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Psicoterapias | Resumen Para Examen Final | Cátedra: Menéndez | 1° Cuat. de 2009 | Altillo.com |
Concepto de situación clínica:
En la situación clínica no existe una única teoría que dé cuenta de la totalidad de los fenómenos observables. Lo que existe es una realidad clínica, a la cual la abordan diversos integradores y cuerpos teóricos en múltiples facetas y dan cuenta parcialmente de algunos de sus aspectos, en mayor o menor profundidad. En este sentido es que planteamos la necesidad de un concepto de situación, esta convergencia de series causales, esta diversidad de fenómenos que aporta cada una de las perspectivas de estudio.
Lo que se va percibiendo, en la clínica, es que solo hay una situación clínica ante la cual se esgrimen determinadas formas de comprensión y diversas teorías. Muchas veces el por el dogmatismo se trata de ajustar todas situaciones clínicas a una única teoría generando, así, recortes de la complejidad de la situación. El propio terapeuta es parte del campo de estudio.
La experiencia de la clínica es la experiencia de una diversidad de fenómenos y categorías para analizar, de múltiples direcciones y múltiples dimensiones. La situación de consulta no configurara un mundo homogéneo, sino, abre un espectro múltiple de condiciones de consulta.
Del mismo modo, hablamos de múltiples niveles de diagnostico y múltiples modalidades de focalizar y abordar una situación. Así mismo, también hay múltiples procesos terapéuticos, de cambios y de efectos.
Se plantea una clínica en la diversidad que avanza en un doble frente, siempre en interjuego: el de la práctica sobre la intervención en la clínica; y una correlativa sobre la teoría que se podría poner en juego.
La situación clínica es un espacio de diversidad en el que están convergiendo diferentes series causales, diferentes series de fenómenos que van configurando la situación de consulta.
La nación de serie causales: se trata de una clase homogénea de fenómenos que responden a cierto encadenamiento causal. Hay una múltiple variedad de series; tenemos la serie corporal, serie familiar, serie laboral, serie evolutiva, serie prospectiva, serie social, etc. Y cada una con sus propias resonancias inconscientes y fantasmaticas, su historia evolutiva y movimientos dinámicos.
Todas las series causales que se puedan presentar en una situación clínica son simultáneamente constituidas desde el aparato psíquico y desde diversas zonas de la realidad en las que el individuo interactúa.
Para pensar en situación se hacen necesarios los fundamentos de las distintas escuelas psicológicas, de las diversas líneas del psicoanálisis y de los aportes de la psiquiatría; pero además necesitamos pensar diversos órdenes de realidad que van sucesivamente articulándose concéntricamente alrededor del paciente. Este panorama implica pensar en una diversidad de posibilidades de abordajes estratégicos y técnicos; según se focalice en una u otra serie causal, o situación de crisis.
Estos distintos abordajes requieren ser coordinados desde el vínculo terapéutico; habrá que ir comprendiendo las series convergentes que se articulan en esa situación y las dinámicas internas de problemas grupales, institucionales e individuales involucradas en la consulta. El enfoque es multidimensional. La complejidad y singularidad de cada situación tiene que ser construida teóricamente como una construcción de trabajo interdisciplinario. Realizando una síntesis transversal y evitando el trabajo analítico que descompone en abstracciones. Encada situación se juegan varios discursos, discursos inconscientes y conscientes del individuo y de otros sujetos de su entorno; además intervienen el entrecruzamiento de varios sujetos con sus actos y sus discursos, en el entrecruzamiento de dinámicas individuales y grupales. También, entran en juego diversos niveles de registro del mundo material y del mundo fantasmático inconsciente.
Estamos siempre en el entrecruzamiento de múltiples series de determinantes. Esta idea de series convergentes produce efectos de sentido.
La situación, en cuanto objeto articulador, una lógica de inclusiones, conjunciones e integraciones. Abra que ir instrumentando diversos procedimientos en función de las condiciones singulares que presentan las diferentes modalidades psicopatológicas en el tratamiento.
El concepto de situación designa un objeto articulador. Su función de articulación se realiza por efectos de montaje, de yuxtaposiciones entre series cuyas resonancias ligan entre sí a diferentes tipos de objetos: discursos, cuerpos, instituciones, grupos, fantasmas individuales. Se trata de un objeto (la situación) que se construye, se sostiene en esos conjuntos de objetos diversos, y a su vez, así constituido, es configurador del sentido otorgado a esos agolpamientos de objetos. A la vez que estructurado por tales conjuntos de objetos, estructura el sentido asumido por esos conjuntos. Es así distribuidor -selector- reforzador de significaciones a lo largo de cada una de las series, para cada uno de los objetos que las constituyen. Este objeto teórico va siendo construido por los aportes de varias disciplinas: psicoanálisis, psicología social. La situación ubica al paciente, nos ubica a nosotros, en la zona de entrecruzamiento de vastas indagaciones interdisciplinarias.
Solo hay una situación clínica, esta es única y singular, pero tiene analogía con otras; es equiparable al diagnostico, porque hay un perfil con cierta regularidad. Pero las dificultades y potencialidades en cada situación son patrimonio de una singularidad exclusiva.
