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Resumen para el Final  |  Psicopatología (Cátedra: Schejtman - 2017)  |  Psicología  |  UBA

Eje del final: -psiquiatría – neurosis (caso Dora, Juanito, H. R) – psicosis (sch) – perversión (fetiche)

Freud establece que un síntoma significa la figuración – realización – de una fantasía de contenido sexual. Al menos uno de los significados del síntoma debe corresponder a una fantasía de este tipo, los otros sentidos que porta el síntoma pueden tener otro contenido, la fantasía se liga de este modo con el campo del significado, del sentido. La fantasía icc se localiza sosteniendo y expresándose en los síntomas neuróticos. El contenido de las fantasías icc de los histéricos se corresponde con las situaciones de satisfacción que los perversos llevan a cabo. El mecanismo de la formación del síntoma neurótico surge a partir de la masturbación en la infancia compuesta por dos fragmentos: la convocación de la fantasía y la operación de auto satisfacción; esta composición es resultado de una soldadura. Por lo tanto se establecen dos tiempos: el primero regido por una empresa auto erótica pura, pura satisfacción sin referencia a la fantasía. En un segundo tiempo se suelda con la fantasía, es decir que la empresa auto erótica pura se liga con el campo de las representaciones, de las fantasías. Esta representación-deseo es tomada del círculo del amor de objeto, que designa la fantasía y el CE. Una cosa es la satisfacción pulsional auto erótica y otra la satisfacción propia de la fantasía, el síntoma neurótico va a heredar ambas satisfacciones. Para Freud el camino que conducirá a la formación del síntoma neurótico continúa con el abandono, la renuncia a esta clase de satisfacción masturbatoria y fantaseada. Con esta renuncia la fantasía deviene icc, se reprime. Si la persona no consigue sublimar su libido, está dada la condición para que la fantasía icc se abra paso como síntoma patológico. Entonces el síntoma neurótico viene al lugar de la masturbación abandonada y tiene por base la soldadura del goce pulsional con la fantasía “perversa”.

En cuanto a DORA la empresa puramente autoerótica se puede observar en la satisfacción que ella tiene por el chupeteo, es decir acá hay puro goce de la pulsión oral anterior a la soldadura con el campo de la fantasía. (ESCENA CHUPETEO DORA CHUPANDOSE PULGAR MIENTRAS LE TIRONEABA EL LOBULO DE LA OREJA AL HERMANO) Aquí ya está el goce pasando por el campo del Otro, según Lacan Dora está identificada con su hermano. En un segundo tiempo este goce se deja atrapar y se anuda con la fantasía oral que da cuenta para Dora de la relación de su padre con la Señora K. Se trata de la tos como síntoma. Para Freud la tos está referida a una situación sexual fantaseada, “un hombre sin recursos” (su padre impotente). Le imputa al padre una relación con la señora k pero es impotente (contradicción) pero Dora sabe que hay una sola manera de satisfacción sexual. Con su tos respondía a estímulo de cosquilleo en la garganta, se representaba situación de satisfacción sexual entre sra k y padre. Lacan rectifica diciendo que es el padre quien chupa en esa fantasía y que con él se identifica Dora en ese síntoma: donde el padre chupa, dora tose.

