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MEMORIA - Stasiejko
Estudios clásicos acerca de la memorización y la recordación
A- La memorización entendida como registro de huellas desvinculadas el afecto. El uso de métodos cuantitativos.
Herman Ebbinghaus investigó la posibilidad de memorización humana a través de un programa experimental. Fue el primero en diseñar y realizar un notable programa experimental.
Se interesó en la investigación cuantitativa de procesos psicológicos superiores y se propuso aplicar los métodos experimentales que Fechner utilizó en sus estudios acerca de la experiencia sensorial interna a la investigación de la memoria humana.
En su estudio experimental, dos factores resultaron apropiados para fundamentar los resultados obtenidos: el tiempo que transcurre entre la presentación del material y su repetición, y el número de repeticiones necesarias para aprender algo.
Mediante sus estudios llegó a destacar que cuando un material se re-aprende, se produce un ahorro que disminuye a medida que aumenta el tiempo entre la primera y la segunda vez que algo se aprende.
Una poesía aprendida de memoria, aunque luego se olvide parcialmente, puede aprenderse por segunda vez con menor esfuerzo.
Ebbinghaus se dedicó al estudio del aprendizaje y el olvido de materiales “artificiales” en un único sujeto, él mismo, bajo estrictas condiciones. Consideró que era necesario disponer de un material homogéneo, indiferente, insignificante, sin significado, porque así se minimizarían los efectos del conocimiento previo, las asociaciones y vinculaciones afectivas con el tema.
Usó 2.300 sílabas fácilmente pronunciables pero sin semejanza con palabras reales. Elaboró fichas con series de ocho o más de este tipo de sílabas, buscando componer estímulos lo más uniformes posible. Leía las series a un ritmo constante y las repetía hasta ser capaz de reproducirlas correctamente. Después de un intervalo volvía a aprender la lista y calculaba cuántas repeticiones menos le costaba, en comparación con la primera vez. Este método del ahorro le proporcionó una medida acerca de la retención lograda.
Combinando los resultados de cientos de pruebas trazó su famosa curva del olvido. Se requiere más tiempo por unidad de material en listas más largas. Este fenómeno se explica a partir de los efectos inhibidores entre las sílabas. En listas más largas, la probabilidad de ocurrencia de efectos inhibitorios entre sílabas se acrecienta.
También investigó la relación entre el grado de aprendizaje y la retención subsiguiente; es decir, el efecto de un aprendizaje excesivo de listas. Tal técnica obtuvo el nombre de método de ahorro o re-aprendizaje.
El propósito de Ebbinghaus fue llegar a descifrar los mecanismos puros de la memoria eliminando las asociaciones vinculadas con el significado, pero, cuando dejó por fuera el significado de los materiales utilizados, también excluyó lo que constituye la característica más importante de la memoria humana.
El hecho de no haber logrado una expresión teórica para los resultados de su investigación manifiesta otra limitación de su trabajo.
La opinión generalizada era que el mérito residía sobre todo en la demostración de que también era posible investigar experimentalmente un proceso psíquico “superior” como la memoria. Este nuevo giro fue acogido por algunos como un punto de inflexión de dimensiones históricas.
B- El recuerdo comprendido como una reconstrucción consiente y afectiva de una imagen o de una narración. El contrapunto de los aportes de F. Bartlett.
La “importancia del significado” en los actos de memorizar y recuperar nuestros recuerdos fue el principal interés de otro gran pionero en el estudio de la memoria humana: Sir Frederick Bartlett.
Bartlett optó por la realización de profundos análisis cualitativos de los informes verbales producidos por sujetos mientras ejecutaban la acción de recordar, ofreciendo a partir de las mismas interpretaciones rigurosas.
Sus investigaciones se vinculaban con la psicología social ya que consideró que todo proceso psicológico humano es inherentemente social, y como tal, no puede estudiarse como la capacidad de un individuo aislado de su contexto cultural.
Las acciones llevadas a cabo por las personas mientras resuelven tareas, como por ejemplo recordar, son actos que suceden siempre en referencia a marcos sociales, a contextos. Con estos planteos, podemos comprender que la producción de F. Bartlett se contrapone frontalmente al enfoque propuesto por H. Ebbinghaus.
Todas las manifestaciones humanas son acciones que toman forma en determinadas condiciones y por tanto, cuando las personas realizan sus actos, los hacen encajar con y en las circunstancias vividas.