Situación de crisis
Se define como situación de interacción en que entre un individuo y su contexto se ha producido una alteración de las condiciones que eran previamente estables. Existe la necesidad de responder a ese cambio con otros cambios, estos cambios se presentan como imposibles de operar y la situación no puede ser abandonada. Hay una conceptualización ligada a la urgencia, a la necesidad de apaliar una situación de desborde psíquico.
Las crisis, pueden ordenarse en evolutivas y accidentales. Las crisis evolutivas son aquellas esperables, en alguna medida, universales. Esperables en determinado momento o circunstancia, en el devenir de la vida de cualquier sujeto. Las crisis accidentales, son particulares y repentinas. No son pautadas, no son esperables. De todas maneras, las crisis no es patógena per se. Muchas veces, es una etapa necesaria en un desarrollo. Se organiza a posteriori patológicamente o no.
Concepto Focalización
La moción de focalización alude a una concentración de la atención y de las intervenciones psicoterapéuticas en determinada conducta o materiales del paciente. En las terapias psicoanalíticas se concentración de la atención en situaciones intrapsíquicas activas en situaciones de interacción.
Concepto situación de consulta
Se entiende por el pedido de asesoramiento técnico en determinado ámbito de una disciplina, a un profesional idóneo en ese campo.
Concepto de planificación
Se entiende por establecer objetivos y medios en una secuencia anticipada para alcanzar un fin. Desde el punto de vista clínico, una planificación implica la observación de fenómenos en más de un ámbito o nivel de manifestación; es decir en el discurso, en el cuerpo, en la organización familiar, etc. Implica también la posibilidad de un diagnostico pronostico con un criterio evolutivo, porque el tiempo también es un factor influyente a considerar. Implica optar entre más de una línea teórica y recursos técnicos; implica diversidad de abordajes y de estilos terapéuticos.
TRASTORNO NARCISISTA
El trastorno narcisista remite a un déficit, a un estancamiento o detención, en el proceso de constitución de la identidad del sujeto (y en la imagen de sí mismo). Donde hay una alteración de la estructura afectiva–cognitivo en la manera en que el sujeto percibe la imagen de sí mismo en las interacciones reales con los otros y las interacciones fantasmaticas con representaciones internas de las personas significativas para él. Este trastorno (evolutivo) se juega en el campo de la intersubjetividad y plantea una conflictiva intrasistémico.
En el trastorno narcisista:
Existencia | ||||
Vs | Dependen del otro | |||
No existencia | Ideal de perfección |
Perfil clínico y psicodinámico del trastorno del narcisismo
Este conjunto de alteraciones coloca al individuo en una constante zozobra, una inseguridad básica, un clima de ataque, ya que cada confrontación con el mundo lo ponen en tela de juicio de modo radical.
Dirección del proceso en el abordaje psicoanalítico del trastorno narcisista
En estos abordajes requieren un sentido del timing y una capacidad de holding muy acentuada. La operación fundamental es el relevamiento, elaboración y reconstrucción del un vasto mosaico de identificaciones dispersas y desorganizadas. Los rasgos que van a incidir en el trabajo clínico constituyendo dificultades y obstáculos tienen que avanzar en dirección:
4tipos de instrumentos técnicos:
Crear vínculo y desarrollar vínculos, así como dar resonancia a ese vinculo a través de una respuesta, como un instrumento terapéutico primordial del proceso, para que las palabras puedan producir registros y efectos de sentido. Esa resonancia empática con las valoraciones del paciente apuntan al objetivo teórico-técnico tiende a crear un espacio.
Trastorno Narcisista vs Neurosis
El trastorno narcisista, también, comprende conflictos y defensas de nivel neurótico. Estas manifestaciones neuróticas son en el trastorno narcisista, proteiformes, diversas, inestables, varían con frecuencia según vicisitudes del acontecer individual y grupal. Dinámicamente las conductas del orden neurótico aparecen, pero no son dominantes en la organización de su estructura. La estructura es de predominio pre-edípico: el conflicto es diádico, la problemática es del la existencia de un sí mismo o su disolución, en su dependencia fusional o en su quiebre. Está en juego la pérdida del yo, y no el yo perdiendo partes valoradas de sí.
En la vida psíquica siempre se están produciendo un proceso de organización. A partir de estos procesos los defectos estructurales que se originaron en el trastorno narcisista, serán organizados dentro de estructuras posteriores de origen conflictual y de esa manera adquirirán un significado dentro de contextos continuamente cambiantes. Con lo cual el proceso de organización del trastorno narcisista se habrá venido desarrollando durante un tiempo prolongado, combinando aspectos diferentes derivados de déficit y de conflicto en un fenómeno uniforme de parámetros complejos aspectos. De acuerdo a como se lleve a cabo el proceso organizativo pueden surgir diferentes combinaciones de déficit y conflicto. En general la modalidad de déficit tendera a intensificar los conflictos evolutivos comunes.
Trastorno Narcisista
Neurosis
Conflicto vs Déficit
El Conflicto y el Déficit son dos mecanismos patológicos con diferentes estrategias psicoanalíticas de abordaje.
CONFLICTOEl concepto central en torno a la nación de conflicto es:
Implicancias para la estrategia terapéutica y el tipo de intervención.
El concepto central en torno a la nación de déficit es:
Implicancias para la estrategia terapéutica y el tipo de intervención.
Transferencia de déficit.
