en el tema la creación del Instituto de la Mujer.

El 24 de octubre de 1983, se crea en Madrid el Instituto de la Mujer como organismo autónomo, que se reestructuro en Mayo de 1997. El Instituto de la Mujer es un organismo autónomo dependiente del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, a través de la Secretaria General de Asuntos Sociales. Su finalidad es, por un lado, promover y fomentar las condiciones que posibiliten la igualdad social de ambos sexos y, por otro, la participación de la mujer en la vida política, cultural, económica y social. Por tanto, en España es el organismo del Gobierno central quien promueve las políticas de igualdad entre mujeres y hombres.

El OBSERVATORIO DE LA PUBLICIDAD del Instituto de la Mujer, es un foro de observación, análisis y canalización de las denuncias originadas por anuncios sexistas que aparezcan en cualquier medio de comunicación. Así España demanda cada vez mas la difusión de una imagen no-sexista de las mujeres a través de los medios de comunicación y de la publicidad en concreto. Se trata de reivindicar el derecho a la igualdad de trato a ambos sexos y a la ley General de la Publicidad, que en 1994 se creo la posibilidad de denunciar la publicidad que atente contra la dignidad de la persona o vulnere los valores y derechos reconocidos en la Constitución, especialmente a lo que se refiere a la infancia y a la mujer. El observatorio de la publicidad del Instituto de la Mujer, recibió en el año 2005, 710 denuncias por imágenes sexistas, criticando la explotación del cuerpo femenino, utilizándola como objeto sexual, y denigrándola como ser que no piensa.

Francia posee una Oficina de Fiscalización de la Publicidad, asociación francesa de profesionales por una publicidad responsable Nicole Ameline es ministra francesa delegada de la Paridad y la Igualdad Profesional y Jean-Pierre Teyssier, presidente de la Oficina de Fiscalización de la Publicidad. Estos afirman que la idea es solucionar los conflictos entre profesionales sin informar al público, salvo si el diálogo resulta imposible. Esta oficina no tiene peso de ley como para levantar un aviso como en el caso de España, pero es lo que se esta buscando.

Importancia a nivel personal

Desde mi punto de vista como mujer este problema nos hace sentir frustración al no poder ser como el modelo que se nos plantea, y en el ámbito psicológico una siempre piensa que el hombre nos va a preferir por el cuerpo antes que por los sentimientos, entonces como a los hombres les gusta estereotiparnos esto nos afecta tremendamente produciéndose hasta problemas de anorexia o depresión. A Nivel Social

Introduciendo a Badinter, con su obra “La identidad masculina”, el autor dirá que genero es una categoría cultural. “Genero pasa a se una forma de denotar las construcciones culturales (...) de ideas sobre los roles apropiados para mujeres y hombres” Con palabras de Robert. W. Connel; el genero es una forma de ordenamiento de la practica social, responde a situaciones particulares y se genera dentro de estructuras definidas de relaciones sociales. Asi esta problemática afecta a toda la sociedad, produciéndose una cadena que parte por los niños que ven la televisión que se crean una concepción instantánea de lo que debe ser la mujer y lo que debe ser el hombre en la sociedad, haciendo cada vez mas machista la sociedad (hombre pensante, mujer objeto).

Las niñas desearan imitar a las que posan en esas graficas, supuestamente bellas, creando graves frustraciones, problemas de anorexia y conductas imitativas superficiales. Los niños dirigirán su elección de tipo de mujer muy joven y sexy, sin unas cualidades, sin cultura, sin ingenio, sin personalidad, con un lenguaje manifiestamente pobre. Fijan en este tipo de mujer sus futuras relaciones con el otro sexo considerando pues a la mujer como simple objeto erótico.

Los hombres, producto de la suma de estímulos que ven en los medios de comunicación, se da el machismo, y ven a la mujer como un ser inferior, como un trofeo, y les cuesta aceptar que ese trofeo puede ser mejor que él.

Las mujeres deben reprimirse, comportarse de un cierto modo, impuesto por una sociedad machista, deben cumplir con estereotipos para ser consideradas como mujer, repito:“las mujeres no se visten para ellas mismas, se visten para los hombres”

Se desprende de esto, que se crea en los miembros de la sociedad imágenes erradas e la mujer, más aún, incorporamos a nuestra vida diaria, el ver constantemente mujeres perfectas por televisión, ya usando el término perfecto sólo físicamente, pues nunca se muestran a nivel psicológico, y cuando lo hacen, se refleja la parte menos inteligente y poco familiar de ésta.

Lo imaginario social organiza el orden de lo ilusorio para cada sexo, instituyendo los géneros femenino y masculino. Ilusión (...) que también genera gran parte de sus procesos subjetivos y de los procesos materiales de la sociedad”.

