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Psicoanálisis Freud

Resumen de toda la materia

Cátedra: Laznik (ex - Cosentino)

2006

Altillo.com

Psicoanálisis (Resumen de toda la materia)

Ø Por qué produce síntomas histéricos las experiencias sexuales infantiles

Freud parte del descubrimiento de Breur de que los síntomas histéricos derivan de su determinismo de ciertas vivencias de eficacia traumática, como símbolos mnémicos de los cuales son reproducidas en su vida psíquica.

Freud aclara que la reconducción de un síntoma histérico a una escena traumática debe satisfacer dos condiciones:

Ø Idoneidad determinadota

Ø Fuerza traumática

Se da cuenta que la mayoría de las veces la escena que llega al análisis no cumple los dos requisitos. Entonces, él considera que tras una escena traumática se esconde una segunda que cumplirá las dos exigencias y cuya reproducción desplegara mayor efecto terapéutico.

La cadena asociativa siempre consta de dos eslabones, las escenas traumáticas forman nexos ramificados como un árbol genealógico.

Él descubre que no importa el caso o el síntoma inefactiblemente se termina por llegar al ámbito del vivenciar sexual. Él indica que en 18 casos de histeria corrobora esto.

El fundamento para la neurosis seria establecido en la infancia siempre por adultos y los niños entre si se transfiriesen la predisposición a contraer luego una histeria. Por otra parte Freud aclara que no interesa que muchos seres humanos vivencien escenas sexuales infantiles sin volverse histéricos, con tal de que todos los que se hayan vuelto histéricos haya vivenciados esas escenas.

Los recuerdos de las vivencias sexuales infantiles deben permanecer inconscientes. Solo en la medida en que son inconscientes pueden producir y sustentar síntomas histéricos.

Las escenas sexuales infantiles son enojosas prepuestas para el sentimiento del ser humano, contiene todos los excesos entre libertinos e impotentes. En todas las raras condiciones bajo las cuales la desigual pareja lleva adelante su relación amorosa; el niño librado en su desvalecimiento a esa voluntad arbitraria,

Despertado prematuramente a toda clase de sensibilidades desengaños que traen grandes consecuencias.

Suele suceder que la fuerza determinadora de las escenas infantiles se esconde tanto que inevitablemente se la descuide en un análisis superficial. Por lo tanto estas escenas son las que cumplen las dos condiciones para producir un síntoma. Suele suceder que uno cree haber encontrado la explicación de cierto síntoma en el contenido de las escenas posteriores; y luego en la trayectoria del trabajo, choca con el mismo contenido en una de las escenas infantiles, de suerte que en definitiva se ve precisado a decirse que la escena posterior debe su fuerza determinante de síntomas a su concordancia con las escenas tempranas.

No es la ultima mortificación, la que produce el llanto, el estallido de desesperación, el suicidio sino esa pequeña mortificación actual ha despertado y otorgado vigencia a los recuerdos de muchas otras mortificaciones, tras los cuales se esconde la mortificación mas grave, que se recibió en la niñez.

Ø Por qué se necesita más de una escena para explicar la etiología de la histeria

Para que un síntoma histérico se reconduzca a una escena traumática este debe cumplir dos condiciones: idoneidad determinadora y fuerza traumática.

Como la mayoría de las veces la escena final en la que se piensa que es causa del síntoma no cumple con estas dos condiciones; Freud llega a la conclusión que ningún síntoma histérico puede surgir de una vivencia real sola.

Él descubre que en la base de todo caso de histeria se encuentran una o varias vivencias de experiencia sexual prematura que deben reconocerse como la base para la reacción histérica frente a vivencias de la pubertad.

Las vivencias sexuales infantiles son la condición básica par la histeria pero no de manera inmediata, sino que permanecen ineficientes y solo cobran eficiencia patógena luego, cuando pasada la pubertad es despertada como recuerdos inconscientes.

Por lo tanto se necesita mas de una escena para explicar la etiología de la histeria, ya que ninguna de las escenas posteriores en que se generan los síntomas es la eficiente, y las vivencias genuinamente ineficientes no producen al principio efecto alguno.

Ø Cuál es la modificación que introduce Freud en la teoría de la defensa a partir de la etiología de la histeria

Freud había determinado que el estallido de la histeria se produce cuando a los pacientes les ocurre una situación inconciliable, es decir, cuando su yo se vio frente a una experiencia, una representación que infundió un afecto tan penoso que le resulta inconciliable, entonces pone en movimiento la defensa del yo e invita a la represión. La modificación que introduce Freud en la etiología de la histeria es bajo que condiciones ese afán defensivo tiene el efecto patológico de esforzar de manera efectiva hacia el inconsciente el recuerdo penoso del yo, y crea en su lugar un síntoma histérico.

La defensa del yo alcanza el propósito de esforzar fuera de la conciencia la representación inconciliable cuando en la persona, hasta ese momento sana, están presentes unas escenas sexuales infantiles como recuerdos inconscientes, y cuando la representación que se ha de reprimir puede entrar en un nexo lógico o asociativo con una de tales vivencias infantiles.

Los síntomas histéricos son retoños de unos recuerdos de eficiencia inconsciente

Ø Cuál es la condición que sostiene Freud en “manuscrito K” para que la inclinación a la defensa se vuelva perniciosa

Hay una tendencia a la defensa que e normal, es decir, una aversión a encauzar la energía psíquica de manera que origine displacer. Esta tendencia que se vincula con las condiciones, as fundamentales el mecanismo psíquico(ley de la constancia) es inofensiva, siempre que se trata de representaciones que en su momento, estuvieron anudadas con el displacer pero están incapacitadas para conquistar un displacer actual( distinto del recordado. Pero la inclinación a la defensa se vuelve perniciosa si se dirige contara representaciones que también como recuerdos pueden librar un nuevo displacer como es el caso de las representaciones sexuales. Aquí esta la única posibilidad de concretar que un recuerdo produzca a posteriori un libramiento mas fuerte de displacer que el que había producido la experiencia. Solo es necesario que entre la experiencia y su repetición en el recuerdo se intercale la pubertad que tanto intensifica. Sino se verifica una irritación sexual entes de la pubertad no se produce una neurosis de defensa. La neurosis de defensa debe cumplir dos condiciones de sexualidad e infantilismo. Sobrevienen por representaciones sexuales que suceden antes de la madurez sexual.

Ø Qué significa que las experiencias sexuales infantiles cobran eficacia posteriormente

Las vivencias infantiles son la condición para la neurosis de defensa pero no de manera inmediata, sino que permanecen ineficientes y solo cobran eficiencia patógena luego, cuando pasada la pubertad es despertada como recuerdos inconscientes. Por lo tanto el recorrido de las neurosis de defensa seria:

1) La experiencia sexual traumática prematura. Genuinamente eficiente pero que no produce efecto alguno al principio.

2) La represión de dicha experiencia, a causa de la contingencia posterior que despierta su recuerdo y, desde ahí, la formación de un síntoma primario.

3) Un estadio de defensa lograda que aparenta salud excepto por la existencia síntoma primario.

4) El estadio en el cual las representaciones primarias retornan y, en la lucha entre estas y él yo, se formo síntomas nuevos los de la propia enfermedad.

5) Un estadio de curación defectuosa.

Caso Emma:

Emma se encuentra bajo la compulsión de no poder ir sola a un negocio. Justifica esto con una escena de los doce años. Fue al negocio a comprar algo. Vio a dos empleados riéndose y salió sobresaltada. Esto le hace pensar que se ríen de su vestido.

Progresando se llega en el análisis a la aparición de un segundo recuerdo. Cuando era niña fue dos veces al negocio de un almacenero solo. El hombre le pellizco los genitales a través del vestido volviendo allí por segunda cosa que hoy se reprocha.

Si combinamos la escena 2 (almacenero) con la escena 1(empleados) podremos comprenderla. El nexo asociativo entre ambos es la risa de los empleados trae a la memoria el recuerdo de la sonrisa sardónica del almacenero. Las semejanzas entre ambas experiencias se dan en: negocio, empleados ríen, sola, vestido.

El recuerdo despierto, cosa que en aquel entonces no podía hacer, un libramiento sexual que se transforma en angustia.

De todo el proceso solo ha llegado a la conciencia el fragmento “vestido” y ha dado lugar a dos enlaces equivocados: que se ríen de ella por el vestido y que uno de los empleados ha provocando su deseo sexual; no ha entrado en la conciencia aquel eslabón que sustenta un interés(atentado) sino otro en tanto símbolo(vestido)

El recuerdo despertó un afecto que no había despertado como experiencia porque mientras tanto, el cambio propio de la pubertad ha hecho posible otra comprensión de lo recordado.

Ø En qué consiste la hipótesis auxiliar de neuropsicosis de defensa

En las funciones psíquicas es necesario distinguir algo que tiene todas las características de una cantidad, algo que es capaz de aumentar, disminuir, desplazarse y descargarse y que se expande por las huellas mnémicas de las representaciones tal como lo haría una carga eléctrica a través de la superficie de los cuerpos.

Esta cantidad, monto de afecto, suma de excitación.

En las neurosis de defensa por ejemplo se ve que los pacientes se ven ante una situación inconciliable que la persona decide olvidarla par disolver la contradicción de esa representación inconciliable.

En los pacientes semejante “olvido” no se logra y conduce a diferentes reacciones patológicas. Una vez que la huella mnémica y el afecto adherido a la representación están ahí, ya no es posible borrarlos. Pero se consigue que la representación intensa se vuelva débil arrancando de ella su monto de afecto. Sin embargo el monto de afecto separado de ella deberá encontrar otra aplicación.

La huella mnémica de la representación reprimida no fue hundida sino que a partir de este momento, conforma el núcleo de un segundo grupo. La representación atenuada queda al margan de toda asociación dentro de la conciencia pero su afecto liberado se acopla a otras representaciones no inconciliables, es decir, a representaciones sustitutivas, vale decir, síntoma.

En la histeria se vuelve inocuo, no sin síntoma, la representación inconciliable se traslada al cuerpo transformándola, no sin resto, la suma de excitación.

De allí que Freud considera como momento característico de la histeria no es la escisión de la conciencia de la conciencia sino la capacidad para la conversión.

En la neurosis obsesiva, la suma de excitación liberada se adhiere a otras representaciones, en si no inconciliables, que en virtud de ese enlace equivocado devienen representaciones compulsivas. No sin resto pues la fuente de donde proviene la suma de excitación, que sostiene el enlace equivocado no inscribe en la representación.

En la neurosis, en la medida en que la representación atenuada queda al margen de toda asociación dentro de la conciencia, el conflicto que se produce en el inicio deja una doble referencia: una marca, la representación debilitada y un resto, el afecto, que sostiene una conversión o una transposición.

En la neurosis, la represtación sexual se vuelve inconciliable después de haber encontrado una representación contradictoria con ella. En este encuentro opera la separación que hace posible la coordinación de la representación sexual con el afecto penoso y su transformación en representación inconciliable, que lleva, vía desplazamiento a la conversión en la histeria y a la obsesión en las neurosis obsesiva.

Ø Explicar los cambios que introduce Freud sobre el concepto de escisión de conciencia.

A partir de las hipótesis de una escisión de conciencia con formación de grupos psíquicos separados.

Janet afirma que la escisión de conciencia es un rasgo primario de la alteración histérica. Se basa en una fragilidad innata para la síntesis psíquica.

Freud demuestra que hay dos formas extremas de la histeria en las cuales la escisión de conciencia no puede considerarse primaria. En repetidas ocasiones pudo demostrar que la escisión del contenido de la conciencia es consecuencia de un acto de voluntad cuyo motivo puede establecerse. No afirma que le enfermo se proponga deliberadamente causar una escisión de conciencia.

Los pacientes habían gozado de salud psíquica hasta el momento que ocurrió una representación inconciliable que infundió un afecto tan penoso que la persona decidió olvidarla. Nunca se logran “olvido” semejante y, ese esfuerzo conduce a diferentes reacciones: Histeria, neurosis obsesiva o psicosis alucinatoria.

Una vez que la representación y el monto de afecto están adheridos ya no es posible borrarlos pero se puede volver la representación intensa en débil a través de arrancarle su monto de afecto; y esa representación debilitada ya no le ocasiona exigencias al trabajo de asociación; sin embargo, la suma de excitación separada debe encontrar otra aplicación.

En la histeria, la representación inconciliable se vuelve inofensiva al trasladar al cuerpo, transformándola la suma de excitación, realiza una conversión. Por lo tanto no podemos considerar como característico de la histeria la escisión sino la capacidad para la conversión.