Los objetivos de las intervenciones afirmativas son:
Para esto el terapeuta debe permanecer en un contante estado de disponibilidad emocional, para transmitir una sensación de no estar aislado. Esta condición es fundamental para que se produzca un cambio cuando se trabaja con conflictos de déficit.
La característica empática del encuentro terapéutico activa en el paciente la transferencia de experiencias con el objeto-sí-mismo infantil. El terapeuta debe estar disponible para satisfacer las necesidades y las relaciones objétales. Pero sin desplazarse a la posición de suministro propia del objeto-sí-mismo infantil. Lo que debe hacer es confirmar la existencia de esa necesidad y el derecho que tiene el paciente de ser confirmado. Así, el terapeuta cumple el papel tanto de objeto-sí-mismo de transferencia como de un objeto-sí-mismo nuevo, el terapeuta sirve como modelo para aprender actitudes del yo diferenciadas y tiene la oportunidad de estimular la construcción de estructuras.
Neutralidad: es una conexión óptima entre empatía y neutralidad, entendida como la apreciación por parte del terapeuta de los dilemas y conflictos del paciente.
Estrategias de insight y de abordaje
Para hacer insight se precisa un alto nivel de funcionamiento yoico (psíquico).
Concepto de insight (comprensión intuitiva):
Insight descriptivo: se centra en lo verbal; cuando se describe y se comprende con palabras los fenómenos psíquicos (interpretación).
Insight ostensivo: es emocional, es el momento en donde faltan o sobran las palabras; es el contacto directo entre la palabra y la emoción; en un determinado contexto la palabra se conecta con la situación emocional.
Indicadores clínicos del grado de insight
Concepto de elaboración:
Cambios aparejados por los procesos de insight y la elaboración.
Niveles de Diagnóstico clínico
Una aproximación clínica fecunda se apoya en la indagación de diferentes niveles diagnóstico clínico. Estos diferentes diagnósticos reflejan el hecho de que todo individuo y todo grupo humano expresa a la vez su inserción en diferentes planos de interacciones y de procesos psíquicos. Esta enumeración no agota todo el espectro de posibilidades diagnósticas. Ejemplifica aquellos niveles que nos permite desplegar una visión amplia y rigurosa del paciente, para la construcción de un diagnóstico multidimensional.
Diagnóstico clínico: Comprende las categorías de la clínica psiquiátrica: psicosis, neurosis, psicopatías, organicidad, trastornos psicosomáticos, entre otros. Destacamos la importancia de tomar en cuenta este diagnóstico, ya que del mismo se desprenden opciones estratégicas: medidas de continencia ambiental, medicación, elección de técnica psicoterapéutica, criterios pronósticos.
Diagnóstico psicopatológico psicodinámico: Este nivel diagnóstico remite al panorama de la psicopatología psicoanalítica en la cual se identifican diversos tipos de conflictos, de ansiedades, de mecanismos defensivos, de identificaciones, que subyacen a un determinado motivo de consulta, nivel en el cual se hace posible la comprensión dinámica de un síntoma, de un rasgo de carácter, de una situación conflictiva. Comprensión psicodinámica que traza los caminos de la interpretación sobre dinamismos inconscientes.
Diagnóstico evolutivo: Este parámetro de la interpretación diagnóstica resulta para nosotros de particular relevancia. En cada etapa evolutiva de la vida supone tarcas que le son propias, problemas a resolver, en términos de logros a desenvolver. Gran parte de la problemática psicológica se enmarca en esta lectura, que es la de una intencionalidad inconsciente que tiende a realizaciones de eficacia adaptativa y transformadora.
Diagnóstico adaptativo y prospectivo: Es un nivel fundamental del diagnóstico. Íntimamente vinculado con el anterior, en este nivel del diagnóstico se trata de evaluar cuál es el estado de las capacidades yoicas del individuo, qué relación guarda el estado de esas funciones con las exigencias que se trata de enfrentar. Y a la vez evaluar si está constituido un proyecto (consciente o inconsciente) al cual tienden las conductas de esa persona. La cualidad de ese proyecto, sus condiciones de viabilidad y las distorsiones propias de las estructuras de idealización.
Diagnóstico grupal: Este diagnóstico establece evaluaciones de dinámicas grupales en las cuales el paciente está inserto con su conflictiva, y a formular hipótesis de correlaciones entre dinamismos grupales y dinamismos intrapsíquicos en esa situación de interacciones grupales. Aquí debemos incluir la conceptualización del síntoma en cuanto emergente grupal, los roles inconscientes estereotipados, los mitos que el grupo comparte y su incidencia en la fantasmaticas.
Diagnóstico psicosocial: Comprende la incidencia de los sistemas de valor que constituyen una ideología, en sus dimensiones conscientes e inconscientes, sobre la problemática que afecta al paciente. Comprende asimismo las inserciones institucionales del paciente y de las formas en que esas instituciones, en cuanto portadoras de sistemas y prácticas ideológicas, ejercen su poder de influencia sobre los conflictos, ansiedades, defensas, del consultante.
Diagnóstico comunicacional: Comprende identificación de los sistemas de mensajes que manejan individuo, grupo, instituciones. Modalidades y distorsiones en la emisión y en la recepción de los mensajes. Estilo comunicacional propio de la estructura de personalidad que se diagnostica y de sus grupos de pertenencia. Diagnóstico de códigos verbales y códigos de acción.
