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Resumen de La organización Sistémica de la Actividad  |  Psicología General (Cátedra: Colombo - 2017)  |  Psicología  |  UBA

LA ORGANIZACIÓN SISTÉMICA DE LA ACTIVIDAD PSICOLÓGICA (Colombo)

El estudio de la actividad psicológica

La perspectiva vigotskiana

Vigotsky advirtió que había que crear una ciencia psicológica que se ocupara del estudio del hombre social y no del primate superior, criticando las posturas que justificaban el abordaje fisiologista en psicología a partir de la biología y la teoría de la evolución.

Destacaba la discontinuidad de las formas superiores del psiquismo humano. Afirmaba que las funciones psicológicas superiores tienen un origen social basado en la mediación de instrumentos culturales.

Vigotsky está interesado en mostrar la importancia de integrar, en un enfoque convergente, el papel de la conciencia en la psicología del comportamiento humano. La emergencia de la conciencia es en la dialéctica materialista el salto cualitativo de la materia propio de nuestra especie.

Evolución biológica, historia cultural y desarrollo psicológico

Para Vigotsky el problema fundamental del error de las concepciones tradicionales del desarrollo de las funciones psicológicas radica en el tratamiento unilateral del tema, en “la incapacidad de considerar los hechos del desarrollo como hechos del desarrollo histórico confundiendo lo natural y lo cultural, lo natural y lo histórico, lo biológico y lo social”.

Según Vigotsky, el comportamiento adulto es el resultado de dos procesos distintos del desarrollo psíquico; un proceso natural, el proceso biológico de la evolución de las especies; y un proceso de desarrollo histórico gracias al cual el hombre primitivo se convierte en un ser culturizado. Ambos procesos, biológico y cultural, están presentes por separado en la filogénesis. En la ontogénesis aparecen unidos, forman, de hecho, un proceso único, aunque complejo.

Vigotsky considera que debemos recurrir a la filogénesis, ésta no admite la unificación y la fusión de ambas líneas; debemos recurrir a la filogénesis para desenredar el complejo nudo que se ha formado en la psicología infantil.

De la ley biogenética a la teoría de la sociogénesis

Señala Vigotsky que Stern (psicólogo genético), distingue en la infancia seis fases que corresponden a seis épocas de la filogénesis: en el primer año de vida el niño está en la etapa de los mamíferos inferiores (predominio de reflejos, de funciones inferiores); en el segundo semestre alcanza el nivel de desarrollo de los mamíferos superiores, el de los monos (prensión, imitación); a partir del segundo año, entra el niño en la era de la historia propiamente humana (marcha erecta, habla) que recorre según los niveles de la cultura primitiva. Los cinco años siguientes son los del juego y el cuento; el nivel de la antigüedad corresponde a los primeros años escolares; el nivel del cristianismo corresponde a los años de la escuela media; finalmente el nivel de la contemporaneidad corresponde a la maduración sexual.

Hall se vale de la analogía directa con la ley biogenética de Haeckel y considera el desarrollo del niño como un proceso condicionado por causas hereditarias, cuyo curso está determinado por la línea fundamental del desarrollo evolutivo es decir, una teoría de la recapitulación.

La teoría de la selección (Thorndike), explica la presencia de analogías entre el desarrollo del individuo y el desarrollo de la especie. Mediante variaciones de comportamientos existentes se producen nuevas conductas que se enfrentarán a los desafíos de nuevas situaciones. Pero sólo las variantes que resulten exitosas, sobrevivirán y quedarán ligadas a la nueva situación, y si ésta vuelve a presentarse aquellas conductas reaparecerán.

La teoría de la correspondencia (Claparède) explica el paralelismo en la onto y filogénesis por la semejanza de ambas series, en cuya base se encuentra, en realidad, un mismo proceso de desarrollo orgánico. La correspondencia de ambas series está condicionada por la lógica inmanente del proceso del desarrollo.

La teoría de la sociogénesis entiende que el condicionamiento social es el factor fundamental y determinante del desarrollo del niño, por lo tanto niegan la vinculación automática con el pasado de la humanidad y también niegan la aplicación de la ley biogenética a la psicología. Ésta parte de la diferencia radical entre las variaciones de la especie que se miden por millones de años, y que precisamente por ello se graban ampliamente en el organismo y se repiten en el desarrollo embrionario, y las variaciones de los seres humanos que se miden en milenios, siglos y décadas, razón por lo cual no se fijan en el desarrollo extrauterino del niño.

Para Vigotsky las teorías más consistentes son las teorías de la Correspondencia de Claparède y la teoría de la Sociogénesis, que sería deseable tratar de integrar.

La génesis de las FPS

El desarrollo del comportamiento humano comienza en la línea del desarrollo histórico o cultural de la conducta, línea que corresponde a todo el camino histórico de la humanidad, desde el hombre primitivo, semisalvaje, hasta la cultura contemporánea.

La diferencia principal, determinante, entre ese proceso (histórico) y el evolutivo es la circunstancia de que el desarrollo de las funciones psíquicas superiores transcurre sin que se modifique el tipo biológico del hombre, mientras que el cambio del tipo biológico es la base del tipo evolutivo del desarrollo. En el hombre, cuya adaptación al medio se modifica por completo, destaca en primer lugar el desarrollo de sus órganos artificiales – las herramientas – y no el cambio de sus propios órganos ni la estructura de su cuerpo.

Sabemos, por otra parte, que cada paso decisivo en el desarrollo biológico del comportamiento coincide con los cambios en la estructura y las funciones del sistema nervioso. Sin embargo, no descubrimos en el tipo biológico del hombre primitivo ninguna diferencia esencial a la cual pudiéramos atribuir las enormes diferencias existentes en su comportamiento. ¿Qué es el desarrollo de las funciones psíquicas superiores sin la modificación del tipo biológico? La idea de las FPS no pueden ser comprendidas sin un estudio sociológico, es decir, que ellas son producto del desarrollo social de la conducta y no del biológico.

La cultura origina formas especiales de conducta, modifica la actividad de las FP, edifica nuevos niveles en el sistema del comportamiento humano en desarrollo. Es el proceso del desarrollo histórico, el hombre social modifica los modos y procedimientos de su conducta, transforma sus inclinaciones naturales y dunciones, elabora y crea nuevas formas de comportamiento específicamente culturales. Resulta improbable que el empleo de herramientas, que se distingue esencialmente de la adaptación orgánica, no conduzca a la formación de funciones nuevas, a un comportamiento nuevo.

Cuando hablamos de las dos líneas de desarrollo infantil como análogas a las líneas de la filogénesis, no aplicamos, ni mucho menos, nuestra analogía a la estructura y al contenido de uno y otro proceso. La limitamos exclusivamente a un solo momento: la existencia tanto en la filogénesis como en la ontogénesis de dos líneas de desarrollo.

Para Vigotsky, las dos líneas del desarrollo infantil forman parte de un solo “proceso biológico-social de la personalidad del niño” que se produce a la par que acontecen cambios dinámicos de carácter biológico aunque no anatómicos.

En la ontogenia, los procesos de crecimiento y maduración orgánicos son afectados por su inserción en la histórica cultural y el desarrollo cultural adquiere una propiedad que no se puede comparar con ningún otro tipo de desarrollo. El concepto de sistema de actividad, refiere a sistemas de comportamiento animal condicionados por sus órganos y organización biológica. En nuestra especie, el sistema de actividad se complejiza ilimitadamente por la mediación de las herramientas.

Mientras que en la evolución biológica del hombre domina el sistema orgánico de actividad y en el desarrollo histórico, el sistema instrumental, y mientras que, por consiguiente, en la filogénesis ambos sistemas existen por separado y se desarrollan independientemente el uno del otro, vemos que en la ontogénesis se unifican ambos planos del desarrollo. Vigotsky ve que en el dominio progresivo de la conducta instrumental emerge una nueva función: la significación que posibilita el desdoblamiento de la actividad, ahora sobre ella misma.

Herramientas y signos

La similitud entre signo y herramienta se basa en su función psicológica de mediación común a ambos. No son iguales por su significación y su importancia, ni por la función que realizan que se diferencia en la relación genética y funcional. Con la herramienta el hombre influye sobre el objeto de su actividad; está dirigida hacia afuera y provoca cambios en el objeto; es el medio de la actividad exterior del hombre orientado a modificar la naturaleza. El signo está orientado hacia adentro, es el medio de que se vale el hombre para influir psicológicamente sobre su propia conducta o la de los demás; es un medio para la actividad interior dirigida a dominar psicológicamente al propio ser humano. Así, la reestructuración del comportamiento adquiere una nueva significación: representa la dominación del propio proceso del comportamiento.

Ley General del desarrollo de las FPS

Todas las FPS que son sociales en su origen tienen una doble formación, primero su dominio externo y luego el dominio del propio proceso.

Para Vigotsky no hay continuidad entre las FPE y las complejas operaciones psicológicas mediadas por signos. Él entendía que en el desarrollo de la conducta mediada se reorganizan las relaciones entre funciones psíquicas, haciendo emerger, primero, el acto  instrumental que no es continuación directa de las formas de funcionamiento garantizadas por la biología, y luego la interiorización de los actos que se han dominado en forma externa.

Para él, la nueva ciencia psicológica monista y materialista dialéctica, debía construir una nueva unidad de análisis: las operaciones psicofisiológicas. El estudio de estas operaciones permitiría dar cuenta de los cambios en la regulación del comportamiento humano a partir de la mediación de signos que crean nuevos nexos artificiales en el cerebro. Por el principio de significación, el ser humano pasa a transformar activamente no sólo la naturaleza sino también su propio funcionamiento psíquico, pasa a significar su comportamiento. La mediación, con signos y con otros seres humanos, abre la posibilidad de que se creen estos nuevos nexos.

