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Introd. al Pens. Científico | Resumen del Capítulo 3 del libro "Argumentos y Teorías" | 1º Cuat. de 2010 | Altillo.com |
2.6 ¿ES FORMAL LA INDUCCION? EL INTENTO DE CARNAP
Muchos asignan el nacimiento de la lógica informal a Aristóteles; otros lo ubican en el siglo XX y bajo la responsabilidad de Copi y Hamblin. Se tiende a reducir a la lógica informal al estudio de las falacias materiales ( ≠ falacias formales), es decir, a la evaluación y análisis de los argumentos formulados en lenguaje ordinario.
La lógica informal va a tener como fondo o “stock” a la lógica formal en muchos casos.
Características de la falacia informal:
- Es un argumento no-pertinente: esta es problemática, ya que deja de lado muchas falacias materiales que no son argumentos. Ej: ¡lava más blanco que el blanco!
-Psicológicamente persuasivo: es evidente.
- Construido intencionalmente para engañar: es difícil medir la intención.
Clasificación de las falacias materiales:
1) Falacias de inatinencia (o inatingencia)
2) Falacias de ambigüedad
1) Las premisas no son atinentes para establecer la conclusión, que “no se sigue” de ellas. La inatinencia no depende de la falsedad de las premisas sino de la deficiente transición a la conclusión. Muchas veces las premisas son verdaderas y generan mayor impacto psicológico. Ej: Ad verecundiam, ad ignorantiam, ad hominem, etc.
2) Falacias construidas a partir del uso ambiguo o indeterminado de las palabras que forman el argumento.
En todas las falacias hay que tener en cuenta el contexto.
a) Argumentum ad verecundiam.
Consiste en considerar como premisa justificatoria una apelación a la autoridad de alguien que sostenga la conclusión que se desea imponer. No todas las apelaciones a la autoridad son falacias. La falacia se produce cuando se cita a un experto para sustentar un argumento que se encuentra fuera del campo de su especialidad.
b) Falacia ad populum
Consiste en reforzar el valor de una afirmación al sostener que “todos lo dicen”.
c) Argumentum ad ignorantiam
Consiste en dar por verdadera una proposición solo por el hecho de que no ha sido probada su falsedad. Trata a la premisa en análisis como una hipótesis científica problemática, hasta que se encuentren pruebas que la sustenten o la refuten.
Es falaz afirmar que algo es cierto sólo porque no se encontraron evidencias en su contra.
Es más aceptable afirmar que algo no existe si no hay pruebas que demuestren que existe.
d) Argumentum ad hominem
Consiste en enfrentar a un actor social que formula un razonamiento o proporciona información, no refutando su discurso sino agraviándolo personalmente. No todos los argumentos contra el hombre son falaces. Ej: “Todo lo que X ha declarado públicamente hasta el momento ha resultado falso. Por lo tanto, es probable que su última declaración pública también lo sea”.
e) Post hoc ergo propter hoc (después del hecho, por lo tanto, debido al hecho)
El argumento consiste en inferir que un acontecimiento es la causa de otro sobre la base de que el primero ocurrió antes que el segundo.
Según Hume todo argumento causal debería ser evaluado como falaz.
Cuando la expresión causa se presenta en un argumento, puede hacerlo con dos significados diferentes:
- La causa como condición necesaria. Ante la falta de la condición necesaria el acontecimiento no puede ocurrir.
- La causa como condición suficiente. Ante la presencia de la condición suficiente el acontecimiento debe ocurrir.
La falacia Post hoc es fuertemente dependiente del contexto.
i) Falacia de efecto conjunto, o “conversión de la conjunción en la relación causal”.
Dos acontecimientos que aparecen juntos (conjoined) son evaluados como ligados casualmente (connected: uno es causa del otro) mientras que en realidad ambos son efectos de una causa común. Ej: empleados de una empresa muestran irritabilidad y baja motivación; podría verse que la baja motivación es producto de la irritabilidad mientras que ambas son, en realidad, producto de la insatisfacción salarial.
Ambas falacias tienen como problema la falta de base empírica.
f) Argumentum ad baculum (o falacia del garrote).
