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Técnicas Proyectivas

Variables Intervinientes en la Evaluación del Proceso PD

Cátedra: Veccia

2° Cuat. de 2010

Altillo.com

Introducción
las variables que intervienen en la evaluación de un material, en 4 grandes aspectos:
1. características y capacidades relevantes del sujeto entrevistado.
2. objetivos que persiguen la implementación de las técnicas auxiliares de diagnóstico y el proceso psicodiagnóstico en general.
3. confiabilidad y validez de las técnicas de evaluación a administrar.
4. formación y los rasgos del entrevistador.

Acerca de la interpretación
Desde el ψ(Laplanche): "...Es una deducción, por medio de la investigación analítica, del sentido latente existente en las manifestaciones verbales y de comportamiento de un sujeto. Saca a la luz las modalidades del conflicto defensivo y apunta, en último término, al deseo que se formula en toda producción del inconciente. En la cura, es la comunicación hecha al sujeto con miras a hacerle accesible este sentido latente, según las reglas impuestas por la dirección y la evolución de la cura".
Baranger dice que "todo material es susceptible de una multiplicidad de interpretaciones según el sistema de referencia utilizado. Una interpretación es una opción, una lectura posible de un material no necesariamente unívoco."
L. Levy dice que "la interpretación psicológica consiste en poner en juego, dentro de una situación particular, un nuevo marco de referencia, una nueva teoría. Como resultado de ello se generan declaraciones específicas sobre la situación… La interpretación presenta 2 aspectos fundamentales: La simple traducción y la formulación de proposiciones cuyas consecuencias son potencialmente comprobables." (Hipótesis). "El manejo interpretativo del material clínico se basa en la habilidad del psicólogo para encontrar e integrar indicadores significativos. Por eso es importante el marco teórico que éste maneje y su experiencia clínica y las características de su personalidad y su estilo cognitivo."
2 ejes fundamentales: el análisis del material específico y las características del entrevistador.
Rol del psicólogo: son factores relevantes en su habilidad para hacer juicios acerca de la experiencia interna de otros: La apertura del clínico a su propia y discriminada experiencia interna, su capacidad empática, el manejo de su contratransferencia y su sensibilidad para captar indicios sugerentes en el material clínico. O sea que además de los conocimientos y aportes científicos que un material requiere para su adecuado análisis, la formación y los rasgos del propio entrevistador son influyentes en la elaboración de hipótesis diagnósticas.

Un indicador puede referir más de un significado posible. Se inicia la compleja tarea de reorganizar y categorizar las interpretaciones para la confección de hipótesis diagnósticas.


Criterios para la construcción de hipótesis diagnósticas (Roy Schafer)
Roy Schafer acerca de la construcción de inferencias e hipótesis diagnósticas. Sugiere plantear dicha construcción sobre la base de 6 criterios, que nos permitirán una mayor adecuación de las mismas:
1. En el análisis de un material, debe haber suficiente evidencia para su interpretación.
2. La profundidad de la interpretación que se realice debe corresponderse al material que se encuentra disponible.
3. Cuando sea posible, la forma manifiesta de las tendencias interpretadas deben ser especificadas.
4. Debe hacerse una estimación de la intensidad de cada tendencia interpretada.
5. A la tendencia interpretada se le debe asignar una posición jerárquica dentro del cuadro total de la personalidad.
6. Deben ser especificados tanto los aspectos adaptativos como patológicos de la tendencia interpretada.

No necesariamente deben estar presentes todos ellos en este proceso interpretativo. pero una interpretación debería reunir por lo menos suficientes criterios para tener un sentido...".

