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Resumen de "Modelo Dramatúrgico"  |  Psicología Social (Cátedra: Robertazzi - 2018)  |  Psicología  |  UBA
IRVING GOFFMAN (INTERACCIONISMO SIMBÓLICO)


El modelo dramatúrgico (el nombre del modelo significa que Goffman utiliza la metáfora del teatro para analizar la vida social y, en su
enfoque, el tema de las impresiones es una parte central de las interacciones en
la vida cotidiana) de Erving Goffman, centrado en el estudio de las
interacciones cara a cara, en el análisis de los encuentros y en las actuaciones
que realizan las personas en su mutua influencia, pueden considerase
herederos del Interaccionismo Simbólico y George Mead. Sin embargo, sus investigaciones no sólo fueron
influenciadas por el Interaccionismo Simbólico, especialmente de Blumer,
sino también por la etnometodología, la sociología fenomenológica y la
filosofía analítica.
Goffman (1970) llevó adelante un importante número de trabajos de campo en
los que utilizó como método la observación participante. Uno de sus objetivos principales era el estudio de la interacción social, estudiaba los roles y las fachadas. Sin descuidar la relevancia del orden social o de las normas sociales, entendía que no regulan totalmente la acción de las personas, por lo tanto consideraba necesario el análisis específico de los encuentros y ocasiones sociales en las interacciones
cara a cara ubicadas en escenarios naturales. Goffman define a la performance o actuación como la actividad total de un participante en una ocasión dada que sirve para influir de algún modo sobre los otros.

Es importante recalcar tres definiciones de Goffman. Medio, Actuación y Fachada

Actuación: Toda actividad del individuo por un período en que se halla con un grupo de
personas (observadores) sobre el que tiene cierta influencia.
Medio o Setting: mobiliario, decorado, otros elementos del transfondo escénico. El medio tiende a permanecer fijo, de manera que los que usan un medio determinado como parte de su actuación no pueden comenzar a actuar hasta haber llegado al lugar conveniente, y debe terminar su actuación cuando lo abandona. Solo en circunstancias excepcionales el medio se traslada con los actuantes. Estas excepciones parecen ofrecer algún tipo de protección adicional para actuantes que son, o se han vuelto en ese momento, altamente sagrados.
Fachada: CARÁCTER ABSTRACTO Y GENERAL. parte de la actuación de un individuo que funciona regularmente de un modo general y prefijado, a fin de definir la situación con respecto a aquellos que observan dicha actuación. La fachada, entonces, es la dotación expresiva empleada intencional o inconscientemente por el individuo durante su actuación. Cabe distinguir entre apariencia y modales, siendo apariencia aquellos estímulos que funcionan en el momento de informarnos acerca del status social del actuante. Los modales, por su parte, se refieren a aquellos individuos que funcionan en el momento de advertirnos acerca del rol de interacción que el actuante esperará desempeñar en la situación que se avecina. Así, modales arrogantes, agresivos, pueden dar la impresión de que este espera ser el que inicie la interacción verbal y dirigir su curso. Modales humildes, gentiles, pueden dar la impresión de que el actuante espera seguir la dirección de otros, o de que puede ser inducido a hacerlo.
Es evidente que la apariencia y los modales pueden tender a contradecirse.
Una fachada social tiende a institucionalizarse. Suelen ser seleccionadas, no creadas.
Un aspecto importante del proceso de socialización: La tendencia de los actuantes a ofrecer a sus observadores una impresión que es idealizada de diversas maneras. Así, cuando el individuo se presenta ante otros, su actuación tenderá a incorporar y ejemplificar los valores oficialmente acreditados de la sociedad, tanto más, en realidad, de lo que lo hace su conducta general.
En la mayoría de las sociedades estratificadas existe una idealización de los estratos superiores y cierta aspiración a ascender hasta ellos.
Si el individuo ha de expresar estándares ideales durante su actuación, tendrá entonces que abstenerse de la acción que no es compatible con ellos o encubrirla. “Los médicos entierran sus errores” “Los compradores de chatarra están en las últimas” “Los niños de 8 años se burlan de los programas de los de 6 pero los miran subrepticiamente”
Encontramos actuantes que con frecuencia fomentan la impresión de que tenían motivos ideales para adquirir el rol que cumplen, que poseen una capacidad ideal para desempeñarlo (impresión de sagrada compatibilidad entre el hombre y su trabajo/oficio/profesión/deporte).
Existe una especie de retórica del entrenamiento por medio de la cual sindicatos, universidades, gremios y otros cuerpos que proveen títulos habilitantes requieren que sus miembros absorban un área y un período de formación místicos, en parte para mantener un monopolio pero también en parte para fomentar la impresión de que el profesional autorizado es alguien que ha sido constituido por su experiencia de aprendizaje y que está ahora en un nivel diferente que el del resto de los mortales. Se crea una impresión de legitimidad. Los individuos fomentan con frecuencia la impresión de que la rutina que realizan en el momento es su única rutina, o por lo menos la más importante.


Actuación sincera o cínica

Cuando el individuo no deposita confianza en sus actos ni le interesan mayormente las creencias de su público, podemos llamarlo “cínico”, reservando el término “sincero” para individuos que creen en la impresión que fomenta su actuación.
El sincero está más convencido de lo que está haciendo, pero el cínico tiene mayor control sobre sus actuaciones. El que actúa espontáneamente se ve mas inseguro, no le solemos creer tanto como al cínico, quien parece más seguro ante su público. El cínico puede actuar para satisfacer sus objetivos (como sería el ejemplo de un estafador) o puede actuar en pos del otro, entonces actúa frente al otro ayudándolo (un ejemplo sería cuando nuestros padres nos tratan de calmar diciendonos que esta todo bien cuando en realidad la situación es grave).
Cada uno de nosotros es el mismo tiempo actor y auditorio, todos cumplimos ambos roles a la vez. Entre todos tratamos de sostener la actuación que llevamos a cabo. Nosotros tendemos a avalar las acciones del actor desde el auditorio, y el actor todo el tiempo está construyendo y sosteniendo su actuación. Para Goffman lo que somos es lo que actuamos.

 

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