Bartlett consideró que el uso de estímulos uniformes y sencillos no garantiza que la respuesta humana resulte asimismo, uniforme y sencilla.
Igualdad de condiciones externas varía aquello que determina el recuerdo, varía el significado otorgado.
Bartlett se dedicó al estudio de la acción de recordar de los seres humanos cuando se enfrentan con materiales ricos y significativos, tales como los que pueden ser aprendidos y recordados en las condiciones de la vida cotidiana.
En sus experimentos sobre recordar empleó materiales que pudieran ser considerados suficientemente interesantes y normales para los sujetos de las pruebas.
Por un lado utilizó el método de descripción como procedimiento que le permitiría plantear nuevos problemas y posibles pistas de solución, más que resultados definitivos.
Advirtió que las personas no recordaban directamente el material presentado sino las opiniones que se habían formado acerca del material cuando lo habían visto originalmente, tratándose en todos los casos de actitudes subjetivas de carácter afectivo.
, los detalles evocados se construían bajo el influjo de la actitud afectiva,
las respuestas se podían dividir en dos clases: aquellas que daban cuenta de una recordación basada en las imágenes observadas y las restantes que se guiaban por su propia producción lingüística durante el proceso de recordación.
Otro tipo de método utilizado por Bartlett fue la reproducción repetidaen un mismo sujeto. Un sujeto recibía una narración, un pasaje expositivo o un dibujo para que lo pudiera analizar y estudiar bajo determinadas condiciones. Se le solicitaba una rememoración a los quince minutos y otras, a intervalos de mayor amplitud: horas, días, semanas.
Al utilizar este método, Bartlett esperaba registrar los cambios que, con el paso del tiempo, las personas introducen en la recordación.
El relato se acorta y se producen omisiones. Algunos términos y acciones fueron reemplazados por otros de mayor familiaridad para los sujetos.
Al analizar los diversos relatos, Bartlett encontró reiterados ejemplos de la fuerte tendencia a racionalizar: “siempre que aparecía algo incomprensible o extraño, se omitía o se explicaba.
Los términos inusuales, los nombres propios y la mención a lo sobrenatural se iban perdiendo. Se muestra en todos los relatos una tendencia a abreviar y simplificar, tanto el cuento en su conjunto como los detalles. Llegó a establecer algunos temas generales originados por el uso del método de reproducción repetida. La persistencia en todos los sujetos de la forma construida en su primera reproducción predomina la respuesta a un esquema, forma, orden o disposición general del material
Aunque la forma general se mantenía una vez que se había realizado la primera reproducción, el estilo real del original se transformaba en todos los casos de modo rápido y no consiente.
El esquema es el factor predominante y permanente en la organización del relato y posiblemente, sostuvo Bartlett, una vez que se establecía tal forma, su estabilidad y efectividad podía deberse al carácter afectivo que lo determinaba. , a medida que diferentes sujetos recordaban la historia dando su propia versión (a los quince minutos, al mes, a los seis meses, etc.), Bartlett pudo detectar que ciertas características tendían a repetirse en el mismo relator.
La noción de esquema producida por Bartlett ha sido recobrada por la perspectiva cognitivista.
Ante las evidentes distorsiones en el recuerdo, los investigadores plantean conveniente caracterizar a la memoria como:
· Selectiva: toda la información que no pertenece al esquema activo en ese momento no se puede recordar.
· Interpretativa: el esquema activo da lugar a suposiciones sobre el significado de los acontecimientos
· Integradora: distintas áreas y sucesos se combinan en un único esquema y no se pueden procesar por separado.
Los esquemas forman parte de la representación del recuerdo, conduciendo la interpretación.
La función general del esquema es ofrecer un contexto que organiza la información de antemano.
Si bien el esquema vigente en cada momento afectará el recuerdo, hay que tener en cuenta que el mismo se forja a su vez desde los acontecimientos vitales y emocionales, y en particular por el momento en que se produce la recordación.
Bartlett utilizó otro método, también original: la reproducción serial entre personas. Diseñados para estudiar los efectos de los cambios introducidos por distintas personas en una cadena sucesiva de recuerdo entre personas.
Ofreció materiales que pueden pasar muy rápidamente de un grupo social a otro y que resultan en sí interesantes, a la manera de un rumor.
Los elementos más inestables son los nombres propios y los títulos. Esto resulta muy interesante porque en general un título proporciona un contexto. Sin embargo, lo que se revela es que mientras el material se pueda recordar conservando la interpretación, la persona concreta que produce su expresión verbal a otra da por supuesto el contexto de interpretación y de este modo, no lo explicita. Como resultado de esta “presuposición” se abre el terreno para la producción de cambios considerables en el material.