En las neurosis obsesiva la representación atenuada queda al margen de la conciencia. Pero su afecto liberado se acopla ahora a otras representaciones inconciliables en si que, a través de este enlace equivocado se vuelven representaciones obsesivas compulsivas. La vida sexual era la que había aportado un afecto penoso.

Ø Como se produce según Freud, el pasaje de la histeria traumática a la histeria de conversión

Para él hay una total analogía entre la histeria traumática y la histeria común. La única diferencia es que allí intervino un solo gran suceso, un gran trauma; en cambio en la histeria común se asiste a una seré de sucesos plenos de afecto: toda una historia de padecimientos. Igualmente en el gran trauma mecánico de la histeria traumática no es el facto mecánico el eficaz, sino que lo es el afecto de tenor, el trauma psíquico.

Entonces el esquema de la histeria traumática, como Charcot lo formulo para las parálisis histéricas, vale universalmente para todos los fenómenos histéricos.

Suponga que un pesado madero cae sobre la espalda de un obrero. El golpe lo arroja al suelo, pero luego el se convence e que no fue nada y regresa a su casa. Pasadas unas semanas su brazo pende paralizado siendo que en le período intermedio lo había usado perfectamente. En otro caso Charcot produce artificialmente la parálisis de un enfermo. Charcot pone en hipnosis profunda al enfermo le da un golpecito en el brazo, el brazo cae paralizado y nuestra los mismos síntomas que en la parálisis traumática.

Lo que podemos ver es una analogía:

Antes, el trauma, en el segundo caso la sugestión traumática: el efecto es el mismo. Si el trauma de un caso puede ser sustituido, en otro, por la sugestión verbal, ello lleva a suponer que también en la parálisis traumática espontánea una representación semejante fue la responsable.

Entonces el trauma sería de todo punto de vista equiparable a la sugestión verbal. Es licito concebir que los fenómenos de la histeria común, siguiendo el mismo esquema valido para la histeria traumática; que, por tanto, toda histeria puede concebirse como una histeria traumática en el sentido del trauma psíquico y que todo fenómeno esta determinado con arreglo a la índole del trauma

Ø Como justifica Freud que los recuerdos de la infancia devengan como recuerdos encubridores

A menudo parece haberse conservado los recuerdos indiferentes y accesorios en tanto que en la memoria del adulto no se encuentran huella alguna de impresiones importantes, muy intensas y plenas de afecto.

Los recuerdos indiferentes de la infancia deben su existencia a un proceso de desplazamiento son el sustituto, en la reproducción de otras impresiones de efectividad sustantiva cuyo recuerdo se puede desarrollar a partir de ellos por medio de un análisis psíquico, pero cuya reproducción directa es estorbada por una resistencia. Puesto que deben su conservación, no a su contenido propio sino a un vinculo asociativo de su contenido con otro, reprimido.

Aun en los recuerdos conservados. Algunas imágenes mnémicas están con seguridad falseadas, son incompletas o fueron desplazadas en tiempo y espacio. La causa de estas equivocaciones no es sólo una simple infidelidad de la memoria. Intensos poderes de la vida posterior han moldeado la capacidad de recordar las vivencias infantiles. De esos recuerdos no poseemos la huella real y efectiva mnémica, sino una elaboración posterior de ella. Por lo tanto los “recuerdos de la infancia” llegan con total universalidad a adquirir el significado de unos “recuerdos encubridores”

Ø Resistencia: Núcleo patógeno, triple estratificación.

Freud descubre que algunos enfermos no eran hipnotizables. Por lo tanto comienza a ordenarle a los pacientes que se acostaran, cerraran los ojos y comenzaran a hablar. Vio que de esta manera salían a la luz representaciones patógenas y sentía él la tarea de tener que superar una resistencia. Él debía superar en el paciente una fuerza que contrariaba el devenir consciente de las representaciones patógenas. Es era la misma fuerza psíquica que coopero en la génesis del síntoma histérico y en aquel momento impidió el devenir consciente de la representación patógena.

Ante él yo enfermo se había propuesto una representación que demostró sé irreconciliable; que convoco una fuerza de repulsión del lado del yo cuyo fin era la defensa frente a esa representación irreconciliable. Esta defensa, la representación correspondiente fue esforzada afuera de la conciencia y del recuerdo. Empero esa huella continuaba presente; cuando, se empeñaba en dirigir la atención hacia ella, sentía como una resistencia.

Por lo tanto, el no saber, era en verdad un no querer saber, mas o menos consientes y la tarea del terapeuta ha superar esa resistencia de asociación mediante un trabajo psíquico.

La representación patógena supuestamente olvidada esta afrontada siempre en la cercanía, se la puede alcanzar mediante asociación, solo hay que remover algún obstáculo.

No siempre lo que aflora es unos recuerdos olvidado, es rarísimo que os recuerdos genuinamente patógenos se hallen tan a la superficie. Con mucho mas frecuencia emerge una representación que dentro de la cadena asociativa es un eslabón entre las representaciones de partida y la buscada patógena o una representación que constituye el punto de partida de una nueva serie de pensamientos y recuerdos a cuyo termino se sitúa la representación patógena.

En otros casos, evoca un recuerdo que es concebido en sí mismo para el enfermo, pero cuya aparición le causa asombro porque ha olvidado su vinculo con la representación de partida. Cuando un enfermo habla con menosprecio de una ocurrencia, es signo de una defensa lograda. Las representaciones patógenas aparecen como escasa de sustancia en su reflorecimiento. El proceso de defensa consistió en tornar débil la representación fuerte, arrancarle el afecto.

La mayoría de las veces no se tiene un síntoma histérico único, sino un conjunto de ellos independientes entre sí, en parte enlazado. No se debe esperar un único recuerdo traumático y una única representación patógena sino que es preciso estar preparado para encontrarse con series de traumas parciales y encadenamiento de ilaciones patógenas de pensamiento

Ø El material psíquico se figura como una producción de por lo menos una triple estratificación

En primer lugar un núcleo de recuerdos en los cuales hallo su plasmación más pura la idea patógena. En toro a este núcleo hallamos un material mnémico de diferente índole que es preciso reelaborar y que presta un triple ordenamiento.

Primero: un ordenamiento lineal o cronológico que invierte en la reproducción la secuencia de su génesis: la vivencia mas fresca y reciente aparece primero y la hoja de cierre esta constituida por aquella impresión que en realidad empezó la serie.

Segundo: Los temas(agrupamiento de recuerdos de una misma variedad en sentido lineal) Muestran una segunda manera de ordenamiento. Están estratificados de manera concéntrica alrededor del núcleo patógeno. Los estratos más periféricos contienen, de diferentes temas, aquellos recuerdos que se rememoran con facilidad y fueron siempre concientes. Cuanto más cerca sé esta del núcleo, se hacen más dificultoso discernirlos

Tercero: ordenamiento según el contenido del pensamiento. Este ordenamiento posee un carácter dinámico. El nexo lógico actúa como un sistema de líneas ramificadas y muy en particular convergentes. Tiene puntos nodales en el que coinciden dos o más hilos y en el núcleo desembocan por regla general varios hilos de trayectorias separadas o que muestran a techo conexiones laterales. Es muy notable que un síntoma es de determinismo múltiple de comando múltiple.

Ø Que relación establece Freud entre el camino regrediente del sueño y la naturaleza psíquica del desear.

El apremio a la vida asedia en la forma de grandes necesidades corporales.

La excitación impuesta por la necesidad interior buscara expresarse. Pero la situación se mantendrá inalterable(el niño llorara) solo puede sobrevenir un cambio cuando por algún camino se realiza la vivencia de satisfacción que cancela él estimulo interno. A esta vivencia corresponde una cierta percepción cuya imagen mnémica quedo, de ahí en adelante, asociada a la huella que dejo en la memoria la excitación producida por la necesidad. Otra vez que la necesidad sobrevenga se suscitara una moción psíquica que querrá producir otra vez la percepción misma. Reestablecer la situación de satisfacción primera. Una moción de esta índole es lo que se llama deseo. La reaparición de la percepción es el cumplimiento del deseo, y el camino mas corto para esto es el que va desde la excitación producida por la necesidad hacia la plena percepción.

En un estado primitivo del aparato, el camino se transita de esa manera y por lo tanto el desear termina en una alucinación.

Para conseguir un empleo de la fuerza psíquica más acorde a fines, se hace necesario detener la regresión de suerte que no va mas allá de la imagen mnémica y desde esta pueda buscar otro camino que lleva a establecer desde el mundo exterior la identidad deseada.

Toda la compleja actividad de pensamiento que se urde desde la imagen mnémica hasta el establecimiento de la identidad perceptiva por obra del mundo exterior no es otra cosa que un rodeo para el cumplimiento de deseo. Por lo tanto el pensar no es sino el sustituto del deseo alucinatorio, y en el acto se vuelve evidente que el sueño es un cumplimiento de deseo, puesto que solo un deseo puede impulsar a nuestro aparato anímico.

El sueño, que cumple sus deseos por el corto camino regrediente, no ha hecho sino mostrar un testimonio del modo de trabajo primario de nuestro aparato psíquico que se abandono por inadecuado.

Ø Por qué el apremio a la vida rompe con la idea de un aparato psíquico del tipo arco reflejo

Porque en la satisfacción de la necesidad da como resultado una huella mnémica que de ahí en adelante queda unida a una imagen mnémica. La huella mnémica consiste en alteraciones permanentes sobrevenidas en los elementos de los sistemas. Esto supone una modificación psíquica del esquema arco-reflejo.

El sistema delantero, recibe los estímulos perceptivos, ero nada conserva de ellos y por tanto carece de memoria y atrás de él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a las huellas permanentes. La base de asociación son los sistemas mnémicos.

Una mayor profundización nos muestra la necesidad de suponer varios elementos mnémicos. El primero de estos sistemas mnémicos contiene la fijación de la asociación por simultaneidad, los que están mas alejados se ordenaran según otra clase.

El sistema perceptivo que no tiene capacidad ninguna de memoria brinda a la conciencia toda clase de cualidades sensoriales. A la inversa nuestros recuerdos son es sí inconscientes. Es posible hacerlos conscientes. La instancia criticadora que trabaja en el sueño, mantiene relaciones mas estrechas con la conciencia. Se sitúa entre la “criticada” y la conciencia como una pantalla. El sistema criticador se sitúa en el extremo motor y lo llamamos reconsiente. Al sistema que esta detrás lo llamamos inconsciente porque no tiene acceso alguno a la conciencia sino es por vía del preconsiente, al pasar por él su proceso tiene que sufrir modificaciones.

La interpretación de los sueños.

Imaginamos al aparto psíquico como un instrumento compuesto por sistemas que han de poseer una secuencia fija entre ellos, o sea que, la excitación dentro de los sistemas recorra una determinada serie temporal.

Toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos y termina en innervaciones. En el extremo del aparato se encuentra un sistema que recibe las percepciones (extremo sensorial) y en el otro extremo se produce la motilidad (extremo motor.

De las percepciones que llegan a nosotros, queda en nuestro aparato psíquico una huella mnémica y la función de dicha huella es la memoria. La huella produce alteraciones permanentes en los elementos de los sistemas.

Suponemos que el sistema delantero recibe los estímulos perceptivos, pero nada conserva de ellos y por lo tanto carece de memoria y tras de él hay un segundo sistema que traspone la excitación momentánea del primero a huellas permanentes.

Las percepciones se revelan enlazadas entre sí en la memoria de acuerdo a la simultaneidad. Pero como la percepción no tiene memoria, suponemos que la base de la asociación son los sistemas mnémicos.

El sistema P que no tiene capacidad para conservar alteraciones brinda a nuestra conciencia toda la diversidad de cualidades sensoriales. A la inversa, los recuerdos son en sí inconscientes. En los sistemas y memoria y cualidad se excluyen entre sí.

Supusimos anteriormente, la existencia de dos instancias en el sueño: la instancia criticadora y la criticada.

La instancia criticadora mantiene con la conciencia relaciones estrechas. Se sitúa entre la criticada y la conciencia como una pantalla. Este sistema se inscribe en el extremo motor. Lo llamamos preconsiente.

Al sistema detrás lo llamamos inconsciente porque no tiene acceso alguno a la conciencia sino es por vía del preconsiente; en donde la excitación debe sufrir modificaciones.

