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Psicología Institucional

Resumen para toda la materia

Cátedra: Schejter

2° Cuat. de 2007

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DISPUTAS EN EL CAMPO DE LA SALUD MENTAL


Esta publicación describe el trabajo de campo realizado por alumnos de la cátedra en los siguientes dispositivos de trabajo en salud mental: Radio La Colifata, Frente de Artistas del Borda y Programa Cuidar Cuidando.

Una vez realizado éste, cuando se confrontaban los supuestos previos de cada grupo con la experiencia en terreno empezamos a calibrar la magnitud del efecto perturbador que producía esta experiencia en aquellos supuestos. Se imponía entender esos desajustes.

Esta distancia entre los supuestos previos y la experiencia en terreno, constituía una situación buscada desde la coordinación docente, cuyo objetivo es descentrar las miradas instituidas.

Dichas miradas o esquemas conceptuales, en gran medida, se configuran en el espacio de la Facultad, es decir, se desarrollan en relación a un orden institucional específico: con una historia, con sujetos que tienen pertenencias sociales, culturales y teóricas concretas, y que disputan entre sí. Nos preguntábamos: ¿De qué manera se pueden criticar estos esquemas conceptuales?

He aquí la hipótesis de trabajo: criticar - en el sentido de enriquecer, de construir una relación más rigurosa - las distintas miradas instituidas en la Facultad de Psicología, exige confrontarlas prácticamente con la lógica de las miradas de otros campos.

Así surge la idea de la publicación: crear mejores condiciones para incorporar a las actividades académicas de la Facultad, la reflexión, discusión y conceptualización de dispositivos de trabajo de diversos campos haciendo centro en la problemática y en las dimensiones de la psicología institucional

La temática: Modalidades comunitarias de trabajo en salud mental…

Nuestra primera pregunta fue: ¿qué entendemos por esto?

Una de las maneras que tuvimos de empezar a enfrentarla consistió en desplazar el qué hacia el cómo, es decir: ¿cuáles y como son las prácticas que se inscriben en esta temática?

Este desplazamiento llevó al proceso de análisis de los dispositivos e instituciones investigados por los estudiantes. Así, se fue perfilando el mapa, no de la temática en sí, sino de las relaciones que mantenemos - en el marco de la Facultad - con la temática, a través de los contactos establecidos con los dispositivos por docentes y alumnos.

Nuestra orientación intelectual nos llevaba a preguntarnos si estos dispositivos guardaban una relación entre sí, aparte de estar agrupados bajo un mismo título temático.

Es decir ¿están mutuamente determinados? ¿se inscriben en una historia particular? ¿disputan un mismo capital? ¿constituyen un espacio de relaciones más o menos autónomo?. En términos de Bourdieu ¿se trata de un campo?

Al mismo tiempo nos fueron impactando algunos dispositivos más que otros: nos atraía el tipo de experiencia de trabajo en salud mental que ponía en juego, donde cobraba centralidad la relación con un afuera de las disciplinas psicológicas o médicas, que tenía el efecto de redefinir estructuralmente las prácticas terapéuticas. Por esto mismos, cuestionaban fuertemente nuestra propia posición. Esta fue la primera razón, inconsciente en su momento, en la elección de los dispositivos que incluiría esta publicación.

La otra razón tuvo que ver con que todas estas experiencias se desarrollaban en el marco del hospital psiquiátrico, que se constituía para nosotros como espacio privilegiado para observar la confrontación de distintas perspectivas en el campo de la salud mental. El hospital psiquiátrico se nos presentaba como el núcleo duro del campo, de sus disputas. Y de nuestra posición.

Luego de realizar las entrevistas, se intenta señalar algunos aspectos que nos ayuden a una lectura institucional. Nuestra perspectiva de análisis indaga dimensiones que pueden orientar en la comprensión de una determinada forma organizacional, en este caso el hospital psiquiátrico. La organización entendida como un modo específico de comprender la realidad y de actuar sobre ella, construido históricamente y determinado por variables complejas.

Como los dispositivos presentados aparecen como innovadores dentro del marco del hospital psiquiátrico, y como permiten observar la confrontación de distintas perspectivas de trabajo en el campo de la salud mental, intentaremos situar elementos que nos permitan clarificar qué se disputa.

Acerca del campo: la disputa…

Nuestro primer supuesto es la pertenencia del hospital psiquiátrico como forma particular al campo de la salud mental, con el que mantiene relaciones de mutua determinación.

Nuestras principales preguntas son: ¿cuáles son las posiciones que ocupan los participantes del campo? ¿cuáles las inversiones realizadas? ¿en pugna de qué capital específico se establece la disputa? ¿por qué se disputa?

En términos generales, creemos que hay varios aspectos en que se expresa la disputa:

Entre disciplinas: por ejemplo psicoanálisis vs psiquiatría.
Adherencias a diferentes escuelas teóricas dentro de una misma disciplina
Las técnicas: en relación a la instrumentalización de terapéuticas.
Seguramente estos aspectos involucran disputas dentro del campo, pero no es directa su expresión en la práctica. En el caso del hospital psiquiátrico, pareciera que el dinamismo del campo queda como congelado por la pregnancia del funcionamiento instituido en él. Se podría hablar así de cierto estado patológico, vale decir, cierta unificación de las prácticas, cierta inmovilización.

Es abundante el material bibliográfico que examina los efectos iatrogénicos de las instituciones totales y sus efectos sobre los que desarrollan su práctica profesional en este ámbito. Es aquí donde ubicamos la importancia de los dispositivos trabajados en esta publicación, ya que con el aporte de otros campos - el arte, la comunicación social, el trabajo - introducen otra mirada.

¿Cómo entender esta articulación de campos tan disímiles? ¿Cómo pensar el cambio de perspectiva en la significación de loco igual encerrado, que por el accionar de los dispositivos muta y se transforma en artista o cuidador de animales.

De aquí se desprende una práctica que cuestiona el orden instituido y un sistema de significaciones acerca de la locura. La consecuencia es la distinción entre el problema psicopatológico y el aislamiento social: estos dispositivos no se proponen como terapias, aunque se proponen desarrollar un proceso de recuperación subjetiva a través de actividades que recuperen el lazo social.

Esta transformación de las prácticas y las significaciones lleva implícita una perspectiva institucional: no se incide en cada sujeto si no se incide en la institución, como dos partes de un mismo proceso. Lo que nos conduce a un objeto diferente: se da un pasaje donde ya no es el interno el único que necesita tratamiento, y hay un viraje a las dimensiones enfermantes de la organización hospital psiquiátrico.

Así, estos dispositivos incidirían por tres vías: en primera instancia, a nivel institucional, develando lo iatrogénico del tratamiento social de la locura; a nivel social, generando situaciones de trabajo, de espectáculos o de comunicación que permiten acercar y descubrir al semejando en el loco; y por otra parte, los afectos directos en lo referente a la recuperación del lazo social.

A su vez, lo novedoso de las prácticas puestas en juego da muestras de un proceso creativo, donde lo que se hace es articular dos elementos preexistentes: el zoológico, la creación artística y la comunicación social son existentes; el neuropsiquiátrico también. Faltaba que a alguien se le ocurriera su combinatoria. Y justamente, lo que permite modificar las posiciones más instituidas o anquilosadas del campo de la salud mental es el encuentro con la lógica de otro campo: de loco o inhabilitado a artista, comunicador u otra denominación. La lucha puesta en escena es por el poder de definir. Definir las reglas del juego (salidas, medicación, etc.) y qué es lo que cura. En última instancia qué padece y qué es el interno.

Como efecto, podemos inferir un cuestionamiento de ciertas significaciones sociales en relación a la locura y una modificación de las relaciones preexistentes en el hospital psiquiátrico y en el campo de la salud mental.

La institución de lo asilar…

Hipótesis de trabajo: estos dispositivos funcionan como analizadores de la institución de lo asilar, ya que descomponen lo que de lo contrario queda en el estatuto de lo naturalizado.

El carácter de analizador de estos dispositivos estaría dado porque permiten leen algo de las relaciones que se establecen en las prácticas instituidas en el manicomio.

Uno de los indicadores es que quedaría develada la contradicción de la organización manicomial, que se propone como asistencial pero aparece como la instrumentalización del aislamiento. Los dispositivos develan los aspectos cronificantes del sistema institucional.

Intuimos que este efecto cotidiano puede producir cuestionamientos en profesionales de los servicios, en los espacios inconscientes de la institución, sostenidos en el imaginario y que conllevan a prácticas estereotipadas. Hablamos de la percepción que se hace presente en el actor institucional en relación a lo impensado de su práctica. La práctica de los dispositivos señala la existencia de un sujeto más allá de un cuerpo a medicar y de una sintomatología a erradicar.

Asimismo existe un correlato en relación a la situación de aislamiento de los internos: con la jerarquización del vínculo social, a través de las actividades propuestas por los dispositivos, aparece la importancia del sujeto entendido como social allí donde había algo a encerrar.

De la neutralidad a la implicación…

Si bien empezamos hablando del hospital psiquiátrico nos damos cuenta de que empezamos a hablar de nosotros mismos, de nuestra actividad en la Facultad, de nuestra posición en el campo de la salud mental. La Facultad también tiende a organizarse evitando los efectos perturbadores de las prácticas del afuera, resguardada en una supuesta línea teórica, excluyendo otros modos de entender las cosas, que no nos permite establecer una relación abierta de intercambio, crítica y creativa con nosotros mismos y con los actores institucionales.




Bourdieu: Clase inaugural


Todas las proposiciones que hace la sociología pueden y deben aplicarse a los sujetos que hacen la ciencia. Aplicar la sociología a la sociología es un instrumento indispensable del método sociológico: uno hace la ciencia tanto en contra de su preparación como con su preparación.

La sociología debe tomar por objeto la lucha por el monopolio de la representación legítima del mundo social. Esa lucha de las clasificaciones que es una de las dimensiones de cualquier tipo de lucha de clases. La observación del sociólogo es también producto de toda la historia de las luchas simbólicas que han tenido como objeto la existencia y la definición de las clases y han contribuido a hacer las clases.

El conocimiento ejerce un efecto cada vez que una parte de la eficacia de los mecanismos cuyas leyes de funcionamiento estable dependen del desconocimiento es enfrentada, es decir cada vez que se enfrenta a los fundamentos de la violencia simbólica. Pues esta sólo puede ejercerse en el desconocimiento de las bases reales de la dominación.

Si hay una verdad, esta es que la verdad es un objeto de lucha, pero ésta sólo puede conducir a la verdad cuando obedece a una lógica tal que la única forma de vencer al adversario sea empleando contra el las armas de la ciencia y cooperando así al progreso de la verdad científica.

El principio de la acción histórica no es un objeto, no reside en la conciencia ni en las cosas, sino en la relación entre dos estados de lo social. Entre la historia objetivada de las cosas, en forma de instituciones y la historia encarnada en los cuerpos, en forma de disposiciones que denomino habitus.

Podría ser una ruptura decisiva sustituir la relación ingenua entre individuo y sociedad por la relación construida entre esos dos modos de la existencia social: Campo y Habitus.

Por un lado están las condiciones sociales de la producción de los protagonistas, o para ser más precisos de sus disposiciones duraderas y por otro la lógica específica de cada uno de los campos de encuentro en que comprometen estas disposiciones, el campo artístico, el político, el intelectual, etc.

Estas representan una configuración entre otras estructuras de relaciones. Esto supone que uno debe estar atento a las relaciones pertinentes que suelen ser invisibles o pasar inadvertidas a primera vista, entre las realidades directamente visibles, como las personas individuales, o las personas colectivas. Esta especie de inducción teórica hace posible la generalización sobre la base de la hipótesis de la invariación formal dentro de la variación material.

El pensar en términos de campo, supone una ruptura con la representación realista que lleva a reducir el efecto del medio al efecto de la acción directa que se efectúa en una interacción. La estructura de las relaciones constitutivas del espacio del campo es la que determina la forma que pueden revestir las relaciones visibles de interacción y el contenido mismo de la experiencia.

En las acciones siempre hay ciertos agentes, que a no ser que se excluyan del juego, no tienen más remedio que luchar por mantener o mejorar su posición en el campo, con lo cual contribuyen a imponer sobre todos los demás presiones a menudo percibidas como algo insoportable que nace de la coexistencia antagonista.

Los dominantes son, con mucha frecuencia aquellos que expresan las fuerzas inmanentes del campo, más que los que la conducen o las dirigen. Los campos sociales no son campos de fuerza sino campo de luchas destinadas a transformar o conservar estos campos de fuerzas. Y la relación que mantienen los agentes con el juego, forma parte del juego y puede ser el principio de su transformación.

Un campo, sólo puede funcionar si encuentra individuos socialmente dispuestos a comportarse como agentes responsables, a arriesgar su dinero, su tiempo, su honor y su vida, para perseguir las apuestas y obtener los beneficios que propone, los que de otro modo pueden parecer ilusorios y siempre lo son ya que descansan en la relación de complicidad ontológica entre el hábitus y el campo que es el principio del ingreso al juego, la adhesión, la ilusio.

En la relación entre el juego y el sentido del juego es donde se engendran las apuestas y se constituyen ciertos valores que aunque no residen fuera de esta relación se imponen en su interior con una necesidad y evidencias absolutas. Esta forma originaria de fetichismo es el principio de toda acción. El motor no está en el fin material o simbólico, ni en las presiones del campo, está en la relación entre el habitus y el campo que hace que el habitus contribuya a determinar aquello que lo determina.

La illusio, en el sentido de la inversión en el juego, sólo se convierte en ilusión en el sentido originario de la acción de engañarse, cuando se aprehende al juego desde afuera.

Es la sociedad la que da sentido a la existencia, que produce los agentes que se juzgan importantes para si mismos y para los demás. Sin ir tan lejos como Durkheim que dice “la sociedad es dios” yo diría “Dios no es nunca más que la sociedad” Lo que se espera de Dios no se puede percibir sino de la sociedad . Es la lucha por el reconocimiento social que libera de la insignificancia, una lucha a muerte por la vida y la muerte simbólica. El juicio de los otros es el juicio final y la exclusión social es la forma concreta del infierno.

Bourdieu: La lógica de los Campos
Pensar en términos de campo significa pensar en términos relacionales. Lo que existe en el mundo social son relaciones; no interacciones o vínculos ínter subjetivos entre agentes sino relaciones objetivas.
En términos analíticos el campo puede definirse como una red o configuración de relaciones objetivas entre posiciones. Estas posiciones definen objetivamente su existencia y en las determinaciones que imponen a sus ocupante, ya sean agentes o instituciones, por su situación actual y potencial en la estructura de la distribución de las diferentes especies de poder (capital) cuya posesión implica el acceso a las ganancias específicas que están en juego dentro del campo.
En las sociedades altamente diferenciadas el cosmos social está constituido por el conjunto de estos microcosmos sociales relativamente autónomos, espacios de relaciones objetivas que forman la base de una lógica y una necesidad específicas, que son irreductibles a las que rigen los demás campos.

Se puede comparar el campo a un juego. Así, tenemos las apuestas, que son en lo esencial, resultado de la competición entre los jugadores; una inversión en el juego (illusio): los jugadores están atrapados en el juego. Y si no surgen entre ellos antagonismos a veces feroces, es porque otorgan al juego y a las apuestas una creencia, un reconocimiento que no se pone en tela de juicio. (la creencia de que el juego vale la pena ser jugado) y esta colusión forma la base de su competición y sus conflictos. Disponen de triunfos, esto es de cartas maestras cuya fuerza varía según el juego (es la jerarquía de los capitales económicos, culturales, sociales y simbólicos) que se modifican según los distintos campos.

Un capital es el factor eficiente en un campo dado; como arma y como apuesta; permite a su poseedor ejercer un poder, una influencia, por lo tanto existir dentro del campo. (capital: fichas para apostar).

Los límites del campo se encuentran en el punto en el cual terminan sus efectos. Por consiguiente debemos intentar medir el punto en que estos efectos estadísticamente detectables disminuyen o se anulan.

La dinámica del campo radica en la configuración particular de su estructura, en la distancia o en los intervalos que separan a las diferentes fuerzas específicas que se enfrentan dentro del mismo. Las fuerzas que son activas en el campo son aquellas que definen el capital específico.

En tanto que campo de fuerzas actuales y potenciales, el campo es igualmente campo de luchas por la conservación o la transformación de la configuración de dichas fuerzas. Además como estructura de relaciones entre posiciones de fuerza el campo subyace y orienta a las estrategias mediante las cuales los ocupantes de dichas posiciones intentan individual o colectivamente mejorar o mantener su posición. Las estrategias de los agentes dependen de su posición es decir, de su distribución de capital específico. También de esto depende su punto de vista.

En el campo los agentes luchan, son históricos. Cuando el dominante logra aplastar o anular las resistencias y las reacciones del dominado, la luchas dialécticas del campo tienden a desaparecer y este se aproxima a la idea de aparato. Estos representan un caso extremo y patológico de los campos, pero se trata de un extremo que nunca se ha alcanzado.

El campo es escenario de relaciones de fuerza y de luchas encaminadas a transformarlas y por consiguiente en campo permanente. La coherencia que puede observarse en un estado dado del campo, su aparente orientación hacia una función única, es resultado de una lucha y de una competencia, esto marcaría una primer diferencia con la noción de sistema, más ligada a lo organicista y al funcionalismo. Una segunda diferencia importante estriba en que un campo no está integrado por componentes. Cada subcampo posee su propia lógica, reglas y regularidades, cada etapa de la división de un campo, conlleva un verdadero salto cualitativo. Por último las fronteras de los campos son dinámicas.


El análisis en términos de campo implica tres momentos necesarios e interrelacionados:


Analizar la posición del campo en relación al campo del poder.
Establecer la estructura de las relaciones entre las posiciones ocupadas por los agentes o instituciones que compiten dentro del campo.
Se deben analizar los hábitus de los agentes, los diferentes sistemas de disposiciones que estos adquirieron mediante la interiorización de un tipo determinado de condiciones sociales y económicas y que encuentran, en una trayectoria definida dentro del campo considerado, una oportunidad más o menos favorable para actualizarse.


Las determinaciones que pesan sobre los agentes de un campo nunca se ejercen directamente sobre ellos sino sólo a través de la mediación específica constituida por las formas y las fuerzas del campo. Es decir, después de haber sufrido una reestructuración, la cual es tanto más importante cuanto más autónomo sea el campo, esto es, cuanto más capaz sea de imponer su lógica específica.

Lo que legitima el derecho a ingresar a un campo es la posesión de una configuración particular de características. Una de las metas de la investigación es estudiar esa configuración, es decir, las formas de capital específico.

Los agentes sociales no son partículas mecánicamente arrastradas y empujadas por fuerzas externas. Son portadores de capital y según su trayectoria y la posición que ocupan en el campo en virtud de su dotación de capital propenden a orientarse activamente, ya sea hacia la conservación de la distribución del capital o a su subversión.

Las relaciones entre los campos nunca se definen de una vez y para siempre.


El estado sería un conjunto de campos, donde se llevan a cabo luchas cuyo objetivo sería acceder al monopolio de la violencia simbólica legítima, es decir, el poder de construir e imponer como universal y universalmente aplicable un conjunto de normas coercitivas.

Bourdieu: Habitus, illusio y racionalidad


Para entender la noción de interés, es menester advertir que esta no se opone a la del desinterés o la gratitud, sino también a la indiferencia. Ser indiferente significa no sentirse motivado por el juego. La indiferencia es un estado de no preferencia y al mismo tiempo, un estado de conocimiento en el cual soy incapaz de distinguir entre las apuestas propuestas.

La Illusio es lo contrario: refiere al hecho de estar involucrado, de estar atrapado en el juego y por el juego, es aceptar que tiene un sentido, que sus apuestas son importantes y dignas de ser emprendidas.

Cada campo define y activa una forma específica de interés, una illusio específica como reconocimiento tácito del valor de las apuestas propuestas en el juego y como dominio práctico de las reglas que lo rigen. Además este interés específico implícito en la participación en el juego se diferencia del acuerdo con la posición ocupada en él.


Hay tres clases fundamentales de capital: el económico, el cultural y el social. A estas tres formas hay que añadir el capital simbólico, que es la modalidad adoptada por una u otra de dichas especies cuando es captada a través de las categorías de percepción que reconocen su lógica específica o, lo que es lo mismo, desconocen su carácter arbitrario de su posición y acumulación. Al capital cultural habría que denominarlo en realidad capital imformacional y que existe bajo tres formas, en los estados incorporado, objetivado e institucionalizado. El capital social es la suma de los recursos, actuales o potenciales, correspondientes a un individuo o grupo, en virtud de que estos poseen una red duradera de relaciones, conocimientos y reconocimientos mutuos más o menos institucionalizados, es decir, la suma de los capitales y poderes que semejante red permite movilizar.


El habitus es un sistema socialmente constituido de disposiciones estructuradas y estructurantes, adquirido mediante la práctica y siempre orientado hacia funciones prácticas.

No se trata de una costumbre repetitiva y mecánica sino de una relación activa y creadora con el mundo (arte/maestría).

Las acciones humanas no son reacciones instantáneas a estímulos y la más insignificante reacción de una persona ante otra persona, está preñada de toda la historia de ambas, así como de su relación. El conocimiento de los estímulos no permite entender gran cosa de las resonancias y los ecos que ellos suscitan, si no se tiene idea alguna del habitus que los selecciona, constituye y preña en cierta forma de toda la historia de la cual uno mismo está preñado.

Hablar de habitus es plantear que lo individual, incluso lo personal, lo subjetivo, es social, a saber, colectivo. El habitus es una subjetividad socializada.

La relación entre el habitus y el campo es ante todo una relación de condicionamiento; el campo estructura el habitus, que es producto de la incorporación de la necesidad inmanente de este campo a un conjunto de campo más o menos concordantes, pero también el habitus contribuye a construir el campo como mundo significante, dotado de sentido y de valía.

La realidad social existe dos veces, en las cosas y en las mentes, en los campos y los habitus, dentro y fuera de los agentes.

Sólo la noción de habitus puede explicar el hecho de que sin ser propiamente racionales, los agentes sociales sean razonables, no sean insensatos, no cometan locuras. Ellos son mucho menos extravagantes o ingenuos precisamente porque han interiorizado al término de un prolongado y complejo proceso de condicionamiento, las oportunidades objetivas que les son ofrecidas y saben identificar el porvenir que les corresponde mediante la anticipación de practicas que les permiten reconocer de inmediato aquello que se impone sin mayor deliberación como “lo que se debe hacer”.

El habitus no es el destino, siendo producto de la historia es un sistema abierto de suposiciones enfrentado a experiencias nuevas y en consecuencia afectado por ellas. Es perdurable, pero no inmutable. Aunque la mayoría de las personas están estadísticamente destinadas a encontrar circunstancias similares a las cuales originalmente moldearon su habitus, por tanto, a vivir experiencias que reforzarán esas disposiciones.

Pero esto no es todo: el habitus se revela solamente en relación con una disposición determinada, según el estímulo puede generar prácticas diferentes e incluso opuestas.

El concepto de habitus deja en claro que los agentes son producto de la historia de todo el campo social y de la experiencia acumulada en el curso de una trayectoria determinada en el subcampo considerado.

Los agentes sociales determina activamente, mediante categorías de percepción y apreciación social e históricamente constituidas, la situación que los determina.

La relación entre campo y habitus, concebidos como dos modos de existencia de la historia, permite fundamentar una teoría de la temporalidad que rompo simultáneamente con la visión metafísica que considera el tiempo como una realidad en si y con una filosofía de la conciencia.


Bourdieu: Delegación y el Fetichismo Político.


El representante existe porque representa (acción simbólica), El grupo representado, simbolizado, existe y hace existir a su vez al representante como representante de un grupo. Se ve en esta relación circular la raíz de la ilusión que hace que, en el limite, el portavoz pueda aparecer y aparecerse como causa sui, puesto que es la causa de lo que produce su poder, ya que el grupo que le otorga sus poderes no existiría – en tanto que grupo representado- si no estuviese allí para encarnarlo.

Los individuos se constituyen como grupo, pero perdiendo el control sobre el grupo en y por el que se constituyen. Hay una suerte de antinomia inherente a los políticos que obedece al hecho de que los individuos no pueden constituirse en grupo, es decir en fuerza capaz de hacerse oír y de ser escuchada, sino desposeyéndose en provecho de un portavoz. Es necesario siempre arriesgar la alienación política para escapar de la alienación política.

Se podría simplificar y decir que los dominantes existen siempre, mientras que los dominados no existen más que si se movilizan o se dotan de instrumentos de representación.

El trabajo de la delegación, al ser olvidado e ignorado, se vuelve el principio de la alienación política.

El grupo existe cuando se ha dotado de un órgano permanente de representación, dotado de la plena potencia que lo hace capaz de sustituir al grupo serial, hecho de individuos separados y aislados, en renovación constante, no pudiendo actuar hablar sino por ellos mismos.

El mandatario está de alguna manera, en una relación de metonimia con el grupo, es una parte del grupo que puede funcionar en tanto que signo en el lugar de la totalidad del grupo.

En la medida en que la mayor parte de los hechos de delegación, los mandantes hacen un cheque en blanco a sus mandatarios, no sería sino porque ignoran a menudo las cuestiones a las cuales el mandatario deberá responder. Cuanto más desposeídas son las personas, culturalmente sobre todo, más obligadas están a confiar en los mandatarios para tener una palabra política.

Los individuos aislados, silenciosos, sin palabra, que no tienen capacidad ni poder para hacerse escuchar, son colocados ante la alternativa de callarse o ser hablados.


La auto consagración del mandatario


Para poder identificarse con el grupo, el mandatario debe de alguna manera anularse en el grupo, entregar su persona al grupo. No existir sino por el grupo. La usurpación del mandatario es necesariamente modesta.

El misterio del ministerio no actúa sino a condición de que el ministro disimule la usurpación afirmándose como simple y humilde ministro. La desviación en provecho de la persona de las propiedades de la posición, no es posible sino por la razón de que disimula: es la definición misma del poder simbólico. Un poder simbólico es un poder que supone el reconocimiento, es decir, el desconocimiento de la violencia que se ejerce a través de él. Por lo tanto, la violencia simbólica del ministro no puede ejercerse sino con esa suerte de complicidad que le otorgan por el efecto del desconocimiento que alienta la delegación.

El efecto oráculo es aquel que permite al portavoz hablar al grupo en nombre del que habla, hablando así con toda autoridad de este ausente inasible: anulándose completamente en provecho del pueblo. Cuando me vuelvo nada me vuelvo todo, no soy nada más que el mandatario de dios o del pueblo.

El efecto oráculo es esa suerte de ventriloquia usurpadora que consiste en hacer hablar a aquellos en nombre de quienes se habla, en hacer hablar a aquellos que dan el derecho a hablar. La usurpación reside en el hecho de afirmarse como capaz de hablar en “nombre de”, que autoriza el pasaje del indicativo al imperativo. Supone el pasaje de lo individual a lo colectivo, principio de toda coacción reconocida o irreconocible. El efecto de oráculo es lo que permite al portavoz autorizado autorizarse por el grupo que lo autoriza para ejercer una coacción reconocida, una violencia simbólica sobre cada uno de los miembros aislados del grupo. Si soy el colectivo hecho hombre, no hay más que obedecer.

