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Unidad 1: Semiología-Semiotica y Signos.
(Introducción a los conceptos centrales de la materia. Definición de Semiología.
Repaso histórico de la disciplina. Las perspectivas semiológica y semiótica.
Campo de aplicación de la disciplina.)
Anteriormente a la semiología, la filosofía era la encargada de estudiar los
signos. Aunque desde una perspectiva particular, no le importaba el aspecto
comunicativo de los signos, sino más bien el aspecto ontológico, es decir su
relación con el ser.
La semiología es la ciencia o el conjunto de conocimientos que analizan y
explican los signos y los fenómenos comunicativos, los sentidos y las
significaciones que se producen en la sociedad a través de la actividad de la
semiosis.
La semiótica se presenta, entonces, como un punto de vista sobre la realidad,
una mirada acerca del modo
en que las cosas se convierten en signos y son portadoras de significado. Su
radio de acción incluye y presta atención a la semiosis, es decir, a la dinámica
concreta de los signos en un contexto social y cultural dado. La semiosis es un
fenómeno operativo contextualizado, en el cual los diversos sistemas de
significaciones transmiten sentidos, desde el lenguaje verbal al no verbal,
pasando por los lenguajes audiovisuales, hasta las más modernas comunicaciones
virtuales.
Zecchetto distingue dos ramas de esta ciencia:
Semiología: Fue bautizada con este nombre por Saussure. Desde la lingüística
estudia la vida de los signos en el seno de la vida social. Consideró la
semiología como relacionada con la psicología social y asociada a los procesos
que de ella se derivan, pero siempre dentro de los límites de la lingüística
(ligada a la estructuralidad y formalismos) concibe el signo como un elemento
que existe únicamente dentro de un sistema, en un principio este sistema es la
lengua.
Semiótica: Peirce introdujo el término semiotics para indicar el estudio de los
signos. Concibió la semiótica como un campo científico articulado en torno a
reflexiones de carácter lógicofilosófico que tuviera como objetivo de su
investigación la semiosis. Para él todo está integrado en el campo de las
relaciones comunicativas donde la realidad se articula como un sistema total de
semiosis.
La división de la semiótica/semiología:
Semántica: Es el estudio del significado de los signos, de los enunciados y de
cualquier texto o discurso mediático. Tiene una doble perspectiva: intensional
(todo signo o enunciado designa alguna índole propia de los objetos) y
extensional (señala al tipo de cosas a las cuales se aplican las propiedades
indicadas en los signos o enunciados).
Pragmática: Disciplina que analiza las formas y estrategias concretas que asumen
las expresiones comunicativas, con el fin de descubrir las leyes que las rigen y
establecer sus características.
Sintáctica: Se interesa por los sistemas formales diseñados para analizar los
lenguajes.
Signos
(Teorías del signo de los sistemas semióticos. Signo: definiciones. Tradición
semiológica: Ferdinand de Saussure y semiótica: Charles Sanders Peirce.
Relaciones sintagmáticas y paradigmáticas. Diacronía y sincronía. El signo
triádico de Charles Sanders Peirce.)
Según Zecchetto los signos son un modo de apropiarse y de interpretar el mundo,
ya que cada vez que imaginamos alguna realidad hacemos una reproducción mental
de ella, es decir, el signo es un simulacro de la realidad.
Un signo es “Algo que está en lugar de otra cosa” es decir, un objeto presente
se relaciona con otro que está ausente. Es una forma física por la cual se hace
perceptible a los sentidos.
Los dos enfoques del signo:
Saussure
Define al signo como una unidad lingüística que posee una composición diádica:
Significante: Siempre es algo material, puede ser acústico o visual, es la parte
sensible que captamos con los sentidos. Es la parte material del signo
lingüístico.
Significado: Es la idea o concepto evocada en la mente. Es inmaterial, si esto
no se cumple, el referente no forma la estructura del signo.
El signo hace referencia a alguna cosa, y a esa realidad la denomina realidad
referencial. El signo es arbitrario ya que la relación entre el significado y el
significante no está motivada por el objeto al cual se refiere, no hay conexión
con el objeto. Por sí sólo no tiene valor, hay que juzgarlo dentro de la
estructura de la lengua, y allí entra en relación con otros signos. La relación
entre significado y significante es arbitraria porque no está basada en ninguna
causa racional ni lógica, es únicamente una convención. Los hablantes de una
lengua, por convención, saben qué sucesión de sonidos se asocia a cuál sentido.
Pierce
Pierce sostiene que nos movemos en nuestro entorno guiados por creencias de tipo
existencial y pragmáticas. El rol del pensamiento es organizar y transformar el
campo de la experiencia, para coordinar las acciones humanas. Se trata de un
pensamiento pragmático destinado a captar los efectos y los significados
prácticos que puede tener un conocimiento en el obrar del individuo. Para él, el
significado está en el pensamiento.
Para Pierce el signo es algo que representa alguna cosa para alguien. Esto
significa que el signo posee una composición triádica:
La primeridad: Da cuenta de lo indefinido de las cosas, es el sentimiento o la
primera impresión.
La secundidad: La relación con la primeridad, relacionada real o analógicamente
con otro.
La terceridad: Regula la unión y la síntesis de la primeridad con la secundidad,
es decir, la convención que conecta dos fenómenos entre sí.
