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Resumen para el Tercer Parcial  |  Psicoanálisis Freud (Cátedra: Laznik - 2021)  | Psicología  |  UBA

Tercer parcial PSA

Texto 1920, más allá del principio del placer (Hasta el cap. 6)

¿Qué es lo central de este texto? Lo que Freud comienza a decir en el cap. 1, es que todos los procesos anímicos están regulados automáticamente por el principio del placer, es decir que los gobierna. Postula que el placer se corresponde a un aumento de cantidad de excitación y el displacer a la disminución de la misma. Freud se pregunta por los obstáculos que está encontrando en la clínica, si habría algo más allá del principio del placer, algo que lo excede. ¿Hay que tomar al principio del placer como un principio imperante en los procesos anímicos? Se pregunta Freud; En la clínica se encuentra con obstáculos que no responden a lo que sería el principio del placer, comienza a indagar que es lo que no obedece a este principio. ¿Podríamos decir que es el principio de realidad? Este principio lo descarta, porque pospone la satisfacción inmediata en un largo rodeo hacia el placer, no es tan directo la búsqueda de satisfacción, por esto lo descarta. Después marca la cuestión de placer para un sistema y displacer para otra, este tampoco cuestiona el principio del placer, en las propiedades del sistema inconsciente, una de ellas es que gobierna el principio del placer, por lo tanto, el placer seria para el sistema inconsciente y el displacer para el sistema preconsciente consciente.

Freud dice que no podemos decir que el principio del placer guie siempre al aparato, va a decir que existe en el aparato una fuerte tendencia al principio del placer, pero ciertas otras fuerzas o constelaciones la contradigan. Hay cierta tendencia en los procesos anímicos a ir hacia el principio del placer, pero hay ciertas constelaciones o fuerzas que contrarían este principio, lo cuestionan. Así que podemos decir que el resultado final no siempre será una ganancia de placer. No podemos decir que el principio del placer gobierne o guie siempre a el aparato.

Freud va a plantear que en la clínica encuentra obstáculos que no ves en el principio del placer, este último no gobierna al aparato como un rey, a veces el aparato esta desregulado, porque parte de la acción, es decir, afirmación. Todos los procesos anímicos están gobernados por el principio del placer, el aparato anímico, el de la primera tópica, pero si hay un exceso el aparato está desregulado.

Aparato regulado: Principio del placer

Aparato desregulado: Mas allá del principio del placer.

Freud encuentra en la clínica obstáculos, los cuales enumera, son 3 referentes clínicos: Los sueños de las neurosis traumáticas, el juego infantil incompleto del forda y la compulsión de repetición en transferencia. Son tres referentes que testimonian, dan cuenta del mas allá del principio de placer.

Los sueños de las neurosis traumáticas: Este texto fue post guerra, por lo cual quedaron personas con ciertas afecciones que pueden considerarse como traumas, no hay heridas físicas en los pacientes que sufren de neurosis traumáticas, dice Freud, no hay lesión en el cuerpo, es un cuadro que fue provocado por una acción violenta y mecánica, pero no hay lesión física, no hay heridas, Freud dice que es un cuadro con muy acusados indicios de padecimiento subjetivo, es decir, que no todo el que vive una acción violenta y mecánica, esto le genera algún trauma particular, aunque es difícil que esto no suceda, ya que a cada persona le afecta diferente. Freud dice el enfermo se encuentra psíquicamente fijado al trauma y a través del sueño de las neurosis traumáticas, se busca domeñar el estímulo mediante la angustia previa, es decir, se intenta tramitar psíquicamente este estimulo. Por ejemplo, el enfermo se encuentra psíquicamente ligado al trauma, reviviendo una y otra vez los disparos, bombas etc., no se logra este cometido, el domeñar este estimulo mediante la angustia previa. El trauma es el encuentro con lo no ligado a representaciones, es decir, con el más allá del principio del placer, no hay ligaduras a representaciones. El enfermo despierta una y otra vez con renovado terror, de estos sueños recurrentes, se repite lo mismo una y otra vez. A partir de esto hace una diferenciación entre angustia, miedo y terror.

El terror es el que rige en las neurosis traumáticas, porque rige el factor sorpresa, es decir que nadie está preparado para eso. Si no lo puedo representar es más allá del principio del placer, por la ligadura de representaciones, en el terror rige el factor sorpresa al igual que en las neurosis traumáticas.

Angustia, expectativa de lo que puede llegar a pasar, frente a un peligro, se diferencia del terror ya que no rige el factor sorpresa, hay expectativas.

El miedo, precisa de un objeto para que pueda surgir, objeto fóbico.