La impostura legítima no se logra sino porque el usurpador no es un calculador cínico, que engaña conscientemente al pueblo, sino alguien que se toma, con toda su buena fe, por algo distinto de lo que es.

Uno de los mecanismos que hacen que el doble juego funcione es que los intereses de los mandantes coinciden en gran medida muchas veces con los de los mandados, lo que crea la falsa ilusión en el mandatario de que no tiene intereses más allá de los de los mandantes. Las personas que sirven bien a los mandantes, son personas que se sirven sirviéndoles. Si es necesario hablar de interés, es porque la noción tiene una función de ruptura con la lógica del desinterés, que es la ideología de los clérigos de todas las especies.

El efecto de la metonimia permite la universalización de los intereses particulares de las personas influyentes de los partidos, la atribución de los intereses del mandatario a los mandantes ,que presuntamente representa.

Los aparatos burocráticos adhieren a los que más adhieren a él, porque son los que controla mejor. En realidad tienen éxito no porque son más ordinarios, sino porque no tienen nada de extraordinario, nada fuera del aparato, nada que lo autorice a tomarse libertades con respecto al aparato.

Lo aparatos se consagran a personas seguras porque no tienen nada por lo cual oponerse al aparato.



BOURDIEU: Rompe con la tendencia sociológica de ver lo social como algo externo

Campo

Es lo social.

Red de relaciones objetivas entre distintas posiciones de fuerza (dominación, sobordinación, homología, etc.). “Son producto de la I/ de lo social en las cosas”
Campo de fuerzas actuales o potenciales. Luchas por conservación o transformación de las fuerzas -> apropiarse de ganancias ->sitio de cambio permanente
“Quienes dominen un determinado campo pueden hacerlo funcionar en su beneficio, pero siempre deben tener en cuenta protestas, resistencias y pretensiones de dominados”

Divide lo complejo de lo social en distintos campos: educativo, salud, artístico, jurídico, religioso, económico, etc, los cuales obedecen a distintas lógicas, reglas y regularidades específicas.

Sus límites no pueden determinarse a priori, son fronteras dinámicas, están allí donde terminan sus efectos.


Habitus

“Es una subjetividad socializada”: Lo individual, lo personal y subjetivo, es social y colectivo; es la incorporación de lo social. Se genera por vivir en el seno de una I/.

“Son sistemas perdurables y transponibles de esquemas de percepción y acción resultantes de la I/ de lo social en los cuerpos” ->Posibilita ver la realidad de una manera determinada. Son prácticas, “lo que me sale y como me sale”.

El Campo estructura el Habitus (R de condicionamiento) y el Habitus contribuye a construir el campo como mundo significante (R de conocimiento)


Capital

RR capaces de ser usados por los agentes para sostenerse como participantes de lo que ese campo involucra. Factor eficiente en un determinado campo, solo existe en R con un campo, arma que permite ejercer un poder y una influencia.

Plantea distintas formas de capital: económico, cultural <capital informacional>, social <red duradera de Rs, conocimiento y reconocimiento mutuo> y simbólico.

Dichas formas tienen # jerarquías según los # campos: “el valor relativo de las cartas varía según los campos”.

Los jugadores: su fuerza depende de la estructura global de capital. (fichas de # colores => # capitales que posee => su fuerza depende del volumen global de sus fichas).

Pueden: a. Incrementar o conservar su capital (fichas) o b. Intentar transformar las reglas del juego (cambio del valor relativo de las fichas), desacreditar capital de adversarios.


Illusio

Los jugadores otorgan al juego y a las apuestas creencia y reconocimiento, apuesta a que vale la pena jugar en ese campo, que el juego es digno de ser jugado, independientemente de la posición en la que se esté.


* Violencia simbólica: Modo de dominación. Verdad que impone cierto campo. Para que tenga efecto tiene que ser Icc.

* Poder: concebido como una sustancia que algunos poseen, conservan o transmiten. El poder como sustancia está situado en algún sitio. Habrá que preguntarse si viene de arriba (sentido común) o de abajo (dominados)



Enriquez: Castoriadis: Un hombre en una obra


La sociedad hace a los individuos pero no solo ella no es más que los individuos que la habitan sino que no puede hacerlos totalmente como ella desea que sean (seres heteronomos) pues encuentra en la psique por más sujeta que esté a la formulación social, una resistencia que le permite preservar su núcleo monádico. La encarnación de los individuos en la sociedad es siempre fragmentaria, los procesos psicogenéticos no son reductibles a los procesos puramente sociales. Es necesario plantear la existencia de lo social y de lo psíquico.

Si la sociedad es la obra del imaginario radical instituyente, si de hecho siempre es auto creación, auto alteración, siempre en transformación en la historia. Ello no impide que esta sociedad vaya más o menos a cristalizarse en formas instituidas a partir de las cuales va a tratar de fabricar al individuo y en esas condiciones permitirle sublimar, es decir investir objetos socialmente valorizados pero al mismo tiempo contener, constreñir la imaginación de la psique, obligar al individuo a pensar en términos “conjuntistas identitarios” e impedir al individuo que acceda a la subjetividad, instancia a la vez reflexiva y deliberante. Hay pues, por una parte, una lucha encarnizada entre la capacidad de autoconstrucción de la sociedad y su recaída necesaria en las formas instituidas, entre lo instituyente y lo instituido.

Los individuos quieren devenir sujetos autónomos, es decir sujetos no separados de la sociedad sino muy por el contrario, que participan en su auto- construcción permanente y que la liberan de su tendencia a la heteronomia.



Castoriadis: Lo imaginario: la creación en el dominio histórico-social


El hombre sólo existe en la sociedad y por la sociedad y esta es siempre histórica. La sociedad es una forma y cada sociedad tiene su forma particular y singular, es decir sus propia organización y su propio orden.

Los individuos y las cosas son creaciones sociales, tanto en general como en la forma particular que ellos asumen en cada sociedad dada.

Lo que mantiene unida a la sociedad es su institución, el complejo total de sus instituciones particulares (institución de la sociedad como un todo). Sociedad aquí implica normas, valores, lenguaje, herramientas y procedimientos.

Las instituciones se imponen, superficialmente, mediante la cohesión y las sensaciones, menos superficialmente, y de forma más amplia, mediante la adhesión, el apoyo, el consenso, la legitimidad, la creencia. Pero en última instancia lo hacen mediante la formación de los individuos sociales, en el cual se incorporan tanto las instituciones mismas como los mecanismos de perpetuación de las instituciones.

Todos somos, en primer término, fragmentos ambulantes de la institución de nuestra sociedad, fragmentos complementarios. De conformidad con sus normas, la institución produce individuos, quienes, por construcción, no son solamente capaces de reproducir la institución, sino que están obligados a hacerlo.

La institución de la sociedad, está hecha de múltiples instituciones particulares. Estas forman un todo coherente que funciona junto. Aún en situaciones críticas, una sociedad sigue siendo esa misma sociedad, si no lo fuera no habría luchas alrededor de los mismos objetos. Hay una unidad en la institución total de la sociedad que está dada por la cohesión interna de la urdimbre inmensamente compleja de significaciones que empapan, orientan y dirigen toda la vida de la sociedad considerada y a los individuos concretos que corporalmente la constituyen. Esta urdimbre es el magma de significaciones imaginarias sociales que cobran cuerpo en la institución de la sociedad. Son imaginarias porque no son “racionales” o “reales”, sino que están dadas por creación y son sociales porque sólo existen estando instituidas y siendo objeto de participación de un ente colectivo impersonal y anónimo. El campo histórico- social es irreducible a lo instituido y existen gracias a el imaginario social o sociedad instituyente.

En suma, es la institución de la sociedad la que determina que es real y aquello que no lo es, lo que tiene un sentido y lo que no lo tiene. Toda sociedad es en si misma un sistema de interpretación del mundo, o mejor dicho, es en sí misma un mundo. Su propia identidad no es otra cosa que ese sistema de interpretación, ese mundo que ella crea.

El tipo de relación que la sociedad crea e instituye con el mundo “presocial“(primer estrato natural) es una relación de apoyo. Las operaciones “lógicas y físicas”, por las cuales toda sociedad se remite al primer estado natural, lo organiza y lo utiliza, están siempre sujetas a las significaciones imaginarias sociales que son arbitrarias y radicalmente diferentes en las diferentes sociedades. Las coacciones impuestas por el mundo físico nos ofrece una parte esencial, pero lo que el mundo físico impone es por entero trivial por si mismo y no nos enseña nada.

La institución de la sociedad y las significaciones imaginarias sociales incorporadas en ella se despliegan siempre en dos dimensiones indisociables: la dimensión conjuntista- identitaria (lógica) y la dimensión estrictamente imaginaria. En la primera, la sociedad opera y piensa en términos de “elementos”, clases, propiedades y reacciones. El esquema supremo aquí es la determinación: la existencia es desde esta visión determinación.

En la dimensión propiamente imaginaria, la existencia es significación. Se relacionan indefinidamente las unas con las otras según el modo fundamental de remitirse.

Así las significaciones imaginarias sociales propias de una sociedad dada nos presentan un tipo de organización desconocido en otros dominios (magma). Un magma contiene conjuntos pero no es reductible a ellos.

Lo histórico- social no crea solamente de una vez por todas un tipo antológico nuevo de orden, sino que ese tipo es cada vez materializado por medio de otras formas, cada una de las cuales representa una creación. Pero la creación, como obra de lo imaginario social, es el modo de ser de lo histórico social, en virtud del cual ese campo existe. La sociedad es auto creación que se despliega como historia.

Las formas histórico- sociales nuevas, emergen por creación. Podemos dilucidar tales procesos pero no podemos explicarlos.

CASTORIADIS


Cuestiones fundamentales que se presentan en el dominio histórico social:


1. ¿Qué mantiene unida a una sociedad?

- Su I/, las múltiples I/s particulares de la sociedad. I/ en sentido amplio y radical: normas, valores, lenguaje, herramientas, procedimientos, y por supuesto, el individuo.

- Su cohesión interna de la “urdimbre” compleja de significaciones que dirigen la vida de la sociedad y sus individuos: magma de significaciones imaginarias sociales propias de una sociedad, que animan la I/ de la sociedad (idea de dios, dioses, ciudadano, H, M, ño, etc.). Son imaginarias porque son creaciones que no corresponden a elementos racionales o reales y son sociales porque solo existen estando instituidas y participando de lo colectivo. (sería lo instituido, los conceptos que no se cuestionan).

¿Cómo se imponen las I/s?

Superficial//: mediante la coerción, de manera mas amplia mediante la adhesión, el consenso y la legitimidad + la elaboración del individuo social, en quien se incorporan I/s y sus mecanismos de perpetuación.


2. ¿Qué es lo que hace nacer sociedades diferentes y nuevas?

Surgen formas histórico sociales nuevas por creación. Observamos el surgimiento de una nueva SIS


Cerco: Equivale a la noción de Heteronomía. Es un sistema de interpretación social. “Estado en que son dados de una vez y por todas los principios, valores, leyes, normas y significaciones, en donde la sociedad o los individuos no tienen ninguna posibilidad de obrar sobre ellos”. Las sociedades heterónomas son las que atribuyen su creación a un poder superior. “La norma viene de afuera”


Autonomía: Romper el Cerco de la sociedad Instituida. Apertura, sociedades que cuestionan su propia I/, su representación del mundo, sus SIS. Autoinstitución de la sociedad. Preguntarse cada vez: Por qué esta ley y no otra?. Es lo que establece la diferencia entre el mundo biológico y el mundo histórico social. “Darse la propia norma”

Su propuesta: poner en cuestionamiento la ley instituída


Noción de imaginario:

Imaginario social: Vertiente social. Trabajo social permanente +/- visible, generador de vida social. Activa la capacidad de creación del colectivo. Proceso de alteración, de creación social cuyo motor es el Imaginario social instituyente.

Imaginario “radical”: Vertiente psíquica. Capacidad de representación del psiquismo humano inherente a la vida psíquica. Está en la raíz, antes de eso no hay nada.


Poder: (corroborar)

indisoluble de lo individual y lo social. No hay un poder extrasocial que crea las sociedades (# a Mari). Se refiere al proceso de alteración, de creación social que generan las I/s. No hay sociedad si no hay I/ y las I/s son inventadas por el H para poder vivir en sociedad.


Relación entre Subjetividad e Institución:

Las I/s producen subjetividad, son matrices identificatorias.

Así como las I/s sostienen nuestra identidad, los individuos sostienen la institución:

negociación de intereses personales e institucionales.

La incorporación de SIS otorga una identidad, sirve de soporte identificatorio y modela la subjetividad de las personas.

“Ser miembro” es intervenir reproduciendo las reglas del conjunto, y al asumir tales reglas se organiza el psiquismo por:

Necesidad de permanencia del contexto que impide cuestionar los instituidos
I/ organiza el pensamiento y la acción
Da pertenencia a un grupo social: Los miembros se reconocen a si mismos y reciben reconocimiento de terceros, legitima sus acciones y sienten seguridad.
Sublimación reemplaza objetos propios x objetos de valor social -> soporte de placer.


* Cuestiona el tiempo como determinado, no hay un origen ni una causa – efecto, plantea c/hecho como una creación. “El tiempo no es nada o es creación”

* Plantea dos cambios radicales en cuanto al cambio de significación del concepto de sujeto: el cristianismo y el capitalismo.

“Sociedad Instituida (1) y Sociedad Instituyente (2)” -> dos polos de conceptualización de Institución a lo largo de la historia:
Privilegia las estructuras existentes, determinantes y heredadas. Refiere a lo mas tradicional, estable y fijo de una I/. Lo que precede y no se cuestiona.
Proceso movilizado por fuerzas productivas “revolucionarias” ->fundar I/s o transformarlas de acuerdo a las exigencias de lo social. Rompe lo establecido, lo incuestionado.


Castoriadis: La Crisis de las sociedades occidentales


Si las sociedades occidentales siguen funcionando no es por culpa de sus dirigentes sino que es el resultado de la extraordinaria flexibilidad (resiliencia) de las instituciones capitalistas y liberales y de las enormes reservas de todo tipo ya acumuladas.

Existe una pouperización mental absoluta de los medios dirigentes. Esta puede pensarse como una consecuencia de la disociación entre la posibilidad de promoción y la capacidad de trabajar eficazmente. En sí, el arte de la oratoria, la memoria de rostros , la capacidad de hacer amigos o partidarios, de dividir y debilitar a los opositores no tiene nada que ver con la capacidad legislativa, el talento administrativo o la política exterior.

Sin embargo resulta claro que un régimen sólo puede sobrevivir si de una u otra forma, sus mecanismos y sus dispositivos de selección del personal político logran combinar, más o menos bien estos dos requisitos. Ahora bien, si esto es un producto actual y que se ha venido acentuando con el tiempo, pueden buscarse causas sociológicas generales para explicar este fenómeno: un vasto movimiento de despolitización y de privatización, la desintegración de los mecanismos de control que tenían lugar en regimenes parlamentario clásicos y la división del poder entre lobbies de todo tipo.

Hay dos factores específicos de las organizaciones políticas modernas. El primero está ligado a la burocratización de los Aparatos políticos (partidos) donde rige la regla absoluta: la capacidad de ascender dentro del Aparato no se relaciona, en principio, con la capacidad de administrar los asuntos de los cuales éste se encarga. La selección de los más aptos es la selección de los más aptos para hacerse seleccionar.

El segundo, es propio de los países liberales: La elección de los principales líderes, está relacionada con la designación de los personajes más vendibles. Esta evolución fue inducida por la fantástica expansión de los medios masivos de comunicación y de las servidumbres que estos imponen.

En el plano político, los partidos, completamente transformados en máquinas burocráticas, ya no obtienen más que un apoyo puramente electoral de los ciudadanos a los que son incapaces de movilizar, en el sentido habitual del término. Estos mismos partidos, mueren de inanición ideológica, repiten las letanías que ya nadie cree o disfrazan de nuevas teorías antiguas supersticiones.

Los sindicatos contemporáneos ya no son más que lobbies destinados a defender los intereses sectoriales y corporativos de sus miembros. El único fin de esta burocracia es su autoconservación.

En cuanto a los grupos que han sacudido a las sociedades occidentales (jóvenes, mujeres, minorías étnicas y culturales, ecológicas, etc.) tuvieron una importancia considerable. Pero actualmente su reflujo deja grupos no solo minoritarios sino fragmentados y sectorizados. Estos movimientos han conmocionado al mundo occidental, pero al mismo tiempo lo hicieron menos viable, pues si bien han podido cuestionar contundentemente el desorden establecido, no pudieron ni quisieron asumir un proyecto político positivo.


Educación, cultura, valores


El problema que se plantea es el de saber en qué medida las sociedades occidentales siguen siendo capaces de fabricar el tipo de individuo necesario para la continuidad de su funcionamiento.

La primera y principal fábrica de individuos conformes es la familia. La crisis de la familia contemporánea no consiste solamente en su fragilidad estadística. Lo que se cuestiona es el derrumbe y la desintegración de los roles tradicionales y su consecuencia: la desorientación amorfa de las nuevas generaciones.

Se puede concebir perfectamente un sistema social en el que mientras disminuye el rol de la familia aumenta el papel de otras instituciones educativas. Ahora bien, el sistema educativo occidental entró desde hace unos veinte años en una fase de disgregación acelerada. Sufrió una crisis de contenidos. Ya ni los maestros ni los alumnos se interesan por lo que sucede en la escuela como tal, la educación ya no está investida por los participantes. Para los educadores se transformó en una carga pesada para ganarse el pan y para los alumnos una obligación molesta. Dejó de ser la única apertura extra- familiar que tienen y no tienen edad psíquica para ver en ella una inversión instrumental. En general se trata de obtener un papel que permita ejercer una profesión.

Todos los valores y las normas son prácticamente reemplazados por el “nivel de vida”, el “bienestar” ,el “confort” y el “consumo”,

Le queda la Via Real de privatización, que puede o no enriquecer con uno o varias manías personales. Vivimos en la sociedad de los lobbies y de los hobbies.

El derrumbe de la auto representación de la sociedad


Los individuos pertenecen a una sociedad porque participan de las significaciones imaginarias sociales, en sus normas, valores, mitos, representaciones, proyectos y tradiciones y porque comparten la voluntad de ser de esta sociedad y hacerla ser continuamente. Es por medio de los individuos que la sociedad se realiza y se refleja en partes complementarias.

Pero estas sociedades ya no pueden presentarse como “esto”, no sin que se derrumbe, se aplaste y se contradiga. Esta es una de las maneras de decir que hay una crisis de las identificaciones imaginarias sociales y que estas ya no proveen a los individuos las normas, los valores, las referencias y las motivaciones que le permiten funcionar.

Con la privatización de las sociedades modernas, el hombre contemporáneo se comporta como si la existencia en sociedades fuera una tarea odiosa que solo una desgraciada fatalidad impide evitar. Por otra parte la sociedad en sí no se acepta como sociedad, se sufre a si misma. No se acepta porque no puede mantener o forjarse una representación de sí misma que pueda afirmar y valorizar, ni puede generar un proyecto de transformación social al que pueda adherir y por el cual quiera luchar.




Deveraux: De la ansiedad al método en las ciencias del comportamiento


Todo sistema de pensamiento nace en el inconsciente a manera de defensa contra la angustia y la desorientación; se formula primero en lenguaje inconsciente y si se advierte que la fantasía hace disminuir la angustia y la desorientación, se traduce al proceso secundario.


En el estudio de organismos vivos, especialmente del hombre, el observado puede observar. Algunos científicos del comportamiento recurren tácitamente al artificio de negar al sujeto observado la capacidad de observar. Esto conduce inevitablemente a teorías que implícitamente niegan las facultades cognitivas del objeto observado.

Tratamos de evitar la contra-observación porque no nos conocemos a nosotros ni nuestro valor de estímulo y no deseamos conocerlo. Pero el observador no sólo debe entender su valor de estímulo sino que tiene que obrar en consecuencia.

La principal ventaja de este esquema es que reintroduce al observador como es realmente, en la situación experimental, no como fuente de lamentable perturbación sino como fuente importante y aún indispensable de datos complementarios y pertinentes para las ciencias del comportamiento.


Los estudios de test proyectivos, de percepción, de aprendizaje en estado de ansiedad, así como el estudio de la transferencia y la contratransferencia indican que la distorsión es especialmente marcada allí donde lo observado moviliza ansiedad. El científico que estudia este tipo de material suele tratar de protegerse de la ansiedad por omisión de este material, poniéndole sordina, no aprovechándolo o entendiéndolo mal.

Las ansiedades que suscita la ciencia del comportamiento presentan interese científico porque movilizan reacciones de defensa, cuya configuración y jerarquía determina la estructuración de la personalidad del científico que es, en definitiva, el que determina el modo en que deforma su material.


Saltalamacchia: Los datos y su creación


De bono introduce la idea de “burbujas lógicas” como forma de explicar el hecho de que lo conocido determina los límites dentro de los que es posible un nuevo conocimiento y las limitaciones implicadas en esas burbujas lógicas serían irreversibles si fuese cierto que cada uno de nosotros está encerrado en una y sólo una burbuja lógica. Pero dada la diversidad de burbujas lógicas en el mundo y dada la diversidad de burbujas lógicas existentes en nuestro universo interior, lo normal es que el proceso de conocimiento sea permanentemente cruzado por el conflicto y la negación.

En su función teórica los conceptos participan de una sistematicidad global que permite hace afirmaciones válidas sobre la porción de la realidad que se ha tomado como objeto. El concepto teórico describe, las proposiciones teóricas explican, su función es dar respuestas. Desde este punto de vista, la teoría presenta una imagen acabada del hecho. Toda teoría contiene explicaciones o descripciones que se pretenden verdaderas o útiles pero que en todos los casos no tienen como objetivo el continuar la búsqueda, por el contrario su función es darle término. Por eso las teorías no son buenas productoras de estímulos para la investigación, por el contrario, lo son sus incertezas, sus huecos o puntos ciegos. Ya que lo real sólo es visible cuando ha sido invocado por una pregunta y estas aparecen sólo cuando la certeza se extingue.

El límite es algo que da forma, pero también que marca la incompletud, la finitud. En tanto lo no conocido es un vacío que sólo puede ser detectado desde el exterior de cada teoría: mediante una conjetura que se vale de sugestiones ajenas a la teoría. Por lo que el límite sólo será visto cuando un invasor, alguien que no acuerda con esos conceptos y teorías, haga explícita su refutación o su crítica. Por todo esto es importante el uso metodológico del conflicto entre teorías.

Para asegurar la creatividad, es necesario destruir la exclusividad de los determinantes de una teoría, descubriendo nuevas variables o estructuras y eso no puede lograrse si en el comienzo de la investigación no reunimos conceptualizaciones diferentes referidas a un fenómeno común (conceptos ordenadores).

Esa ruptura de la exclusividad se logra insertando conceptos de diversas fuentes teóricas, que cumpliendo una función heurística, servirán para delimitar zonas de examen e investigación.

Los conceptos ordenadores sólo pueden definirse operacionalmente mediante la suma o articulación de los indicadores que lo conforman y la delimitación de zonas de incongruencia entre los conceptos teóricos que los forman.

Es posible la construcción de conceptos ordenadores mediante la superposición y comparación de conceptos provenientes de orígenes teóricos diferentes.

La traducción de conceptos de una a otra teoría son parte del proceso que permite articular los conceptos teóricos de orígenes diversos. Pero no sólo para convertir de un paradigma a otro, sino para abrirse la posibilidad de crear nuevas teorías, diferentes de aquellas que estaban en su punto de partida en la investigación.

En la formación del concepto ordenador, cada aporte de un concepto teórico agrega dimensiones nuevas al concepto. Esas dimensiones pueden estar parcialmente superpuestas, pero no se superponen totalmente. Ese reconocimiento de superposiciones y estas diferencias es el producto de un cuidadoso análisis comparativo de los conceptos teóricos que se pretende incluir en el concepto ordenador.

Tendremos así una suma de indicadores de diverso origen teórico por cada dimensión abierta por el concepto teórico en el concepto ordenador. Estas diversas dimensiones y sus respectivos indicadores nos permitirán estar atentos a la aparición de combinaciones entre ópticas teóricas, que permitan producir una visión novedosa del tema abordado en la investigación.

Desde esta perspectiva, el trabajo puede ser entendido como un esfuerzo por romper con ese astigmatismo teórico de los conceptos ordenadores mediante una de dos alternativa. O la reasunción de uno de los conceptos, desechando los restantes, o la creación de un nuevo concepto teórico. El trabajo de investigación culminará cuando ese proceso termine. El trabajo llevado a cabo durante el análisis y posterior informe, será el de convertir a ese producto híbrido o ecléctico en un concepto teórico.

Durante la investigación se pasará de la función heurística a la función teórica de los conceptos. En su función heurística las hipótesis no son creadas para lanzar un proceso de verificación o de refutación sino para ir orientando la investigación en el proceso de reconstrucción articulada del objeto de investigación.


Limites del modelo heurístico

Por más desarticulados que estén los cuerpos teóricos, los conceptos siempre tienden a forzar el campo de percepción hacia los parámetros creados por la teoría madre.
Al hacer la selección de los cuerpos teóricos nuestra selección tiende a estar inevitablemente guiada, teórica o ideológicamente. Las teorías tendrán a estar emparentadas entre sí o nuestra lectura de ellas creará ese parentesco.
García: Investigación interdisciplinaria de sistemas complejos


Un sistema complejo se caracteriza por la confluencia de múltiples procesos cuyas interrelaciones constituyen la estructura de un sistema que funciona como una totalidad organizada.

Además de la heterogeneidad, la característica determinante de un sistema complejo es la interdefinibilidad y mutua dependencia de las funciones que cumplen dichos elementos dentro del sistema total. Toda alteración en un sector se propaga de diversas maneras a través del conjunto de relaciones que definen la estructura del sistema y, en situaciones crítica (baja resiliencia) genera una reorganización total.

Se denominará investigación interdisciplinaria al tipo de estudio que requiere un sistema complejo.

No toda investigación es interdisciplinaria, aunque tenga profesionales de diferentes disciplinas trabajando, ni tampoco es necesario que todo profesional trabaje interdisciplinariamente.

Un conjunto de especialistas puede ser denominado multidisciplinario o pluridisciplinario, pero no por el mero hecho de estar juntos se torna Interdisciplinario. La yuxtaposición de especialistas no produce la interdisciplinariedad, que es una forma de trabajo y un cierto tipo de actividad.


Características de una metodología de investigación interdisciplinaria:


El objeto de estudio: El objeto de estudio de las investigaciones interdisciplinarias son los sistemas complejos No toda investigación requiere estudios interdisciplinarios.

Si se toma al pie de la letra la propuesta interaccionista, que tilda todo recorte como reducción, ningún estudio sería posible porque ningún estudio que incluyera menos que la totalidad del universo sería válido. Todo conocimiento supone abstraer algunos elementos de la realidad, el problema no reside en que se fragmente la realidad, sino en la manera de hacerlo.


Objetivos:

Obtener un diagnóstico del funcionamiento del sistema, es necesario analizar los componentes (subsistemas) y su armonización el comportamiento general del sistema.
Poder actuar sobre el sistema. (curando, mejorando el ambiente, etc.).


Una parte fundamental del esfuerzo de investigación es la construcción del sistema que se va a estudiar y que constituye un recorte, más o menos arbitrario de la realidad que se no se presenta con límites precisos.