La reproducción serial normalmente proporciona transformaciones asombrosas y radicales en el material. Los sujetos pueden estar muy satisfechos con los resultados, tener la convicción de haber transmitido todas las características importantes con pocos cambios o ninguno.
Cuando el material a recordar se presenta visualmente y representa algún objeto común pero que contiene características no familiares para la comunidad a la que pertenecen los sujetos que hacen la prueba, esas características no familiares se transforman invariablemente en la dirección de lo familiar.
Bartlett propuso eliminar la idea de reiteración o reproducción, ya que en el mundo humano, eminentemente cultural y donde todo cambia, el recuerdo literal tiene poca importancia. Propuso el término recordación.
Los esquemas no son la causa del proceso sino aquello con lo que la persona puede operar para hacer la recordación.
Los constituyentes de los esquemas se ordenan y reordenan en base a las experiencias activas del sujeto sin embargo, hipotetizó Bartlett, lo interesante es que el ser humano puede no solo volver sobre sus propios esquemas sin darse cuenta, sino especialmente, puede volver hacia ellos tomando conciencia.
Sin la acción de la conciencia no sería posible un verdadero recuerdo de los hechos pasados.
Recordar nunca puede reducirse a la re-excitación de huellas fragmentarias y fijas; más bien, se trata de una construcción de imágenes y relatos que se forman a partir de la relación entre la actitud que se mantiene sobre todo un conjunto activo de acciones y experiencias pasadas y un detalle sobresaliente que en el momento actual aparece en forma de imagen o palabra.
La actitud de recordación es el resultado de la posibilidad de volver sobre los propios esquemas y depende de la acción de la propia conciencia.
La recordación, para este autor, se definió por el interés y la afectividad.
Bartlett y la Psicología Social.
Tanto el contenido como las formas de memorización y recordación están determinadas por las influencias sociales, llegando a plantear que tal determinación social es fundamento para la naturaleza constructiva del recuerdo personal.
Bruner (1991) subraya que en los clásicos estudios de Bartlett podemos encontrar referencias a la alteración sistemática de la memoria a fin de adaptarla a las representaciones canónicas del mundo social. Cuando esto no se logra, el recuerdo pasa al olvido o bien se destaca por su excepcionalidad.
Las instituciones, las costumbres, en definitiva las formas de vida compartida tienen un poder esquematizador y regulador sobre la memoria individual y en particular sobre la dimensión afectiva considerada como la base o “huella dactilar” general del esquema que gobierna la reconstrucción de un recuerdo ante los otros e incluso ante uno mismo.
Bartlett es reconocido como el primer psicólogo experimental que estudió de modo sistemático la vinculación entre memoria y cultura, ya que logró destacar la influencia y el peso fundamental que tienen los valores sociales.
C- Posible articulación entre las dos líneas de investigación
La dos líneas de investigación presentadas en los apartados anteriores no solo nos permiten identificar y conocer dos trabajos fundadores de la temática de la memorización y recuperación de los recuerdos, sino reconocer una de las tantas dicotomías instaladas y aún supervivientes en el campo disciplinar de la Psicología: la cuantificación versus la interpretación, lo cualitativo versus lo cuantitativo.
Para estudiar los procesos psicológicos humanos “puros y libres de las impurezas culturales”, sostiene Bruner, es inevitable recurrir a las investigaciones de laboratorio. Sin embargo, al seguir tal dirección relegamos la comprensión de que todo proceso psicológico, por ejemplo la memorización, la recordación y el olvido, opera con apoyos culturales.
Las dos líneas pueden someterse a diversos cuestionamientos. De todos modos, ¿pueden integrarse y enriquecerse mutuamente posturas supuestamente tan desencontradas?
Las dos formas son iluminadoras, aunque no deben reducirse una a la otra. Ambas permiten, en conjunto, explorar la complejidad de los procesos psicológicos.
Aportes de la psicología cognitiva del procesamiento de la información al estudio de la memoria.
La cognición se definió como computación de representaciones, como procesamiento de información, como manipulación de representaciones en base a reglas. El sistema cognitivo interactúa, entonces, con las formas abstractas de las representaciones y no con su significado.
Estudios acerca de la memoria con la adopción del modelo del procesamiento de la información que sostiene un enfoque microgenético acerca del funcionamiento mental.