Lacan plantea que hay dos formas neuróticas del deseo que son estrategias diferentes pero con un mismo fin: no saber de la falta del Otro, de su castración pero se oponen porque el deseo en la histeria es insatisfecho porque el Otro tiene lo que a ella le falta y no se lo quiere dar en donde resaltar la falta de su lado tiene como fin sostener un Otro completo; es un deseo que puede ser satisfecho solo para el Otro. Dora el amor que quiere es el de su padre, la demanda se dirige a él y las cosas se mantienen porque su padre tiene un deseo insatisfecho, también la Sra k es el objeto del deseo de Dora porque es el deseo tachado del padre por lo tanto hay un deseo que no puede satisfacerse ni para Dora ni para el padre.  En cuanto a la NO se trata de un deseo imposible, de un deseo de la muerte del otro y de la demanda de muerte del Otro. Se observa una ambivalencia en términos de demanda, una demanda de muerte del Otro y una demanda de amor del Otro, por lo tanto se produce la imposibilidad ya que la satisfacción de uno impide el cumplimiento del otro. Además requiere del lugar del otro para sostenerse como deseo. El obsesivo ubica en el Otro a su amo y como un esclavo vive esperando su muerte, creencia ilusoria de que cuando el otro muerta podrá comenzar a vivir, esta posición de espera es la manera que tiene el obsesivo para no comprometerse con su deseo, atribuyendo al Otro el impedimento de su conducta. Evita el acto determinado por el deseo, procastinación. También utiliza la creencia de su propia impotencia, cree que no puede. Otra manera es reducir el deseo a la demanda, anulando así al deseo, se ocupa en satisfacer las demandas del Otro. HR. El contenido principal de sus reproches es el temor obsesivo desde su infancia de la posibilidad de la muerte del padre donde eleva este temor al estatuto de un deseo icc. Se presenta en su fantasía como solución imaginaria a su problema con las mujeres, cree en la oposición entre la existencia del padre y la posibilidad de satisfacción sexual.

En cuanto al goce el NO pone el acento en la prohibición del goce. En la H en su promoción. Al NO lo que le importa es la relación del amo con el goce, relación de la cual sabe que lo único que queda es su prohibición. La finalidad es escapar al goce. En HR. El padre es el perturbador, prohibidor de goce es por esto que se encuentra detenido en sus relacionas amorosas. Por otro lado la H promueve al goce como absoluto, este goce no puede ser alcanzado, rechaza cualquier otro goce presentándose como disminuido. Se establece el deseo insatisfecho como modo de goce que suple el defecto estructural que presenta el campo del goce. La H ubica este todo goce, goce del Otro, a nivel del padre ideal o de la otra adorada. La otra que goza todo lo que ella no como Dora con la Sra k la cual es merecedora de un goce completo por parte de su marido y por parte del padre de dora, es admirada por dora porque también goza de saber ser mujer. Pero tal goce absoluto no existe, no hay goce del A sino que es ella la que lo sostiene con su fantasma, dora encuentra el plus de goce al dejarle a la sra k la otra aquello que el hombre el sr k esta dispuesto a ofrecerle, goce de la privación.

El desencadenamiento del HR se da cuando el tío, marido de la tía difunta había dicho “otro maridos se lo permiten todo y yo viví sólo para esta mujer”.. es una declaración de amor de un hombre hacia una mujer que acaba de perder, es lo que desencadena la neurosis del paciente. Algo que ver con lo traumático de la castración debe tener ese momento en que el ser de una mujer se separa de la sustancia que era su cuerpo. Él interpretó la puesta en duda del amor de su padre hacia su madre, revela una falta insoportable para el sujeto. En la declaración choca de frente con una falta en el padre que le resulta insoportable, Lacan la califica como deuda de amor.. el padre habría dejado a la mujer que amaba y se había casado con la mujer rica. Hasta acá el padre aparecía como instancia de potencia que perturbaba la satisfacción del niño y despierta su deseo parricida, ahora lo más insoportable es la debilidad del padre. Se ejercita un goce masoquista en relación con la fantasía de un padre potente, antes que nada ese significante del síntoma (criminal) interroga al sujeto desde el punto de inconsistencia paterna.