Diagnóstico de la problemática del cuerpo: Comprende la consideración de los diversos aspectos de la problemática psicológica referida al cuerpo: esquema corporal, imagen corporal, aspectos de autoimagen referidos al cuerpo, ansiedades hipocondríacas, somatizaciones, significaciones otorgadas a disfunciones o a lesiones orgánicas, fenómenos de conversión. Aspectos del narcisismo involucrados en los datos de orden corporal. Arcas de intervención médica, de intervención psicológica y de trabajo interdisciplinario.
Diagnóstico de potenciales de salud: Comprende una evaluación del estado de las funciones yoicas, de sus condiciones de eficacia en los dominios adaptativos, creativos y elaboraditos. El manejo de la ansiedad, el estado de juicio de realidad y su capacidad adaptativa, de demora, rodeo, control de impulsos, utilización de experiencia, flexibilidad para el enfrentamiento de condiciones nuevas, usos cognitivos de pensamiento y lenguaje, discriminación, anticipación, coordinaciones en ejecución, evaluación de la propia conducta, capacidad de asociación, de insight, de elaboración. Estas evaluaciones son decisivas para la intervención terapeutica.
Diagnóstico del vínculo terapéutico: Este nivel incluye la capacidad de alianza terapéutica: conciencia de enfermedad, capacidad de establecer y mantener un contrato y su tarea, capacidad de esperar cambios positivos, capacidad de colaborar y fenómenos transferenciales y contratransferenciales.
Primera entrevista
Se destaca el papel crucial que desempeña el primer contacto con el paciente. El manejo que haga el terapeuta de esa primera entrevista puede tener una influencia decisiva en la continuidad o abandono, o en la eficacia y en el alcance del proceso terapéutico. Esta primera entrevista está destinada a crear de entrada una alianza sólida para poner en marcha el proceso terapéutico. Además, está consignada a cumplir funciones diagnósticas, de fijación de un contrato y un rol terapéutico. Su acción terapéutica realizara intervenciones adecuadas, potenciadoras de ese efecto.
Esta entrevista, para ser eficaz, debe cumplir en fases sucesivas varias tareas:
El orden de las fases sigue una progresión lógica; sin embargo, no puede ser rígida, unidireccional, ya que la discusión de cada punto lleva a reajustar con nuevas precisiones los anteriores. El tiempo de estas tareas puede variar según su experiencia, grado de formación y el tipo de paciente. Lo esencial no es el tiempo, sino el proceso que debe jugarse entre ambos a través de esas etapas, los objetivos a cumplir antes de poner en marcha el tratamiento. Lo que exponemos no es el esquema sino un esquema de entrevista que intenta organizar datos de nuestra experiencia.
Pasamos a comentar las diferentes fases o momentos de la primera entrevista antes delineado.
1. El diagnóstico.
La información que proporciona el paciente
Es función de una primera entrevista establecer el diagnóstico del paciente en tres planos fundamentales:
La búsqueda de datos sobre cada uno de estos planos debe ser selectiva y sintética, dirija hacia la construcción de un modelo comprensivo preliminar global, etiopatogénico, clínico y psicodinámico.
Una intervención útil del terapeuta destinada a evitar la incertidumbre inicial y sus riesgos consiste en comenzar encuadrando esta primera entrevista, en aclarar el sentido de la misma y los pasos que habrán de recorrerse para lograr sus objetivos.
Un paciente está motivado para iniciar una psicoterapia de esclarecimiento se puede identificar en él:
El diagnóstico de esta motivación no puede ser estático, en base a lo que el paciente trae a la entrevista, es decir, individual o intrapersonal, sino que debe ser puesto a prueba como fenómeno interaccional, con todo lo que el terapeuta pueda hacer para estimular su motivación.
La motivación es un dato importante para la elección final del tratamiento, pero debe considerársele en relación con otros planos del diagnóstico y con datos emergentes en el proceso interaccional de la entrevista.
En una entrevista es fundamental indagar; la idea no es quedarme solamente con el material espontaneo que trae el paciente. Es necesario para un abordaje clínico efectivo en psicoterapias tener una indagación activa sobre las problemáticas del paciente, hay que averiguar mucho, hay que preguntar mucho.
2. La información que devuelve inicialmente el terapeuta.
Clarificación del problema y reforzamiento de la motivación.
Es esencial para el paciente conocer qué piensa el terapeuta de todos estos puntos. En este segundo momento la tarea pasa por el suministro de información que el terapeuta pueda ofrecer, por su capacidad de respuesta a los interrogantes del paciente. En esta fase de la entrevista corresponde al terapeuta ofrecer al paciente una imagen global, introductoria, pero lo más precisa posible, acerca del diagnóstico dinámico en primer lugar, y del pronóstico ligado a una perspectiva de tratamiento, que sugiera tipo de tratamiento, tiempo de duración aproximado y objetivos que se propondrían para el mismo.
3. Confrontación entre las expectativas del paciente y la perspectiva del terapeuta.
Reajustes y búsquedas de acuerdos.