La realidad debe ser interpretada desde el punto de vista pragmático como si se
tratara de una cualidad. El signo, según Peirce, está formado por 3 elementos
(El Representamen, El Interpretante y El Objeto).
Definición clásica de signo (según Zecchetto)
Un signo es todo lo que está en lugar de otra cosa y la significa, es la marca
sensible de una intención de comunicar un sentido, se origina de la presencia
del signo y la ausencia del objeto que denota. Fuera de una sociedad, los signos
no existen. ¿Qué es el significado de un signo? Es el conjunto de sentidos
consensuados en torno a un objeto semiótico
La semiosis
Es el proceso de aprehensión del signo, se desarrolla de forma espiral,
integrando nuevos procesos semióticos. Este define al signo no en relación con
el significado de la cosa, sino remitiéndose a otro signo, generando una
semiosis infinita. Este, es una categoría mental, es decir, una idea mediante la
cual evocamos un objeto con la finalidad de conocer y comprender la realidad o
para comunicarnos.
Teoría de Buhler
Parte del concepto de Platón según el cual el lenguaje es un instrumento para
comunicar entre sí a dos individuos. A partir de esto establece 3 funciones del
lenguaje:
-Representar las cosas y los fenómenos, es decir, transmitir mensajes y
contenidos sobre algo que se relata, analiza o estudia.
-Expresar nuestras percepciones de las cosas y de la vida o para reflexionar
sobre ellas en forma subjetiva.
-Comunicar con los demás y mantener nuestros contactos como interlocutores.
Dinámica de los signos Binarios, según Saussure
Estos conceptos se utilizan aplicados a distintos fenómenos de semiosis:
Sincronía: Significa contemporaneidad, y se asume como criterio para el estudio
sistemático de los signos o hechos lingüísticos.
Eje sincrónico: Permite estudiar el sistema completo de la lengua en un momento
histórico particular.
La sincronía alude a sistema, sintagma, relación con una estructura en el
espacio
Diacronía: Indica sucesión. Esta, se refiere a la historia, se usaba para
analizar la evolución de las palabras.
La diacronía se refiere a la historia, a las relaciones en el tiempo.
El eje diacrónico permite estudiar cómo un elemento particular se modifica en el
transcurso del tiempo. Es decir que no podemos estudiar todo el sistema completo
desde esta perspectiva, sino que tenemos que enfocarnos en algo puntual. El eje
sincrónico, por otra parte, permite estudiar el sistema de la lengua en su
totalidad pero en un momento particular.
Sintagma: Es la lectura de los signos puestos en relación de presencia. Es la
estructura dada de cada signo, los sintagmas constituyen el eje horizontal de
una estructura. Sobre él se disponen linealmente los signos en presencia
Paradigma: Es el modelo teórico que explica una estructura de signos o una
cadena sintagmática. El plano del paradigma forma el eje vertical e invisible
que atraviesa el plano sintagmático. Son relaciones que se dan en el cerebro de
los hablantes y arman redes.
Saussure denominó “relaciones asociativas” a los paradigmas lingüísticos. La
relación entre los ejes sintagmáticos y paradigmáticos son estrechas, cada
aspecto es dependiente del otro y constantemente interactúan entre sí.
Ferdinand de Saussure
(El signo lingüístico de Ferdinand de Saussure. Lenguaje, lengua y habla. Valor
del signo lingüístico.)
Lenguaje, lengua y habla.
A Ferdinand Saussure le interesa recortar una parte del lenguaje para estudiarla
de manera sistematizada. Entonces divide al lenguaje en lengua y habla, solo va
a dedicarse al estudio de la lengua, a la cual define como un sistema de signos
(y las reglas mediante las cuales los combinamos) que utilizamos para
comunicarnos.
La lengua según Saussure es exterior al hablante, por lo cual es incorrecto
decir que es wuna facultad física. Es necesario aclarar que la capacidad de
comunicarnos y poner en funcionamiento la lengua es posible dadas las
características psicofísicas del ser humano, que le permiten emitir sonidos y
escucharlos, pero es importante entender la diferencia entre esta capacidad
humana y el sistema lingüístico propiamente dicho.
El lenguaje es una capacidad humana universal para expresar pensamientos y
sentimientos a través de los signos.
La lengua es el objeto de estudio de la lingüística, es decir, la parte esencial
del lenguaje. Es a la vez un producto social de la facultad del lenguaje y un
conjunto de convenciones para permitir el ejercicio de esa facultad en los
individuos. (Es un sistema de signos que son aceptados por una comunidad y
constituyen un idioma). Los individuos necesitan aprenderla para comprender y
conocer su funcionamiento.
El habla es un acto individual de voluntad e inteligencia. Es el acto individual
de apropiación de la lengua por parte de un hablante. Es la lengua puesta en
acto, es decir, pone en práctica los códigos que constituyen la lengua. Podemos
distinguir: Las combinaciones del código de la lengua, para expresar el
pensamiento del hablante; Y un mecanismo psicofísico, que permite exteriorizar
esas combinaciones.
El signo lingüístico es la unión entre un concepto y una imagen acústica. Es una
entidad psíquica de dos caras, consistentes en el concepto (significante) y la
imagen acústica (significado).