En cuanto a Hans, se pregunta por el origen de los niños y la función del hace pipí (y el de su padre). Lo que desencadena tiene como precedente inmediato la irrupción de un goce, proveniente de su propio cuerpo y adquiere la forma de angustia que devendrá en un segundo tiempo con el caballo como significante, un síntoma fóbico. La angustia es la primera respuesta a esta pregunta, cómo hacer para dejar el paraíso de la dicha de ser el falo de la madre y no perder el goce fálico? El caballo de la fobia es el sustituto del padre, esto le permite a Juanito un encadenamiento efectivo, la fobia responde en tanto suple las carencias del padre real para que ese nuevo encadenamiento pueda realizarse algo tiene que soltarse, desencadenarse. El primer tiempo es la ANGUSTIA actual por no poder encontrar en la madre el objeto de la descarga libidinal y en un segundo tiempo se liga a una representación (el caballo) MIEDO. Un tercer tiempo la angustia oficiará como señal con los parapetos fóbicos que se interpone entre el sujeto y el encuentro con el objeto fobígeno. Lacan pone el acento del desencadenamiento en la irrupción del goce del pene real: o seguir siendo el falo de la madre, conservar ese paraíso o hacerse de ese pequeño hace pipí que prometía satisfacciones irrenunciables. Es decir pasar de una aprehensión fálica de la relación con su madre a una aprehensión castrada  de la relación con un cuerpo propio. Para hacer ese pasaje se requiere la efectuación de la MP, ese padre real no termina de ubicarse en el lugar donde hans podría apoyarse en él para ir más allá, debe surgir algo que haga suplencia a esa carencia. Esta suplencia es el segundo paso de un primer estallido de angustia, donde la angustia señala el problema y a la vez abre camino hacia respuesta subjetiva.

H hace síntoma en el cuerpo, el NO hace síntoma en el pensamiento y el F hace síntoma en el espacio.

Más allá de que Freud las diferencie a la H, NO las va a reunir bajo el título de neuropsicosis de defensa, nacen mediante el mecanismo psíquico de la defensa icc x por el intento de reprimir una representación inconciliable en oposición con el yo del enfermo. En cuanto a la H es necesario que la niñez temprana se presente una vivencia que de alguna manera roce la vida sexual y devenga patógena por el desprendimiento y sofocación de un afecto penoso. La H se produce con más frecuencia en el sexo femenino que es más estimulador de ataques sexuales en la niñez. Pero el efecto traumático se produce a partir de su reanimación como recuerdo cuando el individuo se encuentra en la madurez sexual. A partir de esto se produce una inconciliabilidad en su vida de representaciones. El enfermo va a querer tratar como no acontecido a dicha representación inconciliable, logra convertir esta representación intensa en una débil arrancándole el afecto y transponiendo a lo corporal la suma de excitación (conversión). De esta forma el camino que toma la representación es quedar aislada, fuera de la ccia, su huella sólo se descubre en los síntomas de la enfermedad. La NO ya no se trata de una pasividad sexual sino de unas agresiones ejecutadas con placer y de una participación que se sintió placentera en actos sexuales. Presentan un trasfondo de síntomas histéricos porque hay una escena de pasividad sexual anterior a la acción placentera. Al no tener la capacidad convertidora para defenderse de una representación inconciliable se produce la separación de esta y el afecto. La representación original queda segregada de toda asociación dentro de la conciencia pero su afecto liberado se asocia a otra representación, este enlace falso deviene representación obsesiva. Las representaciones obsesivas son siempre reproches mudados que retornan de la represión. Reprimir ese reproche y sustituirlo por un síntoma defensivo primario. Escrúpulos de ccia moral, vergüenza, desconfianza de si mismo, son síntomas de la salud aparente de la defensa lograda. El período de la enfermedad se singulariza por el retorno de los recuerdos reprimidos, fracaso de la defensa. En el caso del HR se observa cómo ingresa a la conciencia un reproche alterado al preguntarle al amigo todo el tiempo si es un criminal y creer cctemente que lo es por no haber acompañado a su padre en la muerte, cuando en realidad el reproche surge ante la duda/miedo de repetir los pasos del padre, en cuanto a demanda de amor y juego.  

