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Fisiopatología y enfermedades Psicosomáticas

Resumen de Marty: El Pensamiento Operatorio

Cátedra: Ulnik

Año 2009

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“EL PENSAMIENTO OPERATORIO” 
 

La idea central del trabajo apunta a mostrar la existencia de dos corrientes en el funcionamiento onírico: aquella que remite a la realización de deseos y otra que corresponde al intento de elaboración de la angustia traumática.

La integración de ambas corrientes garantizaría el equilibrio psíquico, y su falla daría pruebas de una carencia en el área de la fantasmatizacion. 
 

La función onírica se ubica en el interior de un proceso de integración básico y general, pues el valor funcional que reconocen al sueño puede igualmente ser conferido a la actividad fantasmática, en tanto escenifica, dramatiza, simboliza las tensiones pulsionales.

Nada como la perturbación que experimentan ciertos enfermos psicosomáticos en la actividad onírica o en la fantasmática que pueden faltar o encontrarse gravemente alteradas, para comprender la importancia de esta función de integración de ambas actividades.

Por otra parte el proceso onírico, protege al organismo ligando fuerzas que podrán provocar profundos trastornos en el soma.

En los enfermos psicosomáticos, la carencia de actividad fantasmatica corre paralela al desarrollo de una forma de pensamiento completamente original que proponemos designar como pensamiento operatorio.

El pensamiento operatorio, esta ligado a la psicosomatosis (afecciones donde las disposiciones de la personalidad tienen como canal mayor de evacuación para las situaciones conflictivas las vía somática). 
 

El pensamiento operatorio aparece como desprovisto de valor libidinal y, al no permitir la exteriorización de una agresividad, se revela como incapaz de subtender la dramatización  
 

La singularidad del pensamiento operatorio en relación con los procesos primarios y secundarios. 

 

2) La estructura de la personalidad  
 

Marty propone una estructura de la personalidad: “hablar de estructura de una personalidad es señalar las grandes líneas, relativamente estables, de su organización mental(…).Por ejemplo, permite la clasificación global de sujetos en grupos: psicóticos, neuróticos de carácter, neuróticos mentales, neuróticos de comportamiento. De una forma más precisa, permite señalar los sistemas electivos de vida interior o relacionar sistemas procedentes en su mayor parte de fijaciones genéticas del período de desarrollo. Permite dar cuenta de mecanismos habituales de investimiento y contrainvestimiento del individuo(…).La estructura marca los diferentes parámetros de la personalidad, sus particularidades y combinaciones, dando cuenta de su escalonamiento jerárquico. La estructura no atestigua, pues, la observación clínica del momento, pero constituye un esquema de la organización dinámica de un sujeto señalando su funcionamiento habitual, permite teóricamente prever el modo de reaccionar del individuo a los traumatismos”.

Su idea de estructura y su nosografía singular (neuróticos mentales, de carácter y de comportamiento) lo lleva a comparar y separar los neuróticos de los “somáticos” en función de las características de su funcionamiento mental. Los conceptos (que pasaré a resumir) de “pensamiento operatorio”, “depresión esencial” y “desorganización progresiva”, son el resultado de la “hipótesis de una construcción incompleta o de un funcionamiento atípico del aparato psíquico de los enfermos somáticos, diferentes de la construcción y del funcionamiento del aparato psíquico de los neuróticos mentales” (4) (p.35)  
 

3) Conceptos Básicos  
 

El Pensamiento operatorio (P.O.) (2,3 y 4) :  
 

Si las actividades fantasmáticas y oníricas permiten escenificar, dramatizar, simbolizar, e integrar las tensiones pulsionales, de ese modo protegerían la salud física individual. El P.O., que pone en evidencia la carencia funcional de estas actividades, va a la par de las perturbaciones somáticas.

En los enfermos psicosomáticos la carencia de actividad fantasmática – al menos desde el punto de vista funcional – corre paralela al desarrollo del “pensamiento operatorio”.

El P.O. es un pensamiento consciente que:

  1. No posee lazos con una actividad fantasmática de cierto nivel
  1. Duplica y ejemplifica la acción, dentro de un campo temporal limitado
  1. No es exclusivo de los psicosomáticos pero tiene valor nosográfico. Puede ser encontrado en cuadros clínicos muy diversos.
  1. El paciente relata sus trastornos como hechos aislados, sin establecer entre ellos ninguna relación.
  1. No hay compromiso afectivo con el investigador
  2. El paciente solo cuenta sus síntomas y espera que se los cure

Los autores definen este tipo de relación como “relación blanca”

La investigación da resultados: se pueden vincular la aparición de los síntomas con circunstancias anecdóticas precisas, pero sin producir el efecto esperado.