La fuerza impulsadota para el sueño es el inconsciente. Durante el día la censura de la resistencia les ataja a los pensamientos oníricos este camino que lleva a la conciencia pasando por el preconsiente. En la noche se abre el acceso a la conciencia pero como? Si esto sucediese de manera en que a la noche se disminuye la resistencia entre el inconsciente y el preconsiente recibiríamos sueños que no mostrarían carácter alucinatorio. Entonces lo que sucede en realidad es que la excitación en vez de propagarse hacia el extremo motor, lo hace hacia el extremo sensorial, y por ultimo alcanza el sistema de percepciones.

Las intensidades adheridas a las representaciones son transferidas íntegramente de una a otra por obra del trabajo del sueño. Probablemente esta modificación del proceso psíquico es la que posibilita que el sistema P se invista hasta la plena vivacidad sensorial.

Ahora bien, teniendo en cuenta la frecuencia en los pensamientos oníricos de fragmentos de vivencias infantiles, no podemos rechazar la posibilidad de que la mudanza de pensamientos en imágenes visuales sea en parte consecuencia de la atracción que sobre el pensamiento desconectado de la conciencia ejerce el recuerdo que pugna por ser reanimado.

El soñar es en su conjunto una regresión, una reanimación de su infancia, de las mociones punciónales que gobernaban entonces.

En el adulto el deseo que quedo pendiente de cumplimiento durante el día no basta para crear un sueño. Contribuirá a incitar el sueño.

El deseo consciente solo deviene excitación de un sueño si logra despertar otro deseo paralelo inconsciente, mediante el cual se refuerza. Estos deseos inconscientes están siempre alertas, inmortales, se encuentran en estado de represión son de procedencia infantil.

Puede que no logremos por completo cesar las preocupaciones, problemas, lo que no se llevo a cabo hasta el final, lo no solucionado, lo rechazado, mientras dormimos. La actividad del pensamiento puede proseguir

Estas excitaciones producidas por estos restos de la vida diurna pugnan por expresarse. A ellas no le queda en el dormir otro camino que el que toman las excitaciones del inconsciente. Pero la fuerza impulsora la da el inconsciente, aporta el gasto psíquico.

Igualmente los restos diurnos son importantes ya que la sicología de la neurosis nos demostró que la representación inconciliable es incapaz de ingresar al preconsiente y que solo puede exteriorizarse si entra en conexión con una representación inofensiva que ya pertenezca al preconsiente.

Lo inconsciente urde sus conexiones de preferencias, en torno de aquellas impresiones y representaciones de lo preconsiente a la que se descuido por indiferentes,

Una impresión reciente (en todo sueño hay una) e indiferente. Las indiferentes no han ofrecido extensas asociaciones y a las recientes les falto tiempo. Los restos diurnos apoyan al inconsciente, el apoyo necesario para adherir la transferencia.

Ø Cual es el viraje que produce Freud en la formulación de la etiología de la neurosis en el texto “ Mis tesis...”

El cambio que produce Freud en la etiología de la neurosis es que, anteriormente consideraba una seducción real por parte de otros adultos o niños mayores como el papel principal en la etiología de las neurosis. Aquí en este texto agrega el papel de las fantasías(inversiones de recuerdos. Con anterioridad el no podía distinguir con certeza las fantasías de los hechos reales.

A partir de acá considera que muchas fantasías de seducción son intentos por defenderse del recuerdo de la propia practica sexual (masturbación infantil)

Por lo tanto cae por tierra la insistencia en el elemento “ traumático”. Lo que sigue en pies es que la práctica sexual infantil( espontánea o provocada) marca la dirección que seguirá la vida sexual tras la madurez.

También se modifica la concepción de los síntomas. Ya no aparecerían como retoños de los recuerdos reprimidos de vivencias infantiles, sino que entre los síntomas y las 46722844 impresiones infantiles se intercalan las fantasías. Estas se construirán a partir de los recuerdos infantiles, rebasándolos y se transponían directamente en los síntomas. Tras esta modificación, los “ traumas infantiles” fueron sustituidos por el “ infantilismo de la sexualidad”

La constitución sexual reafirma su primacía, así como la composición interna de la pulsion sexual misma.

El se da cuenta que en personas que habían permanecido normales sus historias infantiles sexuales no diferían de la de los neuróticos; por lo tanto; no importaban las excitaciones sexuales que un individuo hubiera experimentado sino, sobre todo su reacción, si había respondido o no con la represión. Así el neurótico maduro traía consigo de su infancia, una cuota de represión sexual. El análisis de los mismos mostraba que contraían la enfermedad como resultado del conflicto entre la libido y la representación sexual, ya que sus síntomas tenían el valor de compromiso entre ambas corrientes anímicas.

Ø Por que el inconsciente es dinámico

La represión no es un mecanismo de defensa presente desde el origen. No pude presentarse antes e que no hay una separación nítida entre actividad consciente y actividad inconsciente y su esencia consiste en rechazar algo de la conciencia y mantenerlo alejado de ella.

Una primera fase de la represión( la represión primaria) consiste en que al representante de la representación de la pulsion se le deniega la admisión a la conciencia. Así se establece una fijación. A partir de ese momento él representante en cuestión persiste inmutable y la pulsion sigue ligada a él.

La represión propiamente dicha ( represión secundaria) recae sobre los retoños psíquicos del represéntate reprimido. A causa de este vínculo, tales representaciones experimentan el mismo destino que lo reprimido primordial.

Debe tenerse en cuenta tanto la repulsión que se ejerce desde lo CC sobre lo que ha de reprimirse; así como la atracción que lo reprimido primordial ejerce sobre todo aquello con lo cual puede ponerse en conexión.

Freud ubica en la represión el pasaje del termino ICC descripto de dinámico puesto que afirma que la represión no impide al representante de la pulsion seguir existiendo en lo ICC, continuar organizándose, formar retoños y anudar conexiones. En realidad, la represión sólo perturba el vínculo con un sistema psíquico: el CC.

Él termina descriptivo del ICC sería que hay ciertas representaciones que están presentes en nuestra conciencia y de las que nos percatamos y que hay otras representaciones latentes, que nosotros no nos percatamos, a pesar de lo cual admitimos su existencia.

Pero una concepción dinámica del termino ICC admitiría que en la vida anímica de los neuróticos hay pensamientos eficientes, pero inconsciente, de los cuales provienen los síntomas. Mediante el análisis de los neuróticos se descubre que un pensamiento latente o ICC no necesariamente es débil y que su presencia en la vida anímica admite indirectas de su fuerza. Estos pensamientos tienen un carácter dinámico, a pesar de su intensidad y su acción eficiente se mantienen alejados de la Conciencia.

Tampoco es cierto que la represión mantenga alejados de la conciencia a todos los retoños de lo reprimido primordial. Si estos se han distanciado lo suficiente del representante reprimido, sea por las transposiciones que adoptaron, tienen acceso a la conciencia.

Cuando se práctica la técnica psicoanalítica se le pide al paciente producir esos retoños de lo reprimido y se observa que se dan una serie de pensamientos que se ven interrumpidos cuando el vínculo de estos con lo reprimido se hace sentir tan fuerte que se vuelve a repetir la represión.

Además Freud debe dar cuenta de un ICC dinámico puesto que la represión es en alto grado móvil, es decir que, no se consuma de una vez para siempre sino que exige un gasto de fuerza constante.

Ø Como define Freud la transferencia en el texto “ sobre la dinámica de la transferencia” y que tipos de transferencia describe.

Freud aclara que todo ser humano por efecto de sus disposiciones innatas y de los influjos que recibe en la infancia, adquiere una especificidad determinada para el ejercicio de la vida amorosa, o sea, para las condiciones de amor que establecerá y las pulsiones que satisfacer y las metas. Esto da por resultado un cliché que se repite en la trayectoria de la vida aunque, no se mantiene inmutable.

Una parte de estas mociones libidinosas han sido demoradas en el desarrollo y solo se despliegan en la fantasía o bien han permanecido en lo ICC. Otro sector ha llegado a un pleno desarrollo psíquico y se ha vuelto hacia la realidad objetiva.

Ahora cuando la necesidad de amor de alguien no esta satisfecha de manera exhaustiva por la realidad, la persona se vera precisado a volcarse con una expectativa libidinosa hacia cada nueva persona que aparezca. Por lo tanto en el caso de la terapia psicoanalítica la investidura libidinal se vuelve hacia la figura del médico.

Esta investidura se atenderá a modelos, se anudara a uno de los clisés preexistentes en la persona en cuestión. Insertara al médico en una de las series psíquicas que el paciente ha formado hasta el momento.

A este proceso Freud lo denomina transferencia. La transferencia salta como la más fuerte resistencia al tratamiento. Si se persigue un complejo patógeno desde lo CC hasta su raíz en lo ICC, se entra en una región en donde la resistencia se hace valer con tanta nitidez. En este punto, sobreviene la transferencia.

Si algo del material del complejo es apropiado para ser transferido sobre la persona del medico, esta transferencia produce, da por resultado la ocurrencia inmediata y se enuncia mediante los indicios de una resistencia(detención de ocurrencias. De esto inferimos que la idea transferencial ha irrumpido en la conciencia a expensas de todas otras posibilidades de ocurrencia porque presta acatamiento a la resistencia.

La transferencia se nos aparece, como el arma más poderosa de la resistencia.

El mecanismo de la transferencia se da por el afronte de la libido que ha permanecido en posesión de imagos infantiles. La libido se ha internado por el camino de la regresión(se produce la regresión por la frustración o insatisfacción del mundo) y reanima imagos infantiles cada vez que la cura analítica tropieza con la libido retirada, estalla un combate. Todas las fuerzas que causaron la regresión de la libido se llevaron como resistencias al trabajo para mantenerse en ese estado.

Pero la transferencia puede servir también para facilitar la confesión. Por lo tanto es necesario separar una transferencia positiva de una negativa. La positiva a la vez se descompone en la de sentimientos amistosos conscientes y inconscientes; que se remontan a fuentes eróticas.

El psicoanálisis demuestra que las personas estimadas o admiradas pueden seguir siendo objetos sexuales para lo inconsciente.

La transferencia sobre el médico resulta apropiada como una resistencia cando es una transferencia negativa, o una positiva de mocione eróticas reprimidas.

Cuando se “cancela” la transferencia haciéndola conciente, solo hacemos desasirse de la persona del médico esos dos componentes; en cuanto al componente susceptible de conciencia y no chocante, subsiste y es el portador del éxito.

Dominar los fenómenos de la transferencia depara al psicoanalista las mayores dificultades. Pero justamente ellas nos brindan las posibilidades de volver actuales y manifiestos las mociones de amor escondidas y olvidadas de los pacientes.

Es en este campo donde se debe obtener la victoria cuya expresión será sanar la neurosis.

Ø Qué significa que los síntomas son la práctica sexual de los enfermos.

Los síntomas son el sustituto de una serie de procesos anímicos investidos de afecto, deseo y aspiraciones, a los que en virtud de un proceso psíquico (la represión) se les ha denegado el acceso a la conciencia. Estas formaciones de pensamiento que han quedado relegadas al estado ICC aspiran a una expresión, a una descarga y en la histeria lo encuentran en el proceso de conversión en fenómenos somáticos.

Los síntomas son un sustituto de aspiraciones que toman su fuerza de la pulsión sexual. Entre le esforzar de la pulsión y la acción contrarestante de la desautorización sexual se sitúa el recurso a la enfermedad. Esto no da una solución al conflicto sino que en su intento de escapar musa las aspiraciones libidinosas en síntomas.

Los síntomas no nacen únicamente a expensas de la llamada pulsión sexual normal, sino que constituyen la expresión convertida de pulsiones que se designarían perversas si pudieran exteriorizarse directamente. Por lo tanto los síntomas se forman en parte a expensas de una sexualidad anormal, la neurosis es el negativo de la perversión.

Entre los formadores de síntomas e encuentran las pulsiones parciales que la mayoría d las veces se presentan en pares de opuestos: por ejemplo la pulsion de ver y de la exhibición, la pulsión de la crueldad activa y pasiva.

En un caso de neurosis rara vez se encuentra una sola de estas pulsiones, la mayor de las veces hallamos un gran numero de ellas y por regala general, huellas de todas. Empero la intensidad de cada pulsión es independiente del desarrollo de las otras.

Ø Qué son las zonas erógenas

Lo que distingue a las pulsiones sexuales es sus relaciones con sus fuentes somáticas y con sus metas.