Consiste en la instalación deliberada por parte del terapeuta de un diálogo abierto entre ambos acerca de las mutuas expectativas. De dos personas que llegan a esa relación con una cosmovisión, experiencias e información distintas sobre psicopatología y psicoterapia, para arribar, por sucesivos acuerdos a una zona de encuentro de las diferencias de perspectiva entre ambas. De lo que se trata es de despejar el campo de confusiones, ambigüedades y desacuerdos implícitos, todos factores de interferencia para un eficaz cumplimiento del contrato y para el funcionamiento del proceso terapéutico. El papel del terapeuta es alentar aquí al paciente a que cuestione, plantee dudas y objeciones a todo lo expuesto. Para ver cuáles son sus disposiciones y sus dificultades para tratarse. Este momento de intercambio es crucial; en él se decide la consolidación de una alianza terapéutica. Este diálogo cumple una función clarificadora, capaz de reforzar la motivación inicial para aceptar la psicoterapia. Tiene también una función de apoyo, de continencia dirigida a partes infantiles del paciente que albergan desconfianza hacia él y su tratamiento. Cumpliendo además una función terapéutica específica.
Es importante que la apertura del terapeuta a las objeciones del paciente sea real y sincera; que la libertad de decisión del paciente sea tangible y no meramente formal. Cualquier apresuramiento interpretativo del terapeuta podrá ser vivido como una intrusión aún no autorizada por el paciente.
4. Proposición de un contrato terapéutico. Anticipaciones sobre la tarea
Si se llega a proponer un contrato terapéutico a través del proceso descripto de explicitaciones y acuerdos generales, los aspectos de detalle sobre el tratamiento a iniciar pueden ocupar un breve lapso. Comprenden especificaciones sobre horarios (frecuencia y duración de las entrevistas), eventualmente honorarios y duración del tratamiento.
Se ha señalado la utilidad de ofrecer al paciente una preparación mínima para facilitar el comienzo de su psicoterapia. El momento final de la entrevista, aceptando este criterio, consiste en indagar qué información tiene el paciente sobre el funcionamiento de la relación terapéutica. Se trata de una entrevista inductora del rol del paciente acerca de los siguientes aspectos:
Papel de la interpretación en primera entrevista.
En primer lugar la posibilidad de manejar la entrevista con un enfoque interpretativo enfrenta el riesgo de una reacción negativa del paciente, quien puede sentirse invadido o descalificado en sus ideas sobre su propia situación, antes de haber conocido y aceptado las reglas de una relación terapéutica. Por ello se exige un manejo cuidadoso de la interpretación:
a) Alrededor del diagnóstico es fundamental que el terapeuta pueda ofrecer, aun con las limitaciones de los datos, una visión panorámica del sentido de la enfermedad, de la conflictiva central ligada al motivo de consulta. Esta interpretación proporciona una función esclarecedora del proceso terapéutico, una función didáctica y reforzadora de la motivación; y una función diagnóstica de las aptitudes del paciente, importante indicador sobre el tipo de técnica a elegir.
b) Su función es neutralizar ansiedades ligadas a fantasías transferenciales intensas que pueden precipitar el abandono a breve plazo. Está destinada a reforzar la motivación para el tratamiento, y secundariamente a clarificar aspectos de la conducta del paciente, tarea que requiere un timing mínimo. Lo esencial en primera entrevista es instalar el vínculo y esclarecerlo en su sentido y alcances. Para, comprender en conjunto la conducta del paciente está el resto del proceso terapéutico.
Funciones yoicas en el proceso terapéutico
Influencias ambientales sobre las funciones yoica.
Hay situaciones grupales o institucionales yo-reforzadoras y otras yo-debilitantes. Todo grupo que ataque las capacidades yoicas de alguno de sus miembros subrayándole sus limitaciones o errores, negándole la estimulación o las reafirmaciones de sus funciones yoicas, es claramente una acción yo-debilitante. Todo grupo que estimule y reafirme las capacidades yoicas de alguno de sus miembros serán una acción yo-reforzantes.
Activación de las funciones yoicas en el tratamiento.
En relación a lo anterior, la situación terapéutica instala un contexto yo-reforzantes de verificación y estimulación; de protección y gratificación emocional, que alivia ansiedades para liberar cierto potencial de activación yoica. Cada sesión opera como activadora o movilizadora. El terapeuta con su propia actividad provee además al paciente un modelo yoico de identificación. Se constata un interjuego entre las funciones yoicas del paciente y el terapeuta, instalando de esta manera una relación de complementariedad. En la que el terapeuta en cooperación con el paciente, presta sus funciones yoicas a través del proceso terapéutico para reintegrar las funciones yoicas debilitadas del paciente.
Un aspecto del proceso en psicoterapias: la complementariedad entre funciones yoicas del paciente y funciones yoicas del terapeuta.
Habitualmente, el terapeuta se apoya en las funciones yoicas mejor conservadas del paciente y le suministra, como préstamo temporario, operando técnicamente, aquellas funciones que en el paciente se encuentran menos desarrolladas o momentáneamente inhibidas.