Es inmotivado, es decir, arbitrario porque no guarda en la realidad ningún lazo
natural con el significado. No hay ninguna relación entre el sonido de una
palabra con lo que esta representa. Según el autor la imagen acústica es el
equivalente a la huella mental que una sucesión de sonidos particulares
(asociados a un significado) deja en la mente del hablante. Esta huella es lo
que permite que el hablante pueda reconocer esa sucesión de sonidos y asociarlas
a su sentido al escucharla.
Características:
El signo lingüístico es arbitrario con relación al significado, ya que el enlace
que une el significado con el significante es inmotivado, es decir, no existe
motivo o razón por el cual exista una relación entre significante y significado.
La arbitrariedad es la cualidad por la cual la masa hablante requiere de la
normatización para su uso, en tanto la relación entre el significado y el
significante es inmotivada.
El signo es lineal porque el significante se desenvuelve sucesivamente en el
tiempo, es decir, no pueden ser pronunciados en forma simultánea, sino uno
después del otro, en unidades sucesivas que se producen linealmente en el
tiempo. Es una característica del significante que implica una extensión en el
tiempo, formando una cadena.
El signo es inmutable. El significante es elegido libremente con relación a la
idea que representa, pero impuesto con relación a la comunidad lingüística que
lo usa.
Ejes para el estudio de la lengua:
Eje de simultaneidades: Concierne a las relaciones entre cosas coexistentes, de
donde está excluida toda intervención del tiempo.
Eje de sucesiones: Nunca se puede considerar más que una cosa a la vez, pero
donde están situadas todas las cosas del primer eje con sus cambios respectivos.
El valor de un signo surge por su relación con los otros signos del sistema
¿Cuál es el valor de un signo? significar lo que los otros no significan, ser lo
que los otros no son.
Se atribuye a la lengua todos los tipos de sintagmas construidos sobre formas
regulares.
Relaciones sintagmáticas: Se les llama así a los elementos alineados uno tras
otro en la cadena del habla, se compone de dos o más unidades consecutivas.
Combinan elementos de manera sucesiva en un enunciado.
Relaciones paradigmáticas: Los grupos formados por asociación mental no se
limitan a relacionar los dominios que presentan algo de común.
Una palabra cualquiera puede evocar todo lo que sea susceptible de estarle
asociado de un modo u otro, mientras que un sintagma evoca en seguida la idea de
un orden de sucesión y de un número determinado de elementos, los términos de
una familia asociativa no
Charles Peirce
(La segunda tricotomía: ícono, índice y símbolo. Semiosis infinita)
Peirce buscó construir y fundamentar una teoría de los signos como el marco para
una teoría del conocimiento. La semiótica de Peirce tiene una perspectiva
filosófica pues constituye una teoría de la realidad y del conocimiento que
podemos tener de ella por el medio exclusivo de los signos. Para él, todo
pensamiento debe existir en los signos, es decir, no podemos pensar sin signos.
Afirma que la semiótica es equiparable a la lógica: “la lógica es, otro nombre
de la semiótica, la doctrina formal de los signos”
El signo en Peirce recibe el nombre de representamen, este es una “cualidad
material” que está en lugar de otra cosa, su objeto, de modo que despierta en la
mente de alguien un signo equivalente o más desarrollado, el interpretante, que
aclara lo que significa el representamen y a su vez representa al mismo
objeto.
El interpretante: Es otra representación que se refiere al mismo objeto que el
representamen puede asumir diversas formas. Se pueden distinguir tres
interpretantes de un signo:
Interpretante inmediato: Es el interpretante pensado como concepto o
significado, permite relaciones un signo con un objeto sin considerar una
situación comunicativa en la que dicho signo aparezca, por ellos afirma que se
trata de una abstracción y de una posibilidad.
Interpretante dinámico: Se trata del efecto particular que un signo provoca en
la mente de un intérprete en una situación de enunciación. Este efecto singular
puede ser de naturaleza diversa: un sentimiento, una emoción, etc.
Interpretante final o normal: Este presupone a los otros dos interpretantes.
Este es el pensado como un hábito que hace posible la interpretación recurrente
y estable de un signo. Por un lado, se trata del hábito que consiste en atribuir
a un representamen un objeto y, por otra parte, del interpretante que despierta
una unanimidad de los eruditos en un campo de conocimiento.
Principio de pragmatismo: La creencia en la verdad de un concepto determina
hábitos de conducta.
El objeto: Para que algo sea un signo debe “representar” a otra cosa, llamada
“objeto”. Aclara que él se referirá a los signos como si tuvieran un único
objeto, pero puede tener más de un objeto, en esos casos sería objeto complejo.
Afirma que el objeto tiene la naturaleza de un signo, dado que pensamiento y
signo son equivalentes. Hay 2 tipos de objetos:
Objeto inmediato (interior a la semiosis): Es el objeto tal como es representado
por el signo mismo, y cuyo ser es dependiente de la representación de él en el
signo.
Objeto dinámico (exterior a la semiosis): Es la realidad que arbitra la forma de
determinar el signo a su representación, tiene una existencia independiente
respecto del signo que lo representa, pero para que el signo pueda
representarlo, este objeto debe ser algo conocido para el intérprete, debe tener
de él un conocimiento previo.
