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Psicología Social

2° Parcial

Cat. Galtieri

2001

Altillo.com

Consigna:
  Analice cómo definen las siguientes nociones los paradigmas fenomenológico y de cognición social: conflicto; consenso; cambio social; noción de sujeto.

  Trataré primero el paradigma de cognición social. Este paradigma es representado por autores como Asch, Milgram, Moscovici, Doise y Sherif.
  El paradigma trata de ahondar en las cuestiones que llevan al sujeto a cambiar su percepción individual de la realidad y su relación con el mundo exterior, influido por su interacción con el otro que lo lleva a la construcción social del objeto. La influencia ejercida sobre el sujeto puede manifestarse de distintas maneras, a saber por Moscovici: la conformidad, la innovación y la normalización. Esta última ocupa un lugar especial en las investigaciones de Doise, y se caracteriza por la ausencia de una norma colectiva en el grupo y a la creación de una norma común, basándose en la interacción e influencia recíproca entre los sujetos del grupo. Entonces, en un principio caracterizado por la ausencia de una norma personal o individual (esto se logró en un experimento carente de puntos de referencia, para el cual los sujetos no tenían ninguna norma individual establecida anteriormente), se estudió la formación de la norma individual y luego, la formación grupal de una norma para comprobar la persistencia o desvanecimiento e de la norma individual. En este punto y según los diferentes autores, el proceso que se lleva a cabo en la normalización, o sea la convergencia de distintas percepciones de la realidad, se ramifica. Los sujetos llegan a establecer una norma colectiva, pero esta norma no llega a representar la media de todas las normas individuales y se deben tener en cuenta las características de la interacción que se desarrolle en la situación (no todos los sujetos tienen el mismo peso en la influencia). Según Sherif la norma común es un fenómeno supraindividual, por eso no es una media de las normas individuales. Sólo en el caso ideal de una interacción grupal de igualdad funcional y de influencia simétrica se llegaría a una norma colectiva representativa de la media individual.
  La influencia ejercida por el otro, capaz de cambiar el propio juicio individual se manifiesta de diversas formas. El sujeto que emite juicio puede temer posicionarse en un lugar de ridículo al contradecir las valoraciones del otro, o sea que evitaría emitir opiniones extremas, más susceptibles a contradicción. El sujeto tiende a intentar ser aceptado por el otro, y esto significa la tendencia a ser parecido (creo de aquí surge la dificultad del cambio social, entre otras cosas).
  Moscovici ve a la normalización como un mecanismo para evitar el conflicto. Este conflicto partiría de una heterogeneidad de percepciones de la realidad en un grupo en el cual los sujetos tienden a negociar para llegar a un mínimo denominador común. Este mecanismo ejerce una presión conformadora, evita el conflicto y no mantiene los juicios individuales.
  En los distintos procesos de influencia y en la normalización, toman especial importancia el estatus, la ideología y la cohesión entre los sujetos que se disponen a la normalización. Esto significa que sujetos con mayor estatus tendrán que desplazarse menos que los sujetos de menos influencia para llegar a la norma común (aquí se ve una clara asimetría de influencia).
  La influencia grupal sobre el individuo ejerce tal efecto, que una vez establecida la norma grupal, que como dijimos es supraindividual, ejerce más peso sobre el individuo que su propia percepción individual anterior. Esto sucede con más frecuencia en el caso de carecer completamente de puntos de referencia.
  A veces el sujeto no dice lo que piensa por temor a parecer diferente y ridículo, pero en su conciencia persiste su punto de vista individual.
  Los sujetos de diferente ideología tendrán más resistencia a la construcción de una norma común, aumentando esta resistencia de manera proporcional a la diferencia ideológica. Aquí se enfatiza la imagen de las partes interactuantes por sobre la interacción misma. Dicho de otra manera, se atiende a qué grupo representa cada uno, y en base a eso se modifica más o menos el juicio individual para llegar a la norma común.
  Milgram introduce otro factor en el paradigma, y es la influencia en forma de acatamiento a la autoridad. Así el sujeto es expuesto a una experiencia en la cual debe obedecer al experimentador en una tarea que va contra sus principios morales. Aquí surge un conflicto generado por el surgimiento de varias respuestas incompatibles entre sí: obedecer y transgredir su código moral o desobedecer y respetar ese código.
  Asch introduce el término imitación en el paradigma. Pero no es la misma imitación a la que se refería Tarde. Este autor lo sostenía como proceso pasivo, y definía al sujeto como sonámbulo. Asch propone una imitación activa que ayuda al aprendizaje. O sea "... cómo adquirimos conocimientos de los demás.". En su concepción, el imitador debe comprender la acción antes de realizarla, funcionando la acción del otro como un estímulo para el sujeto imitador. La noción de sujeto de Tarde lo caracterizaba de pasivo frente a la sociedad, salvo en la innovación. El término sonámbulo que sólo se despierta momentáneamente expresa estas ideas perfectamente.