Vinculo terapéutico:
Fenómenos transferenciales y contratransferenciales:
Particularidades de la transferencia:
Particularidades de la Contratransferencia:
El proceso analítico en el tratamiento de trastornos del self puede ser descrito en cinco etapas:
Particularidades de los Fenómenos de relación reales, no transferenciales:
Alianza terapéutica:
Empatía (resonancia empática):
Concepto Focalización
La moción de focalización alude a una concentración de la atención, la percepción, la memoria (todo un conjunto de funciones yoicas) y de las intervenciones psicoterapéuticas en determinada conducta, materiales o temáticas del paciente que pueden seguirse a través de varios de los niveles de diagnósticos clínicos. En las terapias psicoanalíticas se concentración de la atención en situaciones intrapsíquicas activas en situaciones de interacción. Operativamente implica trabajar sobre acciones intencionalmente dirigidas en una actitud exploratoria y terapéutica. Dinámicamente la focalización está guiada por la dominancia del motivo de consulta o una motivación que jerarquiza tareas en función de resolver ciertos problemas vividos como prioritarios (síntomas más perturbadores, situación de crisis, amenazas de descompensación que alarman al paciente o al grupo familiar, fracasos adaptativos). Inmediatamente ligado al motivo de consulta, subyace cierto conflicto nuclear.
1. La estructura del foco
Un trabajo terapéutico sobre la situación clínica intentara de identificar zonas de ese conjunto de determinantes que la constituyen. Lo esencial es respetar el carácter de estructura de la situación tal como existe, totalizada, en la experiencia humana, de modo que todo el trabajo terapéutico se haga a partir de delimitar esa totalidad de la situación, en toda su amplitud. El estudio de los diversos componentes de la situación deberá hacerse en el sentido de despliegue de “niveles de diagnostico clínico”, entendidos como estratos funcionales enraizados en la situación, actualizados y totalizados por ésta.
Con este enfoque es posible deslindar una zona de componentes de la situación que podemos caracterizar como aspectos caracterológicos del paciente (dinamismos intrapersonales activados en esta situación específica, modalidades defensivas personales selectivamente movilizadas por la situación -no es posible ensayar una u otra de varias defensas, hay que ver cuáles de ellas hace el grupo viables-, etapas no resueltas del desarrollo infantil, actualizadas por la estructura de la situación).
Lo que se hace es reconfigurar una estructura, construir un modelo de la situación que intente dar cuenta de los dinamismos, articulaciones, encajes, potenciaciones y oposiciones propios de una totalización. Es en esta noción totalizadora de situación donde pueden encontrar su marco aportes parciales propios de una conceptualización psicodinámica (ansiedades, conflictos, fijaciones), comunicacional (modalidades en el manejo de los mensajes, alianzas, descalificaciones) o psicosocial (roles, mitos, tareas grupales).
El hecho de que el conflicto tenga lugar como tal intrapersonalmente no significa que la cuestión sea de orden primariamente personal, ni desde luego exclusivamente personal. El problema ha surgido de una situación y ésta es a su vez, como dijimos antes, resultante del diálogo de la persona con su realidad". Importa detectar "las formas cómo el diálogo se realiza y la índole de la estructura dialéctica sujeto-realidad".
El siguiente diagrama intenta resumir estas ideas sobre estructura del foco:
El modelo de foco contiene esta serie de componentes condensados en la situación estructurada. La profundidad con que se indague el papel de cada uno de ellos en la estructura y las articulaciones del conjunto depende a su vez de otro conjunto de factores propios de la situación terapéutica que creo posible identificar como reguladores del foco; éstos serán mencionados en el punto siguiente.
2. Diafragmado operacional del foco sobre la base de ciertos reguladores y retorno a la totalización.
En muchos momentos del proceso la tarea no abarca la totalidad de los componentes de la situación sino que se concentra, por una especie de diafragmado, en algunos de ellos, recortando alguna zona de la estructura. La profundidad con que se explore cada zona y la amplitud con que pueda comprenderse la estructura de totalidad depende de una serie de factores reguladores que comprenden:
a) Desde el paciente y su grupo familiar, un conjunto de factores:
condiciones de vida, culturales, ocupacionales, geográficas; motivación y aptitudes para el tratamiento.
b) Desde el terapeuta y la institución otros condicionantes más teóricos, recursos técnicos que integran su arsenal terapéutico, disponibilidad de personal y espacios, estilos de supervisión: este conjunto de factores influye en decisiones sobre tiempo, objetivos y v\ técnica que son a su vez reguladores del foco. Este conjunto de factores establece la amplitud general que habrá de darse al trabajo sobre el foco.
c) En cada momento del proceso no obstante, la focalización adquirirá una amplitud particular. La focalización o diafragmado, y sus reguladores, se representan en el esquema siguiente:
Este conjunto de reguladores delimita sobre la situación total un cono de amplitud variable; cada sesión puede ahondar selectivamente ciertas zonas del cono. Lo esencial, sin embargo, reside en que cualquiera sea el sector de elementos explorados, éstos sean comprendidos como integrantes estructurados-estructurantes de la situación.
El trabajo con el foco seguirá en psicoterapia esta secuencia:
Si se subordinan los hechos anecdóticos a la totalidad (de un movimiento, de una actitud), quiere descubrir ésta a través de aquellos. Dicho de otra manera, a cada hecho, además de su significado particular, le da una función reveladora; ya que el principio que dirige la investigación es buscar el conjunto sintético; cada hecho una vez establecido, se interroga y se descifra como parte de un todo; y es sobre él, por medio del estudio de sus faltas o de sus sobre-significados cómo se determina a título de hipótesis la totalidad en el seno de la cual encontrará su verdad".