Inferimos que el neurótico se pregunta por la muerte y el histérico por la feminidad

El síntoma de NO es de dos tiempos, a la acción que ejecuta cierto precepto sigue inmediatamente una segunda que lo cancela o lo deshace. En los síntomas obsesivos se obtienen dos impresiones, la primera es que se asiste aquí a una lucha continuada contra lo reprimido que se va inclinando más en perjuicio de las fuerzas represoras y la segunda que el yo y el superyó participan en la formación del síntoma. Situación inicial igual que en H, es necesaria una defensa contra exigencias libidinosas del CE. Cuando el yo da comienzo a sus intentos defensivos el primer éxito que se propone como meta es rehazar en todo o en parte la organización genital de la fase fálica hacia el estadio anterior sádico anal.

Lacan, el objeto para DORA era la señora k, la amante de su padre. Cuatro personajes, su padre, el señor k, la señora k y dora. El señor k le sirve a dora de yo en la medida en que por su intermedio puede sostener efectivamente su relación la señora k, es lo único que le permite a Dora mantener una relación soportable. Es esencial para el mantenimiento de la situación porque tiene con su padre relaciones motivadas, de identificación y rivalidad, la madre es un personaje totalmente borrado. Cuando el señor k dice mi mujer no es nada para mi ella lo abotefea y el equilibrio de la situación se rompe. Afirma que su padre quiere prostituirla y que la entrega al señor k a cambio de mantener su relación con la señora k.
Freud lo interpreta de otra forma ya que él piensa que dora estaba enamorada del señor k y que no se podía llevar a cabo porque seguía ligada al amor del padre, su objeto de amor edípico.

Algo del cuerpo siempre está involucrado en el síntoma tanto en N como en P, en estas últimas encontramos al cuerpo tomado por algún tipo de síntoma o fenómeno elemental. Para Lacan el cuerpo en la psicosis tiene dos momentos, la disolución de lo imaginario que es el momento del desencadenamiento y la dialéctica imaginaria que es el momento en que se producen fenómenos que apuntan a la estabilización de esa imagen. En cuanto a la esquizofrenia se puede ver en el caso Schreber acerca de todos los trastornos que según él había padecido su cuerpo, es decir cómo cualquier parte de su cuerpo en algún momento determinado había sido dañada, alterada o directamente quitada. Schreber tiene una lucha con sus perseguidores (Flechsig, dios, almas examinadas), el terreno de la lucha en su cuerpo. Él habla de los rayos divinos que se introducen en sus nervios, alterándolos y luego la afección corporal se extiende a todo el resto de su cuerpo. Kraepelin lo llama Delirio de posesión corporal en donde el cuerpo está absolutamente tomado por otro, deja de sentirse como propio. Ubica este delirio como exclusivo de la demencia precoz siendo un elemento de diagnóstico diferencial con la Paranoia, el cuerpo se vuelva ajeno, tomado por la amenaza del otro, también aparece en la Paranoia. El desarrollo de la psicosis es el intento de volver a apropiarse del cuerpo “este cuerpo es mío”.