La fuente de una pulsión es un proceso excitador en el interior de un órgano, y al órgano afectado, se lo denomina zona erógena de la pulsion parcial.

Por ejemplo en las inclinaciones perversas por la cavidad bucal y la abertura anal, el papel de la zona erógena es visible. Es comporta como una parte del aparato genital.

En la histeria resalta más nítidamente la significación de las zonas erógenas como aparatos colaterales y subrogados de los genitales. Pero en las otras neurosis es solamente menos notoria, pues la formación del síntoma se cumple en regiones del aparato anímico mas alejadas de los diversos centros que gobiernan al cuerpo.

En el placer de ver y de exhibirse, el ojo corresponde a una zona erógena. En el caso del dolor la piel es la zona erógena.

Ø Cuáles son los tres caracteres esenciales de una exteriorización sexual infantil

-meta sexual entorno a una zona erógena

-auto erótico

-apuntalamiento

La zona erógena es un sector de la piel o de mucosa en el que estimulaciones de cierta clase provocan una sensación placentera. Existen zonas erógenas predestinadas como la boca pero cualquier otro sector de la piel o de la mucosa puede servir como zona erógena.

La meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir satisfacción mediante la estimulación apropiada de la zona erógena, que de un modo u otro se ha escogido.

La necesidad de repetir la satisfacción se trasluce por:

1) un peculiar sentimiento de tensión, que pone el carácter mas bien de displacer, y una sensación de estímulo condicionada centralmente proyectada a la zona erógena periférica.

La meta provocaría sustituir la sensación de estímulo proyectada sobre la zona erógena, por aquel estímulo externo que la cancela al provocar la sensación de satisfacción

2) La otra característica de la sexualidad infantil es que la práctica sexual, no esta dirigida hacia otra persona; se satisface enel propio cuerpo.

Los labios del niño (por ejemplo en el chupeteo) se comportan como una zona erógena, y la estimulación por el aflujo de la leche fue la causa de la sensación placentera. Al comienzo está satisfacción de la zona erógena se asocio con la necesidad de alimentarse

3) la vida sexual infantil nace apuntalada en una de las funciones que sirven para la conservación de la vida, y solo más tarde se independizan de ella.

En el chupeteo vemos que esta nace apuntalándose en una de las funciones corporales importantes para la vida, todavía no conoce un objeto sexual porque es auto erótica y su meta sexual se encuentra bajo el imperio de una zona erógena.

Ø A que se refiere Freud con “disposición perverso poliforma”

Par Freud existe una pulsión sexual desde la infacia. Para él en neonato trae consigo germenes ed mociones sesxuales que siguen desarrollandose durante cierto lapso, y luego sufren una progresiva sofocación.

En el niño no se han erigido o están en formacion los diques anímicos contra los excesos sexuales : la vergüenza, el asco y la moral. El niño encontrar gusto en todas las pervesiones y las realizara.

La vida sexual del niño es esencialmente autoerotica( su objeto sexual es su propio cuerpo) y sus pulsiones parciales aspiran a conseguir placer cada una por su cuenta, enteramente desconectadas entre sí, esto permite demostrar la disposicion perversa polimorfa del niño.

Igaulmente, a veces, la vida sexual del niño muestra componentes que envuelven a otras objetos sexuales. Por ejemplo la pusión de ver y de exhibir y de la crueldad. Por ejemplo el niño tiene complacencia en mostrarse desnudo y sient placer en ver los genitales de otras personas. La moción cruel y su enlace con las zonas erógenas trae consecuencias en la vida.

El punto de llegada del desarrollo lo constituye la vida sexual del adulto llamada normal; en ella, la consecución de placer se ha puesto al servicio de la reproducción, y las pulsiones parciales, bajo el primado de una única zona erógena, formando una organización sólida para el logro de la meta sexual en un objeto ajeno.

Ø Nombre y explique las organizaciones pregenitales:

Freud denomina organizaciones pre-genitales a las organizaciones de la vida sexual en que las zonas genitales no han alcanzado su papel hegemónico.

A) Organización pregenital oral o canibálica:

La actividad sexual no se ha separado todavía de la nutrición, ni se han diferenciado opuestos dentro de ella. El objeto de una actividad es también el de la otra; la meta sexual consiste en la incorporación del objeto.

B) Organización sádico- anal

Se ha desplegado la división en opuestos pero no se los puede llamar masculino y femenino sino que es preciso decir activo y pasivo.

La actividad es producida por la pulsión de apoderamiento a través de la musculatura del cuerpo, y como órgano de meta sexual pasiva se constituye ante todo la mucosa erógena del intestino, empero los dos objetos de esas aspiraciones no coinciden.

En esta fase ya son pesquisables la polaridad sexual y el objeto ajeno. Faltan todavía la organización y la subordinación a la función de la reproducción.

Esta forma de organización sexual puede conservarse a lo largo de toda la vida y atraer permanentemente hacia sí buena parte de la práctica sexual.

Los pares de opuestos están plasmados en un grado aproximadamente igual (ambivalencia)

Ø Qué entiende Freud por pulsión

Freud entiende a la pulsión como el representante psíquico de una fuente de estímulos intra somática en continuo fluir, a diferencia del estimulo que es producida por excitaciones singulares provenientes desde afuera. Así pulsión es uno de los conceptos de deslinde de lo anímico con respecto a lo corporal.

En sí no poseen cualidad alguna, sino que han de considerarse como una medida de trabajo para la vida anímica.

Lo que distingue una pulsión de otra es su relación con las fuentes somáticas y con sus metas. La fuente de una pulsión es un proceso excitador en el interior de un órgano y su meta consiste en cancelar ese estímulo de órgano.

La pulsión es una fuerza constante que ataca desde el interior del cuerpo por lo tanto una huída no vale para nada contra ella.

Llamamos “necesidad” al estímulo pulsional lo que cancela esta necesidad es la satisfacción.

La incapacidad de huir de los estímulos pulsionales plantea exigencias elevadas al sistema nervioso y sobre todo lo obligan a su propósito ideal de mantener alejados a los estímulos puesto que producen un aflujo continuado e inevitable de estos.

Las pulsiones son los genuinos motores de actual nivel de desarrollo del sistema nervios.

La pulsión aparece como un concepto fronterizo entre lo anímico y lo somático como un representante psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo, como una medida de exigencia de trabajo que es impuesta a lo anímico a consecuencia de su trabazón con lo corporal.

-Esfuerzo: suma de fuerza o la medida de exigencia de trabajo que ella representa. Toda pulsión es un fragmento de actividad.

-Meta: en todos los casos la meta es la satisfacción que solo puede alcanzarse cancelando el estado de estimulación en la fuente de la pulsión.

-objeto: el objeto de la pulsión es aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta la pulsion.

Es lo más variable en la pulsión, no está enlazado originariamente con ella sino que se le coordina sólo a consecuencia de su aptitud para posibilitar la satisfacción. Pude ser un objeto ajeno o como parte del propio cuerpo. Puede ocurrir que un mismo objeto sirva simultáneamente a la satisfacción de varias pulsiones. Un lazo particularmente íntimo de la pulsión con el objeto se acusa como fijación de aquella.

-Fuente: proceso somático, interior a un órgano o a una parte del cuerpo, cuyo estímulo es representado en la vida anímica por la pulsión.

Freud, en este texto “Pulsiones y destinos de pulsion” propone dividir las pulsiones primordiales en pulsiones yoicas o pulsiones de auto conservación y las pulsiones sexuales.

Las sexuales, buscan el placer y las otras tienen por meta la auto conservación del individuo.

Estas pulsiones no siempre son conciliables entre sí, a menudo entran en un conflicto de intereses, y la oposición entre las representaciones son la expresión de las luchas entre las pulsiones singulares.

Él “yo” se siente amenazado por las exigencias de las pulsiones sexuales y se defiende de ellas mediante unas represiones que no siempre alcanzan el éxito deseado, sino que tienen por consecuencia formaciones sustitutivas de lo reprimido y penosas formaciones reactivas del yo

Destinos de las pulsiones sexuales:

Las pulsiones sexuales son numerosas, brotan de múltiples fuentes orgánicas, al comienzo actúan con independencia unas de otras y sólo después se reúnen en una síntesis más o menos acabada.

La meta a la que aspira cada una de ellas es el logro de placer de órgano, solo tras haber alcanzado la función de reproducción.

En una primera aparición se apuntalan en las pulsiones de conservación.

Destinos(variedades de la defensa):

1) El traslado hacia lo contrario

2) La vuelta hacia la persona propia

3) La represión

4) La sublimación

1) La vuelta de una pulsión de la actividad a la pasividad: la meta activa(martirizar, mirar) es reemplazada por la pasiva (ser martirizado, mirado. El traslado en cuanto al contenido se ve en la mudanza del amor en odio.

2) La vuelta hacia la propia persona: se ve en que el masoquismo es sin duda un sadismo vuelto hacia el propio yo, y la exhibición lleva incluida el mirarse el propio cuerpo. Lo esencial en este proceso es entonces el cambio de vía del objeto, manteniéndose inalterada la meta

Diferencie estimulo de pulsión:

El estímulo aportado al tejido vivo desde afuera es descargado hacia fuera mediante una acción. Esta acción es acorde al fin por el hecho de que sustrae a la sustancia estimulada de la influencia del estímulo, la aleja.

No debemos equiparar pulsión y estimulo psíquico pues hay para lo psíquico estímulos diferentes a los pulsionales: por ejempli sí la luz hiere el ojo, no es un estímulopulsional, sií lo es sentir sequedad en la mucosa de la garganta.

El estímulo supone que opera de un solo golpe por tanto, se lo puede despachar mediante una única acción adecuada, la huida motriz.

La pulsión, en cambio, no actúa como una fuerza de choque momentánea, sino que siempre como una fuerza constante. Puesto que ataca desde el interior del cuerpo.

Ø Articule amnesia infantil y amnesia histérica.

Freud alude en su texto “ tres ensayos” que sí bien hay ciertas noticias de la práctica sexual de los niños siempre aparecen en las biografías existentes como excepciones o horrorosos ejemplos de corrupción

La razón de que no se haya reconocido con claridad la existencia de una pulsión sexual en la infancia es causa de la amnesia infantil, amnesia que en la mayoría de los seres humanos cubre los primeros años de su infancia.

En esos años reaccionábamos con vivacidad frente a las impresiones, mostrábamos amor, celos y otras pasiones que luego de adultos nada de eso sabemos.

Esas mismas impresiones que hemos olvidado dejaron, no obstante, las más profundas huellas en nuestra vida anímica y pasaron a ser determinantes para toda nuestro desarrollo posterior. No puede tratarse, pues, de una desaparición real de las impresiones infantiles, sino de una amnesia de vivencias posteriores y cuya esencia consiste en un apartamento de la conciencia.

La amnesia neurótica solo se vuelve explicable por la circunstancia de que el individuo, ya posee un acervo de huellas mnémicas que se han sustraído a su conciente y que ahora, mediante una ligazón asociativa arrastran hacia sí aquello sobre lo cual actúan, desde la conciencia, las fuerzas repulsoras de la represión. Sin amnesia infantil no habría amnesia histérica. Pues la amnesia infantil, convierte la infancia de cada individuo en un tiempo anterior, y le oculta los comienzos de su propia vida sexual, es la culpable de que no se haya otorgado valor al período infantil en el desarrollo de la vida sexual.

Ø Qué es la pulsión de saber

El esfuerzo de saber de los niños no se despierta de una manera espontánea sino bajo el influjo de las pulsiones egoístas que lo gobernaron cuando los afecta la llegada de un nuevo hermanito. Aquellos niños que no tengan un hermanito pueden ver que sucede en otros hogares. El miedo de que ese acontecimiento lo prime de amor lo lleva a volverse reflexivo. El primer problema que lo ocupa es de donde vienen los niños. El niño demanda una respuesta a los padres, que para él significan la fuente de saber. Reciben una respuesta evasiva o una reprenda. Los niños están descontentos con esta solución y además a partir de este engaño y rechazo alimentan desconfianza hacia los adultos.

Así se vivencia el primer conflicto psíquico, pues unas opiniones por las que sienten una predilección pulsional, pero no son “correctas” para los grandes entran en oposición con otras dadas por la autoridad de los grandes pero que no son creíbles para ellos.

Esta investigación, es muy raro que se le recree fuera del análisis; ha caído bajo la represión.