Esta construcción del sistema no es otra cosas que la construcción de sucesivos modelos que representen la realidad que se quiere estudiar. Es un proceso laborioso de aproximaciones sucesivas. Un sistema estará definido sólo cuando se haya identificado un número suficiente de relaciones entre cierto conjunto de elementos, que permitan vincularlos con referencia al funcionamiento del conjunto como totalidad.

Sin embargo la definición no es arbitraria sino que depende de los objetivos de la investigación y estará determinada por las preguntas específicas que se desea estudiar.

La hipótesis de la que se parte es: dado un conjunto de preguntas referentes a situaciones complejas del sector de la realidad que es objeto de estudio, puede definirse un sistema, en términos de ciertos elementos e interacciones entre ellos cuya estructura sea la que corresponda al tipo de funcionamiento que se desea explicar y que responda a las preguntas iniciales..


Fases del proceso.


Reconocimiento general de los problemas que se procura interpretar y solucionar. Formulación de las preguntas de base.
Análisis de estudios anteriores realizados sobre aspectos diversos de dicha problemática. Reconstruir la historia de los procesos cuyas relaciones definirán el sistema.
Primera identificación de elementos y relaciones para caracterizar en primera aproximación, un sistema que involucre la problemática referido con sus condiciones de retorno.
Planteo de hipótesis de trabajo que permitirá explicar el comportamiento del sistema. Esto implica reformular algunas preguntas de base en términos de las funciones que cumplen los subsistemas en el comportamiento del sistema.
Identificación de la problemática a investigar en cada subsistema para verificar o refutar las hipótesis y planificación de trabajos sobre temas especializados que requieren estudios en profundidad.
Investigaciones disciplinarias de los problemas referidos en 5, en el contexto de las relaciones entre los dominios, establecidos en el punto 3.
Primera integración de los resultados obtenidos en 6 en relación con la nueva definición del sistema.
Repetición de las fases 5 y 6 en relación con la nueva definición del sistema
Segunda integración de los resultados y nueva redefinición del sistema.
Repetición sucesiva de las fases 8 y 9 hasta llegar a una explicación coherente que de cuenta de todos los hechos observados y responda a las preguntas que han ido surgiendo en el proceso descrito.


Las fases 6, 8 y sucesivas fases pares serán denominadas fases de diferenciación. En ellas predomina la investigación disciplinaria.

Las fases 7 , 9 y sucesivas fase impares, serán denominadas fases de interacción. Allí es necesario que los miembros del equipo tengan la capacidad de descentración necesaria para:

Comprender y apreciar los problemas planteados a su dominio desde otros dominios.
Percibir aquellos problemas de su dominio que se prolongan en los otros y formularlos adecuadamente a quienes se especializan en los últimos.










A diferencia de los estudios diagnósticos, los estudios de propuestas alternativas son de carácter prospectivo. Están centrados en la predictibilidad de la evolución de un nuevo sistema (modificación actual) que resultaría luego de implementar las medidas que se propongan. Esto requiere identificar los nuevos procesos que se pondrían en marcha cuando se introdujeran los cambios.

El análisis sistémico de cada propuesta debe comprender:


La forma en que los cambios propuestos en un sector o subsistema se proyectarán sobre los demás.
Las nuevas interacciones entre los subsistemas, como consecuencia de las modificaciones de los mismos.
Las características de la nueva estructura que adoptaría el sistema.
Las modificaciones necesarias en las condiciones de contorno para permitir el funcionamiento del nuevo sistema.


Al termino de la etapa anterior será posible completar la clasificación y evaluación del valor relativo de las diversas propuestas. Sobre esa base se elabora finalmente el “proyecto de cambio recomendado”.

Las bases de la articulación disciplinaria


Las revoluciones científicas y las nuevas teorías no fueron producidas tanto por quienes aportaron nuevas respuestas, sino por quienes fueron capaces de formular nuevas preguntas para los viejos problemas.

Denominamos marco epistémico a esas preguntas. El marco epistémico es una cierta concepción del mundo y en muchas ocasiones expresa la tabla de valores del propio investigador. Los valores explícitos o implícitos en el marco epistémico, están allí en acción desde los primeros registros del dato empírico.

La articulación entre las disciplinas comienza en el mismo punto de partida de la investigación a través de un marco epistémico común.

El marco epistémico está orientado por una normatividad extra- disciplinaria de contenido social. “Qué es lo que “debería hacerse”, está involucrado allí y sirve de base a la investigación posterior. Para establecer una real articulación entre las disciplinas, es necesario que los especialistas de cada dominio disciplinario reformulen la problemática de su propio campo a partir del marco epistémico que se haya acordado dentro del equipo de investigaciones.

La ínter disciplina está justamente en el marco epistémico que guía la formulación inicial de los problemas.

Ya en la elaboración del diagnóstico tiende a establecer tanto una problemática común, como los objetivos comunes de todas las investigaciones disciplinarias del sistema. Es allí donde el equipo multi- disciplinario se transforma en equipo interdisciplinario.


Mendel: Hacia una empresa democrática


Presentación del dispositivo: Pequeños grupos de 6 u 8 personas que realizan el mismo trabajo se reúnen, entre cuatro y ocho veces por año, sin la presencia de miembros de jerarquía para discutir exclusivamente sobre aquello que se refiere a su acto de trabajo. Los grupos se componen de esta manera para que los problemas abordados sean efectivamente aquellos que comparten en su acto profesional esencial y su vida cotidiana de trabajo. A fin también de que el grupo, por su tamaño limitado, su homogeneidad, el interés compartido, facilite la expresión de cada uno.

Estos grupos se comunican entre ellos verticalmente en forma mediatizada a través de informes y gracias a procedimientos simples pero precisos. También se comunican horizontalmente, pero de forma menos sistemática. En lo que concierne a la base, la constitución es voluntaria, en los otros niveles son obligatorias.


Procedimientos de intercambios: Antes de comenzar los grupos reciben una capacitación. Los temas trabajados son la definición de una orden del día, la asignación de turnos para tomar la palabra, etc.

El grupo adquiere materialidad en el marco del dispositivo a través del informe, concretando al mismo tiempo su acto poder en situación. Un ejemplar de cada informe es colgado en la cartelera, un segundo ejemplar se archiva en una carpeta y queda a disposición de los trabajadores. Por último un tercer ejemplar se entrega al grupo que debe responder.


Un efecto destacado del dispositivo es que cada trabajador reconoce mejor la complementariedad de su rol, de su acto profesional, en relación con los otros sectores de la empresa. Se siente más reconocido como autor del resultado global y no como ejecutante de una máquina cuya palabra resulta superflua. Esto inevitablemente tiene un efecto en el clima de la organización.

La ida y vuelta del intercambio escrito entre los grupo, en el largo plazo, permiten a cada colectivo y a cada individuo, revincular aquello que la división del trabajo desvincularía.

En el interés de cada uno va tomando entonces forma la representación de la empresa en su conjunto. Podría decirse una representación por partida doble, ya que está referida al mismo tiempo al funcionamiento del conjunto y a los problemas propios de los distintos niveles.

Este procedimiento indirecto nos parece el único capaz de posibilitar la discusión acerca de los problemas técnicos del trabajo sin que interfieran factores personales fácilmente pasionales.

Nos parece importante crear una situación que se repita, en que puedan sumarse con tranquilidad y calma los elementos de una misma experiencia en relación al oficio, en que se elaboren posturas colectivas y se refuerce a lo largo del tiempo la identidad profesional de cada uno.

El dispositivo es un lugar de poder, no sobre otros sino sobre el propio acto, a punto tal que en cierta forma no se trata más que de eso: la relación complementaria y colectiva de los diferentes acto poderes, cuyo conjunto define la producción global de la empresa. Además, dentro del dispositivo esa relación es igualitaria ya que, contractualmente, todos los grupos tienen el mismo derecho de reunión y de expresión y el mismo deber de responder.

El verdadero poder de los grupos de base se apoya en las informaciones de que disponen y en la racionalidad de sus propuestas, y el dispositivo es una escuela de racionalidad, ya que permite que todas las razones sean escuchadas, que el conjunto de racionalidades que de común acuerdo constituyen una empresa sean conocidas por todos.


MENDEL: El dispositivo hoy


Introducción:

En una empresa de transportes, se introdujo un procedimiento particular, con la colaboración de nuestro grupo de trabajo: “Grupos de Reflexión y Expresión sobre el Trabajo” (GRET) que produjo efectos en la comunicación interna de la empresa: Un dispositivo de comunicación, no afectando lo que ya existía (el canal jerárquico y el canal de las instancias representativas) sino que le agrega un “tercer canal”.

La singularidad del dispositivo consiste en dos elementos:

Reunión de los grupos varias veces al año. Los grupos son HOMOGÉNEOS (personas del mismo oficio y pertenecientes a la misma división técnica del trabajo)
La comunicación, estrictamente referida a cuestiones de trabajo, entre los grupos es indirecta: a través de INFORMES ESCRITOS.
Son homogéneos, de acuerdo con Adam Smith, para quien la división técnica del trabajo juega un rol decisivo, con consecuencias positivas sobre la productividad.

La comunicación es indirecta porque nos parece el único modo de posibilitar la discusión sobre los problemas técnicos del trabajo sin que interfieran factores personales. Por otro lado crear una situación que se repita, donde hay elementos de una misma experiencia en relación con el oficio, posibilita que se elaboren posturas colectivas y se refuerce a lo largo del tiempo (la escritura contribuye) la identidad profesional de cada uno.

La relación con el poder:

La perspectiva habitual del poder es la que concierne a la relación entre las personas, el poder de unos sobre otros, donde las manifestaciones informales y ocultas del poder interfieren siempre con el funcionamiento formal del canal jerárquico, el sociograma informal parasita el organigrama formal. El trabajo es el medio para reforzar el poder (jerárquico) que es considerado la verdadera finalidad.

Hay otra perspectiva del poder que no es sobre los otros, sino sobre el propio acto. El sujeto puede tomar conciencia de la naturaleza real de las estructuras organizacionales y sociales que limitan su expresión. Ese “movimiento de apropiación del acto” o “ACTOPODERES” (que en psicoanálisis sería el fantasma y en psicología cognitiva serían las representaciones intelectuales) es su proceso psíquico básico, permite que en los individuos se manifieste el proceso psicológico que nutre en placer, interés, motivación, la relación del sujeto con su acto, con su oficio.

Desde esta perspectiva, el dispositivo es un lugar de poder: la relación complementaria y colectiva de los diferentes “actopoderes” cuyo conjunto define la producción global de la empresa. Dentro del dispositivo esa relación es igualitaria. El trabajo (que incluye el poder sobre el propio acto de trabajo) es la finalidad, y las relaciones de poder son un medio.

El dispositivo permite que todas las razones sean escuchadas, que el conjunto de racionalidades sean conocidas por todos. (Antes la dirección y los mandos intermedios tenían poder de decisión, y el poder de los grupos de base estaba sólo cuando eran escuchados, si no eran increpados por el principio de autoridad: “es así porque queremos que así sea”) La racionalidad planteada es la del informe técnico, reconociendo a los grupos de base como “expertos” respecto de determinados aspectos de su trabajo.


2.- El dispositivo hoy.

Presentación simplificada del dispositivo:

Composición de los grupos: 6/8 voluntarios del mismo nivel de la división técnica del trabajo
Reuniones:
Objetivo: reflexionar sobre el acto de trabajo
Encuadre: en horario de trabajo (2 horas)
Regulación: orden del día. Coordinación rotativa
Frecuencia: entre 4 y 8 veces por año
Informe: Escrito, redactado por un secretario (rotativo). Coordinador y secretario pertenecen al grupo.
Status de los grupos: Cualquiera sea el nivel , todos tienen derecho a expresarse, derecho a obtener respuesta por parte de los otros grupos, y la obligación de seguir los procedimientos.
Circulación de intercambios: Se comunican entre otros grupos verticalmente en forma mediatizada, a través de informes. (Horizontalmente de forma menos sistemática) El grupo adquiere materialidad a través del informe, concretando al mismo tiempo su actopoder en situación. Son 2 polos: El grupo de base (primer polo) y los otros grupos con los que se relaciona (2° polo)
Resultados.

El dispositivo ha demostrado su pertinencia en el tratamiento de las cuestiones del trabajo. Algunas cuestiones tratadas habían sido elevadas sin éxito por la vía jerárquica, otras son nuevas. Antes no habían estructuras para abordarlas.

Efectos.

Pequeños problemas cotidianos se han solucionado. Hay más información sobre todos los aspectos de la vida de la empresa. Los grupos se convierten en una corriente de propuestas y son consultados habitualmente por la dirección.

Los individuos desarrollan una comprensión y un marco de representación de la empresa, de su estructura y de su funcionamiento más rico y completo. Cada uno reconoce mejor la complementariedad de su rol, de su acto profesional, en relación a los otros sectores de la empresa. Se siente más reconocido como autor, parcial pero indispensable de resultado global.

La evolución positiva del clima es la consecuencia lógica de una mejor resolución de los problemas cotidianos, pero sería una trampa si neutralizara la diferencia de intereses y lugares ocupados, anestesiando las reivindicaciones. En la experiencia, las reivindicaciones y huelgas no disminuyeron.

El dispositivo tampoco quita a la vía jerárquica ninguna de sus funciones específicas (técnicas, de mando, coordinación y organización de trabajo) La coordinación aparece favorecida, por medio de la tercer vía de comunicación, complementaria de las vías jerárquicas y delegativas. La mediación establecida por los informes escritos es determinante, ya que favorece el tratamiento de aspectos técnicos y menos personalizados imponiendo una distancia útil. La redacción del informe y la confrontación colectiva que la precede son a mediano plazo, elementos determinantes en el reforzamiento progresivo de la identidad profesional.



Baczko: Imaginario Social. Imaginarios Sociales.


Los imaginarios sociales son representaciones colectivas, ideas- imágenes de la sociedad global y de todo lo que tiene que ver con ella. Son las que dan identidad a la sociedad, dividen, legitiman el poder. Es por eso que la dominación del campo de las representaciones es crucial.

Los dispositivos de protección y de represión que los poderes establecidos levantan para preservar el lugar privilegiado que se han otorgado a si mismos en el campo simbólico demuestran el carácter imaginario, pero poco ilusorio que tienen estos bienes protegidos.

Todo poder busca monopolizar ciertos emblemas y controlar, cuando no dirigir, la conducta de los otros. De este modo el dominio del poder político, pasa por el imaginario colectivo. Ejercer el poder simbólico no significa agregar lo ilusorio a un poder real, sino reforzar una dominación efectiva por la apropiación de símbolos, por la conjugación de sus relaciones de sentido y de poderío.

La ideología tiene así una doble función. Por un lado expresa la situación y los intereses de una clase, pero por el otro sólo puede hacerlo mediante la deformación y el ocultamiento de las reales relaciones entre las clases. la ideología, factor real de los conflictos sociales, sólo opera gracias a lo ilusorio que hace intervenir. Las estructuras y las funciones de las ideologías, cambian en función del contexto histórico en el que se inscriben.

Uno de los caracteres fundamentales del hecho social es precisamente su aspecto simbólico. En la mayor parte de las representaciones colectivas no se trata de una representación única, sino de una representación elegida más o menos arbitrariamente para significar otras y para impulsar prácticas.

Las representaciones colectivas expresan siempre un estado del grupo social, reflejan su estructura actual y la manera en que reacciona frente a uno u otro acontecimiento.

La vida social es productora de valores y de normas y por lo tanto, de sistemas de representación. Los tres tipos de dominación política descriptos por Weber (tradicionales, burocráticos y carismáticos), se ejercen por medio de sistemas diferentes de representaciones colectivas sobre las cuales se funda la legitimidad de esos poderes específicos.

De esta forma, el imaginario social es uno de los reguladores de la vida colectiva. No indican solamente una referencia a la misma sociedad, sino que también definen los medios de sus relaciones. Toda sociedad debe inventar y legitimar el poder, o lo que es lo mismo, todo poder debe necesariamente enfrentar su despotismo y controlarlo reclamando una legitimidad. Esa legitimidad es objeto de luchas. El poder establecido protege su legitimidad contra los que la atacan , aunque más no sea al ponerla en tela de juicio. Imaginar una contra- legitimidad, un poder fundado sobre otra legitimidad, es un momento esencial de la puesta en cuestión.

El impacto de los imaginarios sociales sobre las mentalidades depende ampliamente de la difusión, de los circuitos y medios de los que dispone. Para conseguir la dominación simbólica, es fundamental controlar esos medios que son otros tantos instrumentos de persuasión, de presión, de inculcación de valores y creencias. Así, todo poder apunta a tener un lugar privilegiado en la emisión de los discursos que conducen a los imaginarios sociales, del mismo modo en que busca conservar cierto control sobre los circuitos de difusión. Las modalidades de emisión y control eficaces cambian, entre otras cosas, en función de la evolución del armazón tecnológico y cultural que asegura la circulación de la s informaciones y las imágenes.

La intervención de la imprenta y los medios masivos de comunicación marcan una ruptura significativa, ya que la información está centrada en la actualidad y atomizada, lo que se presta particularmente a las manipulaciones, impone necesariamente una selección y una jerarquía, efectuada por los emisores. Esto no implica solamente la censura sino que también, ante los grandes flujos de información, los individuos, cada vez son menos capaces de dominar la masa fragmentada de información experimentan la necesidad de representaciones globales y unificadoras .Al unificar en una pantalla los imaginarios individuales, proyectan un imaginario social, crean necesidades, con el objeto de bloquear toda actividad espontánea y no controlada.

Marí: Los dispositivos de poder



Para identificar el carácter social de la estructura del Poder, los modos en que opera y las tácticas y estrategias que ponen en ejercicio los grupos sociales que lo controlan, hay que concebirlo como un DISPOSITIVO.

Tres elementos hacen que el poder funcione: La FUERZA o violencia, el DISCURSO DEL ORDEN, y el IMAGINARIO SOCIAL. Instancias diferentes pero articuladas, en del dispositivo, de forma variable de acuerdo con los cambios históricos que se suceden.

Fuerza: Elemento constitutivo, produce el poder; pero se frustraría sin los otros elementos que garanticen la continuidad (actúan como condiciones de reproducción del poder producido, reactualizando la fuerza y transformándola verdaderamente en poder.)

Discurso del Orden: Espacio de racionalidad. Pertenece al ámbito del conocimiento, de la teoría, y las representaciones racionales. Derecho, jurisprudencia, moral, filosofía política y religión son sus referentes. Es el espacio de la ley. En este espacio la fuerza encuentra su modo más racional de comunicación social, a través de las técnicas de coerción, sanción y coacción por las que el derecho produce la obediencia y el control social, sancionando las conductas contrarias a las deseables.

Imaginario Social: Estructura simbólica de las sociedades y sus prácticas. Montajes, prácticas extradiscursivas y soportes mitológicos sobre las que se apoyan la Fuerza y el Discurso del Orden, para que el poder marche, y que los miembros de una sociedad, enlacen y adecuen sus deseos a él. (Ceremonias, banderas, rituales, himnos, distribución de espacios, reliquias, prestigios, etc.) No transmiten información. Interpela a las emociones, a la voluntad y a los sentimientos. Su función consiste en que las instituciones del poder se inscriban en el espíritu de los hombres. Por medio de los rituales se estimula y promueve comportamientos de agresión, temor, amor y seducción, que son los modos de que el deseo se anude en el poder. Suministra esquemas de comportamiento rígidos y repetitivos, crea marcos de preceptos para poner en conexión regularidades de la conducta con los fines y las metas del poder. Las formas del imaginario social DECORAN el poder, en el doble sentido: del lado de la belleza, y del lado del decoro, del respeto y reverencia, de gravedad y dignidad que reclama el poder.

Dado que el dispositivo del poder, no es sino un esquema de comprensión, hay que vincular las particularidades del entramado de las instancias que lo componen, con cada situación histórica concreta de una determinada sociedad, para que no sea sólo un esquema formal.

Pero el dispositivo exige además que el discurso del orden esté inserto en prácticas extradiscursivas y soportes mitológicos que hablan de las pasiones y hacen que el poder marche, que los miembros de una sociedad dada enlacen y adecuen sus deseos al poder. Se trata del dominio de los valores y credibilidades de una realidad a la que estas prácticas y símbolos refieren y constituyen a la vez.

La función del imaginario social, es en síntesis, fundir y cincelar las llaves de los cuerpos para el acceso de la ley y la continuidad y reproducción del poder.



Manero Brito: Socioanálisis


El dispositivo de intervención: Aunque el socioanálisis tiene orígenes en la práctica de grupos, sobrepasa esta dimensión al incluir un análisis político, de lo impensado y de lo impensable.

Introduce la dimensión de la institución en el análisis. Participan todos los que tienen algo que ver con la encomienda. Es un grupo abierto y en permanente cambio, tiende a constituirse entonces una asamblea general en la que la participación se generaliza.

Existen tres polos participativos: el staff analítico, el staff cliente y el grupo cliente. Éste último está constituido por todas las personas que participan en la intervención.

La base del dispositivo está en trastornar, descomponer, el recorte espacio- temporal de los intercambios, desestructurar el organigrama y desinstitucionalizar al grupo cliente.

Las técnicas que van en este sentido son:


Socialización de la contratación y la encomienda.
Desaparición de las cajas negras (reuniones entre los staff)
Restitución dentro del grupo de la asamblea de la información obtenida por fuera.
Construir, si no está claro, al staff cliente.
Construir, si no está claro, al grupo cliente


El campo de análisis no es el individuo ni el grupo. Se entiende al grupo cliente como la resultante de infinitas determinaciones sociales que atraviesan transversalmente al grupo cliente y cuya elucidación constituye el objeto del socioanálisis.

A nivel conceptual, esto se traduce en la transposición de un campo de análisis macro social y uno de intervención micro social, delimitado en tiempo y espacio. Se construye este como una encrucijada de nociones y conceptos, cuya unidad está dada en los orígenes anti- institucionales de la práctica del análisis institucional.


Encomienda y demanda: Esta dicotomía marca la oposición entre aquellos que dirigen y aquellos que son dirigidos. La encomienda es la demanda del staff cliente, constituida como privilegiada dentro de una serie de demandas múltiples y contradictorias que surgen en el interior de un establecimiento. Es una demanda que recubre otras tantas que fueron negadas, curvadas, desplazadas o resignificadas.

El analista intentará recorrer el camino inverso y decontruir el encargo hacia las múltiples demandas que le dieron origen. La encomienda es posible, por que existe una suposición de saber en el analista, supone la idea de que el socioanálisis actúe en cierto sentido, que mantenga una significación dominante de los vínculos sociales y se sostenga como especialista que pronto se transforma en juez. La esencia del socioanálisis está en rechazar ese mandato social.

La emergencia de las demandas está dada por los lugares e implicaciones específicas de los actores del establecimiento.

El análisis de la implicación es lo que nos permite realizar históricamente nuestras verdades, abriendo en el terreno mismo la posibilidad de reflexión sobre nuestro entendimiento. La contratransferencia institucional no involucra sólo la relación analista- cliente sino también toda la existencia del terapeuta que se pone en juego en la respuesta. Implica el hecho de verse a uno mismo como portador de instituciones. La implicación pone fin a la neutralidad. Estamos siempre inmersos en el campo de análisis. Así como los analizadores dan cuenta de la política fragmentada la implicación permite que entre en juego lo imaginario. El analista no debe tratar de sustraerse de los efectos analizadores.

La implicación puede ser:


à Primaria:

del investigador con su objeto de estudio
del investigador con las instituciones
del investigador con el mandato social


à Secundarias:

Socio históricas, de los modelos epistemológicos, etc.
De la escritura o de cualquier medio usado para expresarse.


Una clasificación anterior de las implicaciones las cataloga en:

Implicación institucional: relaciones que existen conciente o inconscientemente entre el actor y el sistema institucional
Implicación práctica: Relaciones reales que el actor mantiene con la base material de las instituciones,
Implicación Sintagmática: Inmediata, propia de la práctica de los grupos, el agenciamiento de los datos disponibles para la acción.
Implicación paradigmática: Implicación mediatizada por le saber y el no saber sobre lo que es posible hacer, pensar, etc.
Implicación simbólica: El lugar en el cual todos los materiales gracias a los cuales se articula la sociabilidad hablan de su función y de la sociabilidad misma, del hecho de vivir juntos.


Autogestión: En un primer momento sirvió para analizar lo que estaba instituido por la dinámica de grupos, los roles, etc. El proyecto autogestivo atacó esta institución proponiendo la ausencia de coordinador. Será el grupo cliente el que gestione el proceso de intervención socioanalítica, rompiendo con la idea de encuadre. Es la propia asamblea general la que determina sus tiempos, espacios y condiciones de trabajo.

En cierto momento la autogestión comenzó a cuestionar también el pago al staff analítico, que se constituye como un analizador privilegiado, este fue un paso fundamental.


Transversalidad: La verticalidad refiere a las relaciones sociales institucionalizadas, jerarquizadas. La horizontalidad a las relaciones inmediatas no mediatizadas por la institución o intentando huir de ella mediante la transparencia de la intervención- individual. La autonomización de la verticalidad nos conduce a un nivel ideológico, a una visión del grupo alienado, reificado, de las relaciones sociales vivas (contradictorias). La autonomización de la horizontalidad nos lleva a una relación libidinal donde no existe nada más allá de lo inmediato, que implica una abstracción de otras dimensiones. Cualquiera de los dos casos conducirá a un grupo- objeto.

La elucidación de la relación entre verticalidad y horizontalidad en un grupo es su coeficiente de transversalidad.

Decontruir las relaciones verticales y horizontales y construir las relaciones de transversalidad inconscientes, ignoradas o desconocidas que revelan el análisis de la encomienda y la demanda, es objeto fundamental del socioanálisis.

Este tiene enfrente un colectivo que representa, por su constitución, los atravesamientos del sistema social completo, que constituyen de inicio su propio objeto de elucidación. Al analizar el coeficiente de transversalidad nos damos cuenta de que no es analizable desde la idea de establecimiento = institución, ya que ésta aparece como una práctica social, como un proceso dinámico que está constituido por diversas momentos y es una de las formas de praxis humana.

Al analizar la transversalidad no buscamos un equilibrio entre lo vertical u horizontal, ya que este implicaría la ausencia de historia, sino la confrontación, un conflicto por resolver o resuelto a nuestro pesar.

La transversalidad tiende a instaurarse cuando se efectúa una comunicación máxima entre los diferentes niveles jerárquicos y sobre todo en los diferentes sentido.


Analizador: Es toda aquella persona, situación o acción que deconstruye lo instituido de la institución. El análisis es entendido como el efecto analizador. Puesto que el analizador no puede existir sino en relación con las diferentes posiciones y jerarquías presentes en el grupo cliente, el análisis es necesariamente colectivo.

El analizador implica una denuncia o una develación de situaciones que implican el no saber de los miembros respecto a la institución a la que pertenecen. Es una máquina de descomponer, natural o construida, con los fines de investigar o de intervenir.


Analizador construido: Son dispositivos de intervención que tienden a poner de manifiesto durante su operación dimensiones y elementos normalmente autosabidos (Ej.: autogestión del pago).