Conferencia 29: Articulación entre el tercer y el primer parcial, la teoría de los sueños. Freud va a tomar lo que había dicho en la interpretación de los sueños de 1900, que en la interpretación de los sueños se decía que los sueños son un cumplimiento alucinatorio del deseo, sin embargo, en 1920 Freud va a decir que los sueños son un intento del cumplimiento del deseo. Freud lo indica de esta forma: Los sueños en las neurosis traumáticas, son excepción a la teoría de los sueños como cumplimiento de deseo. Se busca ligar representaciones. Los sueños de angustia y punitorios son excepción a la teoría de los sueños, ya que obedecen a la compulsión de repetición que no está comandada por el principio del placer.

El juego incompleto del Fort da: El nene aleja más el carretel que acercarlo, esto lo menciona Freud en la observación, repite lo displacentero más veces que lo placentero. El juego Fort (desaparecer) da (aparecer), da cuenta del principio del placer, solo la parte de Fort da cuenta del mas allá del principio del placer. Al repetir más veces lo displacentero es porque el niño busca volver activo lo vivido o sufrido pasivamente, que en este caso sería la partida de la madre. En este juego, la parte incompleta, hay una ganancia de placer, de otra índole, pero directa, ya que hay otro placer que no está regulado por el principio del placer, directa es que busca restablecer un estado anterior.

Fort da Freud explicación

El fort da es un arrojar un carretel, y es reencontrarlo, es constituir un espacio, fundarlo, y es un gran logro cultural que supone tolerar la espera, y renunciar a la satisfacción pulsional inmediata, soportar la ausencia, simbolizar, hacer activo lo pasivo en el jugar.

Compulsión de repetición de transferencia: 1912 está en el marco del principio del placer, obedece este principio porque se desprende de vivencias pasadas, no las recuerda, las actúa, pero son del pasado, por ende, son representacionales porque la representación son representaciones de vivencia, es decir, podemos tomar vivencias pasadas, recuerdos etc. En esta se repite lo creativo, lo eficaz, la energía está ligada a representaciones y esta una repetición que va en post de la creación ,1920 la compulsión de repetición que marca en este año no obedece el principio del placer. La pulsión de muerte que Freud establece en el segundo dualismo, da cuenta de retornar a un estado inanimado, al estado anterior de la vida; La que plantea en 1912 obedece al principio del placer, está regida por este, ya que se desprende de representaciones, de vivencias pasadas, la que establece en 1920 no obedece el principio del placer porque no se desprende de representaciones ya que es el encuentro con lo no logado a las representaciones, no hay placer para ningún sistema. La compulsión de la repetición que aquí habla se repite en rasgos de carácter, frustraciones, es decir, que se va a repetir lo no logado a representaciones, por lo tanto, la energía queda por fuera de las representaciones, se repite lo que en ningún momento pudo haber sido placentero.

Capítulo 4: Freud comienza con especulaciones, es decir, construyendo teorías. Comienza a hablar de la corteza, de una membrana cortical, todo esto siendo metafórico, para dar cuenta del mas allá del principio del placer, del trauma y del encuentro con lo no ligado a representaciones, tomemos a la vesícula como un organismo, va a decir que el organismo se encuentra en un medio en el cual hay ciertas perturbaciones, esa vesícula, ese organismo, para protegerse de los embates es decir, ataques, perturbaciones del mundo exterior, va a refinar su parte cortical para protegerse de los estímulos del exterior, por lo tanto esa corteza es una membrana de protección anti estímulos, es decir, estos estímulos hipertróficos no llegan a perforar la membrana. Es mucho más importante, defenderse, protegerse, que recibir estímulos, por lo tanto, esas son las razones por las que la parte cortical resigna su arte viviente. Del exterior está protegido, pero el interior de la vesícula también va a recibir perturbaciones ya que estas también provienen del interior, Freud dice que se trata a los estímulos internos como si fuesen externos a través de la proyección, por lo tanto, hay protección. Ya no hay un exterior o interior, rompe con la dualidad.

Conceptualización del trauma:

¿Por qué existe la vesícula para explicar el trauma? Porque el trauma implicaría la perforación de la barrera de protección anti estimulo, que los volúmenes hipertróficos de excitación puedan perforar o penetrar la barrera, es el encuentro con lo no ligado a representaciones, es decir que el aparato se encuentra desregulado, ya no gobierna el principio del placer sino el más allá del principio del placer.

El trauma es una vivencia teñida de afecto, los dos tiempos del trauma, los primeros dos tiempos de la formula canónica coinciden con los dos tiempos del trauma, una vivencia sexual prematura que deviene traumática en un segundo momento, por una vivencia acontecida, esto implicaba un trauma; en el segundo momento de su obra el trauma es constitucional, ya no se habla de una vivencia sexual prematura, es constitucional porque la pulsión exige al aparato por su satisfacción y el individuo debe lidiar con la pulsión y la sexualidad humana, en términos pulsionales, es traumática. En el tercer momento de su obra, el trauma consistiría la perforación de la barrera de protección anti estímulos, es decir, que el encuentro con lo traumático es el encuentro con lo no ligado a representaciones.

