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Introd. al Pens. Científico

Resumen de la Unidad 3 2006

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UNIDAD III: Las Ciencias fácticas:  Hacia una nueva perspectiva del cambio conceptual

1. Críticas a las reconstrucciones hipotético-deductivistas de las ciencias.

Los trabajos de los filósofos de la ciencia presentaron la puesta a prueba de las teorías científicas como reconstrucciones hipotético-deductivas. De esta forma, según ellos, se confirman o refutan hipótesis deduciendo de ellas sus consecuencias observacionales. esta posición fue defendida apelando a nociones cuidadosamente analizadas como la de explicación científica. En este sentido las contribuciones de estos filósofos, mediante el escrutinio minucioso de conceptos que habían recibido escasa atención hasta el momento (con el de teoría, hipótesis, proceso de contrastación) junto con sus propuestas de elucidación, dieron lugar a una manera distinta de concebir la metodología de las ciencias y la discusión epistemológica (doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico) del siglo XX.

Sin embargo, sus propuesta plantearon nuevos problemas. Por eso fueron cuestionados los puntos de partida de tales propuestas y las tesis que se derivan de ellos.

Hacia fines de la década del ’50, las ideas fundamentales de la posición de los filósofos clásicos de la ciencia comenzaron a recibir críticas. Entre los aspectos que se criticaba:

1-       El uso excesivo de la lógica deductiva ya que sólo permitía analizar ejemplos demasiados sencillos.

2-       Las reconstrucciones de teorías como sistemas hipotético-deductivos porque sólo se podían hacer para teorías simples.

3-       El modelo de las ciencias que presentaban porque no se ajustaba a la realidad de la práctica científica.

4-       La división tajante entre contexto de descubrimiento y contexto de justificación porque no estaba justificada.

5-       El no tener en cuenta los procesos de gestación de teorías y los fenómenos históricos que intervienen en ella, porque limitaban el análisis filosófico al contexto de justificación.

6-       El papel asignado a la base empírica en la contrastación de teorías, ya que implicaba la neutralidad de los enunciados observacionales.

POSICIÓN DE HANS REICHENBACH: Discrimina entre:

ü       CONTEXTO DE DESCUBRIMIENTO: En el que importa la producción de una hipótesis o de una teoría, el hallazgo y formulación de una idea, la invención de un concepto, todo relacionado con las circunstancias personales, psicológicas, sociológicas, políticas y hasta económicas o tecnológicas que pudiesen haber gravitado (caído) en la gestación del descubrimiento o influido en su aparición (campo de la psicología y de la sociología).

EN OPISICIÓN CON:

ü       CONTEXTO DE JUSTIFICACIÓN: Que aborda cuestiones de validación: como saber si el descubrimiento realizado, es auténtico o no, si la creencia es verdadera o falsa, si una teoría es justificable, si las evidencias apoyan nuestras afirmaciones o si realmente se ha incrementado el conocimiento disponible (campo de la teoría del conocimiento y de la lógica).

OPINIÓN DE H. F. BROWN: Hay dos tesis en esta distinción:

ü       “Puede trazarse una línea tajante entre el descubrimiento y la contrastación de teorías científicas”. Reichenbach y Popper son capaces de distinguir tajantemente entre el descubrimiento y la contrastación sólo porque identifican el descubrimiento científico con la concepción o el tomar en consideración una nueva hipótesis. Pero no nos referimos usualmente a una propuesta como descubrimiento a menos que haya pasado suficientes pruebas como para llegar a ser, al menos durante un tiempo, una parte del cuerpo aceptado de la ciencia. El contexto de justificación es así parte del contexto de descubrimiento y no puede trazarse una línea tajante entre descubrimiento y justificación. Podría replicarse que, incluso si la justificación es parte del descubrimiento, aún podemos distinguir dos partes del proceso de descubrimiento: una parte lógica, que llamamos justificación y una parte creativa, que no es lógica. Esto nos lleva a la segunda tesis:

ü       “Sólo con respecto a la contrastación de teorías podemos hablar en absoluto de lógica, porque la lógica no tiene nada que decir sobre el descubrimiento”: La mayor parte de los argumentos en contra de una lógica del descubrimiento están dirigidos contra la noción tradicional de una lógica inductiva que nos permitirá inferir leyes científicas y teorías de conjuntos de enunciado en observación.