Analizador Natural: Cuando algo irrumpe en el interior del dispositivo de intervención. Algo inesperado que pone de manifiesto elementos ocultos que sostenían una forma de funcionamiento. Son los más violentos y suelen revelar alianzas y relaciones que mantienen

una forma específica de implicación del grupo cliente y el staff analítico con la institución.


Analizador Histórico: Son situaciones de explosión social, revoluciones y movimientos sociales que tienden a un análisis institucional generalizado al conjunto de la sociedad.


Los grupos pueden ser de base (horizontales), de trabajo (verticales) o de acción (trasversales) estos últimos elaboran sus propias distancias con respecto a la institución y pueden enunciar sus demandas.


Desviación: Es aquello que se corre de la normativa legal. La desviación implica una descolocación frente a lo instituido, de allí su carácter analizador. La desviación niega la universalidad de lo instituido.


Desviación ideológica: Se constituye en el mismo plano universal en el que está la ideología que sustenta a la institución (por ejemplo cuestionar los objetivos de la institución).


Desviación libidinal: Tiene que ver con las relaciones humanas dentro de la institución. Muestra la represión y la reificación institucional desde un modo poético. Opera por la vía de la trasgresión de las normas instituidas y al mismo tiempo como subversión del sentido, haciendo aparecer en la institución la dimensión del propio deseo.


Desviación institucional: Interpela cuestiones concretas, los canales de comunicación instituidos, los sistemas de poder falsamente democráticos, etc. Se dan sobre todo en formas de organización y funcionamiento alternativo. Cuando se da de forma visible, se constituye como una “contra institución”.



Momentos de la institución


Momento universal: Positivo, instituido o ideológico. Es lo que ya está allí de la institución, el sistema de normas y objetivos universales que sostienen y la sostienen.


Momento particular: Negativo, instituyente o libidinal de la institución. Nos aparece en las particularidades, en la multiplicidad de las demandas de la base social de la institución, que muestra cómo no está unida por el consenso, sino por múltiples factores que rebasan la ideología.


Momento Singular: Negativo de institucionalización u organizacional de la institución, que nos habla de las formas de absorber en las prácticas dominantes la acción de lo negativo, de los desviantes, mantiene el predominio de un proyecto sobre todos los otros posibles.


En los establecimientos se entrecruzan segmentariamente una infinidad de instituciones.

Los modos de acción pueden ser institucionales (con respeto a la legalidad) no- institucionales (ilegales o transgresores) o contra institucionales (alternativas al orden instituido constituyendo nuevas formas sociales).


Efectos


Efecto Lukacs: Al desarrollase las ciencias ahogan el conocimiento respecto a sus orígenes sociales y el desconocimiento social es un producto de la ciencia.


Efecto Weber: La sociedad, al complejizarse, tiende a volverse opaca a los individuos que la componen.


Efecto Mulmann: La institucionalización de un movimiento social está en función del fracaso de la profecía que daba contenido y fuerza al movimiento. La institución aparece como una negación de la ideología, o si se quiere, la institución es el cadáver del movimiento.


Efecto Heisenber: Todo procedimiento de conocimiento está determinado por la posición del observador y cómo éste produce los fenómenos que luego analizará.



Efecto caliente- frio: Los momentos sociales calientes son el horizonte y la negación del análisis institucional como actividad especializada.

Loureau: El análisis institucional Cap. 7


No se puede separar el análisis de la intervención. El sistema de referencia del análisis institucional está determinado por la presencia física de los analistas en cuanto actores sociales en una situación social y por la presencia material de todo el contexto institucional. La situación analítica se construye a través de una hipótesis y los instrumentos de análisis.


Hipótesis: Mediante un análisis de la situación es posible descifrar las relaciones que los grupos y los individuos mantienen con las instituciones, esta dilucidación pone de relieve que el vínculo social es ante todo un acondicionamiento del no saber de los actores respecto de los social.


Instrumentos de evaluación

1.Segmentariedad: La unidad positiva de todo agrupamiento social se apoya en un consenso o en una regla exterior al agrupamiento o a ambos a la vez. El consenso puede ser el sentido común, o la creencia en común, el reglamento puede ser más o menos explícito. En todos los casos es la unidad positiva del agrupamiento la que le da su carácter de formación social.

La acentuación de las particularidades de los individuos produce la negación, a veces absoluta, de la idea misma de comunidad.

Se advierte que la unidad de los agrupamientos es pluralista y heterogénea. Los individuos yuxtapuestos no constituyen un agrupamiento: lo que da su unidad de formación y su forma al agrupamiento es la acción recíproca y a menudo oculta de una multitud de grupos fragmentarios en el interior del agrupamiento. Los individuos no deciden en abstracto vivir o trabajar juntos, pero sus sistemas de pertenencias y sus referencias a numerosos agrupamientos actúan de tal modo que pueden constituirse nuevos agrupamientos, agregándose así los sistemas de pertenencia y de referencia ya ahí que al mismo tiempo niegan en diversos grados, puesto que los sistemas de pertenencia y de referencia anteriores entrañan en general oposiciones y criterios exclusivos, los cuales sin embargo, son obligados a fundirse en la multitud de diferencias. Este carácter singular de los agrupamientos detectado por la intervención socioanalítica, toma el nombre de segmentariedad.


2. Transversalidad: Se puede definir la transversalidad como el fundamento de la acción instituyente de los agrupamientos, en la medida que toda acción colectiva exige un enfoque dialéctico de la autonomía del agrupamiento y de los límites objetivos de esa autonomía. La transversalidad reside en el saber y el no saber del agrupamiento con respecto a su polisegmentariedad. Es la condición indispensable para pasar del grupo objeto al grupo sujeto.


3. Distancia institucional: Se define como el componente objetivo y subjetivo de la conciencia que los actores tienen de su no integración, de la insuficiencia de sus sistemas de pertenencia y sobre todo de la falta de transversalidad de la acción del agrupamiento determinado al que pertenecen.


4. Distancia práctica: Es la distancia que existe entre las técnicas y la comprensión que tenemos de ellas.


5. Implicación institucional: El conjunto de relaciones conscientes o no, que existen entre el actor y el sistema institucional. La segmentariedad y la transversalidad tienden a separarlos mientras que la ideología procura uniformarlos.


6. Implicación práctica

7.Implicación sintagmática,

8. Implicación paradigmática

9. Implicación simbólica.

10 Transferencia institucional



Lapassade: Socioanálisis y potencial humano. Cap 2.


Si el análisis institucional toma al pié de la letra los pedidos de intervención, se convierte en un análisis organizacional, que no toma ni siquiera en cuenta las organizaciones como proceso, sino como producto, sistema y disposición instrumental, como un conjunto práctico organizado para determinados fines. Para que haya análisis institucional, es preciso que la mira del análisis sea lo que da sentido a la organización.

Institución es lo que hace que se mantenga unida la máquina social y hasta se reproduzca y, además, con la vertiente de lo instituido que remite a las formas universales de las relaciones sociales.

La institución es ante todo un sistema de Reglas, normas y costumbres instituidas (las que se encuentran en la sociedad). Pero en la institución existe también lo instituyente, que puede cuestionar a las instituciones. El cuestionamiento parte de la misma institución. La alienación social, significa la autonomización institucional, la naturalización de aquello que no es sino un producto de la historia. Es a ese no saber al que cuestiona el socioanálisis.

Lo institucional no es un nivel de análisis, porque en sí atraviesa todos los niveles de las formaciones sociales, debe definirse por lo tanto en su transversalidad.

La ilusión institucional y el desconocimiento, son necesarios para que se mantenga el sistema social, para la estabilidad de las relaciones sociales dominantes, que las instituciones producen y reproducen.

Una sociedad instituye un conjunto organizado de relaciones sociales mediante un hacer instituyente que se apoya en el hecho de que ya existe una sociedad instituida cuando el nuevo hacer instituyente las transforma.

No todas las instituciones son nuevas, pero sus articulaciones y relaciones sociales, su equilibrio y su poder, cambian. Las instituciones presentan una faz oculta que es la que el socioanálisis pretende sacar a la luz. En este sentido se puede hablar de represión social, lo que se censura es la alienación y la voluntad de cambio, y lo reprimido retorna en las crisis sociales.

El cambio institucional se define por el deterioro o la destrucción de lo instituido . El deterioro se relaciona con las formaciones de los conjuntos sociales, el principio es la mortalidad y la historicidad de las instituciones. La destrucción proviene de los procesos revolucionarios que dan lugar a otras instituciones que pueden en su comienzo presentarse como contra instituciones.

En la dinámica social se produce un proceso permanente de simbolización tal que lo macro-social se proyecta y reproduce en lo microsocial. Se denomina simbolización institucional al hecho de que toda institución regional reproduce el conjunto del sistema institucional. Esto remite a la definición de institución por la transversalidad de las instancias, esta es simbólica en la medida en que resume el conjunto de la formación social.

El análisis institucional apunta al esclarecimiento dentro de los grupos y las formas sociales, del inconsciente político a partir de los analizadores.


Loureau y Lapassade: Claves de la sociología. Cap 11.


El objetivo de la intervención organizadora puede ser producir una crisis en frío para facilitar los cambios organizacionales. Existe una intervención socioanalítica cuando se cumplen las siguientes operaciones.


Análisis de la demanda que comprende el encargo de staff cliente, su demanda implícita y la demanda del grupo- cliente, compuesta por los miembros y usuarios de la organización.
Autogestión de la intervención: Por el colectivo cliente (staff- grupo) deciden horarios, numero de sesiones, ligazón entre las sesiones, etc. Hasta las modalidades del pago del staff- analítico.
Regla de “libre expresión” o “decirlo todo”: Se trata de reconstruir en las sesiones lo no- dicho institucional. Los rumores, los secretos, las filiaciones sociales.
La elucidación de la transversalidad: Las particularidades de la filiación y de adscripción atraviesan a la organización, pues el sistema social global, la estructura de la sociedad, se refracta en la unidad microsocial de la organización.
Elaboración de la contratransferencia institucional.
Construcción y elucidación de los analizadores


Hess: Los problemas de la instervención. Cap.2


La situación del sociólogo determina sus implicaciones con el establecimiento que solicita la intervención. El sociólogo no puede negar su arraigo interno cuando está en la organización de análisis. De cierta manera estas implicaciones son incluso diferentes de las de los miembros de la organización en análisis, las cuales permiten construir su estatuto de analista marcando una cierta distancia con el cliente.

El sociólogo está profundamente implicado, incluso comprometido. Su trabajo en el momento de la evaluación será dar cuenta de este compromiso. En trabajos a largo plazo, la implicación crece con el paso del tiempo y la convivencia con la institución.

Al utilizar el método socioanalítico, se está suponiendo que se puede hacer emerger un saber sobre lo social que no podría ser liberado de otro modo. El momento socioanalítico sobreviene cuando se encuentran reunidos los miembros del grupo cliente y de staff, así como todas las personas que tienen que ver con el establecimiento o el grupo social en análisis. Para que haya momento socioanalítico, es preciso que todas estas persona se reúnan en una asamblea general.




Ulloa: Análisis psicoanalítico de las instituciones


Toda institución está organizada sobre tres distribuciones:

Distribución del tiempo
Distribución del espacio
Distribución de las responsabilidades (roles y funciones)


Esta distribución significa, literalmente, elementos distintos articulados entre sí, es decir, significa un cuerpo orgánico, que como tal posee diferentes movimientos o sectores dinámicos.

Integración o dispersión a lo largo de toda la historia de la institución
Interjuego entre el contexto que reflejan y a la vez modifican.
Movimiento interno o circulación intra- institucional.
Pertenencia a la institución en tanto objeto real y simultáneamente como objeto interno.


Interjuego integración dispersión


En toda institución se observa una tendencia a la integración orgánica, que se da en el inicio entre los que podríamos llamar diferentes núcleos pre-institucionales. Estos surgen de una comunidad y constituyen proyectos afines o semejantes que se unen en un proyecto común.
Estos núcleos están representados, en general, por personas o agrupaciones que tienden a fusionarse. En esta unión participan elementos racionales de beneficio común y elementos de naturaleza emocional, con diferentes contenidos y diferentes grados de concientización.

Se puede identificar esta tendencia integradora con la pulsión de vida.

Los núcleos pre-institucionales unidos en un proyecto único, serán también posteriormente, el origen de la tendencia opuesta, la dispersión, dando origen al surgimiento de corrientes especializadas que favorecen el crecimiento y la complejidad de la organización y también poniendo en peligro de destrucción a la institución. (Tánatos)

La primacía de esta tendencia a la destrucción parece guardar estrecha relación con el grado de no explicitación y ulterior negación de las diferencias que inicialmente presentaban los núcleos pre-institucionales.

Algo característico que puede tomarse como indicador de la existencia reprimida y enquistada de desacuerdos importantes, es la tendencia sistemática bandos rivales, sin verbalización de las reales dificultades.

En la medida que estos núcleos continúan no explicitados, frente a cualquier crisis o emergencia se produce una regresión a los mismos, originando una modalidad de conflictos que repiten en mayor o menor grado aquellos conflictos primitivos.

Lo más notable es que las generaciones o camadas posteriores tienden a reproducir y expresar como una herencia cultural problemas que no les fueron propios, siendo esto más probable cuando no hay verdadero conocimiento de la crónica o historia de la organización.

Tal como ocurre con un neurótico de cuya historia el psicoanálisis puede extraer el sentido de sus síntomas, en una institución el mismo método sirve para desentrañar en parte el sentido de su tendencia tanática desorganizativa.

El índice más evidente de una buena regulación de ambas tendencias está dado por la aparición de grupos formales que colectivamente detentan y regulan el poder, y asumen las responsabilidades dentro de la institución. Un buen indicador es que los escalones institucionales se transforman en grupos de trabajo con interacción real. Estos grupos revisten, además, el carácter de entidades formales dentro de la organización. Esto es importante porque frecuentemente un indicador de crisis es el predominio de grupos naturales de contenido altamente emocional y de existencia no formal, es decir, grupos que se reúnen fuera de la institución.

Hay una situación observada con bastante regularidad: en un momento se alcanza un alto grado de eficacia, pero la tendencia integradora no se acompaña de una expansión hacia el afuera. Lo cierto es que este organismo se ha convertido en un organismo denso, donde los integrantes han ido adquiriendo gran experiencia y el crecimiento de los escalones subalternos lleva a que por sus méritos puedan aspirar a ascender. No hay un crecimiento sino una ruptura sistemática en organizaciones paralelas, a pesar de que antes de la crisis aparentaran una gran productividad.

La explicación debe tener relación con situaciones de sobreprotección dentro de la organización, lo cual hace que los integrantes tiendan a idealizarla, estableciendo una relación dependiente con la misma que les impide abandonarla.



Circulación entre la institución y el contexto comunitario


El mejor indicador de esta interacción es el índice de efectividad, que puede definirse como el grado de coincidencia y logro que existe entre los objetivos explícitos y posibles de la organización y los resultados reales. Considera también el grado de racionalidad entre los fines propuestos y los medios puestos en juego para alcanzarlos.

Las instituciones mejor adaptadas tienden a reflejar y dramatizar dentro de sus propios límites al medio ambiente más amplio en el que se mueven. Este reflejo no es pasivo y automático sino que se traduce en una acción creadora de nuevas condiciones dentro de la comunidad y entonces puede decirse que la organización está actualizada.

La inexistencia de esta actualización puede degenerar o en una organización referida a tradiciones arcaicas o una institución que pretende funcionar sobre supuestos irreales propios de un futuro lejano. Son de algún modo estas últimas organizaciones maníacas.


Circulación intra- institucional


Cuando la comunicación esta coartada en su libre juego, como ocurre cuando es unidireccional, surgen en la institución diferentes formas de clandestinidad (rumores, chistes, graffitis) y en general una producción una cultura de gran acción normativa sobre los integrantes de una institución. No necesariamente debe darse esta ruptura a nivel vertical, sino que se da a también a nivel horizontal.


Relación formal y fantaseada entre el individuo y la institución:


La normalidad o alteración en este movimiento está determinada por el grado y tipo de pertenencia que aquel experimente en relación a ésta.

Existe una adecuada pertenencia cuando el individuo a la par que se siente incluido en la institución, siente que ésta le pertenece en alguna medida.

Algunos individuos tienden a tomar la institución como soporte y andamiaje de su vida y otros propenden a tomarla principalmente como instrumento o situación instrumental para desarrollar su propio proyecto. Los primeros tienden a resistir cualquier modificación en la institución ya que ello es vivido como una amenaza para la propia identidad. Los segundos en cambio suelen ser con frecuencia promotores de cambios básicos, imprimiendo en la organización su propia identidad.

La pertenencia del sujeto se organiza en función del interjuego entre la vinculación formal o real desempeñada y la vinculación con la institución como objeto interno.


Papel de las articulaciones y las fracturas articulares en la dinámica institucional


Si aceptamos la existencia de movimientos, debemos también aceptar que los diferentes elementos móviles deben tener puntos de contacto donde se articulan entre sí.

Las articulaciones son útiles para el trabajo institucional cuando presentan alguna particularidad anormal. Una articulación patológica constituye una fractura institucional.

Si bien todas las articulaciones están en relación con las normas institucionales, es fácil percibir que el espacio generará normas más rígidas y que el tiempo presentará mayor plasticidad, siendo los roles los que se instrumentan con más elasticidad.

En general toda la organización de una institución está asentada en gran medida en una adecuada y nítida distribución del tiempo, siendo precisamente las perturbaciones que sufre esta distribución, lo que aparece como primeros síntomas de un conflicto.


Roles básicos

Motor emocional: Aglutinador e impulsor del grupo
Pensador o teórico
Programador o administrador: Administrador y distribuidor del tiempo y la prioridad de las tareas.
Realizador práctico: Tiende a realizar eficazmente la tarea parcial indispensable en ese momento. El grupo sobrevive en los momentos difíciles por él.
Gestor: Se ocupa principalmente de las relaciones con el exterior.


Estos cinco roles constituyen las característica que integran un líder único y si en un grupo aparecen distribuidos entre sus miembros, es un índice de autonomía y eficiencia del mismo. En cambio cuando varias de estas características están sustentadas por una sola persona, lo común es que el grupo tenga una baja autonomía y sea un grupo de dependencia que en el mejor de los casos es una buena caja de resonancia para el líder.
Por otra parte puede darse el caso de que alguna de estas funciones no esté cubiertas, lo cual incide en el pronóstico del grupo, salvo que se logre que los roles no cubiertos lo sean por varios integrantes o por todo el grupo.

Lo característico aquí es que no se trata de roles que signifiquen una división especializada de trabajo, sino una modalidad de comportamiento dentro del grupo.

El poder identificar esta modalidad, permite no sólo hacer un pronóstico sobre el porvenir del equipo, sino categorizar algunas perturbaciones típicas en el funcionamiento del grupo.

Cada modalidad da lugar a un tipo específico de figura patológica.


Motor emocional à Con mucha facilidad puede transformar su poder integrador en todo lo contrario, sobre todo cuando tiene actitudes impulsivas.

Administrador o programador à Tiende espontáneamente a disciplinar el esfuerzo y puede convertirse en un perseguidor superyóico.

Realizador prácticoà Suele ser visto menospreciadamente por el resto del grupo y el mismo expresa un resentimiento por sus tareas.

Gestor à Suele sabotear las tareas que el mismo logro, ya que cuando deja de ser el contacto único con el afuera y toma su lugar dentro del grupo, suele aparecer el resentimiento y la frustración.


Resulta fácil identificar las articulaciones fracturadas, ya que es entorno a ellas que se centralizan y expresan todas las manifestaciones sintomáticas de la organización.

Una fractura se transforma en una pantalla utilizada por los integrantes de una institución para defenderse de sus ansiedades de naturaleza psicótica, proyectando, predominantemente, objetos parciales en el sentido que da Klein al término.

Este es el primer paso y constituye lo oculto o latente de la patología institucional, donde los integrantes realizan una proyección individual de sus ansiedades prehistóricas.

En el segundo paso, la fractura que ha hecho de pantalla, se transforma en una fuente generadora de ansiedad que se vuelve sobre los miembros de la organización, que a su vez, tienden a adoptar conducta defensivas frente al peligro de la re- introyección. Este segundo paso constituye lo manifiesto, o sea, lo que habitualmente se denomina tensión institucional.

Las articulaciones adecuadas permiten que se proyecten objetos totales, sin que se perturbe su identidad y que al introyectarse enriquecen al yo.

ULLOA


Institución como organismo, organizado en base a tres distribuciones ( ), con objetivos a alcanzar y medios racionales para tal fin. Está regulada por un código y normas de naturaleza explícita e implícita. Institución en movimiento.

geográfica (espacial)
de tiempo
de responsabilidad (roles y funciones)


Movimientos de la dinámica institucional:

interjuego integración- dispersión.
circulación entre comunidad e institución: las I reflejan y dramatizan el contexto en que están incluidas, a su vez tienden a modificar ese contexto.
comunicación intrainstitucional.
relación fantaseada y formal entre individuos e institución: Entre el sujeto y la I hay un vínculo fantaseado además del real.
Tt institucional -> repetición +/- encubierta de lo familiar en donde se puede señalar: modalidad familiar (forma dependiente, rebelde) o modalidad fraterna (competencia, celos)


En las I hay elementos móviles que poseen un punto de contacto -> Articulaciones -> éstas pueden estar perturbadas: Fracturas donde se expresan las manifestaciones sintomáticas, la patología de la I.

Fractura de la I: sus integrantes proyectan aspectos fragmentados del self. Fractura como pantalla receptora de objetos internos ligados a primitivas ansiedades (paranoides y depresivas, por ejemplo). Proyección: nivel latente.



PSICOLOGIA INSTITUCIONAL PSICOANALITICA: SUPERACION DEL “OBSTACULO” ORGANIZACIONAL


Institución no coincide con de manera precisa con organización.

Ejemplo como psicólogo institucional en el dispositivo pediátrico: -tuvo como resultado que se produjeran transformaciones en lo que Freíd denomina “estructura libidinal”.

-objetivos: inventariar el repertorio de aquellas constantes fantasmaticas alrededor de las cuales se juegan los conflictos y armonías que resuenan en el ámbito analizado, aunque ellos estén (sobre) determinados , en ultima instancia, por lo que se de en las dimensiones que son decisivas para un campo histórico (socio-político-cultural).ubicar las cadenas de lealtades y rivalidades, las redes de identificaciones, las ambivalencias, porque todo esto hace al sistema por el que se transportan y reproducen, junto con el saber, las ideologías.

Los ejemplos quieren ilustrar como el psicólogo institucional puede verse precisado atravesar los límites de la organización que lo contrata.

Lo que le otorga cierto privilegio al ámbito organizacional, para el psico institucional tmb, es el hecho de que allí se precipita en formas estables la libido colectiva, de modo que resulta estratégico como lugar de escucha y operación para el psicoanalista.

Puede ocurrir que la intervención del psicólogo este planeada para incidir sobre el sustrato fantasmatico de ciertos aspectos de un modelo que atraviese toda la heterogénea trama discursivo-practico-institucional de lo que se ha dado en llamar un dispositivo.


Otro modelo de intervención (en consultorio), puede bosquejarse en rel tamb con un campo institucional que se define a partir del “dispositivo” y no de la organización. Se trata del trabajo psicoanalítico con grupos constituidos por individuos que comparten algún oficio o profesión, sin pertenecer a la misma organización. Tiene la ventaja de que no es necesario intervenir sobre un drama colectivo apremiante.


“Dispositivo”, debe ser pensado como un conjunto muy heterogéneo. Lo integran: *practicas (dispares, organizadas en torno de modelos que muchas veces se contraponen en lugar de complementarse)

*discursos (que ven desde los que informan todo un ámbito hasta los que cotidianamente son enunciados por los portadores de ideología o de cs para justificar, otorgar coherencia o para criticar y proponer reformas de lo que allí se hace)

*objetos instituidos (entre los que se incluyen las organizaciones, además de los bienes, territorios, instalaciones, edificios, etc, que corresponden al ámbito estudiado.

Lo propio del psicólogo es prestar atención central a “la otra trama”, que co-(i)nstituye el ámbito en estudio. El psicoanálisis ha ubicado en ese lugar, un objeto que debe ser interpretado o (re) construido: la fantasía (tiene la forma de argumentos). Estos esquemas fantasmaticos hallan luego en el mundo exterior obstáculos y vías de realización. Pero debe tenerse en cuenta que de ese mundo exterior han recibido en el momento de su constitución el material ideológico y un requisito de coherencia. Son formas de transacción o compromiso entre los sistemas psíquicos inconscientes y preconscientes. La incorporación de los individuos al “dispositivo” puede concebirse en términos de la adecuación de sus mundos fantasmaticos con lo que la institución propone en calidad también de esquemas argumentales co(i)institutitos de las practicas, sustentadores de modelos típicos de rel social y, por lo tanto, de las organizaciones características del ámbito, todo lo cual se apoya en los discursos allí enunciados y en los allí instituidos .



Malfé: Psicología institucional psicoanalítica


La práctica de la psicología institucional psicoanalítica consiste en una intervención esencialmente discursiva en ámbitos psico-sociales de la vida cotidiana. Procura instaurar en dichos ámbitos una situación en la que se haga posible la escucha analítica y, a partir de ella, un trabajo interpretativo y reconstructivo que ayude a hacer conciente y elaborar aquello inconsciente cuyo retorno estuviere determinando las fallas y rupturas en la racionalidad (coherencia discursiva) allí instituida; en esa situación también se hace necesario señalar aquello inconsciente (constitutivo) que preside formalmente toda institución.


Lo que hacen los que procuran atenerse a la regla de analítica fundamental más que asociar libremente es DISCURRIR más o menos libres de las ataduras convencionales. Discurren libremente quienes, a la deriva de una conversación excepcionalmente distendida, pueden hilar recuerdos y conjeturas, relatar lo sucedido o lo imaginado o argumentar sin objetivo práctico preciso.

El análisis de situaciones colectivas es posible en tanto existe un deseo compartido que puede verificarse de distintas maneras:

En tanto deseo insatisfecho de una estructura libidinosa en una formación colectiva.
Como líder, excepcionalmente de una masa o de una formación colectiva.
En tanto ha incorporado la estructura fantasmática que sustenta el discurso, solidariamente con la función 1. Las distintas formas de manifestaciones discursivas concretas están montadas en su integridad sobre variantes retóricas y anecdóticas de las formaciones fantasmáticas, vástagos o retoños del sistema Icc. que “presentan un alto grado de organización, se hallan exentos de contradicción, han utilizado todas las adquisiciones del sistema cc. y apenas se diferencian de los productos de este sistema. Suelen estas ser compartidos también, en un momento dado.
Deseos no compatibles con la integridad de una forma fantasmática dominante, vale decir, deseos específicos reprimidos, de la índole de aquello que retorna para manifestarse, de forma abrupta o no.


En la formación colectiva sui generis que se instituye a los fines del análisis, el psicólogo institucional ocupa un lugar que le permite operar en reemplazo provisorio del ideal que sujeta a los miembros del grupo, por otro, sugerente de una conciliación mejor lograda entre las fuerzas en pugna; los deseos no compatibles con la figura dominante tendrán mayores posibilidades de ser tomados en cuenta.

Este aspecto de la ilusión grupal favorece el análisis. Pueden así producirse momentos privilegiados, en que las ocurrencias reverberan y provocan otras nuevas hasta cristalizar en un descubrimiento colectivo. Pero ese discurso polifónico se encamina en general hacia lo que importa ha todos los allí reunidos.