Fundamento: Es uno o varios rasgos de un objeto que permiten identificarlo, es
decir, rasgos distintivos que lo diferencian de otros objetos.
Semiosis infinita: Un signo, no está aislado, sino que integra una cadena de
semiosis: cada signo es a la vez interpretante del que lo antecede e
interpretado por el que le sigue. Como todos los pensamientos son signos, se
remiten unos a otros: “todos los pensamientos deben dirigirse ellos mismos a
otros pensamientos, puesto que tal es la esencia del signo”
Icono, índice y símbolo
Las categorías aplicadas al objeto permiten obtener estos tres tipos de signos.
La división entre ícono, índice y símbolo depende de las diferentes relaciones
posibles de un signo con objeto dinámico.
Icono: Es un signo que entabla una relación de semejanza con su objeto, se trata
de un signo por similitud con cualquier cosa a la cual sea parecido. Un icono es
un representamen que por su cualidad es similar a su objeto. (Las imágenes, los
diagramas, las metáforas.)
Índice: Es un signo que entabla una conexión física con su objeto. Un índice es
un signo que se refiere al objeto que denota en virtud de ser afectado por aquel
objeto. Carecen de todo parecido significativo con su objeto.
Símbolo: Es un representamen que se refiere a su objeto dinámico por convención,
hábito o ley. Se caracterizan porque denotan clases de objetos. Todos los signos
que integran un sistema convencional, son signos.
Mijaíl Bajtín
(Géneros discursivos. Enunciado. Intertextualidad.)
Género discursivo
Es un tipo relativamente estable de enunciado que usamos en diferentes ámbitos
de la comunicación (facilita la tarea de comunicarnos) no hace falta información
teórica para usar los géneros discursivos, naturalmente los reconocemos. Es
imposible clasificarlos debido a su cantidad.
¿De dónde surgen los diferentes tipos de géneros? la variedad de los géneros
discursivos se determina por:
-La situación discursiva.
-Posición social.
-Relaciones entre participantes de la comunicación (cada uno con sus tonos
expresivos y formas elevadas, familiares o íntimas)
¿Qué elementos definen un género discursivo? El tema, el estilo y la estructura
son los elementos que se mantienen estables dentro de un género discursivo.
Tema: Algunos géneros discursivos se conforman a partir de enunciados que
comparten un mismo tema. Esto se debe a que los géneros discursivos
habitualmente están vinculados a una esfera de la actividad humana y se vinculan
con ciertas prácticas sociales.
Estilo: El estilo se manifiesta en la manera personal en que cada hablante crea
sus textos, es el factor más personal del discurso. Sin embargo, aunque el
estilo tiene un alto grado de subjetividad (es decir que varía de acuerdo a cada
persona), también suele ser relativamente estable porque está muy vinculado al
tema.
Estructura: Ciertos tipos de enunciados tienen estructuras estables, esto quiere
decir que la organización de la información que contienen se hace casi siempre
de la misma manera.
Géneros primarios (simples): Géneros de la comunicación discursiva inmediata,
más simples, ligados a la oralidad; al ser absorbidos por géneros secundarios,
mantienen su forma e importancia cotidiana sólo como parte del contenido del
género secundario (pierden su relación inmediata con la realidad ej. una carta
dentro de una novela es importante sólo como hecho artístico dentro del género
secundario “novela”).
Géneros secundarios (complejos): Surgen en condiciones de comunicación cultural
desarrollada, organizada, generalmente escrita (comunicación artística,
científica); absorben y reelaboran géneros primarios. Se denominan “ideológicos
“por la capacidad de estos géneros de mostrar una determinada mirada sobre el
mundo (por su complejidad, su elaboración, etc.)
Simplemente son géneros más elaborados y complejos que nos permiten comunicar
nuestras ideas y pensamientos de una manera más efectiva.
Enunciado como unidad real de la comunicación (es la unidad mínima de los
géneros discursivos): El discurso puede existir en la realidad tan sólo en forma
de enunciados concretos pertenecientes a los hablantes o sujetos del discurso.
Todos los enunciados poseen unos rasgos estructurales comunes y tienen fronteras
bien definidas.
Características:
• Su contexto es una situación comunicativa concreta, la realidad.
• Se relaciona con los enunciados anteriores y posteriores.
• Puede ser respondido porque se comprende su intención discursiva.
• Sus límites se determinan por el cambio de sujeto hablante.
• Es la unidad de la comunicación discursiva
• Posee expresividad.
Para Bajtín un enunciado es una unidad de la comunicación discursiva, no es una
unidad convencional, sino real, determinada por el cambio de los sujetos
discursivos. Este tiene un sentido complejo, entonación determinada, contexto, y
es limitado por el cambio de sujetos.
Las fronteras de cada enunciado se determinan por el cambio de los sujetos
discursivos, es decir, por la alternación de los hablantes. Todo enunciado posee
un principio absoluto y un final absoluto. El cambio de los sujetos discursivos
que enmarca al enunciado y que crea su masa firme y estrictamente determinada en
relación con otros enunciados vinculados a él es el primer rasgo constitutivo
del enunciado como unidad de la comunicación discursiva que lo distingue de las
unidades de la lengua. Esto lo diferencia de la oración porque sus límites jamás
se determinan por el cambio de los sujetos discursivos.