Consiste en intentar forzar una conclusión inatinente utilizando como base de sustentación una amenaza. Sin embargo, no toda amenaza es un argumento de este tipo.
g) Argumentum ad misericordiam
Consiste en apelar a la piedad para lograr que se acepte una determinada conclusión. No toda apelación a la piedad puede considerarse un argumento falaz. Ej: se podría considerar la triste vida de un acusado como un atenuante para su condena.
h) Conclusión irrelevante (Ignoratio elenchi).
Un argumento que pretende establecer una conclusión determinada es utilizado para probar una conclusión diferente.
Ej: un senador defiende un proyecto de ley sobre la vivienda alegando que todos necesitan viviendas dignas. La falacia consiste en que no está en discusión que todos necesiten viviendas dignas sino la pertinencia de la ley.
2) Falacias de ambigüedad
a) Falacia del cuarto término
Tipo de error en un razonamiento expresado en forma de silogismo sin evidenciar un cuarto término que induce a una falacia.
Ej: “Todas las patas ponen huevos. Todas las mesas tienen patas. Todas las mesas ponen huevos”. / “Un Tiranosaurio Rex era un animal. Un Tiranosaurio Rex pequeño era un animal pequeño”.
“Los hombres son esencialmente libres.
Las mujeres no son hombres.
Las mujeres no son libres”.
Los términos que aparecen como evidentes son las palabras hombre, libre, mujer. En la supuesta premisa mayor se utiliza la palabra hombre en su acepción de especie (Homo sapiens) mientras que en la supuesta premisa menor del quaternio terminorum se ha trocado el significado de la palabra hombre utilizando la acepción de género (hombre como sinónimo de varón), es decir se ha incluido subrepticiamente un cuarto término, de allí que la conclusión del quaternio terminorum es errónea.
b) Falacia de composición.
A partir de las propiedades de elementos o individuos se infiere que tales propiedades son asimismo de las totalidades a las que pertenecen. Ej: “Los soldados son fuertes, por lo tanto el regimiento es fuerte”. La palabra “fuerte” no significa lo mismo en ambos casos. Hay ciertos casos en los que un argumento de este tipo es correcto.
c) Falacia de división.
Se extrae una conclusión transfiriendo de manera irrelevante una propiedad excluyentemente colectiva a su interpretación distributiva.
Toulmin, sobre los usos argumentativos
El objetivo de Toulmin es criticar el supuesto, asumido por la mayoría de los filosofos anglosajones, de que todo argumento significativo puede expresarse en términos formales. Cuestiona a la logica formal como criterio central de analisis y evaluacion de argumentos. Toulmin niega que la lógica formal pueda ser aplicada a la evaluación crítica de argumentos reales.
Un argumento sólido es el que resiste las críticas. Las reglas lógicas, aplicadas a los argumentos, pueden medir la eficacia y el logro del objetivo propuesto.
C: afirmación o conclusión que tratamos de justificar
D: datos
G: garantía, proposición hipotética que autorizan la transición de los datos a la conclusión
D por lo tanto C
Porque G
La conclusión apela directamente a los datos, mientras que la garantía es explicativa, legitima la transición. Las garantías son generales; los datos son justificaciones específicas de cada argumento en particular.
En algunas situaciones el pasaje de los datos a la conclusión está a sujeta a condiciones o excepciones, por eso se anteponen términos como “probablemente”. Se agrega M: modalizador y E: excepción, caso en que la garantía deja de justificar a la conclusión.
D por lo tanto M, C
Porque G A menos que E
Si la garantía es puesta en duda, se pueden introducir datos de respaldo (R), por ejemplo documentos legales.
Toulmin declara que prefiere analizar argumentos con conclusiones individuales porque son los que se encuentran más presentes en discursos naturales.
Se podría decir que la propuesta de Toulmin es un silogismo en el cual la premisa menos son los datos y la premisa mayor la garantía.
Ante esto Toulmin considera que el esquema de la lógica formal tiene a generar una apariencia de uniformidad entre argumentos procedentes de diversos campos, y además etiqueta como premisas a los distintos elementos que apoyan la conclusión. En cambio, su “lógica práctica” permite hacer transparente la diferencia entre una premisa singular y una premisa universal, que tienen funciones muy distintas en el argumento. Según Toulmin la lógica formal impone un molde estrecho, que no da lugar a la complejidad interna que muchas veces existe (Ej: Casi todos los A son B).