Manuscrito K

El trauma actúa en dos tiempos y por efecto de al menos dos acontecimientos: una primera ocasión de seducción de un niño por un adulto, y una segunda escena, aparentemente trivial, posterior a la pubertad, que remite según rasgos determinables, a la primera.

El primer dualismo: Pulsión de auto conservación, que luego llama pulsiones yoicas, tienden a satisfacer las necesidades básicas de la vida; pulsiones sexuales, se apuntalan en las de auto conservación, pero luego se independizan de ellas.

El segundo dualismo pulsional: Pulsión de vida en contraposición con la pulsión de muerte, al comienzo va a decir que las pulsiones de vida van a tender a conservar esta última, por lo tanto, es como un renombre de las pulsiones de auto conservación.

Las pulsiones de vida, tienden a conservar esta última en unidades cada vez mayores, utiliza la analogía de las células germinales, las cuales son las células reproductoras.

Las pulsiones de muerte también son conservadoras, pero las destaca como originarias, mas pulsionantes e insistentes, conservan la vida en periodos más cortos. Tienden a restablecer el estado inorgánico, Freud dice que las pulsiones de muerte son las más primitivas, porque cuando él tiene que marcar el origen de las pulsiones de vida dice esto: Los originarios alabarderos de la vida, es decir, los defensores, fueron originarios alabarderos de la muerte; articulando esto con narcicismo, en el momento de autoerotismo hay un cachorro humano, no un humano, se libidinisa el cuerpo y libido es pulsión de vida porque es energía sexual de la pulsión, por lo tanto no hay vida sin libido, el resto auto erótico va a ser la pulsión de muerte, aquello que no es capturado por la libido, ni por la pulsión de vida. El marcaba en el narcisismo que una vez constituido este último, había un resto auto erótico lo que ahora es pulsión de muerte, si no hay libido es pulsión de muerte.

Originarias investiduras libidinales

Mezcla y desmezcla pulsional La mezcla pulsional implica que hay un predominio de la pulsión de vida por sobre la pulsión de muerte, están juntas. Hay contaminación de ambas pulsiones. La desmezcla implica que hay un predominio en la pulsión de muerte por sobre la pulsión de vida.

La pulsión de vida es ruidosa y revoltosa, dice Freud, porque al conservar la vida en unidades cada vez mayores, en contraposición de las pulsiones de muerte que son silenciosas, porque son fragmentarias, al contrario de la pulsión de vida que busca la unión, la pulsión de muerte busca la separación.

El segundo dualismo lo establece en más allá del principio del placer. En el problema económico del masoquismo va a decir que vamos a ubicar un masoquismo erógeno primaria, que no se dirige a los objetos ni regresa al yo, de él se van a desprender dos tipos de masoquismo, el moral y el femenino, El masoquismo erógeno primario no es observable, todo lo primario en Freud no es observable.

Diferencia entre el masoquismo y el sadismo: La pulsión que establecemos como originaria es la pulsión de muerte, pero el organismo para volver inocua a esta última pulsión va a dirigir gran parte de la misma hacia un objeto a través de la motricidad, y de ahí surge las pulsiones de: agresión, dominio o la pulsión de apoderamiento. El acto de dirigir la pulsión de muerte hacia los objetos del mundo exterior lo denomina sadismo. El masoquismo es un supuesto, no se ve en la realidad, es primario. El masoquismo segundario empírico es una reversión del sadismo, dice Freud. Tiene que conformarse el sadismo para conformarse el masoquismo, no hay masoquismo sin sadismo. La libido en su afán de volver inocua la pulsión de muerte, la traslada hacia afuera. El masoquismo segundario es una reversión del sadismo, cuando se habla de la libido es pulsión de vida, porque es energía sexual de la pulsión.

El masoquismo femenino está conectado íntimamente al pégale a un niño, a la fantasía de la paliza pégale a un niño.

Mandamientos superyoicos

La ganancia de placer de otra índole, pero directa, hace referencia a la pulsión de muerte, hay una ganancia de placer en el padecimiento. Directa porque la pulsión de vida es revoltosa, no es directa, realiza rodeos, conserva la vida en unidades cada vez mayores, la pulsión de muerte es fragmentaria.

La compulsión de repetición de 1913 no es la misma de 1920, la anterior a esta última, obedece al principio del placer, porque el paciente actúa en transferencia, no recuerda, actúa una escena del pasado que no recuerda. La de 1920 no obedece al principio del placer. Freud dice, entre esta diferencia de compulsión de repetición de 1913 y la de 1920, hay un hecho nuevo y asombroso que ahora debemos describir que es que la compulsión de repetición devuelve también vivencias pasadas que no contienen posibilidad alguna de placer . En el momento en el que sucedieron esas vivencias, tampoco fueron placenteras, nunca lo fueron. La compulsión de repetición de 1913, él va a marcar que hay placer para un sistema y displacer para otro, por eso ocurre la represión, a partir de 1920, para ninguno de los sistemas es placentero. Desde la primera tópica.