1. Debe haber suficiente evidencia para la interpretación.
Si tomamos solo un determinado significado (en un item de una técnica) independientemente de lo que el paciente diga, corremos el riesgo de producir un grave error interpretativo. Estamos cometiendo serios errores psicológicos y ellos son:
a. como si las funciones defensivas y adaptativas no se pusieran en juego,
b. como si no hubiese imágenes relativamente neutrales disponibles para el paciente,
c. como si pudiera haber sólo un significado dinámico para esa lámina o área en cuestión,
d. como si una tendencia estadística fuese lo mismo que una correlación perfecta,
e. como si no existieran diferencias individuales”
Detrás de cada estudio y cada técnica existe un sujeto que, a través de su propia historia, su recorrido cultural y sus preocupaciones actuales, proyecta en todo material parte fundamental de su realidad psíquica. Ídem con las reacciones, shocks y perturbaciones que pueden presentarse en el sujeto, responden a una variada gama de posibilidades en cuanto a su significado e interpretación.
Existen muchos factores a tener presente cuando hay q’ tomar una dirección interpretativa.
Frecuentemente encontramos indicadores que pueden remitirnos a cuadros psicopatológicos, por ej. la 'transparencia', la 'desorganización de una figura', la notoria precariedad en un gráfico, indicadores que, de seguir ciegamente, dejaríamos de considerar la totalidad del material, la subjetividad del paciente, y hasta el nivel cultural alcanzado por el mismo. Hay que evitar efectuar interpretaciones "salvajes", descontextuando la subjetividad del entrevistado.
Edad, nivel de escolaridad, nivel socioeconómico, familia, lugar en el que vive, expresividad, posibilidad de desplegar asociaciones y fantasías, historia vital, etc. son datos esenciales 1º en cuando se están elaborando las estrategias de abordaje y la implementación de técnicas auxiliares y 2º en el momento de elaborar las hipótesis diagnósticas. También es importante la transmisión de las consignas, ya que suelen presentarse dificultades que provienen del propio administrador. Con estos ejemplos, demostramos el concepto de que un solo indicador no puede ser el constructor de una hipótesis diagnóstica. Debemos tener una serie de indicadores que confluyan y reafirmen la persistencia de una inferencia. (recurrencia)

2. La profundidad de la interpretación debe corresponder al material disponible.
Como señala Schafer, “…La interpretación propia del test, no debería empujarnos más allá del nivel de la defensa... se pueden observar esfuerzos defensivos contra tendencias pulsionales, pero es equívoco redactar los informes de los test como si, por ej. la "analidad" fuera vista en un protocolo del test…”.
Nos advierte sobre el grado de “profundidad” que podemos llegar a alcanzar por medio de la aplicación de las técnicas auxiliares. Es probable llegar a inferir sobre un determinado rasgo de carácter que tiende a manifestarse más insistentemente, llevándonos a inferir así una determinada tendencia pulsional, pero no podemos abordar sobre lo pulsional propiamente dicho. Afirmar que un gráfico nos remite a considerar su complejo de Edipo, sus tendencias homosexuales, o su marcada falicidad, nos encamina a una dirección sumamente frágil y sinuosa.
Las técnicas de evaluación psicológica, y las técnicas proyectivas en particular, nos permiten acercarnos a la concepción de rasgos de la estructura de la personalidad, no a estratos profundos del psiquismo.
Así estaríamos sintetizando que un solo indicador no nos lleva a una determinada inferencia y ese indicador no puede llevarnos a una concepción de la tópica freudiana.

3. Cuando sea posible, la forma manifiesta de las tendencias interpretadas deben ser especificadas.
“…El comportamiento manifiesto es sobre-determinado, es decir, es una resultante de numerosos determinantes que interactúan. No puede generalmente ser explicado por referencia a una tendencias subyacente determinada…”. Es decir, no es suficiente la observación de una pauta o indicador, ya que existe una multiplicidad de determinantes que se encuentran afectando directa o indirectamente su producción, y el propio momento de la elaboración de las hipótesis.
“…Interpretar las tendencias defensivas, generalmente permiten e incluyen bastantes y precisas especificaciones de la forma manifiesta, mientras que interpretar las tendencias de impulsos, a menudo no lo hacen o no lo pueden hacer. Por ejemplo, podemos ser bastantes específicos acerca del accionar compulsivo, pero no podemos ser capaces de decir cómo un énfasis pulsional anal es expresado en la conducta…”. Este párrafo se une al criterio anterior planteado, dando cuenta de cómo se debe tener presente una serie de ítems al momento de realizar la construcción de inferencias y el límite que debe ser considerado al momento de la elaboración.
“…Es así como es posible especificar las conductas manifiestas como ser la meticulosidad, escrupulosidad y pedantería, asociadas con las defensas compulsivas; y la precaución, desconfianza y la arrogancia implícita, asociada con lo paranoide…”. Entonces, no es el estudio de la analidad o de lo fálico; es el estudio de los rasgos sobresalientes de la personalidad a través de los cuales nos aproximamos a una construcción de hipótesis diagnósticas.
La validación puede alcanzarse en la confluencia de diferentes referentes que se suman a los indicadores obtenidos por medio de la aplicación de las técnicas auxiliares. (los sueños, las asociaciones libres, la historia del sujeto.)