El caso de “D, G, luego C” es el único que puede ser analizado en orden a su validez formal, ya que la conclusión no amplía la premisa sino que se ve contenida en ella.
En cambio, “D, R, luego C”.
Toulmin distingue entre dos tipos de argumento:
1- argumentos analíticos (teóricos)
2- argumentos sustanciales (prácticos)
1- La conclusión de un argumento analítico no agrega nada al material contenido en las premisas. Quienes utilizan estos argumentos intentan fundamentar sus conclusiones en principios universales e inmutables. Son los razonamientos deductivos de la lógica formal. Independiente del contexto. Este argumento justifica la conclusión de una manera inequívoca y absoluta. Son muy impersonales: la persona que los utiliza se abstrae del proceso.
2- Un argumento sustancial proporciona datos o evidencia empírica para apoyar la conclusión del argumento. Quienes utilizan estos argumentos fundamentan sus conclusiones en el contexto de una situación particular, antes que en principios universales. Son los argumentos prácticos de la vida social. Dependiente del contexto. Este argumento sólo ofrece un apoyo probabilístico a la conclusión. El actor social comprometido en la formulación de estos argumentos es importante en el mundo práctico.
Toulmin afirma que los argumentos teóricos no son útiles para la vida cotidiana.
Para comprender la distinción entre estos dos tipos de argumentos es necesario comprender el concepto toulmiano de campos argumentativos. Este concepto sostiene que los argumentos prácticos, a pesar de que se ajustan al esquema básico, varían en algunos aspectos al ser utilizados en campos diferentes. Esos aspectos que varían son denominados “campo-dependientes”. En cambio, los argumentos teóricos de la lógica formal son independientes tanto del contexto como del campo en que son utilizados. Por eso muchas veces no se aplican a la vida diaria.
De todas formas Toulmin no propone que desaparezcan los argumentos analíticos sino que juzga que su rango de aplicabilidad es muy estrecho.
Críticas de los autores: su enfoque considera a los argumentos de manera relativamente aislada, con escasa clasificación de las “cadenas argumentativas”; tiende a hacer abstracción de la dimensión interactica y dialógica de los discursos argumentativos.
Perelman y la nueva retórica
Aparece en escena el auditorio, como coprotagonista del fenómeno argumentativo. Auditorio es el conjunto de aquellos a quienes el orador quiere influir con su argumentación. Se asocia a la noción de retórica. Retoma la tradición de la retórica clásica, desestimada desde el aporte de Aristóteles al instalar la lógica formal. Perelman considera que la opción racionalista supone convertir a la lógica formal en modelo excluyente de racionalidad. La argumentación se transforma en el punto medio, la que resuelve la dicotomía entre formalizar todo o entregarse a la irracionalidad. La retórica es el arte de persuadir y convencer. Toda argumentación se desarrolla en función de un auditorio.
Diferencia entre antigua y nueva retórica: la antigua se identificaba con el “arte oratorio”; la nueva apunta a comprender el mecanismo del pensamiento argumentativo.
Diferencia entre argumentación y demostración. En la demostración se explicitan los procedimientos que permiten que tal preposición sea la última de una serie deductiva cuyos primeros elementos los proporciona quien ha construido el sistema axiomático. Por lo tanto, la persona se abstrae dada la universalidad del enfoque formal. Las demostraciones “triunfan” por sí solas. En cambio, en la argumentación no es posible ignorar las condiciones psíquicas y sociales. Supone un contacto intelectual entre el interlocutor y los individuos, tener en cuenta y darle valor al oyente.
Al ser el auditorio muy heterogéneo, el orador debe adaptarse a sus características en el proceso argumentativo. Persuadir y convencer son dos conceptos distintos. Persuadir es más importante que convencer para quienes se preocupan más por el resultado. Convencer es más importante que persuadir para aquellos que están más interesados en el carácter racional de la adhesión. Se persuade a la imaginación o al pensamiento; se convence a la razón. Persuasiva es la argumentación que sólo pretender servir para un auditorio en particular; convincente es la que busca la adhesión de todo ente de razón.