Bruner y otros psicólogos contemporáneos, proponen la construcción de una ciencia que se dedique al estudio de la mente en torno al concepto de significado con el fin de comprender los procesos mediante los que los seres humanos crean y negocian los significados en una comunidad.
Impacto de la “metáfora del ordenador” en los estudios acerca de la memoria
En opinión de J. M. Ruíz Vargas, las razones que pueden dar cuenta de la preponderancia de investigaciones centradas en el tema de la memoria desde la perspectiva del procesamiento de la información, han sido:
a) La influencia y desarrollo de las ciencias del cómputo
El desarrollo de los primeros ordenadores condujo a la construcción de sistemas en cuya arquitectura se incluyó la noción de programa almacenado. Un programa contiene especificaciones acerca de las operaciones que se pueden realizar y las especificaciones se almacenan en una memoria
b)El estudio del procesamiento de la información.
Los psicólogos consideraron a la representación y los procesos como categorías teóricas centrales. Se desarrolla una especial preocupación por explicar cómo adquirimos, codificamos, almacenamos y recuperamos información; y la memoria se instituye en la estructura central del sistema de procesamiento.
c) La insuficiencia de las explicaciones del procesamiento guiado por los datos.
Los psicólogos de la percepción primero y los críticos a esta postura posteriormente, plantearon una gran variedad de teorías para explicar la percepción de un mundo constante, a pesar de la variación del mismo.
Los psicólogos cognitivos de la segunda mitad del SXX postularon que la información almacenada y los procesos de la memoria son los que permiten que el proceso perceptivo se lleve a cabo.
El procesamiento guiado por los datos es insuficiente para que se produzca la percepción de los objetos, por el contrario es el conocimiento almacenado en la memoria el que ejerce una influencia decisiva.
d) La larga tradición experimental.
Que se remota a los estudios de Ebbinghaus sobre el aprendizaje verbal, se encastró fácilmente en los estudios que suponían una mente compuesta por memorias interconectadas.
Con el advenimiento de la Psicología Cognitiva del procesamiento de la información el aprendizaje verbal se reubica, comenzando la búsqueda e identificación de los mecanismos de transferencia de información entre las memorias interconectadas.
Niveles de análisis en los estudios de la Memoria
El mismo término memoria se ha utilizado muchas veces indistintamente para referir: un proceso psicológico, una acción concreta en cuanto acto de memoria y unos componentes-funciones de un sistema más amplio.
Diferentes niveles de análisis en los que se sitúan las exploraciones e interrogantes provenientes de la Psicología Cognitiva comprometida con el procesamiento de la información.
Primer nivel incluye específicamente la observación y descripción de regularidades de la conducta humana
segundo nivel es “primordialmente representacional”. Se producen hipótesis acerca de la transformación de representaciones y procesos que se llevan a cabo en el nivel de funcionamiento cognitivo eminentemente subpersonal o “inconsciente cognitivo”
tercer nivel agrupa los desarrollos del Neoconexionismo Cognitivo. Para algunas posturas podría incluirse en el segundo nivel, aunque no asume el tratamiento de representaciones; en tanto que para otros, está muy cercano al nivel neurobiológico del funcionamiento cerebral, y por lo tanto, sospechosamente no psicológico.
El cuarto nivel y el quinto son claramente no psicológicos, sin embargo ofrecen la posibilidad de un trabajo interdisciplinario y convergente con los otros niveles.
1) NIVEL DE EJECUCIÓN o CONDUCTUAL
2) NIVEL COMPUTACIONAL o SIMBÓLICO
3) NIVEL SUBSIMBÓLICO
4) NIVEL DE LOS DATOS NEUROPSICOLÓGICOS
5) NIVEL IMPLEMENTACIONAL o FISIOLÓGICO
Entre los niveles se han desarrollados relaciones colaterales, donde cada nivel funciona en forma independiente; relaciones complementarias, donde un nivel se complementa con el otro al estudiar un fenómeno similar, y relaciones convergentes, de coordinación para un abordaje común, en particular cuando reúnen sus datos de investigación los psicólogos cognitivos y los neurocientíficos.
Las investigaciones prototípicas se han concentrado en el segundo nivel, el representacional y algorítmico.
La cultura en la memoria y la memoria en la cultura
El modelo cognitivo del procesamiento de la información, excluyó el nivel de análisis cultural de la cognición y en gran parte debido a la falta de adecuación de la cultura a los formatos experimentales que privilegiaron. Ya que el propósito rector fue estudiar el funcionamiento básico, universal y no alterable por la cultura.