Las dimensiones de análisis genético ampliado para el estudio de los Procesos Psicológicos Superiores (PPS)

El modelo de análisis genético ampliado plantea que para estudiar los PPS es necesario recurrir a un enfoque que entienda que nuestra biología (filogénesis) está particularmente modificada por nuestra historia cultural de acuerdo con el pensamiento vigotskiano. Una psicología que quiera ser explicativa debe dar cuenta de la construcción de los PPS y de las particulares vicisitudes que obran, y reobran sobre el propio sujeto, según las formas de traccionamiento cultural y sus mediaciones simbólicas.

El enfoque genético ampliado para el estudio de los PPS considera cuatro dimensiones interrelacionadas:

 

 

 

Tomasello atribuye el hecho de acumular modificaciones a través del tiempo a procesos de aprendizaje cultural especialmente eficaces; estos aprendizajes son eficaces porque se basan en una adaptación cognitiva exclusivamente humana que permite a los seres humanos comprender que sus semejantes son, como ellos, seres intencionales, lo cual crea formas de aprendizaje social que actúan como un trinquete al preservar fielmente en el grupo social las estrategias recientemente modificadas, hasta que otra innovación las reemplace.

Un aprendizaje cultural inicial es la imitación, que Tomasello diferencia de emulación. La imitación permite al niño capturar la intencionalidad del movimiento del adulto, a diferencia de la emulación que sólo reproduce el movimiento pero no que penetra en su intencionalidad. Estas formas iniciales de aprendizaje cultural posibilitan el ingreso a las formas culturales de interacción mediada con los adultos y los objetos, y constituyen lo que Tomasello denomina revolución copernicana del noveno mes.

Cada nuevo niño o niña, al nacer, se inserta en una historia cultural, recibe un legado cultural de los padres o cuidadores, comienza a co-construir los PPS en la interacción con los adultos y otros niños de acuerdo con la Ley General del Desarrollo de las Funciones Superiores de Vigotsky. Desde esta comprensión de la ontogenia, el desarrollo humano es contingente de acuerdo con las oportunidades sociales y culturales que se presenten.

Vigotsky: el desarrollo de las FPS y la fundación de la neuropsicología clínica

Los tres principios en los que basa Luria el funcionamiento del cerebro fueron elaborados de manera pionera por Vigotsky; ellos son: la génesis social de las FPS, su estructura sistémica y su localización dinámica. Más adelante formularía la localización cronogénica.

La diferencia fundamental entre la conducta humana y el comportamiento animal radica en la experiencia social e histórica y la duplicación de la experiencia. Esta duplicación significa la posibilidad de imaginar conscientemente el objetivo de acción.

El proceso de la palabra de todos los estímulos se diferencia por su origen social que parte de la gente, se hacen muy pronto reversibles para el sujeto y determinan su comportamiento de manera distinta y hacen iguales a los demás. La base del comportamiento social es la palabra hablada y oída. La conciencia del lenguaje y la experiencia social aparecen a la vez y en forma paralela. Tenemos conciencia de uno mismo porque la tenemos de los demás. Son una experiencia duplicada, la dualidad de la conciencia.

Así, entiende la conciencia, como una función compleja de la materia capaz de un reflejo activo de lo real originada en una actividad de transformación mediada de la materia. Esta actividad doble, bidireccional, al mismo tiempo que construye la actividad psíquica construye la cultura. Un proceso de interiorización y de exteriorización articulado; reproducción cultural y producción de nuevas formas de mediación cultural en el dominio de la propia actividad psicológica. La conciencia es el contacto social con uno mismo

Sobre los sistemas psicológicos

Durante el proceso de desarrollo del comportamiento, especialmente en el proceso de desarrollo histórico, lo que cambia y se modifica son las relaciones, el nexo de las funciones entre sí, de manera que surgen nuevos agrupamientos desconocidos en el nivel anterior. Denominamos sistema psicológico a la aparición de estas nuevas y cambiantes relaciones en las que se sitúan las funciones.

Toda forma superior de comportamiento aparece en escena dos veces durante su desarrollo: primero, como forma colectiva del mismo, como forma interpsicológica, como un procedimiento externo del comportamiento. El ejemplo más claro lo constituye el lenguaje. Al principio, es un medio de enlace entre el niño y quienes le rodean pero, en el momento en que el niño comienza a hablar para sí, puede considerarse como la transposición de la forma colectiva de comportamiento a la práctica del comportamiento individual. El lenguaje permite comprender a los demás pero también permite comprenderse a uno mismo.

Piaget dice que los niños antes de ser capaces de discutir y alegal argumentos, carecen de pensamiento alguno. EL pensamiento, sobre todo en la edad preescolar, surge de la interiorización de la situación de disputa, como la discusión de esta dentro de uno mismo (la discusión externa anticipa el diálogo interno).  En un principio, toda función superior se hallaba dividida entre dos personas, constituía un proceso psicológico mutuo. Uno tiene lugar en mi cerebro, otro, e el individuo con quien discuto. De este modo, se entiende que durante el desarrollo psicológico se fusionan funciones que antes se hallaban en dos personas, y con esta conclusión afirma el autor, el origen social de las FPS.

Vigotsky señala la conexión de los nuevos sistemas psicológicos con el significado que adquiera alguna función psicológica en la conciencia, su ideología, y la aparición de nuevas formas de comportamiento a partir de la creación de esos nuevos sistemas.

Para él el concepto se ofrece como un sistema psicológico, también lo expresa como la doctrina del desarrollo psicológico del concepto. El concepto es el resultado de ir puliendo los rasgos secundarios  ir privilegiando los principales. Vigotsky entiende que el desarrollo del sistema de conceptos se formaliza en la adolescencia; el joven comienza a pensar en conceptos en tanto conexiones con otros objetos.

Relación entre sistemas psicológicos y cerebro

Vigotsky prefiere entender que los procesos psíquicos resultan de la actividad combinada de áreas diversas del cerebro (localización dinámica).

La formación de los sistemas psicológicos pasa por tres etapas, la primera es la etapa interpsicológica, se da entre dos cerebros, uno manda y el otro ejecuta; la segunda es la extrapsicológica, yo comienzo a hablarme a mí mismo, y finalmente en la tercera etapa es la intrapsicológica, dos puntos del cerebro que se excitan desde afuera obtienen la tendencia a actuar dentro de un sistema único y se transforman en un punto intracortical.

La esencia de la cuestión no consiste en que el papel social se deduzca del carácter sino en que a partir de este se crean una serie de conexiones caracterológicas. Los rasgos sociales y de clase se forman en el hombre a partir de sistemas interiorizados y que no son otros que los sistemas de relaciones sociales entre personas trasladados a la personalidad.

No se trata de concebir los sistemas psicológicos como meras conexiones entre funciones, sino que corresponde entenderlas como nuevas relaciones entre funciones a partir de su conexión con otros humanos y con los instrumentos de la cultura en su devenir histórico que determina qué será valorado, privilegiado y finalmente desarrollado para cada uno de nosotros. Considera que para ezplicar el desarrollo psicológico, como su alteración, deben considerarse los sistemas y la finalidad, él cree que “estas dos palabras deben encerrar el alfa y obega de nuestra labor inmediata”.

En Pensamiento y Habla plantea la idea de que los significados se desarrollan no solo en la filogenia y la ontogenia sino en la génesis actual, cuando los mismos pasan del habla externa a la interna y viceversa. Es en la ZDP donde se encuentra la formulación del principio de organización y localización dinámica de las FPS.

Las bases neuropsicológicas de la actividad psicológica según Luria

Luria señala que el comportamiento humano tiene un carácter activo; este no está determinado sólo por la experiencia pasada sino, y lo que es muy importante, por los planes y deseos que representan el futuro. Por esto, el cerebro humano se entiende como un sistema funcional altamente complejo y de construcción única.

La segunda definición del concepto según Luria

Luria entiende al concepto de función como un completo sistema funcional, es la presencia de una tarea constante ejecutada por mecanismos variables que llevan el proceso a un resultado constante.

Las formas fundamentales de la actividad consciente deben ser consideradas como sistemas funcionales complejos; consecuentemente, el acercamiento básico a su “localización” en el córtex cerebral debe cambiar radicalmente.

La localización dinámica de los PPS

Las FPS no están localizadas en áreas limitadas del cerebro, inicialmente consisten en una serie completa y extensa de movimientos manipulativos que gradualmente se han condensado y han adquirido el carácter de “acciones mentales” internas. Las FPS deben estar organizadas en sistemas de zonas que trabajan concertadamente, cada una de las cuales ejerce su papel dentro del sistema funcional complejo, y que pueden estar situadas en áreas completamente diferentes y, a menudo, muy distantes del cerebro.

Las localización de las FPS :

Revisión del concepto de síntoma

En la concepción clásica de localización se entendió que una alteración o pérdida de una función mental se originaba en una parte cerebral. Con este supuesto, la identificación del síntoma lleva a obtener información sobre la parte del cerebro afectada.

Sin embargo, a partir de la concepción sistémica de localización y en el entendimiento de la actividad mental como un sistema funcional complejo, que comprende la participación de un grupo de áreas del córtex que trabajan concertadamente, “el síntoma o pérdida de una función particular no nos dice nada sobre su localización”.

Las tres principales unidades funcionales del cerebro según Luria

Son necesarias para toda actividad mental y en especial para su actividad consciente. Se corresponden con tres zonas cerebrales que se disponen una sobre otra: el área primaria, de proyección; el área secundaria, de asociación; y la terciaria, de superposición.

La coevolución del cerebro y la cultura según M. Donald

Donald propone que diversos factores han convergido formando sistemas cognitivos distribuidos; estos se han ido incrustando en las costumbres y tradiciones distribuyéndose en la sociedad.