Oración: Para Bajtín es una unidad de la lengua que sirve para formar un
enunciado, tiene una naturaleza gramatical, límites gramaticales, conclusividad
y unidades gramaticales.
- Los límites de la oración no se determinan por el cambio de sujeto como en el
discurso; la oración es una idea relativamente concluida que se relaciona de
manera inmediata con otras ideas del mismo hablante dentro de la totalidad de su
enunciado
- Las oraciones y sus relaciones son preestablecidas por el género elegido.
- La oración no se relaciona de manera inmediata con el contexto externo extra
verbal, lo hace a través del enunciado que integra.
- La oración no se relaciona de manera directa con los enunciados ajenos ni
provoca una respuesta.
- La oración como expresión de la lengua es inexpresiva y neutra (a diferencia
del enunciado sí es expresivo y no es neutro)
- Las oraciones y las palabras son impersonales
- La oración no puede determinar directa y activamente la posición responsiva
del hablante, lo logra al convertirse en enunciado completo.
¿Por qué el concepto de enunciado cuestiona la idea de un “hablante” y un
“oyente” como partes estancas de un diálogo? En la lingüística persisten
ficciones como el “oyente” y “el que comprende”, se ofrece un esquema de los
procesos activos del discurso en cuanto al hablante y de los procesos pasivos de
recepción y comprensión en cuanto al oyente. Pero no siempre es así, el oyente
al percibir y comprender el significado del discurso, simultáneamente toma una
activa postura de respuesta, es decir el oyente se vuelve el hablante. Pero no
siempre tiene lugar una respuesta inmediata en voz alta, la comprensión del
oyente puede traducirse en una acción inmediata (cumplir una orden) o quedar por
un tiempo como una comprensión silenciosa.
¿Cómo reconocemos dónde termina un enunciado y dónde comienza otro? Las
fronteras de cada enunciado como unidad de la comunicación discursiva se
determinan por el cambio de los sujetos discursivos, por la alteración de los
hablantes, todo enunciado posee un principio y un final. Antes del comienzo
están los enunciados de otros, después del final están los enunciados y
respuestas de otros. Un hablante termina su enunciado para ceder la palabra al
otro o para dar lugar a su comprensión.
Conclusividad: El cambio de sujeto discursivo se da porque el hablante dijo o
escribió todo lo que en un momento dado y en condiciones determinadas quiso
comunicar; este enunciado concluido da la posibilidad de ser contestado.
Bajtín le critica a Saussure que deja de lado el “habla”, ya que ignora la
función comunicativa del lenguaje, solo les interesa la función expresiva. Así,
se crea una ficción científica en donde el hablante es el sujeto activo y el
oyente es pasivo. Los géneros discursivos prescriben formas de comportamiento,
estructuran una totalidad.
A diferencia de Saussure (oyente: pasivo) Bajtín dice: el oyente se prepara para
una acción, completa el discurso, y la postura de respuesta del oyente está en
formación a lo largo de todo el proceso de audición y comprensión desde el
principio, toda comprensión del discurso tiene un carácter de respuesta.
Intertextualidad: Todo enunciado viene a ser un eslabón en la cadena de la
comunicación discursiva en una esfera determinada. Está lleno de ecos y reflejos
de otros enunciados con los cuales se relaciona. Todo enunciado debe ser
analizado como respuesta a los enunciados anteriores de una esfera dada. La
expresividad de un enunciado siempre contesta, expresa la actitud del hablante
hacia los enunciados ajenos y no únicamente su actitud hacia el objeto de su
propio enunciado. En un enunciado podemos descubrir toda una serie de discursos
ajenos, implícitos. El enunciado viene a ser un fenómeno muy complejo que
manifiesta una multiplicidad de planos.
El objeto de discurso de un hablante no llega a tal por primera vez en este
enunciado, el hablante no es el primero que lo aborda. El objeto del discurso ya
se encuentra hablado, discutido, vislumbrado y valorado de maneras diferentes.
En realidad, todo enunciado siempre contesta de una u otra manera a los
enunciados ajenos que le preceden. El enunciado no está dirigido únicamente a su
objeto, sino también a discursos ajenos acerca de este último. Por eso, el
enunciado es un eslabón en la cadena de la comunicación discursiva y no puede
ser separado de los eslabones anteriores que lo determinan por dentro y por
fuera, generando en él reacciones de respuesta y ecos dialógicos. Y no solo está
relacionado con eslabones anteriores, sino también posteriores. El enunciado se
construye desde el principio tomando en cuenta las posibles reacciones de
respuesta para las cuales se construye el enunciado. El hablante espera desde el
principio sus contestaciones y su comprensión activa. Un signo importante del
enunciado en sus orientaciones hacia alguien, su propiedad de estar destinado.
¿Cuál es la relación entre contexto y sentido? Bajtín dice que todo enunciado
tiene una carga semántica, pero el verdadero sentido se termina de dar en
relación con el contexto. Hay que ver dónde, cuándo y con qué entonación emite
un enunciado para conocer su verdadero sentido, el contexto es de vital
importancia a la hora de entender el sentido de un enunciado.