5. Algunas implicaciones teóricas y técnicas del modelo de foco centrado en la situación
Situación de crisis
Se define como situación de interacción en que entre un individuo y su contexto se ha producido una alteración de las condiciones que eran previamente estables. Existe la necesidad de responder a ese cambio con otros cambios, y estos cambios se presentan como imposibles de operar y además la situación no puede ser abandonada. Hay una conceptualización ligada a la urgencia, a la necesidad de apaliar una situación de desborde psíquico.
Las crisis, pueden ordenarse en evolutivas y accidentales. Las crisis evolutivas son aquellas esperables, en alguna medida son universales. Esperables en determinado momento o circunstancia, en el devenir de la vida de cualquier sujeto. Las crisis accidentales, son particulares y repentinas. No son pautadas, no son esperables. Lo que actúa es un factor es ambiental natural (una desastre de orden natural, terremoto) o social (una guerra). De todas maneras, las crisis no es patógena per se. Muchas veces, es una etapa necesaria en un desarrollo. Se organiza a posteriori patológicamente o no.
El modo en que un individuo percibe el suceso que da lugar a la crisis es lo que hace que la situación sea critica, en como el suceso incide en la estructura existencial de la persona acerca de las expectativas en la vida, lo que hace, espera y lo que da por sentado, de cómo han sido violados por la crisis.
El factor esencial es el desequilibrio entre la dificultad y la importancia del problema y los recursos de los que se dispone para enfrentarlo. Por lo tanto, la tención debida a la frustración de la necesidad se eleva, y esto genera problemas en el mantenimiento de la integridad del organismo. El individuo enfrenta estímulos que señalan un peligro para la satisfacción de sus necesidades o que provocan necesidades importantes.
Aspectos metapsicológicos:
Trauma: es definido como el efecto de un acontecimiento que se caracteriza por ser intenso y por superar las posibilidades del sujeto para elaborar una respuesta adecuada, es desbordada la capacidad del aparato psíquico para ligarlo y demorar la descarga.
Crisis: el acento esta puesto en la ruptura de un equilibrio del aparato psíquico y el proceso de búsqueda de un nuevo equilibrio. Esta pérdida del equilibrio es irreversible y produce una desorganización psíquica que puede manifestarse clínicamente como actividad de descarga (excitación psicomotriz) o desinvestidura (parálisis). La situación de crisis implica un desborde del yo que lo impulsa a una cierta transformación interna, una reorganización y desarrollo de nuevos recursos para superar el estancamiento.
En las crisis el aparato psíquico es invadido por magnitudes de energía para las cuales no está preparado. La excitación irrumpe masivamente manifestándose como angustia automática en un yo que se encuentra desbordado pero sin pérdida de conexión con la realidad. Esta amenaza de éxtasis libidinal produce una descarga por acción y reacción fuera del aparato, cuyo trabajo de elaboración (principio de constancia: mantener un equilibrio constante de bajo nivel de energía; proceso primario: liga las excitaciones libres; proceso secundario: armoniza la descarga con la realidad) queda reducido a su mínima expresión dando lugar a la desorganización psíquica.
En la situación de crisis nos enfrentamos a una angustia que desencadena, involucra dolor psíquico (en el sentido de herida en las investiduras de objeto narcisista) que ataca y desorganiza la integridad narcisista. Es en la instancia yoica donde impacta el trauma y también donde se genera la reacción. El yo procura recuperar la homeóstasis y el sentimiento de identidad e integridad y en consecuencia recurre a un repertorio de defensas más drásticas y arcaicas: la escisión, la proyección y a la posibilidad de descargas masivas a través de los actos sintomáticos que incluyen des cargas a través de la acción (excitación psicomotriz) o descargas a través del cuerpo (somatizaciones). Un recurso más extremo es la desinvestidura del objeto o de la realidad como defensa masiva. Cuanto mayor es la irrupción de la excitación traumática, mayor es la fragilidad del equilibrio narcisista y más arcaicos los mecanismos de defensa. Las modalidades defensivas en las situaciones de crisis difieren de las habituales y aunque arcaicas son recursos momentáneos y funcionales del yo. Y el yo desempeña un papel activo en el desenlace de la crisis.
La resolución de las situaciones de crisis dependerá de la posibilidad del yo de realizar un trabajo de reestructuración, de elaboración de las representaciones de sí mismo. Toda crisis implica un trabajo, un proceso de duelo durante el cual el yo pierde algunas de las identificaciones que lo sostenían en equilibrio; pero también gana algo nuevo, se constituyen nuevos referentes identificatorios que permiten al yo recuperar la integridad, la identidad y la cohesión entre presente, pasado y futuro.
La salida de las situaciones de crisis puede ser: 1º Regresiva donde se dan procesos de desorganización yoica (se destruye la precaria integración yoica y la ligazón de sus investiduras), o sobreadaptación y formación de falso self (la nueva reestructuración del yo se apoya en identificaciones que no se integran con las existentes previamente). Esta pérdida de cohesividad yoica es vivida como una paralización del tiempo y ausencia de futuro; 2º Progresiva consiste en una reconstrucción del yo que implica un trabajo de historización simbolizante que restablece datos y permite interpretar lo vivido, otorgar sentido al conflicto elaborado y a restablecer la continuidad temporal.
