Altillo.com > Exámenes > UBA - UBA XXI > Sociología
Sociología |
Resumen de Heller "Sociología Fundamental" | 2º Cuat. de 2011 |
Altillo.com |
Agnes Heller – Sociología fundamental
La estructura de la vida cotidiana
1. La cotidianidad
La vida cotidiana es la vida de todo hombre. Nadie consigue identificarse con su
actividad humana específica hasta el punto de poder desprenderse por completo de
la cotidianidad. Y a la inversa, no hay hombre que viva solo la cotidianidad por
mas insustancial que sea, aunque esta lo terminara absorbiendo.
La vida cotidiana es la vida del hombre entero, o sea, el hombre participa en la
vida cotidiana con todos los aspectos de su individualidad, de su personalidad.
En ella se ponen en obra todos sus sentidos, todas sus capacidades intelectuales
sus habilidades, sus sentimientos, etc.
Esto determina que ninguna de ellas se pueda actuar con toda su intensidad.
El hombre de la cotidianidad es activo, pero no tiene tiempo ni posibilidad de
dedicarse enteramente en ninguno de esos aspectos para poder apurarlo según toda
su intensidad.
La vida cotidiana es en gran medida heterogénea y jerárquica.
• Heterogénea desde el contenido y la importancia de los tipos de actividad
que realiza el hombre. (La organización del trabajo, la vida privada, el ocio,
el descanso, la actividad social, etc.)
• Jerárquica se modifica específicamente según las estructuras
económico-sociales.
La heterogeneidad y la jerarquía de la vida cotidiana, permiten un despliegue
liso de la producción y la reproducción.
La heterogeneidad es imprescindible para conseguir ese despliegue, y también
hace falta el funcionamiento rutinario de la jerarquía para que las esferas
sociales se mantengan alineadas.
2. Particularidad y Especifidad
El individuo es siempre y al mismo tiempo, un ser particular y un ser
especifico.
• La particularidad expresa su ser aislado y su ser individual.
Esa particularidad esta caracterizada por la unicidad, la irrepetibilidad.
Las necesidades humanas siempre se hacen conscientes en el individuo como
necesidades del YO. La dinámica básica de la particularidad humana es la
satisfacción de esas necesidades.
Todo conocimiento, toda pregunta que se motive directamente por ese YO, por sus
necesidades y sus pasiones, concierne a la particularidad.
• El hombre es específico, porque es producto y expresión de sus relaciones
sociales, es el heredero y el preservador del desarrollo social, pero el
representante de lo específico no es nunca un hombre solo, sino la integración
de varios hombres.
Para el hombre, lo específico es siempre representado por la comunidad. Todo
hombre siempre tuvo una relación con esa comunidad, en ella formo su conciencia
colectiva (conciencia del nosotros), y también configuro su propia conciencia
del YO.
3. Individualidad
El individuo contiene tanto lo particular, como lo específico. El individuo es
un ser singular que se encuentra en relación con su propia particularidad, y su
especifidad. Es común a toda la individualidad la elección autónoma de los
elementos específicos y particulares.
El desarrollo es exclusivamente función de su libertad fáctica o de sus
posibilidades de libertad.
El despliegue de estas posibilidades origina en mayor o menor medida la unidad
del individuo.
Cuanto más unitaria sea esa individualidad, más pronto deja de ser la muda unión
vital de lo específico y lo particular.
Los dos elementos son funcionan entre si y no son conscientemente cognoscibles.
Los hombres asumen como dadas las funciones de la vida cotidiana y las ejercen
paralelamente.
4. Ética
Las colisiones entre particularidad y especifidad no suelen ser concientes en la
vida cotidiana. Con eso aumentan las posibilidades que tiene la particularidad
de someter lo específico y poner las necesidades y los intereses de la
integración social al servicio del egoísmo del individuo.
Este aumento de posibilidades suscito la ética como necesidad de la comunidad
socia. Las exigencias y las normas de la ética componen la intimación dirigida
por la integración especifica dad al individuo, para que este someta su
particularidad a lo especifico y convierta esa intimación en motivación
interior.
La ética como motivo es algo individual, pero no una motivación particular, es
individual en el sentido de actitud libremente adoptada por nosotros ante la
vida.
Una de las funciones de la ética es la inhibición, la otra es la transformación.
La vida cotidiana esta cargada de alternativas, de elecciones. Esas elecciones
pueden ser del todo indiferentes desde el punto de vista moral, pero también
pueden estar motivadas moralmente.
Cuanto mayor es la importancia de la moralidad, mas fácilmente se yergue esta
por encima de la cotidianidad y mas difícil es hablar de una decisión cotidiana.
Cuanto más intensa es la motivación del hombre por la moral, más fácil se alzara
su particularidad, a la esfera de la especifidad.
Dos restricciones:
• Por una parte, la elevación a lo específico no significa nunca abolición de la
particularidad. Las pasiones y los sentimientos orientados al YO no desaparecen,
sino que se limitan a dirigirse hacia fuera, se convierten en motor de la
realización de lo específico.
• Por otra parte, una decisión moral se debe considerar siempre como tendencia.
No es posible distinguir de las cotidianas las decisiones y las acciones
motivadas moralmente. La mayoría de las acciones y elecciones tienen motivación
heterogénea.
Pero el motivo moral también se manifiesta cuando con nuestro comportamiento
personal, representamos el comportamiento “justo” del género humano.
La vía de ese comportamiento es la elección, la concentración de nuestras
fuerzas en torno a la ejecución de la elección, y la vinculación conciente a la
vista de la situación que se ha elegido, y de sus consecuencias.
La elección y la aceptación de las consecuencias, van de la mano. Pero en la
cotidianidad no es posible concentrar todas las energías en cada decisión.
5. Homogenización
En ninguna esfera de la actividad humana es posible trazar una línea divisoria
entre el comportamiento cotidiano y el no cotidiano.
El medio de la superación parcial o total de la particularidad, de su arranque
de la cotidianidad y su ascenso a lo específico, es la homogenización. Sabemos
que la vida cotidiana es heterogénea, que dirige todas nuestras capacidades en
varias direcciones, pero ninguna capacidad con intensidad.
Homogenización significa que concentramos toda nuestra atención sobre una sola
cuestión y que aplicamos nuestra entera individualidad humana a la resolución de
esa tarea.
Este proceso no se puede realizar arbitrariamente, sino de modo que nuestra
particularidad se disipe en la actividad humana especifica que elegimos como
individuos.
6. Espontaneidad
La característica dominante de la vida cotidiana es la espontaneidad. No toda
actividad cotidiana es espontánea al mismo nivel.
La espontaneidad es la tendencia de toda forma de actividad cotidiana. El ritmo
fijo, la repetición, la regularidad de la cotidianidad, no están en contra de la
espontaneidad, sino que lo uno implica lo otro.
La espontaneidad no se expresa solamente en la asimilación del comportamiento
consuetudinario y del ritmo de la vida, sino también en el hecho de que esa
asimilación va acompañada por motivaciones.