EMOCIÓN, IMAGINACIÓN Y CREATIVIDAD EN VIGOTSKY (Colombo)

Vigotsky, interesado por la creatividad, la emoción y la imaginación, escribió Psicología del Arte donde plantea que la estética, como teoría del arte, necesita cada vez más de los fundamentos psicológicos, como también la psicología no puede desconocer los complejos problemas de la reacción estética, o efecto producido por la obra de arte, para dar cuenta de la ´totalidad del comportamiento humano. Se propone realizar una revisión de la tradicional psicología del arte y definir una nueva zona de investigación para la psicología objetiva que estudie la intersección entre el arte, la estética y la psicología.

La idea rectora de su trabajo es el reconocimiento del arte como técnica social del sentimiento. Lo propio del ser humano es que, a diferencia del animal, crea las herramientas y los signos, ambos son transformadores, las primeras transforman la naturaleza y los segundos están dirigidos a cambiar nuestra forma de funcionamiento psicológico. Para Vigotsky (en adelante “V”) el arte también representa una técnica social, como las herramientas y los signos, pero es una técnica social del sentimiento. Por medio del arte el sentimiento social que representa se convierte en individual sin dejar de ser social. “El arte introduce de manera creciente la acción de las pasiones, rompe el equilibrio interno, modifica la voluntad en un sentido nuevo, formulando para la mente y reviviendo para el sentimiento aquellas emociones, pasiones y vicios que sin él hubieran permanecido en un estado de indeterminación e inmovilidad. El arte representa más bien una organización de nuestra conducta para el futuro…”

V cree que sólo se puede estudiar científicamente el arte cuando este sea estudiado como una de las funciones sociales vitales en conexión indisoluble con todos los otros aspectos de la vida social en su determinismo histórico completo. Señala que la relación entre el arte y las formas económicas no puede explicarse de manera directa o lineal. La complejidad que el arte implica en tanto uno de los aspectos más específicos de la actividad psíquica humana obliga a diferenciarlo de otras formas ideológicas para dar cuenta de lo que tiene de peculiar y distinto recurriendo al análisis psicológico.

V entiende que el arte sistematiza un área particular de la psiquis del hombre social, sus pensamientos. Para él, la actividad del pensamiento es social siempre y al hacerse individual no pierde su origen social. Al igual que Freud, que entiende que la psicología individual es al mismo tiempo psicología social.

Otro problema que advierte V es la relación entre las bases económicas y los productos de la actividad humana porque “es completamente errónea la idea de que la poesía popular brota de manera natural y de que es creación de todo un pueblo y no de sus profesionales, narradores, dueños de una tradicional y rica técnica de su oficio…”. Ningún autor inventó personalmente el verso, la rima, la métrica, sólo son administradores de la enorme herencia de la tradición literaria. Esto lleva a pensar a V que si se supera la disociación entre la psicología del hombre aislado y la psicología social, entonces se disuelven las diferencias entre una estética axiológica, abstracta y teórica, y una estética empírica, sensible y concreta. Superada esa dicotomía puede abordarse el problema psicológico del arte, descubrir el significado del carácter y la acción de la obra de arte y los sentimientos que ésta despierta que son los sentimientos socialmente determiandos.

V señala una íntima relación entre los sentimientos y el pensamiento y, también, en la idea del arte como un medio de impresión más que de expresión, un medio para transmutar los sentimientos en nuevas formas sociales.

La tesis sobre la reacción estética

V rechaza cualquier concepción que mantenga una continuidad entre la sensibilidad y el pensamiento, entre percepción y pensamiento en imagen, como también se opone a la concepción de que los sentimientos son accesorios a la actividad intelectual. La imaginación no está en continuidad con la percepción, es creadora de nuevas formas de realidad y por lo tanto es transformadora e indómita.

Tiene la certeza de que aquellos procesos intelectuales que surgen en nosotros a propósito o mediante una obra de arte son una conclusión o epílogo de la obra de arte que puede realizarse únicamente como resultado de su acción principal. Lo que realiza la obra de arte en nosotros es una transformación, un estallido, un conflicto entre forma y contenido. El artista parte del material es transformado en una forma estética diferente a la cotidiana y del enfrentamiento entre ambas, de los sentimientos encontrados que moviliza, resulta la reacción estética. Todo el arte se basa en la unidad del sentimiento y la fantasía o imaginación creadora. Para V es necesario investigar la teoría central de las emociones y formular una teoría integradora de la “doble vía” de los circuitos de las emociones.

Para V “sería muy provechoso eliminar del asunta toda cuestión de causa y efecto, toda relación de causalidad y sustituir la posición dualista por una concepción unitaria y monista.”

Los procesos de la fantasía y los sentimientos, expresión plena de la subjetividad humana, aún son tratados de forma muy secundaria por las propias ciencias humanas. Ellos no encuentran su legitimidad en correspondencia o continuidad con ningún sistema de la realidad que aparezca como referente objetivo de las acciones humanas, se legitiman por los nuevos modelos y opciones que nos permiten construir nuevas representaciones sobre el mundo y nosotros mismos. El arte es una forma de generar opciones humanas frente a todos los órdenes y prácticas socialmente aceptadas. Por esto, la actividad artística debería figurar en primer término y en el lugar fundamental del estudio de la actividad psicológica propiamente humana.

El problema de la percepción, la emoción y la fantasía. El arte como catarsis

Según V, toda psicología del arte opera con tres dominios de la psicología: la teoría de la percepción, teoría del sentimiento y la teoría de la imaginación creadora o fantasía aunque sus relaciones no tienen la misma importancia. Mediante la percepción comienza la reacción estética pero el estudio de la psicología del arte no debe iniciarse allí, sino en el punto de intersección entre la sensibilidad y la imaginación.

El sentimiento nunca puede ser inconsciente (Freud), aunque carece de claridad consciente. Los estudios de los mecanismos nerviosos consideran que los sentimientos deben incluirse entre los procesos de consumo o descarga de energía nerviosa que, a diferencia de los procesos de inervación motora, se transforman por represión