Es un efecto del lenguaje y en tanto tal de la función del NP separar al goce del cuerpo y que a partir de eso al cuerpo puede sostenerse como construcción en tanto hecho de discurso. Lacan en la Paranoia el goce queda ubicado en el lugar del Otro en tanto tal, el goce no deja de retornar sobre el cuerpo, de imponerse sobre el cuerpo aunque esté ubicado en un perseguidor exterior, puede no tener cara. Se trata de un goce y eso afecta a la integridad del cuerpo, a su posesión y a su estabilidad. Hablar de imagen del cuerpo es hablar de una tópica de lo imaginario, es una dialéctica que se establece con el otro semejante y que está soportada por los dos efectos del lenguaje, fragmentación y unificación. El lenguaje no solamente es aquello que ordena sino también lleva un goce que se impone afectando al cuerpo. El cuerpo simbólico es el lenguaje, lo real del cuerpo se plantea como cuerpo sustancia gozante, lo real del cuerpo trabajado por el cuerpo de lo simbólico permite plantear un cuerpo imaginario. El desencadenamiento de la psicosis se plantea, en relación al cuerpo como efecto del retorno del primer efecto del lenguaje. Ese retorno que suele aparecer como irrupción de algo que destruye el cuerpo implica en un primer tiempo un derrumbe de lo imaginario, regreso a la fragmentación vivida como tal y afecta al cuerpo como a la realidad. Ejemplo la vivencia del fin del mundo de Schreber, lenguaje como un parásito que es portador de un goce que afecta al cuerpo desorganizándolo. La neurosis muestra un imaginario constituido y consistente que protege al sujeto, desconocimiento mediante, de esta imposición permanente del lenguaje de estas palabras de las que dependemos que no son impuestas. Esta posibilidad se articula por la metáfora paterna y se relaciona con el segundo efecto del lenguaje, el de unificación. Los significantes nos guían, en la psicosis el sujeto no es amo del lenguaje. El modo de responder del psicótico se plantea en términos de delirio en tanto intento de reconstrucción libidinal del mundo. Este delirio para Freud se arma con la apoyatura que da la presencia de un otro y le permite a sujeto la reconstrucción de un mundo en el que le sea posible vivir. Para Lacan, es un reordenamiento imaginario, a partir de un imaginario que saltó en pedazos, se construye un nuevo orden necesitando algún tipo de herramienta simbólica como la escritura por ejemplo. En SCH el período de estupor lo llamó la época santificada de su vida y luego forja un plan a partir de su trabajo de escritura, cuando escribía las voces se callaban. Freud plantea el diagnóstico como una combinación de esquizofrenia y paranoia, hay un perseguidor reduplicado en una serie de personajes que aparece como el lugar del goce como tal (paranoia) a la vez que hay un goce que impacta directamente en el cuerpo bajo la forma de los fenómenos sobrenaturales que relata (esquizofrenia) Este perseguidor se sintetiza en la figura de Dios está ubicado en el lugar de ese Otro que lo goza. Este dios le exige un goce permanente y mediante el trabajo de escritura logra ubicar esa exigencia de goce continuo en una escena acotada llamado por el la voluptuosidad divina. Interés de SCH es que pueda repararse una ruptura en el orden cósmico, si para eso tiene que pagar el precio de transformarse en mujer y ser la prostituta de dios está dispuesto a hacerlo. Es sincrónica con la recuperación del mundo y del cuerpo, mediante la tramitación de un goce invasivo y en su comienzo a-sexuado. La producción de un cuerpo supone que ese cuerpo se constituya en tanto algo lo marca al mismo tiempo que lo recorta de la sustancia gozante, en el psicótico se demuestra que esas marcas se pueden borrar.

La prepsicosis es una falla en la estructura sincrónica que despliega sus efectos diacrónicamente a partir de un momento determinado definido como el llamado del sujeto a un significante que nunca ha estado, la experiencia de acercarse a un agujero significante, es la sensación que tiene el sujeto de haber llegado al borde del agujero, sucede cuando la pregunta proviene de allí donde no hay significante. La perplejidad se trata de la falta de significado, hay una significación pero no se sabe cuál, significación de la significación, se trata no sólo de la falta de significante sino de la experiencia de esa falta de significante. En lacan la perplejidad es una traducción de la definición estructural de confrontación con la ausencia de significante, por lo tanto entre el momento de confrontación con la ausencia de significante y el estallido de la psicosis se encuentra la prepsicosis. El sujeto no puede significar lo que le sucede sabe que significa algo pero no sabe qué, es decir significación de significación, una operación metonímica. Así es que se encuentra ante la perplejidad con los respectivos fenómenos de franja, entonces la aparición de la pregunta planteada por la falta de un significante se manifiesta por fenómenos de franja donde el conjunto de significante está puesto en juego, son fenómenos elementales mudos.