  La cognición social propone un sujeto activo, en el cual la sugestión es "... simplemente una impresión externa que ejerce un efecto automático sobre la base de la experiencia previa.". "Es obvio pero necesario decir que no somos simplemente víctimas de algún otro...".
  Asch critica la concepción de conformidad e imitación y reemplaza estos términos por discusión y cooperación, proponiendo sujetos activos, en vez de 
sonámbulos. Dice que las situaciones en las cuales lo sujetos son influidos de manera tal que aceptan concepciones irrazonables, se justifican porque los sujetos no tienen la posibilidad de relacionarse independientemente con los datos y "... quedan confundidos por la confianza que depositan en los otros.".
  Por eso él propone experimentos con percepciones claras, en donde el sujeto puede tener acceso claro a los datos cuestionados. Así se coloca al sujeto en una experiencia en la cuál una mayoría compacta expresa un juicio que no concuerda con la percepción real a la que es sometido el sujeto que compone una minoría de un solo sujeto. El resultado contuvo una gama entre los dos extremos: de sumisión completa a persistencia en el juicio individual, pero primó la conformidad y sumisión del sujeto ante la mayoría. En todos lo casos los sujetos experimentales advierten el conflicto y perciben el dilema. Siempre hay un esfuerzo por restablecer el equilibrio. La mayoría de los sujetos críticos buscan la dificultad en sí mismos y expresan un anhelo de estar de acuerdo con el grupo.
  Así, la diferencia entre Sherif y Asch, es que el primero utilizó condiciones extremas de falta de puntos de referencia en sus experiencias, al contrario de Asch. O sea que para Asch, Sherif dejó abiertas dos posibles interpretaciones de sus experimentos. Una propone que el efecto es el resultado de una imitación mutua automática, y basados en juicios subjetivos (ni correctos ni incorrectos) buscaron la conformidad con los demás. Otra interpretación sostendría que el efecto del experimento de Sherif haya sido una "... respuesta razonable a las condiciones dadas -o sea, falta de puntos de referencia y juicios subjetivos-.".
  Así se llega a la concepción del consenso que declara que existe una relación de discernimiento entre el sujeto y la realidad. 
  Hay hechos que no precisan de la aprobación de los demás. La conclusión de Asch propone al concepto de consenso como algo contrario a la conformidad y al dejar de lado el propio juicio. Declara que la sumisión es nociva para la sociedad. Un verdadero consenso significa, para Asch, el mantenimiento de las creencias individuales a pesar de las opiniones externas. Entonces sólo se llegaría a una consenso cuando las múltiples experiencias individuales pueden asimilarse unas a otras sin modificar su base original, sino complementándose y permaneciendo encauzadas en su verdadera convicción individual. Cuando el sujeto mantiene una relación directa con el mundo y sus objetos, y a pesar de mantener su concepción puede consensuar con experiencias de otros sujetos, se llega a una verdadero consenso.
  Para Asch es imprescindible la permanencia de la individualidad en los procesos sociales para la salud de la estructura social.
  El término de cambio social me gustaría desarrollarlo junto al autor Moscovici. El autor propone que una minoría activa innovadora puede ser portadora de un cambio social potencial si está bien organizada. Introduce el término de la comunicación en cuanto herramienta de influencia (por ejemplo la propaganda).
  Una minoría puede introducir un cambio cuando se conforma en un grupo que, anteriormente definido y autodefinido como patológico frente al código social dominante, se convierte en un grupo que funda su propio código y lo propone como modelo alternativo a la sociedad.
  Moscovici sustituye al modelo funcionalista que propone una realidad descripta como algo uniforme y cuyas normas se aplican a todos por igual, y una desviación caracterizada por el fracaso a la inserción dentro del sistema, por el modelo genético. Este modelo manifiesta que el sistema social y el medio ambiente están definidos y producidos por los que interactúan con y en ellos de alguna forma. "La desviación no es un simple accidente que ocurre a la organización social, sino que es también un producto de esta organización, el signo de una antinomia que la crea y que es a su vez creada por aquélla".   Para Moscovici la innovación tiene un papel fundamental en la sociedad y no lo considera como algo secundario. Propone otra perspectiva para desarrollar el fenómeno de la influencia. Ya no desde arriba, es decir, desde una mayoría, o de líderes con prestigio y/o poder, sino desde abajo, desde una minoría que pretende modificar las normas establecidas y crear un conflicto al proponer un cambio. Para que esta nueva forma de ver la realidad tenga real influencia en la mayoría, debe basarse en concepciones coherentes, claras, sistemáticas y lógicas, para lograr aplicar su influencia en forma efectiva.