Donald propone tres transiciones sucesivas e inclusivas que evolucionaron en la dirección de una adaptación para la cultura, y en las cuales los procesos simbólicos emergieron de la relación entre cerebros. La primera transición es la mimesis; consistió en el primer paso que tomaron los homínidos para evolucionar hacia comunidades cognitivas.

Donald sostiene que la mera invención de símbolos permanentes externos no es suficiente para producir cambios a nivel social masivo como se puede apreciar, por ejemplo, con la escritura que fue inventada hace seis mil años y, sin embargo, su poder como tecnología simbólica externa comenzó con la cultura letrada. Para que se produzca una transformación masiva es necesario, según Donald, que la mediación sea un fenómeno colectivo y que la sociedad cuente co las habilidades cognitivas adecuadas para poder usar esos dispositivos o bien se instruya en esa dirección. Las funciones de la memoria de trabajo han cambiado debido al uso masivo de dispositivos externos de memoria. Desde el punto de vista de la evolución, la memoria oral y las imágenes visuales han sido objeto de un proceso de trueque con los dispositivos de memoria externos, tales como la escritura alfabética entre otros.

Fundamentos para la Psicología Cultural

En primer lugar, considera a los artefactos como los constituyentes fundamentales de la cultura, siendo ellos tanto ideales como materiales, y en este sentido puede decirse que los artefactos son cogniciones cosificadas. Cole destaca este doble aspecto de los artefactos con la intención de superar el posible equívoco que puede atribuirse a Vigotsky respecto de la diferenciación entre la materialidad de las herramientas por oposición a los signos en tanto ideales.

Otro fundamento es que los artefactos no tienen una existencia aislada como elementos de la cultura sino que los mismos se coordinan con los seres humanos y el mundo en relaciones heteráticas generando modelos culturales construidos para vivir en él. Estos modelos culturales generados tienen una doble realidad pues al mismo tiempo que crean un mundo alternativo, crean la mente

Además los artefactos en tanto no tienen existencia aislada, deben entenderse anclados en las situaciones, contextos y actividades en los que se encuentran entrelazados. Por este motivo la actividad mediada, afirma Cole, “tiene consecuencias multidireccionales, pues modifica simultáneamente al sujeto en relación con los otros y al nexo sujeto/otro en relación con la situación como un todo, lo mismo que al médium en el que el yo y el otro interactúan”.

Finalmente, Cole considera que la mediación cultural implica, siguiendo a Tomasello, un modo de cambio evolutivo en el que las actividades de generaciones anteriores se acumulan en el presente como la parte específicamente humana del ambiente.

La distribución temporal de los procesos psicológicos

Cole expresa que en el sistema de interacción que conforman la madre y el niño se hallan distribuidos temporalmente los procesos psicológicos en un movimiento que permite, sobre la ontogenia de la madre, recuperar el pasado, recordar su propia experiencia, social e históricamente condicionadas, -analepsis, proceso de recuperación de la experiencia pasada-, esta recuperación posibilita a la madre proyectar imaginativamente una representación de su hijo en el futuro –prolepsis-; y esta proyección determina su comportamiento en el presente. De este modo, los procesos psicológicos se hallan distribuidos en los tres tiempos y quedan enhebrados en el sistema de actividad que conforman la madre y el niño. Sólo una especia como la muestra, que utiliza la cultura, puede distribuir su experiencia en tres dimensiones temporales, afirma Cole.

La analepsis y la prolepsis, distribución en el tiempo de la actividad psicológica mediada culturalmente, expresan la idea vigotskiana acerca de las diferentes consecuencias de la mediación del signo respecto de la herramienta. Para Vigotsky con la herramienta estamos en los límites de la biología ya que nuestra herencia primate muestra que compartimos la conducta instrumental con otras especies; pero la mediación del signo abre el camino del autodominio de la propia función psicológica y sus relaciones interfuncionales a partir de la relación con los otros. Según Cole, la prolepsis es un rasgo ubicuo del pensamiento mediado culturalmente.

Los desarrollos de la tradición escandinava de la Teoría de la Actividad (Ergenström)

Las tres generaciones de la Teoría de la actividad

La primera generación corresponde al concepto vigotskiano sobre mediación y representa la forma en que Vigotsky reunió a los bienes culturales son las acciones humanas con el fin de superar el dualismo entre individuo y sociedad.

En la segunda generación el autor realiza un estudio de los componentes de artefactos como parte integral e inseparable del funcionamiento humano pero siempre considerando que ellos están integrados dentro de un sistema de actividad. Así, amplió la representación inicial del triángulo vigotskiano de la actividad humana para poder examinar los sistemas de actividad en el plano macro, colectivo y de la comunidad, en lugar de sólo concentrarse en el nivel micro, el actor individual o agente operativo de herramientas. Esta ampliación de la base del triángulo vigotskiano tiene como objetivo representar los elementos sociales/colectivos en un sistema de actividad, a través de la adición de los elementos de la comunidad, las reglas y la división del trabajo, a la par que destaca la importancia del análisis de sus interacciones con los demás componentes.

En la tercera generación toma como unidad de análisis las actividades conjuntas de prácticas sociales y no ya las actividades individuales, pues él está interesado en investigar los procesos de transformaciones sociales teniendo en cuenta la naturaleza conflictiva de las prácticas sociales. Entiende que la inestabilidad y la contradicción son las “fuerzas motrices del cambio y del desarrollo, y las transiciones y las reorganizaciones dentro y entre los sistemas de actividad modifican el contexto a través de la actividad de mediación”. También considera que la forma de salir de las contradiciones internas se produce por la apropiación reflexiva de modelos avanzados de mediación que generan nuevos sistemas de actividad.

 

 

Ergenström brinda cinco principios que se presentan como manifiesto del estado actual de la teoría de la actividad.

  1. El sistema de actividad es un sistema colectivo mediado por artefactos y orientado hacia objetos considerado en el contexto de sus relaciones con otros sistemas de actividad. Las acciones individuales y grupales son unidades relativamente independientes pero subordinadas que sólo se pueden llegar a comprender cunado se interpretan en relación con sistemas de actividad enteros. Los sistemas de actividad se realizan y se reproducen a sí mismos generando acciones específicas y operaciones mediadas por artefactos.
  2. Multivocidad de los sistemas de actividad. Siempre es una comunidad de múltiples puntos de vista, tradiciones e intereses. La división del trabajo en una actividad crea distintas posiciones para los participantes, cada participante trae consigo su propia historia y el propio sistema de actividad contiene múltiples capas y líneas de historia grabadas en sus artefactos, sus reglas y sus convenciones. Es una fuente de problemas y de innovación que exige acciones de traducción y negociación.
  3. Historicidad de los sistemas de actividad. Los sistemas de actividad toman forma y se trasforman durante largos periodos de tiempo. Sus problemas y potencialidades sólo pueden entenderse en relación con su propia historia.
  4. El papel central de las contradicciones como fuente de cambio y desarrollo. Las contradicciones no son lo mismo que los problemas y conflictos; son tensiones estructurales acumuladas históricamente dentro de los sistemas de actividad y entre ellos. La contradicción principal de las actividades en el capitalismo se a entre el valor de uso y el valor de cambio de las mercancías. Cuando un sistema de actividad adopta un nuevo elemento del exterior suele conducir a una contradicción secundaria que agrava contradicciones primarias ya existentes en alguno de los componentes o entre ellos chocando el elemento nuevo con el antiguo. Estas contradicciones generan problemas y conflictos pero también intentos innovadores de cambiar la actividad.
  5. La posibilidad de transformaciones expansivas en los sistemas de actividad. Los sistemas de actividad se mueven a través de ciclos relativamente largos de transformaciones cualitativas. A medida que las contradicciones de un sistema se van agravando, algunos participantes, individualmente, comienzan a cuestionar las normas y a apartarse de ellas. Una transformación expansiva se logra cuando el objeto y el motivo de la actividad es reconceptualizado adoptando un horizonte radicalmente más amplio de posibilidades que en el modo anterior de la actividad.

El embodied mind

Maturana y Varela proponen que la mente está inherentemente encarnada y este hecho forma la base sobre la cual las personas modelan su percepción, su pensamiento y su acción.

Surge como un desarrollo de las ciencias cognitivas que se inició con el computacionismo. El cognitivismo entiende que el único modo de dar cuenta de la mente es formular hipótesis de que la cognición consiste en actuar sobre la base de representaciones que adquieren realidad física en el cerebro. El punto que preocupa a Varela, es que en el cognitivismo se afirma, desde un realismo ingenuo, que el cerebro procesa información del mundo exterior dado que los símbolos son representantes de él y si representan bien darán una respuesta satisfactoria.

Varela entendía que los cerebros reales operan a partir de interconexiones masivas, de forma distribuida, de modo que las conexiones entre neuronas cambian como resultado de la experiencia. Entonces ya no era necesario partir de modelos que explicaran los procesos de cómputos por lo que el concepto de símbolo no va a desempeñar ningún papel en el nuevo enfoque. Lo mismo ocurrirá con el concepto de representación que Varela quiere destronar y así propone entender la cognición no como la representación de un mundo pre-dado por una mente pre-dad sino más bien la cognición es la puesta en obra de un mundo y una mente a partir de una variedad de acciones que un ser realiza en el mundo. Este nuevo concepto lo llama enacción, que significa poner en ejecución.

La cognición se desprende de los tipos de experiencias que provienen de tener un cuerpo con habilidades sensorio-motrices, y a su vez, estas habilidades individuales se alojan en un contexto biológico y cultural más amplio. Por ello, la percepción y la acción son inseparables de la cognición vivida.