Para que puedan desplegarse con libertad las fantasías que tienen vigencia en el ámbito colectivo donde se lleva a cabo el análisis, tendremos que transitar, en sentido inverso al que aquellas siguieron para su constitución, las sendas que les están marcadas por las leyes de funcionamiento del aparato psíquico. Hay que prever que primero se presentarán las formas de superficie, que controlan o dominan a todas las otras; vale decir que en una organización determinada, por ejemplo, se allegará primero a nuestra escucha la fantasía que oficial o legítimamente ha convocado y mantiene unidos a los miembros. A su tiempo, vendrán a ser oídas e interpretadas también las que están condenadas allí. Muchas veces se trata de la contradicción puntual de la fantasía dominante.

La transferencia debe avanzar hacia la disolución, para eso es necesario que por un lado se pongan en juego las fantasías concretas y por otro, que el analista se coloque en el lugar que le corresponde, el de quien conoce y puede dar testimonio de aquellas historias.



Malfé: Psicología Institucional Psicoanalítica: Un caso institucional


LA TEORÍA


Parte del esquema propuesto por Freud en Psicología de las masas y análisis del yo, en la que sostiene que lo decisivo para que un conjunto de individuos constituya un grupo son los lazos libidinales que vinculan a los miembros con la figura de su líder. La “constitución libidinal” del grupo es una reunión de individuos que han reemplazado su ideal del yo por un mismo objeto, por lo cual se estableció entre ellos una mutua identificación en su yo.

En las “masas artificiales” (organizaciones) la estructura organizativa prevé la convergencia de la jerarquía en un jefe, puede suponerse esta estructura libidinal. El jefe-líder, representante de un orden institucional, mantendrá ligados a los sujetos como portadores de una ficción, o ilusión, compartida: la de la presencia de un jefe que ama a todos por igual.

En relación con la dualidad del concepto de ideal del yo. (Su vertiente narcisista y su vertiente normativa), podríamos resumir el ambiguo estatus del líder como el ocupante de un lugar simbólico axial, desde el cual se constituye en restrictor del narcisismo de los miembros del grupo y simultánea y paradójicamente, como captador imaginario del narcisismo de los miembros del grupo.

Las vicisitudes de las relaciones de los miembros de un grupo entre sí han de estar regidas latentemente por la configuración fantástica y la asignación de lugares, que se derivan de la convergencia libidinal en el líder. El modo de encarar la ordenación y transformación de la realidad de que el grupo debe ocuparse, es decir la tarea o actividades, también es definida en general por el líder. Es el jefe el que signa la relación de los miembros del grupo con la tarea.

Este orden centrado en una figura de identificación regulará la orientación del grupo hacia lo real, así como el establecimiento de normas comunes y lugares diferenciados para cada miembro.

Desde un punto de vista psicoanalítico, el líder instituye las características que habrá de tener la represión allí vigente, al tener en sus manos, como interlocutor privilegiado y denominador común del deseo de los miembros del grupo, la mitad de la llave que les permitiría a estos, libre acceso al pensar.


SÍNTOMAS


En los síntomas se trasluce la verdad del deseo del grupo.


LA INTERVENCIÓN


La producción de un efecto cualquiera depende de poder modificar el equilibrio libidinal del grupo, lo que implica vulnerar el narcisismo del jefe. La aceptación de la necesidad de un auxilio externo representa una grieta en su narcisismo, que resulta decisiva. (aunque no imagine en un principio que la inclusión de los psicólogos pudiera implicar algún riesgo para el prestigio de su imagen en la institución)


(Etapa de inclusión en el campo: aceptar la inclusión de los psicólogos institucionales.

(Etapa inicial diagnóstica)

Un trabajo de psicología institucional representa la intervención de una institución en otra. El trabajo se hace posible cuando la institución “interventora” y las personas que la representan son prestigiosas a los ojos de los sujetos de la institución “intervenida”.

Los coordinadores de trabajos psicológicos llevados a cabo en el ámbito de la vida cotidiana deben presentarse investidos de las insignias de una prevalencia simbólica, pero además tienen que servir al mismo tiempo como los captadores imaginarios del narcisismo de los sujetos sobre los que operan, lo que les permitirá convertirse momentáneamente en contrafiguras de los líderes instituidos, con quienes se hace necesario al menos equipararse en cuanto a la capacidad de ejercer fascinación. Se instaura así una relación especular, que permitirá iniciar un proceso de modificación estructural en el grupo (una reestructuración libidinal del grupo)

Tiene importancia para la eficacia de la intervención, la cuestión de cuál sea la estructura libidinal del equipo de trabajo (auto-evaluación). Para lo cual hay que:

a) romper con el esquema paralizante que supone roles fijos de “observadores”. Participación activa de todos los miembros en la coordinación (coordinación conjunta),

b) someter a examen crítico y discusión cada paso de la coordinación en una reunión del equipo,

c) mediatizar la relación con los miembros del grupo para no quedar atrapados en especularidades (identificación con el grupo), aplicar una óptica “distante” posibilitada por la mediación teórica.

LA NUEVA ESTRUCTURA


El proceso de reestructuración libidinal del grupo tiene consecuencias inmediatas en el plano de la organización (“reorganización”). (Ejemplo de coordinadores de diferentes equipos profesionales que constituyeron un “grupo staff”). Esta nueva institución consagró en lo organizativo la modificación producida al nivel de la estructura libidinal, representaba la concreción en lo organizativo del nuevo equilibrio libidinal.


LOS EFECTOS DEL CAMBIO DE ESTRUCTURA LIBIDINAL EN RELACIÓN CON LA TAREA


El líder es quien signa la relación del grupo con lo que queda recortado de lo real como su “tarea”, en los siguientes aspectos:

al intervenir en la definición de la índole de la tarea, en tres sentidos: las tareas prescriptivas u obligatorias, las permitidas o posibles y las no permitidas, prohibidas o excluidas.
al marcar un estilo en su ejercicio. Al marcar un estilo de relación, una modalidad de vínculo que se manifiesta en el ejercicio de la tarea.
al proponer un modelo de desempeño del rol ocupacional y por lo tanto social. En un trabajo de psicología institucional la meta o el objetivo prácticos es lograr que en el grupo prevalezcan, en lugar de la fascinación, la crítica y la autocrítica de las relaciones sociales que allí se re-prodrucen. Es a través de identificaciones concretas que los miembros de un grupo optan en la práctica por un modelo u otro de los aplicables para el ejercicio de su tarea, el grado de compromiso, los problemas gremiales de su grupo profesional, y el espacio político en el que están inmersos. Todo esto equivale a señalar los efectos ideológicos de la pertenencia a un grupo. La convergencia en la figura de un líder implica la sujeción no sólo a un orden simbólico, sino también a un orden institucional, político, implica quedar sujetado al conjunto de un sistema. “Cada individuo forma parte de varias masas; se halla ligado, por identificación (...) y ha construido su ideal-del-yo conforme a los más diferentes modelos. (...) tales formaciones colectivas, permanentes y duraderas, producen efectos uniformes y persistentes (...)” (cita de Freud) Estos efectos son lo que llamamos “efectos ideológicos”.
El imaginario grupal no puede ser atacado directamente “desde afuera” sin conocer y respetar sus leyes.

La estrategia más adecuada en un proceso de transformación consiste en deshacer las identificaciones cautivantes (romper la fascinación) a fin de dar lugar a que se manifiesten abiertamente otras filiaciones (también resultado de identificaciones), que pueden introducir en el grupo una dimensión de un conflicto social útil o productivo.

Esta apertura supone también, como efecto de la transformación estructural, que el grupo haya podido zafarse de la trampa especular que consiste en creerse un grupo “muy especial” (cuestión de la ilusión grupal). Prisionero de esa ilusión, el grupo (dice Deleuze) “se sueña único, inmortal, (...) mientras que el criterio de un buen grupo es que (...) se incline sobre un afuera que lo confronte con sus posibilidades de sentido, de muerte, o de estallido”.

En cualquier grupo, el recurso habitual para perpetuar esa ilusión y mantener al mismo tiempo afuera “el sinsentindo y la muerte” sea el de dirigir la agresividad hacia fuera, hacia los otros grupos. Para eso se busca pretexto en cualquier detalle de diferenciación, por más insignificante que sea, y se lo convierte en criterio de alguna imaginaria oposición peyorativa, traducible como: no castración (de “los nuestros”) castración (de “esos otros”) (los rivales menospreciados). Al operarse la apertura de la que habla Deleuze, hacia otros sistemas colectivos y otras instituciones, se puede ver a “esos otros” como posibles colaboradores y valorarlos precisamente por lo que los diferencia de “los nuestros” .


Schlemenson :Análisis Organizacional


Introducción


Análisis Organizacional: Disciplina teórica, metodológica y científica. Ofrece un modelo de abordaje de casos, permite lograr cambios en los componentes de un sistema organizativo, haciéndolo más adecuado de acuerdo a la naturaleza de las personas, el trabajo, el contexto, etcétera. Profundización de análisis de una determinada situación dentro de un encuadre de larga duración.

Capitulo 1


Caracterización del objeto: las organizaciones referidas son unidades operativas semi- autónomas. Configura un grupo humano complejo, que actúa dentro de un contexto témporo espacial concreto, artificialmente y deliberadamente constituido para la realización de fines y necesidades específicas. Está enmarcada por políticas, que engloban los fines, y que son la expresión abstracta de conductas organizativas deseadas.

La interacción de los miembros de la organización y la cohesión mínima necesaria que le da unidad, continuidad y sentido, operan en dos planos interdependientes. Por un lado esa integración está regulada por procesos interpersonales, mecanismos de identificación, necesidades, motivaciones y ansiedades inconscientes que encuentran en el ámbito institucional probabilidades de expresión y expectativas de realización. Por otra parte la integración opera a través de un sistema sancionado, explícito e implícito de roles interrelacionados que conforman una estructura susceptible de ser definida en términos de tareas y expectativas fijadas por los ocupantes de dichos roles. El eje central de la estructura lo constituye la autoridad que regula los roles y sus interrelaciones.

Capítulo 2


Dimensiones relevantes:

Proyecto
Estructura organizativa
Integración psicosocial
Condiciones de trabajo
Sistema político
Contexto
Proyecto en que se sustenta la organización
Toda organización está centrada en una idea de algo que pueda satisfacer las necesidades de una audiencia externa o de los miembros de la organización. Implica riesgos, generando la emergencia de ansiedades. La organización no solo necesita contar con un buen proyecto, sino que este para ser transformado en un plan de acción requiere de su operacionalización en objetivos metas y programas. Esto demanda la formulación de políticas. El proyecto debe ser suficientemente explícito y compartido por todos los involucrados en su realización.

La estructura organizativa
Sistema interrelacionado de roles oficialmente sancionados que forman parte del organigrama y de la definición de funciones y responsabilidades.

Tipos de estructuras:

Estructura formal u oficial
Estructura presunta (la que los miembros perciben como real)
La existente (la que efectivamente opera y puede ser inferida a través del análisis sistemático)
La requerida (la que todos los componentes de la situación necesitan)



La divergencia o contradicción entre estas estructuras crea desajustes que favorecen la ineficacia, las tensiones y conflictos entre los miembros.

Las estructuras y los roles marcan un comportamiento esperado, forman parte del organigrama y del manual de funciones. Hay una separación entre el rol y la persona, haciendo que el rol sea relativamente fijo y permanente, mientras que las personas rotan. La fijeza de los roles permite describir cómo funciona la organización desde el punto de vista formal. El análisis de roles, funciones, responsabilidades y líneas de dependencia permite fijar un aspecto fundamental del encuadre de las conductas individuales.


La integración psicosocial.

Plano de las relaciones interpersonales. Abarca un eje vertical (relaciones con la autoridad) y uno horizontal (entre pares). Los conflictos en esta área pueden incidir en el grado de cohesión, integración y en el rendimiento. La elaboración de los conflictos latentes permite su superación, promoviendo etapas progresivas de integración y cohesión. De nada vale el trabajo sobre esta parte si el proyecto o la estructura no están claros, ya que son continentes de las relaciones interpersonales y pueden incidir notablemente en la integración psicosocial (suele observarse la remisión espontánea de estos conflictos con la aclaración de objetivos y de la estructura)

Condiciones de Trabajo
Se busca la satisfacción y realización de los miembros. El tratamiento que sienten que reciben condiciona su vínculo con la organización y es determinante de su identificación y compromiso con la tarea. En este punto están involucrados el salario, la tarea y posibilidad de realización personal que brinda, las alternativas de desarrollo y carrera que ofrecen, las oportunidades de participar, el confort y la salubridad, etcétera.

Sistema político
Toda organización tiene un sistema de autoridad que se ocupa de la conducción, distribución y coordinación de las tareas. En forma paralela a este sistema opera un sistema representativo que se organiza espontáneamente a través de la conformación de grupos significativos de poder, con sus propios intereses, correlacionados con los niveles ejecutivos- jerárquicos de la estructura (clases institucionales o grupos de interés)

Como resultado de la interacción entre el sistema político y la estructura sancionada de cargos, se produce una variedad de efectos que inciden en el rumbo de la organización. Allí donde haya una organización se conformará un sistema político paralelo. Si la organización es restrictiva y no permite su expresión, ejercerá su influencia por presiones latentes y encubiertas. El reconocimiento de los factores en juego implica la introducción de modelos de participación y modalidades de conducción para los cuales las organizaciones y sus conductores no suelen estar preparados. Debe poder aceparse el conflicto de poder como hecho insoslayable, siendo que la confrontación de intereses y modos de ver las cosas constituye un motor riquísimos de cambio.

Contexto
Tiene importante incidencia en la dinámica interna. La organización depende funcionalmente del contexto por ser semi- autónoma. La relación dinámica entre ambos permite discriminar aspectos del contexto que afectan al desarrollo.

La intervención ofrece al grupo la posibilidad de reflexionar sobre el impacto de los cambios, para poder comenzar a recuperarse. Implica el reconocimiento de una nueva realidad, la revisión de esquema previos y un duelo por lo que cambió y ya no existe. Suele recomendarse una actividad diagnóstica sobre las fortalezas y debilidades de la organización frente al contexto.

Capítulo 3


El análisis organizacional compromete un proceso de cambio pactado contractualmente entre los miembros de un sistema organizacional y un analista independiente, considerado como agente de cambio externo, para encarar problemas que obstaculizan el desarrollo de los componentes del sistema. El contrato legitima una relación de colaboración voluntaria que comprende una exploración conjunta por parte de todos los implicados. Los cambios se dan de tres modos como consecuencia del análisis:

Por la elaboración de conflictos conscientes e inconscientes vinculados con el problema.
Por descubrimiento creciente de las variables en juego.
Por resolución de los problemas específicos y la generación de nuevos principios de funcionamiento, de nuevas políticas.


El analista pone en marcha un proceso de estudio de la realidad particular de la organización y de sus relaciones con el contexto. El enfoque del análisis es simultáneamente histórico genético, situacional y prospectivo.

Rol del analista
Independencia y autonomía (no forma parte del sistema de autoridad, no es empleado y no tiene jefes ni subordinados)
Carácter analítico de la función (no da indicaciones ni consejos)
Relación de colaboración (necesita ayuda para poder ayudar)
Neutralidad (respecto de los intereses en juego, poder)


La descripción de la naturaleza del problema constituye una labor conceptual previa.


entrevistas y contactos preliminares
comienzo de la relación de consulta
establecimiento de la relación
Acuerdos básicos: plan de trabajo y contrato
trabajo de campo
análisis y definición del problema
recopilación de información
análisis de la misma
devolución de la misma y definición de los cambios requeridos con el cliente
evaluación y cierre de la etapa
nuevas perspectivas
Entrevistas y Contactos Preliminares


En las entrevistas preliminares se adopta una actitud receptiva, sin anticipar apresuradamente desarrollos futuros o proyectos posibles.

Objetivos entrevistas preliminares:

Descripción sucinta del caso.
Entender la naturaleza del pedido.
Realizar un diagnóstico de las necesidades (preliminar y parcial)
Evaluar la posibilidad y pertinencia de un trabajo de Análisis Organizacional (grado de conciencia del problema y compromiso)
Permitir al representante del sistema cliente que evalúe al consultor.
Grado de consenso o disposición para la participación del resto de los miembros de la organización.
Establecimiento de la relación de consulta


Implica un proceso interpersonal que si es satisfactorio permite la consolidación de una verdadera relación de consolidación. La relación de consulta lograda es sentida como “continente”, ayuda al pensamiento sin paralizar la acción, permite emerger de la confusión y favorece la autonomía.

La consolidación de esta relación implica un trabajo de elaboración de ansiedades y fantasías que se plantean alrededor de la figura del analista cuando se inicia un proceso de cambio. De la resolución positiva de estas ansiedades, conflictos y dudas depende la consolidación de la relación de consulta. La clarificación del rol profesional tiene un valor estratégico fundamental en la etapa de establecimiento del vínculo.


Acuerdos Básicos, Plan de trabajo, contrato.


Fijación de acuerdos generales relacionados con la intervención, determinación de normas de funcionamiento y esbozo de un plan para la realización del trabajo profesional.

Objetivos:

definición de necesidades de la organización (relevamiento de expectativas de los miembros)
clarificación de los objetivos de la intervención (resultados realistas esperables)
definición de programa de actividades
Fijación de la forma de transmisión de los resultados de la intervención.
Trabajo de campo


Supone actividades tendientes a la concreción de los objetivos señalados anteriormente. Se realizan dos clases de entrevistas: individuales y grupales; ambas con cuatro propósitos:

Se define el problema
Se recopila información
Se elabora la misma
Se sacan conclusiones


Las entrevistas individuales apuntan al análisis de los roles que forman la estructura, permiten una recopilación de datos que sirven para definir y tratar el problema o diseñar el organigrama de la empresa.

Las grupales ofrecen un ámbito para la reflexión del proceso de cambio organizacional, permiten el comentario de los problemas que se van produciendo, proveen un continente para la elaboración de ansiedades y conflictos vinculados con los cambios y las crisis coyunturales. Un buen encuadre de trabajo grupal constituye una herramienta eficaz, actuando como marco continente de las ansiedades generadas por el trabajo, permite el desarrollo de potencialidades creativas a través de la búsqueda de soluciones innovadoras.

Dada la confidencialidad que el analista puede ofrecer, las entrevistas individuales dan un marco de mayor seguridad y confort psicológico.

Servini de Palazzoli: El mago sin magia Cap. 3



SELVINI PALAZZOLI: El mago sin magia


LA EPISTEMOLOGÍA COMÚN A LAS INTERVENCIONES TRADICIONALES

Todas las intervenciones del psicólogo comparten algunos esquemas conceptuales en cuanto a la naturaleza, origen y evolución de la patología mental y de los trastornos de conducta. En general se preocupa por descubrir la “naturaleza” del trastorno: busca las causa “objetivas” de la perturbación. Se centra toda la atención en los mecanismos intrapsíquicos del sujeto, en la mente como portadora de ese trastorno. La psicología moderna y en especial el psicoanálisis indujeron a la ciencia a dar un salto cualitativo superando la concepción orgánica de la enfermedad mental, que la vinculaba con una disfunción del soma, al atribuirse una raíz psíquica a ciertas enfermedades somáticas. Pero no se ha salido del esquema clásico de la concepción del hombre como soma+psique con interrelaciones recíprocas.

Frente a una conducta anómala como por ejemplo la esquizofrenia, si bien no se busca el “esquizococo”, se tiene el convencimiento de que:

El sujeto portador de una enfermedad, con una psique disfuncional.
Indagando la mente del sujeto se logrará descubrir las causas de la disfunción.
La mayor dificultad es remover la disfunción cuyas raíces de hunden en un pasado lejano.
Los demás (padres, comunidad) son los posibles agentes que desencadenan o favorecen la enfermedad (que es del sujeto)
De esta manera, la enfermedad mental y la conducta problemática llegan a ser un misterio indescifrable. El inconsciente se torna una zona inexplorada y desconocida. La incapacidad de comprender del terapeuta se atribuye a la falta de medios analíticos para la exploración, pero no se cuestiona la dirección exploratoria ni el objeto de análisis, es decir la legitimidad de la concepción intrapsíquica de la enfermedad mental. Este es el núcleo de la epistemología tradicional.

El cambio epistemológico consiste en abandonar la concepción mecanicista-causal de los fenómenos para acceder a una visión sistémica. El objeto de estudio ya no es lo intrapsíquico individual, sino el sistema relacional del que el individuo forma parte. En este contexto, se indaga el síntoma no como una manifestación exterior de una patología interna del sujeto sino en su significado COMUNICACIONAL en el marco del sistema relacional.


ENFOQUE SISTÉMICO.

Este enfoque niega validez a cualquier intento de explicación de un fenómeno aislado y cosificado; la posibilidad de resolver una conducta aislada, es decir, no vinculada con el comportamiento de los demás individuos con quienes el sujeto esta relacionado.

¿Cómo responder desde la perspectiva sistémica de la interacción, la realimentación y la circularidad, al señalamiento de una conducta problemática? No se trata de subrayar que el comportamiento de un sujeto influye en el de los demás y está por su parte, sujeto a influencias. Se trata de descubrir en cada una de las situaciones las reglas del juego sistémico en acción para buscar así una estrategia de intervención capaz de incidir en las pautas de la interacción y producir el cambio mediante la estructuración de realimentaciones positivas. Se trata de extender el campo de observación, colocando el trastorno en un contexto más amplio, para intentar colocar la situación en un sistema interactivo, es decir, en un sistema de personas que se comunican con otras personas. Sistema interactivo: es un sistema de personas que se comunican con otras personas.

Se consideran a los llamados trastornos de conducta desde la óptica del “aquí y ahora”, dentro de una determinada trama de relaciones, sin remitirlos a hechos del pasado presuntos o reales no se podían modificar. La intervención del psicólogo (en el comité de clase) tenía por objeto buscar entre todos una estrategia que fuera más allá de la mera denuncia o el diagnóstico. El caso señalado era síntoma de disfunción en las comunicaciones en el seno del sistema clase. El concepto de normalidad perdía su referencia objetiva. El llamado alumno inadaptado era visto como alguien que expresaba la disfuncionalidad de la comunicación intrasistémica e intersistémica, y en coincidencia con ella, asumía una conducta adaptada a esa disfunción especial.

Desde una óptica sistémica tanto el concepto de patología como el modelo lineal de investigación causal y también la arbitraria puntuación de una secuencia de hechos, resultan estériles en relación con el cambio que se quiere provocar. Se sustituyen respectivamente por:

el concepto de disfunción sistémica específica que implica varias personas además del individuo señalado y de quienes lo señalaron;
el modelo de causalidad circular;
La negativa a tomar por “realidad” lo que es mero resultado de una puntuación arbitraria con la que se definió una vez quien era el culpable de una situación molesta sin tener en cuenta los condicionamientos relacionales recíprocos.


¿QUÉ ES UN SISTEMA?

Es un conjunto de objetos y de relaciones entre los objetos y entre sus atributos. Los objetos son componentes y los atributos son propiedades de los objetos y las relaciones mantienen unido al sistema.

Se puede considerar como sistemas en los que la intervención del psicólogo es posible y productiva, a aquellos grupos con historia, que después de haber compartido metas durante un lapso prolongado, se constituyeron como unidades funcionales regidas por normas propias e irrepetibles.

Es una agrupación de sujetos con historia. Es un organismo con características propias no reducibles a la de sus miembros considerados aisladamente (el todo es más que la suma de las partes). Tiene reglas especiales válidas solo en su seno. Vive de las interacciones entre miembros (relaciones) consideradas como circulares.

Estos grupos son definibles como sistemas abiertos, en relación continua con otros sistemas mediante un intercambio constante de informaciones y realimentaciones del medio humano. Las propiedades de los sistemas abiertos son:

Totalidad: un sistema es más que la suma de sus elementos. Trasciende las características individuales de los miembros que lo integran: no es una sumatoria de componentes sino que posee una complejidad y originalidad propias. Todo cambio en una de las partes afecta las demás y hace que todo el sistema pase a ser diferente.
Autorregulación (homeostasis y transformación): deriva de la realimentación, o sea la información de retorno. Las realimentaciones pueden ser negativas (atenúan o anulan el impulso al cambio, favoreciendo la homeostasis) o positivas (amplían o refuerzan los estímulos para el cambio, favoreciendo la transformación);
Equifinalidad: las modificaciones que se producen en un sistema con el tiempo se vuelven independientes de las condiciones iniciales. Por eso, de condiciones iniciales iguales pueden surgir resultados diferentes, y viceversa. Lo decisivo no son las condiciones iniciales, sino los parámetros organizativos del sistema.


CARACTERÍSITCAS DEL SISTEMA: HOMEOSTASIS Y CAMBIO

El sistema interactivo, como todo sistema se caracteriza por la presencia simultánea de dos tendencias igualmente necesarias para la supervivencia: la tendencia al estado estacionario y la tendencia a la transformación. Cualquier sistema tiende al equilibrio entre estas dos tendencias. Cuando no se establece un equilibrio entre ambas, el sistema entra en crisis, y se puede llegar a su ruptura. A menos que se recurra a una intervención externa con el propósito de mantener su continuidad. La disolución del sistema se produce cuando predomina en forma absoluta la tendencia a la transformación, lo cual determina que la relación entre los comunicantes cambie continuamente. Se recurre a una fuerza externa cuando predomina absolutamente la tendencia a la homeostasis y esta se ve amenazada por un cambio.

Todos los sistemas tienden al estado estacionario, pero los sistemas abiertos reciben tanto del interior como del exterior estímulos para la transformación. Algunos sistemas logran equilibrar ambas tendencias, otros con estructuras más rígidas y reglas menos flexibles, acentúan la estabilidad contra la transformación, y predomina la homeostasis. Ante la amenaza de ruptura de este equilibrio se llama al especialista para que intervenga protegiendo de la transformación que amenaza el estado estacionario. Tradicionalmente, el Psicólogo no es promotor de cambios sino que es llamado por aquellos sistemas amenazados por un cambio temido.

Existen dos tipos de cambio: cambio 1 (feedback negativo) y cambio 2 (feedback positivo).

Cambio 1: el que puede verificarse en el interior de un sistema que permanece, no obstante, inmutable como sistema, es decir, en su organización global;

Cambio 2: el que afecta a todo el sistema y lo cambia. Las transformaciones implican el cambio de toda la organización del sistema.

En el primer caso, por lo general el sistema quiere cambiar lo necesario para poder no cambiar, es decir, para poder recuperar la condición de equilibrio precedente. Se puede cambiar de manera limitada y dentro de una determinada lógica preconstituida con el fin de volver a estar “como antes”, con la ayuda del psicólogo.


DEFINICIÓN OPERATIVA DE SISTEMA: SISTEMAS Y SUBSISTEMAS


utilizar el pedido de intervención con la mira puesta en un objetivo diferente del señalado en forma explícita (resolver el caso) y del que interesa a los miembros del sistema (defensa de la homeostasis)
intervenir en el sistema, con el fin de reestructurar el sistema en sí, ocupándose, mas que de resolver el caso señalado, de crear relaciones e interacciones que no den lugar a nuevos casos.
Favorecer una intervención capaz de promover comunicaciones funcionales, distinta a una intervención que solo sirve para librar de una situación incomoda (el caso señalado).