¿Qué supone la ruptura de la barrera de protección anti estímulos?

Implica el encuentro con lo no ligado a representaciones

Sueños de neurosis traumáticas: Dice Freud, estos sueños buscan recuperar el dominio sobre el estímulo por medio de un desarrollo de angustia, cuya misión causo la neurosis traumática, busca tramitar psíquicamente este quantum energético. Dice Freud, que estos sueños nos proporcionan, nos brindan o dan cuenta así, una perspectiva o una mirada sobre una función del aparato anímico que, sin contradecir al principio del placer, es empero independientemente de él, porque va más allá del principio del placer y parece más originaria que el propósito de ganar placer y evitar displacer.

Hay algo más importante que recibir estímulos, y eso es defenderse de los mismos, dice Freud, la vesícula sede su parte cortical para defenderse de los estímulos, para el aparato anímico es más importante defender de estos que recibirlos.

El problema económico, se parte del masoquismo erógeno primario que es un supuesto teórico, la libido es su afán o esfuerzo, de volver inofensiva a la pulsión de muerte la traslada hacia afuera, hacia otro objeto, lo que se llama sadismo, la exterioriza y ahí se une la libido a la pulsión de muerte. Que ese sadismo retorne del objeto al yo es el masoquismo segundario, se manifiesta de dos maneras, el masoquismo femenino y el moral el masoquismo es una reversión del sadismo.

Conferencia 31

El Yo y el Ello, donde Freud establece la segunda tópica del aparato, la cual no anula a la primera. Freud introduce la segunda tópica para poder dar cuenta de la pulsión de muerte, de lo no ligado a las representaciones, porque la primera tópica era un aparato de representaciones, no había algo que tenga que ver con lo no ligado.

Las instancias de la primera tópica: Dos instancias, sistema inconsciente y sistema preconsciente – consciente.

Las instancias de la segunda tópica: Tres instancias, Ello, Yo y Súper Yo. A la luz de la segunda tópica, las instancias de la primera pasan a ser cualidad del aparato, es decir, inconsciente, preconsciente y consciente son cualidades del aparato a través de la segunda tópica.

El ello; antecedentes: El cuerpo auto erótico, el primordial es el inconsciente estructural, que carece de representaciones, el núcleo inconsciente del yo y la pulsión de muerte.

Todo lo reprimido es inconsciente pero no todo lo inconsciente forma parte de lo reprimido.

¿Cómo define o caracteriza Freud al ello?

Freud va a decir que el ello es lo otro cualicuantitativo o también llamado lo radicalmente otro, está dando cuenta de que escapa al campo de las representaciones. Lo radicalmente otro también da cuenta de que es lo otro que atraviesa al individuo, es decir, que lo divide. Va a decir que el ello es amoral y que va a estar relacionado con el inconsciente no reprimido, el estructural, Freud dice El ello puede desplegar fuerzas pulsionantes sin que el yo lo note. El ello es el reservorio pulsional, sede de pulsiones, de vida y muerte, siendo la ultima la originaria.

El individuo es un ello psíquico, dice Freud, por lo tanto, es una sed de pulsiones, una carga energética, puro quantum energético. La pulsión es una magnitud de actividad que busca satisfacerse, el ello es pura satisfacción.

A través de la cultura va conformándose el yo.

Freud va a decir que lo reprimido que habita en el ello se comunica con el yo a través de él, es decir, lo reprimido se comunica con el yo a través del ello. Freud establece al ello como el inconsciente reprimido, estructural.

Freud también dice que el ello es el representante de las pasiones, porque son investiduras libidinales que pujan por su descarga, descarga de satisfacción. El ello se infiltra en el yo y en el súper yo y comanda las resistencias mayores, dice Freud. Freud va a decir que el ello es lo originario, un individuo psíquico, los contenidos del ello pueden pasar del ello directamente al yo o indirectamente por medio de un rodeo a través del súper yo.

Primero se forma el ello, nacemos siendo el ello y después pasamos a constituir un yo y de ultimo se conforma el súper yo. Segunda tópica.

Antecedentes del yo, Freud hablaba de masas de representaciones, el yo del narcisismo, unificación ilusoria. El yo coherente y un núcleo del yo que es inconsciente; el yo coherente es la organización coherente de los procesos anímicos de una persona, depende de la consciencia, porque produce descargas en el mundo exterior y establece un ordenamiento temporal, es la instancia que ejerce control sobre procesos parciales, es el responsable de cierta razón y prudencia.