  Me parece sumamente interesante la descripción de Moscovici de cada aplicación de los distintos procesos de influencia. Explica como la innovación se basa en una aplicación de influencia basada en la creación de un conflicto y tiene como objetivo un cambio social. Mientras que la normalización tiende a evitar el conflicto y la conformidad lleva al control social y a la resolución de conflictos.
  Entonces, a mi entender la democracia sería exitosa cuando los sujetos no dejan de lado sus creencias individuales. O sea que llegan a un consenso real al modo de Doise, sin conformarse ni normalizarse, procesos que realmente entrañan manifestaciones de control y sumisión.
  Ahora me ocuparé del paradigma fenomenológico. El texto de Berger y Luckman propone una construcción social de la realidad. El paradigma estudia la vida cotidiana del sujeto. Propone una objetivación de los procesos subjetivos que componen al mundo intersubjetivo. 
  El sujeto sabe que hay realidades múltiples que pueden ser transitables. Se explica que los sujetos se desarrollan en zonas limitadas de significados.
  El sujeto sabe como tienen que actuar los otros, y esto es lo que espera de ellos.
  Cuando el comportamiento tipificado del otro ya no se desenvuelve como yo espero, surge un problema por el cual la continuidad de la vida cotidiana es interrumpida.
  En cuanto a la interacción, este paradigma le da una tonalidad sumamente importante. La interacción cara a cara es la más importante que se tiene con los otros, en cuanto a que me convence de mi realidad en un aquí y ahora. Es en esta situación cuando tengo acceso a la subjetividad del otro. En esta relación cara a cara se dan los esquemas de acción intersubjetiva que se tipifican y conforman los distintos roles.
  Cuando actúo recíprocamente de determinada manera con determinada persona, esta acción se repite y se tipifica. 
  La objetivación producida de los procesos subjetivos se sustenta primordialmente por la significación lingüística. O sea que la vida cotidiana es un intercambio de significados lingüísticos. Por lo tanto la comprensión del lenguaje es esencial para la comprensión de la vida cotidiana. Así como tipifico las acciones del otro, asimismo lo hago con mis propias acciones. 
  Berger y Luckman dicen que el sujeto sabe lo que tiene que hacer, o sea, lo que los otros esperan que haga en base al rol tipificado que representa.
  El paradigma sostiene que el hombre se produce a sí mismo y a su entorno en una empresa social. 
  La institucionalización ocupa también un lugar de predominante importancia. Las actividades humanas y sus significados se habitúan, se repiten y crean pautas. Esta habituación libera al sujeto de su libertad. Quiero decir que si el sujeto está pautado a realizar tal acción, está libre de dualismos de elección.
  En cuanto a la institucionalización, toda habituación precede a dicha formación. En palabras de Berger y Luckman "... la institucionalización aparece cada vez que se da una tipificación recíproca de acciones habitualizadas por tipos de actores.". 
  Estas institucionalizaciones deben tener historicidad y control para lograr constituirse. En la institucionalización también se tipifican y se adquieren roles, en base a las acciones tipificadas que realice cada individuo. Otra característica de la institucionalización consiste en que adquieren objetividad al adquirir historicidad. Comienzan a percibirse como reificadas, externas y coercitivas. El hombre olvida que él mismo la creó y se le adjudica una realidad propia. La institución sería anterior y posterior al individuo. Así se transforman en algo coactivo, coercitivo por medio del control social y resistente a todo intento de cambio.
  Me gustaría mencionar uno de los aspectos que a mi parecer es uno de los más interesantes del paradigma. Esta es la dialéctica entre el productor humano y su producto, la sociedad. Se objetiviza una externalización del humano, que luego es objetivizada y, en un tercer momento, internalizada como algo externo al sujeto que posee una realidad propia, ajena al humano (reificación)."La sociedad es un producto humano. La sociedad es una realidad objetiva. El hombre es un producto social.".
  Para que las instituciones logren perpetuarse a través de las generaciones deben legitimarse, o sea poder explicarse y justificarse.
  La nueva generación viene con un bagaje de potencial incumplimiento de las normas de la institución, ya que no fueron creadas por ellos y sus objetivos pueden no adecuarse a los de la institución. Por esto es necesario un control y una coerción de la institución sobre el individuo. Cuanto más institucionalizado esté el comportamiento, más predecible será, más manejable y menos peligroso para las causas de la institucionalización. Esta institucionalización se ve favorecida por la necesidad innata humana de cohesión, de integrar significados.
  Como el conocimiento se objetiviza en instituciones, y así se desempeñan los distintos roles, cualquier desviación que se aparte del orden institucional es considerada como una enfermedad, depravación o ignorancia.
  El lenguaje posibilita la objetivación y el compartimiento del conocimiento, y produce una externalización que se objetiviza y se pone al alcance de todos.