Definimos SISTEMA de manera OPERATIVA: establecer sus límites y los sujetos interactuantes.

¿Cómo delimitar el sistema?

Sistema mínimo (sistema interaccional): formado por dos sujetos que se comunican e interactuan.

El grupo se propuso establecer hasta que punto había que ampliar el campo de investigación y tomar en consideración a los sujetos interactuantes, o incluir a nuevos sujetos como miembros del sistema.

En un primer momento optó por aumentar el nivel de las informaciones, ampliando el campo de las observaciones. Se produjo una masa de datos de imposible utilización (por el cambio cuantitativo). El resultado fue la comprobación de la total impotencia frente a la excesiva cantidad de variables que imposibilitaban la lectura sistémica y cualquier nivel de intervención.

Las consecuencias fueron:

Reexaminar la noción de sistema y articularlo en SUBSISTEMAS no como unidades independientes sino como SUBESTRUCTURAS.
Especificar el subsistema para controlar la masa de informaciones, seleccionarlas y definir los ámbitos de intervención bien delimitados, para poder garantizar una salida pragmática.
Evitar principios teóricos absolutos que hubieran llevado a una ampliación incontrolable de los contextos.
La intervención del psicólogo debía tener un objetivo limitado y llevarse a cabo en el nivel de subsistema.
No hacer grandes proyectos, fijarse metas limitadas dentro de contextos de trabajo bien definidos.
El trabajo parcial producía mayores cambios que la tentativa ambiciosa de actuar inmediatamente en campos demasiado vastos.


LA COMUNIDAD ESCOLAR COMO SISTEMA

CUALQUIER INSTITUCIÓN (por ejemplo la escuela) constituye un amplio sistema dentro del cual se pueden identificar muchos subsistemas que se entrecruzan y se comunican entre sí y en relación con los cuales la institución constituye el ambiente. Esos subsistemas poseen las propiedades de los sistemas abiertos: intercambian informaciones entre ellos y con su ambiente.

Cada uno de sus miembros está en relación con los demás, de manera que, al experimentar un cambio origina un cambio en todo el sistema. Todo comportamiento de un miembro influye en los demás y es influido por estos. Toda relación entre los miembros es circular, por lo que es arbitrario puntuar la secuencia de las conductas en términos de causa-efecto. Es pues un sistema de realimentación. El intercambio de informaciones es incesante.

Las realimentaciones pueden garantizar la homeostasis o el equilibrio del grupo y su estabilidad, o bien, pueden actuar en sentido antihomeostático, es decir, como agentes del cambio, comprometiendo la estabilidad y el equilibrio del grupo.

La tendencia homeostática y la capacidad de transformación (fundada en la capacidad de recibir y asimilar realimentaciones positivas) son características necesarias de un sistema interpersonal sano.

En los sistemas patológicos, por el contrario, aparece la tendencia rígida a repetir de modo obsesivo soluciones memorizadas, a repetir las mismas conductas en situaciones análogas, al servicio de la homeostasis.


DEFINICIÓN DE RELACIÓN

Toda comunicación y en consecuencia, toda conducta interactuante, implica inevitablemente la definición de la relación de los participantes.

Las posiciones que ocupan las partes en una relación pueden ser complementarias o simétricas. En el caso de las relaciones complementarias, la complementariedad puede ser flexible o rígida. Es flexible cuando la definición de la relación la realizan indistintamente uno u otro de los integrantes y es rígida cuando es siempre el mismo sujeto el que impone la definición, hasta que la relación se hace insostenible. En cambio, cuando en la definición de la relación surge una escalada competitiva (simétrica) los sujetos interactuantes reafirman siempre la propia definición de la relación y rechazan la de los demás. El riesgo es la ruptura de la relación.

En la situación del psicólogo que actúa en al institución, si quiere ser un promotor de cambios, a el le corresponde definir la relación y hacerla aceptar. Para lo cual no podrá asumir una actitud de arrogante superioridad, sino adoptar la actitud de quien no puede actuar sin la colaboración de los demás. Sino plantea el problema de la definición de la relación, corre el riesgo de que los demás definan la relación con el y a el no le quede otra alternativa que ser el sujeto pasivo.

El deber número uno del psicólogo escolar es caracterizar de antemano la relación, definiéndose, especificando sus propios conocimientos y posibilidades, delimitando los ámbitos de intervención y declarando de modo explícito aquello que no sabe, no puede o no tiene la intención de hacer.

El deber numero dos es establecer las pautas según las cuales se estructurará la comunicación a fin de que esta sea recibida y perdure. Dicho de otro modo, establecer como se logrará que los interlocutores reciban de un modo correcto la definición que el psicólogo da de si en la relación con los directivos de la escuela y por otra parte lograr que esta se mantenga estable.


CONTEXTO Y MARCADOR DEL CONTEXTO

CONTEXTO: ámbitos de situaciones interaccionales en que se emite un mensaje y especifica su contenido.

Por lo tanto, un mismo contenido puede variar de significado de acuerdo con la situación contextual.

Además, toda situación implica la presencia de un código de restricciones sociales interpersonales (reglas) que limita y define un repertorio de significados posibles. El contexto da sentido a la comunicación. El significado de toda comunicación surge de la matriz contextual en la que se produce y que define.

Los tres contextos más inadecuados para el psicólogo son el evaluativo-judicial, terapéutico o de asesoramiento pedagógico.

Es de competencia específica del Psicólogo escolar promover comunicaciones funcionales.
Su actuación con los directivos apunta en lo esencial a aspectos transaccionales y en segundo plano a los de contenido.
No debe marcar ni aceptar contextos disfuncionales.
Debe dar prioridad a la funcionalidad de las comunicaciones comenzando por dar definiciones claras de sí mismo y de su relación con los interlocutores, y también de las limitaciones de las propias posibilidades y capacidad para contribuir a la solución de los problemas.
CONTEXTO: situación precisa que conlleva una determinada finalidad o propósito y una cierta distribución de los roles.

El psicólogo debe tratar de definir el contexto adecuado a la competencia del psicólogo escolar como “contexto colaborador o de mesa redonda”. Si de entrada el psicólogo se define como complementario y necesitado de la información y conocimientos que pueden proporcionar los demás, implícitamente define a sus interlocutores como pares y los invita a cada uno en el marco de su competencia, a formar una alianza que apunta a un objetivo común.

El hecho de presentarse despojado de toda arrogancia, sabedor de las dificultades y dispuesto a cooperar es una conducta tendiente a lograr efectos precisos para estructurar un contexto colaborador y por lo tanto funcional.

 Freud: Psicología de las masas y análisis del yo


Introducción


En la vida anímica individual aparece integrado siempre afectivamente “el otro”, como modelo, objeto, auxiliar o adversario y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo psicología social en un sentido amplio, pero plenamente justificado.


IV Sugestión y libido


Un individuo integrado a una masa, experimenta, bajo la influencia de la misma, una modificación a veces muy profunda de su actividad anímica., Su afectividad queda extraordinariamente intensificada y su actividad intelectual se limita. Ambos procesos tienden a igualar al individuo con los demás de la multitud.

Este fenómeno no se explica simplemente por la intervención de factores racionales, como intimidación o instinto de conservación. Tampoco usaremos el término sugestión, ya que es un término vago que no dice nada en concreto.

Se introduce la idea de libido y se postula que los lazos afectivos existen también en la esencia del alma colectiva y que es ésta la que se oculta detrás de la sugestión. Cuando el individuo englobado en la masa renuncia a lo que le es personal, tenemos la impresión de que lo hace por sentir en él la necesidad de hallarse de acuerdo con ellos y no en oposición, esto es, por “amor a los demás”.


V Dos masas artificiales: la iglesia y el ejercito


La iglesia y el ejercito son masas artificiales, esto es, masas sobre las cuales actúa una coerción exterior encaminada a preservarlas de la disolución y a evitar modificaciones de su estructura. En ambas reina una misma ilusión: la ilusión de la presencia visible o invisible de un jefe que ama por igual a todos los miembros de la colectividad. De esta ilusión depende todo y su desvanecimiento traería consigo la disgregación de la Iglesia o el Ejercito, en la medida en que la coerción exterior lo permitiese.

Cristo es un bondadoso hermano mayor, una sustitución del padre. De este amor de Cristo derivan todas las exigencias de que se hace objeto al individuo creyente y el aliento democrático que anima a la Iglesia depende de la igualdad de todos los fieles ante Cristo y su idéntica participación en el amor divino. En el lazo que une a cada individuo con Cristo hemos de ver indiscutiblemente la causa que une a los individuos entre si. Análogamente sucede en el Ejército. El jefe es el padre que ama a todos sus soldados razón por la cual estos son camaradas el uno del otro.

En las dos masas artificiales se halla el individuo doblemente ligado por lazos libidinosos, en primer lugar al jefe y además a los restantes miembros de la colectividad.

El fenómeno del pánico que se presenta cuando la multitud comienza a disgregarse y se caracteriza por el hecho de que las ordenes de los jefes dejan de ser obedecidas, no cuidándose ya cada individuo sino de si mismo. Rotos los lazos recíprocos, surge un miedo inmenso e insensato. La esencia del pánico está precisamente en carecer de relación con el peligro que amenaza y da cuenta del desgarramiento de los lazos afectivos que hasta entonces disminuían a sus ojos el peligro.

El miedo del individuo puede ser provocado por la magnitud del peligro o por la ruptura de lazos afectivos. Este último es el caso de la angustia neurótica.

Sin que el peligro aumente, basta con la pérdida del jefe para que surja el pánico ya que con el lazo que los ligaba al jefe desaparecen generalmente los que los ligaban a los individuos entre sí y la masa se pulveriza.


VII La identificación


Identificación primaria: Es al padre en ambos sexos. Es ambivalente pues se da en la fase oral canibalística. Es previa a toda elección de objeto.

En el síntoma histérico pueden darse distintas identificaciones. (1)Una identificación con la madre, que puede resultar de dos procesos distintos: puede ser la misma que en el complejo de Edipo, puede representar el deseo de sustituirla, pero bajo la influencia directa de la conciencia de culpabilidad, se identifica con el síntoma, sufriendo como la madre. (2) Pero también puede suceder que el síntoma sea el mismo de la persona amada. Así Dora imita la tos de su padre. La identificación ha ocupado el lugar de la elección de objeto, transformándose por esta regresión en una identificación.

(3) Un tercer caso, particularmente significativo de la formación de síntomas es en el que la identificación surge cuando un sujeto descubre en sí un rasgo común con otra persona que no es objeto de sus intenciones sexuales, es independiente de toda carga libidinosa. Uno de los yoes advierte la analogía y se produce una identificación al síntoma patógeno.


VIII Enamoramiento e hipnosis


El enamoramiento se da cuando se conjugan instintos libres e instintos coartados en su fin. En este caso se da la “superestimación sexual”, dada por la idealización, en la que el objeto es tratado como el propio yo del sujeto, el enamoramiento pasa al objeto una parte considerable de la libido narcisista, en algunos casos el objeto amado llega a sustituir al ideal y amamos al objeto a causa de las perfecciones a las que hemos aspirado para nuestro propio yo.

El objeto ha devorado al yo, y genera un empobrecimiento y una tendencia a la propia aminoración. Esto se da más en el amor no correspondido, ya que no hay satisfacción sexual que disminuya la superestimación del objeto. En estos casos el objeto ha ocupado el lugar del ideal del yo.

La diferencia entre idealización e identificación es que en esta última el yo se enriquece de las cualidades del otro, y en la primera se empobrece. En la identificación el objeto es abandonado y reconstruido en el yo, en el otro caso, el objeto subsiste pero dotado de cualidades por el yo y a costa del yo.

Del enamoramiento a la hipnosis no hay gran distancia, se comprueba el mismo renunciamiento a toda iniciativa personal y es evidente que el hipnotizador se ha situado en el lugar del ideal del yo.

En las masa primarias, que poseen un caudillo, pero no se han organizado demasiado, se trata de una reunión de individuos que han reemplazado su ideal del yo por un mismo objeto y a consecuencia de ello se ha establecido una general y recíproca identificación del yo


X La masa y la horda primitiva


La masa nos muestra la resurrección de la horda primitiva.

Los individuos componentes de una masa precisan todavía la ilusión del jefe que los ama a todos por igual mientras que el jefe no necesita amar a nadie, puede erigirse como dueño y señor y aunque absolutamente narcisista, se halla seguro de si mismo y goza de completa independencia.

El padre primitivo impedía a sus hijos la satisfacción de sus tendencias sexuales, y por consiguiente a titulo de derivación les imponía lazos afectivos que los ligaban a él y luego entre ellos.

En las masas artificiales, también se revive la horda primitiva, el amor del padre no es sino la transformación idealista de los hijos que se saben igualmente perseguidos por el padre, que inspira a todos el mismo temor. El caudillo es aún el temido padre primitivo, la masa quiere siempre ser dominada por un poder ilimitado. El padre primitivo es el ideal de la masa y este ideal domina al individuo, sustituyéndose a su ideal del yo.






KAES: Realidad psíquica y sufrimiento en las instituciones


Espacio psíquico institucional interno - externo: comparable a la pulsión. Se trata de dos conceptos límites que articulan, por vía del apuntalamiento, el espacio psíquico a sus dos bordes heterogéneos: el borde biológico, que la experiencia corporal actualiza, y el borde social, actualizado por la experiencia institucional.

Pensar la institución requiere el abandono de la ilusión monocentrista, la aceptación de que una parte de nosotros no nos pertenece en propiedad: cuarta herida narcisista. La vida psíquica no está centrada exclusivamente en un inconsciente personal, que sería una especie de propiedad privada del sujeto singular. Paradójicamente, una parte de él mismo, que lo afecta en su identidad y que compone su inconsciente, no le pertenece en propiedad, sino a las instituciones en que él se apuntala y que se sostienen por ese apuntalamiento.

Una dificultad específica para incluir la institución como objeto posible en el campo del psicoanálisis depende del hecho de que ella es un objeto heterogéneo respecto de ese campo y obedece a leyes propias a su orden.

La institución es una formación de la sociedad y de la cultura. Se opone a lo establecido por la naturaleza. Cada institución tiene una finalidad dentro de tres grandes funciones: jurídico - religiosas, defensivas o de ataque y productivas - reproductivas.

Castoriadis: opone y articula lo instituyente y lo instituido. El acento recae sobre la manera de ser bajo la cual ella se da, a saber, lo simbólico. Establece el carácter fundamentalmente bífido, social e individual, de lo imaginario.

Lo imaginario individual (o radical) preexiste a y preside toda organización de la pulsión. Lo imaginario social está en la fuente de la institución y en la base de la alienación: la alienación es el momento en que lo instituido domina a lo instituyente.

Lo imaginario social no es inmutable, es actor y motor de la historia. Lo social histórico es un producto de lo imaginario social.

Lapassade: la organización tendría un carácter contingente y concreto, dispondría no de finalidades sino de medios para lograrlas.

Pero, la institución no es solamente una formación social y cultural compleja. Realiza funciones psíquicas múltiples para los sujetos singulares, en su estructura, su dinámica y su economía personal. Moviliza cargas y representaciones que contribuyen a la regulación endopsíquica y aseguran las bases de la identificación del sujeto al conjunto social.

Hay tres aspectos del pensamiento de Freud necesarios a retomar:

Tótem y Tabú: por un lado el momento de la creación de la cultura posterior al asesinato (lugar de la ley). Por otro lado lo que Freud llamaba psique de masa o psique de grupo. Se trata de la transmisión psíquica transgeneracional. La idea de que los acontecimientos psíquicos importantes para una generación, encuentran maneras de pasar a las generaciones siguientes. Como resultado del banquete totémico se constituye un nuevo modo de conjunto que es la organización social en forma de alianza entre hermanos: surgimiento de la legalidad social: ley, moral, religión y culpa.
Psicología de las Masas: la problemática identificatoria para pensar el pasaje del sujeto singular al grupo del que forma parte. Es la identificación colectiva su estructura libidinal concomitante. Es un movimiento comandado desde el Ideal.
El Malestar en la Cultura: la renuncia pulsional, donde la energía psíquica es desviada al investimiento de la comunidad de derecho. Se renuncia a un plus de felicidad a cambio de seguridad y pertenencia.
Institución: formación de la sociedad y la cultura abordable por las ciencias sociales.

Para Kaes: la institución es una FORMACIÓN PSÍQUICA pluridimensional y heterogénea.

Existen dos vías de estudio: la estructura psíquica de las diversas formaciones sociales y otra que apunta al sujeto singular como integrante de determinadas formaciones. Un ejemplo es la familia:

Permite al sujeto singular constituirse como psiquismo parcialmente autónomo
Realidad psíquica del conjunto por transformación - circulación de psiquismos singulares.
Se pueden concebir entonces tres modos de trabajo - investigación:

La institución como objeto de investimiento para cada sujeto. Relación objetal, qué papel juega en la economía psíquica del sujeto
La vida psíquica de la institución. Función de depósito y de proveedora.
El espacio propio de la vida institucional como FORMACIONES INTERMEDIARIAS comunes al sujeto y al grupo:
Constituyen el aparato psíquico grupal que acopla psíquicamente los sujetos en y con el grupo.
Ficción compartida, construcción narcisista común, garantizada por la ideología y su representante histórico
Algunas de estas formaciones intermediarias son el contrato narcisista y el pacto de negación.

El contrato narcisista articula tres cuestiones básicas:

La idea de la doble lógica constitutiva del sujeto singular. Esto es: el sujeto tendiendo a su propio fin (satisfacción pulsional) y el sujeto como parte de la cadena intergeneracional,
La idea de considerar a los hijos como posibilidad de cumplimiento de los sueños de deseo irrealizados de los padres
El carácter bifronte de las formaciones del ideal, en tanto que funcionan como algo del orden de lo público y lo privado simultáneamente.
Entonces, los términos del contrato narcisista exigen que cada sujeto singular ocupe un lugar ofrecido por el grupo y significado por el conjunto de las voces que, antes de cada sujeto, desarrollaron un discurso conforme al mito fundador del grupo.

El pacto de negación es el reverso del contrato narcisista. Alude a hecho necesario de que para el sostenimiento del vínculo social siempre hay algo que debe quedar en la negatividad, soslayado, pues su irrupción comprometería a ese vínculo tal como ese vínculo es. Hay operaciones psíquicas al servicio de ese apartamiento, sostenidas conjuntamente por los integrantes del vínculo, que pueden tomar la forma de la represión, la denegación, la desmentida.

El pacto hace callar a los diferentes. Es un acuerdo tácito inconsciente. Él mismo es reprimido.

Sufrimiento y Psicopatología en las Instituciones:

Pueden distinguirse tres cuentes de sufrimientos:

Una es inherente al hecho institucional mismo. Se vincula con el malestar en la cultura de Freud. Es el precio que se paga en beneficio de vivir en relación con los otros.
Otra, a tal institución particular, a su estructura social y a su estructura inconsciente propia. Habrá que considerar su dinámica, su funcionamiento y su historia.
Otra, a la configuración psíquica del sujeto singular. Son los padecimientos a poner en la cuenta de cada uno en su relación con la institución.
Kaes ubica al sufrimiento institucional como una vía regia para acceder al carácter de esas formaciones intermediarias reguladoras psíquicas del vínculo y sus avatares.

Un enfoque institucional tendrá en cuenta principalmente el segundo modo de sufrimiento. Puede ser también que el padecimiento del sujeto singular sean indicadoras de algo de orden institucional

LA INSTITUCIÓN NO SUFRE. Nosotros sufrimos de nuestra relación con la institución, en esa relación. Hablar del sufrimiento de la institución es una manera de designar esta relación en nosotros, evacuándonos como sujeto, activo o pasivo. Designamos así, por proyección, lo que sufre en los sujetos de la institución: la institución en nosotros, lo que en nosotros es la institución, es lo que sufre. Respecto de esto el psicoanalista puede estar atento.


Kaes: Realidad psíquica y sufrimiento en las Instituciones


Dificultades para constituir a la institución como objeto de pensamiento por los aspectos psíquicos que entran en juego en nuestra relación con la misma.

Conjuntos de dificultades:

Fundamentos narcisistas y objetales de nuestra posición de sujetos comprometidos en la institución.
Condición de irrepresentable, más acá de la represión. Lo que está en juego es la función de meta marco que desempeña la sociedad y la cultura, pero también ciertas configuraciones de vínculos apropiados para un trabajo psíquico. Este nivel de dificultad revela un descentramiento de la subjetividad. La institución nos precede, nos sitúa y nos inscribe en sus vínculos y sus discursos. Nos estructura y trabamos con ella relaciones que sostienen nuestra identidad. Esta externalización de un espacio interno es la relación más violenta, anónima y poderosa que mantenemos con las instituciones. En las instituciones, el trabajo psíquico incesante consiste en reintegrar esta parte irrepresentable a la red de sentido del mito y en defenderse contra lo uno institucional necesario e inconcebible. (institución como no sí mismo en el sujeto)
Institución como sistema de vinculación en el cual el sujeto es parte interviniente y parte constituyente. Pensar la institución requiere el abandono de la ilusión monocentrista. Sistema polinuclear y ensamblado en el cual, por ejemplo, el continente del sujeto es el contenido de una meta continente. En las instituciones se cumple un esfuerzo constante para construir una representación de las instituciones. Este trabajo colectivo de pensar cumple una de las funciones capitales de las instituciones, consistente en proporcionar representaciones comunes y matrices identificatorias (modernidad: crisis por falta de cumplimiento de las instituciones de continuidad y regulación)


Las instituciones no son inmortales, el orden que imponen no es inmutable, los valores que proclaman son contradictorios y niegan lo que las funda. Lo mudo y lo inamovible en ellas se imponen a nuestra conciencia como aquella parte de nosotros mismos que nos era ajena y que se había depositado allí.

La institución nos pone frente a una cuarta herida, también narcisista. La vida psíquica no está centrada exclusivamente en un ICC personal. Una parte de él mismo, que lo afecta en su identidad y que compone su ICC, no le pertenece a su propiedad, sino a las instituciones en que él se apuntala y que se sostienen por ese apuntalamiento. También existen beneficios narcisistas.


La cuestión de la institución en el campo del psicoanálisis


La institución es un objeto heterogéneo y obedece a leyes propias de su orden. Es antes que nada, una formación de la sociedad y de la cultura, cuya lógica propia sigue. Es el conjunto de las formas y las estructuras sociales instituidas por la ley y la costumbre: regula relaciones, nos preexiste y se impone a nosotros, se inscribe en la permanencia. Cada institución tiene una finalidad que la identifica y distingue. (plurifuncionalidad) La representación mítica compartida, la función del ideal, el proceso implícito de regulación social, sobre estas dimensiones la institución asegura su subsistencia y constituye para sus sujetos el trasfondo de continuidad sobre el que se inscriben los movimientos de su historia y de su vida psíquica.

Sobre los procesos que las instituciones designan, se articulan funciones psíquicas importantes. La institución no es solamente una formación social y cultural compleja. Al cumplir las funciones correspondientes, realiza funciones psíquicas múltiples para los sujetos singulares, en su estructura, su dinámica y su economía personal. Moviliza cargas y representaciones que contribuyen a la regulación endopsíquica y aseguran las bases de la identificación del sujeto al conjunto social; constituye el trasfondo de la vida psíquica en el que pueden ser depositadas y contenidas algunas partes de la psique que escapan a la realidad psíquica.

Un espacio de análisis se da con la hipótesis que la vida psíquica misma supone la institución y que ésta es una parte de la psique. El individuo lleva una doble existencia, en cuanto es en sí mismo su propio fin, y en cuanto es miembro de una cadena a la que está sometido (doble condición del individuo) El doble apuntalamiento de la realidad psíquica en sus dos bordes, corporal e institucional.

Por otra parte, la institución precede al individuo singular y lo introduce en el orden de la subjetividad, predisponiendo las estructuras de la simbolización. Pero la institución es también el espacio extroyectado de una parte de la psique: es a la vez afuera y adentro. Por estos dos procedimientos es que el sujeto es sujeto de la institución y la institución consiste en una doble función psíquica: de estructuración y de receptáculo de lo indiferenciado.

Otra punta de análisis está dada por el espacio psíquico propio de la vida institucional. Para cumplir sus funciones específicas, no psíquicas, la institución tiene que movilizar formaciones y procesos psíquicos, y que los que ella contribuye a formar, o que recibe en depósito, serán solicitados de manera muy particular. La vida pulsional produce y mantiene formaciones psíquicas originales para sus propios fines. Estas formaciones constituyen la posibilidad de espacios psíquicos conocidos y compartidos. Suponen la construcción, utilización o regulación de un aparato psíquico de enlace, aparato psíquico grupal, que permite pensar el ordenamiento específico de la realidad psíquica del sujeto singular y el de la realidad psíquica que emerge como efecto del agrupamiento.

El aparato psíquico grupal, alianzas ICC y la cadena asociativa grupal son construcciones destinadas a dar cuenta de las formaciones y procesos psíquicos ICC movilizados en la producción del vínculo y del sentido. Tales formaciones aseguran la articulación entre la economía, la dinámica y la tópica del sujeto singular y la formada por el conjunto.

No se localiza el ICC en el espacio psíquico singular sino en los lugares donde se producen los pasajes constitutivos de la realidad psíquica: en las formaciones del vínculo Inter. Y transubjetivo.


La institución vincula, reúne y administra formaciones y procesos heterogéneos: sociales, políticos, culturales, económicos, psíquicos. Lógicas diferentes funcionan en espacios que se comunican e interfieren. La institución constituye además el lugar de una doble relación: el sujeto singular con la institución y de un conjunto de sujetos ligados por y en la institución.

En las instituciones una gran parte de las cargas psíquicas está destinada a hacer coincidir en una unidad imaginaria estos órdenes lógicos diversos y complementarios, para hacer desaparecer la conflictividad que contienen. Las instituciones fomentan la sinergia de estas cargas y de todas las formaciones que producen la ilusión de la coincidencia, hasta que la irrupción violenta de lo reprimido o lo negativo hace volar los pactos ICC que sellan el consenso, revelan las lógicas que estaban disimuladas en las formaciones comunes, tan necesarias para los sujetos singulares como para el conjunto.

La capacidad de las instituciones para tolerar el funcionamiento de los niveles relativamente heterogéneos, constituye la base de su función metafórica. Esta capacidad posibilita la constitución de un espacio psíquico diferenciado. El trabajo psicoanalítico puede tener como objetivo restablecer esa función.


Formaciones Intermedias y Espacios comunes de la realidad psíquica


Las formaciones y los espacios psíquicos comunes que la institución fomenta, produce y administra, a partir de las cargas que ella exige a los sujetos. Recíprocamente los beneficios e intereses que ellos encuentren allí, el sufrimiento y el goce deben ser evaluados.

Formaciones psíquicas intermediarias entre el espacio psíquico del sujeto singular y el espacio psíquico constituido por su agrupamiento en la institución, no pertenecen como propiedad ni al sujeto singular ni al grupo, sino a la relación entre ellos. Poseen un carácter bifronte; la reciprocidad que inducen entre los elementos que ligan, la comunidad que consolidan mediante pactos, contratos y consensos ICC, articulan de esa manera las relaciones del elemento y el conjunto en figuras diversas.

