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Resumen para el Primer Parcial  |  Análisis del Discurso (2018)  |  UCES

 

Preguntas y Respuestas entre Usuarios:

GÉNEROS DISCURSIVOS

Concepto: Los géneros discursivos son enunciados relativamente estables, históricos y sociales, que pueden ser orales o escritos, concretos y singulares, que pertenecen a distintas esferas de la praxis humana. No dependen del autor de un texto. Son un principio que permiten clasificar todas las manifestaciones del lenguaje humano.

Los géneros discursivos organizan nuestro discurso. Los géneros son fundamentales para que se lleve a cabo la comunicación. Si no existieran, la comunicación discursiva sería imposible.

Utilizamos la lengua para cumplir algún tipo de práctica social. En todos los ámbitos en los que el hombre desarrolla sus actividades, se hace uso de la lengua. Las formas en las que se utiliza son variadas. El uso de la lengua se lleva a cabo por medio de los géneros discursivos.

Los enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas por medio de su contenido temático (tópico o tema), su estilo verbal (selección de recursos léxicos, fraseológicos y gramaticales) y su composición (manera en que el texto se organiza). Estos tres momentos están íntimamente relacionados con la totalidad del enunciado y es por ellos que podemos diferenciar un género de otro o que podemos aplicarlos en distintas situaciones de interacción verbal.

Los géneros son innumerables puesto que las posibilidades de la actividad humana también lo son.

Un cambio en el contexto, o sea ámbito social, genera la aparición de géneros nuevos o la modificación de los ya existentes (cambio tecnológico).

La composición de un texto (composición, orden de la información), su contenido temático y sus rasgos estilísticos (vocabulario, signos de puntuación, rango de formalidad) dependen de una convención determinada por el género discursivo al que pertenecen.

Para el lector, esto ayuda a la fácil comprensión porque puede anticipar su organización, contenido y estilo.

Lo que determina que los textos se agrupen por tener estas características es el contexto (esferas de la praxis humana).

DIFERENCIAS ENTRE TEXTO Y CONTEXTO:

La construcción del enunciador es la imagen del autor que se presenta o transmite en un texto, no es una persona. Hay textos que la hacen más o menos visible. Incluso cuando un texto es objetivo, aparece una construcción del enunciador. Esta imagen casi siempre es inconsciente.

La construcción del enunciatario es la imagen del receptor en el texto que se construye a partir de las características que aparecen en un texto. La función es que el receptor real se imagine al receptor que el enunciador imagino. Se trata de construir un público. En publicidad, se pretende que el consumidor se identifique con la imagen del enunciatario y que esto produzca un cambio de comportamiento.

ENUNCIADOS:

Concepto: un enunciado es el producto del acto enunciativo llevado a cabo por un sujeto.

Se diferencia de la oración porque refleja la individualidad del hablante, constituye la unidad real de la comunicación y permite la expresión del discurso.

El lenguaje participa de la vida a través de los enunciados concretos que lo realizan, así como la vida participa del lenguaje a través de los enunciados.

Su importancia es que actúan como correas de transmisión entre la historia de la sociedad y la historia de la lengua.

Cada vez que el hablante hace uso del lenguaje, construye una puesta en escena discursiva a partir de la representación que tiene de sí como hablante, teniendo en cuenta el referente y aquel o aquellos a los que se dirige. Se ubica en un lugar y adopta una serie de rasgos de acuerdo con la situación en la que se encuentra.

Un mismo hablante puede producir enunciados diferentes y construir diferentes sujetos de la enunciación que son factibles de reconocerse a partir de marcas o huellas que hayan dejado en la formulación del enunciado. El enunciador no es el emisor del discurso como sujeto empírico sino que es una construcción discursiva.

El enunciatario tampoco coincide con la figura del receptor, sino que se presenta como una construcción manifestada por medio de los distintos enunciados. El enunciatario no es el sujeto empírico, sino que es una figura que el enunciador construye mediante el proceso de la escritura.

ESCENA ENUNCIATIVA:

En el discurso se pone en juego una imagen del mundo o de un objeto referencial y la imagen de ese enunciador que, explícitamente o no, se dirige a su enunciatario con distintas intenciones a partir de una serie de creencias y propósitos.

El enunciador, además de constituirse a sí mismo en el discurso, construye una imagen de su enunciatario y las huellas que permiten su caracterización son múltiples.

CONSTRUCCIÓN DEL ENUNCIADOR:

El sujeto de la enunciación es una instancia lingüística, no debe confundirse con la persona de carne y hueso que habla o escribe.