Cuatro puntos clave de la evolución de las ciencias del cerebro y de la cognición:

  1. Encarnación. Varela entiende que para que haya mente tiene que haber manipulación e interacción activa con el mundo; cualquier cosa que denominemos objeto depende totalmente de esta constante manipulación sensomotriz. El objeto surge como fruto de nuestra actividad y, por lo tanto, el objeto y la persona están co-emergiendo. Así, la capacidad mental surge como una evidencia inmediata esencialmente ligada al cuerpo que es activo y al mundo en el que se mueve con el que interactúa. El espacio surge como producto del movimiento; el espacio que parece absolutamente objetivo, es totalmente inseparable del hecho que tenemos que manipularlo a través de una conducta sensorio-motriz.

Así, la cognición está enactivamente encarnada, no está en la cabeza, producimos cognición al manipular de manera activa el mundo; lo que parece estar fuera y lo que parece estar dentro se co-determinan. Además la mente es inseparable del organismo como un todo que se co-determinan con el ambiente.

  1. Emergencia de un nivel global a partir de reglas locales que tiene un estatus ontológico diferente pues crea un individuo. Cuando se realiza alguna actividad, como conducir un auto, la acción resulta en un todo coherente y no una yuxtaposición de elementos como movimiento, percepción, recuerdo. Las entidades emergentes son la base de entidades complejas típicas de los ámbitos de la vida y de la mente, sumamente efectivas como modo de acción y modo de presencia en el mundo. Es el tránsito de lo local a lo global; una co-determinación entre elementos neurales y un sujeto cognitivo global. El sujeto cognitivo global pertenece a ese nivel emergente y a ese modo de existencia.

Si articulamos los conceptos de encarnación y emergencia resulta que la mente es un asunto de imaginación y fantasía pues la mente es una producción constante de una realidad cogerente que constituye el mundo en el modo de funcionamiento que va desde las interacciones locales a los procesos globales; por esto la percepción es imaginación y viceversa. La mente no es la representación de un estado de cosas del mundo como  se entendía en el modelo computacional. Otro aspecto que resulta de la articulación es que no hay nada en la mente que podamos separar en elementos discretos como memoria por una parte, percepción o emoción por otra.

La emoción está en el origen de lo que hacemos todos los días en nuestra interacción con el mundo. La razón es lo que surge en el último estadio de la emergencia de la mente. Fundamentalmente la mente es algo que emerge de la tonalidad afectiva que está anclada en el cuerpo. Por ello, la emoción es intrínsecamente cognitiva.

  1. Intersubjetividad. No hay oposición entre individualidad e intersubjetividad; más bien se debe entender que ser “yo” y constituir un “tú” son efectos concomitantes en el marco de un fenómeno afectivo-empático. Los afectos son una dinámica pre-reflexiva que permite la constitución del self; el afecto es primordial en el sentido de que soy afectado o conmovido antes de que surja un yo que conoce. Esta cualidad de los afectos la vuelve inseparable de la presencia de los otros. Esta doble dimensión del cuerpo, orgánico y vivido, es un aspecto esencial de la empatía, y el camino real para acceder a la vida social consciente.
  2. La conciencia es un asunto público. Este nuevo enfoque implica una dimensión epistemológica de cuestionamiento a partir del enfrentamiento entre las perspectivas en primera persona, que se entienden como la capacidad de que el individuo informe su propia experiencia, y en tercera persona, el individuo siendo observado.

Varela propone su neurofenomenología, que entiende como una neurociencia experimental que no reduce la complejidad y que rescata la intuición de la experiencia cotidiana en el propio acto de examinarla.

La acción intencional

El abordaje mentalista y mecanicista estudió la acción humana como efecto de un procesamiento mental universal, los procesos psicológicos básicos, y descuidó las relaciones e implicaciones con el mundo y con el cuerpo; asimismo hizo pasar al fondo de la escena el tema de la acción para concentrarse en los procesos que serían sus causas.

Cree que es necesario complejizar la explicación de un fenómeno enriqueciendo el concepto mismo de causa. Así discrimina el aspecto motor o de cambio –causa eficiente- del plan u objetivo que se persigue –causa final-, al que integra la materia de la que está hecha la cosa      –causa material- y la especia, tipo o clase –causa formal. Podríamos vincular el uso de los sistemas de causalidad eficiente a los modelos mecanicistas, ya sean naturalistas o mentalistas, y los sistemas de causalidad final a los modelos mentalistas de corte más teológicos.

Recuperación de la perspectiva fenomenológica

Brentano entendía que los procesos psíquicos son actos dirigidos a un objeto o contenido, y por lo tanto, los fenómenos psíquicos contienen intencionalmente un objeto. Todos tienen por fundamento una representación, son intencionales y se diferencian en la clase de referencia a un contenido. Se habla de representación cuando algo se nos aparece; en el juicio, admitimos algo o lo rechazamos. Las emociones, donde se toma el objeto como bueno o como malo. Tanto el juicio como las emociones están fundamentados en representaciones, se presentan dos veces como representación y como juicio, y/o emoción. Es importante señala aquí que Brentano entiende por representación no lo representado (como contenido) sino el acto de representación (la audición de un sonido, la sensación de calor o frío, etc). “Podemos considerar como una definición indudablemente justa de los fenómenos psíquicos la de que, o son representaciones o descansan en representaciones que les sirven de fundamento.  Esta definición se profundiza en las dos “marcas” características que delimitan el ámbito de los fenómenos psicológicos en contraposición a los meramente físicos: la intencionalidad y la accesibilidad interna. La primera implica que “todo fenómeno psíquico se caracteriza por aquello que los escolásticos de la edad media llamaron la inexistencia intencional del objeto y lo que nosotros llamaríamos relación con su contenido, dirección hacia un objeto y objetividad inmanente. Todo fenómeno psíquico contiene dentro de sí algo a modo de objeto, aunque no lo hagan de la misma manera”. La segunda significa que los fenómenos psicológicos “son percibidos por la conciencia interna”.

Husserl usa el concepto de intencionalidad como fundamente de una ontología del conocer. Todo algo es algo de una conciencia. Esto quiere significar que el sujeto y el objeto se constituyen mutuamente y por lo tanto no hay un a priori de esas categorías por separado. Los actos que nos permiten conocer, la actividad mental de Brentano, son sustituidos por el concepto de vivencia. Así afirma que nosotros no podemos tener un algo sino a través de una vivencia. La noción de vivencia es la que contiene la intencionalidad. El fenómeno es el dato captado esencialmente y no como experiencia sensible o copia representacional. Para Husserl el accionar de la conciencia es estar conociendo, lo cual significa que la intencionalidad es el acto fenomenológico fundamental mediante el cual conocemos. La conciencia siempre es conciencia de algo, es conciencia efectuante (en tanto es donde se vienen a dar los objetos intencionales y no sensibles), y si no, no es conciencia.

Entiende la intencionalidad de la conciencia como su ejercicio, no es independiente del mundo. Conciencia y mundo se dan a la vez. Esta perspectiva se opone a todo idealismo que intente situar a la conciencia como soberana sobre el mundo, tanto como a cualquier empirismo que quiera definir a la conciencia como representación del mundo de la experiencia, como un espectáculo, independiente de los sujetos que actúan sobre el mundo. La subjetividad, para Husserl, se constituye en la actividad y, especialmente, en la actividad con otros. El desarrollo de toda realidad, compartida o individual, se ve profundamente marcada por la relación con los otros.

Merleau-Ponty (continuador de las investigaciones de la Guestalt) va a destacar la importancia de considerar la intencionalidad en una forma más originaria, no sólo en su direccionalidad coo acto hacia un objeto, la conciencia dirigida al mundo, sino la dirección de cuerpo con el mundo. Esta sería una correlación intencional más originaria. Quiere focalizarse en las vivencias más simples o fundamentales de la experiencia originaria como el movimiento, la percepción o las emociones que son operaciones básicas del organismo y fundamente de los actos intencionales racionales. Esta intencionalidad originaria que él llama intencionalidad operante, revela que la unión sujeto-mundo está en obra, pasiva y activamente, en la vinculación del cuerpo y del mundo. Así, la razón y el juicio no son independientes del cuerpo, éste les proporciona el fundamento para su ejercicio. La intencionalidad brinda la certeza del ser en la unión del sujeto con el mundo por medio del cuerpo, previo a todo acto de enjuiciamiento y ates de cualquier toma de posición voluntaria.

Se pueden distinguir tres aproximaciones a la intencionalidad:

  1. La filosofía del lenguaje que intenta clarificar la intencionalidad de la conciencia a través del análisis de las propiedades lógicas de las oraciones que son usadas para describir fenómenos psíquicos. Las oraciones que utilizan verbos psicológicos como pensar, creer y otros, tienen propiedades diferentes a aquellas que usan para describir estados de cosas del mundo. Estas propiedades se denominan intens La descripción de los fenómenos psicológicos requeriría oraciones intencionales con propiedades intensionales.
  2. ¿Cómo se la puede naturalizar? Los seres humanos son mecanismos dotados de intencionalidad derivada que ha sido configurada por la evolución biológica.
  3. La necesidad de incluir la perspectiva en primera persona en la investigación de la conciencia, dado que la intencionalidad y la conciencia son esenciales en una teoría de la mente.

Esta separación entre intencionalidad y conciencia, permite separar los caracteres fenoménicos e intencionales. Así, los estados mentales con carácter fenoménico como los sensoriales (dolor, sabor, etc) no son intencionales, y los estados típicamente intencionales como creencias, pensamientos y deseos; y ha servido estratégicamente para favorecer el avance conceptual y empírico de la psicología cognitiva.

En el dominio de las ciencias cognitivas se aprecia una recuperación de la intencionalidad en la dirección de las teorías del contenido por medio de las cuales se sostiene que la relación entre la mente y la realidad se da a través de representaciones abstractas independientes de las dimensiones contextuales e históricas.