La argumentación eficaz es la que logra una intensidad de la adhesión que desencadena en los oyentes la acción prevista o una predisposición a la acción.
El auditorio tiene tal importancia que la elección y presentación de las premisas es resultado de un acuerdo con el auditorio. Se acuerda qué se considera como hecho objetivo y qué como sistema complejo. También se acuerdan cuáles serán las presunciones que funcionan como punto de partida de la argumentación.
Los valores también están presentes en el desarrollo de la argumentación. Funcionan como “objetos de acuerdo” que permiten una comunión entre formas de actuar para distintos grupos. Los razonamientos formales están purificados de dimensiones valorativas.
Hay acuerdos generales y acuerdos específicos de disciplinas particulares. Estos acuerdos disciplinares forman un corpus que se desprende de convenios, adhesión a textos fundamentales, etc. Un ejemplo es la adhesión a una jerga técnica propia.
También hay acuerdos propios de cada discusión. Ej: uso dialéctico de las preguntas y respuestas
Análisis de la estructura y desarrollo de la argumentación:
Su complejidad consiste en los diferentes elementos del discurso que están en interacción, la amplitud de la argumentación y el orden de los argumentos.
Perelman comienza por analizar la estructura de los argumentos aislados (asume el riesgo de que sacándolo del contexto pierda riqueza).
Dos tipos de procedimiento
Procedimientos de enlace: son los esquemas que vinculan elementos distintos y permiten establecer entre ellos una relación de solidaridad.
Procedimiento de disociación: las técnicas de ruptura cuyo objetivo es separar elementos considerados como componentes de un todo. Se propone modificar el sistema.
Se presentan como comparables a razonamientos formales. Perelman establece que esta presentación es ilusoria. La validez abstracta de los razonamientos formales sería una utopía para los argumentos cuasi lógicos. No son formales pero intentan aparecer de esa forma a través de reducciones.
Se apoyan en bases empíricas para sustentar determinadas afirmaciones. Entre ellos se encuentran los “enlaces de sucesión”.
Son argumentaciones de tres tipos: las que tienden a vincular con un nexo causal dos acontecimientos sucesivos; las que, dado un acontecimiento, tratan de descubrir una causa que haya podido generarlo; las que, dado un acontecimiento, intentan poner en evidencia el efecto que de él resulta.
Es una variante del nexo causal. La diferencia reside en la “valoración” del efecto. Si se desea minimizar un efecto se lo debe presentar como consecuencia; si se desea aumentar su importancia, debe presentarse como un fin.
La variante estudiada es la que consiste en argumentar a partir del caso particular. Tres modalidades
Permite una generalización. Perelman los analiza sin discutir su legitimidad. Frecuentemente apuntan a justificar una conclusión igualmente particular.
Sustenta una regularidad ya establecida, refuerza la adhesión a la regla.
Incitará a la imitación de un comportamiento particular
Perelman establece una diferencia entre dos procedimientos.
Consiste en afirmar que están indebidamente asociados elementos que deberían permanecer separados, según la perspectiva del argumentador.
Presupone la unidad primitiva de elementos confundidos en una misma noción.
i . Dualidad “apariencia-realidad”
El procedimiento de disociación es fuente de varias parejas en la filosofía: “particular-general”, “accidente-absoluto”, etc.
Hasta aquí el estudio de los argumentos aislados. Sin embargo, según Perelman, los argumentos están vinculados por varias modalidades de interacción: interacción entre diversos argumentos expuestos, interacción entre tales argumentos y la situación argumentativa en cuyo marco se presentan, interacción entre los argumentos y la conclusión general a la que arriba el proceso argumentativo.
Perelman analiza los criterios de pertinencia de los argumentos, según la fuerza argumentativa. Este concepto tiene dos acepciones:
a) fuerza argumentativa es la intensidad de adhesión del oyente al argumento
b) fuerza argumentativa es la relevancia objetiva de los argumentos en el contexto del debate.
Ambas pueden entrar en colisión con la resistencia del oyente o con una contra-argumentación. Por eso:
c) fuerza argumentativa depende, en gran medida, de su firme resistencia a las posibles objeciones.