4. Debe hacerse una estimación de la intensidad de la fuerza de cada tendencia interpretada.
Escala con 5 ítems, para especificar cuantitativamente el grado de intensidad de la tendencia. Extremo (intenso)- Fuerte (marcado, sobresaliente) - Moderado Pobre (leve) - Irrelevante (No considerable)
Posibilitará ser más específicos a la hora de transcribir un informe, en el cual debemos entrelazar manifestaciones que hasta pueden llegar a contradecirse entre sí.
Cuando se presentan contradicciones o fuerzas contrapuestas: Partiendo desde uno de los métodos de interpretación como el de recurrencias y convergencias, podríamos afirmar que hay 2 tendencias contrapuestas que confluyen en un mismo significado. Por medio de la escala cuantitativa lograríamos especificar el grado de la tendencia preponderante, realzando las dificultades que puede llegar a suscitarse ante determinadas situaciones. Esto lleva a plantearse constantemente la necesariedad de una integración de indicadores y variables que conforman la totalidad del proceso psicodiagnóstico y no la realización de un mero correlato de significaciones.

5. A la tendencia interpretada se le debe asignar una posición jerárquica dentro del cuadro total de la personalidad. Requiere, en lo posible, que cada tendencia interpretada sea explícita o implícitamente relacionada con otras tendencias más importantes.
Evitar interpretaciones “tipo cadena”, en las cuales “cada tendencia se halla simplemente yuxtapuesta a otra tendencia y no se establece una jerarquía de importancia…”. Ello significa que debe haber un reordenamiento de las observaciones que se desea resaltar sobre la personalidad del sujeto, tendiendo a mantener una línea discursiva que guarde coherencia dentro de la redacción del informe. Dicha integración debe atenerse igualmente a la suficiente evidencia que la esté sosteniendo.
No hacer una “trascripción automática e indiscriminada de cada indicador hallado en la técnica”. Debemos tener atención cuando de tendencias contradictorias de trata, pues “pueden también expresar tendencias contradictorias en la personalidad del sujeto”.
Al darle a cada tendencia interpretada una posición jerárquica en el cuadro de la personalidad total, nos ayuda a evitar contradicciones psicológicas, y a capitalizar aparentes contradicciones, inferir patrones básicos de conflicto o contradicciones en el paciente. “…Esta integración jerárquica debe estar basada sobre una teoría de la personalidad y no en una improvisación ad-hoc centrada en el test y en signos improvisados…”. Así, un indicador aislado no puede llegar a tomarse como determinante de una hipótesis diagnóstica. Al jerarquizar la tendencia, ayuda a que el lector detecte lo que es más significativo y aquello que queda ubicado en un 2º plano.

6. Tanto los aspectos adaptativos como patológicos de la tendencia interpretada deben ser especificados.
Este criterio nos enmarca en la necesidad de tener una visión amplia acerca del estudio de la personalidad del sujeto. “…La interpretación debe tener en cuenta el hecho de que la gente no sublima completamente todas las tendencias infantiles, no posee completa seguridad en todas las relaciones interpersonales, ni completa resolución de todos los conflictos entre conductas, valores o metas en su vida”. Nos ayuda a pensar que no todo tipo de formación reactiva, por ej., debe ser tomado en forma patológica o negativa, como así también, toda manifestación neurótica, no necesariamente es índice de alteración psíquica que revista gravedad.
“…En algunos casos, los aspectos positivos pueden predominar, en otros lo harán los aspectos limitantes o destructivos. … deberíamos tratar de establecer por qué vías y en qué extensión, una cierta tendencia facilita o entorpece sus esfuerzos adaptativos… Como ej. un caso de meticulosidad puede representar la exteriorización de la identidad de un aristócrata [el limpio, impecable] y en otro caso, la identidad de un esclavo [condescendiente, servicial]. Rasgos obsesivos pueden ser favorables para el desarrollo de una tarea laboral que requiera sistematización; y puede ser sumamente angustiante, ante la imposibilidad de decisión en su accionar…”.
Cuando estamos elaborando un informe, deben estar presentes los aspectos adaptativos y los no adaptativos o patológicos, aunque sin dejar de considerar la posibilidad de que éstos sean otra modalidad del sujeto para ajustarse y responder con sus propios impulsos y en su medio circundante.
Por ej. se consideran aspectos adaptativos: Conductas y manifestaciones observables tales como el haber respondido y resuelto adecuadamente las diversas consignas presentadas, el mantener buena predisposición, desplegar recursos cognitivos que le permiten resolver efectivamente, o el mero hecho de adaptarse a esa nueva situación que el profesional le propone.
Sin el correcto estudio de todas aquellas manifestaciones conductuales que logra mantener y desplegar el propio sujeto, el informe carecería de significación y validez conceptual. Cuanta mayor cantidad de criterios evaluativos puedan llegar a ser considerados y entrelazados, mayor será la proximidad de una acertada elaboración de hipótesis diagnósticas referidas a la estructura de la personalidad del sujeto.