Émile Benveniste
La enunciación es poner a funcionar la lengua por un acto individual de
utilización, es el acto mismo de producir un enunciado, este acto se debe al
locutor que moviliza la lengua por su cuenta. Antes de la enunciación la lengua
no es más que la posibilidad de la lengua, después de la enunciación la lengua
se efectúa en una instancia de discurso. En relación con la lengua es un proceso
de “apropiación” el locutor se apropia del aparato formal de la lengua y enuncia
su posición de locutor, e implanta al otro delante de él.
¿Por qué habla de un “aparato formal” que la constituye? Habla de "aparato
formal" porque lo que está describiendo es como una suerte de estructura de
funcionamiento, un conjunto de reglas constantes a las que responden cualquier
interacción posible dentro del lenguaje. Se trata del modo por medio del cual
nos incorporamos como sujetos dentro del lenguaje.
¿A qué se refiere el autor con introducir “al que habla en su habla”? Se refiere
a la referencia que el locutor establece consigo mismo en cada instancia del
discurso; lo pone en relación con su enunciación constantemente.
¿Cuáles son las funciones propias de la enunciación?
La interrogación: el locutor plantea una pregunta, para generar una respuesta
La intimación: se refiere a dar órdenes, llamados. utilizar un modo imperativo
de expresar la enunciación.
La aserción: cuando el locutor enuncia una certidumbre.
Acentuación de la enunciación: La acentuación es el cuadro figurativo de la
enunciación. Es la estructura del diálogo. Para ello requiere dos figuras, que
son alternativamente protagonistas de la enunciación; un emisor y un receptor,
un yo, y un tú. Sin la participación de ambos no podría darse.
Kerbrat-Orecchioni
¿Cuáles son las críticas al esquema de la comunicación de Roman Jakobson? Le
reprocha no haber considerado suficientes elementos y no haber intentado hacer
un esquema algo más complejo
Homogeneidad del código: Es imposible que el destinador y destinatario hablen
exactamente la misma lengua, es decir, un código común; no es posible que el
mensaje pase de destinador a destinatario sin sufrir modificaciones, cambia al
ser decodificado.
Exterioridad del código: Es inexacto decir que el emisor, al confeccionar su
mensaje, elige libremente entre los ítems léxicos, sintácticos, etc. de sus
aptitudes lingüísticas y dice lo que quiere. Tiene limitaciones que restringen
sus posibilidades de elección:
Restricciones del universo discursivo: Situación en que están el emisor y el
receptor, determinados por las restricciones propias del género elegido; el
emisor elige determinadas palabras para realizar su discurso, teniendo en cuenta
a su receptor (y su saber sobre el tema, léxico, etc.).
Competencias ideológicas y culturales: Saberes propios del sujeto sobre el
mundo.
Competencias lingüísticas y paralingüísticas: Adquisición y desarrollo del
lenguaje.
Modelos de producción e interpretación: Reglas comunes a todos los hablantes
para producir y decodificar mensajes. No se emite un mensaje a un destinatario
real, sino a lo que el destinador cree saber del destinatario, y el destinatario
decodifica el mensaje en función de lo que cree saber del destinador.
Destinatario directo (alocutorio): Es expresamente considerado por el emisor
como su compañero en la relación de alocución, (ej. dirigiéndose a él con la
mirada o con un pronombre en segunda persona) (Pueden estar físicamente
presentes en la comunicación).
Destinatario indirecto (no alocutorio): No están integrados en la relación de
alocución, son testigos (ej. al
defender una tesis) (Pueden estar físicamente presentes en la comunicación).
Destinatario adicional: Destinatario aleatorio que el emisor no puede prever, ni
controlar cómo interpretará el mensaje (ej. una carta que cae en otras manos).
Clasificación de destinatarios:
- Presente + locuente (intercambio oral)
- Presente + no locuente (conferencia magistral)
- Ausente + locuente (comunicación telefónica)
- Ausente + no locuente (la mayor parte de las comunicaciones escritas)
Cuando nos comunicamos siempre lo hacemos un poco diezmados, se podría decir,
por ciertas limitaciones. Nadie sabe todo y en general estamos bien lejos de
ello incluso en el marco de una lengua nacional. Yo hablo español rioplatense,
mi interlocutor también maneja esa lengua, pero la realidad es que cada uno lo
hace desde una serie de competencias: cosas que sabe (y cosas que no sabe).
Algunas son lingüísticas (cada uno maneja cierto vocabulario, conoce algunas
palabras y otras no) o paralingüísticas (a la hora de acompañar la palabra con
cierto "lenguaje" corporal hay quienes son más locuaces que otros. A veces esas
competencias (siempre en realidad) también son de orden cultural (no todos
tenemos el mismo capital disponible en ese aspecto y tal vez el otro me habla de
una idea que yo desconozco o conozco mal) e ideológico (la misma idea que
tenemos sobre cómo se organiza el mundo incide en lo que estoy en condiciones de
decir o entender). Incluso mi situación anímica (psi determinaciones
psicológicas y psicoanalíticas que influyen en la comunicación) incide en lo que
digo o lo que soy capaz de entender que me dice el otro. Al mismo tiempo, y como
si todo esto fuera poco, existen también restricciones desde “afuera” que me
impiden decir algunas cosas o me incitan a decir otras. Según donde esté hablaré
de un modo u otro. A veces por cuestiones meramente físicas (si hay mucho ruido
tengo que hablar fuerte y eso no debería tomarse como de mala educación) y otras
por razones que podríamos llamar de género (en una clase no decimos malas
palabras, en la cancha estamos un poco obligados a decirla).