Construyen los niños teorías falsas, que a pesar de ser falsas contienen un fragmento de verdad. Lo que esas teorías tienen de correcto se explica por su proveniencia de los componentes de la pulsión sexual. Tales supuestos no han nacido del libre albedrío psíquico ni de unas impresiones casuales; sino de las objetivas necesidades de la constitución psiccosexual.

La primera teoría de la universalidad del pené: atribuyen a todso los seres humanos un penen. El pené para el niño es el principal objeto sexual autoerótico, y es lógico que la alta estima de este se refleje en la incapacidad para representarse sin ese esencial ingrediente a una personalidad parecida al yo.

Si llegase a notar la falta de pené en una niña no cambiaria de opinión y pensara que tiene pero que le falta que le crezca. La niña comparte la estimación por él penen. Esa estimación estará comandada por la envidia. Se siente perjudicada por la falta- envidia que culmina en el deseo de ser un varón. Su ignorancia de la vagina lleva a la niña a construir la segunda teoría.

Si el hijo crece la panza es sacado de ahí por la abertura del intestino. El hijo es evacuado como un excremento. La teoría de la cloaca, valida para los animales, es la más natural.

Si los hijos nacían por el ano, el niño podía parir como la mujer. De este modo actuaba su erotismo anal de manera más vivaz.

La tercera teoría se produce cuando son testigos del comercio sexual entre sus padres; llegando a concebir ka concepción sádica del coito: ven en él algo que la parte más fuerte le hace a la más débil con violencia. La teoría sádica del coito es también expresión de uno de los componentes innatos sexuales y por eso lleva razón en cierto tramo, colige en parte la esencia del acto sexual y la “lucha entre sexos” que lo procede.

Como confirmatoria de su concepción, el niño puede descubrir huellas de sangre en la cama o en la ropa interior de la madre, son para él pruebas de que hubo agresión entre el padre y la madre. El niño también se ocupa de saber que es estar casado y responde de diversos modos. Lo común a todas las respuestas es que estar casado, parece prometerse en una satisfacción placentera y la remoción de la vergüenza. Por ejemplo: orinar cada uno en presencia del otro, mostrarse la cola.

La investigación sexual infantil ignora el papel del semen fecundante y la existencia de la abertura sexual femenina por lo tanto, los esfuerzos del investigador resultan por lo general infructuoso y terminan en la renuncia que no rara vez deja como secuela un deterioro permanente de la pulsión de saber.

Ø Por qué el hallazgo de objeto es un reencuentro

Durante la pubertad se afirma el primado de las zonas genitales. Al mismo tiempo, se consuma el hallazgo de objeto, preparado desde la infancia.

Cuando la primerísima satisfacción sexual estaba todavía conectada con la nutrición, la pulsión sexual tenía un objeto fuera del cuerpo: el pecho materno. Lo perdió sólo más tarde, cuando el niño pudo formarse la representación global de la persona. Después la satisfacción pasa a ser, autoerótica. El hecho de mamar el niño del pecho de su madre se vuelve paradigmático para todo vínculo de amor.

El hallazgo de objeto es propiamente un reencuentro. Luego que la actividad sexual se divorcio de la nutrición, resta una parte considerable que ayuda en la elección de objeto y, así restaura, dicha perdida.

A lo largo de todo el período de latencia el niño aprende a amar a otras personas que remedian su desvalimiento. El trato del niño con el que lo cuida es para él una fuente continua de excitación y de satisfacción sexuales a partir de las zonas erógenas y tanto mas porque esa persona lo acaricia, besa, mece y claramente lo toma como sustituto de un objeto sexual de pleno derecho

Ya sabemos que la pulsión sexual no es despertada sólo por excitación de la zona genital; lo que llamamos ternura infaliblemente ejercerá su efecto un día también sobre las zonas genitales. Cuando la ternura que los padres vuelcan sobre el niño ha evitado despertare la pulsión sexual prematuramente. La pulsión debe cumplir su cometido: conducir al niño hasta la elección de objeto sexual.

Por lógica el niño elegiría a las personas que ama desde la infancia como objetos sexuales. Pero se han erigido en el trascurso de su desarrollo además de otras inhibiciones sexuales, la barrera del incesto, que excluye justamente de la elección de objeto a los familiares consanguíneos.

El respeto de esta barrera es sobre todo una exigencia cultural de la sociedad.

Dada la importancia de los vínculos infantiles con los padres para la posterior elección de objeto sexual, es fácil comprender que cualquier perturbación de ellos haga madurar las más serías consecuencias para la vida sexual adulta.

Ø Cuál hipótesis desarrolla Freud en “ Lo inconsciente” para situar el estatuto de la representación ICC y su diferencia con la preconsiente

Todo acto psíquico atraviesa por dos fases de estado. En la primera fase él es inconsciente y pertenece al sistema ICC; si a raíz del examen es rechazado por la censura, se le deniega el pasao a la segunda fase; entonces se llama “reprimido” y tiene que permanecer ICC, pero sí sale airoso de este examen entra en la segunda fase y pertenece al segundo sistema. No es aún consciente pero es susceptible de conciencia.

Freud se pregunta que sucede con ese acto psíquico que experimenta la transposición del sistema ICC al CC. Su primera hipótesis es la hipótesis tópica (hipótesis de lugar. El supuesto tópico se enlaza con un divorcio tópico entre los dos sistemas y la posibilidad de que una representación esté presente al mismo tiempo en dos lugares del aparato psíquico y aún de que se traslade de un lugar a otro sino esta inhibida por la censura sin perder su primera trascripción.

Freud rechaza este supuesto puesto que si comunicamos a un paciente una representación que él reprimió antes, ello no modifica su estado psíquico; sobre todo no cancela la represión ní, hace que sus consecuencias cedadn por el hech de que la representación antes ICC deenga CC. Al contrario al principio solo había una desautorización.

En realidad la cancelación de la represión no sobreviene hasta que la representación CC, tras vencer las resistencias entra en conexión con la huella mnémica ICC.

El tener oído y tener vivenciado son dos cosas por entero diferentes, por más que posean idéntico contenido.

Esto lleva a Freud a componer un segundo supuesto que afirma que el paso del sistema ICC al PRECC no acontece mediante una trascripción nueva, sino mediante un cambio de estado, una mudanza de investidura. La represión consiste en que a la representación PRECC se le sustraiga su investidura y entonces la representación queda desinvestida o recibe investidura del ICC o conserva la investidura del ICC que ya tenía. Puesto que la representación reprimida sigue teniendo capacidad dentro del ICC, conserva su investidura. Además de la sustracción, se necesita de otro proceso que sirva para explicar la situación cuando estuviera en juego la represión primordial puesto que no posee investidura del PRECC y, por tanto no puede serle sustraída. Este proceso es la contra investidura. Ella representa el gasto de energía permanente de una represión primordial, pero es también la que garantiza su permanencia. La contra investidura es el único mecanismo de la represión primordial; en la represión propiamente dicah se suma la sustracción de investidura PRECC.

Freud luego va a modificar este supuesto y va a declarar que la diferencia entre una representación consciente y una representación ICC no se da por diversas transcripciones del mismo contenido en diferentes lugares, ni diversos estados funcionales de investidura en el mismo lugar sino que la representación CC abarca la representación-cosa más la correspondiente representación-palabra y la ICC es la representación-cosa sola. El sistema ICC contiene las investiduras de objeto primeras y genuinas; el sistema PRECC nace cuando esa representación-cosa es sobre investida por el enlace con las representación-palabra. Tales sobre investiduras, son las que producen una organización psíquica más alta y posibilitan el relevo del proceso primario por el proceso secundario que gobierna en el interior del PRECC:

La represión actúa impidiendo que se produzca el enlace entre la representación palabra y la representación cosa. La representación no aprehendida en palabras, o el acto psíquico no sobre investido, se queda atrás en el interior del ICC, como algo reprimido.

Ø Como introduce Freud el concepto de pulsión y conflicto psíquico en el texto “ Mis tesis...”

Él introduce el concepto de pulsión a raíz que el se da cuenta que el no había tenido en cuenta con anterioridad el papel de la fantasía en la contracción de una neurosis. Él había sobreestimado la exagerada insistencia en los influjos accidentales que afectaban la sexualidad.

Al ceder terreno los influjos accidentales del vivenciar, los factores de la constitución reafirmaron su primacía. El intenta descubrir los múltiples aspectos de la constitución sexual, así como la composición interna de la pulsión sexual y las diversas fuentes orgánicas que contribuyen a originarla.

Freud a través de diferentes averiguaciones descubre que personas que habían permanecido normales brindaron un resultado inesperado:

Sus historias sexuales infantiles no se distinguían esencialmente de la vida sexual de los neuróticos.

Por tanto, no importaba las excitaciones sexuales que un individuo hubiera experimentado es su infancia, sino, sobre todo, su reacción frente a estas vivencias. Si había respondido o no con la represión.

El individuo maduro neurótico traía consigo una cuota de represión sexual y el análisis de los mismos mostraba que contraían su enfermedad como resultado del conflicto entre la libido y la represión sexual, y que sus síntomas tenían el valor de compromiso entre ambas corrientes anímicas.

La disposición sexual del niño es variada, merece ser llamada “ perversa polimorfa”, y el comportamiento de la función sexual llamada normal surge, por represión de ciertos componentes.

La norma resultó ser el fruto de la represión de ciertos componentes de las disposiciones infantiles y de la subordinación de las restantes bajo el primado de las zonas genitales y al servicio de la función de reproducción: las perversiones correspondían a perturbaciones de esta síntesis por obra del desarrollo hiperpotente como compulsivo, de alguna de las pulsiones parciales; y en cuento a la neurosis reconduce a una represión excesiva de las aspiraciones libidinosas. Por lo tanto puede decirse que las neurosis son el “negativo” de la perversión.

Ø Como define Freud al síntoma

Los síntomas son actos perjudiciales, o, al menos inútiles para la vida en su conjunto. Su principal perjuicio consiste en el gasto anímico que ellos mismos cuestan y, además, en el que se necesita para combatirlos.

Los síntomas son el resultado de un conflicto que se libra en torno de una nueva modalidad de satisfacción pulsional. Las dos fuerzas que se han enemistado vuelven a coincidir en el síntoma; se reconcilian gracias al compromiso de la formación de sintoma.

Los síntomas crean un sustituto para la satisfacción frustrada; lo hacen por medio de una regresión de la libido a épocas anteriores, a la que va ligado el retroceso a estadios anteriores del desarrollo en la elección de objetos o en la organización.

Las representaciones sobre las cuales la libido transfiere ahora su energía pertenecen al ICC y están sometidas a los procesos de condensación y desplazamiento.

La contradicción que se había levantado contra ellas en el interior del yo las persigue y las fuerza a escoger una expresión que pueda convertirse al mismo tiempo en la suya propia.

Así el síntoma se engendra como un retoño del cumplimiento de deseo libidinoso ICC, desfigurado de manera múltiple.

El neurótico queda adherido a un período de su pasado donde su libido no echaba de menos la satisfacción y él era dichoso. Busca entonces llegar a una época así.

El síntoma repite de algún modo la modalidad de satisfacción de la infancia desfigurada por la censura que nace del conflicto, pues esta modalidad de satisfacción es para él yo inconciliable. Una de las partes envueltas en el conflicto es la libido insatisfecha, rechazada por la realidad, que ahora tiene que buscar otros caminos para su satisfacción.

Ella se verá precisada a emprender el camino de la regresión y a aspirar a satisfacerse dentro de una de las organizaciones ya superadas o por medio de uno de los objetos que resigno antes. En el camino de la regresión la libido cautivada por la fijación que ella ha dejado tras sí en esos lugares del desarrollo.

El conflicto queda planteado porque el yo no presta acuerdo a estas regresiones.

La libido es atajada y tiene que sustraerse del yo. Le permite tal escapatoria las fijaciones dejadas en la vía de su desarrollo, que ahora ella recorre en sentido regresivo.

La escapatoria de la libido es posibilitada por la existencia de fijaciones. La libido halla estas fijaciones en las prácticas y vivencias de la sexualidad infantil, en los afanes parciales abandonados y en los objetos resignados de la niñez.

La investidura regresiva lleva d sortear la represión y una descarga en la que deben respetarse las condiciones de compromiso.

Por el rodeo a través del ICC y de las antiguas fijaciones, la libido ha logrado por fin abrirse paso hasta una satisfacción real, aunque extraordinariamente restringida y apenas reconocible ya.