¿La fuerza argumentativa es un rasgo descriptivo o normativo? La mayoría de las veces el criterio de validez argumentativa resulta de aplicar técnicas que son eficaces en otro campo. Estás serian la racionalidad formal de la lógica y la matemática. Sin embargo los argumentos no están en condiciones de pasar la prueba de la racionalidad formal. Por lo tanto Perelman define que la fuerza argumentativa debe asumir la doble dimensión descriptiva y normativa, que en la práctica se califica de “fuerte” y “débil”. En conclusión, la fuerza argumentativa se aprecia gracias a la “regla de justicia”: lo que ha sido convincente en cierta situación será convincente en una situación análoga. Por eso, para dotar de fuerza a la argumentación se requiere un conocimiento profundo del campo disciplinar. Presupone una previa iniciación en un campo de estudio sistematizado.
Perelman discute la diferencia entre razonamiento teórico y razonamiento práctico.
1) Razonamiento teórico.
Consiste en realizar una inferencia que extrae una conclusión a partir de premisas. Se caracteriza por la necesidad impersonal de la inferencia formal
2) Razonamiento práctico es aquel que justifica una decisión, es decir que implica la intervención de la voluntad humana. Supone la posibilidad de elegir, pero de modo tal que el argumento aleja a la decisión de la arbitrariedad. Para tal fin se tienen en cuenta: la conformidad a una regla moral o jurídica; observando una regla que se podría violar en caso de no tomar esa decisión; una estimación de la eficacia de la decisión tomada, etc. Este razonamiento se da ante la ausencia de una autoridad perfecta que justifique. Ej: fallo de un juez; proyecto de ley. Puede aplicarse a una única situación o a varias.
Esto se reduce a: pensamiento formal =falta de libertad, por la necesidad de una autoridad perfecta.
Críticas de los autores: El concepto “argumento” es poco preciso.
Perelman se basa en la distinción aristotélica de lógica como “ciencia de la demostración” y retórica como “ciencia de lo probable”. Por eso no considera la palabra “argumento” como sinónimo de “razonamiento”. Niega toda intención persuasiva a un razonamiento deductivo.
Vaan Eemerent-Gootendorst: la argumentación desde el punto de vista pragma-dialéctico
Consiste en no abstraer a los argumentos de ninguna de sus dimensiones.
“La argumentación es una actividad verbal, social y racional que apunta a convencer a un crítico razonable de la aceptabilidad de un punto de vista adelantando una constelación de una o más proposiciones para justificar este punto de vista”.
Argumentación
- Percibida como un medio para resolver diferencias de opinión
- Se refiere tanto al proceso argumentativo como a sus resultados
- Se tiene en cuenta el contexto, la situación y otros aspectos pragmáticos.
Proceso global de argumentación:
1- Exposición del punto de vista de un actor social (protagonista) (a veces puede omitirse).
2- Diferencia de opinión con otro actor (antagonista)
3- Discusión argumentativa
4- Resolución
1- a) Hay marcadores de puntos de vista. Su utilización puede generar consecuencias diferentes.
b) Supone adoptar una proposición. Preposición puede ser una descripción de hechos o una predicción (admisible para la lógica formal) o un consejo (no admisible para la lógica formal, ya que no es ni V ni F).
2- El autor indica que una diferencia de opinión se da cuando dos partes no están de acuerdo totalmente con un punto de vista (implica desacuerdo o simple duda). La forma elemental de diferencia de opinión es:
X: Es necesario que A sea B
Y: No sé, nunca reflexioné sobre el tema.
Esta forma es no mixta porque solo una parte está comprometida en la defensa del punto de vista. Esto es el disparador de la justificación argumentativa.
3 – Es una discusión crítica, con el propósito de resolver una diferencia de opinión. Etapas:
a) Confrontación
b) Apertura. Se asignan los roles
c) Argumentación. El protagonista defiende su punto de vista
d) Conclusión
Este es un modelo ideal. Cumple una función heurística.
Indicadores de argumentación: por lo tanto, dado que, en consecuencia, etc. Indican relación de derivación. Si no están presentes, la situación indica la presencia del argumento.
Argumentos complejos
El enfoque pragma dialéctico permite el análisis de argumentos más complejos. Hay tres tipos:
1- Argumentación múltiple.
Consiste en defensas alternativas del mismo punto de vista presentadas una después de otra. Las dos defensas no son interdependientes, cada una es autónoma.