La autora también considera que la comunicación social presenta tres
propiedades:
La reflexividad: el emisor del mensaje es el primer receptor.
La simetría: el mensaje pide generalmente una respuesta, todo receptor funciona
al mismo tiempo como emisor en potencia. La simetría implica que la respuesta se
efectúe con la ayuda del mismo código.
Observación: los dos enunciadores desempeñan alternativamente los papeles de
emisor y receptor.
La lingüística de la enunciación en forma ampliada o restringida.
Punto de vista ampliado: La lingüística de la enunciación tiene como meta
describir las relaciones que se tejen entre el enunciado y los elementos
constitutivos del marco enunciativo. A saber: los protagonistas del discurso
(emisor y receptor), la situación de comunicación, circunstancias
espacio-temporales y condiciones generales de la producción/recepción del
mensaje: canal, contexto socio-histórico, restricciones, etc.
Sentido restringido: Se considera como hecho enunciativo las huellas
lingüísticas de la presencia del locutor en el seno del enunciado, los lugares
de inscripción y las modalidades de existencia de lo que Benveniste llama “la
subjetividad del lenguaje”
Diferencias entre enunciador y emisor
El emisor es el sujeto real que emite el mensaje. El enunciador es una instancia
teórica por medio de la cual somos capaces de reconocer lo que dice cuando dice.
El emisor es real no podemos decir mucho sobre él; el enunciador es teórico.
Escandell Vidal
Se entiende por pragmática al estudio de los principios que regulan el uso del
lenguaje en la comunicación. Esta es una disciplina que toma en consideración
los factores extralingüísticos que determinan el uso del lenguaje, precisamente
todos aquellos factores a los que no puede hacer referencia un estudio puramente
gramatical: nociones como emisor, destinatario, intención comunicativa, contexto
verbal, situación o conocimiento del mundo, van a resultar de capital de
importancia.
Para unos la pragmática ha de centrarse en la relación del significado
gramatical con los hablantes y con los hechos y objetos del mundo que intenta
describir. Para otros debe tratar de analizar la relación entre la forma de las
expresiones y las actitudes de los usuarios.
Significado convencional: Cuando hablamos de un “significado convencional”
estamos dando por sentado
que las lenguas naturales funcionan como códigos. La lengua establece una
relación diádica, convencional y arbitraria entre representaciones fonológicas y
representaciones semánticas (significantes significados respectivamente).
Estas dos ideas pueden resultar útiles en algunos momentos y para algunos
propósitos concretos, pero dibujan solo un esquema muy simplificado de la
comunicación y en este punto surge el problema del “Significado no Convencional”
(cuando cambiamos el significado de las palabras)
Sintaxis y Contexto: El orden de las palabras (sintaxis) está determinado por
factores de tipo contextual (situacional); este orden sintáctico responde a la
intención del interlocutor con respecto a su destinatario.
Comprender una frase no consiste simplemente en recuperar significados, sino
también en identificar referentes. No basta con entender las palabras; hay que
saber a qué objetos, hechos o situaciones se refieren. Parte importante de la
interpretación de un gran número de enunciado depende decisivamente de los
factores extralingüísticos que configuran el acto comunicativo.
En la comunicación las frases pueden adquirir contenidos significativos que no
se encuentran directamente en el significado literal de las palabras que las
componen, sino que dependen de los datos que aporta la situación comunicativa en
que dichas frases son pronunciadas. De este modo, quedan puestos de relieve dos
hechos fundamentales:
• Hay una parte del significado que logramos comunicar que no es reductible al
modelo de un código que empareja convencionalmente significantes y significados.
• Para caracterizar adecuadamente dicho significado hay que tomar en
consideración los factores que configuran la situación en que las frases son
emitidas.
Los tipos de elementos que configuran la situación comunicativa se dividen en
dos tipos:
De naturaleza material: Son entidades objetivas, descriptibles externamente.
Entre ellos encontramos:
El emisor: Persona que produce intencionalmente una expresión lingüística en un
momento dado, ya sea oralmente o por escrito. Se refiere a un sujeto real, con
sus conocimientos, creencias y actitudes, capaz de establecer toda una red de
diferentes relaciones con su entorno. Es el hablante que está haciendo uso de la
palabra (La diferencia con el hablante es que este último es, un sujeto que
posee el conocimiento de una determinada lengua. La condición de hablante es de
carácter abstracto y no se pierde nunca.)
El destinatario: Persona (o personas) a la(s) que el emisor dirige su enunciado
y con la(s) que normalmente suele intercambiar su papel en la comunicación de
tipo dialogante. La palabra destinatario solo se refiere a sujetos y no a
simples mecanismos de decodificación. Un oyente es todo aquel que tiene la
capacidad abstracta de comprender determinado código lingüístico; el
destinatario es la persona a la que se ha dirigido un mensaje.
El enunciado: Expresión lingüística que produce el emisor. Desde el punto de
vista físico no es más que un estímulo, una modificación del entorno ya sea
auditivo o visual. Frente al término mensaje el entorno se usa más
específicamente para hacer referencia a un mensaje construido según un código
lingüístico.