Según Morgade el problema de la intencionalidad en las ciencias cognitivas y la filosofía analítica se ha limitado a discusiones en filosofía de la mente “quedando la psicología cognitiva a merced de las teorías filosóficas y teniendo, en general, poca repercusión las investigaciones de la psicología sobre el tema en el planteamiento global”.

Relaciones entre la intencionalidad en la actividad y la intersubjetividad en el desarrollo humano

La subjetividad se constituye en la actividad sobre el mundo, y en particular el mundo humano; en esta experiencia intersubjetiva se da el desarrollo de la conciencia efectuante y del sujeto de experiencia, y con ello se constituye la realidad, como objetividad, de nuestro conocimiento del mundo. La empatía es el concepto que refiere a la relación intersubjetiva que da cuenta de la experiencia compartida. A través de la empatía se constituyen las primeras experiencias con los otros. Merleau-Ponty entiende el contacto empático con los otros como previo a la constitución de un sujeto de experiencias. El contacto empático es la condición de posibilidad de que un sujeto emerja. No es posible entender el vínculo con el mundo si no es con relación al propio cuerpo, no cabe pensar una mente que conoce el mundo separada de su propio cuerpo. Esto supone comenzar a tratar el desarrollo del sujeto desde el desarrollo de las acciones más sencillas como intencionalidad operante. Así, para entender la actividad psicológica tendremos que partir de la intencionalidad de la acción.

Comprende, entonces, la constitución del sujeto y del mundo a partir de la acción, la percepción como acción, con sus tonalidades afectivas. En las relaciones de un sujeto que se relaciona con un objeto pueden encontrarse multiplicidad de conductas intencionales; esto significa que toda conciencia de mí mismo y de los otros son interdependientes y por lo tanto la intersubjetividad se revela como prerrequisito necesario para la experiencia de mí mismo y de los otros.

¿Podemos atribuir una conciencia de sí mismo y del otro en el comienzo del desarrollo a partir de experiencias perceptivas, motrices y emocionales? Desde la intencionalidad operante y originaria, podemos afirmar que sí, pues la intencionalidad debe ser considerada no sólo como una conciencia que se dirige al mundo sino también y, básicamente, un cuerpo que se dirige al mundo. Pero en psicología se suele reclamar un sentido más unificado e integrado de las experiencias perceptivas, motrices y emocionales para afirmar la organización de un sí mismo y este hecho sólo podemos observarlo hacia el final del primer año de vida. Piaget entiende la intencionalidad como conducta inteligente, en tanto el sujeto discrimina entre medios y fines. Las conductas intencionales definidas como acciones que utilizan determinados medios para llegar a un fin recién son observables a partir del cuarto sub-estadio de la inteligencia sensorio-motora, es decir entre el octavo y doceavo mes.

Los bebés parecen experimentar un mundo de unidad perceptual; pueden tomar información recibida por una modalidad sensorial y de algún modo traducirla en otra modalidad sensorial; esto es conocido como percepción amodal.

Experimentos demuestran que los bebés poseen capacidades para establecer correspondencias transmodales audio-visuales a nivel absoluto de intensidad, y que los  bebés son capaces de establecer correspondencias entre los sonidos del habla presentados visual y auditivamente. Estos contradicen la explicación piagetiana que indicaba que los bebés primero construyen un esquema para cada modalidad sensorial o de movimiento, y después coordinan ambos esquemas (asimilación recíproca) para organizar un nuevo esquema por dicha coordinación. Sólo así el bebé podría solucionar las tareas que se le pedían en los experimentos. Los descubrimientos en percepción amodal muestran que los bebés no tienen que construir los esquemas´. Los infantes “saben” inmediatamente que lo que exploran por una modalidad sensorial es lo que antes exploraron por otra modalidad sensorial. Estos hechos tampoco podrían explicarse por aprendizaje asociativo pues los bebés no tuvieron experiencias previas como para establecer esas asociaciones.

Parece ser que los infantes poseen muchas más capacidades innatas de discriminaciones preceptivas para vincularse intersubjetivamente con el otro humano.

Las investigaciones de Gibson (de percepción ecológica que entendían que los seres humanos tenemos percepciones al mismo tiempo exteroceptivas y propioceptivas, por lo cual el sujeto tiene experiencia del mundo a la vez que de su propio cuerpo en los actos perceptivos) permitieron el desarrollo de experimentos acerca de la discriminación entre percepción de movimientos intencionales y movimientos mecánicos. ¿Tenemos competencias para detectar en forma directa los movimientos intencionales y diferenciarlos de los movimientos mecánicos? O bien, ¿esta diferenciación se realiza de manera indirecta a través de complejos procesos de mediación cognitiva?

Johansson y su equipo realizaron experimentos sobre percepción visual de patrones de movimiento. Ellos ubicaron puntos luminosos en distintos lugares del cuerpo y luego los actores fueron filmados en amiente oscuro. Los videos fueron proyectados con control del tiempo de exposición a los sujetos de experimentación. Se estudió el reconocimiento de los patrones de movimiento, y la rapidez de dicho reconocimiento. Los resultados mostraron que el reconocimiento era muy rápido con sólo cinco puntos eran suficientes para reconocer las piernas en movimiento. Los autores analizaron el papel del aprendizaje previo de los patrones de movimiento y concluyeron, de acuerdo con los resultados experimentales, que la velocidad de reconocimiento no era por aprendizaje previo, sino parecía actuar un mecanismo automático de tratamiento de los datos visuales que organizaba los elementos (puntos brillantes) en organizaciones visuales que se identificaban como movimientos humanos.

Experimentos con niños autistas mostraron que no hay diferencias entre estos y niños no autistas para reconocer objetos y personas en exposiciones de los puntos de luz. Por otro lado, resultados indicaron que los niños autistas ante imágenes de personas expresando emociones no hicieron referencia a estados emocionales sino sobre movimientos y acciones de las personas.

Los sujetos con autismo parecen tener verdaderas dificultades para leer los estados subjetivos de una persona, pero esta dificultad no se extiende a la comprensión de acciones. Es que los sujetos autistas no son capaces de compartir sentimientos de la manera en la que lo hacen personas no autistas; y este compartir es vital en el desarrollo humano pues el déficit en la relación intersubjetiva tiene efectos a largo plazo para empatizar y entender la mente de los otros.

La acción intencional tiene su génesis en acciones no intencionales que por coordinaciones sucesivas (esquemas) tienden a la generalización de las acciones hacia nuevas situaciones y objetos. En este sentido Piaget tomó el concepto de “reacción circular” que da cuenta del movimiento progresivo de la coordinación de las acciones en el desarrollo. Bruner, entiende la intencionalidad como acción dirigida a metas pero en un contexto intersubjetivo; señala que las mismas tienen propiedades que habilitan al infante para usar la cultura; estas son: la transaccionalidad pues los infantes muestran que son sensibles para establecer intercambios comunicativos con los progenitores; la coordinación medios-fines, dado que los infantes rápidamente comienzan a establecer coordinaciones de conductas dirigidas a un fin; la sistematicidad esto es que las conductas de los bebés van mostrando que no son desorganizadas sino que poseen coherencia; y finalmente la abstracción que significa que las acciones están regidas por reglas que subyacen al nivel fenoménico.

Definición de intencionalidad: dirección hacia un objeto que no es el ser mismo.

 La intersubjetividad,en psicología, es reconocida como intersubjetividad primaria, donde la relación del niño con el adulto, supone y según la teoría vygostkyana de la zona de desarrollo próximo, un andamiaje, gracias al cual en esa interacción, el niño aprende del adulto, el adulto enseña al niño, y en la intersubjetividad secundaria, el niño interacciona con el adulto a través de la acción con el objeto.

Rivière destaca la importancia fundamental de los mecanismos interpersonales y de comunicación con personas, desde el marco del interaccionismo vigotskiano; ellos son la “matriz fundamental del mundo simbólico y del sujeto, entendido como identidad configurada por la aplicación a uno mismo, como objeto, de las pautas de interacción originales en la relación con los otros.

Introduce un planteo vigotskiano afirmando que los padres y otros agentes de crianza sí interpretan las conductas del bebé como intencionales. Esta atribución de intención a determinadas conductas, que carecen objetivamente de carácter intencional va a tener una importancia decisiva para el desarrollo: la de servir de molde y “marco humano” para el desenvolvimiento posterior de “verdaderas” intenciones, objetivamente atribuibles a la conducta del niño a partir del octavo mes de vida.

Sería una estrategia de optimización del desarrollo que utilizan los padres. La intencionalidad sería la construcción resultante del propio hecho de la relación, de la inclusión de las acciones del bebé en un contexto de interacción e interpretación humano. Rivière plantea que los padres, al optimizar el desarrollo, se sitúan así en lo que Vigotsky ha denominado zona de desarrollo potencial, que define el espacio de desarrollo próximo del niño a partir de su desarrollo actual, por una parte, y de sus relaciones con adultos, por otra. Esto significa que la “estrategia de atribución excesiva” tan frecuente en las relaciones educativas y de crianza, es una herramienta fundamental para favorecer el desarrollo y hacer aparecer la intencionalidad.

Los sujetos que padecen Trastornos del Espectro Autista carecen de la propiedad del sentido o direccionalidad, inherente a las acciones, por “la falta de proyección de la acción propia hacia metas encajadas en jerarquías de motivos”.