La presencia del enunciador y enunciatario se puede reconocer por todos aquellos deícticos que dan cuenta del espacio y del tiempo y por otras huellas que dan cuenta de una perspectiva, visual y valorativa, desde la cual se presentan los hechos y de una captación que se espera obtener.

Para construirse como un determinado enunciador es necesario llevar a cabo un proceso de planificación del texto escrito. Deben preverse las acciones que permitirán lograr una mayor eficacia comunicativa para que el escrito cumpla con la finalidad para la que fue previsto.

El proceso de producción de un texto comienza antes de la redacción propiamente dicha. Implica actividades de búsqueda, selección y composición de conocimientos, recurrencia a diversas fuentes, y la búsqueda de qué decir y cuál será la mejor manera de expresarlo. Junto con esta representación, deberá surgir una primera representación del destinatario.

Al momento de la escritura, se debe llevar a cabo una práctica constante de revisión del propio texto. Resulta fundamental la intervención de la lectura como parte del proceso de escritura de un texto.

La planificación, la escritura y la revisión no constituyen necesariamente etapas diferenciadas, sino que pueden ser simultáneas.

TEXTUALIDAD O PROPIEDADES TEXTUALES

La textualidad es un atributo de los textos, al igual que la gramaticalidad es el atributo que deben poseer las oraciones. Este atributo puede caracterizarse por varias propiedades del texto, conocidas también como condiciones de textualidad: la adecuación, la coherencia y la cohesión.

ADECUACIÓN:

Concepto: es el conocimiento y el dominio de la diversidad lingüística.

La lengua no es uniforme ni homogénea, sino que presenta variaciones según diversos factores: la geografía, la historia, el grupo social, entre otros.

Ser adecuado significa saber escoger de entre todas las soluciones lingüísticas que nos da la lengua, la más apropiada para cada situación de comunicación. Es necesario dominar cada uno de los registros más habituales de la lengua: los informales, los medianamente formales, los coloquiales, etc. Esto implica tener diversas competencias lingüísticas: saber qué palabras forman parte de un dialecto, cuáles son generales, etc.

Para saber si un texto consigue la adecuación necesaria, hay que controlar algunos puntos relevantes:

-¿Consigue el propósito comunicativo por el cual ha sido producido? ¿Se evidencia que se trata de una argumentación, repetición, propaganda, etc.?

-¿Se mantiene el mismo nivel de formalidad durante todo el texto?

-¿La inclusión de pronombres personales que representan al enunciador y enunciatario es la correcta para la situación y es sistemática en todo el texto?

COHERENCIA Y COHESIÓN TEXTUAL:

Son las propiedades básicas de los textos. A causa de la coherencia textual (información y organización del texto) podemos percibir el texto como un todo; en cambio, la cohesión (relación entre oraciones) supone que las oraciones están conectadas entre sí por elementos concretos.

COHERENCIA:

Concepto: es la propiedad semántica del discurso que selecciona la información y organiza la estructura comunicativa de una manera determinada.

Presupone una correcta organización de la información sobre un determinado tema. Se logra cuando el texto es percibido como una unidad de sentido y la información sigue un orden lógico.

Si el tema tiene una unidad semántica, el tema será identificable. Un texto es coherente cuando mantiene un orden lógico, cronológico o temático de la información.

La coherencia establece cuál es la información pertinente que se ha de comunicar y cómo se ha de realizar.

Los aspectos más importantes que incluye la coherencia textual son la cantidad, calidad y estructuración de la información.

La coherencia global se relaciona con la unidad temática del texto. La coherencia lineal, con la estructura del texto y con la organización lógica de las ideas. La coherencia local se refiere al sentido cabal de cada enunciado.

Problemas de un texto incoherente:

-Ausencia de un tema unitario.

-Inadecuada selección de la información.

-Información insuficiente.

-Exceso de información.

-Organización ilógica de las ideas.

-Progresión temática defectuosa.

-Enunciados poco claros o contradictorios.

-Enunciados inaceptables.

Preguntas para verificar la coherencia:

-¿El texto presenta un sentido unitario?

-¿La información está organizada de un modo lógico? ¿Cuáles son los apartados?

-¿Es posible hacer un esquema que detalle la relación entre las ideas principales y secundarias del texto?

-¿La información proporcionada es suficiente, excesiva o insuficiente?

-¿Cada oración tiene sentido completo? ¿Su enunciación resulta clara? ¿Contiene demasiadas ideas?