Desventajas entre el paralelismo de oración y enunciados:
-Utiliza un criterio gramatical para definir un concepto pragmático.
-Sobrecarga innecesariamente el aparato conceptual, al obligarle a buscar nuevos
términos para designar a los diversos tipos de intervenciones que no tienen
forma de oración.
-Rompe o fragmenta en oraciones lo que el emisor considera como un todo
El entorno o situación espacio temporal: Es el soporte físico, el “decorado” en
el que se realiza la enunciación. Sus factores principales son las coordenadas
de lugar y tiempo. Es un factor determinante en la mayoría de los casos: las
circunstancias que imponen el aquí y ahora influyen decisivamente en toda una
serie de elecciones gramaticales y quedan reflejadas habitualmente en la misma
forma de enunciarlo.
De naturaleza inmaterial: Se trata de los diferentes tipos de relaciones que se
establecen entre los primeros. (componentes relacionales). Las relaciones que se
establecen dan lugar a conceptualizaciones subjetivas; estas, generan principios
reguladores de la conducta que se objetivan en forma de leyes empíricas. Estas
son:
La información pragmática: Conjunto de conocimientos, creencias, supuestos,
opiniones y sentimientos de un individuo en un momento cualquiera de la
interacción verbal. Comprende todo lo que constituye nuestro universo mental,
desde los más objetivos a las manías más personales. La información pragmática
de cada individuo es radicalmente diferente de la de otros.
General: comprende el conocimiento del mundo, de sus características naturales,
culturales, etc.
Contextual: incluye lo que se deriva de las expresiones lingüísticas
intercambiadas en el discurso inmediatamente precedente.
Situacional: abarca el conocimiento derivado de lo que los interlocutores
perciben durante la interacción.
La intención: Por un lado, se trata de la relación entre el emisor y su
información pragmática y por el otro de la relación entre el destinatario y el
entorno. Se manifiesta siempre como una relación dinámica, de voluntad de
cambio.
Con lo que respecta al destinatario, no basta con comprender los significados de
las formas utilizadas, es necesario también tratar de descubrir la intención
concreta con que fueron elegidas.
La relación social: Existe entre los interlocutores por el mero hecho de
pertenecer a una sociedad. Su papel en la comunicación es fundamental, ya que el
emisor construye su enunciado a la medida del destinatario. Uno de los factores
que debe tener en cuenta, es el grado de relación social entre ambos. Esta
impone una serie de selecciones que determinan la forma del enunciado.
Oración y enunciado con Bajtín
Para ambos autores la dinámica del discurso establece límites al enunciado. Esto
significa qué a través del cambio del emisor, es decir alternación del sujeto
discursivo, terminará y comenzará un enunciado. No se puede establecer con
oración y enunciado un paralelismo ya que son objetos diferentes, los primeros
pertenecientes al sistema de la gramática sin una existencia real y los segundos
es una comunicación discursiva con una existencia real que pretende generar una
respuesta.
¿Cómo explica la autora la diferencia entre un significado y una interpretación?
El significado: Es la información codificada en la expresión lingüística. Se
trata de un significado determinado por las reglan internas del propio sistema
lingüístico. Es la gramática la que debe dar cuanta del significado.
La interpretación: En cambio, pone ya en juego los mecanismos pragmáticos. Puede
definirse como una función entre el significado codificado en la expresión
lingüística utilizada, de un lado, y la información pragmática con que cuenta el
destinatario, del otro.
La Pragmática: Se ocupa del estudio de los principios que regulan el uso del
lenguaje en la comunicación, entendido como el estudio de todos aquellos
aspectos del significado que, por depender de factores extralingüísticos queda
fuera del ámbito de la teoría semántica (es decir de los significados
convencionales).
John Austin
Enunciado realizativo: Es un tipo de enunciado que no describen ni registran
nada y no son ni verdaderos ni falsos. El acto de expresar la oración es
realizar una acción.
Enunciado constatativo: Es un enunciado que describe un estado de cosas o un
hecho, de tal suerte que puede ser evaluado como verdadero o falso. Los
enunciados constatativos tienen una función cognitiva, relatan y describen
hechos. Puede ser un acto:
Locucionario: Posee Significado.
Ilocucionario: Posee fuerza al decir algo. Cuando queremos saber algo, por
convención, sabemos que tenemos que manifestar esa duda a través de una
pregunta, la cual tiene un formato gramatical y una entonación particular. Son
convencionales.
Perlocucionario (No son convencionales, nunca podemos estar seguros de qué
reacción va a suscitar nuestro enunciado en el receptor) Lograr ciertos efectos
por el hecho de decir algo.
Austin denomina enunciados constatativos a aquellos que contienen una
información que puede ser considerada verdadera o falsa, los realizativos, en
cambio, son ellos mismos una acción, hacer la acción es emitir el enunciado; no
tienen valores de verdad o falsedad sino de adecuación o inadecuación al
contexto de enunciación.
En ningún caso se dice que la expresión es falsa, sino que ella, o más bien el
acto (por ejemplo, la promesa) es nulo, o hecho de mala fe. Austin considera que
es una falacia reducir ciertas expresiones a las nociones de verdad o falsedad,
ya que dependerán de las circunstancias en cual fueron dichas. Prefiere utilizar
el criterio del infortunio.
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