SCH: (LACAN)

tiempo 0: designación de shc como presidente, perplejidad, deseo de vivir en quiebra, PREPSICOSIS desencadenada por confrontación con un agujero a nivel de lo simbólico

tiempo 1: momento de vivencia ante flechsig no tiene buena intención. Se instala certeza respecto de intención persecutoria y de vivencias sobrenaturales que construyen el delirio. Desencadenamiento del delirio, el Otro toma la iniciativa, la certeza se refiere a la voluntad de goce de un Otro para con sch. Significantes que vienen a responder a ese vacío significante como asesinato del alma, voluptuosidad, el Otro recupera su consistencia, esa voluntad de goce con que el sujeto recupera su lazo al Otro.

Tiempo2: reconciliación fundada en sustitución de flechsig por Dios en el lugar del perseguidor y en el pasaje del abuso sexual a la fecundación. Metáfora delirante, determinar lo específico de este tiempo a nivel del delirio, de la relación de goce del sujeto con el significante.

Sch, en primer lugar está el milagro del alarido, segundo lugar el llamado del socorro escuchado por los nervios divinos que se han separado de él, en tercer lugar ruidos del exterior.

La imposibilidad de asumir la realización del significante padre a nivel simbólico, le queda la imagen a la que se reduce la función paterna que no se inscribe en ninguna dialéctica triangular, cuya función de modelo, de alienación especular le da pese a todo al sujto un punto de enganche y le permite aprehenderse en el plano imaginario. La imagen adquire en sí misma y de entrada la función sexualizada din necesitar intermediario alguno identificación a la madre o a quien sea. La relación imaginaria se instala sola no deja lugar para la relación de exclusión recíproca que permite fundar la imagen del yo en el otro. Esta deposición primitiva del significante será lo que el sujeto tendrá que cargar y aquello cuya compensación deberá asumir en su vida a través de una serie de identificaciones conformistas con personajes que le darán la impresión de qué hay que hacer para ser hombre. Se manifiesta la aparición de la pregunta formulada por la falta de significante, se manifiesta por fenómenos de franja donde el conjunto de significante está puesto en juego, prepsicosis. Coyuntura dramática omento personal o singular en el desarrollo de una situación que el sujeto se enfrentó o confrontó con la falta del significante del np, presidente falta falta ser padre.

PERVERSIÓN

Freud retoma este término de la psiquiatría, que hasta entonces se limitaba a designar las desviaciones sexuales respecto de la norma, haciéndolo extensivo a la sexualidad humana, sin que ello implique anular la existencia de las prácticas perversas en tanto tales. Lacan a su vez destacará el carácter perverso del fantasma neurótico enunciado previamente por Freud, y le dará entidad de estructura subjetiva al igual que a las neurosis y las psicosis, destacando posteriormente lo que denominará "père-version", el que redefine la función paterna articulada al sinthome.

CASO SOY UN BEBE- tiene una particular manera de gozar respecto con su certeza de ser bebe hasta que luego de algunas intervenciones con la analista lo que antes era mostrado al público ahora se reduce a sesión.

Freud define como conducta perversa aquella que sustituye una meta sexual normal por una fijación a una etapa previa del desarrollo libidinal. Una práctica perversa puede ser un fenómeno que responde a una "locura de anudamiento" propia de la psicosis. Es decir, cumplir la función de un anudamiento rígido en tanto nominación que no se desprende del Nombre del padre, pero que se presenta como suplencia de la no relación sexual. En este caso, y a partir de una escena, el sujeto ha quedado fijado a un nombre de goce: "soy un bebé", constituyéndose como un sentido que atenaza el ser.

Cuando esta solución cae, la locura se presenta en su faz de desencadenamiento. Es allí donde un análisis puede proporcionar, vía la transferencia, la posibilidad de un encuentro inédito, inaugurando las huellas de un nuevo entramado


 

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