ARGUMENTO DE HEMPEL: En contra de esta forma lógica del descubrimiento dice: que si se descubrieran las reglas de inferencia inductiva, éstas proporcionarían unos cánones efectivos de descubrimiento científico. Pero hoy en día no está disponible ningún procedimiento de inducción general y mecánico semejante. Ni si quiera se puede esperar a que este se descubra.

La fuerza de su argumento depende de igualar la noción de una lógica inductiva con la noción de un conjunto de reglas mecánicas y el argumento llega a ser argumento general en contra de la posibilidad de cualquier lógica del descubrimiento sólo si asumimos que una lógica debe ser un conjunto de reglas mecánicas. Así Hempel pasa a argumentar que, mientras la lógica deductiva debe proporcionarnos tales reglas, no son reglas para el descubrimiento de nuevos teoremas, incluso en una ciencia deductiva como la matemática. Todo lo que una lógica deductiva ofrece es un conjunto de estándares a los que debe conformarse cualquier prueba propuesta. (Tiene características similares a las de Popper).

THOMAS KUHN: Interpreta que toda separación entre los contextos sería artificial y daría una versión unilateral y distorsionada de la investigación científica. Pero considera que si esta distinción fuera reformulada de manera apropiada, podría ser útil. Habiendo estado intelectualmente formado por distinciones y otras similares, difícilmente podría resultarme más evidente su importancia y su fuerza. Durante muchos años las consideré casi como la naturaleza del conocimiento y creo todavía que, reformuladas de manera apropiada, tienen algo importante que comunicarnos. Sin embargo, mis tentativas para aplicarlas, incluso grosso modo, a las situaciones reales en que se obtienen, se aceptan y se asimilan los conocimientos, han hechos que parezcan extraordinariamente problemáticas. En lugar de ser distinciones lógicas o metodológicas elementales que, por ello, serían anteriores al análisis del conocimiento científico, parecen ser, actualmente, partes integrantes de un conjunto tradicional de respuestas substantivas a las preguntas mismas sobre las que han sido desplegadas. Esta circularidad no es inválida en absoluto, sino que las convierte en partes de una teoría y, al hacerlo, las sujeta al mismo escrutinio aplicado regularmente a las teorías en otros campos. Para que su contenido sea algo más que pura abstracción ese contenido deberá descubrirse, observándolas en su aplicación a los datos que se supone que deben elucidar.

“Los filósofos clásicos de la ciencia no toman en cuenta los procesos que llevan al descubrimiento de las teorías científicas, es decir, que consideran que el estudio de los procesos de invención de las teorías no son de interés de la epistemología (doctrina de los fundamentos y métodos del conocimiento científico).”

La relación entre teoría y observación

“La observación científica es una actividad cargada de teoría”. “Decir que dos personas ven lo mismo porque sus ojos son afectados de uno modo similar es un error elemental. Existe gran diferencia entre estado físico y una experiencia visual.” (Hanson)

“Los nuevos filósofos de la ciencia cuestionan el papel de la base empírica como control de las teorías científicas porque los enunciados resultantes de la observación están influidos por la teoría.”

2. El giro historicista.

THOMAS KUHN FUNDAMENTA: Sus ideas de la incorporación del conocimiento de la historia de la Ciencia a la reflexión epistemológica:

ü       “Resultó par mí una sorpresa total que ese contacto con las teorías y prácticas científicas anticuadas socavara (debilitara) radicalmente algunos de mis conceptos básicos, sobre la naturaleza de la ciencia y las razones que existían para su éxito específico.

ü       Fuera cual fuera su utilidad pedagógica y su posibilidad abstracta de ser aceptada, esas nociones no encajaban en absoluto en la empresa exhibida por el estudio histórico. Aunque ahondar más en sus fallas de verosimilitud.

ü       Tanto la historia como mis conocimientos me hicieron dudar de quienes practicaban las Ciencias Naturales poseyeran respuestas más firmes o permanentes para esas preguntas que sus colegas en las Ciencias Sociales. Al tratar de descubrir el origen de esta diferencia llegué a reconocer el papel desempeñado en la investigación científica, por lo que desde entonces los llamo paradigmas. Considero a éstos como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.”

TERMINOLOGÍA DE KUHN: En el texto de Chalmers (Capítulo 8 “¿Qué es esa cosa llamada ciencia), se presenta una terminología novedosa acuñada por KUHN para concebir la ciencia y la práctica científica:

ü       PRECIENCIA: Se caracteriza por el total desacuerdo y el constante debate de lo fundamental, de manera de que es imposible abordar el trabajo detallado, profundo. Habrá casi tantas teorías como trabajadores hay en el campo y cada teórico se verá obligado a comenzar de nuevo y a justificar su propio enfoque.

ü       ANOMALÍA:  Los problemas que se resisten a ser solucionados son considerados como anomalías, más que las falsaciones de un paradigma. KUHN reconoce que todos los paradigmas contendrán anomalías. La mera existencia dentro de un paradigma de problemas sin resolver no constituye una crisis. KHUN reconoce que los paradigma siempre encontrarán dificultades. Siempre habrá anomalías. Solamente en condiciones especiales, las anomalías se pueden desarrollar de tal maneras que socaven la confianza en el paradigma. Una anomalía grave afecta a los propios fundamentos de un paradigma, resiste con vigor los intentos de eliminarla por parte de los miembros de la comunidad científica normal. También tendrá que ver con la seriedad de una anomalía la cantidad de tiempo que resista a los intentos de eliminarla.

ü       CIENCIA NORMAL: KUHN la describe como la actividad de resolver problemas gobernada por las reglas de un paradigma. La ciencia normal debe presuponer que un paradigma proporciona los medios adecuados para resolver los problemas que en él se plantean. Se considera que un fracaso en la resolución de un problema es un fracaso científico, más que una insuficiencia del paradigma. Los que trabajan dentro de un paradigma, la practican. Ésta articulará y desarrollará el paradigma en su intento por explicar y acomodar el comportamiento de algunos aspectos importantes del mundo real, tal y como se revelan a través de los resultados de la experimentación.

ü       CRISIS: Al hacerlo se encontrarán inevitablemente con dificultades y tropezarán con falsaciones aparentes. Si éstas se escapan de las manos, se desarrolla un estado de crisis. Esta se resuelve cuando surge un paradigma completamente nuevo que se gana la adhesión de un número de científicos cada vez mayor, hasta que finalmente se abandona el paradigma original. El número de anomalías serias es un factor que influye en el comienzo de una crisis.

ü       REVOLUCIÓN CIENTÍFICA: El cambio discontinuo, de un paradigma (al cual se lo abandona) por otro nuevo, que sea adoptado por la comunidad científica en su totalidad (no por un solo científico), constituye una revolución científica.

ü       COMUNIDAD CIENTÍFICA: Son el conjunto de personas que se dedican a tratar de resolver los problemas, orientados por los paradigmas, es decir a practicar la ciencia normal.

ü       PARADIGMA: Está constituido por los supuestos teóricos generales, las leyes y las técnicas para su aplicación, que adoptan los miembros de una determinada comunidad científica. Este establece las normas necesarias para legitimar el trabajo dentro de la ciencia que rige. Coordina y dirige la actividad de “resolver problemas” que efectúan los científicos normales que trabajan dentro de él. La mecánica newtoniana, la óptica ondulatoria y el electromagnetismo constituyeron, y quizás constituyen aún, paradigmas y se califican de ciencias. Gran parte de la sociología moderna carece de un paradigma y en consecuencia no se califica de ciencia.

ü       ENIGMA O PROBLEMA: Los problemas serán tanto de naturaleza teórica (por ej.: dentro del paradigma newtoniano, los problemas teóricos típico conllevan la invención de técnicas matemáticas que se ocupen del movimiento de un planeta sujeto a la fuerza de atracción y desarrollen supuestos adecuados para aplicar a las leyes de Newton al movimiento de los fluidos), como experimental (estos problemas incluían el perfeccionamiento de la precisión de las observaciones al telescopio y el desarrollo de las técnicas experimentales capaces de proporcionar mediciones fiables de la constante gravitacional).