  Este lenguaje participa en la perpetuación de las instituciones, transmitiendo los significados convencionalizados que entrañan procesos de legitimación y control. Este control es entre otras cosas para evitar que los individuos internalicen significados de otra manera que no sea la que responde a la institución. O sea, para evitar desviaciones intentan hacer coincidir la realidad objetiva y la subjetiva.
  Los problemas de la legitimación están dados por la multiplicidad de subuniversos institucionalizados existentes. Un subuniverso tiene significados propios convencionales a ese subuniverso. Hay que evitar que integrantes de determinado subuniverso entre en contacto con otros subuniversos que puedan poner en peligro su pertenencia al anterior.
  Cuando aparece un subuniverso que no comparte los significados y que propone una alternativa al orden vigente, surge peligrosamente algo que cuestiona los procesos operativos de la realidad social vigente.
  Para que la realidad cotidiana se mantenga es necesario que los que componen dicha realidad se confirmen recíprocamente que viven en esa realidad. Yo soy lo que el otro cree que soy, y el otro es lo que yo creo que es. El otro actúa como yo espero que lo haga, y lo mismo me pasa a mí.
  Los conflictos surgen cuando los subuniversos quieren ampliar su soberanía de conocimiento y su territorio. Vale decir, cuando quieren definir las cosas que no pertenecen al subuniverso con sus propios significados. También puede surgir cuando "... lo que es conveniente para un hombre puede no serlo para otro.".
  Para que el monopolio del conocimiento y la definición de la realidad se mantenga, o sea, se llegue a un consenso, puede darse una "fusión de empresas" que lo que realmente logra es extinguir a la competencia que pretende imponerse.
  Otra forma de consenso se explica como, en una sociedad pluralista, los individuos comparten un universo central, pero también pertenecen a universos parciales que "... coexisten en un estado de acomodación mutua.". El cambio social surge cuando subuniversos compuestos por subsociedades logran transformar a sus legitimadores revolucionarios en legitimadores oficiales y así lograr adeptos para sus concepciones alternativas a las vigentes. En este punto los legitimadores tienen éxito cuando lograr hacer coincidir la realidad que fue objetivizada y la subjetividad de los individuos.
  Me parece muy pertinente para definir la concepción de sujeto para este paradigma la siguiente cita: "... el yo es una entidad reflejada, porque refleja las actitudes que primeramente adoptaron para con él los otros significantes lo consideran.". Lo roles son definidos de esta manera al igual que la identificación del niño, en la socialización primaria. Según entiendo, en la socialización primaria al niño se lo socializa y se lo integra en su universo central.
  En la socialización secundaria el individuo ya es capaz de seleccionar (esto no sucede en la socialización primaria) sus subuniversos institucionalizados alternativos que son congruentes con el universo primario, aunque puede suceder que las socializaciones primarias y secundarias no sean compatibles, lo que llevaría a una necesidad de cambio. Por supuesto que es factible un cambio del universo central del sujeto. Aquí puede surgir otro conflicto en el sujeto, al conocer que hay otras realidades diferentes a la adquirida en la socialización primaria. Vale decir que el niño descubre que los padres o tutores ya no son mediadores de la realidad, sino que son legitimadores pertenecientes a determinado subuniverso institucionalizado.
  El individuo se identifica a sí mismo andamiándose en los demás significativos y en los otros, quizá no tan significativos, quienes conforman el "coro" o en términos de Mead, el "otro generalizado" quien me afirma en mi rol y confirma mi realidad.
  El cambio social solo puede llevarse a cabo cuando sucede una permuta de mundos en el individuo basada en la interacción con el otro. Se tiene que producir un desarrollo de desmantelamiento de la socialización predecesora para dar lugar a una nueva socialización primaria, que también incluye un cambio en la estructura conversacional, una evitación de cualquier realidad que niegue la que se está asimilando y por supuesto, un aparato legitimador.
  Se produce un cambio de universos centrales, donde el pasado se reinterpreta en base a la nueva realidad, al contrario que en la socialización secundaria.
  Una socialización deficiente puede llevarse a cabo cuando el niño tiene verdaderamente acceso a varias posibles realidades para elegir en su socialización primaria. Puede así surgir discordancia entre la identidad que se le adjudica al sujeto socialmente y la identidad subjetiva (pudiendo surgir así una identidad oculta).
  Berger y Luckman explican que la terapia podrá ser exitosa (apuntando al objetivo de encauzar socialmente al individuo) cuando haya distintas versiones de la realidad, pero no cuando la concepción fundamental de ésta sea discrepante.
  Otro punto que me gustaría mencionar correspondiente a la noción de sujeto se desarrolla bajo la idea de que el organismo humano, irreductible, pone límites a la capacidad de construcción social del hombre. Éste está mediatizado por la sociedad en su comportamiento, por ejemplo en el sexual. Este organismo humano se ve modificado por la producción social.