El rol del psicólogo y su influencia en la elaboración de hipótesis diagnósticas
La importancia que tiene la formación profesional del psicólogo. Dice Leibovich de Duarte "…El principal objetivo del psicólogo clínico es el estudio de la personalidad, de su desarrollo y de sus descompensaciones psicopatológicas. Para llevar a cabo este estudio, el psicólogo requiere un marco teórico y recursos técnicos o procedimientos que le permitan obtener y organizar datos, contextuar sus inferencias, poner a prueba sus hipótesis y formular aproximaciones diagnósticas".
Para referirnos a este punto, abriremos otro concepto que es el “Juicio clínico”: Se denomina así a los pasos a seguir en la elaboración de hipótesis clínicas. Descriptivamente, un juicio clínico es un proceso de transformación de datos; son formulaciones que se hallan avaladas por los conocimientos científicos específicos del entrevistador. Para ello, el psicólogo selecciona, jerarquiza, ordena, compara, relaciona, busca recurrencias, e integra los observables obtenidos. A través de un estudio profundo de las variables intervinientes, se construye una serie de hipótesis que pueden llegar a ser corroboradas o no, a lo largo del proceso psicodiagnóstico.
En todo material psicodiagnóstico siempre estamos construyendo inferencias, trazando hipótesis diagnósticas, ya que dicho campo de trabajo se ve atravesado por la variable temporal, tanto en cuanto a la predeterminación de la cantidad de entrevistas, como en referencia al momento concreto de su historia en el cual lo estamos entrevistando.
Señala Leibovich de Duarte “…En la elaboración de juicios clínicos podemos reconocer principalmente la incidencia de 3 variables:
1. El modelo teórico que el psicólogo maneja.
2. Su experiencia clínica.
3. Sus propias características de personalidad”.
La 1º variable es indispensable para poder personalizar la orientación interpretativa del trabajo con el material obtenido, ya que existen variadas corrientes teóricas y sus conceptualizaciones y modalidades de abordaje llegan a ser muchas veces hasta contrapuestas entre sí. Es así como se diferenciarán una entrevista pautada de una entrevista analítica, la interpretación entre la observación de los mecanismos defensivos y los aspectos Icc del yo, entre las diversas modalidades de intervención del entrevistador en una entrevista clínica, etc.,
Conceptos teóricos como la proyección, los mecanismos de defensa y las funciones del yo, la organización del pensamiento, el complejo de Edipo, el procedimiento mismo de la entrevista y las intervenciones, son conceptualizadas de acuerdo al marco teórico en el cual uno se ubique y organice el material, disponiendo de determinados criterios diagnósticos.
Como 2º variable, considerar la influencia de la experiencia en el adecuado desempeño laboral, especificando cuál es el tipo de experiencia transitada. Importante: el aprendizaje a través de la supervisión del caso, el constante perfeccionamiento profesional (estudio e investigación) y a través de la propia psicoterapia. Pq aquello que no tenemos debidamente esclarecido en nosotros mismos, se transforma en un obstáculo en la escucha y en la intervención clínica.
La 3º variable es la importancia de la terapia personal del Edor.
Muchas veces no llegamos a ser concientes de la cantidad de variables que se nos ponen en juego en el marco de una entrevista. Sin embargo, cuando volvemos al material recolectado, llegamos a observar omisiones o errores que por diferentes motivos hemos dejado de lado sin habernos percatado de ello. Cuando hablamos de los aspectos vinculados con la personalidad, ponemos el acento en la necesariedad de un exhaustivo trabajo de introspección, de clarificación y elaboración de la propia organización psíquica.
Un mismo material es pasible de diferentes enfoques generales, de acuerdo a los ítems señalados anteriormente. No obstante, cabe resaltar que lo que verdaderamente sufrirá variación en el campo de la interpretación es más por la calidad y profundidad del material obtenido a través de la capacidad y los conocimientos adquiridos por el experto psicólogo, que por las características mismas del sujeto entrevistado.