ESQUEMA DEL DESARROLLO CIENTÍFICO:

CIENCIA NORMAL - CRISIS - REVOLUCIONES – CIENCIA NORMAL

                                                                                                                                                                                                                                                          

Se parte de la CIENCIA NORMAL, (ya que esta es la actividad de resolver problemas orientada por un paradigma), cuando se encuentran anomalías  (problemas que se resisten a ser solucionados) serias, comienza un período de “inseguridad profesional marcada”. Los intentos por resolver el problema se hacen cada vez más radicales (fundamentales) y progresivamente se van debilitando las reglas establecidas por el paradigma para solucionar problemas. Los científicos comienzan a entablar discusiones metafísicas y filosóficas y defienden sus innovaciones, de estatus dudoso desde el punto de vista del paradigma, con argumentos filosóficos.  Es decir que se produce un estado de CRISIS.

Una vez que un paradigma ha sido debilitado y socavado hasta el punto de que sus defensores pierden su confianza en él, ha llegado el momento de la revolución.

La gravedad de una crisis aumenta cuan hace su aparición un paradigma rival. KUHN sostiene que en sentido cierto, los defensores de paradigmas rivales “viven en mundos distintos”.

No existe ningún argumento puramente lógico que demuestre la superioridad de un paradigma sobre otro y que, por lo tanto, impulse a cambiar de paradigma a un científico racional. Una razón de que no es posible esta demostración estriba en el hecho de que en un juicio de un científico sobre los méritos de una teoría científica intervienen muchos factores: como la simplicidad, la conexión con alguna necesidad social urgente, la capacidad de resolver algún determinado tipo de problema, etc. Una  segunda razón de que no exista una demostración lógicamente convincente de la superioridad de un paradigma sobre el otro surge del hecho de que los partidarios de los paradigmas rivales suscribirán distintos conjuntos de normas, principios metafísicos, etc. En opinión de KUHN, qué tipo de factores resultan eficaces para hacer que los científicos cambien de paradigma es algo que debe descubrir la investigación psicológica y sociológica. Esto nada menos que, la afirmación kuhniana de que los paradigmas son “inconmensurables” (no medibles).

Una REVOLUCIÓN CIENTÍFICA corresponde al abandono de un paradigma y a la adopción de otro nuevo, no por parte de un científico aislado, sino por parte de la comunidad científica en su totalidad. A medida que se convierten más científicos, por diversas razones, al paradigma, hay un “cambio creciente en la distribución de las adhesiones profesionales”. Para que la revolución tenga éxito, este cambio ha de extenderse hasta incluir a la mayoría de los miembros de la comunidad científica, quedando sólo unos cuantos disidentes, los cuales serán excluidos de la nueva comunidad científica y tal vez se refugiarán en un departamento de filosofía. De cualquier modo, finalmente se extinguirán.

Algunos aspectos de los escritos de KUHN podrían dar la impresión de que su concepción de la naturaleza de la ciencia es puramente descriptiva, es decir, que lo único que pretende es describir teorías científicas o paradigmas y la actividad de los científicos. Sin embargo, constituye un gran error considerar la idea que tiene KUHN de la ciencia proviene únicamente de una descripción del trabajo de los científicos. KUHN insiste en que su concepción constituye una teoría de la ciencia porque incluye una explicación de la función y sus diversos componentes. Esas funciones son: los períodos de ciencia normal proporcionan la oportunidad de que los científicos desarrollen los detalles esotéricos (ocultos) de una teoría, la ciencia debe tener dentro de sí la manera de pasar de un paradigma a  otro mejor. Ésta es la función que cumplen las revoluciones.

La alternativa de KHUN al progreso acumulativo, es la característica de las concepciones inductivistas de la ciencia, es el progreso a través de las revoluciones.

Otra función es que los paradigmas de KUHN no son tan precisos como para poder ser reemplazados por un conjunto de explícito de reglas.

No es probable que haga progresos importantes una disciplina en la que los fundamentos sean cuestionados continuamente, como la caracterizada por el método de Popper de “conjeturas y refutaciones”.

Si comparamos los intentos de KUHN y de Popper por captar el sentido en el que las astrología se distingue de la ciencia, la concepción de KUHN es más convincente, como ha razonado Deborah Mayo. Desde una perspectiva popperiana, se puede diagnosticar que la astrología no es una ciencia, bien porque es infalsable, bien porque es falsable y se puede demostrar que es falsa. La respuesta de KUHN consiste en la sugerencia de que la diferencia entre la astrología y la astronomía radica en que los astrónomos están en posición de aprender de fallos de sus predicciones y los astrólogos no.

KUHN utilizó la noción de revolución con el fin de subrayar la naturaleza no acumulativa del avance de la ciencia. El progreso a lo largo de la ciencia  no sólo comprende la acumulación de hechos y leyes confirmados, sino que a veces implica también el abandono de un paradigma y su reemplazo por otro nuevo. Mientras que el reemplazo de una teoría por otras es para Popper simplemente de un conjunto de afirmaciones por otro distinto, desde el punto de vista de KUHN hay mucho más en una revolución científica. Una revolución científica no implica una mera modificación de las leyes generales, sino también un cambio en la manera como es percibido el mundo y un cambio en las normas en que se apoya una valoración de una teoría.

Es importante destacar que:

ü       El progreso es acumulativo sólo en los períodos de ciencia normal.

ü       El progreso es discontinuo a través de las revoluciones científicas.

ü       El progreso no implica en ningún caso un acercamiento a la verdad.

3.   La revolución Copernicana: un ejemplo del giro historicista. El paradigma aristotélico-tolemaico.

El paradigma aristotélico-tolemaico

Los aspectos del este paradigma que dan lugar a la crisis son:

La complejidad creciente que representaba, por ejemplo, el intento de explicar el movimiento retrógrado a partir de la hipótesis de la circularidad de las órbitas planetarias que obligó a introducir epiciclos, eferentes y ecuantes. El otro aspecto es que, a pesar de esta complejización, no se lograba conciliar teoría y observación; es decir, persistían las discrepancias (movimiento retrógrado, cambio de luminosidad).

HORROR AL VACÍO: Consiste en la creencia de que no sólo hay vacío en la naturaleza, sino que no puede haberlo.

PRINCIPIOS O HIPÓTESIS FUNDAMENTALES DEL SISTEMA COPERNICANO: El sol está en el centro; la esfera de las estrellas fijas y el Sol permanecen quietos; alrededor se mueven los planetas; la aparente rotación del universo se debe al movimiento anual de la Tierra sobre su eje; el movimiento anual aparente del Sol se debe a movimiento anual de la Tierra alrededor del Sol: lo mismo pasa con los planetas y a esto se deben las aparentes detenciones y retrocesos.

El sistema copernicano puede circunscribirse a las hipótesis que formuló Copérnico; en cambio, la Revolución Copernicana incluye todo lo que se abandonó del paradigma anterior por obra de quienes, en defensa del sistema copernicano, articularon el nuevo paradigma a que dio lugar. En particular, hay que mencionar la obra de Galileo y Kepler.

APORTES DE GALILEO: A través de sus observaciones por el telescopio, Galileo pudo aportar:

ü       El descubrimiento de las lunas de Júpiter y de que la Luna de la Tierra estaba cubierta de montañas y cráteres en su superficie.

ü       Confirmo que el tamaño aparente de Marte y Venus cambiaba como lo predecía el sistema copernicano.

ü       Confirmó que Venus tenía fases

ü       Sentó algunas bases de la mecánica newtoniana, que había de reemplazar a la aristotélica.

ü       Distinguió entre velocidad y aceleración.

ü       Afirmó que los objetos que caen libremente se mueven con una aceleración que es independiente de su peso, descendiendo una distancia proporcional al cuadrado del tiempo de caída.

ü       Mostró que la trayectoria resultante de un proyectil era una parábola.

ü       Desarrollo el concepto de movimiento relativo.

ü       Etc.

“Para Aristóteles el reposo era algo natural, a diferencia del movimiento que necesitaba explicación. En cambio, para Galileo el movimiento era algo natural y su análisis dio lugar a la aparición del concepto de inercia.”

4. Críticas a las ideas de Khun. 

Varios filósofos contemporáneos (como Popper, Imre Lakatos e Israel Scheffler) señalaron distintos aspectos críticos a y cuestionaron las consecuencias que se seguían de aceptar la tesis de KUHN. Fundándose en dos aspectos fundamentales:

ü       “La negación de la existencia de una base empírica neutral”:  Si no hay una base empírica neutral que permita mirar los paradigmas desde afuera: por ej.: ¿cómo surgen las anomalías?

ü       “Su concepción de progresos”: El hecho de que los paradigmas sean inconmensurables (no medibles) implica que no hay progreso en sentido fuerte, no existe acercamiento a la verdad. Pero si se compara la física de Aristóteles con las de Newton: ¿se puede negar el progreso?

Estos problemas se vinculan además con otros y dan lugar a consecuencias fuertemente resistidas por los autores, lo que hace imposible poder resumir todas las críticas. Dos de estas son:

IMRE LAKATOS: Una “crisis” kuhniana aparece sin que haya ninguna causa racional determinada. “Crisis” es un concepto psicológico; es el pánico contagioso. Después emerge un nuevo paradigma inconmensurable con su proceder. No hay ningún standard  racional par su comparación. Cada paradigma tiene sus propios standards. La crisis barre no sólo las viejas teorías y reglas sino también los standards que nos hizo respetar. El nuevo paradigma aporta una racionalidad nueva. No hay standards superparadigmáticos. El cambio es de tipo mimético. Se hace lo que se ve hacer a los demás.

HILARY PUTNAM: Si la tesis fuera verdadera, no habría modo de traducir a otros lenguajes (no siquiera estadios anteriores de nuestro propio lenguaje). Y si no es absolutamente imposible interpretar los ruidos de los organismos, dejamos de tener razones para considerarlos como seres que piensan y hablan, ni siquiera para considerarlos personas (...) sólo podríamos caracterizar a los miembros de otras culturas, incluyendo a los científicos del siglo XVII, como animales que producen respuestas a estímulos (incluyendo entre éstos a aquellos ruidos que, curiosamente se parecen al inglés o al italiano). Decir que Galileo poseía nociones que son “inconmensurable” con las nuestras, para seguidamente descubrirlas con detalle, es algo incoherente.

KLIMOVSKY: Más alarmante es la posición que (...) KUHN (...) tiene al respecto de la idea de progreso. Se hemos de aceptar las tesis kuhnianas anteriores, no parece que podamos concebir algo semejante al progreso, entendido como un acercamiento o por aproximaciones sucesivas a la realidad, noción que KUHN, como hemos dicho, considera irrelevante para la discusión científica. KUHN no aceptaría la tesis de que nuestras teorías se corresponden cada vez con más exactitud y nitidez a la estructura de lo real; sólo aceptaría que el desarrollo de la ciencia es una secuencia histórica en la cual, a través de revoluciones científicas, los paradigmas se sustituyen por otros “mejores”. Pero ¿qué significará que un paradigma es “mejor” que otro? KUHN parece creer que esta valoración surgirá de la comparación entre el éxito de la ciencia normal regida por un paradigma y el de la ciencia normal regida por el siguiente. Aquí el “mayor éxito” de ésta se pondría en evidencia por su mayor eficacia en la resolución de problemas, teóricos o prácticos. Por ejemplo, la cuestión astronómica planetaria nunca pudo ser resulta en el marco del paradigma egocéntrico, pero sí lo fue por Kepler cuando éste, a su modo, adoptó el paradigma heliocéntrico.

Un paradigma sería entonces “mejor” que otro si la ciencia normal regida por él resuelve el problema  más que no eran resolubles en el marco del paradigma anterior.

El lector comprenderá que aquí se presenta otra dificultad muy seria. Si los paradigmas son inconmensurables ¿cómo sabremos que el nuevo paradigma resuelve el “mismo problema” que el anterior no podía resolver? Si se afirma que Kepler resolvió el problema planetario que Ptolomeo no pudo resolver, ¿significa esto que existe manera de concebir los problemas con independencia del paradigma en el que nos hallamos.

KUHN: Por su parte se ocupó de responder a las críticas en numerosos artículos, como también en Posdata de La estructura de las revoluciones científicas. En los cuales se encargó de aclarar aquellos conceptos que traían problemas e inclusive introdujo cambios en su concepción original.