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Introducción a los Estudios de Género

1° Parcial Con Respuestas

Cátedra única

2do Cuat. de 2006

Altillo.com

1) ¿Cómo pueden relacionarse las necesidades sociohistóricas de la modernidad y la construcción de las subjetividades sexuadas en dicho periodo?


La modernidad significa en la historia de la humanidad una de las edades más fructíferas y creativas que el ser humano haya presenciado. Ella busco la felicidad humana por la ciencia y el progreso, quizás s equivocó.

La misma toma como modelo las ciencias duras, donde nacen las ciencias humanas y con ello, se plantea el individuo y la subjetividad como categorías a estudiar. No solo implica el nacimiento de un nuevo esquema lógico de pensamiento, sino que también lleva consigo el ocaso de dicho esquema, solo con la modernidad entra el hombre en el saber occidental. “Pensar al hombre (...) o sea instituir el conjunto de significaciones imaginarias de lo humano: he ahí, una de las características distintivas de la modernidad”1


El pensamiento de la Modernidad es un pensamiento universal que no contempla el pensamiento de la diversidad, es que el saber en tanto construcción humana esta moldeado por las condiciones económicas, sociales e históricas de la sociedad donde se desarrollan, y todo esto, sostenido por el poder, en realidad son “...discursos construidos por el poder hegemónico masculino y prestados como (...) universalistas.”2

La ciencia es una construcción que refleja el pensamiento dominante (masculino, dominante y jerarquizante) por lo tanto LA CONSTRUCCIÓN DE LAS NECESIDADES SEXUADAS DE DICHO PERIODO se enmarcan por un mundo dividido en mitades opuestas, la masculinidad existe solo en contraste con la feminidad, afirma Connel3 y como lo viéramos en reiteradas clases, el problema es “el tratamiento” que se le da a esa mitad (diferente, mujer, otro). “Él es sujeto, él es lo Absoluto. Ella es el otro.”4 Beauvoir afirma que la mujer no se reivindica como sujeto porque carece de los medios concretos y porque a menudo se complace en su papel de OTRO.

A.M. Fernández en “La mujer de la ilusión” postula que con el advenimiento de la modernidad se redefine lo denominado “espacio publico” y “espacio privado”, que dará la producción de nuevas formas de subjetividad. El primero será el espacio del hombre, la forma jurídica administrativa, es el contrato entre el ciudadano y su garante, el estado; a partir de allí las mujeres burguesas tuteladas por el padre y luego por el marido, desarrollaron sus vidas en el medio domestico, privado, de esposa y madre, en cambio las mujeres obreras han sido sujeto de contrato, pero por ser mujeres, con bajísimos salarios y en pésimas condiciones ambientales. Así el ámbito publico se caracteriza por saberes racionalizados ejercidos por especialistas(el hombre), y el privado es de saberes empíricos, domésticos, caracterizad por el sentimentalismo, ejercido por mujeres, es una labor que se hace por amor, sin salario alguno. “Lenguaje, poder y dinero, serán atributos masculinos, mientras que lo femenino se desarrolla en un mundo privado, definido como marginal, subalterno (...) la narrativa del privado impide ver en el mundo domestico otra cosa que afectos.”5

Entonces “la construcción sociohistórica de las subjetividades sexuadas” serán, consecuencia de cómo han sido las cosas, absolutamente desigual, desde lo privado, a través de la familia y el matrimonio se generan las condiciones para las formas de apropiación desigual del capital cultural y erótico, dirá Fernández, como también para las formas de desigual acceso de hombres y mujeres en el ámbito laboral.