-¿Hay una adecuada progresión temática de modo que se va relacionando una información con otra?

Hay informaciones relevantes y otras irrelevantes, cuando hablamos o escribimos debemos saber discriminarlas.

Para producir un texto coherente se pueden aplicar macro reglas operacionales:

-La omisión de información que no resulta relevante para el resto del texto.

-La generalización (reemplazar una secuencia de proposiciones por una sola proposición que las contenga).

-La construcción (resumen del texto).

LA COHESIÓN:

Concepto: es la propiedad semántica del discurso que genera relaciones entre las oraciones de un texto para que respondan a un texto unitario y así pueda conformarse la macroestructura textual.

Se relaciona íntimamente con la coherencia.

Para que un texto sea cohesivo, es necesario que el enunciador haya vinculado entre sí las oraciones mediante los diversos elementos que marcan las relaciones semánticas, lo que facilita la comprensión de la información que se transmite.

La cohesión es una relación interoracional porque contribuye a apreciar en conjunto las oraciones. Pertenece a la estructura misma de la lengua, no es un fenómeno externo a ella.

Para producir un texto lingüísticamente atractivo, el emisor suele utilizar determinados procedimientos para conseguir que las repeticiones no sean literales o innecesarias.

Procedimientos de cohesión:

Referencia: consiste en eliminar un elemento repetido y reemplazarlo por un pronombre.

La referencia puede ser endofórica (el referente está dentro del texto) o exofórica (el referente no se encuentra en el texto, se deduce). Los elementos endofóricos son correferenciales, el referente puede ser un elemento que los antecede (referencia anafórica) o que los postcede (referencia catafórica).

El sistema lingüístico cuenta con recursos especiales para la referencia, como los pronombres personales, que señalan a los actores del acto comunicativo (yo, tú-usted-vos, nosotros/as), o las personas contenidas en el enunciado (él, ella, ellos, ellas). También cuentan las formas clíticas de estos pronombres (me, te, se, nos, la, le, etc.), los pronombres posesivos y los demostrativos (ese, aquel, aquella, etc.) ligados a los pronombres personales. Es el caso también de los adverbios relacionados con en enunciador en la situación comunicativa (aquí, allá, arriba, hoy, mañana, etc.)

A través de la referencia se indica cómo aparecen en el texto el enunciador, el enunciatario, el tiempo, el espacio, el objetivo comunicativo, etc.

Los elementos retomados por la referencia deben ser claros para el enunciatario.

Elipsis: es la supresión de un elemento sin reemplazarlo por otro, el enunciatario debe reponerlo con un elemento conocido o mencionado anteriormente. Es la noción familiar de ‘algo que no fue dicho’.

Se trata, específicamente, de oraciones, cláusulas, etc., cuya estructura es tal que presupone un ítem precedente, que sirve como origen de la información que falta.

Ayuda a evitar repeticiones innecesarias.

●Conectores: marcan las relaciones semánticas entre oraciones.

Su presencia en el texto es ordenadora y conectiva.

El tipo de palabra que cumple con esta función se denomina conjunción. Existen conjunciones propias que son coordinativas y que unen elementos sintácticamente equivalentes (y, o, pero, porque, etc.). Las locuciones conjuntivas son locuciones con función de conjunción pero sin forma conjuntiva (sin embargo, no obstante, por lo tanto, puesto que, etc.).

Su función es relacionar elementos lingüísticos sucesivos que no se vinculan por otros medios estructurales.

Los conectores expresan ciertos significados que presuponen la presencia de otros componentes en el discurso.

Clasificación de conectores según su significado:

-Causa-efecto: porque, ya que, por eso, puesto que.

-Finalidad: para, con el propósito de, con la finalidad de.

-Ampliación: además, incluso, y/e, también, paralelamente.

-Tiempo: antes, posteriormente, actualmente, cuando, mientras.

-Espacio: aquí, allá, en este lugar, donde.

-Condición: si, siempre y cuando, en caso de que.

-Concesión: si bien, aun cuando, aunque, pese a que.

-Manera o modo: así, del modo como, a diferencia de, conforme a, según.

-Contraste: pero, a diferencia de, no obstante, en cambio.

-Ejemplificación: así, de esta manera, de este modo, por ejemplo, esto es.

-Reformulación o aclaración: es decir, o sea, mejor dicho, brevemente, en otras palabras.

-Orden del discurso: a modo de presentación, a continuación, cambiando de tema, por otra parte, en conclusión.