Manifestaciones clínicas:
El individuo en situación de crisis esta alterado, con sentimientos displacientes, con aumento de ansiedad, miedo, vergüenza, culpa, sensación de impotencia, dependencia, desorganización, de confusión, desconfianza e inseguridad, incertidumbre y algunas alteraciones en las conductas de autoconservación (inapetencia, alteración del sueño, descuido personal). Perdida de la iniciativa, sensación de fracaso y síntomas de depresión. Lo que se configura en esta situación es un estado de vulnerabilidad con perdida de la integridad yoica y reducción de las defensa.
Abordaje terapéutico:
El sujeto en situación de crisis se torna más receptivo a la ayuda terapéutica. El terapeuta en una primera etapa desempeñara un rol de acompañamiento y receptivo, brindando soporte y contención, tolerando los aspectos confusionales y/o persecutorios. Más tarde se dedicara a introducir nexos causales, organización y a la recuperación de el proceso secundario. Las intervenciones tenderán a favorecer y desarrollar las funciones yoicas de discriminación y organización, ligando la crisis a la posibilidad de aprendizaje y de construcción de nuevas síntesis.
La terapia incluye:
Estrategia de contención, experiencia vincular contenedora, resonancia empática, tolerancia. Intervenciones afirmativas, construcciones, simbolización de transición, construcción de redes sociales: confianza, estimulo, apoyo para aliviar la tensión y controlar la descarga de la acción.
Fases y estados: del impacto a la resolución.
b.1 La primera reacción es de confusión y desorganización: hay un impacto masivo, violento que desequilibra y desborda al aparato psíquico y un movimiento de desestructuración creciente, falla de los mecanismos defensa, se da lugar a reacciones internas masivas y desorganizadoras. Recurre a defensas arcaicas: la escisión, la proyección y a la descargas masivas por actos sintomáticos que incluyen des cargas a través de la acción (excitación psicomotriz) o descargas a través del cuerpo (somatizaciones) o a la desinvestidura del objeto o de la realidad. Ansiedades confusionales. Queda afectado el individuo y su entorno. Hay crisis de valores, perdida de certezas y del sentido de pertenencia.
b.2 La negación de la realidad conduce al amortiguamiento del impacto. Acompañándose de empobrecimiento emocional o a la planeación de actividades como si nada hubiera pasado. Surgen ansiedades persecutorias, conflictos bipolares: amigo-enemigo, disociación bueno-malo, enfrentamiento-hostilidad.
b.3 La intrusión incluye la abundancia involuntaria de ideas y sentimientos de depresión, dolor, preocupación, de incompletud, o resistencia al cambio y sentimientos de omnipotencia y caída de la omnipotencia. Gradualmente se va restableciendo la temporalidad.
b.4 La translaboración es el proceso en el que se expresan, identifican, divulgan pensamientos, sentimientos e imágenes de la experiencia de la crisis. Es la etapa final de la experiencia de crisis y conduce a una integración de la misma dentro de la vida del individuo. Es la reconfiguración, restauración del equilibrio, dominio cognoscitivo de la situación, desarrollo de nuevas estrategias de enfrentamiento, cambio de la perspectiva, acepta el cambio, aparición de metas y objetivos (relibidinizacion), saldo de aprendizaje, descubrir capacidades nuevas, oportunidades, salidas creadoras.
Tipos de intervención verbal del terapeuta.
Es importante entonces detenerse en la discusión teórica de los fundamentos y alcances de cada uno de estos recursos técnicos. Un inventario de intervenciones verbales del terapeuta que son herramientas en las psicoterapias incluye necesariamente las siguientes:
Otras intervenciones (saludar, anunciar interrupciones, variaciones ocasionales de los horarios, etc.).
Presencia-Ausencia del Terapeuta
La presencia y la ausencia son diferentes aspectos de la conducta del terapeuta en el análisis de una situación clínica particular. Las diferentes modalidades de presencia y ausencia del terapeuta en la situación clínica permitirán avanzar en una diversidad de conductas técnicas:
La capacidad de presencia y ausencia como diferentes modalidades de intervención. Formas de Intervención en el rol desde la capacidad vincular e instrumental como recursos técnicos para la expresión, la comunicación, la interpretación y la elaboración. Presencia desde una actitud de disponibilidad para enfrentar lo enfermo, lo repetitivo, y para el desarrollo de aperturas creativas.
Interconsulta
Interconsulta medico – psicólogo = diagnostico y tratamiento.
Definición: consulta o intercambio entre profesionales de una especialidad para asegurar una tarea más eficaz.
Situación de interconsulta medico - psicológica: Es aquella que reúne a un psicólogo clínico con otro profesional del área de la salud, un médico, a pedido de este para abordar conjuntamente un caso clínico, ambulatorio o de internación.
Distinguir en la enfermedad somática:
La interconsulta: configura una función continente para que aquellos aspectos no representados puedan adquirir posibilidades de simbolización. Esta situación se puede denominar Sostén Elaborativo de la Enfermedad Somática.
El paciente, 2 posibilidades frente a la internación:
Situación del médico:
Emergentes:
Pedido de interconsulta:
Hay que tomar en cuenta como elementos importantes, quien inicia el pedido de interconsulta y las características del pedido con su contenido manifiesto y latente.
Relación de trabajo conjunto entre medico y psicólogo.
Fuentes de dificultades en la relación:
Pasos a seguir en el quipo de interconsulta:
Actitud del equipo de interconsulta:
La interconsulta: