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Psicología de la Tercera Edad y VejezResumen Sobre Identidades y Envejecimiento

Cátedra: Iacub

2° Cuat. de 2009

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Identidades y Envejecimiento. 
 

Concepto de identidad.

Para abordar la identidad en el proceso del envejecimiento es necesario acordar ciertos términos.

Envejecimiento y vejez, son procesos que tienen una relación directa con cambios biopsicologicos, resulta importante señalar que estos son interpretados a la luz de una cultura que le da una significación en un contexto particular y cambiante. 

Ambos conceptos podrían ser pensados como significaciones que producen cortes en lo social y determinan una medida en la noción de edad.

El termino identidad, alude a “el mismo” o “lo mismo”.  La configuración de la identidad en un sentido psicosocial, es necesaria pensarla en contextos donde la multiplicidad de interacciones mantiene al sujeto o a una cultura, en permanente agitación y cambio, lo cual nos permite cuestionar las homogeneidades solitarias así como ser cautos en determinar lo idéntico.

Benoist aborda el problema de la identidad desde el “insustacialismo dinámico”, lo cual supone pensar que la identidad es un fondo virtual, indispensable para explicar un cierto numero de cosas, pero sin que por ello le otorguemos una substancialidad estática, propia de las definiciones mas formales del termino.

La identidad desde este marco teórico, surge desde una necesidad en la organización de la experiencia humana que determina un modo de auto reconocimiento aun sobre el fondo de una ausencia. 
 

Ricoeur piensa al sujeto como alguien que lee su vida como si fuera otro, al mismo tiempo que la escribe, y en este movimiento de lectura y escritura se produce una transformación de la representación que tiene de si.

Pensar al sujeto como un lector de si mismo, implica considerar la identidad narrativa como una interpretación.  Este acto de lectura se apoya en los materiales aportados por las múltiples historias y relatos que ofrece nuestra cultura.

Uno de los elementos que se usan para dar cuenta de la identidad narrativa es el uso de las diversas formas de figuración, es decir los modos en que un sujeto se concibe, se ve y se comprende como tal.

La reconfiguración es el proceso a través del cual el sujeto modifica la lectura que tiene de si mismo a causa de algún acontecimiento, experiencia o valor que resulten significativos para el sujeto.  Por ej el síndrome del nido vacío que implica una figuración de la idea que el sujeto tenia de si mismo, poniendo en duda la noción de lo que significa ser madre y su propio posicionamiento como tal.

La noción de autoconfiguración alude a la apropiación de un personaje mediante la identificación.  Este es un proceso por el cual el sujeto se ve con una representación clara y objetiva de si mismo.  Dicho personaje se encuentra en directa dependencia con un relato que brinde significados al ser y que por lo tanto permita asumir esa representación de otro u otros que lo validen.  Por esta razón el relato y el otro se vuelven soportes de identidad y solo allí el sujeto puede sentirse con una figuración de sí más clara y estable.

El perder un rol como el trabajo, lleva a que resulte difícil reapropiarse de otro rol luego de la jubilación,  una de las explicaciones es que la mujer encuentra mas fácilmente apropiarse de otros roles, es que los nuevos están mas cerca del relato tradicional de lo que significa ser mujer en nuestra cultura y se encuentran as validados socialmente.

Por ultimo la configuración implica la tarea de aprehender como un todo, un conjunto de circunstancias discontinuas y no coherentes, dándole un sentido que vuelva seguidle y comprensible la historia personal.

Un ejemplo seria la reminiscencia.  Esta modalidad introspectiva que se realiza a través del recuerdo, permite a las personas de mediana edad y viejos darse continuidad y coherencia ante ciertos limites que se presentan como disruptivos, ya sea tanto la perdida de un rol o la propia cercanía y personificación de la muerte.

Esta operación configurativa permitirá restablecer una representación de si mismos mas equilibrada, donde los cambios puedan ser procesados y donde la vivencia no sea de pura pérdida, que posibilite una mayor integración de si y restablezca un bienestar subjetivo.

La función narrativa tendrá como objetivo cohesionar una representación del si mismo a lo largo de la vida,  a través de volver comprensible lo que resulta incomprensible y volver continuo lo que resulta discontinuo.

El relato tiene dos características:

  1. la dimensión lingüística que le proporcionamos a la dimensión temporal de la vida.
  2. la posibilidad de encadenar historias discontinuidad de la propia vida que dificultarían reconocer un sentido de identidad.

En este punto la identidad narrativa, podría considerarse el producto inestable de la intersección y el entrecruzamiento entre la historia y la función porque el sujeto en su búsqueda de continuidad y coherencia, requerirá de un relato que sostenga dicha necesidad y para ello se realizaran múltiples interpretaciones de la historia.

A través del relato se configura la identidad del personaje a lo largo del tiempo.  Construcción que requiere de una historia contada, que encuentra en la trama, la mediación entre la permanencia y el cambio, así como la articulación entre la concordancia, en tanto principio que rige la disposición de los hechos y el reconocimiento de las discordancias que lo cuestionan,  es por ello que la configuración mediara entre las concordancias y las discordancias, regulando siempre de un modo móvil la elaboración de la trama.

Cualquier forma de consuelo, que valga como tal, debe configurar la historia haciendo que los acontecimientos azarosos o disruptivos se conviertan en comprensibles y con sentido.  Lo cual no es ni más ni menos que la función narrativa.

Por lo que la identidad narrativa es la resultante de las múltiples transformaciones que establece un sujeto sobre su identidad en base a formas y regulaciones objetivas que tienen las narraciones en nuestra cultura.  Esto es que todo relato para que sea comprensible y verosímil, debe seguir las leyes de completud, de totalidad y de unidad de la trama, es decir que el nexo sea seguible a través de nexos narrativos claros.

El envejecimiento alude a la noción de finitud, de perdida de roles, de prejuicios sociales, a cambios a nivel de la imagen y del cuerpo pondrán a prueba los lazos narrativos y podrán requerir un significativo trabajo de configuración que facilite la integridad de la identidad personal 
 

Ante la inminencia de un cambio de la continuidad de cierto orden subjetivo aparece la desesperación ya que carecemos de recursos para ubicarnos en ese lugar y enfrentar ciertas situaciones.

La crisis, es una experiencia límite, nos separa de otros ya que nos ubica en un espacio de significados distintos.

Nuestra identidad fue construida desde ciertos límites que nos alojaban en un mapa conocido.  El limite significa entonces identidad, ya que nos dice lo que somos diferenciándonos de aquello que no creemos ser.

La persona en crisis no solo pone en tela de juicio la identidad sino que también la amenaza de sentirse excluido de una posición central.

Por esto la crisis se define como una experiencia limite.  Frente a esto quedarían dos opciones: encontrar una vía de retorno o ir mas allá penetrando en otro dominio que incluya nuevas formas identitaria que no promuevan la sensación de exclusión. 
 

Se define como el periodo entre los 40 y los 60/70 años.  La elección de las edades, cambian según la cultura.

Esta época se la puede circunscribir de acuerdo a las circunstancias sociales como la edad jubilatoria, el cambio estadístico de la edad de los casamientos, aminorando la edad de la generación de personas de 40 – 50 años y la edad de salida de los hijos del hogar, creo tempranamente el síndrome del nido vacío.

Algunos cambios biológicos propios de la edad afectan las facultades y capacidades que interfieren directamente en la ejecución de planes y obligaciones.

Lo fundamental es que la percepción de cambio se relaciona fundamentalmente con una situación de ruptura con un cierto equilibrio anterior que pone en juego un nuevo sentido de la identidad personal.

Hacemos coincidir la aparición de la mediana edad con una crisis, sin que por ello se ponga en juego una vivencia depresogena.  Por esto la CC de uno mismo, la cual ha sino definida como un enfoque sobre el si mismo y un reconocimiento de la identidad, deberá procesar la experiencia del envejecimiento para producir un sedimento del autoconocimiento en el cual se conjuguen los modelos culturales propios y los modelos sociales vigentes.

Factores claves que aparecen en las situaciones vitales de las personas de mediana edad:

  1. los roles familiares: el síndrome del nido vacío describe la sensación de desamparo que vive la mujer ante la ida de sus hijos del hogar.  La vivencia suele describirse como de tristeza frente a la pérdida, no solo de la cercanía  sino de un rol social que justifique su existencia.  El trabajo de elaboración será el duelo qua que deberá ir separándose de ese espacio con el dolor que implica, al tiempo que busca nuevos espacios personales.  Su resolución dependerá de las capacidades personales, como de los diversos roles sociales que lleve a cabo.  Resulta importante el trabajo de elaboración de los padres frente a sus hijos, donde sus éxitos personales serán evaluados de manera personal como el haber sido buenos o malos padres.
  2. la abuelidad: suele aparecer como uno de los logros de esta etapa vital, ya que logra recuperar una posibilidad de vínculo afectivo intenso, renovar la relación con sus hijos, reparar situaciones que no se pudieron compartir con los mismos.  Aunque no siempre estos resultados sean los habituales, también es posible hallar celos y envidia, tanto del lado de los padres como de los hijos por perder un espacio sin sentir que los nietos sean una recuperación.
  3. la prolongación de la vida ha generado que muchas personas de mediana edad deban ocuparse de padres muy viejos.  Esto trae el mayor problema en el área de la vida familiar y constituye la mayor fuente de stress.  La continuidad se refiere a la creación de herederos, no solo biológicos sino también sociales, el cual tiene por objetivo darle un sentido de trascendencia a la vida.

Las vivencias personales:

En la mujer la liberación de ciertos roles tradicionales las libera a la posibilidad de elegir.  La preocupación por el cuerpo envejecido toma un lugar especial.  La menopausia, las libera del miedo de quedar embarazadas.

En los hombres la preocupación sobre el incremento de la presión en sus trabajos y el sentimiento de estar prendido con alfileres en un camino que tanto puede llevar al éxito como al fracaso.  Una dimensión especial se ha agregado y es la relacionada con el tema del desempleo, en tanto en su temor como en sus consecuencias. 
 

  1. Crecimiento del Yo existencial: una característica de la mediana edad es la percepción emergente del si mismo con una existencia temporal y dependiente de su propio cuerpo.  De la temprana a la mediana edad, estos aspectos físicos y temporales de la identidad van creciendo en su significación personal, es decir que estos aspectos se vuelven cada vez mas frecuentes en los pensamientos, contenido sentimental y en las propias narrativas.
  1. El Yo físico: se relaciona con la tarea de adaptación a la edad biológica.  Se considera que los cambios relacionados con la edad de 40 a 70 años, refieren a la pérdida de competencias e incluían más estrategias activas para relacionarse que los mayores de 70.  el temor a las enfermedades y muchas características especificas del funcionamiento psicológico, son fuertes en la temprana mediana edad y van aumentando hacia el final de esta etapa.  Por el contrario en la segunda etapa de la vida, el significado del cuerpo es totalmente diferente.  El sexo y los eventos románticos son de gran importancia en la adolescencia tardía y en la joven adultez pero son menos mencionados en la narrativa de la mediana edad y la vejez.
  2. El Yo temporal: se refiere al incremento de referencias temporales que realiza el sujeto, para dar cuenta de su identidad.  Hay un aumento en las expresiones lingüísticas sobre referencias temporales, se conecta con la experiencia del movimiento a través del ciclo de la vida y del saber acerca de la mayor proximidad a la muerte.
  3. Memorias autobiograficas y reminiscencias
  4. Perspectivas futuras: es un factor motivacional y del comportamiento muy importante a lo largo del curso de vida.  A partir de los 45 los pensamientos acerca de la edad perturban cada vez más.  Las personas del grupo de mayor edad reflejan un estado de ser viejos en vez de estar envejeciendo, es decir, donde el futuro parece más inminente.
  5. Identidad en el trabajo: es un aspecto central de la vida.  Se observa que la segunda etapa del trabajo, de los 40 a los 65, se caracteriza por una mayor satisfacción labora, motivación positiva, experiencia social y profesional, madurez en las relaciones sociales y responsabilidad.  La expectativa de retiro laboral puede afectar por diversas vías y maneras distintas. Por un lado la idea de retiro impone límites a la proyección del sujeto el cual puede verse como un trabajador envejecido en etapas aun de plena mediana edad. En esto incide la profesión y los parámetros culturales que valoricen ciertas edades para el logro de ciertas profesiones.  Por otro lado es bueno considerar que la jubilación suele ser deseada.
 
 

NEUGARTEN: plantea una perspectiva fenomenológica, describe tres características claves de este momento, las cuales resumen los criterios antes mencionados:

El incremento de la interioridad: supone una mirada introspectiva frente a alguna limitación personal subjetivamente vivida.  Esta mirada implica un balance acerca de lo que uno fue, acentuándose la función de la memoria como defensa.  Es por ello que aparece la reminiscencia como un trabajo psíquico necesario para mantener la economía mental en un estado equilibrado, a través del acto o habito de pensar sobre, relatar eventos o el recuento de experiencias pasadas, especialmente las mas significativas de la vida personal.

La “reminiscencia es un proceso reflexivo, a través del cual el individuo es capaz de definirse o redefinirse introspectivamente, también es simbólico y selectivo.  La reminiscencia se concibe como un proceso social, como una construcción más que como un acopio de eventos reales.  Una búsqueda de coherencia y significado a través de la memoria en un ambiente social presente que busca correspondencia con los recuerdos de eventos pasados.  Es a través de hablar con otros sobre el pasado, en que nuestras vida adquieren la apariencia de un orden y significado.  Orden y significado que permitirán reproyectarse en lo futuro, advirtiendo los cambios.  Una de las formas de la reminiscencia es la nostalgia, ya que supone un recordar doloroso, la memoria como posibilidad de reconstrucción positiva falla y es por ello que aparece la sensación de vulnerabilidad por no haber alcanzado los objetivos esperados.  Esto resulta en ansiedad y competencia con las nuevas generaciones.

El cambio en la percepción del tiempo: se comienza a pensar el futuro como “lo que me queda por vivir”.  Se pierde el lirismo de la adultez joven para pasar a un sentido trágico de la existencia.  La tragedia implicaría saber el final de la historia. Por otro lado, se formula una pregunta movilizadora: ¿Qué cosa queda por cumplir? ¿Qué cosa hay que abandonar?

Personalización de la muerte: aparece como la apropiación de un saber que siempre estuvo aunque no aparecía como cierto.  Este criterio es discutible aunque la percepción de cierto límite es constante.