Con la modernidad el hombre, “medida de todas las cosas”, funda en si, un lugar excepcional donde esta sólo él mismo, no tiene otra medida que él mismo “...un pensamiento hacia el develamiento de lo mismo (...) desde el a priori de lo mismo las condiciones de posibilidad de un saber sobre o humano estarán dadas desde categorías que abrirán identidades y no diferencias.”6 Lo mismo = es el hombre, Supuesto Andeocentrico H=h, postulara Fernández, porque las ciencias humanas históricamente homologaron Humano = hombre. y lo otro, lo diferente, el complemento, somos las mujeres. “Lo mismo, al no poder pensarse nunca como lo otro, se transforma en lo único.”7

Shorter, en su trabajo introductorio “El nacimiento de la familia moderna”, destaca el sentimiento como uno de los muchos factores que tienen preponderancia en este periodo. El galanteo, el amor romántico, deja de lado las condiciones materiales cuando se reunió a la pareja por elección propia, la prioridad del hijo en la jerarquía de valores de la madre (para una madre ningún interés puede sobreponerse al bienestar de su hijo afirmara el autor). Se hace hincapié en la fluida comunicación con el marido y la mujer bajo la forma de amor romántico.

“La satisfacción del poder dentro del ámbito domestico también contribuyo a ocultarle el obstáculo que este representaba para obtener poder en otros ámbitos de la sociedad”8 Lo que Schmukler señala es que en la incipiente modernidad, la subordinación de la esposa, que se arrastra como característico del sistema patriarcal, continuo debido a que la esposa pudo extender ese nuevo poder fuera de la vida domestica. “La mujer paso a cohesionar al grupo, rol que le había correspondido al patriarca en el parentesco anterior a la industrialización”9 El autor afirma que la mistificación del patriarcado durante el capitalismo define el trabajo de la mujer como acción de amor (no trabajo), así es como que se crea una alianza afectiva en donde el esposo le da alimento y ropa a la esposa (porque el sí trabaja) y ella se ocupa de la casa.

Al decir de Bonder en “Los estudios de la mujer y la critica epistemológica a los paradigmas de las ciencias humanas” la equivalencia H=h, es el supuesto básico subyacente a todo el conocimiento científico occidental. Esta equivalencia antológica asume una lógica, binaria, jerárquica y atributiva, ya que instituye a uno de los dos sexos, el masculino como modelo positivo del comportamiento humano, y así configura al otro sexo de atribuciones negativas.



2)  Justifique porqué para los Estudios de Genero, es fundamental considerar las dimensiones; Epistémicas, Políticas y Éticas, para problematizar la diferencia.


Introduciendo a Badinter, con su obra “La identidad masculina”, el autor dirá que genero es una categoría cultural. “Genero pasa a se una forma de denotar las construcciones culturales (...) de ideas sobre los roles apropiados para mujeres y hombres”10 Con palabras de Robert. W. Connel; el genero es una forma de ordenamiento de la practica social, responde a situaciones particulares y se genera dentro de estructuras definidas de relaciones sociales, asimismo el autor equipara la configuración de la practica con lo que los psicólogos han llamado personalidad/caracter, es decir que nada tiene que ver con lo biológico.

Respondiendo la pregunta es fundamental considerar estas tres dimensiones (política, ética y epistémico) porque los estudios de genero “... alumbran una construcción de sentido para ambos sexos que proporcionara nuevas perspectivas a viejos problemas.”11


A. Fernández en “La mujer de la Ilusión” afirma que abordar una Dimensión Epistémica de la diferencia de los géneros supone considerar, y cuestionar las categorías lógicas con las que esta escrita la historia (H=h y diferente=inferior), esas lógicas son las que sustentan un saber, son los a priori históricos que sustentan las teorías, los mitos, los discursos, etc. La operatoria en esta dimensión seria, como lo vimos en clase; “que lentes disponemos para mirar el mundo”, este mundo del a priori de lo mismo, de la homologación de lo genérico humano con lo masculino, así, las categorías para pensar la diferencia de los géneros se estructura desde una lógica atributiva,(que atribuye lo particular del hombre a todos los seres humanos) binaria, (porque alterna solo dos valores de verdad ) y Jerárquica (porque transforma uno de los dos términos en inferior).Apoyándonos en esto es que se nos propone deconstruir la dicotomía H=h que impregna la ciencia.