Las formaciones psíquicas contribuyen al fundamento psíquico de los conjuntos sociales, a la vez que constituyen el fundamento de nuestra psique. Tienen que ver con el reparto del placer y los medios puestos en común mediante la realización del deseo, la renuncia pulsional exigida por el advenimiento de la comunidad y la seguridad de sus sujetos. Cada una de estas formaciones asegura, solidariamente con las otras, las condiciones psíquicas de la existencia y la vida de la institución. Contribuyen a su permanencia y su capacidad para engendrar continuidad. Toda crisis o falla de estas formaciones intermediarias, pone en cuestión la institución y la relación de cada uno con ella; libera energías mantenidas en sus redes o paraliza cualquier invención vital de nuevas relaciones.


El grupo como comunidad de cumplimiento del deseo y de la defensa


La institución plantea la identificación como formación intermediaria que mantiene reunidos a los sujetos a la institución. El grupo a la manera de un sueño es una manera del cumplimiento del deseo ICC. Las modalidades grupales de cumplimiento del deseo individual ponen a la vista la estructura mixta paradójica de las formaciones intermediarias, las lógicas cruzadas, los órdenes diferentes. El agrupamiento asegura la comunidad de cumplimiento del deseo y de la defensa contra el deseo.

La transmisión ínter subjetiva es una modalidad de cumplimiento del deseo, no solamente en la medida en que el sujeto se identifica con el deseo o con el síntoma del otro, sino porque existe allí un deseo compartido: el deseo del deseo del otro o el deseo de una defensa común contra el deseo.

El grupo, en cuanto formación intermediaria, es lo que en el seno de la institución vincula entre sí, en una realización de tipo onírico y por la comunidad de síntomas, fantasmas e identificaciones, a los sujetos a la institución, de manera que puedan cargar en ella sus deseos reprimidos y encontrar los medios deformados, desviados, de realizarlos o de defenderse contra ellos. De este modo se ligan a la institución, a su ideal, a su proyecto, a su espacio.

El fundar una institución, hacerla funcionar, transmitirla no puede estar sostenido más que por organizaciones ICC en los cuales se encuentran aprehendidos deseos que la institución permite realizar.


El trueque de una parte de la felicidad posible a cambio de una parte de la seguridad: Renuncia pulsional y advenimiento de la comunidad civilizada.


Según Freud, hay tres fuentes de sufrimiento humano: la potencia abrumadora de la naturaleza, la caducidad del propio cuerpo y el de origen social. La vida en común solo resulta posible cuando una pluralidad logra reunirse en un conjunto más poderoso que cada individuo particular y se mantiene unida frente a cualquier individuo singular.

Aparece la necesidad de la renuncia, cada cultura está construida sobre la represión de las pulsiones y sobre el renunciamiento: “ cada individuo ha cedido una parte de su propiedad, de su poder soberano, de las tendencias agresivas y vindicativas de su personalidad”; “El hombre civilizado ha trocado una parte de felicidad posible contra una parte de seguridad” (El Malestar en la Cultura)

La comunidad en cuanto derecho protege al individuo contra la violencia, impone la necesidad y hace posible el amor. Lo que Freud describe es una entidad bifronte: renuncia a las pulsiones y advenimiento de la comunidad basada en el derecho tienen una función y una significación en el espacio psíquico del agrupamiento institucional. Todas las instituciones están dotadas de un sistema interpretativo de la ley fundamental, a través del cual se plantean y resuelven algunas de las relaciones entre las exigencias pulsionales de los individuos y la salvaguarda del interés común.


La permanencia, la afiliación y el sostén del sujeto singular en el estar junto: el contrato narcisista.


La institución tiene que ser permanente: con ello asegura las funciones estables que son necesarias para la vida social y la vida psíquica. Para el psiquismo, la institución está, como la madre, en el trasfondo de los movimientos de discontinuidad que instaura el juego del ritmo pulsional y de la satisfacción. No se trata solo de que la institución tiene que ser estable; el intercambio social y los movimientos que lo acompañan exigen de su función que ella lo estabilice. Esta es la función de lo instituido. Las dos formaciones psíquicas intermediarias mixtas contribuyen a esta permanencia.

La institución se funda sobre el doble estatus del narcisismo y sobre estas formaciones intermediarias trans- psíquicas en la medida en que sostienen la relación necesaria entre el sujeto singular y el conjunto.

El individuo es en sí mismo su propio fin, y es al mismo tiempo miembro de una cadena a la que está sometido.
Los padres hacen de su hijo el portador de sus sueños de deseo no realizados y que el narcisismo primario del hijo se apoya en el de sus padres.
El Ideal del yo es una formación común a la psique singular y a los conjuntos sociales.


El concepto de contrato narcisista generaliza estas propuestas y explica relaciones correlativas del individuo y el conjunto social: cada recién llegado tiene que cargar al conjunto como portador de la continuidad y recíprocamente, con esta condición, el conjunto sostiene un lugar para el elemento nuevo. El contrato exige que cada sujeto singular ocupe un lugar ofrecido por el grupo y significado por el conjunto de las voces que, antes de cada sujeto, desarrollaron un discurso conforme al mito fundador del grupo. Cada sujeto tiene que retomar este discurso de alguna manera, mediante el que se conecta con el antepasado fundador. Cuando la institución no sostiene más el narcisismo de sus sujetos, esta es atacada a su vez. La crisis adquiere la significación de amenaza contra el vínculo con el conjunto, en la medida en que el sujeto podría no mantener de hecho su lugar, y poner en cuestión el orden común sobre el que se ha fundado narcisisticamente su propia continuidad. La adherencia narcisista al objeto institucional común concierne al origen común de los sujetos ligados en el fantasma familiar. Esta adherencia supone que cada cual es capaz de poner en peligro el objeto compartido, desde el momento en que se apropia de una parte.


Sufrimiento y psicopatología en las Instituciones


A través de la explicación de las formaciones psíquicas del vínculo (entidades bifrontes), fue posible establecer lo que la institución exige de los sujetos y lo que propone a cambio, qué aspectos de la realidad psíquica reciben cargas en la institución y cómo de esa manera pueden inducirse espacios nuevos.


Sufrimiento de/ en las instituciones


El sufrimiento y psicopatología desarrollada en las instituciones son los que nos permiten conocer esos procesos y esas formaciones. Pueden distinguirse tres fuentes de sufrimiento:

una inherente al hecho institucional mismo
otra relacionada a una institución en particular
configuración psíquica del sujeto singular
Debe distinguirse también el sufrimiento ligado a la vida misma (distancia entre objeto y deseo; división del sujeto mismo…), que lleva un trabajo psíquico, especialmente mediante el desarrollo de mecanismos de defensa y la búsqueda de satisfacciones superiores. La falla de estos mecanismos termina en la destrucción del sujeto, el objeto y del vínculo. Este sufrimiento es patológico: en las instituciones como en otras partes, paraliza y deteriora el espacio psíquico interno y los espacios comunes. Las instituciones disponen de mecanismos de defensa que son un apoyo a las defensas de los sujetos singulares para evitarles el sufrimiento (están asociados a las funciones del pacto de negación y a las disposiciones contractuales de protección contra lo negativo)

El espacio institucional es escena también de sufrimientos propios de los sujetos en su singularidad, que quizás la institución revela y controla. La misma efectúa la gestión de otros sufrimientos distintos de los que son suscitados por el vínculo que ella organiza y por las cargas que requiere (el sufrimiento actual no se resuelve siempre en la historia singular sino que puede estar anclado en la red del vínculo)

La institución no es la que sufre, sino nosotros sufrimos de nuestra relación con ella, lo que en nosotros es la institución. Sufrimos por el hecho institucional mismo, en razón de los contratos, pactos, comunidad y acuerdos que nos ligan conscientemente en una relación asimétrica, desigual. Sufrimos por el exceso de institución pero también por su falta, por su falla en cuanto a garantizar los contratos, en hacer posible la realización de la tarea primaria.


Sufrimiento de lo inextricable y patología institucional


Lo inextricable aparece en todas las situaciones en que prevalece la confusión de los elementos o la indiferenciación del elemento y del conjunto, espacios psíquicos indiferenciados, confusión de las formaciones, gracias a una abolición de los límites del sí mismo. Nos vemos confrontados con nuestros núcleos indiferenciados.

Otro aspecto de la patología es el desarrollo de estados pasionales: intenso sufrimiento psíquico que se experimenta en ella y el desborde fuera de sí de la capacidad de contener y ser contenido.

Lo que provoca tales estados puede ser casi siempre referido a un cambio y/o amenaza de cambio. Todas las formaciones intermedias que formas el ICC de la institución resultan amenazadas.


Sufrimiento asociado con una perturbación de la fundación y de la función instituyente
La mayoría de estas perturbaciones pueden ser referidas a las fallas de las funciones contractuales implicadas en la función instituyente. Las fallas se manifiestan por exceso, defecto o inadecuación, que entre la estructura de la institución y la de la tarea primaria, culminan en sufrimiento ligado a la institución en su singularidad.

Otra fuente de sufrimiento está ligada a la falta de ilusión institucional, que priva a los sujetos de una satisfacción importante y debilita el espacio psíquico común que han de sostener el proyecto de la institución.

Todas las fallas contractuales pueden considerarse un sufrimiento de la fundación y de la función instituyente.


El sufrimiento asociado a las trabas a la realización de la tarea primaria.


Esta tarea funda la razón de ser de la institución, su finalidad, la razón del vínculo que establece con sus sujetos. Casi siempre hay otras tareas que pueden competir o contradecir a la primaria, siempre que la institución lo tolere. Las trabas a la realización de la tarea primaria son ataques contra la comunidad en el cumplimiento del deseo que sostiene la representación- meta ICC común a los sujetos de la institución.


El sufrimiento asociado con la instauración y mantenimiento del espacio psíquico
El espacio psíquico en la institución se reduce con la prevalencia de lo instituido sobre lo instituyente, con el desarrollo burocrático contra el proceso, etcétera. El apartamiento entre cultura de institución y el funcionamiento psíquico inducido por la tarea está en la base de la dificultad para instaurar o mantener un espacio de contención, transformación y de conexión.

La institución no es solamente el lugar del cumplimiento imaginario del deseo reprimido. Es también la ocasión para organizar las defensas contra ellos. Produce defensas específicas contra lo que vendría a poner en peligro su existencia o la relación de los sujetos con la tarea primaria que los reúne. La institución asegura el sistema meta-defensivo para los sujetos individuales y los grupos que la constituyen. Integran la cultura de la institución su tarea primaria, su sistema de relación y de expresión, sus mecanismos de defensa. La manera como cada cual se sirve del espacio psíquico y la manera como la institución posibilita esta utilización caracteriza la cultura y manera de funcionar de la institución. Si la misma no proporciona ese apoyo meta-defensivo, son atacadas por sus miembros cuya angustia se incrementa sin que haya recursos a los que apelar y los pone frente a un sufrimiento intenso, inextricable, catastrófico.

Schejter: Psicología institucional en las organizaciones de la salud


Esta es una época de profundas transformaciones sociales que exigen planificar el cambio en los organismos efectores de la salud.

La crisis de los ideales moviliza los afectos y exacerba su intensidad. Surgen contradicciones entre el decir y el hacer, se enfatizan las diferencias entre sectores e intereses y consecuentemente, las luchas de poder por afirmar la propia supremacía. Los conflictos derivados de la crisis pueden ser una oportunidad para develar las causas que los motivan y los distintos puntos de vista sobre esto. Produciendo así un conocimiento que incluye las emociones en juego.


La consultoría parte de la elaboración de un diagnóstico de la situación en su conjunto con los propios integrantes de la institución y diseña las condiciones y recursos para afrontar los problemas que se hayan identificado. Para esto se define cuál es el objetivo del trabajo, con quienes se trabajará en una primera etapa, durante qué lapso y con qué modalidades técnicas: entrevistas individuales, encuentros grupales, talleres, espacios de investigación sobre la tarea, etc.

La instancia grupal es la herramienta básica del trabajo de consultoría. El análisis de los modos de interacción favorece el descubrimiento de errores y dificultades compartidas y permite que surja el diálogo y del aprendizaje mutuo, soluciones no visualizadas antes.

Dado que los propios integrantes de la institución son el instrumento de trabajo, el conocimiento del funcionamiento de los grupos es una clave, para ellos mismos y para la conducción.

El reconocimiento de la insatisfacción que generan las modalidades vigentes en las prácticas y la percepción de la necesidad de cambio, convierten el cuestionamiento de las prácticas instituidas y la apertura a otros modos de enfocarlas en un objetivo central de la tarea del psicólogo institucional.


Ventre: Dimensiones del poder


Shelemenson: La lógica de su concepción del poder es geométrica: piramidal, de arriba hacia abajo, en tanto que su análisis respeta los ejes, vertical- horizontal.

Para Shelemenson el análisis debe prestar atención a las diferentes estructuras que se presentan en una organización (formal, presunta, existente y requerida).

La divergencia entre estas crean los desajustes que provocan los conflictos, provocando un funcionamiento poco efectivo de la organización.

Al ser una concepción que se centra en las estructuras instituidas y el cumplimiento de las funciones normalizadas , toda situación que genere conflicto es pensada como disfuncional al sistema. Sus intentos apuntan a descubrir las fallas, los desajustes y encausarlos hacia una resolución constructiva, que permita reestablecer el equilibrio perdido.

Su lectura privilegia:

Establecer el perfil requerido para los roles de conducción.
Detectar interferencias, que se presenten por errores organizativos entre niveles jerárquicos.
Investigar los obstáculos por mala comunicación entre grupos o sectores.
Resolver conflictos por superposición de tareas.
Proponer recursos de capacitación para aumentar la eficiencia del personal.
Señalar vacíos de autoridad por fallas en la adecuación al rol.


Guattari: (análisis de transversalidad) Para él, las descripciones aparentemente racionales del análisis organizacional, solo intentan mantener las estructuras instituidas. La meta para él es establecer una comunicación máxima entre diferentes niveles y en diferentes sentidos, que se organicen otros recorridos, no prefijados ni instituidos, que se hagan visibles las relaciones transversales. Relaciones ignoradas que al ser visualizadas y elaboradas por los actores institucionales, introducen el tema de las desigualdades y las asimetrías existentes.

El propósito del análisis transversal es:

Un análisis que permita tomar la palabra a los integrantes, sin tener en cuenta los roles y relaciones existentes.
Hacer visibles los atravesamientos que determinan las propias prácticas y relaciones de poder instituidas.
Lograr que cada uno pueda descubrir su “grado de ceguera”, para poder redefinir su rol.



Foucault: Su conceptualización de los “dispositivos de dominación” intenta:


Encontrar mediaciones entre micro poderes (relaciones locales de dominación) y macro poderes (instituciones y aparatos del estado).
Hacer inteligible sus condiciones de posibilidad, funcionamiento y transformaciones, a lo largo del tiempo, a partir del análisis de las prácticas efectivas y las consecuencias que estas producen.


Para él cada época histórica pone en funcionamiento mecanismos novedosos y específicos, para lograr el disciplinamiento de los actores sociales y la cohesión colectiva.

Todos los dispositivos de poder (educacionales, militares, penales, de salud, etc.) tienen ciertas características comunes:

Arquitectónicas: El panóptico que asegura una vigilancia permanente, capas de hacerlo todo visible con la condición de hacerse a si misma invisible.
Procedimientos que utiliza: Clasificar, contabilizar, cuantificar, observar, verificar.
Diseminación: Múltiples focos de pequeños ejercicios del poder: celadores, preceptores, jueces, pedagogos.


Se trata de la meticulosa construcción de una red de instituciones y tecnologías al servicio de una nueva mecánica de poder, ejercida sobre los cuerpos, los movimientos, los deseos, en base a estrategias como:

Localizar en espacios acotados grandes contingentes humanos.
Establecer y perfeccionar procedimientos de vigilancia, encierro y control de comportamientos y actividades.
Generalizar sus aplicaciones a todos los ámbitos para asegurar sus efectos en el conjuntos social.


Estas estrategias promueven el nacimiento de diversas ciencias: pedagogía, criminología, didáctica, etc., posibilitan la aparición de nuevos técnicos que acompañan las nuevas formas de poseer.

Definirán un código normativo en el campo de las ciencias humanas, poder y saber, permanecen unidos de forma ineludible. El poder produce saber, que se acumula y utiliza para sus fines.

No lo entiende como un sistema de dominio polar, dominadores vs. dominados, ,si fuese así las relaciones serían fijas e inalterables. Más bien lo concibe como una producción multiforme de relaciones de dominación locales que pueden ser reforzadas, transformadas, desplazadas, etc.

Los dispositivos de dominación se juegan en términos de fuerzas. Frente a los poderes instituidos siempre aparecen resistencias, que instalan territorios de luchas, líneas de enfrentamiento y pugnas, alianzas, etc. Como en la guerra, los éxitos y los fracasos dependerán de las relaciones de fuerzas, la eficacia de las maniobras y el momento histórico en el que se produzcan.


Foucault sitúa la lectura de la organización en:


Relaciones de fuerzas existentes entre los participantes.
Qué se puede hablar, hacer y donde.
Tipos de discursos teóricos y prácticas efectivas asignados a diferentes sectores.
Qué tácticas implementan los diversos grupos en pugna para que sus enunciados circulen por los diversos espacios de la organización.
Cuáles son considerados saberes legítimos y cuales marginales o “no científicos”.
Cómo está institucionalizada la relación entre quienes transmiten los saberes oficiales y quienes los reciben.
Cómo se desarrollan las pungas por la apropiación y distribución de los bienes económicos y la a legitimación conceptual de sus propios enunciados y prácticas.
Articulaciones entre los mecanismos de poder que se ponen de manifiesto en esa organización con las estrategias de conjunto de los aparatos de poder estatal.


Bourdieu: Según este autor, se piensa y actúa según ciertos esquemas o categorías que determinan qué viviremos como posible, qué como inalcanzable e inclusive como impensable.

El sentido otorgado por los participantes a su actividad en el campo es efecto de lo que Bourdieu denomina violencia simbólica: el desconocimiento basado en el ajuste inconsciente de las estructuras subjetivas a las estructuras objetivas. Cuando se habla de desconocimiento, se refiere a que los agentes aceptan el mundo tal como es porque le aplican estructuras cognoscitivas surgidas de las estructuras mismas de dicho mundo. De esta forma la aceptación de la significación de las experiencias y situaciones, hacen que las conductas se ajusten a las condiciones de funcionamiento, lógicas, y exigencias sociales. Los hábitus determinan así la capacidad diferencial de apropiación y distribución del capital simbólico de los diferentes grupos humanos.

Las luchas en un campo tienen como meta mantener o mejorar la propia posición, los participantes tienen que implementar las reglas del juego acordes con el campo en que se esté. De esta forma todos contribuyen a la continuación del sistema de poder, pues la creencia en el valor en aquello por lo que se lucha, le otorga sentido al participar. Este juego alude a las estrategias simbólicas que se ponen en práctica con el fin de monopolizar las reglas e intereses propios de los grupos dominantes.

Los habitus, al adaptar a los desposeídos simbólicos a la condición de la que son producto, contribuyen a mantener las diferencias sociales existentes.

Aquellos que logran institucionalizar ciertas clasificaciones de distinción y naturalizarlas en un campo, legalizan el derecho y la legitimidad de quienes monopolizan el ejercicio del poder. Los dominantes están en condición de imponer su escala de preferencias, en tanto que controlan los sistemas simbólicos sociales ( escolaridad, medios de difusión, sistemas jurídicos, etc.) construyendo la realidad y generando representaciones que perpetúan lo instituido.

Cualquier acto de palabra es el producto del encuentro entre un habitus y un sistema de relaciones o mercado lingüístico, que impone una producción determinada, sancionando a los que no se amoldan a ella.

Destaca estrategias retóricas como:

los golpes de forma en los usos de los verbos, mediante la cual se convierte el interés de un sector en el interés general,
la elevación del capital monopolizado a la categoría del “único y mejor” , el auto-designarse como interprete legítimo
la estimulación de la valoración de las capacidades singulares de aquellos que ocupan lugares emblemáticos, para que parezca que las desigualdades son producto de las diferencias objetivas entre las personas.



Este tipo de lectura intenta discriminar:


Posición que ocupa en el campo específico y en el contexto social más amplio.
Registrar cuál es el capital simbólico valorado y requerido en él.
Qué relaciones de fuerza se presentan y qué posiciones ocupan los participantes.
Qué estrategias utilizan los integrantes para monopolizar el capital.
Características de los consensos establecidos y las formas de legitimación instituidas.



Ventre: Capitalismo global y control social


¿El nuevo orden?


Pasamos de la fábrica a la compañía virtual, de la idea de nación y empresa nacional a la de “aldea”, del encierro de delincuentes a las penas de “sustitución” y la utilización de artefactos electrónicos que permiten ubicar a su portador esté donde esté, del empleo seguro y estable al trabajo temporal y precario instituyéndose una nueva figura social: el desempleado.

Se produce el pasaje del llamado estado de bienestar, a un estado ausente, que ni retóricamente se plantea tales objetivos, que privatiza sus actividades y que deja librado a la economía de mercado y sus efectos a grandes contingentes humanos, sin protección laboral alguna. La reconversión económica excluye a cientos de miles de sujetos que construyeron su subjetividad en la creencia del valor del trabajo y la educación como garantía del ascenso social.


El trabajo y las nuevas formas de control social


El economista P. Reich hace una categorización de las características del trabajador requerido por el sistema actual:

Servicios rutinarios (la tropa del capitalismo) Su virtud es ser puntuales y dóciles.
Servicios personales: Además deben ser afables.
Servicios simbólicos (investigadores, programadores, ingenieros) Como virtudes deben tener la capacidad de resolver e identificar problemas simbólicos complejos, tienen conocimientos técnicos y acceso a múltiples fuentes de información, capacidad y rapidez en la toma de decisiones, flexibilidad para adaptarse a situaciones cambiantes.


Los sujetos son obligados a demostrar su “flexibilidad” para adecuarse a nuevos aprendizajes según la conveniencia de las empresas, provocando un sentimiento de inseguridad y de “indignidad” hábilmente convertido en control social.

Existe un doble discurso, que por un lado incentiva el gasto y la adquisición permanente de distintos objetos y por el otro apunta a la disminución de los ingresos de gran parte de la población, la cual cuenta con sólo lo indispensable para la subsistencia, acotándose la posibilidad de proyectar en el mediano y largo plazo, ya que para muchos, no parece posible aspirar al cambio de situación en base al trabajo y al propio esfuerzo.

No obstante se están iniciando movimientos sociales de resistencia a estos discursos y prácticas dominantes.


Efectos de los cambios en las dimensiones espacio- temporales


Se modifican las relaciones entre el espacio público y privado, devaluándose el espacio público y estimulándose su privatización. Aquellos espacios colectivos poco rentables son descuidados, la ciudad se va convirtiendo en el imaginario de la población en un territorio exterior, ajeno y peligroso, debilitándose o desapareciendo la responsabilidad singular y colectiva sobre la misma.

Se fragmentan así los lazos que unían a la gente con su trabajo, su entorno, su comunidad y su historia. El barrio, que para amplios grupos humanos servía de anclaje a estilos de vida y valores compartidos, donde se organizaban redes de contención y solidaridades, tienden a quebrarse por el cierre de fuentes de trabajo o la modificación de las formas contractuales que se instituyen.

El hipermercado podría ser el modelo de socialización controlada: un espacio- tiempo homogéneo y anónimo donde el transito de personas, marcas, juegos, espectáculos, todos convertidos en mercaderías, circulan para ser consumidos en el menor tiempo posible. Su instalación provoca el ocaso de los pequeños establecimientos barriales, lugar de adquisición de productos, pero también microespacios de encuentros, intercambios y relaciones colectivas.


El afuera pasa a ser peligroso y el encierro es para los adinerados para protegerse de los “otros”. Se instala un discurso xenófobo que pone el acento sólo sobre las conducta violentas de aquellos que no pueden adaptarse y quedan marginados. Se pide más seguridad para los ciudadanos, que se controle la “migración clandestina”, que se aumenten las medidas represivas, se intensifican los pedidos de “tolerancia cero” hacia los delincuentes, se presiona para promulgar leyes más duras, etc.


¿Nuevas formas de subjetivación? La familia, la sexualidad y el cuerpo.


Se producen cambios que llevan a reconsiderar el sentido de las nociones de paternidad, infancia, maternidad, la “familia nuclear” y las relaciones entre generaciones.

Por un lado las mujeres se han incorporado al trabajo ylas familias patriarcales se han ido debilitando, aunque aún la discriminación por género persiste.


Los cambios familiares alteran:


Las relaciones sociales entre los miembros
La distribución del trabajo doméstico y profesional
La producción y la asociación económica
La responsabilidad en la educación de los hijos
Las identidades sexuales de sus participantes
Su estructura tradicional.


La reproducción se independiza de las funciones sociales, la biología y el sistema social se separan y el modelo heterosexual se debilita, posesionándose como una forma más de vínculo sexual.


Los medios de comunicación


Aunque la revolución de la información crea enormes posibilidades para mejorar las condiciones de vida colectivas, al permitir el acceso a múltiples fuentes de conocimiento, hasta ahora ha provocado un agravamiento de las viejas desigualdades y puede que este generando nuevas. Por un lado el planeta está desigualmente conectado en una red global, por otro, los mercados y los consumidores que son elegidos y estratégicamente segmentado según sus posibilidades económicas, hace que el control de la producción y distribución tecnológica sea una fuente de poder en si misma.




Kaminsky: Una Gramática institucional: Organigramas y diagramas


Una institución singular además de suponer establecimiento de normas, procedimientos, objetivos, presupone también sistemas de comunicación. El hecho de establecer un organigrama formal implica la determinación de posiciones, sentidos, asimetrías y direcciones respecto de la producción, circulación y consumo de la información.

Cuando en una organización no se encuentra expresamente pautado el sistema oficial de comunicaciones, un primer paso analítico para hacerlo evidente puede ser el deducirlo a partir del organigrama. Junto, superpuesto y entrelazado a él (formal y explícito), es siempre posible dibujar un organigrama funcional.

Los poderes y deberes que se establecen en un organigrama, se realizan, actúan y actualizan en función de las posibilidades y debilidades de lo humano instituido (actores institucionales) y de todo aquello que sin serlo, remite en sus previsiones e imprevisiones a lo humano social- institucional.

Organigrama funcional: diagrama de superficie, donde se revelan acciones y sentidos que trazan huellas sobre el plano institucional. Se trata de que antes de pretender revelar el lado incógnito de la institución, revelar todos los pliegues posibles de la misma.

Organigrama Imaginario (no está por debajo de los otros en el sentido de latente, ni más negado o ICC) Es distinto del organigrama funcional en la medida en que no logra realizarse positivamente. No lo hace por no poder encontrar sus propios espacios y formas de oposición a lo ya instituido bajo el modo formal institucional. Las fuerzas que mantienen al organigrama imaginario en tal condición son las de lo instituido. No pertenece al campo de las reparticiones binarias (manifiesto/ latente; CC/ ICC) sino al campo material de lo que se propone en la superficie de las acciones, flujos y reflujos y todos los movimientos de las fuerzas instituidas, instituyentes. Este imaginario se constituye tanto con las fantasías como con lo más creativo, promoviendo ordenamientos distintos que pueden darse o no. Se comunica, se intercomunica, se incomunica sin dejar de ser eficaz y elocuente. Hay grupos que no conciben otra realidad que la propuesta por la institución. Estos grupos objetos suelen sonar con una realidad ideal, realizando en lo imaginario aquellos que no pueden en la realidad en que se inscriben, incluso sin saberlo. Suenan con ser ellos mismos la institución, no reconociendo que otros sujetos y objetos también lo son. Imaginan que existe un lugar que es “la Institución” y aspiran a ocuparlo, sin darse cuenta que ellos son condición para exista la institución. Imaginan otra organización distinta de la prescripta por el organigrama formal y de la realizada según el funcional. Estos sueños producen efectos de ordenamiento en la institución, desordenamientos y reordenamientos.