●Reiteración léxica: ocurre cuando se repite la misma frase o palabra para destacar un determinado concepto o cuando se trata de un término específico que no cuenta con una palabra o expresión equivalente.

La mayoría de las reiteraciones conceptuales pueden matizarse mediante el uso de recursos:

-Sinonimia: el elemento sustituto tiene la misma función estructural que el sustituido (chat-escritura de Internet). Relación de reemplazo.

-Hiperonomia: se trata de un conjunto de palabras relacionadas entre sí por algún aspecto de su significado. En el campo semántico hay una relación de inclusión, habrá un término más inclusivo y uno más específico (flor-tulipán).El termino más general es el hiperónimo y el más específico, el hipónimo.

-Procedimientos de conlocación en un campo conceptual: en la esfera semántica pueden encontrarse palabras pertenecientes a distintas categorías léxicas (facultad, estudiar, libros). Los términos miembros de una esfera semántica tienen entre sí una relación de conlocación (elementos que se presentan juntos, elementos del mismo esquema cognitivo).

●Repetición total o parcial de construcciones: las repeticiones parciales son oraciones, construcciones o partes de ellas que ya han aparecido antes en el texto y que se repiten. Puede ser también la reiteración de una unidad léxica sin más alteración que singular/plural (caloría/calorías) o en la clase de palabras (degustar/degustación).

PARRAFACIÓN:

Concepto: el párrafo es una unidad de pensamiento que comunica sentido completo. Es el modo en que se refleja en el texto la organización de las ideas.

Ayuda al productor textual a poner cada idea en su sitio, a evitar repeticiones, a buscar un orden lógico. Le permite al lector obtener una visión de conjunto del texto, útil para ubicarse en todo momento y para leer selectivamente lo que más le interesa.

De acuerdo con el plan textual del escritor, los párrafos pueden desempeñar diversas funciones como ayudar a clasificar la información y contribuir a identificar la estructura global del texto.

Los párrafos se pueden clasificar según su función práctica:

-Párrafos de introducción: introducen al lector en el tema del texto; también plantea el problema, la importancia del tema, la tesis que se argumentará en el texto, el propósito de escritura, público interesado y método empleado.

-Párrafos de transición: enlazan un párrafo con el siguiente. Son de corta extensión.

-Párrafos sumarios: proporcionan un resumen de las ideas que se han expresado en el texto hasta el momento.

-Párrafos de finalización: advierten al lector que el desarrollo del tema se va a terminar.

Es una unidad intermedia, superior a la oración e inferior al apartado o al texto.

La extensión de un párrafo varía según el tipo de texto. Algunos autores recomiendan un tamaño medio de cinco o seis oraciones, máximo 12 líneas y de 100 a 150 palabras como máximo. Debe existir cierta armonía en la extensión de los párrafos de una página. Si los párrafos son demasiado extensos resultarán densos para el lector. Si los párrafos son extremadamente breves, parecerá una lista desarticulada de ideas.

Se presenta como un bloque formado por una o más oraciones. Empieza con mayúscula, a la izquierda, es una línea nueva. Tienen identidad gráfica porque se distingue visualmente en la página.

Puede terminar en punto y aparte, puntos suspensivos, signos de admiración o signos de interrogación. Cada párrafo trata un tema o aspecto independiente, por lo que tiene una unidad significativa, y entre todos construyen un sentido global único.

Los párrafos poseen una estructura interna y externa.

La estructura interna está constituida por una serie de expresiones articuladas entre sí de acuerdo con los principios de cohesión y coherencia propios de cada lengua. Las expresiones giran en torno a una idea central, cuando esta aparece expresa se denomina oración temática.

La organización del párrafo es similar al texto. Tiene una frase inicial, otra aclaratoria y una tercera concluyente. Introducción-desarrollo-conclusión. A esto hay que sumarle marcadores textuales.

Los marcadores discursivos son un conjunto heterogéneo de elementos, formado por conjunciones, adverbios, locuciones conjuntivas o incluso expresiones lexicalizadas. Actúan en el texto como engarces entre diferentes ideas, incisos, frases y párrafos. Muestran las diferentes conexiones y relaciones que existen entre las partes del discurso. Gracias a ellos, percibimos el texto como un algo coherente y unitario. Marcan los puntos más importantes del discurso, hacen visibles las relaciones estructurales del contenido, favorecen la localización de la información, proporcionan fuerza y cohesión, y garantizan en todo momento la continuidad del discurso.