El sentido de la acción para Rivière es absolutamente necesario para entender el desarrollo normal y el TEA. Para precisar el concepto, el autor propone cuatro notas: La primera hace referencia a algo situado en el futuro, remite a una actividad prospectiva y anticipatoria de un organismo; la segunda entiende que el sentido es algo que da coherencia a una acción o a una representación, el sentido es esencialmente una fuerza de cohesión que posibilita no sólo dar sentido a la acción propia sino fundamentalmente a la acción ajena, de la que se aprende (interpretar las acciones como intencionales) (TDM: conjunto de capacidades que sirven para dar coherencia  a la acción propia y ajena, y entenderla en su dirección y en los deseos e intereses que la mueven); el tercer aspecto tiene que ver con la relación entre acción y contexto, entre los autistas aparece una anomalía de las capacidades de cálculo contextual y de adaptación de las acciones a los contextos, el sentido tiene un carácter esencialmente relacional entre acción, contexto y lenguaje, así las emisiones autistas puede entenderse como falta de adecuación de la emisión al contexto mental al que se refiere; la cuarta nota considera que el concepto de sentido es esencialmente un concepto semiótico, que es la noción de suspensión “el núcleo de la capacidad humana de dar sentido, especialmente en las capacidades de relación y juego, las más afectadas en los niños autistas”.

Los actos de suspensión permiten comprender los actos de comunicación y las capacidades de ficción pues ambos se basan en actos de suspensión. Un comportamiento típico de niños autistas es llevar al adulto hasta el objeto deseado y poner la mano de él sobre el mismo mediante un acto instrumental con personas pero no son capaces de crear un gesto para el otro acerca de algo. En el desarrollo normal se va produciendo un desacople progresivo, que va dejando suspenso, primero la acción de tocar o asir un objeto, generando los gestos pues no se realiza la acción completa sobre el objeto; a continuación se suspenderán las acciones instrumentales para producir símbolos pues no se utiliza el objeto para realizar una acción específica sino para jugar con su función; luego se suspenderán las propiedades habituales de los objeto produciendo juegos de ficción pues los objetos son interpretados según el sentido atribuido por el sujeto y no por su significación canónica; y finalmente se suspenderán los significados literales del lenguaje para poder producir y comprender metáforas e ironías penetrando así en los significados figurativos y poéticos.

La organización de la vida mental como un hecho público

El infante humano, en la matriz interactiva, va organizando el mundo físico y social apoyado en preferencias perceptivas innatas y andamiado por los agentes cuidadores que favorecen una optimización del desarrollo. Las acciones intencionales tienen una génesis desde las primeras acciones que son activas y dirigidas a los objetos del mundo, en especial al mundo humano, hsata las francas acciones intencionales que se expresan hacia el final del primer año de vida. Las acciones que realizan los bebés en contextos interactivos son recíprocas (tienen consecuencias en los otros y en ellos mismos). Este carácter de reciprocidad, de doble vía, está posibilitado porque la percepción opera a la vez como propiocepción y exterocepción, también por su funcionamiento transmodal y por la integración multimodal sensorio-motora del sistema  de neuronas espejo. Esta reciprocidad de las acciones es la primera forma comunicativa del infante.

Los estados afectivos y motivacionales se conforman dentro del sistema de regulación mutua (recíproca) que constituyen el infante y su cuidador. La motivación hacia el otro surge solamente de la experiencia vivida, esto significa que la vitalidad de las experiencias motivacionales depende de la forma en que se fueron despegando los intercambios en la regulación intersubjetiva. El psiquismo se va organizando “por” el otro y “para” el otro, teniendo el “para” la doble significación de al servicio del oyto y también como orientado a movilizar afectivamente a ese otro.

Hay una discusión entre la teoría de la teoría/perspectiva en tercera persona y la teoría simulacionista/perspectiva en primera persona, cuya diferencia radica en: en la perspectiva en tercera persona la atribución de mente a los otros se basa sólo en las inferencias acerca de otro representado con el cual no es requisito establecer contacto interpersonal; en la perspectiva en primera persona la subjetividad encerrada e interna es la condición para acceder a la subjetividad de los otros. Ambas coinciden en entender que la adquisición de habilidades mentalistas es una secuencia que parte de la comunicación intencional pre-verbal; también se reconoce la importancia de las experiencias intersubjetivas de los primeros meses de vida.

La perspectiva de segunda persona, entiende que la conciencia humana individual en la interacción dinámica con otros humanos es inherentemente intersubjetiva, por lo cual  no puede concebirse como confinada dentro de la cabeza sino que se extiende por todo el cuerpo vivo e incluye el mundo, sobre todo interpersonal y social. La empatía es la única e irreductible clase de intencionalidad.

Thompson, crítico de los enfoques en primera y segunda persona, posicionado en el enfoque en segunda persona, distingue tres sentidos de la empatía: como capacidad intencional, como un tipo único de acto intencional y como un proceso intencional general. En el primer caso la empatía es la habilidad básica para comprender otra experiencia individual a partir de los propios sentimientos y sensaciones; en el segundo caso la empatía se entiende cuando se puede generar un correlato desde una persona hacia la experiencia y comportamiento de otra fundado en la percepción que se construye a partir de la presencia corpórea del otro, implica situarse de manera integral en la perspectiva del otro; en último lugar, la empatía se entiende como experiencia personal de producir un estado o situación propia a partir de un estado similar o equivalente al estado del otro, es decir sentir con el otro. Así, pueden distinguirse tres dimensiones de la empatía: sentir lo que el otro siente, conocer lo que el otro está sintiendo y responder con comprensión a la situación de la otra persona.

Otros investigadores prefieren el concepto de entonamiento para dar cuenta de una sincronía afectiva, intencional y atencional automática e inconsciente entre el infante y su cuidador y reserva el concepto de empatía para cuando ya hay mediación de procesos cognitivos. Según Stern “la empatía consta de al menos cuatro procesos distintos y probablemente secuenciales 1) la resonancia del estado emocional, 2) la abstracción del conocimiento empático a partir de la experiencia de la resonancia emocional, 3) la integración del conocimiento empático abstraído en una respuesta empática, y 4) una transitoria identificación de rol”.

Las bases biológicas de la intersubjetividad

Se ha localizado en la corteza cerebral pre-motora de los monos macacos un grupo de neuronas que tienen la propiedad de descargar impulsos tanto cuando el sujeto observa a otro realizar un movimiento como cuando es el mismo sujeto quien lo realiza. Estas células forman parte de un sistema de percepción/ejecución de modo que la simple observación de movimientos de la mano, de la boca o del pie activa las mismas regiones específicas de la corteza motora como si se estuvieran realizando esos movimientos. Este sistema integra un circuito que permite también entender las intenciones y emociones de los otros.

La importancia de este descubrimiento radica en que modificó la manera de concebir los mecanismos subyacentes a la comprensión de las acciones observadas. Si la observación de una acción induce a la activación de un mismo circuito de control de la ejecución habría una simulación corporizada automática en el cerebro del observador de la acción.

El modelo emergente del funcionamiento de las neuronas espejo se corresponde con el hecho de que a medida que nos encontramos con los otros, estos son tomados a la vez como parecidos y diferentes de uno mismo. Ambas cosas son inseparables, el encuentro con el mundo es un encuentro con la intersubjetividad.

La imitación ha sido considerada por mucho tiempo un aprendizaje tardío del infante, alrededor del segundo año de vida. Sin embargo, sabemos que los bebés realizan imitaciones desde muy temprano, “dado que los cerebros de los recién nacidos no tienen habilidades cognitivas altamente sofisticadas, el hecho de que puedan imitar sugiere que el mecanismo de imitación depende de mecanismos neuronales relativamente simples”. Los cerebros de los bebés no sólo capturan los movimientos sino también las intenciones y metas de los mismos. Las neuronas espejo parecen mucho más interesadas por las metas de los movimientos que por los movimientos en sí. Cuando imitamos una acción de otro actuamos como si estuviéramos frente a un espejo.

Uno de los objetivos principales de la imitación  puede ser la posibilidad de tener una “intimidad” corporeizada entre el yo y los otros en las relaciones sociales. La tendencia de la imitción y de las neuronas espejo a volver a capturar tal intimidad puede representar una forma más primaria y originaria de intersubjetividad a partir de la cual el yo y el otro cobran forma.

Las neuronas espejo codifican las intenciones asociadas a los movimientos observados por lo cual es de suponer que incorporan el contexto al movimiento. Así como las neuronas brindan las bases para tener experiencia de los movimientos intencionales, también colaboran en la comunicación para la comprensión primaria de gestos, vocalizaciones y emociones. Parecerían operar como los precursores evolutivos del lenguaje por medio de una forma de funcionamiento refleja y especular. Oponiéndose al modelo computacional, la hipótesis alternativa sugiere que la comprensión del lenguaje se basa en la “teoría de la incorporación” de acuerdo con la cual para las frases relacionadas con la acción, la estructuras neuronales que presiden la ejecución de una acción también deberían desempeñar un papel en la comprensión del contenido semántico de dichas acciones cuando se describen verbalmente.  Las neuronas espejo están implicadas en la comprensión de acciones presentadas visualmente y también en la comprensión de frases relacionadas con acciones presentadas auditivamente.

No se trata de un reconocimiento previo de la expresión y luego la emergencia de la emoción sino de un procesamiento automático e inconsciente que precede a cualquier reconocimiento. Por ello, cuando observamos una expresión facial, esta percepción nos lleva a identificar de manera directa y automática la emoción en el otro que reconstruimos por medio de una simulación corporizada produciendo un estado corporal compartido. Es la activación de un mecanismo neuronal compartido por el observador y por el observado lo que permite la comprensión experiencial directa de una emoción dada la base.

La imitación y la sincronía son los mecanismos básicos para nuestra vida social y las neuronas espejo son necesarias para entender las acciones, intenciones y emociones de otras personas. La tasa de activación de las neuronas espejo no es la misma para las acciones del yo que para las acciones del otro. La descarga es mucho más fuerte con las primeras que con las del otro. Así, las neuronas espejo encarnan tanto la interdependencia del yo con el otro como la interdependencia que al mismo tiempo sentimos y necesitamos al activarse con las acciones propias.