2- Argumentación coordinada.
Los argumentos se combinan y se complementan para formar una defensa pertinente. Implica que cada instancia por separado es débil.
3- Argumentación subordinada
Se suceden distintos argumentos para apoyar al argumento inicial. Cadena de razonamientos en la que cada etapa requiere una subargumentación para completar por una justificación plena.
Criterios de pertinencia para la evaluación de argumentos según la concepción pargmadialéctica:
1) Consistencia
a) Consistencia lógica en los enunciados componentes (ej. No contradicción)
b) Consistencia pragmática: “Te llevo en el auto. No sé manejar”. Son expresiones que no se contradicen pero que guardan entre sí una incompatibilidad.
c) Consistencia global del argumento, entendida como grado de contribución a la justificación adecuada del punto de vista (aceptabilidad).
2) Validez formal del argumento
3) Uso correcto de las categorías principales de esquemas argumentativos
Falacias materiales
Las falacias son violaciones particulares de una regla; esta regla no es de inferencia lógico deductiva, la regla que se viola es de consenso comunicacional (recordar que las reglas están concebidas para resolver diferencias de opinión).
Regla 1. Las partes no deben impedirse unas a otras el presentar puntos de vista o ponerlos en duda.
a) Blindar un punto de vista. Ej. “Lo convoqué para comunicarle la decisión X, se pueden discutir solo algunos detalles”.
b) Restringir la libertad descartando la importancia del otro actor.
i. Presionar a través de la amenaza (ad baculum)
ii. Chantaje emocional a través de la apelación a la piedad
c) Desacreditar calificando de inmoral (ad hominem)
i. Falacia contra el hombre circunstancial. Sin atacar directamente a la persona, se duda que su profesión le permita ser objetivo.
ii. Tu quoque “usted critica a los cazadores pero come carne”.
Regla 2. Una parte que presenta un punto de vista está obligada a defenderlo si la otra parte lo solicita a hacerlo.
a) Falacia de inversión de la carga de la prueba. Ej: “Prueba tu primero que eso no es así”
b) Falacia de evadir la carga de la prueba
Regla 3. El ataque de una parte contra un punto de vista debe referirse al punto de vista que realmente ha sido presentado por la otra parte
a) Espantapajaros. Se construye otra teoría más fácil de derribar.
Regla 4. Una parte sólo puede defender su punto de vista presentando una argumentación que esté relacionada con ese punto de vista.
Regla 5. Una parte no puede presentar algo falsamente como si fuera una premisa dejada implícita por la otra parte, ni puede negar una premisa que él mismo ha dejado implícita.
a) Consiste en que el antagonista “pone palabras en la boca del otro”. Se toma una premisa implícita o tácita en la argumentación del adversario y se la magnifica.
b) El protagonista no se hace responsable de haber incluido una premisa en su argumentación.
Regla 6. Ninguna parte puede presentar falsamente una premisa como si fuera un punto de partida aceptado, ni puede negar una premisa que representa un punto de partida aceptado.
Regla 7. Una parte no puede considerar que un punto de vista ha sido defendido concluyentemente si la defensa no se ha llevado a cabo por medio de un esquema argumentativo adecuado que se haya aplicado correctamente.
Hace referencia al ad populum. “Meta regla”.
Regla 8. En su argumentación las partes sólo pueden usar argumentos que sean lógicamente válidos o que sean susceptibles de ser validados explicitando una o más premisas implícitas.
Requisito de validez lógica.
Regla 9. Una defensa fallida de un punto de vista puede tener como resultado que la parte que lo presentó se retracte de él y una defensa concluyente debe tener como resultado que la otra parte se retracte de sus dudas acerca del punto de vista.
a) Si el protagonista persiste tercamente en su postrua, se comete la falacia de rechazo de retractación de punto de vista que no fue defendido exitosamente.
b) si el antagonista no se retracta comete la falacia de rechazar la retractación de la crítica del punto de vista que fue exitosamente defendido.
Regla 10.Las partes no deben usar formulaciones que resulten insuficientemente claras o confusamente ambiguas y deben interpretar las formulaciones de la parte contraria tan cuidadosa y exactamente como les sea posible.