Si el nivel de las representaciones mentales de la metáfora del ordenador resulta limitada para el estudio de los procesos psicológicos que tienen lugar en los contextos sociales, entonces es necesario utilizar otras formas de análisis, interpsicológicas y no sólo intrapsicológicas, ya que el sujeto que memoriza cotidianamente no puede ser concebido como un individuo metafísicamente aislado de las actividades compartidas.
Es así que resulta indispensable la creación y uso de “unidades de análisis” que permitan aprehender la complejidad de los fenómenos que se buscan estudiar. Es necesario recurrir a “unidades complejas” porque las mismas permiten articular en una dinámica conjunta, diferentes componentes no homogéneos pero que funcionan en un solo sistema articulado.
La alternativa consiste en explicar “las maneras en que los procesos mentales están inherentemente unidos a escenarios culturales, históricos e institucionales”
Vigotsky (1988) sostuvo que “toda función en el desarrollo cultural del niño aparece dos veces. Primero en plano social, y después en el plano psicológico. Primero aparece entre personas, como una categoría interpsicológica, y luego dentro del niño como una categoría intrapsicológica.
La visión determinística resulta limitada si no entrelaza la comprensión del funcionamiento psicológico con las actividades culturales, que es donde se despliegan los procesos psicológicos.
Un problema, legado de la tradición cognitivista, ha sido sostener teóricamente que es posible una recuperación literal, entre la información presentada, memorizada y la recuperada. Para encontrar una vía alternativa a esta formulación, es necesario tener en cuenta que la memoria no recupera representaciones sino que se implica en la construcción de modelos del mundo, versiones y narrativas a partir de las representaciones disponibles.
De hecho, la “literalidad”, es una función epistémica o forma de conocimiento que quedó posibilitada a partir de la expansión de una actividad cultural novedosa: la escritura.
Los dispositivos mnemónicos, junto a las figuras y el discurso poetizado con métrica, permiten el almacenamiento y la recuperación de la forma verbal de información culturalmente significativa. Sin embargo, la memorización palabra por palabra parece una actividad exclusiva de la cultura escrita, pues asegura la disponibilidad de una versión original o fijada contra la cual puede contrastarse la memoria.
Nos re-encontramos así, con los argumentos pioneros de Bartlett, quien logró demostrar que nuestra recordación en la vida cotidiana nunca es literal. En última instancia, toda reconstrucción o explicitación de contenidos y procesos de la memoria, cuando se trata de un sujeto contextuado, se pone al servicio de negociar y compartir significados y no de recuperar o trasmitir información porque sí.
Además, si para ser “literal” el recuerdo requiere de parámetros externos de comparación, la acción de recordación literal necesita de un contexto que la solicite y que ofrezca los parámetros de comparación como para permitir a su vez, procesos de reflexión, acciones interpretativas o epistémicos.
El uso de nuevos símbolos y artefactos culturales permitiría la expansión pragmática de procesos psicológicos, tal como puede suceder con la memoria y su expansión con el uso de una agenda en tanto artefacto.
Es difícil desligar los procesos psicológicos posibles en el nivel del sujeto individual, del uso del instrumento cultural, los objetivos y motivos de la acción y de la situación o contexto de la actividad en su conjunto.
El enfoque esencialmente individual en los estudios sobre la memoria ha favorecido el desarrollo de una especie de “estudio de la base de datos” que dispone cada persona. Sin embargo, memorizar, recordar y pensar son acciones que están absolutamente unidas al contexto socio-histórico y cultural.
Desde esta perspectiva, básicamente vigotskiana, la memoria se identifica como un proceso psicológico que se desarrolla socio-históricamente en relación con la apropiación de mediadores.
Así, por ejemplo, el léxico utilizado en las comunidades puede comprenderse como una forma cultural de mediación de los recuerdos.
Corson, muestra empíricamente cómo la experiencia acumulada y la herencia sociocultural están “acopiadas” en las reglas de usos del lenguaje a las que se ajustan los hablantes de las comunidades.
. La exposición a los diferentes tipos de vocabulario, en estrecha relación con factores socioculturales y económicos, y en particular, con la adquisición de habilidades necesarias para el uso de tales vocabularios va dando forma y contenido, va esculpiendo, los aspectos más íntimos y personales de la memoria.
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