La modalidad de satisfacción que el síntoma aporta es en sí extraña. Es irreconocible para la persona esa satisfacción. Esta mudanza es parte del conflicto psíquico bajo cuya presión debió formarse el síntoma. Lo que otrora fue para el individuo una satisfacción está destinado a provocar hoy su resistencia

Ø Diferencie “ yo ideal” de “ ideal del yo”

Para los padres el niño es un ideal. La sobreestimación, la compulsión de los padres a atribuir al niño toda clase de perfecciones y a encubrir y olvidar todos sus defectos, gobierna este vínculo afectivo.

Enfermedad, muerte, renuncia al goce no deberá de tener vigencia para el niño. Las leyes de la naturaleza deben cesar ante él y realmente ser el nuevo centro y núcleo de la creación.

El chico a partir de la constitución que le dan los padres se convertiré en un yo ideal, constituyéndose el narcisismo primario donde toda la libido se encuentra en el yo. Pero este narcisismo primario tendrá heridas por vicisitudes de la vida.

El niño será destronado de ese lugar de yo ideal y pasara a ser un yo pero no ideal, va a quedar un yo y un ideal del yo. Y sobre este ideal del yo recae el amor a sí mismo de que en la infancia goza él yo real. El narcisismo aparece desplazado por este nuevo ideal del yo, que, como el infantil (yo ideal) se encuentra en posesión de todas las perfecciones.

No quiere el hombre privarse de la perfección narcisista de su infancia, y sino pudo mantenerla por estorbárselo las injurias que recibió en la época de su desarrollo y por despertar de su juicio propio, procura recobrarla en la nueva forma del ideal del yo. Lo que él proyecta frente a sí como su ideal es el sustituto del narcisismo perdido de su infancia, en la que fue su propio ideal.

La conciencia moral vela por el aseguramiento de la satisfacción narcisista proveniente del ideal del yo, y con ese propósito observa de manera continua al yo actual midiéndolo con el ideal.

La incitación para formar el idela del yo, cuya tutela se confía a la conciencia moral, partió en efecto de la influencia crítica de los padres, a la que se le sumaron los educadores, maestros y, todas las personas del medio.

La institución de la conciencia moral fue en el fondo una encarnación de la crítica de los padres, primero y después de la crítica de la sociedad.

Ø Por qué Freud arriba a la postulación del ICC dinámico. Por qué el ICC es éficaz

Freud en su texto distingue las representaciones CC de las representaciones ICC y postula qe las representaciones CC son aquellas que están presentes en nuestra CC y de la que nosotros nos percatamos y las representaciones ICC son aquellas que nosotros no nos percatamos, a pesar de que admitimos su existencia a base de indicios. Pero se da cuenta que esta formulación que había hecho era un trabajo descriptivo del distingo entre CC y ICC, pero que el experimento de la “ sugestión poshipnótica” lo llevaba a ir de una concepcion puramente descriptiva a una dinámica.

En estos experimenteos se le impartia la orden de ejecutar cierta acción ( bajo hipnosis); media hora después de despertarse. La persona despierta realiza la accion que se le había pedido, a pesar que antes no recordaba nada de ella, o sea, el pedido estaba presente en una forma latente o ICC, hasta que llego el momento determinado y le devino CC. No solo le devino CC sino que fue eficiente: fue transferida a la acción tan pronto como la CC se percato de ella. Pero no le ofloró a la CC integramente, solo la representacion del acto a ejecutar. Pemanecieron ICC: la orden del médico. Puesto que lo que sirvio para actuar es la orden del médico. La orden del médico devino eficiente también. Sin embaargo esta no fue acogida en la conciencia como ocurrió con su retoño, la idea de la acción permanecio ICC y por eso fue al mismo tiempo eficiente y ICC.

La vida anímica del paciente rebosa de estos pensamientos eficientes, pero ICC, de ellos rovieneen todos los sintomas. Por el analisis de lso neuróticos aprendemos que un pensamiento latente o ICC no necesariamente es débil.

Hay ciertos pensamienteo latentes que no penetran en la CC por más intensos que sean. El termino ICC se refiere a estos pensamientos latentes en particular, aquellos que a pesar de su intensidad y acción eficiente se mantienen alejados de la conciencia.

Ciertas pertubaciones como lapsus, errores de memoria y del lenguaje, olvidao de nombres pueden reconducirse con facilidad a la acción eficiente de unos intensos pensamientos ICC, talñ como pueden ser los sintomas neuroticos.

A los pensamientos latentes qque pueden devenir CC con fácilidad los denomina Freud PRECC:

Los productos de lo ICC eficaz puede penetrar en la CC, pero para eso necesita cierto gasto de esfuerzo. Puesto que le pensamiento ICC eficaz es excluido de la CC por una fuerza que se contraponenen a su aceptación, mientras que no estorban a los pensamientos PRECC. El distingo entre ICC y PRECC se establece después que ha entrado enn juego la defensa.

Ø Histeria de angustia

La primera fase surge sin que se perciba ante qué se tiene angustia. Dentro del ICC existió una moción de amor que demandaba trasponerse al sistema PRECC. Pero la investidura volcada a ella desde el sistema PRECC se le retiró al modo de un intento de huída y la investidura libidinal ICC fue descargada como angustia.

La investidura fugada (PRECC) se volcó a una representación sustitutiva que se entramó por vía asociativa con la representación rechazada y, por otra, pudo sortear la represión por su distanciamiento respecto de la representación rechazada.

La representación sustitutiva juega para el sistema PRECC el papel de una contrainvestidura, lo asegura contra la emergencia en la CC de la representación reprimida. Por otra parte es el lugar donde arranca el desprendimiento de afecto, se comporta como si ese fuese el lugar de arranque.

La representación sustitutiva se comporta como el lugar de una transmisión desde el sistema ICC al sistema CC y, como una fuente autónoma de desprendimiento de angustia

1) ¿Cómo se redefine el concepto de pulsión a partir de "más allá..."?
En algún momento por una intervención de fuerzas, se suscitaron en la materia inanimada las propiedades de la vida. La tensión así generada en el material hasta entonces inanimado pugnó después por nivelarse; así nació la primera pulsión, la de regresar a lo inanimado. La pulsión es un esfuerzo, inherente a lo orgánico vivo, de reproducción de un estado anterior que lo vivo debió resignar bajo el influjo de fuerzas perturbadoras externas. Todas las pulsiones quieren reproducir algo anterior (son conservadoras, pues aspiran a restablecer un estado perturbado por la génesis de la vida), adquiridas históricamente y dirigidas a la regresión. La meta de toda vida es la muerte. Se sustituye el falso dualismo libido de objeto y libido yoica (introducido en Introducción al Narcisismo), por el dualismo pulsiones de vida (Eros o pulsiones sexuales) y pulsiones de muerte (Tánatos). Si bien ambas pulsiones son conservadoras, la pulsión de muerte intenta reconducir al ser vivo al estado inerte por el camino más rápido, mientras que el Eros persigue la meta de complicar la vida mediante la reunión, la síntesis, de la sustancia viva dispersada en partículas, y esto para conservar la vida. Así se genera la paradoja de que el organismo vivo lucha con la máxima energía contra peligros que podrían ayudarlo a alcanzar su meta vital por el camino más corto. Las mociones que parten de las pulsiones obedecen al proceso primario, es decir, al proceso libremente móvil que esfuerza en pos de la descarga. El proceso primario corresponde al modo de funcionamiento del Inconsciente. En cada fragmento de sustancia viva están activas las dos pulsiones, en mezclas desiguales; pero la vida misma sería un compromiso entre estas dos aspiraciones. Como consecuencia de la unión que produjo el Eros, se consiguió neutralizar a la pulsión de muerte de las células singulares, y desviarla en parte hacia el mundo exterior, por mediación de la musculatura, como pulsión de destrucción dirigida al mundo exterior y otros seres vivos.

2) Explique por qué los sueños de las neurosis traumáticas cuestionan el imperio irrestricto del principio de placer. ¿Por qué el sueño traumático cuestiona el principio de todo sueño como cumplimiento de deseo?
Primeramente, Freud postulaba al sueño como un cumplimiento (alucinatorio) de deseo. Este deseo es inconsciente y de tipo infantil, y se anuda a los llamados restos diurnos preconscientes (nimios y recientes) de modo que le sirvan como disfraz. Si este deseo inconsciente saliera a la luz en el sueño tal cual es, se generaría un elevado displacer sentido por él Yo lo que conllevaría un desarrollo de angustia y el despertar del soñante; entonces éste se tramita mediante los procesos de condensación, desplazamiento, etc., de modo tal que se tienda al placer o, al menos, a una evitación del displacer. Entonces, el sueño como cumplimiento de deseo no se opone al principio de placer, sino que está gobernado por éste. Ahora bien, a partir del texto "Más Allá del Principio de Placer" Freud examina los sueños característicos de las neurosis traumáticas. La neurosis traumática sobreviene en un estado en el que, tras un cierto accidente mecánico, hubo un riesgo de muerte. La causación de esta neurosis, se sitúa en el factor de la sorpresa, en el terror (esto indica que hay una falta de apronte angustioso, que es lo que permitiría una cierta preparación y expectativa frente al peligro, un reacomodamiento de investiduras). Justamente por la falta de este reacomodamiento de investiduras, o por la comparación entre las magnitudes de fuerzas, es que resulta imposible ligar toda la magnitud de excitación que ingresa al aparato, éste resulta anegado (se rompe la barrera de protección antiestímulo) y esto es lo que resulta traumático. Freud nota que en la vida onírica de las neurosis traumáticas, el sueño reconduce al enfermo una y otra vez a la situación traumática, repitiéndose displacenteramente lo displacenteramente vivido. Es como si el enfermo estuviera fijado psíquicamente al trauma. Freud propone la existencia entonces de una tarea del aparato, más primordial o anterior al principio de placer. Esta tarea es la de la ligadura. Una vez que una magnitud de excitación es ligada por el aparato, ésta podrá ser tramitada de acuerdo con el principio de placer, de manera tal que se tienda a evitar el displacer mediante condensaciones, desplazamientos, sustituciones, etc. Precisamente eso es lo que el sueño en las neurosis traumáticas intenta (o no logra, según se lo vea) hacer: lograr la ligadura de aquello que por no ser ligado resultó traumático; y eso explica por qué el sueño repite una y otra vez la misma situación traumática, generando displacer, sin poder ser éste evitado por una tramitación acorde al principio de placer.

3) ¿A qué llama Freud "obediencia retrospectiva" en Tótem y Tabú?
Freud, tomándolo de Darwin, habla de una horda primordial, en la cual existe un padre violento y celoso, que conserva a todas las mujeres para él, y expulsa a sus hijos varones cuando crecen. Los hijos admiran al padre de la horda por su poder, al par que lo odian ya que él tiene todo lo que ellos desean. Un día, los hijos exiliados, se reúnen y matan al padre (hacen juntos lo que uno solo no hubiera podido), y luego lo devoran, incorporando cada uno una parte de su poder, identificándose con él. Tras matarlo y devorarlo, al mantener una actitud ambivalente hacia él, se abren paso las mociones tiernas avasalladas entretanto, y así nace la conciencia de culpa. Posteriormente, el clan de hermanos, sustituye al padre por un animal totémico, al cual, en ocasiones solemnes, lo matan entre todos, lo devoran, lo lloran y luego festejan. Este banquete totémico, sería la repetición y celebración recordatoria de aquella hazaña criminal. Ahora bien, el padre muerto se volvió más potente de lo que fuera en vida ya que, lo que antes él había impedido con su existencia, ahora ellos mismos se lo prohibieron en la situación psíquica de "obediencia de efecto retardado"; calmaron su sentimiento de culpa frente a lo hecho con la prohibición de matar al sustituto paterno (el tótem), permitiéndolo únicamente cuando lo adquirido en virtud de esa hazaña (la apropiación de las cualidades del padre) amenazara desaparecer a consecuencia de los cambiantes influjos de la vida. El otro tabú que se impusieron, fue el del incesto; ya que, si antes todos ellos se habían reunido a matar al padre, ahora ellos eran rivales entre sí respecto de las mujeres del clan. Cada uno hubiera querido tenerlas a todas para sí, como el padre, y en la lucha de todos contra todos se hubiera ido a pique la nueva organización. Así nació la exogamia, y salvaron la organización que los había hecho fuertes. Posteriormente, la prohibición de matar al animal totémico, se extiende a la de matar a miembros del clan. La ambivalencia adherida al complejo paterno se continúa en el totemismo. Todo esto que plantea Freud, es una clara analogía (y, de alguna manera, tomado como arquetipo mítico) de lo que sucede con el Complejo de Edipo y la posterior formación del Superyó (como heredero del Edipo).