Hay una carencia de juego identificatorio

Más adelante, Marty sustituyó la noción de P.O. por la de vida operatoria (4), que tendría en cuenta la disminución del pensamiento frente a la importancia adquirida por los comportamientos.

Lo que en un principio comenzó con la descripción de un estilo de pensamiento pasa a ser la descripción de un estilo de vida estrechamente ligado a una entidad nosológica: la neurosis de comportamiento; y el gradiente abarcativo del concepto llega a inundar la noción de sujeto. Así es como de “pensamiento operatorio”, la teoría pasa a la idea de “vida operatoria”, y finalmente se cuela la idea de “sujeto operatorio”. Este gradiente va determinando el pasaje de una idea puramente funcional a una concepción nosográfica: el paciente psicosomático diferente del neurótico, y profundamente deficitario.  
 

La depresión esencial (3,4 y 20)  
 

La depresión esencial es desencadenada por sucesos traumáticos que producen una desorganización psíquica porque sobrepasan la posibilidad de elaboración y drenaje de la excitación. Generalmente, es antecedida por angustias difusas de tipo automático que reflejan un yo desbordado frente a los movimientos instintuales no reprimidos.

“Se comprueba el borramiento funcional de los dos sistema tópicos”(4) (p.40) “la ausencia de comunicación con el inconsciente constituye una verdadera ruptura con la propia historia del sujeto. Lo fáctico y lo actual se imponen y están a la orden del día”(4) (p.41)

La depresión esencial describe un estado caracterizado por un descenso del tono libidinal. A diferencia de la depresión melancólica, la depresión esencial es una depresión sin objeto, sin auto reproches, ni culpabilidad inconsciente “la indudable desaparición de los sentimientos inconscientes de culpabilidad constituye uno de los principales signos de la depresión esencial. Se trata de una sintomatología depresiva definida por la falta: “borramiento, en toda escala, de la dinámica mental (desplazamientos, condensaciones, introyecciones, proyecciones, identificaciones, vida fantasmática y onírica)”(4) (p.39-40)  
 

La desorganización progresiva  
 

“Se puede definir la desorganización progresiva como la destrucción de la organización libidinal de un individuo en un momento dado. Corresponde en parte al concepto freudiano de “desintricación”, y el calificativo “progresiva” pone en evidencia que el movimiento retrógrado no es jamás frenado por ningún sistema regresivo válido. En la mayoría de los casos, la desorganización culmina en un proceso de somatización” (4) (p.42). Puede conducir a la destrucción del individuo.

“La desorganización se desenvuelve según un proceso contrario al de la organización evolutiva. Al mismo tiempo se comprueba una desaparición de la jerarquía funcional y una dispersión de las funciones anteriormente asociadas” (4) (p.42)

Las desorganizaciones pueden no ser progresivas. Por ejemplo, pueden eliminar las organizaciones anteriores, pero quedar ligadas a ellas. Pueden durar poco tiempo y dejar paso a las reorganizaciones bajo el efecto de los Instintos de Vida. También pueden ser parciales, localizadas y fugaces.(3)

Con la existencia de una mala organización general de fondo y con un punto de partida de tipo depresivo esencial, las desorganizaciones toman una marcha progresiva y de proporciones peligrosas para la vida del sujeto.  
 

4) La economía psicosomática

La teoría de P. Marty se basa en los mismos criterios que la teoría de las neurosis actuales en los primeros tiempos de la obra de Freud, en que el enfoque era predominantemente económico y causal.

Las neurosis eran de etiología traumática porque los traumas eran equivalentes a una acumulación de cantidad, y las neurosis actuales se debían a la libido acumulada por falta de descarga o descarga inadecuada. (10,11,12 y 15)

Del mismo modo, para Marty la economía psicosomática es el edificio central de su esquema teórico, y el funcionamiento del preconsciente su eje principal. Esto es así, porque el preconsciente es concebido como la herramienta fundamental del aparato mental, para protegerse de la cantidad de excitaciones y estímulos tanto instintivos como exteriores. La psicosomática es una economía más que una metapsicología porque el enfoque económico predomina sobre los otros en la medida en que la semiología pesquisa mas el destino de la energía de excitación, que el sentido oculto o latente de los síntomas. Siguiendo a M. De M’Uzan, para la escuela de Marty, el síntoma somático “es tonto”, y en tanto tal, es él mismo un testimonio del borramiento de la actividad inconsciente de condensación, desplazamiento y simbolización.