Las imitaciones recíprocas, la sintonía y la sincronización de las acciones entre ellos puede ser una de las formas claves para moldear las neuronas espejo y el sentido del yo. Así, plantea que la mayor parte de las neuronas espejo se forman durante la intersubjetividad primaria y secundaria, y se ven moldeadas por ella, aunque puede ser que existan algunas pocas que ya estén preformadas y faciliten las primeras interacciones.

Las competencias intersubjetivas que están facilitadas biológicamente y desarrolladas en la interacción con humanos, nos permiten realizar comportamientos intencionales comunicativos y sociales; el déficit de estas competencias, como en el autismo, produce una alteración del conocimiento intencional de las acciones. El autismo puede explicarse por la no activación de las neuronas espejo; la falta de simulación corporizada sería responsable de la no atribución de intencionalidad. Esta hipótesis cuestiona a la TDM.

Cómo percibimos

La perspectiva cognitiva del procesamiento de la información

Desde esta perspectiva se asume que la percepción es una función representacional, es decir cognitiva, a la que se le atribuye capacidades para detectar, discriminar, comparar, reconocer e identificar estímulos. Una relación intencional de carácter predicativo en la que se sustentan las llamadas creencias perceptivas y que, como es propio de todo estado cognitivo, son susceptibles de ser evaluadas en términos de verdad o falsedad. La relación perceptiva presenta la característica distintiva de tener su origen en la interacción física que se da entre el medio y el organismo a través de los sentidos. Descarta toda forma de percepción no sensorial. Esta función es el punto de encuentro entre lo físico y lo mental.

La relación intencional es el fundamento de la distinción misma entre sujeto y objeto, como términos de una relación de alteridad que empieza a establecerse desde la propia percepción.

La actividad cognitiva del organismo provocada por la presencia física del objeto y que e efectúa a través de los sentidos.

El estímulo proximal es el patrón concreto de energía que actúa sobre el/los receptor/es sensorial/es; este produce un efecto físico/químico en el receptor. En cambio el estímulo distal es aquel aspecto de la realidad circundante que participa de alguna manera en la génesis de la estimulación proximal sin que actúe necesariamente sobre el receptor. (Un árbol es distal, la luz que refracta en él y estimula nuestros receptores es el proximal).

La percepción resulta de un proceso de cálculo, de un proceso inferencial a partir de determinadas entradas de información al sistema.

Supuestos teóricos que sostienen este programa:

La postura clásica señala que la sensación es la causa de la percepción además de mantener entre ambas una conexión informativa, tal que la sensación corresponde al input perceptivo y la percepción al output. Así la sensación constituiría la implementación física de la percepción.

TRANSDUCCIÓN SENSORIAL (estímulo proximal) à CODIFICACIÓN (que el estímulo acabe constituyendo símbolos o representaciones y que las representaciones primarias sean usadas como la base de datos sobre las que actúen los procesos perceptivos propiamente dichos à TRANSDUCCIÓN FUNCIONAL: responsable del pasaje de la codificación neural a la simbólica, proyección de la transducción sensorial que tiene lugar en los órganos receptores).

REPRESENTACIÓN FUNCIONAL DEL ESTÍMULO: el input del sistema perceptivo propiamente dicho. Sobre ella se realizan operaciones cognitivas que finalmente generarán la representación distal que nos remitirá al objeto percibido. Lo que percibimos no es el resultado de una captación directa sino de procesos de inferencia y por lo tanto la percepción se revela como una actividad cognitiva propiamente dicha.

En psicología cognitiva se denomina a las primeras etapas de procesamiento de la información como proceso guiado por los datos (botton-up), estas formas iniciales del procesamiento son inconscientes, y por lo tanto rápidas y automáticas; en cambio las formas más profundas de procesamiento, aquellas que interactúan con los conceptos y creencias del sistema cognitivo general, son llamados procesos guiados por el contenido (top-down). Los procesos botton up operan en las primeras fases del procesamiento y a medida que comienza el trabajo interactivo con la información ya almacenada en el sistema comienzan a trabajar los procesos top down.

Impermeabilidad cognitiva: mientras operan los procesos rápidos hay encapsulamiento informativo, aunque más no sea de manera relativa. Este principio se basa en la convicción mecanicista por la cual un proceso es tanto más rápido cuanto más automatizado e inconsciente y viceversa.

Percepción ecológica (Gibson)

Gibson trabaja básicamente en el dominio de la percepción visual pues fue la que más investigó además de permitirle diferenciar mucho mejor su enfoque ecológico de otras perspectivas teóricas.

El primer problema que tiene que afrontar cualquier teoría de la percepción es resolver la relación entre el mundo y el organismo. En términos cognitivos, este sería el estímulo distal y proximal; pero un estímulo proximal no es suficiente para producir un estímulo distal y la perspectiva cognitiva introduce aquí el trabajo inferencial cognitivo sobre representaciones a partir del mecanismo de transducción funcional.

Tradicionalmente se dice que percibimos como constante la forma que posee un objeto a pesar de las variaciones que se producen en su proyección en la retina, a este fenómeno se le ha denominado constancia de forma y se le considera como uno de los logros fundamentales de nuestro sistema perceptivo. Las concepciones tradicionales tienen en común tres cualidades en la percepción visual:

  1. Se considera que la imagen retiniana es el estímulo proximal
  2. Como el estímulo proximal no posee información específica sino ambigua necesita información adicional para especificar el estímulo distal
  3. La necesidad de otra información lleva al estudio de los mecanismos compensatorios para el logro de la percepción adecuada.

Gibson plantea que la información es específica y la sitúa en el patrón óptico. Para él, el estímulo de la percepción visual es el patrón óptico de la luz ambiental en un punto de observación. Ese patrón se transforma conforme el observador se mueve y esto hace que la disposición óptica ambiental se transforme en un flujo óptico.

Para el autor, todos los sistemas perceptivos son simultáneamente exteroceptores y propioceptores, contrastando con las concepciones tradicionales, por lo cual permiten que el sujeto obtenga algún tipo de información sobre el mundo externo y sobre sí mismo.

El concepto de patrón óptico se enriquece con otro término importante: affordance, neologismo que significa ofrecer o permitir, para afirma que percibimos lo que ofrece el ambiente al sujeto, percibimos las affordances del entorno o posibilidades funcionales que tiene un animal de obtener información.

La percepción es tan directa que no tiene sentido hablar de representaciones ni de procesamientos internos.

Los logros más importantes de la ecología perceptiva serían: realizar, por primera vez, una descripción adecuada de la estimulación que alcanza al sujeto y de su relación con el entorno que la produce. Llamar la atención sobre la esterilidad de seguir estudiando a la percepción sin atender al valor funcional de la misma. Mostrar la capacidad de todos los sistemas perceptivos para obtener información extero y propioceptiva.

La perspectiva del New Look

Las creencias deforman la percepción y el recuerdo preciso, por medio del mecanismo de la transducción funcional.

La ley de Weber-Fechner

Hay una correlación entre el mundo físico y el mundo mental. No hay una simple relación directa entre la sensación y la percepción de una propiedad del objeto sino que había una relación entre la magnitud de una diferencia y la posibilidad de percibirla.

Ley de tendencia central

Dada una serie de magnitudes, los observadores humanos juzgan las magnitudes mayores de la serie como más pequeñas y las más pequeñas como más grandes. La estructura de la apariencia se forma de dentro afuera, y no de afuera adentro a partir de los datos sensoriales para convertirlos en experiencia.

 

 

Selectividad de la percepción

¿Cuánto se requiere para ver o sentir algo? A Bruner y Postman les pareció que utilizar la técnica de los umbrales sería la manera ideal de entrar en el tema de la selectividad de la percepción.

Los sujetos que sentían un poderoso compromiso hacia un valor dado reconocerían más rápidamente las palabras asociadas a ese valor que hacia los que sentían menor compromiso.

Tres mecanismos principales operantes en el proceso perceptual

  1. Sensibilización selectiva por la cual los estímulos aceptables reducen el umbral perceptivo y, por tanto, son reconocidas en menor tiempo
  2. La defensa perceptual por la cual los estímulos inaceptables elevan el umbral, y en consecuencia el sujeto tarda más en reconocerlas
  3. Y la resonancia valorativa por la cual el sujeto sea cual fuere el valor correspondiente a la palabra proyectada, tiene a formular palabras que reflejan su orientación valorativa

El desarrollo del New Look llegó a ser una nueva manera de pensar los problemas de la psicología social y del estudio de la dinámica personal al considerar que las acciones humanas pueden comprenderse mejor como adaptación a lo que un actor está experimentando, antes que como una respuesta a un estímulo del mundo exterior; esto significaba una reacción muy tardía al conductismo radical. La clave de este pensamiento es que no vemos cosas sin buscarlas, no oímos sin escucharlas. Y esta direccionalidad de la percepción puede ser pensada como una hipótesis que el sujeto se hace en sintonía con el objeto, evento o situación.

La perspectiva vigotskiana

Si bien la posición vigotskiana acepta la concepción estructural de la psicología de la Gestalt, que es una psicología contemporánea a Vigotsky, al entender que la percepción es integral y no una suma de sensaciones, la pregunta que se formula es ¿Cómo se plantea en la nueva teoría estructural de la percepción la cuestión relativa a los cambios y al desarrollo de la percepción en la edad infantil?