En paralelo a este andamiaje lógico de la episteme de lo mismo, tenemos los soportes narrativos, que respecto de las mujeres serán el naturalismo, el biologismo y el esencialismo, según A. Fernández, estos operan por oposiciones dicotomías en un sistema binario jerarquizante, donde los atributos femeninos serian como los defectos de los atributos masculinos. (Ej. Publico-privado / naturaleza-cultura)

“A través de la falacia biologista se distribuyen los lugares (...) subjetivos de hombre y mujer”12 La falacia naturalista sostiene la legitimación de la división de deberes en función del sexo y respecto a “los atributos por los cuales se define lo femenino (se inventa la mujer) son concebidos como una esencia universal”13

Fernández va a decir que el efecto recurrente de la combinatoria de este conjunto de operaciones es la naturalización de las desigualdades sociales y subjetivas de los géneros.

Entonces, es importante la consideración de estas dimensiones porque a la pregunta ¿qué es lo femenino? ¿Qué es lo masculino?, Cada época en función de sus “necesidades” delimita lo propio para cada sexo.

“Lo imaginario social organiza el orden de lo ilusorio para cada sexo, instituyendo los géneros femenino y masculino. Ilusión (...) que también genera gran parte de sus procesos subjetivos y de los procesos materiales de la sociedad”14. mas adelante la autora dirá que la teoría consagrada no solo ha producido un saber sino que ha instituido un régimen de verdad.

En el plano político nos interesa como se legitima esta desigualdad; decir que el conflicto de los sexos es político, equivale a enunciar que involucra relaciones de poder: la mayoría de los hombres, siempre que haya una mujer, se coloca en una posición de mando, y/o protección, dirá Fernández, y las mujeres al mismo tiempo han legitimado este poder de los varones. Leyendo a Connel en “La organización Social de la Masculinidad”, el autor dirá que el eje principal de poder en el sistema de genero contemporáneo es la subordinación general de la mujer a la dominación de los hombres, estructura llamada patriarcado, y esta estructura aun existe, de otras formas por supuesto, porque aun tiene legitimidad, afirma el autor.

La discriminación en el área laboral, política y cultural contribuyen a que las mujeres circulen con gran desigualdad de oportunidades. “No es un accidente estadístico, sino parte de la construcción social de la masculinidad, que sean hombres y no mujeres quienes controlan las principales corporaciones y las grandes fortunas privadas”15

En consecuencia “...la producción de tales legitimaciones es de gran importancia política, ya que transforma al diferente en inferior.”16

En cuanto a la dimensión Ética, Amartya Sen en “Los requerimientos de la igualdad” ha hecho un gran aporte al tema de la ética, la justicia social y la igualdad.

En relación con el tema de la igualdad, Sen plantea que la búsqueda de un término de igualdad o desigualdad que nos aglutine a todos, surge necesariamente de la gran diferencia de la que la humanidad forma parte. Debido a la dificultad para entendernos en este tema, propone que tratemos de encontrar unas semejanzas grupales que contengan las mismas variables en la diferencia o desigualdad y que comparemos estas semejanzas grupales con las semejanzas grupales de otro grupo diferente. De tal forma que vayamos creando unos principios en los que la gran mayoría quepa, evitando detenernos en pequeñas diferencias.
Sen contempla las exclusiones dadas dependiendo de la raza y el color. Con respecto a género es muy claro al afirmar que la mujer es víctima de una marcada desigualdad relacionada con el ingreso, la distribución del trabajo, las condiciones para la educación y las libertades, entre otras. Llamó a las mujeres "las ausentes". Sus planteamientos muestran la existencia de desigualdad de carencia y desigualdad de realización, las cuales deben ser resueltas para lograr igualdad en las naciones.