El otro inconsciente

Hemos hallado en el yo mismo algo que es también inconsciente que se comporta exactamente como lo reprimido y que se necesita de un trabajo particular para volverlo consciente. Por lo tanto, está dando cuenta que en el yo está dividido, no es una masa de representaciones coherentes como lo pensaba antes que reprimía lo que era inconciliable para él, sino que dentro del núcleo del mismo yo hay una parte inconsciente.

El yo inconsciente se encuentra dentro del mismo yo, sería su núcleo, que se comporta exactamente como lo reprimido y se necesita un trabajo especial para volverlo consciente. El yo más en su totalidad, el yo es una esencia cuerpo, un yo corporal, una superficie percipiente, dice Freud, que parte del sistema p, se origina en él, es el sistema de la percepción y se abraza primeramente al pre consciente y se asienta en el ello.

El yo es una parte alterada del ello, dice Freud, una parte modificada del ello, debido a las influencias o influjos del mundo exterior, el yo es una superficie que se afana o se esfuerza reemplazar el principio de placer que está rigiendo del ello por el principio de realidad, que tiene que ver con el yo coherente ya que el principio de realidad marca ciertas coordenadas. El yo es el jinete que frena al caballo, pero a veces se confunde y cree que él es la voluntad del caballo, el yo cree que puede domeñar al caballo, pero no siempre porque a veces el caballo lo domina a él.

El súper yo, antecedentes: diques pulsionales, el asco, la vergüenza y la moral, las enigmáticas tendencias masoquistas. El súper yo se forma luego del sepulta miento del Edipo, una vez se sepulta el Edipo se reprimen todas las mociones pulsionales y el Edipo queda un heredero que es el súper yo, la última instancia que se va a formar, Freud va a decir que el súper yo es un grado o diferenciación dentro del yo, surge del yo. Sus fuerzas y representaciones son aportadas por el ello, es decir que toma la fuerza del ello el súper yo, porque el ello es sede de las pulsiones. El súper yo mantiene un vínculo menos fuerte con la consciencia, un vínculo débil. Se forma a partir del sepulta miento del Edipo, pero tomando la identificación primaria con el padre (aquellas normativas y regularidades culturales). Va a decir que el súper yo tiene una doble faz o cara, como tu padre (tomado como cultura), debe ser en cuanto a identificaciones, debes identificarte a tu parte, como tu padre no es licito ser, no debes compartir el lecho con tu madre. Esta doble faz implica un punto de imposibilidad para el yo.

Goce en psicoanálisis no quiere decir satisfacción placentera.

Los conflictos entre el yo y el ello se va a continuar con su heredero, dice Freud, el yo se somete al imperativo categórico del súper yo, el súper yo es el encargado de la reacción terapéutica negativa, del que los pacientes reciben negativamente del tratamiento, Freud tira una frase muy polémica; el hombre, el ser humano normal es mucha más inmoral de lo que cree y más moral de lo que sabe. Inmoral da cuenta del que el ello le pide satisfacción al yo, el súper yo le pide que se castigue, que cumpla los mandatos sociales y esto da cuenta a dar paso a los tres vasallajes del yo, Freud dice que el yo es un pobre ciervo en el servicio de tres amos, el ello, el súper yo y el mundo exterior, el ello porque puja ´por la satisfacción, busca que el yo se satisfaga todo el tiempo y el súper yo, esa instancia cruel que castiga al yo para que cumpla sus designios, por eso decimos que el yo es moral el ello es amoral y el súper yo es híper moral. El yo también debe lidiar con el mundo exterior y a su vez este último modifica al yo, ya que el yo percibe los estímulos del mundo exterior y responde hacia ellos.

Pégale a un niño, tener en cuenta las fases, que son tres, todas se reducen a frases. La primera fase es el padre pega al niño que yo odio, es decir, que el padre no ama al niño que azota, sino que me ama a mí, esta fase de pégale a un niño, ocurre en la fase fálica del Edipo, este último acontece en esta fase, es decir, que el padre que está azotando al niño es porque a mí me ama y al otro niño lo odia, el niño fantaseador es un mero espectador del castigo. La primera fase, tanto como la tercera fase son susceptibles de recuerdo, es decir que se desprenden de la cadena asociativa.

Todo lo que es reprimido, es porque puede retornar en algún momento.

La segunda fase no es recordable, es inmemorial, por lo tanto, da cuenta del mas allá del principio del placer, estrictamente lo que Freud va a llamar el ello, que carece de representaciones. Se reduce en que no te ama a ti, pues te pega, ya el niño fantaseador es quien es golpeado, este cambio sucede porque hay una consciencia de culpa, por un deseo incestuoso, por haber deseado al padre. Esta fase da cuenta a una regresión a la fase sádico anal, porque en la lógica de esta fase ser pegado es un sustituto de ser amado, son equivalentes. Freud remarca que se construye en el análisis, esta segunda fase de pégale a un niño, se construye esta satisfacción masoquista.