La perspectiva vigotskiana considera la actividad psicológica a partir de dos líneas de desarrollo, biológica y cultural, que se entrecruzan en la ontogenia del ser humano. En el proceso de mediación instrumental con otros humanos emergen las formaciones nuevas de funcionamiento psicológico que en sus reorganizaciones sucesivas dan lugar a estructuras diferentes de la conciencia de los otros, del mundo y del propio sujeto. El concepto de sistema psicológico propuesto por Vigotsky sirve para comprender estos cambios que ahora aplica al estudio de la percepción desde una perspectiva genética, o de desarrollo, desde la edad infantil.

Vigotsky entiende que las constancias de la percepción se organizan en el desarrollo al formarse una percepción generalizada por medio de la vinculación con otras funciones que permiten una corrección ortoscópica por la acción de la memoria. Vigotsky plantea dos problemas: el problema de la génesis de la atribución de sentido, y el problema de la auténtica percepción categorial.

¿Cómo aborda el primer problema? En la vida adulta las percepciones son ortoscópicas y tienen sentido. La interpretación de la cosa y su denominación se dan junto con la percepción, por lo cual la propia percepción de aspecto objetivos aislados de ese objeto depende del sentido que acompaña a la percepción. Este problema le permite a Vigotsky preguntarse “¿por qué no veo una forma, un peso, una magnitud determinada, pero al mismo tiempo sé que tengo ante mí una silla o un mesa?”. Para él este era un profundo problema que conduce al problema experimental de la atribución de sentido en la percepción.

Concluye Vigotsky que la atribución de sentido aparece en el adulto y no en el niño pequeño, que surge en el desarrollo, y que no está dada desde el nacimiento. También concluye que las constancias perceptivas son producto de la fusión de dos procesos, las imágenes o pensamiento visual y las percepciones directas.

El segundo problema que enfrenta Vigotsky es el de la auténtica percepción categorial o generalizada.

Hay suficiente evidencia, sostiene Vigotsky, que confirma que la percepción de acciones y movimientos es mucho más temprana que la de objetos.  El niño pequeño, concluye, tiene una percepción sincrética, es decir, perciben como un todo objetos no diferenciados entre sí. En el proceso de desarrollo infantil se observan cambios de conexiones o relaciones interfuncionales, es decir, sistemas psicológicos. Señala que “a lo largo del desarrollo del niño emergen constantemente nuevos sistemas, dentro de los cuales actúa la percepción. Dentro de estos sistemas, y solo en ellos, la percepción adquiere nuevas características que no son inherentes a ella al margen del sistema de desarrollo”.

Realizó experimentos donde solicitaban a niños repetir ciertas frases. No presentaban dificultad para repetir oraciones como “la gallina corre” o “el perro camina”, pero tenían dificultad para decir “Tania corre” mientras esta está sentada. Interpretaron estos resultados considerando que en tanto el niño depende de lo que ve, sus palabras no pueden expresar lo que no es real; así esta etapa inicial del desarrollo se caracteriza por una unidad senso-motora y afectiva en la cual la organización de la conciencia está dirigida por la percepción.

Señala Vigotsky que nosotros aprendemos a percibir independientemente de la emoción que moviliza a la acción, pero en la infancia temprana es el carácter afectivo de la percepción el que origina la unidad con la acción. En esta etapa se elabora lo percibido a partir de los afectos y no a través de la atención, la memoria o el pensamiento que aún no están diferenciados y se encuentran subordinados a esa unidad senso-motora.

En el desarrollo, la percepción se irá “emancipando” de la motricidad y adquirirá nuevas relaciones funcionales, ahora con el lenguaje, en la dirección de la percepción con atribución de sentido percepción semántica; así aparece una nueva organización o situación social de desarrollo.

El desarrollo del lenguaje y su relación con la percepción permite explicar el problema de la percepción con atribución de sentido o percepción semántica a la vez que permite explicar, también, la percepción categorial, sostiene Vigotsky. El lenguaje, como función comunicativa con los otros y con uno mismo, posibilita el desarrollo de la generalización aunque el niño pequeño primero comprende el lenguaje y luego generaliza, pues hay una evolución de los significados.

A partir de la semantización de la percepción, los objetos pueden ser vistos como formando parte de diferentes organizaciones perceptuales; esto es así pues en la percepción con atribución de sentido se combina la organización visible y la organización imaginada.

¿Cuál sería entonces la diferencia entre la percepción de un bebé y de un niño más grande, según Vigotsky? Toda percepción es global, de acuerdo con la concepción gestáltica: por lo tanto ninguna percepción es aislada ni es la suma de sensaciones aisladas. Toda percepción es la resultante de una organización del campo, pero en el comienzo del desarrollo la generalización, y al semantizarse la percepción se establecen nuevas relaciones que coordinan la organización del campo actual con el campo semántico, el imaginado, de los significados, que sigue el curso de la descontextualización dominado por la memoria y más tarde por el pensamiento.

Vigotsky comprende que en la infancia temprana tenemos una percepción inmediata en conexión con la motricidad, senso-motricidad, y con las emociones y solo en el desarrollo estas conexiones se disolverán en función de las nuevas relaciones que se irán estableciendo en el desarrollo histórico de las funciones psicológicas. También comprende que en los inicios del desarrollo no encontramos funciones aisladas sino unidades no diferenciadas muy complejas; y es en el desarrollo que se irá produciendo la diferenciación funcional a la par de las relaciones interfuncionales.

Perspectiva de la Teoría Autopoiética de Maturana

En esta perspectiva se podrá analizar el problema de la vinculación del perceptor y su ambiente. Los sistemas autopoiéticos tienen la capacidad de reproducir sus propios elementos o componentes, manteniendo así la unidad y coherencia del sistema.

La hipótesis de que tenemos detectores de rasgos incorporados a la neurofisiología se apoya en la premisa de que existe una realidad o medio objetivo fuera del cual se traza un modelo o representación en el interior. Esta premisa se basa en la concepción tradicional imperante en la psicología de la percepción, desde su fundación, remozada en los modelos cognitivos. Se pensaba que la percepción consistía en correlacionar los sucesos del medio externo con los sucesos neurales internos y de este modo dar una respuesta al problema de la relación entre el estímulo distal y el proximal.

Los autores avanzar en la convicción de que no hay un mundo exterior en la percepción.  La conducta surge según el modo en que se establecen en el sistema nervioso sus relaciones de actividad internas. Maturana y Varela aceptan que el sistema nervioso es autónomo y que la percepción no está determinada por el medio externo sino que es producto del sistema nervioso interno del organismo.

Maturana señala que esta concepción tiene una postura epistemológica implícita por la cual se entiende que existe una realidad constitutivamente independiente del observador; el observador puede conocer esa realidad en sus interacciones con ella; y las categorías descriptivas que se usan, pertenecen a tal realidad y no sólo al observador que las usa.

Entonces, si al alterar la estructura de un organismo alteramos la percepción, ¿en qué consiste el fenómeno que connotamos al hablar de percepción? Si la captación de información depende del instrumento ¿qué fundamentos tenemos para afirmar que lo que este muestra es algo que es una característica de un objeto independientemente de él? Este paradigma explicativo es biológica y epistemológicamente inadecuado porque asume que los seres vivos se comportan de acuerdo a como se establecen en ellos sus relaciones de actividad internas.

Maturana entiende que la conducta de todo organismo es una descripción que el observador realiza de una secuencia de cambios posturales en relación con el medio. La armonía entre el organismo y el medio es propia del fluir de cambios estructurales del organismo en conservación de la adaptación.

El estudio de los sistemas dinámicos de percepción acción

(El vínculo de la percepción con la acción del ser humano, en su evolución en el tiempo, considerando que esas vinculaciones cambian, en su relación con el amiente físico y social, temporal y espacialmente.)

En el estudio actual de la relación entre percepción y acción se destacan tres desarrollos relevantes: la teoría histórico-cultural, la teoría ecológica y la teoría autopoiética para el estudio de lo que denominan actos perceptivos; de la primera se considera el hecho de abordar el estudio de la percepción en tanto sistemas que se desarrollan y cambian en sus relaciones con otras funciones; asimismo, su dinámica no puede estudiarse al margen de las formas sociales de las actividades humanas, es decir, que no pueden estudiarse como capacidades biológicas independientemente de las relaciones sociales y culturales que co-determinan sus formas definitivas. La segunda tradición ha señalado con suficiente claridad las relaciones inseparables entre la percepción y la acción considerando que el producto final del proceso perceptivo no es una representación, como lo sostiene el enfoque computacional sino la “modulación de una forma de acción”; el concepto de affordance que propone Gibson señala la íntima relación entre percepción, acción y ambiente al destacar que el mismo indica lo que un organismo puede hacer con una cosa. La última tradición posibilita un abordaje de las funciones psicológicas como sistemas dinámicos cuyos componentes son el cuerpo, el sistema nervioso y el entorno, t sus relaciones que co-evolucionan en el tiempo.

Cuando un ser humano avanza hacia un objeto, puede detectar el mismo por medio de los sentidos. Sin embargo las reglas sensomotoras en uno u otro caso son diferentes. Así, en la visión acercarse a un objeto significa que este aumentará el área que ocupa su proyección en la retina. De esta manera un giro de la cabeza hacia la derecha producirá un desplazamiento de esa proyección a la izquierda en la retina. Las reglas predominantes en la descripción de las coordinaciones sensorio-motoras auditivas se rige por la mecánica ondulatoria y la posición de los receptores.

Neuronas espejo y los aportes de la psicología del desarrollo de la intersubjetividad

Los resultados de estudios confirmaron que los bebés poseen capacidades para transferir la experiencia perceptual de una modalidad sensorial a otra. Este hecho significa que desde el comienzo del desarrollo somos capaces de tener experiencias intermodales en nuestra relación con el mundo; así un objeto que es explorado con una modalidad sensorial puede ser reconocido luego por otra modalidad sensorial, como, por ejemplo, se puede explorar un chupete con la sensibilidad táctil y luego reconocerlo por la vía visual.


 

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