A Nivel Político

En el plano político nos interesa como se legitima esta desigualdad; decir que el conflicto de los sexos es político, equivale a enunciar que involucra relaciones de poder: la mayoría de los hombres, siempre que haya una mujer, se coloca en una

Posición de mando, y/o protección, dirá Fernández, y las mujeres al mismo tiempo han legitimado este poder de los varones. Leyendo a Connel en “La organización Social de la Masculinidad”, el autor dirá que el eje principal de poder en el sistema de genero contemporáneo es la subordinación general de la mujer a la dominación de los hombres, estructura llamada patriarcado, y esta estructura aun existe, de otras formas por supuesto, porque aun tiene legitimidad, afirma el autor.

La discriminación en el área laboral, política y cultural contribuyen a que las mujeres circulen con gran desigualdad de oportunidades. “No es un accidente estadístico, sino parte de la construcción social de la masculinidad, que sean hombres y no mujeres quienes controlan las principales corporaciones y las grandes fortunas privadas

Por lo tanto es mucho más difícil reconocer a una mujer políticamente mas que a un hombre, ya que si todo el día se está viendo que la mujer no piensa, y es solo un objeto, difícilmente se puede confiar en sus habilidades y es muy fácil mirarlas en menos por el simple hecho de ser mujeres.

A Nivel Económico

Porque estamos inmergidos en una sociedad de consumo.

Otra perspectiva de la economía es que la mujer en la publicidad vende, esto puede traer consecuencias positivas y/o negativas.

Analicemos una publicidad: Una mulata que invita a disfrutar de sus pechos a quien pruebe su vaso de ron; una provocativa azafata con una cortísima minifalda utilizada como reclamo para promocionar una compañía aérea; un vientre con una flecha tatuada señalando el camino hacia el sexo para anunciar una marca de whisky... La grafica “para alentar a la selección en Alemania” muestra en un primer plano las colas de chicas que posan de espalda para la foto luciendo la camiseta de la selección Argentina y una microbiquini. El sexo vende. Y los anunciantes no dudan en utilizarlo aunque en muchos casos sea a costa de denigrar al sexo femenino.

Pierre Bordieu afirma que la sumisión femenina aporta una forma irreemplazable de reconocimiento, que hace de ello el objeto de existir y de existir como existe.Y agrega; es probable que el proceso de virilización en favor del cual conspira todo el orden social no pueda llevarse a cabo por entero más que con la complicidad de las mujeres, es decir, en y por la sumisión oblativa, atestiguada por la ofrenda del cuerpo (se habla de "darse") que constituye la forma suprema del reconocimiento otorgado a la dominación masculina en lo que tiene de más específico.

 

CONCLUSIÓN

Con seguridad, tendría otra opinión si observara por unos días la televisión Argentina. La saturación informativa sobre qué se hizo quién y cuándo es casi surrealista. Palabras como "lipos" (lipoaspiraciones), "liftings", siliconas, "toquecitos", suenan tan naturales como si se hablara de distintos modelos de vestidos, o como si acudir al quirófano fuera lo mismo que ir a la peluquería.

Esto es consecuencia (entre otras cosas) del trato que la publicidad hace de la mujer. La cosificación de la mujer es uno de los recursos mas utilizados para anularla simbólicamente.

Dentro de todo el contenido publicitario la mujer esta despersonalizada, sin identidad propia, solo pone su cuerpo y belleza.

Debemos unirnos y mentalizarnos todas/os de que la publicidad sexista hace mucho daño a la mujer, porque nos insulta y nos demuestra que en realidad, según ellos servimos para poco mas que la satisfacción del hombre. Sabemos perfectamente que hay muchas formas de anunciar los artículos, sin insultar a la mujer.

Debemos convencernos a nosotras mismas y también a las mujeres que aparecen en ese tipo de anuncios, deben negarse a trabajar en publicidad que pueda herir los sentimientos de cualquier ser humano, especialmente la mujer, ya que es la que más casos se encuentran de este tipo.

Si todas pusiéramos de nuestra parte, ésta situación cambiaría, ya que la gente se sentiría mas sensibilizada con este tema, que aparentemente es inofensivo pero que a la larga puede tener fatales consecuencias.

Mi deseo concluyendo este trabajo es que en Argentina se tomen medidas, ya sean impartidas por el gobierno o con la creación de Administraciones competentes contra los empresarios que maltratan a las mujeres en sus anuncios, presentándolas como meros trofeos para quienes compren sus productos. Ya que es utópico pensar que podríamos parar esto sin leyes que lo penalicen, pues es sabido que son trabajos que tienen una muy buena remuneración económica, entre otras cosas.

Acordamos con Amartya Sen, quien llamó a las mujeres "las ausentes". Sus planteamientos muestran la existencia de desigualdad de carencia y desigualdad de realización, las cuales deben ser resueltas para lograr igualdad en las naciones.

 

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