En la tercera fase se pierde el referente, los niños son pegados, azotados. El referente es sustituido por alguna figura de autoridad, maestro, jefe etc., el padre que era el referente en las dos anteriores no aparece en esta fase, porque aquí ya no aparece el padre como agente de la castración. El ser pegado, en esta fase, es sustituido por otras formas de humillación, desestimado, abandonado, menospreciado etc., esta fase es la cicatriz del complejo de Edipo, después del sepulta miento del complejo de Edipo, lo que deja este sepultamiento son dos cuestiones, el heredero, que es el súper yo y la cicatriz de la fantasía de pégale a un niño y esta cicatriz da cuenta del masoquismo femenino, de la posesión.

La satisfacción incestuosa es imposible de realizar, dice Freud.

El masoquismo femenino da cuenta de la cicatriz de paliza de pégale a un niño

El masoquismo moral da cuenta del súper yo y su ferocidad.

El psicoanálisis no es psicología preventiva.

El Edipo, Freud va a dividirlo en Edipo positivo y Edipo negativo, también llamado Edipo invertido, el positivo implica amor, emociones libidinosas dirigidas hacia el progenitor del sexo opuesto y hostilidad o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo. Tanto el negativo como el positivo conforman el Edipo completo. Tanto para el niño como para la niña el primer objeto de amor es la madre seductora, que a través de sus cuidados y atención libidinisa al cachorro humano.

El niño conserva en el Edipo al mismo objeto de amor, que es la madre, el padre actúa como agente de castración, viene poniendo un límite.

La niña parte de la madre seductora, el primer objeto de amor, pero la niña a esa predipica, Freud la llama etapa predipica, la cual es preparatoria al Edipo, en la cual hay una negación intensa entre la madre y la niña, Freud dice que forman un todo unitario y perfecto, porque la niña tiene y la madre tiene, pero va a acontecer una decepción fálica, porque la madre la va a decepcionar fálicamente. Estructuralmente va haber una decepción fálica porque la madre que no cumple ese papel de madre, no tiene una respuesta para todo, por lo tanto, la niña va a dirigirse al padre, que es donde se forma la etapa edipica, es decir, que la etapa edipica de la niña implica dos cuestiones, que las mociones libidinosas de la ligazón madre predipica que es súper intensa, no se pierden, sino que se permuta o se sustituye hacia el padre, de la madre pasa al padre.

El núcleo del yo es inconsciente del orden de lo reprimido.

El principio de nirvana estaría ligado a lo que sería aniquilamientos de estímulos, con llevar esa carga energética a cero, estaría muy conectado a la pulsión de muerte.

El principio de placer implica un movimiento hacia la satisfacción inmediata; el principio de realidad implica un movimiento a través de un rodeo adaptándose a la realidad, pospone el placer soportando una cuota de displacer.

El narcisismo y el ello, el ello es sede de pulsiones, no hay un narcisismo de entrada, decía Freud, por lo tanto, debe constituirse a partir de un nuevo acto psíquico y este último es la libido del otro del otro de los primeros cuidados que catetiza, sexualiza al cachorro humano y paulatinamente se va conformando el yo. Desde la luz de la segunda tópica, el ello es la sede de pulsiones y Freud dice que el individuo es un ello psíquico no hay un yo de entrada, sino un ello, primeramente, pero a través de los influjos del mundo exterior del ello, va a ver una parte modificada que va a ser el yo, pero sin los influjos del mundo exterior no es posible, ya que son precisamente esa libido que catetiza el cachorro humano, que lo va erogenizando.

¿Cómo se explicaría la frase el carácter del yo es una sedimentación de las investiduras de objetos resignadas? Los primeros objetos de amor de la etapa edipica son los otros de los primeros cuidados, pero cuando se reprime el Edipo esos objetos de amor son resignados, ya que se pasa de la endogamia a la exogamia, entonces, como esos objetos de amor fueron resignados pasan a ser identificaciones del yo, por lo tanto, el yo es una serie de sedimentaciones de investiduras de objeto resignadas.

El súper yo, plantea una identificación que es imposible de cumplir, es el mandato súper yoico, se cómo tu padre, pero no lo seas al mismo tiempo.

La angustia

Primera versión, Freud establece que la tensión sexual somática no ligada psíquicamente se descargaba en angustia, había una tensión física acumulada que no podía tramitarse psíquicamente, es lo no ligado a representaciones que la libido no podía capturar, es decir, eso que no se tramitaba, esa tensión sexual somática que quedaba en el cuerpo, era liberada tras puesta como angustia. Es ese momento Freud establecía que no había mecanismo psíquico para la angustia, porque no tenía ligadura a representaciones, por lo tanto, no se desprende de una vivencia sexual prematura que deviene traumática, no se desprende de vivencias pasadas, no es recordable, por lo tanto, las neurosis de angustia no eran analizables, por lo tanto, no eran abordables en el tratamiento analítico y eran exterior al dispositivo analítico.