También sucede con las fantasías del grupo objeto tipo banda o secta, reforzando lo instituido al obrar según imaginan.

El organigrama imaginario se produce con las fantasías más banales y con los deseos más creadores.

Los grupos sujeto (de la acción instituyente) operan desprendimientos de y a las consignas instituidas. Soportan como los otros las consignas de lo instituido. Disponen, sin embargo, de la potencia de abrirse a un más allá del grupo, de sí mismos y de la institución. Promueven las formas de gestión de lo distinto, siendo lo autogestivo una de las formas privilegiadas. La imaginación es también su poder, que renuevan y extienden sin acudir a sueños utópicos. La institución los convoca y ellos convocan el movimiento institucional, y los provocan. En tanto desean otra cosa de lo ya dado, diagraman una estrategia que también produce el diagrama imaginario. Generan sus políticas y al intentar actuarlas, desordenan y reordenan la organización.

Los actores son hablados por la institución, la hacen hablar y le exigen otras formas de enunciación. Es necesario no desdeñar ningún plano, ningún organigrama, ningún diagrama.



Nicastro: La historia institucional


La historia institucional (HI) es un conjunto de relatos donde aparece unificado en una narración lo múltiple, lo diverso y lo colectivo. Al construir una HI, el sujeto organiza también su propia historia en una narración que da cuenta de los vínculos, los modelos, las preferencias, etc. El contenido de la HI refiere al origen, al momento de la creación, a los fundadores y sucesores, a tradiciones y nos da una clave para entender los hechos y producciones de la vida institucional.

La identidad institucional se configura a partir de la identificación de los miembros de la institución con los antecesores. El mandato proviene de los fundadores y tiene que ver con el resguardo del modelo original. De este modo el mandato adquiere la fuerza de un mandato paterno que alguien superior encomienda a otro, que aparece como el elegido.

Según como funcionen los mecanismos de identificación y discriminación, encontramos desempeños de roles más autónomos o menos autónomos, más o menos discrecionales.

SI en la institución el modelo a seguir está centrado sólo en el pasado, podemos hablar de ideologías retroversivas cuya lógica intenta recuperar un estado ideal ya logrado. (ideologías del Super yo)

Cuando el modelo se centra en el presente y ve hacia el futuro, articulando correctamente con el pasado, podemos hablar de ideologías proversivas, inspiradas en la creación.(ideologías del ideal del yo).

Desde el discurso de la eficacia, la tradición y el pasado van perdiendo cualidad de sagrados en tanto no son ya útiles. Así queda planteada una situación paradojal, en las que los distintos actores institucionales reciben mensajes contrapuestos.


El olvido encubre las múltiples historias profanas que dan cuenta de la historia institucional, sólo aparece una, la sagrada, la historia oficial.

Un proyecto institucional convocante se organiza alrededor de una utopía que plantea la posibilidad de develar lo oculto, de descubrir el deseo que tiende a anticipar y crear, instaurando una dinámica institucional donde prima la elaboración de las situaciones sobre la repetición. La falta de una “ilusión institucional”, de una utopía, influye en la dinámica en tanto falla la “función instituyente”, limita la posibilidad creativa de los sujetos.

El destino, como idea, tiende a negar la posibilidad de un futuro, ya que los sujetos sienten determinado por la historia un determinado futuro (heroico o no).

TEÓRICO 10 DE ABRIL


Trabajar sobre prácticas instituidas, sobre modos instituidos de ejercer la psicología, como práctica.

Vínculo entre subjetividad e intersubjetividad. Modos de imaginarización colectivos /concepto de identidad: que tiene algo individual y propio, pero que nace en una trama de sentido colectivo.

La ansiedad del investigador frente a su objeto de estudio ejerce una defensa que toma forma metódica. Hablo de los modos defensivos de los profesionales.

Rolando García: Decano de la Facultad de Cs. Económicas.

Saltalamacchia: habló de conceptos ordenadores. Se utilizan conceptos de diferentes campos teóricos. Uno necesita aprovecharlos y trabajarlos con un cierto grado de indefinición. Esos conceptos ordenadores ordenan la realidad.

Transferencia: lo que el paciente actualiza en la figura del psicoanalista.

En la institución: las cosas que le son transferidas son múltiples y las contratransferencias son diferentes con cada uno de los miembros.

Implicación: es un concepto de otro campo. Se trata de en qué medida uno está atravesado por todas las instituciones por las que se atravesó y que lo hacen pensar de determinada manera

Cuales son los problemas, cuando uno se acerca a conocer una institución. Además nosotros estamos atravesados por los instituidos:

Condicionamientos institucionales para producir nuevos conocimientos
Análisis de las instituciones presentes en el conocer
5 puntos:

Primer condicionamiento
Para conocer voy a hacer un recorte del campo a estudiar. Nunca conozco la totalidad. Este recorte tiene un sesgo que va a incidir en este campo de investigación, o de trabajo.

El recorte del campo me va a limmitar conocer otros casos del campo y además según el recorte que haga tiene un sentido.

Campo de intervención: es microsocial
Campo de análisis: es macrosocial. Es mucho más amplio y se piensan otros atravesamientos institucionales (de otras instituciones).
Para entender el campo de intervención debo ampliar la mirada (campo de análisis). Por ejemplo: para tratar de trabajar sobre las limitaciones que nos produce el recorte que hacemos sobre el campo a investigar. Debemos mirar lo micro y lo macrosocial.

El imaginario social organiza la percepción.
Existen modos compartidos de imaginarizar una institución. Son pre - conceptos que se imaginarizan como teorías.

Hay cosas que son muy significativas y otras que no lo son. Son modos de pensar instituidas que producen sistemas de creencias compartidas (igual que en la ciencia).

Nuevas prácticas acuñan nuevos lenguajes: nuevos modos de hacer compartidos. El lenguaje nos da cuenta de éstos modos de hacer compartidos (ej: “chatear”)

Además, cada disciplina tiene códigos compartidos sobre las categorías de pensamiento. Definimos lo que vamos a conocer. Definir si algo es valioso o no, según mi mirada.

Clausura: concepto de la sociología. Todo grupo social comparte ciertos valores que no pueden ser cuestionados, acción que clausura el cuestionamiento.
Los grupos conservan ciertos sentidos que resultan inobjetables.

Como existen ciertos modos de hacer y de pensar estables, esos modos hacen que se repitan los mismos modos de hacer: reproducción de lo instituido. Estos modos es hacer me dan cierta seguridad.

Hay una necesidad subjetiva de permanencia de los modos de hacer que hace que las instituciones perduren.

Tenemos que pensar sobre nuestros modos de pensar. Esto me ayuda a hacerlo la colectividad de intersubjetividades.
Es muy difícil hacerlo solo. Reírse de uno mismo, de lo que uno pensó y que lo consideró natural.

Naturalización: algo se convierte en hábito. En vez de ver las cosas como productos histórico - sociales se ven como productos de la naturaleza, como que siempre fue así. No se cuestiona
Habitus: son modos de hacer sociales que uno lo incorpora como propio. Es la introyección de un modo de hacer social (Bourdieu)
Distintas perspectivas: según mi teoría yo voy a interpretar las cosas de una manera u otra, para ver una cosa u otra.

Según la perspectiva de donde se esté mirando uno interpreta lo que ve de una u otra manera. Hay diferentes perspectivas a la vez.

Depende de la perspectiva con que uno mire las cosas va a interpretar una cosa u otra.

Si las categorías de pensamiento son muy diferentes es imposible entenderse, si no hay un código compartido de creencias es difícil entenderse. Lo que yo interpreto tiene que ver con lo que lo relaciono.

Diferentes miradas piensan e interpretan las cosas de diferente manera. Todas las miradas son parciales.

El objetivo es no quedarse pegado a ninguna mirada, sino trabajar con la intersección de varias: interdisciplina.

Debemos trabajar con la multiplicidad de miradas. Así se pueden poner los acentos en diferentes cosas.

Teorías instituidas, modos de pensamiento instituidos: nosotros para conocer somos parte del campo a conocer.

El profesional está implicado en las instituciones en juego.
Debo trabajar el análisis de mi implicación con la institución en particular con la que voy a trabajar.

Como la angustia del nuevo objeto genera una defensa, para trabajar la propia implicación hay que tolerar la espera. Debemos saber de qué dispositivo se trata para estar en condición de saber qué problema se va a tratar. Cual es el dispositivo.

La neutralidad es un imaginario social. Siempre es imposible. Debemos trabajar nuestra neutralidad en los modos de estar implicados.

El conocimiento es producto de un conjunto de relaciones de fuerza.
Cuando nos acercamos a la institución también formamos parte de ese conjunto de relaciones de poder que hacen a la institución.

Se pone en juego una lucha de poderes, porque en el imaginario de la institución a la que se consulta es aquel al que se tiene confianza.

Los diferentes miembros de la institución la imaginan como un amigo o un enemigo, aliado o no aliado.

En cada trabajo institucional está puesto en cuestión qué partido está jugando uno. Está en cada uno cierta manera de sostener la implicación al continuar con el trabajo uno debe zafar de esas alianzas. Cada uno cuenta una versión de la historia que tiene su lógica. Uno tiene un rol activo comprometido.

En este rol está facilitada la alianza y el compromiso con cada una de las partes. El conocimiento es producto de un tironeo de fuerzas de poder.

Poder: capacidad de lograr imponer las categorías con las cuales vamos a entender las cosas.

Cada uno intenta imponer su teoría. Permanentemente trabajamos en la trama de poderes donde se intenta imponer los modos de pensar de uno como si fueran modos de pensar absolutos, para todos igual y no se cruzan las subjetividades.

El dispositivo de intervención que no produzca da cuenta de la posición que uno adopta ante las relaciones de fuerza.

Como el conocimiento es producto de la intervención de relaciones de poder, es interesante incorporarlas a nosotros mismos como capo a estudiar.

Implicación primaria (acotada a un círculo de pertenencia más chico) es diferente de Implicación secundaria (más vacía, nacionalidad)

Según las teorías se puede interpretar de diferente manera (el ojo que mira y eso que es mirado) Refiero algo de sí mismo y algo de lo que ve.

División disciplinaria del conocimiento (Rolando García)
El objeto a conocer es único. Lo que está dividido son las perspectivas de conocimiento. Es muy complicado tomar las diferentes perspectivas para tener un enfoque compartido.

Acá también hay luchas de poder, lucha de hegemonías.

Se propone entonces relativizar nuestras certezas y aprender al confrontar con otros a aceptar campos teóricos heterogéneos.

Para esto: definir operacionalmente los conceptos

TEÓRICO 17 DE ABRIL


Pierre Bourdieu. NOCIÓN DE CAMPO: individuo social àla sociedad. Realidad compleja con múltiples dimensiones.

Bourdieu: Espacio social à Universo social.

Esto es: pluralidad de campos con distintos pesos teóricos, con historia específica, con su momento de institucionalización, con una dinámica, con una estructura, con algún modo de legalidad que le es propia y que los distingue a uno de otros.

Campo Psi: tiene su historia, momento de surgimiento, corrientes de pensamiento, etc; que lo componen. Además: tendencias de colución y cierta incertidumbre por el futuro

CAMPO DEL PSICOANÁLISIS

Zona del quehacer social y cultural… etc à exploración del campo: poder situar cuales son sus elementos integrantes.

La carrera de Psicología es uno de esos elementos. ¿Por qué? Porque tiene un papel importante en la perpetración del campo

Los elementos o AGENTES pueden ser personas, grupos, etc.

El elemento tiene efectos en el campo. El campo a su vez debe tener efectos sobre el elemento.

La facultad estaría ubicada en la intersección de varios campos:

Estado
Universidad
Etc.
Todo depende de lo que se quiere saber.

Mapeo del campo respecto de los ELEMENTOS que lo integran. Estos tienen un peso variable a lo largo del tiempo.

Un campo es un sistema de relaciones de poder o de fuerzas.

ESTRUCTURA DEL CAMPO:

Sistema de relaciones de fuerza otorgando un mayor o menos peso específico de unos en relación de otros.

Esto lleva a la NOCIÓN DE CAPITAL: quantum de poder, incidir en la vida del campo. Este quantum es el CAPITAL ESPECÍFICO (saber, política, economía)

El capital específico varía de un campo a otro. Además, tiene mayor posibilidad de incidencia (historia de las hegemonías)

Los campos están estructurados: estructura objetiva vs. subjetiva.

La estructura objetiva es el factor condicionante de los sistemas de creencias de los que forman parte de los campos. O sea: es productora de formas de subjetividad

Historia materializada: institución hecha cuerpo à lo que los integrantes van introyectando y de algún modo los va modelando.

Dimensión social de la realidad: HABITUS à Sistema de esquemas generadores que los actores sociales fueron internalizando en su modo de hacer dentro del campo. Es una marca significativa. Esto deriva en la formación subjetiva, no necesariamente consciente.

La autonomía de los campos es relativa

ILUSIO: interés, investidura.

LIMITES DEL CAMPO: son motivo de disputa en el campo mismo. Depende de los predominios coyunturales.

No hay ninguna Ley trans - histórica (no hay una invariante histórica) vs. superestructura de Marx (invariante histórica.

TOMA DE POSICIÓN: posicionamiento objetivizado (icc) frente a una gama de posibilidades. Elección (racional o no) donde se toma algo y se deja otra cosa de lado.

Cada posición implica toma de posiciones diferentes, relacionado con la formación de los agentes de su posicionamiento y de el de los demás.

MODO DE HABLAR: articulación material del lenguaje. Dimensión del Habitus (se adquiere hablando). Habitus linguísticos (lo diferencia): modo de obtener identidad social.

PRÁCTICO 18 DE ABRIL DE 2001


Bourdieu: CLASE INAUGURAL

SOCIOLOGÍA: papel del sociólogo à Bourdieu aporta un lugar para la epistemología de la sociología.

Darle un lugar diferente a la sociología dentro de las ciencias sociales. Su objeto de estudio es más allá de los sujetos.

Agrega el poder y la política. Toma a Marx en su visión estructuralista, de lo que tiene que ver con la cultura. Intenta avanzar en la teoría de los campos.

Uno conoce siempre desde un lugar de situado. Hay que cuestionar ese lugar cuando se quiere hacer ciencia. Implicación: concepto del socioanálisis. Se debe trabajar la adhesión primaria para entender la implicación. Es lo más invisibilizado.

Sociólogo: participa de un campo por ser agente. Debe historizar su llegada al campo: ¿cuál es su recorte o perspectiva para leer ese campo en relación a todo su recorrido?. No es una historia totalmente individual. Se trata de entender el campo científico de la sociología y revisar su posición.

¿Qué es lo que le da dinamismo a un campo?. La lucha de fuerzas entre agentes, para monopolizar o hegemonizar sentidos

Aparato: no tiene historia. Gobierno totalitario: no hay posibilidad de lucha.

Campo: historia de las luchas entre agentes para monopolizar un sentido.

O sea: el poder está en invisibilizar algo y naturalizar otra cosa.

Papel del sociólogo: si no re - pienso mi campo no puedo conocer otros campos.

Pretención de los agentes de un campo: hegemonizar un sentido.

Pero eso por estructura no se puede. Los márgenes siempre sobreviven, es imposible acallarlos.

Agentes: van apostando al capital. El capital es la historia de saber como se hacen las cosas en ese campo.

Paradigma: siempre sufre anomalías. Siempre hay posibilidades de confrontar. Un paradigma es un modo de entender un campo.

Campo: lugar con cierta objetividad à estructura del campo: lógica propia de los actores interactuantes, más allá de las voluntades individuales.

Habitus: variante que incorpora lo pretendidamente objetivo.

El condicionamiento es la lucha que precede a los actores. Esa lógica es parcial: no se agota en lugares preestablecidos para cada uno.

Hay cierta objetivación posible pero está siempre en relación al habitus.

La lógica o estructura precede a los actores pero no se agota en eso.

Metáfora del juego: los agentes están apostando. Están comprometidos. Ahí hay un saber hacer. Se conocen las reglas: habilita a los agentes a una mejor manera de jugar sus fichas.

Campo de luchas y no de fuerzas.

Habitus: incorporación, inscripción de la historia en los agentes. Se realiza una subjetivación de eso pretendidamente objetivo. Es la institución hecha cuerpo. No es consciente.

Costumbre: lo repetitivo e inmutable.

Habitus: tiene fijeza y puede ser repetitivo pero no es inmutable. Hay estereotipia: es una máquina que nos predispone a actuar pero no es un destino. Relación habitus - campo: cara y seca de la misma moneda. El habitus es la plasmación subjetiva del campo y viceversa: el habitus de los actores también va haciendo a la lógica del campo.

Capital específico: en relación al poder. Pero, el campo siempre es relacional y el poder no es un sustantivo. El capital específico es la razón de la lucha. El porqué de las confrontaciones entre actores. O sea, es lo que nos hace relacionar, aunque sea para matarnos.

Capital específico en el campo de la salud mental: la cura

Y en la sociología: analizar la historia de las luchas dentro de un campo.

Cada institución: es agente de un campo mayor. Nuestro campo es la salud mental. Campo: relativamente autónomo à porque hay otros campos que lo atraviesan. Límites: dados por el capital específico.

Toma de posición: condicionada pero no determinada por la posición de los agentes dentro del campo. Tiene que ver más con el habitus.

En el campo hay fijeza, en el punto de la estructura, pero ésta es inamovible.

Violencia simbólica: naturalización de las cosas. Las hegemonías están invisibilizadas. Vulnera la capacidad cognoscente del sujeto. Los hegemonizados pierden capacidad interpretativa de su propia realidad. Pero, es inevitable: no hay socialización armónica (se ejerce violencia simbólica para barrar al cachorro humano). Habitus: matriz disposicional.


TEORICO 8 DE MAYO. CASTORIADIS


El imaginario radical en dos dimensiones.

La significación o sentido es una posición de la emergencia en la vida social.

Significación como igual a sentido.

Castoriadis intenta alejar el concepto de significación imaginaria social de la lógica conjuntista - identitaria. En ésta desde los griegos hasta hoy se intenta construir el mundo social desde los conjuntos. Se puede pero queda un resto o residuo que es la significación social imaginaria, así no hay posibilidad de construir lo social solo desde lo conjuntista identitario, no es posible, hace falta el magma de significaciones.

Lo conjuntista tiene que ver con las clases. Hay un mundo de sentido que queda instituido en la institución de la sociedad.

No hay sociedad sin lenguaje, de ahí que el lenguaje sea una institución social.

Una significación es un haz de significaciones que remiten a otras significaciones; así se puede tomar un término del lenguaje y se presenta como un río abierto de este término.

En rigor, es casi imposible delimitar una significación, es algo inagotable la cadena de significaciones que hay, por ejemplo en el lenguaje: perro à mamífero à cuadrúpedo... y así en forma interminable.

Ninguna significación puede abordarse desde las clases, desborda la lógica conjuntista.

Ej: el jarrón es azul... pero ¿Qué digo acerca del ser de ese jarrón?.

Desde la lógica conjuntista - identitaria no se puede ceñir una significación.

Conjuntista - identitaria: clases, clasificación, categorías.

Ej: Napoleón estuvo preso en Sant aElena. Hay representaciones que los individuos se hacen de aquellas significaciones sociales que el lenguaje arrastra o acarrea.

Separar: representaciones de significaciones. Son dos mundos distintos pero que se sostienen mutuamente. No reducir una significación a una representación.

Permeabilidad indeterminada e indefinida entre el mundo representación y el mundo significación.

Todo hablar es una especie de abuso del lenguaje: imposibilidad de ceñir la significación en la lógica conjuntista - identitaria.

Es imposible oponer una denotación de una connotación en el habla: porque supone que una palabra tiene una sustancia o una esencia. No existe una entidad a la cual yo nombro.

Es imposible separar denotación y connotación solo en términos conceptuales. Así funcionan las significaciones sociales en el lenguaje..

Están las representaciones que los que hablan se hacen en relación a las significaciones sociales del lenguaje. La significación no es del orden mental.

Sujetos en sociedad: producen representaciones en relación a las significaciones sociales del lenguaje. No es lo mismo el mundo de las representaciones que el de las significaciones soc.

Significaciones: no pueden ser reducidas a las representaciones que los sujetos portan.

Representaciones: no pueden explicarse o reducirse en términos de las significaciones acarreadas por el lenguaje.

Significación que el lenguaje acarrea: inducen, modelan, provocan representaciones en los sujetos que hablan ese lenguaje. Pero, no son lo mismo.

No pueden existir el uno sin el otro pero son dos dominios diferentes.

Existencia de la significación: condición de funcionamiento y existencia de la representación. Y viceversa. Se condicionan mutuamente, se sostienen conjuntamente, pero son dos dominios.

Significaciones imaginarias sociales: ente fundamental en la trama social y cultural.

Éstas, paradojalmente son puestas en forma por la sociedad que se apoya en ellas.

El imaginario social cambia por el magma de significaciones: dar una forma que no estaba en eso que servía de apoyo: debe ser maleable à no puede ser el caos absoluto.

Primer estrato en el cual surge lo social: es maleable: por eso se puede construir una sociedad.

Representación de una sociedad con su propia realidad social: objetos, sujetos y hechos socialmente instituidos. Red en la cual se vehiculizan las significaciones imaginarias soc.

No hay significación libremente destacable de todo soporte material.

La significación social está encarnada en ese soporte. Es una particular forma de encuadrar ese soporte material.

No hay ideas separadas de su soporte material. Ideas: modo particular de organizar y encarnar el soporte material.

Significaciones imaginarias sociales centrales o primeras: (en relación al polo de gravitación al ser instituidas): no tienen referente.
No hay determinado objeto, emerge una significación por lo social que queda adjudicada a ese objeto. En ese caso hay referente.

Si hay significación imaginaria social central: los objetos, los sujetos, los hechos sociales quedan referidos a esa significación (no al revés)

Ej: Capitalismo: en torno a sus significaciones imaginarias sociales centrales gravitan los objetos, los sujetos y los hechos. Éstos empiezan a contaminarse por ellas.

Cuando se instituye una significación central se van organizando representaciones para esas significaciones que quedan anudadas a esa significación.

La significación no es una idealidad separada de su soporte material.

Significaciones segundas o derivadas: a través de las cuales la significación central se instala. No son menos importantes (para el ejemplo: empresa, mercancía)
Vinculación entre significación y representación: existencia conjunta y necesaria de dos mundos que se sostienen pero que son diferentes.

Significaciones imaginarias sociales: aquello por medio de lo cual son formados los sujetos sociales y los objetos sociales; y al ser formados por medio de ellos adquieren la capacidad de hacer, pensar y decir de un modo acorde, producente, convergente al universo social del cual forman parte; de un modo compatible con ese universo organizado por el magma de significaciones sociales instituidas.

S/ (I) soc.: condición de lo representable y de lo factible. Del o que los sujetos sociales se representan y de lo que hacen cuando se relacionan entre sí.

Una misma institución adquiere otro sentido en el seno de una sociedad con un magma de significaciones radicalmente diferente. La institución puede tener algo de transcultural pero no necesariamente.

Mundo de S/ (I) soc.: no es el doble irreal de un mundo real que lo preexiste, tampoco son significados sobreagredos.

S/ Central: inaugural, radical que se instaura por primera vez. Retorna como instituido.

Itt social: magma de s/ (I) soc. Mundo social.

S/: nunca termina de recurrir al mundo (a secas). Éste está siendo, está en trf. Le damos forma, lo sometemos y dominamos. Está en proceso de alteración. Es una alteridad que siempre emerge. Por eso la s/ está siempre en trf. El enigma del mundo subsiste.

Tampoco la s/ social como instituida logra domeñar la alteración permanente de lo social: lo instituyente.

Lo instituido nunca logra clausurar lo instituyente.

Cada sociedad: un modo de efectividad propia, su propia temporalidad. Por eso no puede ser nunca totalmente abarcada por la significación instituida. Ésta siempre es corroida, nunca se sostiene de manera definitiva.

Vida social: no se sostiene sin la armadura de lo instituido pero es más que eso. Ese plus corroe lo instituido para instituir otra cosa.


TEÓRICO 15 DE MAYO: SOCIOANÁLISIS


Antecedentes: Psicoterapia Institucional y Pedagogía Institucional (cuestiona la institución educativa)

Sistema de referencia y/o de pertenencia.

Transversalidad: es uno de los objetivos del análisis, develarla, sacarla a la luz.

Guattari: habló de transversalidad:

Eje vertical: jerarquías, división social del trabajo, organigrama, distribución del poder
Eje horizontal: libidinal, relaciones entre los que integran el grupo.
Transversalidad: pluralidad de atravesamientos, en el seno de esa grupo que forma parte de un agrupamiento.

Implicación: operador. No tiene nada que ver con el compromiso. Implicación hay siempre, no pensar que porque alguien participe mucho va a tener una mayor implicación . hay modos de implicación.

Analizador: cualquier acontecimiento (interior y/o exterior) que pueda ser aprovechado a los efectos de análisis à sacar a la luz algo de la institución para que se pueda seguir pensando sobre eso.

Analizador construido: pensado para generar algo.

El no participar es índice de implicación.

“Condiciones sociales de producción de los actores sociales”: esto es privilegiado por el Socioanálisis.


PRÁCTICO 9/5. SOCIOANÁLISIS


Repaso Baczko: el tiempo es una construcción, no pensarlo solo como algo cronológico, es así una significación social. Parte de la imaginación para llegar al concepto de imaginario social (los termina uniendo)

SOCIOANÁLISIS: (Manero Brito)

También llamado Análisis Institucional. Antecedentes: Psicoterapia institucional (3 fases) y Pedagogía Institucixonal.

Socioanálisis: método de intervención con ciertos conceptos: transversalidad, implicación.

De la encomienda a la demanda: Encomienda: privilegiar por parte de algún grupo una demanda entre las múltiples que hay. Hay un camino que va de la demanda a la encomienda (¿?)

Autogestión: que la posibilidad de revisar los atravesamientos de la institución no solo queden del lado de los analistas.

Institución en sentido restringnido es organización. Hay una organización que está atravesada por múltiples instituciones.

Institución en sentido amplio: modos de institucionalizar una práctica.

Asamblea: analizador.

No comprometerse: implicación.

Posición del oyente con las instituciones que la atraviesan, esto es implicación.

No hay grados de implicación (más o menos) sino análisis de la implicación.

Transversalidad: diferente a lo vertical (jerarquías) y a lo horizontal (grupo de pares), revisar en lo vertical y lo horizontal à transversalidad. Máximo de transversalidad: grupo sujeto.

¿Quién analiza en una institución?à el analizador. Se ve por sus efectos. Como concepto, el analista ofrece herramientas.