4) ¿Cómo piensa Freud el núcleo inconsciente del yo? ¿Cuál es su lugar en la 2° tópica y cuál es el valor para pensar la cura?
El núcleo inconsciente del Yo, su parte inconsciente, es él ello. El Yo no es más que una parte modificada del ello por la influencia del mundo exterior, con mediación del sistema Perceptivo-Cc. Ahora bien, el Yo no está separado tajantemente del ello, sino que confluye con él. Como también lo reprimido es una parte del ello, aún cuando esté segregado del Yo por las resistencias de represión, puede comunicar con el yo a través del ello. El yo se empeña en hacer valer sobre el ello el influjo del mundo exterior, así como sus propios propósitos; se afana por reemplazar el principio de placer, que rige en el ello, por el principio de realidad. Para él Yo, la percepción cumple el papel que en él ello corresponde a la pulsión. Freud nota, durante el análisis, que tras vencer la resistencia yoica, aún así él Yo sigue teniendo dificultades para deshacer las represiones, y que éstas requieren de una ulterior reelaboración. El factor dinámico que vuelve necesaria dicha reelaboración es que, tras cancelar la resistencia yoica, es precisa todavía superar el poder de la compulsión de repetición, la atracción de los arquetipos inconsciente sobre el proceso pulsional reprimido. Así postula la resistencia proveniente del ello, como responsable de la necesidad de esa reelaboración. Es que él ello no quiere abandonar sus fijaciones y se aferra al beneficio primario de la enfermedad, y en el análisis se debe lograr superar la compulsión de repetición, lograr una rectificación en la vía de satisfacción. Durante el análisis, no sólo se lucha contra la repulsa del yo hacia ciertas orientaciones de la libido, sino también contra la viscosidad de la libido, que no quiere abandonar los objetos que una vez invistió. Se debe desasir la libido de sus provisionales ligaduras sustraídas al yo, para ponerla de nuevo al servicio de éste. La libido en los neuróticos está ligada a los síntomas, que le procuran la satisfacción sustitutiva. En la transferencia se renuevan los conflictos que desembocaron en los síntomas, y se intenta llevarlos a otro desenlace, con el auxilio de fuerzas impulsoras que en su momento no estaban disponibles. Es la transferencia, entonces, lo que permite generar no la neurosis del paciente, sino una neurosis de transferencia, y poder luchar en ésta como en un campo de batalla.

5) Tal como Freud lo postula en "Inhibición, Síntoma y Angustia" analice la siguiente afirmación: "la exigencia pulsional no es un peligro en sí misma, lo es sólo porque conlleva un auténtico peligro exterior, el de la castración". Ejemplifique con el caso Juanito.
Freud postula al nacimiento como arquetipo del trauma, y como primera condición de angustia. Si bien el nacimiento es, objetivamente, una separación (de la madre), el niño todavía es narcisista y no distingue a la madre como objeto, por lo que para él el peligro es la gran perturbación, el displacer, que producen en él las grandes magnitudes de excitación que irrumpen, frente a las cuales se encuentra desvalido, tanto psíquica como físicamente. Toda situación de desvalimiento vivenciada resulta ser traumática. La situación de peligro es la situación de desvalimiento discernida, recordada, esperada. La angustia es la reacción originaria frente al desvalimiento en el trauma, que más tarde es reproducida como señal de socorro en la situación de peligro. Cada edad tiene cierta condición de angustia: en el lactante, el peligro ya no es el desvalimiento frente al incremento de excitación, sino el de la pérdida del objeto-madre (ya que ésta es quien satisface sus necesidades, frente al peligro de su pérdida y antes de que sobrevenga el incremento de excitación en espera de tramitación, éste desarrolla la angustia-señal); posteriormente, en la fase fálica, la angustia se produce frente al peligro de castración. La amenaza de castración implica una pérdida o separación real, objetiva de algo (que es representado, gracias a la ecuación simbólica, por el pené. Si él penó es separable del cuerpo, como antes lo fue la columna de heces, entonces se está frente al peligro de perderlo. Es la angustia de castración la que resignifica todas las anteriores y posteriores condiciones de angustia, ya no frente a un desvalimiento frente al incremento de excitación sino frente al peligro de la pérdida, la separación. Durante el Complejo de Edipo (en el niño), sobreviene un incremento de excitación sexual, que encuentra su descarga en el onanismo infantil. Posteriormente, se le impone al niño la amenaza de castración, el cual puede desmentirla por un tiempo pero finalmente, tras la visión de los genitales femeninos, es que el niño concibe a ésta como un peligro objetivo. La alta estima narcisista por él penó proviene del hecho de que éste garantiza la unión en el coito con la madre (con sus subrogados), y sin él se estaría frente a una nueva separación de ella, quedar nuevamente desvalido a una tensión displacentera de la necesidad. Entonces se genera un conflicto entre la alta estima narcisista por él pené y el proceso de investidura (del objeto edípico) amenazador -si se satisface- en él ello, en el que generalmente prevalece la primera. No obstante, la angustia de castración es el único motor de los procesos defensivos que llevan a la neurosis, y éstos recaen sobre las aspiraciones libidinosas del Complejo de Edipo. Los síntomas, entonces, son creados para evitar la situación de peligro que es señalada mediante el desarrollo de angustia. En el caso Hans (zoofobia) se produce de la siguiente manera: cuando el yo discierne el peligro de castración, da la señal de angustia e inhibe el proceso de investidura amenazador en el ello, por medio de la instancia placer-displacer. Al mismo tiempo se consuma la formación de la fobia. La angustia de castración recibe otro objeto y una expresión desfigurada: ser mordido por el caballo, en vez de ser castrado por el padre. El síntoma, como formación sustitutiva, tiene dos ventajas: esquiva el conflicto de ambivalencia, ya que el madre es a la vez un objeto amado, y permite al yo suspender el desarrollo de angustia. De hecho, la angustia de la fobia es facultativa, sólo emerge cuando su objeto es asunto de la percepción; sólo entonces está presente la situación de peligro. Tampoco de un padre ausente se temería la castración; sólo que no se puede remover al padre, sino que éste aparece siempre que quiere. Pero si se lo sustituye por el animal, no hace falta más que evitar la visión para quedar exento de peligro y de angustia. Por esto es que a la fobia se le adscribe el carácter de una proyección, puesto que sustituye una peligro pulsional interior (del cual no hay huida) en un peligro de percepción exterior. Ya que la exigencia pulsional no es un peligro en sí misma, y sólo lo es porque conlleva un peligro real exterior (la castración), la fobia en realidad sólo ha sustituido un peligro exterior por otro.

6) ¿Qué implica que Freud plantee que el superyó es un subrogado del ello frente al YO?
El YO se forma en buena parte desde identificaciones que toman relevo de investiduras del ello, resignadas (de los objetos edípicos). Estas identificaciones se comportan como una instancia particular dentro del YO, se contraponen al Yo como Superyó. Esta instancia, debe su posición particular dentro del yo a un factor que se debe apreciar desde dos lados: es la identificación inicial, ocurrida cuando el yo era todavía endeble, y se mantiene como monumento recordatoria de la endeblez del yo en aquella época; es el heredero del Complejo de Edipo, y por tanto introdujo en el YO los objetos más grandiosos. Conserva a lo largo de la vida su carácter de origen, proveniente del complejo paterno: la facultad de contraponerse al YO y dominarlo. El hecho de descender de las primeras investiduras de objeto de ello y, por tanto, del Complejo de Edipo, pone al Superyó en relación con las adquisiciones filogenéticas del ello y lo convierte en reencarnación de anteriores formaciones yoicas, que han dejado sus sedimentos en el ello. Por eso el Superyó mantiene duradera afinidad con el ello, y puede subrogarlo frente al Yo. El Superyó subroga la misma función protectora y salvadora que al comienzo recayó sobre el padre, y después sobre la Providencia o el Destino. Se atribuye al Superyó la función de la consciencia moral, y reconocemos en el sentimiento de culpa la expresión de una tensión entre éste y el Yo. El Yo reacciona con sentimiento de culpa (angustia de la consciencia moral) ante la percepción de que no está a la altura de los reclamos que dirige su ideal, el superyó. El Superyó es el subrogado tanto del ello como del mundo exterior. Debe su génesis a que los primeros objetos de las mociones libidinosas del ello, la pareja parental, fueron introyectados en el yo, a raíz de lo cual el vínculo con ellos fue desexualizado, experimentó un desvío de las metas sexuales directas. De esta manera se posibilitó la superación del Complejo de Edipo. Pero esas mismas personas, que eran objetos de las mociones libidinosas del ello, pertenecen además al mundo exterior, ya que de éste fueron tomadas.

7) Modificación entre lo Inconsciente y lo reprimido a partir de la 2° tópica / ¿Qué diferencia existe entre lo reprimido inconsciente y el Inconsciente Estructural? ¿Cómo se reformula el concepto de Inconsciente en la 2° tópica y por qué resulta necesaria dicha reformulación?
Primero, Freud postula el Inconsciente Descriptivo, como todo aquello que alguna vez fue consciente, ahora es inconsciente y, con un poco de ayuda, puede devenir consciente nuevamente. El Inconsciente Descriptivo es, en realidad, el Preconsciente. Posteriormente, se postula el Inconsciente Dinámico, que equivale a Inconsciente Reprimido (no hay inconsciente anterior a la represión, sino que ésta lo funda). A partir de la segunda tópica, Inconsciente deja de ser sinónimo de Reprimido, y YO deja de ser equivalente de Consciencia. En primer lugar, el YO también posee una parte inconsciente, de la cual parten resistencias, por ejemplo. Se postula el Inconsciente Estructural, que es igual al Ello. Si bien todo lo reprimido es también una parte del Ello y, por tanto, inconsciente; no todo lo inconsciente es reprimido. El ello es planteado como reservorio pulsional, cuyo contenido carece de R-palabra (preconscientes), y por tanto no puede devenir nunca consciente (sólo puede devenir consciente aquello que alguna vez lo fue, por conexión con sus respectivas R-palabra preconscientes, exceptuando las sensaciones de procesos que, proviniendo del interior, pueden hacerse conscientes sin conexión con R preconscientes; no se puede recordar lo que nunca fue olvidado). Si bien la resistencia mantiene alejado de la consciencia a lo reprimido, lo reprimido comunica con el YO a través del ello (del cual el YO no es más que una parte modificada), demostrando ser todavía eficaz sobre éste. Mientras el contenido reprimido, que forma parte del ello, puede devenir nuevamente consciente, los contenidos no ligados del ello no pueden devenir conscientes nunca. La reformulación resulta necesaria para Freud, tras descubrir que las resistencias no sólo son yoicas (como antes había pensado), sino que también parten de otros lugares, a saber: 3 resistencias yoicas (de represión, de transferencia y beneficio secundario del síntoma), 1 resistencia del ello (responsable de la necesidad de reelaboración; se aferra al beneficio primario del síntoma), y 1 resistencia del Superyó (es la resistencia al levantamiento de las resistencias, y se aferra a la enfermedad como castigo).

8) ¿Por qué el sentimiento inconsciente de culpa es obstáculo en la cura?
Freud nota en el análisis de sus pacientes, que éstos ofrecen resistencias a la cura, y que estas resistencias y sus motivos se mantienen inconscientes para el paciente. El motivo de esa resistencia se encuentra en una intensa necesidad de castigo, que se puede clasificar entre los deseos masoquistas. Esa necesidad de castigo es el peor enemigo del empeño terapéutico, y se satisface con el padecimiento que la neurosis conlleva, y por eso se aferra a la condición de enfermo y se opone a la cura. Este factor, la necesidad de castigo o sentimiento inconsciente de culpa, interviene en toda contracción de neurosis. Esta resistencia, que es una de las cinco existentes, proviene del Superyó. El Superyó sabe de las mociones reprimidas que se encuentran en el ello, y castiga al Yo Ahora bien, ese sentimiento de culpa es inconsciente para el enfermo, quien no se siente culpable, sino sólo enfermo. Gran parte del sentimiento de culpa tiene que ser normalmente inconsciente, porque la génesis de la consciencia moral se enlaza de manera íntima al Complejo de Edipo, que pertenece al inconsciente. El sentimiento de culpa normal, consciente (consciencia moral), descansa en la tensión entre el YO y el Ideal del Yo, es la expresión de una condena del YO por su instancia crítica.