Segunda versión, Freud decía que la libido desamarrada de las representaciones reprimidas, se liberaba como angustia, la libido no aplicada se trasponía como angustia, por lo tanto, establece una fórmula que la represión genera angustia, por lo tanto, si hablamos de represión, hay un mecanismo psíquico para la angustia, por lo tanto, es abordable bajo el tratamiento analítico ya que esta por dentro del dispositivo analítico, ubica como referente clínico la fobia.

Tercera versión, Freud va a invertir la fórmula de la segunda versión, si en la segunda fórmula, Freud establecía que la represión provoca la angustia, en la tercera es al revés, la angustia crea a la represión, acá ubicamos un primer cambio, ahora la represión es producto de la angustia, siguen siendo analizables las cuestiones de la angustia en esta versión, por lo tanto, lo que cambia es la fórmula antes mencionada. Freud establece dos dimensiones de la angustia, la angustia automática o traumática y la angustia señal.

La angustia automática o traumática es pura perturbación económica, implica que la barrera de protección anti estimulo haya sido irrumpida o atravesada, pertenece a lo no ligado a representaciones, no pertenece a este campo, esta dimensión de la angustia esta por fuera de lo no ligado a representaciones, pero dentro del aparato, porque la segunda tópica Freud la construye para dar cuenta de lo no ligado a representaciones. El arquetipo es el acto de nacimiento, porque el nacer implica inundación de estímulos hipertróficos, el recién nacido no puede tramitar psíquicamente, no tiene un aparato conformado aún, por eso la angustia automática reproduce el acto de nacimiento, el arquetipo del acto de nacimiento.

La angustia señal, la angustia es una señal ante el peligro inminente de la castración y esta dimensión de la angustia influirá para que se desencadene la represión, cuando Freud dice que la angustia crea o provoca la represión está dando cuenta de la angustia en su dimensión de señal, esto sería una diferenciación entre la angustia señal y la automática o traumática.

Para conectar la tercera con la primera hay que reparar en la dimensión de angustia automática o traumática porque da cuenta de lo no ligado, es decir, en la primera versión Freud establecía que había un cumulo de tensión y este cumulo de tensión que es esa energía que es libido no se podía ligar a representaciones, anudar a representaciones, tramitar psíquicamente y se transponía como angustia, en la tercera versión habla de la angustia en su dimensión automática o traumática que reproduce la escena del acto de nacimiento el cual implica una perturbación de estímulos hipertróficos, en el cual no se pueden tramitar, no se pueden ligar psíquicamente.

Freud dice en cuanto a la angustia señal que el yo es el genuino sembrador de la angustia, es decir, el yo es donde se almacena la angustia, donde surge esta última, esto no es deliberado, no es consciente.

El peligro inminente de la castración va a ser por cuestiones externas o internas del yo.

La inhibición es una limitación impuesta por el yo.

Texto análisis terminable interminable

Distintos tipos de resistencias: hay tres resistencias del yo, una resistencia del ello y una del súper yo.

Resistencias yoicas (son 3): la primera es resistencia de represión, esta resistencia es para salvaguardar la represión misma y requiere de un gran gasto de energía, de un gasto de energía permanente.

Resistencia de transferencia: Tiene que ver con la anterior (resistencia de represión), pero en el marco transferencial, en el dispositivo analítico, porque hay resistencia de represión sin que la persona vaya a un análisis, pero la resistencia de represión traducida en el dispositivo analítico se la denomina resistencia de transferencia, está muy vinculado al recordar en acto, el paciente no recuerda, sino que repite en transferencia los prototipos infantiles con el analista, no confundir con la compulsión de repetición que va en más allá del principio del placer.

Resistencia de ganancia de la enfermedad o beneficio segundario de la enfermedad: esta resistencia se presenta o sucede cuando el síntoma se integra al yo, es decir, que el síntoma es egocintonico, actúa en conformidad al yo, lo que se busca en el análisis es que el síntoma se vuelva egodistonico, es decir que no este en sintonía con el yo. Freud dice que hay una renuencia a la satisfacción engendrada por el síntoma, esto quiere decir que hay una resistencia a renunciar a la satisfacción que provee el síntoma mismo.

El yo no se resiste deliberadamente, no sucede a voluntad.

La resistencia del ello y del súper yo son resistencias mayores.

La resistencia del ello la denomina como compulsión de repetición, una compulsión que obviamente no obedece al principio del placer, sino que es meramente pulsional. Freud dice que acontece una fijación, un éxtasis libidinal, también usa la palabra viscosidad de la libido, es to quiere decir que la libido se apega a los objetos y no los suelta, esta resistencia del ello es responsable de la rigidez y de la inercia psíquica, un agotamiento de la plasticidad. Freud dice que se establece vínculos fijos y petrificados con los objetos, no hay posibilidad de cambio, por eso lo que se requiere en el análisis cuando se presenta la resistencia del ello, implica una necesidad de re elaboración.

La resistencia del súper yo: Freud la denomina necesidad de castigo, dice que esta resistencia es la más oscura, pero no por ello la más débil, parece surgir de la consciencia de culpa o de la necesidad de castigo. Lo que ocurre cuando se presenta esta resistencia del súper yo es que se opone a todo éxito de la cura, es responsable de la reacción terapéutica negativa, lo cual implica que los pacientes en lugar de mejorar empeoran, en palabras estrictas de Freud dice que los pacientes reaccionan de forma trastornada hacia los progresos de la cura. La reacción terapéutica negativa se exterioriza en el análisis como una necesidad de castigo. Dice Freud que la reacción terapéutica negativa, es la responsable de los modos de padecimiento actuales.

Para el psicoanálisis gozar es sufrir, padecer, tiene que ver con la pulsión de muerte, que es una porción de agresión interiorizada.

Factores que influyen para el éxito o fracaso del tratamiento: Son tres factores más uno, el primer factor que Freud establece es el influjo traumático, va a decir que es el de mejor pronóstico, el más favorable y el único terminado definitivamente. El segundo factor es la intensidad pulsional, hace referencia más que nada a la vertiente de la pulsión de muerte, que es constitutiva, dice Freud esta intensidad pulsional puede hacer que el análisis se vuelva inconcluible, es decir que nunca termina. Puede ser que esto suceda. El factor cuantitativo seria el causante del fracaso del análisis, porque al tener una enorme cantidad de intensidad pulsional de muerte, el análisis fracasaría, pero esto dependería de ese factor cuantitativo del desenlace, de cuan alta es esa intensidad. El tercer factor es grado de alteración del yo, Freud aclara que con un yo muy alterado no habría manera de que el análisis funcione, este yo alterado tiene que ver con las identificaciones, el yo es una serie de identificaciones resignadas.

El más uno, se menciona de esta forma porque es inherente, constitutivo y no es modificable, lo llama roca vida o la base de la castración, también lo anuncia como la diferencia entre los sexos, Freud dice que en la mujer (no se refiere a la mujer biológicamente), hay un punto con el que nos topamos que no podemos avanzar más allá y del hombre también, a la mujer seria la envidia fálica, la envidia del pene. En el hombre se traduce como la revuelta hacia la sexualidad, la revuela contra la feminidad, Freud dice ser pasivo frente a otro hombre.

Freud dice que lo reprimido es ambos sexos es el sexo contrario, es decir, que lo reprimido en las mujeres (biológicamente), en las mujeres esta reprimida la masculinidad y en los hombres la feminidad.

El mito del andrógino. Buscar. (no va para el parcial)

En el análisis no se intenta alentar, se intenta indagar

Roca viva de la castración es que al enfrentarse con la castración no se puede hacer nada

Topes o límites al tratamiento, donde el análisis se encuentra con un límite, son dos, el primero es falta de movilidad con la libido, que tiene que ver con la viscosidad, porque si la libido no puede desasir ciertos objetos tampoco hay capacidad para asir o dirigir la libido a nuevos objetos y no los suelta, por lo tanto no hay capacidad de asir otros, por lo tanto no puede dirigir la libido el analista y si esto no sucede no hay transferencia posible y si no hay transferencia posible no hay análisis, esto es para Freud; El segundo limite o tope del tratamiento es la rigidez del narcicismo, donde la libido no se aplica a los objetos sino que queda siempre en el yo. Otra cuestión que Freud establece que el análisis tiende es a devolverle al enfermo la capacidad de amar y trabajar.

Preguntas del parcial (practica)

Relacione el juego de carretel denominado fort da con el más allá del principio del placer

Acá hay que explicar que el juego incompleto, es decir, solo la parte de fort da cuenta del más allá del principio del placer, es decir, que el niño repite muchas más veces la desaparición, que es tirar el carretel y no volver a traerlo para la visión del niño, lo hace desaparecer más veces de las que lo hace aparecer y Freud se pregunta porque se repetiría algo tan displacentero, porque el niño el niño convierte activo lo vivido pasivamente, que es la partida de la madre. El juego del fort da, da cuenta también de la constitución paulatina de la subjetividad, porque instaura la alternancia de ausencia presencia y esto da cuenta de que los objetos existen más allá de la percepción visual del momento.

Explique la frase, todo lo reprimido es inconsciente pero no todo lo inconsciente es reprimido

Hay que explicar primero la primera parte.


 

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