9) Articule fase fálica y el Complejo de Castración. Relacione con la asimetría edípica.

10) ¿Qué innovación introduce "Más allá..." en relación al principio de constancia planteado en el "Manuscrito K"? / Relación entre recuerdo actual de la primera época (trauma en dos tiempos; recuerdo que vale como actual) y la caída de la teoría del recuerdo (lo traumático) a partir del texto "más allá..." / ¿Cómo conceptualiza el trauma en la 1° época de su teórica? ¿Cómo lo reformula en "más allá..."? / Relacione el concepto de trauma en los primeros escritos de Freud, con el concepto de lo traumático en "más allá..."
En Manuscrito K, Freud habla del principio de constancia, como el afán del aparato psíquico por intentar mantener lo más baja posible, o al menos constante, la magnitud de excitación presente en él. Esto, porque todo incremento de excitación es sentido displacenteramente, y toda disminución, placenteramente. También habla de una tendencia defensiva normal, ligada al principio de constancia, que se dirige contra recuerdos y representaciones cogitativas, de manera tal de que tiende a evitar el displacer. Además, menciona la tendencia defensiva patológica, que se dirige contra representaciones capaces de suscitar mayor displacer actual del que generaron en su momento (éstas son las representaciones sexuales), y como condición para esto menciona que entre la vivencia y su repetición en el recuerdo debe intercalarse la pubertad. Así propone el trauma en dos tiempos (una vivencia sexual prematura y traumática, y la represión de ésta al recordarla en un momento posterior a la pubertad). Finalmente menciona la existencia una fuente independiente (del principio de constancia) de desprendimiento de displacer que, una vez establecida es susceptible de activar las percepciones repugnantes, de prestar fuerza a la moral y el asco, etc. A partir del texto "Más allá...", Freud plantea al ser vivo como una vesícula de sustancia viva que flota en medio de un mundo exterior cargado con potentes energías, y que sería aniquilada por la acción de los estímulos que parten de él si no estuviera provista de una membrana de protección antiestímulo (que es la superficie que ha muerto por el influjo de los estímulos externos, para preservar el resto de la sustancia viva interior). También recibe estímulos internos que incrementan el displacer, y tenderá a tratarlos como si éstos vinieran desde afuera, para poder aplicarles el mismo medio defensivo (origen de la proyección). Entonces, esta membrana en lo sucesivo se ocupa de filtrar y nivelar las magnitudes de excitación que ingresan, de tal manera que los otros estratos reciban volúmenes de estímulo filtrados. Freud cambia la teoría del trauma, llamando traumáticas a aquellas excitaciones externas que poseen suficiente fuerza para perforar la protección antiestímulo. El trauma provocará una gran perturbación en la economía energética del organismo y pondrá en acción todos los medios de defensa. Ya no podrá impedirse que el aparato resulte anegado por grandes magnitudes de excitación. Por tanto, en un principio, tanto el principio de placer como el de constancia, quedarán abolidos, ya que el aparato se planteará una tarea anterior: intentará dominar al estímulo, ligar psíquicamente las magnitudes ingresantes, a fin de poder tramitarlos luego. Finalmente, el último recurso del que dispone el aparato como protección antiestímulo, es el del apronte angustiado (la fuente independiente de desprendimiento de displacer es su antecedente); el cual produce un reacomodamiento de investiduras, en virtud del cual se produce una sobreinvestidura del sistema que recibe primero el estímulo. Cuanto mayor sea la energía ligada (investidura) de que dispone el sistema, tanto mayor será su capacidad de ligadura, y tanto menores serán las consecuencias de la perforación antiestímulo. Sin embargo, esta última barrera antiestímulo también suele fallar, ya que el problema aquí trata de magnitudes relativas; por tanto, si la magnitud de excitación que ingresó es muy grande, no sirve de mucho la investidura que aporte el apronte angustiado.

11) Explique por qué el síntoma no es sólo una formación sustitutiva sino que a la vez es una satisfacción sustitutiva.
El Complejo de Castración es motor de la defensa, referente del síntoma y, por tanto, núcleo de la neurosis. El síntoma está relacionado con la represión. El síntoma, en cierto punto en que fracasa la represión, viene a sustituir a aquella representación inconciliable -de carácter sexual- por otra representación que constituye el síntoma, como formación sustitutiva. Posteriormente, Freud, también agrega que el síntoma es una satisfacción sustitutiva -paradójica y parcial-. El síntoma también está relacionado con la ganancia primaria de la enfermedad (aferramiento a la enfermedad como castigo). Por razones culturales, las pulsiones sexuales son las más intensamente afectadas por la represión, pero es sobre todo en ellas donde esta última fracasa, de suerte que los síntomas neuróticos aparecen como la satisfacción sustitutiva de la sexualidad reprimida. Durante la fase fálica -Complejo de Edipo-, frente a la amenaza de castración, la satisfacción de la exigencia pulsional se convierte en un peligro para el niño, puesto que conlleva un auténtico peligro exterior, la castración. Se entabla entonces un conflicto entre el interés narcisista por el pene, y la exigencia pulsional, del cual normalmente prevalece el primero. Frente a la angustia de castración, se pone en marcha la defensa contra la exigencia pulsional, siendo ésta reprimida y generándose simultáneamente el síntoma. En el síntoma, entonces, retorna lo reprimido; la moción pulsional reprimida, cuya satisfacción se halló negada en la realidad, encuentra en él una satisfacción sustitutiva. El síntoma es entonces una formación de compromiso, que preserva del desarrollo de angustia, ya que liga la magnitud de excitación proveniente de la moción pulsional, tramitándola por cadena asociativa (de acuerdo al principio de placer). Concluyendo, el síntoma es una formación sustitutiva, justamente por haber tramitado la excitación mediante cadena asociativa, y es es una satisfacción sustitutiva, ya que en él se satisface -en parte o en su totalidad- la sexualidad infantil reprimida. Entonces, en el neurótico, la libido está ligada/fijada a los síntomas, que le procuran la satisfacción sustitutiva, la única poble por el momento.

12) ¿Por qué se afirma que el juego del Fort-Da se ubica más allá del Principio de Placer?
Freud observa en un niño su renuncia a la satisfacción pulsional al admitir sin protestas la partida de su madre. Es imposible que la partida de ésta le resultara placentera. El niño crea un juego en el que tira un carretel atado con un hilo, emitiendo la palabra FORT (se va), y lo hace regresar luego, emitiendo la palabra DA (viene). Freud entonces propone la explicación, acorde con el principio de placer, de que este juego (tomado como un todo) es un juego elaborativo; en él, el niño convierte la vivencia vivida pasivamente por él, en una activa. De esta manera, el niño se afana por apoderarse de la situación. No obstante, Freud observa que el niño repite más veces el FORT (se va) de lo que repite el DA (viene). Es entonces cuando plantea 2 posibles explicaciones a esto. La primera es que este hecho se explica acaso por las enigmáticas tendencias masoquistas del Yo (del núcleo, la parte inconsciente del Yo) y en él se satisface una necesidad de castigo. La otra explicación es que en este juego se trata de una ganancia de placer de otro orden, más directa. Finalmente llega a la conclusión de que este juego, tomado el Fort por un lado y el Da por otro, se sitúa más allá del principio de placer, y es referido a una tarea más originaria y anterior que la del principio de placer. Esta tarea anterior es la de la ligadura. Entonces el juego es visto como un intento de ligar aquello no ligado, y en él se atestigua una compulsión de repetición (más próxima a las pulsiones de muerte, al Tánatos).

13) "La primera vivencia de angustia es la del nacimiento y éste objetivamente significa la separación de la madre, podría compararse a una castración de la madre". A partir de esta consideración explique:
a) La relación que se establece con la ecuación hijo=falo.
b) Las objeciones planteadas por Freud para desmentir esta premisa.

Freud nota que es muy improbable que una neurosis sobrevenga sólo por el hecho objetivo de un peligro mortal, sin que participen los estratos inconscientes del aparato anímico. Ahora bien, en lo inconsciente no hay nada que pueda dar contenido al de la aniquilación de la vida. La castración se vuelve por así decir representable por medio de la experiencia cotidiana de la separación respecto del contenido de los intestinos y la pérdida del pecho materno vivenciada a raíz del destete. Freud considera, en una nueva concepción de la angustia, la posibilidad de que la angustia no se limite a ser una señal, sino que sea también producida como algo nuevo a partir de las condiciones económicas de la situación (es la angustia automática y traumática, como la que se produce en el caso de las neurosis traumáticas). La vieja teoría de la angustia postulaba que el yo se pone sobre aviso de la castración a través de pérdidas de objeto repetidas con regularidad. Hasta ahora, la angustia se consideraba como una señal-afecto del peligro, y se trata tan a menudo del peligro de la castración como de la reacción frente a una pérdida, una separación. La primera vivencia de angustia es la del nacimiento, y este objetivamente significa la separación de la madre, podría compararse a una castración de la madre (de acuerdo con la ecuación hijo = pene). Freud propone la idea de que la angustia se repitiera como símbolo de una separación a raíz de cada separación posterior pero, a la vez, desmiente esto con dos objeciones: el nacimiento no es vivenciado subjetivamente como una separación de la madre, pues ésta es ignorada como objeto por el feto enteramente narcisista. Además, las reacciones afectivas frente a una separación son sentidas como dolor y duelo, no como angustia. De esta manera, el verdadero núcleo del peligro no es la separación, sino la perturbación económica que sobreviene por el incremento de las magnitudes de estímulo en espera de tramitación. Esta perturbación se dio en el nacimiento, y entonces la angustia resultó traumática. La otra posibilidad de desarrollo de angustia, como señal, se dará a partir de que sobrevenga un desplazamiento del contenido del peligro desde la situación económica a la pérdida de objeto. La ausencia de la madre deviene ahora el peligro, y el lactante da la señal de angustia tan pronto como ésta se produce, aún antes de que sobrevenga la situación económica temida. Esta mudanza significa un primer gran progreso en el logro de la autoconservación y permite el pasaje de la neoproducción involuntaria y automática de la angustia a su reproducción deliberada como señal de peligro.

14) ¿Cómo se reformula la resistencia a partir de la 2° tópica?
Primeramente, Freud planteó que la resistencia era una sola y provenía de un solo lugar, a saber, del YO. La represión secundaria no es un proceso que se cumple de una vez, sino que requiere un gasto permanente de energía. Así, la naturaleza continuada de la pulsión exige al yo asegurar su acción defensiva mediante un gasto permanente. Esta acción en resguardo de la represión, es lo que durante el análisis registramos como resistencia; y la resistencia presupone una contrainvestidura. Freud destaca tanto el papel que ejerce la repulsa de lo reprimido por parte del YO, como el que ejerce la atracción de lo reprimido primordialmente sobre el proceso pulsional reprimido. Tras afirmar que la resistencia es operada por el YO, que se afirma en sus contrainvestiduras, Freud nota que aún tras cancelar la resistencia yoica, y hacerla consciente, el Yo tiene dificultades para deshacer las represiones. Es decir, debe haber una reelaboración de las mismas, tras vencer la resistencia. Es preciso todavía superar el poder de la compulsión de repetición, la atracción que ejerce lo primordialmente reprimido sobre lo reprimido secundariamente. Así, a partir de la segunda tópica, Freud se ve obligado a postular 5 clases de resistencias. 3 de ellas proviene del yo: la resistencia de represión, la resistencia de transferencia (que consigue establecer un vínculo con la situación analítica o con el analista y, así, reanimar como si fuera fresca una represión que meramente debía ser recordada -recuerdo en acto-) y la resistencia que parte de la ganancia -beneficio secundario- de la enfermedad y se basa en la integración del síntoma en el Yo (ésta corresponde a la renuencia a renunciar a una satisfacción o aligeramiento). También existe una resistencia proveniente del ello, que es responsable de la necesidad de reelaboración (el ello no quiere abandonar sus fijaciones, y se requiere lograr una rectificación en la vía de satisfacción -compulsión de repetición-; corresponde al beneficio primario del síntoma). Por último, existe una resistencia que proviene del Superyó, que brota de la consciencia de culpa o necesidad de castigo, y se opone a la curación (el Superyó sabe de las mociones reprimidas en el ello, y culpa al YO y lo impulsa a la neurosis como castigo; esta aferramiento a la enfermedad como castigo se mantiene inconsciente, y se manifiesta como la resistencia al levantamiento de las resistencias, y como reacción negativa ante la cura).